tag:blogger.com,1999:blog-87401512011690830132024-03-29T04:03:09.843-07:00Notas del Padre GustavoGustavo Quiceno Jaramillo.mxy, Sacerdote misionero en la diócesis de La Dorada-Guaduas. "Ay de mi sino evangelizo!", dijo Pablo. Estoy aquí también en twitter: @gadabay,con 140 caracteres para decirle a la gente que Dios los ama inmensamente.Gustavo Quiceno Jhttp://www.blogger.com/profile/02956032680371359080noreply@blogger.comBlogger1579125tag:blogger.com,1999:blog-8740151201169083013.post-47950200394376143402024-03-28T22:30:00.000-07:002024-03-28T22:31:00.127-07:0029 de marzo del 2024: viernes santo<p><span style="font-size: medium;"> </span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;"><span style="font-size: medium;"> </span></span></p><p class="MsoNormal"><b><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;"><span style="font-size: medium;">Inaudito<o:p></o:p></span></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;"><span style="font-size: medium;">¡Ah!
¡Qué buen momento fue encontrarnos con Jesús viajando por Galilea, viniendo al
encuentro de todos! ¡Ah! ¡Cuán hermosas fueron sus palabras de sanación y
reconciliación! ¡Ah! que estaba calmando y consolando el que nos dio la Ley
para vivir según la Ley de Moisés. El que nos inició bautizándose Él mismo,
aunque estaba sin pecado. El que nos dio a nosotros y a muchos su cuerpo y
sangre como alimento para remisión de los pecados. <o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;"><span style="font-size: medium;">Pero
ahora su vigorizante presencia se convierte en una tragedia. Su juicio no es
más que injusto. Sus últimas palabras son una aceptación en total libertad de
dar la vida hasta el final. A Él, el inocente, lo tratan como a un bandido. Y
una de sus palabras es decirle al bandido que estará con él en su reino. Su
discurso se detiene. La sangre fluye. Y su muerte rasga el velo del Templo. La
tierra está patas arriba. <o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;"><span style="font-size: medium;">Su
Madre está ahí, confiada, todo lo lleva en la fe. ¿Sabe ya que esta muerte dará
vida? ¿Nos atrevemos a creer que la muerte de Jesús en la cruz da vida?
¿Creemos realmente que sólo el amor puede salvar? En un momento en el que las
tensiones del mundo están en su punto máximo, la muerte de Jesús por amor
parece ser la única manera de dar vida al mundo. La muerte sigue siendo un
misterio para cada uno de nosotros. Pero lo sabemos, lo creemos porque nos
prometió sin que lo entendiéramos realmente, que resucitaría al tercer día.<br />
<br />
<i>Me tomo el tiempo para contemplar esta muerte única que da vida.<br />
En acción de gracias, venero a Cristo por la vida que me ha dado, que a mi vez
estoy invitado a vivir. ■</i><o:p></o:p></span></span></p><p>
</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;"><span style="font-size: medium;">Tommy
Scholtes, sacerdote jesuita, Oremos en la Iglesia Bélgica</span><span style="font-size: 14pt;"><o:p></o:p></span></span></p><p><span style="font-size: medium;"><br /></span></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 19.9733px;"><b>(Juan 18, 1 - 19, 42)</b> <i>En este día de Viernes Santo, escuchamos una buena noticia: En Jesús muriendo en la cruz, Dios nunca ha estado tan presente y actuando por la humanidad. La cruz de Jesús nos dice quién es Dios para nosotros y quiénes somos a sus ojos.<o:p></o:p></i></span></p><p class="MsoNormal"><span style="background: rgb(236, 236, 236); color: black; font-family: arial; font-size: medium; line-height: 14.2667px;"><o:p> </o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="background: rgb(236, 236, 236); color: black; font-family: arial; font-size: medium; line-height: 14.2667px;"><o:p> </o:p></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjsVIn86cp6kYwBWbBZXMTh9ch0XgoeSVAYUnylTfZvU0SvtH0eI872M0j_D_wZzlqaKqG37LRkQvYKG25pFZ9x8utoQMfWFJc39gEWLojhbAqglv0zRKcSsWvNupCnjvaqUJJOs15X934/s575/Giotto_Lower_Church_Assisi_Crucifixion_01-1.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><img border="0" data-original-height="475" data-original-width="575" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjsVIn86cp6kYwBWbBZXMTh9ch0XgoeSVAYUnylTfZvU0SvtH0eI872M0j_D_wZzlqaKqG37LRkQvYKG25pFZ9x8utoQMfWFJc39gEWLojhbAqglv0zRKcSsWvNupCnjvaqUJJOs15X934/s16000/Giotto_Lower_Church_Assisi_Crucifixion_01-1.jpg" /></span></a></div><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /></span><p></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; mso-outline-level: 2;"><b><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Primera lectura<o:p></o:p></span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Lectura del libro de Isaías (52,13–53,12):</span></b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><br /><br /><i>Mirad, mi siervo tendrá éxito, subirá y crecerá mucho. Como muchos se espantaron de él, porque desfigurado no parecía hombre, ni tenía aspecto humano, así asombrará a muchos pueblos, ante él los reyes cerrarán la boca, al ver algo inenarrable y contemplar algo inaudito. ¿Quién creyó nuestro anuncio? ¿A quién se reveló el brazo del Señor. Creció en su presencia como brote, como raíz en tierra árida, sin figura, sin belleza. Lo vimos sin aspecto atrayente, despreciado y evitado de los hombres, como un hombre de dolores, acostumbrado a sufrimientos, ante el cual se ocultan los rostros, despreciado y desestimado. Él soportó nuestros sufrimientos y aguantó nuestros dolores; nosotros lo estimamos leproso, herido de Dios y humillado pero él fue traspasado por nuestras rebeliones, triturado por nuestros crímenes. Nuestro castigo saludable cayó sobre él, sus cicatrices nos curaron. Todos errábamos como ovejas, cada uno siguiendo su camino; y el Señor cargó sobre él todos nuestros crímenes. Maltratado, voluntariamente se humillaba y no abría la boca; como cordero llevado al matadero, como oveja ante el esquilador, enmudecía y no abría la boca. Sin defensa, sin justicia, se lo llevaron, ¿quién meditó en su destino? Lo arrancaron de la tierra de los vivos, por los pecados de mi pueblo lo hirieron. Le dieron sepultura con los malvados, y una tumba con los malhechores, aunque no había cometido crímenes ni hubo engaño en su boca. El Señor quiso triturarlo con el sufrimiento, y entregar su vida como expiación; verá su descendencia, prolongará sus años, lo que el Señor quiere prosperará por su mano. Por los trabajos de su alma verá la luz, el justo se saciará de conocimiento. Mi siervo justificará a muchos, porque cargó con los crímenes de ellos. Le daré una multitud como parte, y tendrá como despojo una muchedumbre. Porque expuso su vida a la muerte y fue contado entre los pecadores, él tomó el pecado de muchos e intercedió por los pecadores.<br /></i><br /><b>Palabra de Dios</b><o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; mso-outline-level: 2;"><b><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Salmo<o:p></o:p></span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Sal 30,2.6.12-13.15-16.17.25<br /><br />R/.</span></b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"> <b><i>Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu</i></b><br /><br /><i>A ti , Señor, me acojo:<br />no quede yo nunca defraudado;<br />tú, que eres justo, ponme a salvo.<br />A tus manos encomiendo mi espíritu:<br />tú, el Dios leal, me librarás. <b>R/.</b><br /><br />Soy la burla de todos mis enemigos,<br />la irrisión de mis vecinos,<br />el espanto de mis conocidos;<br />me ven por la calle, y escapan de mí.<br />Me han olvidado como a un muerto,<br />me han desechado como a un cacharro inútil. <b>R/.</b><br /><br />Pero yo confío en ti, Señor,<br />te digo: «Tú eres mi Dios.»<br />En tu mano están mis azares;<br />líbrame de los enemigos que me persiguen. <b>R/.</b><br /><br />Haz brillar tu rostro sobre tu siervo,<br />sálvame por tu misericordia.<br />Sed fuertes y valientes de corazón,<br />los que esperáis en el Señor. <b>R/.<o:p></o:p></b></i></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><b><i><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"> </span></i></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><i><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"> </span></i></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; mso-outline-level: 2;"><b><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Segunda lectura<o:p></o:p></span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Lectura de la carta a los Hebreos (4,14-16;5,7-9):</span></b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><br /><br /><i>Mantengamos la confesión de la fe, ya que tenemos un sumo sacerdote grande, que ha atravesado el cielo, Jesús, Hijo de Dios. No tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse de nuestras debilidades, sino que ha sido probado en todo exactamente como nosotros, menos en el pecado. Por eso, acerquémonos con seguridad al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y encontrar gracia que nos auxilie oportunamente. Cristo, en los días de su vida mortal, a gritos y con lágrimas, presentó oraciones y súplicas al que podía salvarlo de la muerte, cuando en su angustia fue escuchado. Él, a pesar de ser Hijo, aprendió, sufriendo, a obedecer. Y, llevado a la consumación, se ha convertido para todos los que le obedecen en autor de salvación eterna.<br /></i><br /><b>Palabra de Dios</b><o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><b><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"> </span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><b><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"> </span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Pasión de nuestro Señor Jesucristo según san Juan (18,1–19,42):</span></b><span style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><br /><br /></span><i><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">C. En aquel tiempo, salió Jesús con sus discípulos al otro lado del torrente Cedrón, donde había un huerto, y entraron allí él y sus discípulos. Judas, el traidor, conocía también el sitio, porque Jesús se reunía a menudo allí con sus discípulos. Judas entonces, tomando la patrulla y unos guardias de los sumos sacerdotes y de los fariseos, entró allá con faroles, antorchas y armas. Jesús, sabiendo todo lo que venía sobre él, se adelantó y les dijo:<br />+ «¿A quién buscáis?»<br />C. Le contestaron:<br />S. «A Jesús, el Nazareno.»<br />C. Les dijo Jesús:<br />+ «Yo soy.»<br />C. Estaba también con ellos Judas, el traidor. Al decirles: «Yo soy», retrocedieron y cayeron a tierra. Les preguntó otra vez:<br />+ «¿A quién buscáis?»<br />C. Ellos dijeron:<br />S. «A Jesús, el Nazareno.»<br />C. Jesús contestó:<br />+ «Os he dicho que soy yo. Si me buscáis a mí, dejad marchar a éstos»<br />C. Y así se cumplió lo que había dicho: «No he perdido a ninguno de los que me diste.» Entonces Simón Pedro, que llevaba una espada, la sacó e hirió al criado del sumo sacerdote, cortándole la oreja derecha. Este criado se llamaba Malco. Dijo entonces Jesús a Pedro:<br />+ «Mete la espada en la vaina. El cáliz que me ha dado mi Padre, ¿no lo voy a beber?»<br />C. La patrulla, el tribuno y los guardias de los judíos prendieron a Jesús, lo ataron y lo llevaron primero a Anás, porque era suegro de Caifás, sumo sacerdote aquel año; era Caifás el que había dado a los judíos este consejo: «Conviene que muera un solo hombre por el pueblo.» Simón Pedro y otro discípulo seguían a Jesús. Este discípulo era conocido del sumo sacerdote y entró con Jesús en el palacio del sumo sacerdote, mientras Pedro se quedó fuera a la puerta. Salió el otro discípulo, el conocido del sumo sacerdote, habló a la portera e hizo entrar a Pedro. La criada que hacía de portera dijo entonces a Pedro:<br />S. «¿No eres tú también de los discípulos de ese hombre?»<br />C. Él dijo:<br />S. «No lo soy.»<br />C. Los criados y los guardias habían encendido un brasero, porque hacía frío, y se calentaban. También Pedro estaba con ellos de pie, calentándose. El sumo sacerdote interrogó a Jesús acerca de sus discípulos y de la doctrina. Jesús le contestó:<br />+ «Yo he hablado abiertamente al mundo; yo he enseñado continuamente en la sinagoga y en el templo, donde se reúnen todos los judíos, y no he dicho nada a escondidas. ¿Por qué me interrogas a mí? Interroga a los que me han oído, de qué les he hablado. Ellos saben lo que he dicho yo.»<br />C. Apenas dijo esto, uno de los guardias que estaban allí le dio una bofetada a Jesús, diciendo:<br />S. «¿Así contestas al sumo sacerdote?»<br />C. Jesús respondió:<br />+ «Si he faltado al hablar, muestra en qué he faltado; pero si he hablado como se debe, ¿por qué me pegas?»<br />C. Entonces Anás lo envió atado a Caifás, sumo sacerdote. Simón Pedro estaba en pie, calentándose, y le dijeron:<br />S. «¿No eres tú también de sus discípulos?»<br />C. Él lo negó, diciendo:<br />S. «No lo soy.»<br />C. Uno de los criados del sumo sacerdote, pariente de aquel a quien Pedro le cortó la oreja, le dijo:<br />S. «¿No te he visto yo con él en el huerto?»<br />C. Pedro volvió a negar, y enseguida cantó un gallo. Llevaron a Jesús de casa de Caifás al pretorio. Era el amanecer, y ellos no entraron en el pretorio para no incurrir en impureza y poder así comer la Pascua. Salió Pilato afuera, adonde estaban ellos, y dijo:<br />S. «¿Qué acusación presentáis contra este hombre?»<br />C. Le contestaron:<br />S. «Si éste no fuera un malhechor, no te lo entregaríamos.»<br />C. Pilato les dijo:<br />S. «Lleváoslo vosotros y juzgadlo según vuestra ley.»<br />C. Los judíos le dijeron:<br />S. «No estamos autorizados para dar muerte a nadie.»<br />C. Y así se cumplió lo que había dicho Jesús, indicando de qué muerte iba a morir. Entró otra vez Pilato en el pretorio, llamó a Jesús y le dijo:<br />S. «¿Eres tú el rey de los judíos?»<br />C. Jesús le contestó:<br />+ «¿Dices eso por tu cuenta o te lo han dicho otros de mí?»<br />C. Pilato replicó:<br />S. «¿Acaso soy yo judío? Tu gente y los sumos sacerdotes te han entregado a mí; ¿qué has hecho?»<br />C. Jesús le contestó:<br />+ «Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mi guardia habría luchado para que no cayera en manos de los judíos. Pero mi reino no es de aquí.»<br />C. Pilato le dijo:<br />S. «Conque, ¿tú eres rey?»<br />C. Jesús le contestó:<br />+ «Tú lo dices: soy rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo: para ser testigo de la verdad. Todo el que es de la verdad escucha mi voz.»<br />C. Pilato le dijo:<br />S. «Y, ¿qué es la verdad?»<br />C. Dicho esto, salió otra vez adonde estaban los judíos y les dijo:<br />S. «Yo no encuentro en él ninguna culpa. Es costumbre entre vosotros que por Pascua ponga a uno en libertad. ¿Queréis que os suelte al rey de los judíos?»<br />C. Volvieron a gritar:<br />S. «A ése no, a Barrabás.»<br />C. El tal Barrabás era un bandido. Entonces Pilato tomó a Jesús y lo mandó azotar. Y los soldados trenzaron una corona de espinas, se la pusieron en la cabeza y le echaron por encima un manto color púrpura; y, acercándose a él, le decían:<br />S. «¡Salve, rey de los judíos!»<br />C. Y le daban bofetadas. Pilato salió otra vez afuera y les dijo:<br />S. «Mirad, os lo saco afuera, para que sepáis que no encuentro en él ninguna culpa.»<br />C. Y salió Jesús afuera, llevando la corona de espinas y el manto color púrpura. Pilato les dijo:<br />S. «Aquí lo tenéis.»<br />C. Cuando lo vieron los sumos sacerdotes y los guardias, gritaron:<br />S. «¡Crucifícalo, crucíficalo!»<br />C. Pilato les dijo:<br />S «Lleváoslo vosotros y crucificadlo, porque yo no encuentro culpa en él.»<br />C. Los judíos le contestaron:<br />S «Nosotros tenemos una ley, y según esa ley tiene que morir, porque se ha declarado Hijo de Dios.»<br />C. Cuando Pilato oyó estas palabras, se asustó aún más y, entrando otra vez en el pretorio, dijo a Jesús:<br />S. «¿De dónde eres tú?»<br />C. Pero Jesús no le dio respuesta. Y Pilato le dijo:<br />S. «¿A mí no me hablas? ¿No sabes que tengo autoridad para soltarte y autoridad para crucificarte?»<br />C. Jesús le contestó:<br />+ «No tendrías ninguna autoridad sobre mí, si no te la hubieran dado de lo alto. Por eso el que me ha entregado a ti tiene un pecado mayor.»<br />C. Desde este momento Pilato trataba de soltarlo, pero los judíos gritaban:<br />S. «Si sueltas a ése, no eres amigo del César. Todo el que se declara rey está contra el César.»<br />C. Pilato entonces, al oír estas palabras, sacó afuera a Jesús y lo sentó en el tribunal, en el sitio que llaman "el Enlosado" (en hebreo Gábbata). Era el día de la Preparación de la Pascua, hacia el mediodía. Y dijo Pilato a los judíos:<br />S. «Aquí tenéis a vuestro rey.»<br />C. Ellos gritaron:<br />S. «¡Fuera, fuera; crucifícalo!»<br />C. Pilato les dijo:<br />S. «¿A vuestro rey voy a crucificar?»<br />C. Contestaron los sumos sacerdotes:<br />S. «No tenemos más rey que al César.»<br />C. Entonces se lo entregó para que lo crucificaran. Tomaron a Jesús, y él, cargando con la cruz, salió al sitio llamado «de la Calavera» (que en hebreo se dice Gólgota), donde lo crucificaron; y con él a otros dos, uno a cada lado, y en medio, Jesús. Y Pilato escribió un letrero y lo puso encima de la cruz; en él estaba escrito: «Jesús, el Nazareno, el rey de los judíos.» Leyeron el letrero muchos judíos, porque estaba cerca el lugar donde crucificaron a Jesús, y estaba escrito en hebreo, latín y griego. Entonces los sumos sacerdotes de los judíos dijeron a Pilato:<br />S. «No, escribas: "El rey de los judíos", sino: "Éste ha dicho: Soy el rey de los judíos."»<br />C. Pilato les contestó:<br />S. «Lo escrito, escrito está.»<br />C. Los soldados, cuando crucificaron a Jesús, cogieron su ropa, haciendo cuatro partes, una para cada soldado, y apartaron la túnica. Era una túnica sin costura, tejida toda de una pieza de arriba abajo. Y se dijeron:<br />S. «No la rasguemos, sino echemos a suerte, a ver a quién le toca.»<br />C. Así se cumplió la Escritura: «Se repartieron mis ropas y echaron a suerte mi túnica». Esto hicieron los soldados. Junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de María, la Magdalena. Jesús, al ver a su madre y cerca al discípulo que tanto quería, dijo a su madre:<br />+ «Mujer, ahí tienes a tu hijo.»<br />C. Luego, dijo al discípulo:<br />+ «Ahí tienes a tu madre.»<br />C. Y desde aquella hora, el discípulo la recibió en su casa. Después de esto, sabiendo Jesús que todo había llegado a su término, para que se cumpliera la Escritura dijo:<br />+ «Tengo sed.»<br />C. Había allí un jarro lleno de vinagre. Y, sujetando una esponja empapada en vinagre a una caña de hisopo, se la acercaron a la boca. Jesús, cuando tomó el vinagre, dijo:<br />+ «Está cumplido.»<br />C. E, inclinando la cabeza, entregó el espíritu. Los judíos entonces, como era el día de la Preparación, para que no se quedaran los cuerpos en la cruz el sábado, porque aquel sábado era un día solemne, pidieron a Pilato que les quebraran las piernas y que los quitaran. Fueron los soldados, le quebraron las piernas al primero y luego al otro que habían crucificado con él; pero al llegar a Jesús, viendo que ya había muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados, con la lanza, le traspasó el costado, y al punto salió sangre y agua. El que lo vio da testimonio, y su testimonio es verdadero, y él sabe que dice verdad, para que también vosotros creáis. Esto ocurrió para que se cumpliera la Escritura: «No le quebrarán un hueso»; y en otro lugar la Escritura dice: «Mirarán al que atravesaron.» Después de esto, José de Arimatea, que era discípulo clandestino de Jesús por miedo a los judíos, pidió a Pilato que le dejara llevarse el cuerpo de Jesús. Y Pilato lo autorizó. Él fue entonces y se llevó el cuerpo. Llegó también Nicodemo, el que había ido a verlo de noche, y trajo unas cien libras de una mixtura de mirra y áloe. Tomaron el cuerpo de Jesús y lo vendaron todo, con los aromas, según se acostumbra a enterrar entre los judíos. Había un huerto en el sitio donde lo crucificaron, y en el huerto un sepulcro nuevo donde nadie había sido enterrado todavía. Y como para los judíos era el día de la Preparación, y el sepulcro estaba cerca, pusieron allí a Jesús.<br /><br /></span></i><b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Palabra del Señor</span></b><span style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="EN-US" style="font-family: arial; font-size: medium; mso-ansi-language: EN-US;"> </span></p><p class="MsoNormal"><span lang="EN-US" style="font-family: arial; font-size: medium; mso-ansi-language: EN-US;"></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="EN-US" style="font-family: arial; font-size: medium; mso-ansi-language: EN-US;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><o:p> </o:p></span></span></p><span lang="EN-US" style="font-family: arial; font-size: medium; mso-ansi-language: EN-US;">
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;">"¡Tengo sed!"<o:p></o:p></span></b></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;"><o:p> </o:p></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><i><span style="color: black; font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;">Después de esto, sabiendo Jesús que todo había llegado a su
término, para que se cumpliera la Escritura dijo:<br />
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>«Tengo sed.»<br />
Había allí un jarro lleno de vinagre. Y, sujetando una esponja empapada en
vinagre a una caña de hisopo, se la acercaron a la boca. Jesús, cuando tomó el
vinagre, dijo:<br />
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>«Está cumplido.»<br />
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>E, inclinando la cabeza, entregó el
espíritu.<o:p></o:p></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><i><span style="color: black; font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;"> </span></i><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;"><a href="https://biblia.com/bible/rsvce/John%2019.28%E2%80%9330">Juan 19:28–30</a><o:p></o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;">Considera la sed de Jesús.
Aunque Su sed física debe haber sido insoportable mientras colgaba de la Cruz,
derramando Su preciosa sangre sobre el mundo, la sed espiritual que nuestro
Señor sintió habría eclipsado en gran medida Su sed física. Su sed espiritual
es por ti, por tu alma, por tu salvación. Mientras colgaba de la Cruz, Jesús no
pensó en sí mismo, ni en su sufrimiento ni en su miserable condición física. En
cambio, pensó en ti y en todos aquellos por quienes estaba dando su vida.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;"><a href="https://biblia.com/bible/rsvce/Ps%2069.22">Salmo 69:22</a> dice: <i>“En
lugar de eso, me dieron veneno en mi comida; y para mi sed me dieron vinagre”.</i>
Jesús cumplió este pasaje de las Escrituras cuando tuvo sed en la Cruz. El
vinagre se refiere simbólicamente a cada uno de nosotros. El vinagre dado a
nuestro Señor en la Cruz era vino echado a perder. Cada uno de nosotros,
simbólicamente hablando, somos este vino echado a perder. La pureza de nuestra
humanidad ha sido corrompida por el pecado original. Como resultado, no somos
las personas que Dios quiso que fuéramos por naturaleza. Pero en nuestro estado
caído, tenemos el potencial de saciar la sed espiritual de Jesús.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;">Cuando piensas en tu propia
vida, ¿qué ves? ¿Puedes verte como vino estropeado? Quizás sea un poco
humillante pensar en uno mismo de esta manera. Pero la humildad es buena,
especialmente cuando entendemos que nuestro Señor nos añora en nuestro
quebrantamiento. En la Cruz, Jesús no clamó por el mejor vino, el más fino y
delicioso. Mientras tuvo sed en la Cruz, anhelaba ser saciado por ti, en tu
estado debilitado y quebrantado, tal como estás, para poder derramar sobre ti
su misericordia purificadora.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;">Tan pronto como Jesús probó el
vino agrio, gritó: <i>"Todo está cumplido". </i>Esto representa
simbólicamente que Su alma está saciada por ti cada vez que recurres a Él en tu
necesidad. Es sorprendente considerar el hecho de que tienes la capacidad de
consolar el Corazón de Jesús y saciar Su sed de esta manera. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;">Santa Teresa de Lisieux amaba
mucho la devoción dedicada a consolar el Corazón de Jesús. Cuando era niña, le
dieron una estampa con una oración que representaba a Jesús en prisión, mirando
una pequeña flor. Teresa se veía a sí misma como esa pequeña flor a la que se
le había encomendado la misión de consolar el Corazón de Jesús visitándolo
regularmente en la prisión del tabernáculo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;">Espiritualmente hablando, ese
momento de la sed de Jesús en la Cruz impregna todos los tiempos y continúa
hoy. Cada vez que acudes a Él en tu necesidad, especialmente cuando vienes ante
Él en la Eucaristía, Él vuelve sus ojos hacia ti y te llama, invitándote a
consolarlo ofreciéndole la humildad y el quebrantamiento de tu vida. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;">Hoy nuestras iglesias están
vacías. El Santísimo Sacramento ha sido eliminado. Como resultado, debemos
buscar saciar la sed de nuestro Señor teniendo sed de Su divina presencia que
regresará en Pascua cuando se celebre nuevamente la Misa. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;">Hoy es un día para crecer en
nuestro deseo de la presencia de nuestro Señor en nuestras vidas. Debemos
permitirnos sentir Su pérdida, experimentar Su muerte y lamentar Su
sufrimiento. Al hacerlo, debemos abrirnos a un profundo anhelo espiritual de
consumir Su Cuerpo quebrantado y Su preciosa Sangre una vez más. Hacerlo no
sólo nos preparará para saciarnos nosotros mismos, sino que también nos
permitirá saciar el Corazón de nuestro Señor.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;">Reflexiona hoy sobre Jesús en
la Cruz. Míralo como Él te mira a ti. Mira el anhelo en Su Corazón por ti. Debes
saber que Él dio Su vida por ti, para que tú pudieras recibir el regalo de una
nueva vida. Has de saber también que su apertura a este don de su vida
derramada por ti consolará el corazón de nuestro Señor y hará realidad su
divina misión de salvación. Sacia hoy la sed de nuestro Señor para que pueda
decir una vez más: “Está cumplido”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;">Mi sediento Señor, Tu Sagrado
Corazón me anhela con un amor infinito e incomprensible. Deseas que venga a Ti,
reciba Tu amor y sacie Tu sed. Al contemplarte en Tu estado de sufrimiento, me
abro a Ti y al don de Tu Preciosa Sangre derramada por mí. Que mi apertura a Ti
sea un consuelo para Ti al recibir Tu amor divino. Jesús, en Ti confío.<o:p></o:p></span></i></p><br /></span><p></p>Gustavo Quiceno Jhttp://www.blogger.com/profile/02956032680371359080noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8740151201169083013.post-76386032925871792982024-03-27T22:18:00.000-07:002024-03-27T22:18:40.604-07:0027 de marzo del 2024: jueves Santo<p><span style="font-size: medium;"> </span></p><p class="MsoNormal"><b><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;"><span style="font-size: medium;">Hasta el final<o:p></o:p></span></span></b></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: medium;"><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;">“Jesús, habiendo
amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin.»</span></i><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;"> <o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;"><span style="font-size: medium;">El
Señor no nos ha amado de lejos ni de pasada. Él llegó hasta el final con su
amor por nosotros. <o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;"><span style="font-size: medium;">El
lavatorio de pies es mucho más que un rito a reproducir en nuestras
celebraciones. Es una invitación a llegar a ser lo que Jesús es para cada uno
de nosotros, un servidor.<br />
Esta tarde, somos el discípulo a quien llama y enseña, a quien alcanza y a
quien cuida. Cristo se apoya en nuestra vida para iluminarla con su ternura.
Nuestros pies, cansados de caminar o heridos por las piedras del camino,
están en sus manos. Él nos envía para que nosotros, a nuestra vez, nos pongamos
al servicio de los demás. <o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;"><span style="font-size: medium;">En
este Jueves Santo, el Señor se prepara para pasar de la vida a la muerte para
que pasemos por él y con él, de todas estas pequeñas muertes que nos clavan en
el suelo y nos impiden avanzar, a su vida. En el umbral de una prueba perdida,
nos ofrece su cuerpo y su sangre como alimento. Ante la muerte, se revela el
significado de su misión. Él se entrega por nosotros en el amor de una vida
enteramente entregada. Esta tarde debe prevalecer nuestra alegría de ser sus
amigos. Recordamos que el Señor dijo todo e hizo todo para que podamos ser como
él. <i>“Harán esto en memoria mía. »</i> De ahora en adelante reconocerá a sus
discípulos en el don de sí y en el servicio a los demás.<br />
<br />
<i>¿Soy como Pedro, todavía reacio a mostrar al Señor mis fatigas y mis
miserias?<br />
Ante el Santísimo Sacramento, ¿experimentaré su amor<br />
que me permite amar a mi vez y seguirlo hasta el final?</i><o:p></o:p></span></span></p><p>
</p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;"><span style="font-size: medium;">Vicente Leclercq, sacerdote
asuncionista</span><span style="font-size: 14pt;"><o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-fareast-language: ES-CO;"><br /></span></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><i><span style="line-height: 25.68px;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">La celebración de la Cena del Señor en este Jueves Santo constituye la apertura del Triduo Pascual. Lo que celebramos y meditamos hoy nos introduce en este misterio donde Jesús dio su vida gratuitamente, por amor a Dios y a nosotros.</span><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 14pt;"><o:p></o:p></span></span></i></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><i><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 14pt; line-height: 19.9733px;"><br /></span></i></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 30.816px;"><b>(Juan 13, 1-15)</b><i> Como Jesús nos lo pidió, celebramos la Eucaristía en memoria de su última cena. No es una celebración de un evento pasado. Esta tarde, Cristo resucitado renueva esta comida, se hace presente y se da a nosotros, como el pan que nutre y la copa de la nueva Alianza.</i><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg1bcDx_VrPSj0F4YxNbsdKylnPrdWkPX3fE-gI7epr6kLOngGp3kUQXvO7jDTTKYHqnGoSSxBW3VRbStpRY0ZE8J2uOD9x1At32J5u4F4b9Udsvr03CS_zSLdlDMCLpSsera4g-_7GxK8/s600/Palma_Giovane_wash-1.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><img border="0" data-original-height="433" data-original-width="600" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg1bcDx_VrPSj0F4YxNbsdKylnPrdWkPX3fE-gI7epr6kLOngGp3kUQXvO7jDTTKYHqnGoSSxBW3VRbStpRY0ZE8J2uOD9x1At32J5u4F4b9Udsvr03CS_zSLdlDMCLpSsera4g-_7GxK8/s16000/Palma_Giovane_wash-1.jpg" /></span></a></div><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /></span><p></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; mso-outline-level: 2;"><b><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Primera lectura<o:p></o:p></span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Lectura del libro del Éxodo (12.1-8.11-14):</span></b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><br /><br /><i>En aquellos días, dijo el Señor a Moisés y a Aarón en tierra de Egipto: «Este mes será para vosotros el principal de los meses; será para vosotros el primer mes del año. Decid a toda la asamblea de Israel: "El diez de este mes cada uno procurará un animal para su familia, uno por casa. Si la familia es demasiado pequeña para comérselo, que se junte con el vecino de casa, hasta completar el número de personas; y cada uno comerá su parte hasta terminarlo. Será un animal sin defecto, macho, de un año, cordero o cabrito. Lo guardaréis hasta el día catorce del mes, y toda la asamblea de Israel lo matará al atardecer. Tomaréis la sangre y rociaréis las dos jambas y el dintel de la casa donde lo hayáis comido. Esa noche comeréis la carne, asada a fuego, comeréis panes sin fermentar y verduras amargas. Y lo comeréis así: la cintura ceñida, las sandalias en los pies, un bastón en la mano; y os lo comeréis a toda prisa, porque es la Pascua, el paso del Señor. Esta noche pasaré por todo el país de Egipto, dando muerte a todos sus primogénitos, de hombres y de animales; y haré justicia de todos los dioses de Egipto. Yo soy el Señor. La sangre será vuestra señal en las casas donde estéis: cuando vea la sangre, pasaré de largo; no os tocará la plaga exterminadora, cuando yo pase hiriendo a Egipto. Este día será para vosotros memorable, en él celebraréis la fiesta al Señor, ley perpetua para todas las generaciones."»</i><br /><br /><b>Palabra de Dios<o:p></o:p></b></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><b><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"> </span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"> </span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; mso-outline-level: 2;"><b><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Salmo<o:p></o:p></span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Sal 115,12-13.15-16bc.17-18<br /><br />R/. <i>El cáliz de la bendición es comunión con la sangre de Cristo</i></span></b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><br /><br /><i>¿Cómo pagaré al Señor<br />todo el bien que me ha hecho?<br />Alzaré la copa de la salvación,<br />invocando su nombre. <b>R/.</b><br /><br />Mucho le cuesta al Señor<br />la muerte de sus fieles.<br />Señor, yo soy tu siervo,<br />hijo de tu esclava;<br />rompiste mis cadenas. <b>R/.</b><br /><br />Te ofreceré un sacrificio de alabanza,<br />invocando tu nombre, Señor.<br />Cumpliré al Señor mis votos<br />en presencia de todo el pueblo. <b>R</b></i><b>/.<o:p></o:p></b></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><b><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"> </span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"> </span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; mso-outline-level: 2;"><b><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Segunda lectura<o:p></o:p></span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; mso-outline-level: 2;"><b><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"> </span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (11,23-26):</span></b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><br /><br /><i>Yo he recibido una tradición, que procede del Señor y que a mi vez os he transmitido: Que el Señor Jesús, en la noche en que iban a entregarlo, tomó pan y, pronunciando la acción de gracias, lo partió y dijo: «Esto es mi cuerpo, que se entrega por vosotros. Haced esto en memoria mía.» Lo mismo hizo con el cáliz, después de cenar, diciendo: «Este cáliz es la nueva alianza sellada con mi sangre; haced esto cada vez que lo bebáis, en memoria mía.» Por eso, cada vez que coméis de este pan y bebéis del cáliz, proclamáis la muerte del Señor, hasta que vuelva.</i><br /><br /><b>Palabra de Dios</b><o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"> </span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Lectura del santo evangelio según san Juan (13,1-15)</span></b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><br /><br /><i>Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que había llegado la hora de pasar de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo. Estaban cenando, ya el diablo le había metido en la cabeza a Judas Iscariote, el de Simón, que lo entregara, y Jesús, sabiendo que el Padre había puesto todo en sus manos, que venía de Dios y a Dios volvía, se levanta de la cena, se quita el manto y, tomando una toalla, se la ciñe; luego echa agua en la jofaina y se pone a lavarles los pies a los discípulos, secándoselos con la toalla que se había ceñido.<br />Llegó a Simón Pedro, y éste le dijo: «Señor, ¿lavarme los pies tú a mí?»<br />Jesús le replicó: «Lo que yo hago tú no lo entiendes ahora, pero lo comprenderás más tarde.»<br />Pedro le dijo: «No me lavarás los pies jamás.»<br />Jesús le contestó: «Si no te lavo, no tienes nada que ver conmigo.»<br />Simón Pedro le dijo: «Señor, no sólo los pies, sino también las manos y la cabeza.»<br />Jesús le dijo: «Uno que se ha bañado no necesita lavarse más que los pies, porque todo él está limpio. También vosotros estáis limpios, aunque no todos.»<br />Porque sabía quién lo iba a entregar, por eso dijo: «No todos estáis limpios.» Cuando acabó de lavarles los pies, tomó el manto, se lo puso otra vez y les dijo: «¿Comprendéis lo que he hecho con vosotros? Vosotros me llamáis "el Maestro" y "el Señor", y decís bien, porque lo soy. Pues si yo, el Maestro y el Señor, os he lavado los pies, también vosotros debéis lavaros los pies unos a otros; os he dado ejemplo para que lo que yo he hecho con vosotros, vosotros también lo hagáis.»<br /></i><br /><b>Palabra del Señor</b></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><b><br /></b></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><b><br /></b></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><b><u>Libertad eucarística</u></b></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><b><u><br /></u></b></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"></span></span></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><i><span face="Arial, sans-serif" style="color: black; line-height: 115%;">“Este día será para vosotros memorable, en él celebraréis la
fiesta al Señor, ley perpetua para todas las generaciones."<o:p></o:p></span></i></span></span></p><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 115%;"><a href="https://biblia.com/bible/rsvce/Exod%2012.11">Éxodo 12:11</a><o:p></o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 115%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 115%;">Comienza el santo Triduo. Hoy
cumplimos este pasaje del Antiguo Testamento, que revela que la Pascua se
convertiría en “una leyperpetua”. Este pasaje concluye nuestra
instrucción de Primera Lectura del Señor dada a Moisés y Aarón sobre cómo prepararse
para la liberación de los israelitas de Egipto. Plaga tras plaga había sido
infligida a los egipcios, y ninguna de ellas resultó en la liberación de los
israelitas. Por lo tanto, el Señor instruyó a los israelitas a celebrar la
primera Pascua matando un cordero de un año, rociando su sangre en los postes
de sus puertas y deleitándose con la carne en preparación para el viaje a la
Tierra Prometida. Hoy continuamos esta celebración de la Pascua mientras
compartimos el Sacrificio del Cordero de Dios, Cuya Sangre ha sido derramada,
Cuya carne consumimos y Quien nos conduce a través del desierto de la vida
hacia la nueva y eterna Tierra Prometida del Cielo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 115%;">Así como la primera Pascua fue
una prefiguración del Sacrificio del Cordero de Dios, así también las plagas
que condujeron a la Pascua nos presentan mucho significado. Al principio, toda
el agua de Egipto se convirtió en sangre. Entonces ranas, mosquitos, moscas y
pestilencia cubrieron la tierra. Los forúnculos cubrían la piel de humanos y
animales. Llovió granizo, langostas cubrieron la tierra y finalmente la
oscuridad cubrió la tierra durante tres días. Ninguna de estas plagas logró
finalmente convencer a Faraón de que dejara ir al pueblo de Dios; por lo tanto,
la plaga final que se infligió fue la muerte del primogénito. Fue la sangre del
cordero pascual, rociada sobre los postes de las puertas de las casas de los
israelitas, la que indicó a los ángeles que pasaran por sus hogares.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 115%;">Las plagas infligidas a Faraón
y a los egipcios fueron severas. Pero debido a su obstinación, Dios continuó
hasta que cambiaron. Recuerde también que incluso después de que los israelitas
fueron liberados, Faraón cambió de opinión y los persiguió hasta el Mar Rojo,
donde su ejército pereció.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 115%;">Aunque estos acontecimientos prefigurados
tal vez no sean tan agradables de considerar, es necesario reflexionar sobre
ellos. Debemos ver en ellos los esfuerzos incansables e implacables de Dios
para liberarnos del pecado. La obstinación y la opresión del Faraón son signos
claros del mal opresivo dentro de nuestro mundo hoy y dentro de nuestras
propias almas. Cuando buscamos abrazar la libertad a la que somos llamados, nos
encontraremos con mucha tentación y opresión por parte del maligno, así como de
nuestra propia naturaleza humana caída. Pero si confiamos en Dios, como lo hizo
Moisés, entonces recibiremos todo lo que necesitamos para comenzar el viaje
hacia la libertad. Más específicamente, la Carne y la Sangre del Hijo del
Hombre es nuestro Cordero Pascual. La Eucaristía, instituida el Jueves Santo,
nos protege de la muerte final. Consumir el Cuerpo de Cristo también nos
fortalece para nuestro viaje espiritual. Sin él, no tenemos protección contra
el maligno y nos falta la fuerza que necesitamos para ser fieles en nuestro
viaje.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 115%;">Reflexiona hoy sobre el
increíble compromiso de Dios de hacerte libre. Él vino a la tierra, tomó forma
humana, ofreció Su vida en sacrificio y ahora os alimenta con Su carne sagrada.
Sin la Eucaristía como alimento espiritual y Su Sagrada Sangre cubriéndolos, no
sobreviviréis. Todos necesitamos la Eucaristía. Necesitamos el Pan del Cielo.
Necesitamos el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad del Salvador del
Mundo. Dios hizo todo lo posible para salvarte. Acepta Su Don que hoy
conmemoramos y participamos especialmente.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 115%;">Cordero mío sacrificial, Tú
viniste a la tierra para liberarnos de la opresión del maligno y de los
desórdenes de nuestra naturaleza humana caída. Por favor, aliméntame hoy y
siempre con Tu Sagrado Cuerpo y Preciosa Sangre. Por la fuerza de este Alimento
del Cielo, continúa guiándome a la Tierra Prometida del Cielo. Jesús, en Ti
confío.<span style="font-size: 14pt;"><o:p></o:p></span></span></i></p><b></b></span></span><p></p>Gustavo Quiceno Jhttp://www.blogger.com/profile/02956032680371359080noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8740151201169083013.post-34164867471947732362024-03-27T22:00:00.000-07:002024-03-27T22:00:01.185-07:006 de abril del 2023: Jueves Santo<p> </p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><i><span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">La
celebración de la Cena del Señor en este Jueves Santo constituye la apertura
del Triduo Pascual. Lo que celebramos y meditamos hoy nos introduce en
este misterio donde Jesús dio su vida gratuitamente, por amor a Dios y a
nosotros.</span><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 14pt;"><o:p></o:p></span></span></i></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><i><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 14pt; line-height: 107%;"><br /></span></i></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 107%;"><b>(Juan
13, 1-15)</b><i> Como Jesús nos lo pidió, celebramos la Eucaristía en memoria de su
última cena. No es una celebración de un evento pasado. Esta tarde, Cristo
resucitado renueva esta comida, se hace presente y se da a nosotros, como el
pan que nutre y la copa de la nueva Alianza.</i><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg1bcDx_VrPSj0F4YxNbsdKylnPrdWkPX3fE-gI7epr6kLOngGp3kUQXvO7jDTTKYHqnGoSSxBW3VRbStpRY0ZE8J2uOD9x1At32J5u4F4b9Udsvr03CS_zSLdlDMCLpSsera4g-_7GxK8/s600/Palma_Giovane_wash-1.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><img border="0" data-original-height="433" data-original-width="600" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg1bcDx_VrPSj0F4YxNbsdKylnPrdWkPX3fE-gI7epr6kLOngGp3kUQXvO7jDTTKYHqnGoSSxBW3VRbStpRY0ZE8J2uOD9x1At32J5u4F4b9Udsvr03CS_zSLdlDMCLpSsera4g-_7GxK8/s16000/Palma_Giovane_wash-1.jpg" /></span></a></div><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; mso-outline-level: 2;"><b><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Primera lectura<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Lectura del libro del Éxodo (12.1-8.11-14):</span></b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><br />
<br />
<i>En aquellos días, dijo el Señor a Moisés y a Aarón en tierra de Egipto:
«Este mes será para vosotros el principal de los meses; será para vosotros el
primer mes del año. Decid a toda la asamblea de Israel: "El diez de este
mes cada uno procurará un animal para su familia, uno por casa. Si la familia
es demasiado pequeña para comérselo, que se junte con el vecino de casa, hasta
completar el número de personas; y cada uno comerá su parte hasta terminarlo.
Será un animal sin defecto, macho, de un año, cordero o cabrito. Lo guardaréis
hasta el día catorce del mes, y toda la asamblea de Israel lo matará al
atardecer. Tomaréis la sangre y rociaréis las dos jambas y el dintel de la casa
donde lo hayáis comido. Esa noche comeréis la carne, asada a fuego, comeréis
panes sin fermentar y verduras amargas. Y lo comeréis así: la cintura ceñida,
las sandalias en los pies, un bastón en la mano; y os lo comeréis a toda prisa,
porque es la Pascua, el paso del Señor. Esta noche pasaré por todo el país de
Egipto, dando muerte a todos sus primogénitos, de hombres y de animales; y haré
justicia de todos los dioses de Egipto. Yo soy el Señor. La sangre será vuestra
señal en las casas donde estéis: cuando vea la sangre, pasaré de largo; no os
tocará la plaga exterminadora, cuando yo pase hiriendo a Egipto. Este día será
para vosotros memorable, en él celebraréis la fiesta al Señor, ley perpetua
para todas las generaciones."»</i><br />
<br />
<b>Palabra de Dios<o:p></o:p></b></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><b><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><o:p> </o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; mso-outline-level: 2;"><b><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Salmo<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Sal 115,12-13.15-16bc.17-18<br />
<br />
R/. <i>El cáliz de la bendición es comunión con la sangre de Cristo</i></span></b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><br />
<br />
<i>¿Cómo pagaré al Señor<br />
todo el bien que me ha hecho?<br />
Alzaré la copa de la salvación,<br />
invocando su nombre. <b>R/.</b><br />
<br />
Mucho le cuesta al Señor<br />
la muerte de sus fieles.<br />
Señor, yo soy tu siervo,<br />
hijo de tu esclava;<br />
rompiste mis cadenas. <b>R/.</b><br />
<br />
Te ofreceré un sacrificio de alabanza,<br />
invocando tu nombre, Señor.<br />
Cumpliré al Señor mis votos<br />
en presencia de todo el pueblo. <b>R</b></i><b>/.<o:p></o:p></b></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><b><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><o:p> </o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; mso-outline-level: 2;"><b><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Segunda lectura<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; mso-outline-level: 2;"><b><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><o:p> </o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a
los Corintios (11,23-26):</span></b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><br />
<br />
<i>Yo he recibido una tradición, que procede del Señor y que a mi vez os he
transmitido: Que el Señor Jesús, en la noche en que iban a entregarlo, tomó pan
y, pronunciando la acción de gracias, lo partió y dijo: «Esto es mi cuerpo, que
se entrega por vosotros. Haced esto en memoria mía.» Lo mismo hizo con el
cáliz, después de cenar, diciendo: «Este cáliz es la nueva alianza sellada con mi
sangre; haced esto cada vez que lo bebáis, en memoria mía.» Por eso, cada vez
que coméis de este pan y bebéis del cáliz, proclamáis la muerte del Señor,
hasta que vuelva.</i><br />
<br />
<b>Palabra de Dios</b><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Lectura del santo evangelio según san Juan
(13,1-15)</span></b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><br />
<br />
<i>Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que había llegado la hora de
pasar de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban en el
mundo, los amó hasta el extremo. Estaban cenando, ya el diablo le había metido
en la cabeza a Judas Iscariote, el de Simón, que lo entregara, y Jesús,
sabiendo que el Padre había puesto todo en sus manos, que venía de Dios y a
Dios volvía, se levanta de la cena, se quita el manto y, tomando una toalla, se
la ciñe; luego echa agua en la jofaina y se pone a lavarles los pies a los discípulos,
secándoselos con la toalla que se había ceñido.<br />
Llegó a Simón Pedro, y éste le dijo: «Señor, ¿lavarme los pies tú a mí?»<br />
Jesús le replicó: «Lo que yo hago tú no lo entiendes ahora, pero lo
comprenderás más tarde.»<br />
Pedro le dijo: «No me lavarás los pies jamás.»<br />
Jesús le contestó: «Si no te lavo, no tienes nada que ver conmigo.»<br />
Simón Pedro le dijo: «Señor, no sólo los pies, sino también las manos y la
cabeza.»<br />
Jesús le dijo: «Uno que se ha bañado no necesita lavarse más que los pies,
porque todo él está limpio. También vosotros estáis limpios, aunque no todos.»<br />
Porque sabía quién lo iba a entregar, por eso dijo: «No todos estáis limpios.»
Cuando acabó de lavarles los pies, tomó el manto, se lo puso otra vez y les
dijo: «¿Comprendéis lo que he hecho con vosotros? Vosotros me llamáis "el
Maestro" y "el Señor", y decís bien, porque lo soy. Pues si yo,
el Maestro y el Señor, os he lavado los pies, también vosotros debéis lavaros
los pies unos a otros; os he dado ejemplo para que lo que yo he hecho con vosotros,
vosotros también lo hagáis.»<br />
</i><br />
<b>Palabra del Señor</b><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="EN-US" style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 107%; mso-ansi-language: EN-US;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="EN-US" style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 107%; mso-ansi-language: EN-US;"><o:p> </o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span lang="EN-US" style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 107%; mso-ansi-language: EN-US;">***********<o:p></o:p></span></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span lang="EN-US" style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 107%; mso-ansi-language: EN-US;">1</span></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span lang="EN-US" style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 107%; mso-ansi-language: EN-US;"><br /></span></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span lang="EN-US" style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 107%; mso-ansi-language: EN-US;"><b><u>El único y verdadero sacrificio </u></b></span></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span lang="EN-US" style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 107%; mso-ansi-language: EN-US;"><b><u><br /></u></b></span></p><p align="center" style="background: white; margin: 0cm; text-align: center;"><i><span face="Arial, sans-serif" style="font-family: arial; font-size: medium;">Yo he
recibido una tradición, que procede del Señor y que a mi vez os he transmitido:
Que el Señor Jesús, en la noche en que iban a entregarlo, tomó pan y,
pronunciando la acción de gracias, lo partió y dijo: «Esto es mi cuerpo, que se
entrega por vosotros. Haced esto en memoria mía.»<o:p></o:p></span></i></p><p align="center" style="background: white; margin: 0cm; text-align: center;"><strong><span style="border: 1pt none windowtext; color: #222222; font-family: arial; font-size: medium; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"> </span></strong></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 107%;"><a href="https://biblia.com/bible/rsvce/1%20Cor%2011.23%E2%80%9324">1 Corintios
11:23–24</a><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 107%;"> </span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 107%;">Damos comienzo al Triduo
sacratísimo, las Fiestas más grandes de la vida de la Iglesia. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 107%;">Esta tarde celebramos la
Última Cena con nuestro Señor. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 107%;">La Iglesia entonces vela en
oración hasta la medianoche. Mañana, aunque se reparte la Sagrada Comunión
que se consagró el Jueves Santo, no se celebra la Misa y el sagrario está
vacío. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 107%;">Veneramos la Cruz, recordamos
la Pasión y experimentamos el silencio de la muerte de nuestro Señor. El
Sábado Santo no se celebra la Liturgia hasta que se pone el sol y damos
comienzo a la celebración de la Vigilia Pascual de la Resurrección de Nuestro
Señor.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 107%;">Esta tarde meditamos
especialmente en las palabras de Jesús: “Haced esto en memoria mía”. Esto
no es solo una invitación; es un mandamiento. Un mandato de
amor. Un mandato para participar en el Sacrificio Conmemorativo del
Salvador del Mundo. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 107%;">Es importante entender la
palabra “memorial”. Cuando Jesús dijo: “Haced esto en memoria mía”, no nos
estaba pidiendo simplemente que lo recordáramos o que celebráramos la
Eucaristía como un memorial en el sentido normal de un
memorial. Normalmente, un memorial es algo que se usa solo para
recordarnos algo que tuvo lugar anteriormente. Puede haber una placa
conmemorativa colocada en el lugar de algún evento importante, conmemorando el
evento con una descripción y fecha. O podría haber una ceremonia
conmemorativa en la que honremos a alguien que nos ha precedido. Pero la
Misa es un memorial de una manera muy diferente.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 107%;">Como memorial, o recuerdo,
nuestra Iglesia enseña que cada vez que se celebra la Misa, se hacen
verdaderamente presentes los acontecimientos salvíficos del Misterio
Pascual. El Catecismo de la Iglesia Católica , al citar el gran
Concilio de Trento, lo dice así: <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><b><i><span face=""Arial",sans-serif" style="line-height: 107%;">El sacrificio de Cristo
y el sacrificio de la Eucaristía son un solo sacrificio : “La víctima
es una y la misma: la misma ahora se ofrece por el ministerio de los
sacerdotes, que luego se ofreció a sí mismo en la cruz; sólo la forma de
ofrenda es diferente.” “Y puesto que en este divino sacrificio que se
celebra en la Misa, está contenido y es ofrecido incruentamente el mismo Cristo
que se ofreció una sola vez cruentamente en el altar de la cruz. . .”</span></i></b><span face=""Arial",sans-serif" style="line-height: 107%;"> (#1367).<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 107%;">En otras palabras, cuando
participamos de la Misa estamos participando del Sacrificio de
Cristo; estamos presentes en la Cruz. Es Su ofrenda la que culminó en
Su victoria sobre el pecado y la muerte. Así, cuando celebramos este
“recuerdo”, hacemos más que recordar la Última Cena. Estamos
verdaderamente allí, participando verdaderamente en ella, experimentando verdaderamente
la gracia salvadora del don de Cristo. Es muy fácil “olvidar” en lo que
realmente participamos. A veces podemos distraernos en la Misa. Si la Misa se
celebra de manera irreverente, si es apresurada o si nuestra mente está en otra
parte, entonces estamos parados al pie de la Cruz más como un soldado o un
transeúnte que como la Madre de Dios o como personas de profunda fe.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 107%;">Mientras participamos en la
Última Cena y el Sacrificio salvador de Cristo esta tarde, reflexione sobre en
qué participa cada vez que celebra la Santísima Eucaristía. Ore por los
ojos de la fe y por el don de la reverencia y el asombro. Ore para que se
levante el velo y se le invite a contemplar el mayor acto de amor jamás
conocido. Permita que esta tarde sea un verdadero recordatorio para usted
de que la Misa es real, es el Santo Sacrificio, es el Regalo más importante que
jamás recibirá. Es el Don del Sacrificio del Salvador del Mundo.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 107%;"> </span></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span lang="EN-US" style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 107%; mso-ansi-language: EN-US;">
</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i><span face=""Arial",sans-serif" style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 107%;">Mi Sacrificial, Señor, esta tarde
instituiste el Santísimo Sacrificio de la Misa en el cual Tu Sacrificio salvador
se convirtió en un Memorial permanente en el que estamos invitados a
compartir. Por favor, abre mis ojos a la realidad de la Misa y ayúdame a
participar siempre en ella con profunda fe, reverencia y amor. Jesús, en
Ti confío.<o:p></o:p></span></i></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span lang="EN-US" style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 107%; mso-ansi-language: EN-US;"><br /></span></p>
<p align="center" style="background: white; margin: 0cm; text-align: center;"><strong><span style="border: 1pt none windowtext; color: #3a3a3a; font-family: arial; font-size: medium; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p> 2</o:p></span></strong></p><p align="center" style="background: white; margin: 0cm; text-align: center;"><strong><span style="border: 1pt none windowtext; color: #3a3a3a; font-family: arial; font-size: medium; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p><br /></o:p></span></strong></p>
<p align="center" style="background: white; margin: 0cm; text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><i><span face=""Arial",sans-serif" style="color: black; mso-color-alt: windowtext;">Dijo Jesús: «¿Comprendéis lo que he hecho con vosotros? Vosotros me
llamáis "el Maestro" y "el Señor", y decís bien, porque lo
soy. Pues si yo, el Maestro y el Señor, os he lavado los pies, también vosotros
debéis lavaros los pies unos a otros; os he dado ejemplo para que lo que yo he
hecho con vosotros, vosotros también lo hagáis.»</span></i><i><span face=""Arial",sans-serif"><o:p></o:p></span></i></span></p>
<p align="center" style="background: white; margin: 0cm; text-align: center;"><i><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><o:p> </o:p></span></i></p>
<p align="center" style="background: white; margin: 0cm; text-align: center;"><strong><span style="border: 1pt none windowtext; color: #3a3a3a; font-family: arial; font-size: medium; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><a href="https://biblia.com/bible/rsvce/John%2013.12%E2%80%9315"><span style="color: #1e73be; text-decoration: none; text-underline: none;">Juan 13: 12-15</span></a><o:p></o:p></span></strong></p>
<p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #3a3a3a; font-family: arial; font-size: medium;"><o:p> </o:p></span></p>
<p style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background: white; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; margin: 0cm; orphans: 2; text-align: justify; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-decoration-thickness: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face="Arial, sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; padding: 0cm;">¿Quiere ser santo? Quizás esta pregunta
no todo el mundo la responda de inmediato con un rotundo "Sí". Lamentablemente,
la santidad, para algunos, puede parecer aburrida y poco atractiva. El
señuelo del mal es muy atractivo en un nivel confuso y superficial. Entonces,
¿cuál es su respuesta a esta pregunta? ¿Quiere ser santo?</span><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><o:p> </o:p></span></p>
<p style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background: white; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; margin: 0cm; orphans: 2; text-align: justify; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-decoration-thickness: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face="Arial, sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; padding: 0cm;">Al comenzar hoy el sagrado Triduo Pascual,
entramos en los días más santos del año de la Iglesia. Caminamos con
nuestro Señor a través de Su glorificación final mientras hoy Él celebra la
Pascua con Sus discípulos y entra al Huerto de Getsemaní para esperar Su
arresto. Mañana caminaremos con Él a través del Vía Crucis. El
sábado, nos disponemos para la adoración silenciosa de Su tumba mientras
esperamos la Resurrección.</span><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><o:p> </o:p></span></p>
<p style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background: white; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; margin: 0cm; orphans: 2; text-align: justify; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-decoration-thickness: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face="Arial, sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; padding: 0cm;">En el Evangelio de hoy, Jesús nos da un modelo
de santidad mediante el testimonio de sus acciones. Aquel que es el Dios
del Universo, el Creador de todo, el Hijo Eterno de Dios, la Segunda Persona de
la Santísima Trinidad, se humilla y toma la forma de un humilde servidor
lavando los pies de sus discípulos. Luego les ofrece la Santísima
Eucaristía por primera vez, antes de ir al encuentro de sus perseguidores.</span><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><o:p> </o:p></span></p>
<p style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background: white; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; margin: 0cm; orphans: 2; text-align: justify; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-decoration-thickness: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face="Arial, sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; padding: 0cm;">El modelo que Jesús nos da es una acción
profética mediante la cual Él nos dice que la verdadera grandeza, es decir, la
verdadera santidad, se encuentra en la humildad. La santidad se realiza en
nuestras vidas cuando apartamos nuestros ojos de nosotros mismos y amamos a los
demás como sus servidores. </span><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><o:p> </o:p></span></p>
<p style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background: white; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; margin: 0cm; orphans: 2; text-align: justify; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-decoration-thickness: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face="Arial, sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; padding: 0cm;">Ninguno de nosotros es el Salvador del mundo,
pero todos debemos convertirnos en instrumentos de Su acto salvador para los
demás. Al aceptar el regalo de Jesús, debemos volvernos hacia los demás y
humillarnos ante ellos. Debemos ayudarlos a ver nuestro amor y su
dignidad. Debemos servirlos con humildad y ponerlos en primer lugar. Hacerlo
nos permitirá entonces invitarlos a imitarnos como nosotros imitamos a Cristo. Así,
nuestra humilde imitación de Jesús se convierte en un medio por el cual Jesús
invita a otros a seguirlo.</span><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><o:p> </o:p></span></p>
<p style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background: white; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; margin: 0cm; orphans: 2; text-align: justify; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-decoration-thickness: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face="Arial, sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; padding: 0cm;">Reflexione hoy sobre la invitación de Jesús: “</span><i><span face="Arial, sans-serif">os he dado ejemplo para que lo que yo he hecho con vosotros,
vosotros también lo hagáis.»</span></i><span face="Arial, sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; padding: 0cm;">". Jesús
nos dio todo, por eso debemos darlo todo a los demás. Debemos servir sin calcular
el costo. Debemos amarlos, anteponiendo sus necesidades a las nuestras. Debemos
convertirnos en un modelo del amor de Cristo por ellos. </span><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="border: 1pt none windowtext; font-family: arial; font-size: medium; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p> </o:p></span></p>
<p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face="Arial, sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; padding: 0cm;">Hoy y durante todo el Triduo Pascual, reflexione sobre el servicio
de Jesús y comprométase a vivir la invitación que le ha dado nuestro Señor.</span><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="border: 1pt none windowtext; font-family: arial; font-size: medium; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p> </o:p></span></p>
<p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><o:p> </o:p></span></p>
<p style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background: white; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; margin: 0cm; orphans: 2; text-align: justify; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-decoration-thickness: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;"><i><span style="border: 1pt none windowtext; font-family: arial; font-size: medium; padding: 0cm;">Mi humilde Señor, que Tu nombre sea alabado y
adorado sobre todas las cosas. Que seas exaltado por tu humildad y humilde
servicio. Veo en tu acto humilde, querido Señor, el profundo amor que me
tienes a mí y a todos. Que pueda imitar ese amor humilde en mi propia vida
para que mi imitación de Ti ayude a compartir Tu amor salvador con los demás. Jesús,
en Ti confío.</span></i><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 14pt;"><o:p></o:p></span></p>Gustavo Quiceno Jhttp://www.blogger.com/profile/02956032680371359080noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8740151201169083013.post-20676925070210396452024-03-26T21:46:00.000-07:002024-03-27T04:16:50.452-07:0027 de marzo del 2024: miércoles santo<p> </p><p><b><span><span>Un Fulano</span></span></b></p><p><span><b><span>(Mateo
26, 14-25) </span></b><i><span>“Vayan a la ciudad,
a casa de Fulano</span></i><span>”, dijo Jesús a
sus discípulos. Por tanto, fue con este misterioso <i>“fulano de tal”</i>
que tuvo lugar la Última Cena. El nombre de este hombre no nos ha
llegado. A nuestros ojos, permanece anónimo; pero a los ojos de Dios
es un hombre, con nombre y rostro. Cuando tengamos la impresión de que ya
no existimos mucho para quienes nos rodean, cuando nuestros esfuerzos parezcan
suscitar indiferencia a nuestro alrededor, recordemos que, a los ojos de Dios,
lo que hacemos y, sobre todo, lo que somos, tiene un valor infinito.
¡valor! ■<b></b></span></span></p><p>
</p><p><span><span>Bertrand Lesoing, sacerdote de
la comunidad de Saint-Martin</span><span></span></span></p><p><span><br></span></p><p align="center"><span><b>(Isaías 50, 4-9a) </b><i>El Siervo sufriente busca aliviar a los que han perdido toda esperanza transmitiéndoles la Palabra, porque puede confiar en su fe en el Señor. Es ella quien le da su fuerza y le permite soportar todos los ultrajes.</i></span></p><p align="center"><span><i><br></i></span></p><p align="center"><span><b>(Salmo 68)</b> <i>En la tormenta, en el mayor de los dolores, o incluso en la peor de las soledades, yo alabo el nombre del Señor y le doy gracias porque sé que su luz brillará sobre mí.</i></span></p><p><span> </span></p><p><span></span></p><div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhfFiMdBM2XmxMUtTq7gwhJPLCFiE7A-McTv55iArNAM4Nh0_GzHvExSaHpVKPR3Gfmlp0VnrP2IHnFhLS0C4Y8lXK3suvgjxNHAwcWeOph3pVM26g95xLmVPzaYqxBDWaXDLiNFV3nxto/s600/Giotto_-_Scrovegni_-_-28-_-_Judas_Receiving_Payment_for_his_Betrayal-1.jpg"><span><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhfFiMdBM2XmxMUtTq7gwhJPLCFiE7A-McTv55iArNAM4Nh0_GzHvExSaHpVKPR3Gfmlp0VnrP2IHnFhLS0C4Y8lXK3suvgjxNHAwcWeOph3pVM26g95xLmVPzaYqxBDWaXDLiNFV3nxto/s16000/Giotto_-_Scrovegni_-_-28-_-_Judas_Receiving_Payment_for_his_Betrayal-1.jpg"></span></a></div><span><br></span><p></p><p><b><span>Primera lectura</span></b></p><p><span><b><span face=""Arial",sans-serif">Lectura del libro de IsaIas (50,4-9a):</span></b><span face=""Arial",sans-serif"><br><br><i>Mi Señor me ha dado una lengua de iniciado, para saber decir al abatido una palabra de aliento. Cada mañana me espabila el oído, para que escuche como los iniciados. El Señor me abrió el oído; yo no resistí ni me eché atrás: ofrecí la espalda a los que me apaleaban, las mejillas a los que mesaban mi barba; no me tapé el rostro ante ultrajes ni salivazos. El Señor me ayuda, por eso no sentía los ultrajes; por eso endurecí el rostro como pedernal, sabiendo que no quedaría defraudado. Tengo cerca a mi defensor, ¿quién pleiteará contra mí? Comparezcamos juntos. ¿Quién tiene algo contra mí? Que se me acerque. Mirad, el Señor me ayuda, ¿quién me condenará?</i><br><br><b>Palabra de Dios</b></span></span></p><p><b><span> </span></b></p><p><span> </span></p><p><b><span>Salmo</span></b></p><p><span><b><span face=""Arial",sans-serif">Sal 68,8-10.21-22.31.33-34<br><br>R/.</span></b><span face=""Arial",sans-serif"> <b><i>Señor, que me escuche tu gran bondad el día de tu favor</i></b><br><br><i>Por ti he aguantado afrentas,<br>la vergüenza cubrió mi rostro.<br>Soy un extraño para mis hermanos,<br>un extranjero para los hijos de mi madre;<br>porque me devora el celo de tu templo,<br>y las afrentas con que te afrentan caen sobre mí. <b>R/.</b><br><br>La afrenta me destroza el corazón, y desfallezco.<br>Espero compasión, y no la hay;<br>consoladores, y no los encuentro.<br>En mi comida me echaron hiel,<br>para mi sed me dieron vinagre. <b>R/.</b><br><br>Alabaré el nombre de Dios con cantos,<br>proclamaré su grandeza con acción de gracias.<br>Miradlo, los humildes, y alegraos,<br>buscad al Señor, y revivirá vuestro corazón.<br>Que el Señor escucha a sus pobres,<br>no desprecia a sus cautivos. <b>R/.</b></i></span></span></p><p><span> </span></p><p><b><span> </span></b></p><p><span><b><span face=""Arial",sans-serif">Lectura del santo evangelio según san Mateo (26,14-25):</span></b><span face=""Arial",sans-serif"></span></span></p><p><span><br><i>En aquel tiempo, uno de los Doce, llamado Judas Iscariote, fue a donde los sumos sacerdotes y les propuso: «¿Qué estáis dispuestos a darme, si os lo entrego?»<br>Ellos se ajustaron con él en treinta monedas. Y desde entonces andaba buscando ocasión propicia para entregarlo.<br>El primer día de los Ázimos se acercaron los discípulos a Jesús y le preguntaron: «¿Dónde quieres que te preparemos la cena de Pascua?»<br>Él contestó: «ld a la ciudad, a casa de Fulano, y decidle: “El Maestro dice: Mi momento está cerca; deseo celebrar la Pascua en tu casa con mis discípulos.”»<br>Los discípulos cumplieron las instrucciones de Jesús y prepararon la Pascua. Al atardecer se puso a la mesa con los Doce.<br>Mientras comían dijo: «Os aseguro que uno de vosotros me va a entregar.»<br>Ellos, consternados, se pusieron a preguntarle uno tras otro: «¿Soy yo acaso, Señor?»<br>Él respondió: «El que ha mojado en la misma fuente que yo, ése me va a entregar. El Hijo del hombre se va, como está escrito de él; pero ¡ay del que va a entregar al Hijo del hombre!; más le valdría no haber nacido.»<br>Entonces preguntó Judas, el que lo iba a entregar: «¿Soy yo acaso, Maestro?»<br>Él respondió: «Tú lo has dicho.»<br></i><br><b>Palabra del Señor</b></span></p><p align="center"><span>****************</span></p><p align="center"><span><br></span></p><p></p><p></p><p align="center"><span><i><span face=""Arial",sans-serif">uno de los Doce, llamado Judas Iscariote, fue donde los sumos sacerdotes y les propuso: «¿Qué estáis dispuestos a darme, si os lo entrego?»<br>Ellos se ajustaron con él en treinta monedas. Y desde entonces andaba buscando ocasión propicia para entregarlo.</span></i><i><span face=""Arial",sans-serif"></span></i></span></p><p align="center"><strong><span> </span></strong></p><p align="center"><strong><span><a href="https://biblia.com/bible/rsvce/Matt%2026.14%E2%80%9316"><span>Mateo 26: 14–16</span></a></span></strong></p><p align="center"><strong><span> </span></strong></p><p><span> </span></p><p><span>El deseo de dinero puede convertirse en un poderoso incentivo para traicionar a nuestro Señor. En este pasaje del Evangelio, parece claro que la traición de Judas se basó en su deseo de dinero. Lo más probable es que tuviera algo de fe en nuestro Señor, o no se habría convertido en Su discípulo. Pero incluso si Judas hubiera tenido algo de fe, su deseo de dinero podría haber eclipsado la fe que pudo haber tenido.</span></p><p><span>Una de las lecciones centrales que podemos aprender de Judas es que el deseo de dinero es un poderoso incentivo para las decisiones que tomamos. Tantos de los grandes santos nos han enseñado que el camino a la santidad consiste, primero, en una purificación de todos nuestros afectos desordenados. Y dado que uno de los apegos más poderosos con el que muchos luchan es el apego al dinero, este es un deseo importante de purificar en todas nuestras vidas.</span></p><p><span>Es cierto que las posesiones materiales no son malas cuando se utilizan para el cumplimiento de la voluntad de Dios. Pero el deseo de más, de un exceso, siempre nublará nuestra capacidad de ver claramente la voluntad de Dios y vivir solo para Su gloria.</span></p><p><span>Una vez que Judas traicionó a nuestro Señor y Jesús fue arrestado, recuerde que éste <i>“lamentó profundamente lo que había hecho".</i> Y durante el juicio de Jesús, Judas volvió a los principales sacerdotes y dijo<i>: "He pecado al entregar sangre inocente"</i> en un aparente intento de detener el juicio. Pero la muerte de Jesús se puso en marcha y no se pudo detener. Como resultado, Judas devolvió el dinero y, con tristeza, se fue a ahorcar (véase <a href="https://biblia.com/bible/rsvce/Matt%2027.3%E2%80%935">Mateo 27: 3-5</a> ).</span></p><p><span>El deseo de Judas por el dinero nubló su pensamiento. Y su pecado le hizo lo que el pecado siempre hace. Tan pronto como cometió su pecado de traición, Judas vio las consecuencias de esa elección. Y las consecuencias lo afligieron profundamente. Aprendió que elegir el pecado termina con una promesa vacía. Se dio cuenta de que treinta piezas de plata no valían el valor de su alma. Pero, por supuesto, incluso entonces Judas podría haberse arrepentido y recibido la misericordia de Dios. Pero no lo hizo. Simplemente terminó su vida en la máxima desesperación.</span></p><p><span><span>Reflexione hoy sobre el testimonio de Judas. Úselo como fuente de meditación y autoexamen esta Semana Santa. ¿Qué es lo que desea más en su vida que a nuestro Señor? ¿Qué tentación nubla su pensamiento y le lleva a tomar opciones que sabe terminarán en el vacío? Esfuércese por erradicar cada deseo desordenado dentro de usted este día y </span><span>en su lugar </span><span>elija sabiamente la voluntad de Dios No siga creyendo las mentiras que le impiden hacer de Jesús y su santa voluntad el único enfoque de su vida.</span></span></p><p><span> </span></p><p><i><span face=""Arial",sans-serif"><span>Mi divino Señor, Tú y solo Tú debes convertirte en el centro de mi vida. Tú y solo tú eres de gran valor en la vida. Ayúdame a deshacerme de todos los deseos terrenales de la vida para no caer en las tentaciones que conducen a promesas vacías y para abrazar las promesas verdaderas y cumplidas que vienen de Ti. Jesús, en Ti confío.</span></span></i></p>Gustavo Quiceno Jhttp://www.blogger.com/profile/02956032680371359080noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8740151201169083013.post-67614271854240918502024-03-26T21:40:00.000-07:002024-03-26T21:40:47.295-07:005 de abril del 2023: miércoles Santo<p> </p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 107%;"><b>(Isaías
50, 4-9a)</b> <i>El Siervo sufriente busca aliviar a los que han perdido toda
esperanza transmitiéndoles la Palabra, porque puede confiar en su fe en el
Señor. Es ella quien le da su fuerza y le permite soportar todos los
ultrajes.<o:p></o:p></i></span></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 107%;"><i><br /></i></span></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 107%;"><b>(Salmo
68)</b> <i>En la tormenta, en el mayor de los dolores, o incluso en la peor de las
soledades, yo alabo el nombre del Señor y le doy gracias porque sé que su luz
brillará sobre mí.</i><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 107%;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhfFiMdBM2XmxMUtTq7gwhJPLCFiE7A-McTv55iArNAM4Nh0_GzHvExSaHpVKPR3Gfmlp0VnrP2IHnFhLS0C4Y8lXK3suvgjxNHAwcWeOph3pVM26g95xLmVPzaYqxBDWaXDLiNFV3nxto/s600/Giotto_-_Scrovegni_-_-28-_-_Judas_Receiving_Payment_for_his_Betrayal-1.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><img border="0" data-original-height="600" data-original-width="563" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhfFiMdBM2XmxMUtTq7gwhJPLCFiE7A-McTv55iArNAM4Nh0_GzHvExSaHpVKPR3Gfmlp0VnrP2IHnFhLS0C4Y8lXK3suvgjxNHAwcWeOph3pVM26g95xLmVPzaYqxBDWaXDLiNFV3nxto/w375-h400/Giotto_-_Scrovegni_-_-28-_-_Judas_Receiving_Payment_for_his_Betrayal-1.jpg" width="375" /></span></a></div><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /><o:p><br /></o:p></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; mso-outline-level: 2;"><b><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Primera lectura<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Lectura del libro de IsaIas (50,4-9a):</span></b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><br />
<br />
<i>Mi Señor me ha dado una lengua de iniciado, para saber decir al abatido una
palabra de aliento. Cada mañana me espabila el oído, para que escuche como los
iniciados. El Señor me abrió el oído; yo no resistí ni me eché atrás: ofrecí la
espalda a los que me apaleaban, las mejillas a los que mesaban mi barba; no me
tapé el rostro ante ultrajes ni salivazos. El Señor me ayuda, por eso no sentía
los ultrajes; por eso endurecí el rostro como pedernal, sabiendo que no
quedaría defraudado. Tengo cerca a mi defensor, ¿quién pleiteará contra mí? Comparezcamos
juntos. ¿Quién tiene algo contra mí? Que se me acerque. Mirad, el Señor me
ayuda, ¿quién me condenará?</i><br />
<br />
<b>Palabra de Dios<o:p></o:p></b></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><b><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><o:p> </o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; mso-outline-level: 2;"><b><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Salmo<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Sal 68,8-10.21-22.31.33-34<br />
<br />
R/.</span></b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"> <b><i>Señor,
que me escuche tu gran bondad el día de tu favor</i></b><br />
<br />
<i>Por ti he aguantado afrentas,<br />
la vergüenza cubrió mi rostro.<br />
Soy un extraño para mis hermanos,<br />
un extranjero para los hijos de mi madre;<br />
porque me devora el celo de tu templo,<br />
y las afrentas con que te afrentan caen sobre mí. <b>R/.</b><br />
<br />
La afrenta me destroza el corazón, y desfallezco.<br />
Espero compasión, y no la hay;<br />
consoladores, y no los encuentro.<br />
En mi comida me echaron hiel,<br />
para mi sed me dieron vinagre. <b>R/.</b><br />
<br />
Alabaré el nombre de Dios con cantos,<br />
proclamaré su grandeza con acción de gracias.<br />
Miradlo, los humildes, y alegraos,<br />
buscad al Señor, y revivirá vuestro corazón.<br />
Que el Señor escucha a sus pobres,<br />
no desprecia a sus cautivos. <b>R/.<o:p></o:p></b></i></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><b><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><o:p> </o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Lectura del santo evangelio según san Mateo
(26,14-25):</span></b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"> <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><br />
<i>En aquel tiempo, uno de los Doce, llamado Judas Iscariote, fue a donde los
sumos sacerdotes y les propuso: «¿Qué estáis dispuestos a darme, si os lo
entrego?»<br />
Ellos se ajustaron con él en treinta monedas. Y desde entonces andaba buscando
ocasión propicia para entregarlo.<br />
El primer día de los Ázimos se acercaron los discípulos a Jesús y le preguntaron:
«¿Dónde quieres que te preparemos la cena de Pascua?»<br />
Él contestó: «ld a la ciudad, a casa de Fulano, y decidle: “El Maestro dice: Mi
momento está cerca; deseo celebrar la Pascua en tu casa con mis discípulos.”»<br />
Los discípulos cumplieron las instrucciones de Jesús y prepararon la Pascua. Al
atardecer se puso a la mesa con los Doce.<br />
Mientras comían dijo: «Os aseguro que uno de vosotros me va a entregar.»<br />
Ellos, consternados, se pusieron a preguntarle uno tras otro: «¿Soy yo acaso,
Señor?»<br />
Él respondió: «El que ha mojado en la misma fuente que yo, ése me va a
entregar. El Hijo del hombre se va, como está escrito de él; pero ¡ay del que
va a entregar al Hijo del hombre!; más le valdría no haber nacido.»<br />
Entonces preguntó Judas, el que lo iba a entregar: «¿Soy yo acaso, Maestro?»<br />
Él respondió: «Tú lo has dicho.»<br />
</i><br />
<b>Palabra del Señor</b><o:p></o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">****************<o:p></o:p></span></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><o:p><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><b><u> Rechazar promesas vacías</u></b></span></o:p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><o:p><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><b><u><br /></u></b></span></o:p></p>
<p align="center" style="background: white; margin: 0cm; text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><i><span face=""Arial",sans-serif" style="color: black; mso-color-alt: windowtext;">uno de los Doce, llamado Judas Iscariote, fue donde los sumos
sacerdotes y les propuso: «¿Qué estáis dispuestos a darme, si os lo entrego?»<br />
Ellos se ajustaron con él en treinta monedas. Y desde entonces andaba buscando
ocasión propicia para entregarlo.</span></i><i><span face=""Arial",sans-serif"><o:p></o:p></span></i></span></p>
<p align="center" style="background: white; margin: 0cm; text-align: center;"><strong><span style="border: 1pt none windowtext; color: #3a3a3a; font-family: arial; font-size: medium; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p> </o:p></span></strong></p>
<p align="center" style="background: white; margin: 0cm; text-align: center;"><strong><span style="border: 1pt none windowtext; color: #3a3a3a; font-family: arial; font-size: medium; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><a href="https://biblia.com/bible/rsvce/Matt%2026.14%E2%80%9316"><span style="color: #1e73be; text-decoration: none; text-underline: none;">Mateo 26: 14–16</span></a><o:p></o:p></span></strong></p>
<p align="center" style="background: white; margin: 0cm; text-align: center;"><strong><span style="border: 1pt none windowtext; color: #3a3a3a; font-family: arial; font-size: medium; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p> </o:p></span></strong></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 107%;">El deseo de dinero puede
convertirse en un poderoso incentivo para traicionar a nuestro Señor. En
este pasaje del Evangelio, parece claro que la traición de Judas se basó en su
deseo de dinero. Lo más probable es que tuviera algo de fe en nuestro Señor,
o no se habría convertido en Su discípulo. Pero incluso si Judas hubiera
tenido algo de fe, su deseo de dinero podría haber eclipsado la fe que pudo
haber tenido.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 107%;">Una de las lecciones centrales
que podemos aprender de Judas es que el deseo de dinero es un poderoso
incentivo para las decisiones que tomamos. Tantos de los grandes santos
nos han enseñado que el camino a la santidad consiste, primero, en una
purificación de todos nuestros afectos desordenados. Y dado que uno de los
apegos más poderosos con el que muchos luchan es el apego al dinero, este es un
deseo importante de purificar en todas nuestras vidas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 107%;">Es cierto que las posesiones
materiales no son malas cuando se utilizan para el cumplimiento de la voluntad
de Dios. Pero el deseo de más, de un exceso, siempre nublará nuestra
capacidad de ver claramente la voluntad de Dios y vivir solo para Su gloria.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 107%;">Una vez que Judas traicionó a
nuestro Señor y Jesús fue arrestado, recuerde que éste <i>“lamentó
profundamente lo que había hecho".</i> Y durante el juicio de Jesús,
Judas volvió a los principales sacerdotes y dijo<i>: "He pecado al entregar
sangre inocente"</i> en un aparente intento de detener el
juicio. Pero la muerte de Jesús se puso en marcha y no se pudo
detener. Como resultado, Judas devolvió el dinero y, con tristeza, se fue
a ahorcar (véase <a href="https://biblia.com/bible/rsvce/Matt%2027.3%E2%80%935">Mateo 27: 3-5</a> ).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 107%;">El deseo de Judas por el
dinero nubló su pensamiento. Y su pecado le hizo lo que el pecado siempre
hace. Tan pronto como cometió su pecado de traición, Judas vio las
consecuencias de esa elección. Y las consecuencias lo afligieron
profundamente. Aprendió que elegir el pecado termina con una promesa
vacía. Se dio cuenta de que treinta piezas de plata no valían el valor de
su alma. Pero, por supuesto, incluso entonces Judas podría haberse
arrepentido y recibido la misericordia de Dios. Pero no lo
hizo. Simplemente terminó su vida en la máxima desesperación.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: arial; line-height: 107%;">Reflexione hoy sobre el
testimonio de Judas. Úselo como fuente de meditación y autoexamen esta
Semana Santa. ¿Qué es lo que desea más en su vida que a nuestro
Señor? ¿Qué tentación nubla su pensamiento y le lleva a tomar opciones que
sabe terminarán en el vacío? Esfuércese por erradicar cada deseo
desordenado dentro de usted este día y </span><span style="font-family: arial;">en su lugar </span><span style="font-family: arial;">elija sabiamente la voluntad de Dios No siga creyendo las mentiras que le impiden hacer de Jesús y su
santa voluntad el único enfoque de su vida.</span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i><span face=""Arial",sans-serif" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">Mi divino Señor, Tú y solo Tú
debes convertirte en el centro de mi vida. Tú y solo tú eres de gran valor
en la vida. Ayúdame a deshacerme de todos los deseos terrenales de la vida
para no caer en las tentaciones que conducen a promesas vacías y para abrazar
las promesas verdaderas y cumplidas que vienen de Ti. Jesús, en Ti confío.</span><o:p style="font-size: 14pt;"></o:p></span></i></p>Gustavo Quiceno Jhttp://www.blogger.com/profile/02956032680371359080noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8740151201169083013.post-28202327609001475332024-03-25T21:17:00.000-07:002024-03-25T21:17:18.023-07:0026 de marzo del 2024: martes Santo<p> </p><p class="MsoNormal"><b><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;"><span style="font-size: medium;">Nunca más solos<o:p></o:p></span></span></b></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;"><span style="font-size: medium;"> </span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><b><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;">(Juan
13, 21-33.36-38)</span></b><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;"> Jesús avanza solo
hacia su Pasión. <i>“A donde voy, no puedes seguirme ahora”</i>, le dijo a Pedro,
y las protestas de este último: <i>“¡Daré mi vida por ti!”»</i> – no cambiará
nada. Jesús se prepara para vivir el mayor abandono que existe. Si así ha
cruzado la puerta de la soledad más radical, podemos decirnos que en el corazón
de nuestros propios sentimientos de soledad hay ahora alguien, hay amor y vida,
ya que en él está la presencia reconfortante de Jesús. ■<o:p></o:p></span></span></p><p>
<span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;"><span style="font-size: medium;">Bertrand Lesoing,
sacerdote de la comunidad de Saint-Martin</span></span></p><p><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></span></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 107%;"></span></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 107%;"><b>(Isaías
49, 1-6 y Juan 13, 21-33.36-38)</b> <i>¡Qué difícil es servir al Señor! Pero a
pesar de nuestro cansancio, de nuestras dudas, de nuestros contratiempos y de
nuestros muy legítimos temores ante la magnitud de la tarea, sigue amándonos y
apoyándonos.</i><o:p></o:p></span></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 107%;"><br /></span></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 107%;"><b>(Juan
13, 21-33.36-38)</b> <i>Jesús siente una inmensa tristeza por la traición de Judas.
Sin ira ni rebelión. El amor puede ser herido, pero nunca busca herir. El amor
perdona, ese es el gran testimonio de Jesús.<o:p></o:p></i></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><i><span style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></i></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><i><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiug_m9sl_uzZpknPGdK-RXc3fqVc_uD_fn_gAd1wbL_Cr2rIOm6g63nD7dOsFYrOhZ3mBHrjkInkwNMxISzr03c01LA57WK2PKnf-PWP8wrxkDRJ6lbL08f3PyOY94BL3twBk8nsqI7DE/s600/Philippe_de_Champaigne_-_The_Last_Supper_-_WGA4710-1.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><img border="0" data-original-height="394" data-original-width="600" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiug_m9sl_uzZpknPGdK-RXc3fqVc_uD_fn_gAd1wbL_Cr2rIOm6g63nD7dOsFYrOhZ3mBHrjkInkwNMxISzr03c01LA57WK2PKnf-PWP8wrxkDRJ6lbL08f3PyOY94BL3twBk8nsqI7DE/s16000/Philippe_de_Champaigne_-_The_Last_Supper_-_WGA4710-1.jpg" /></span></a></i></div><i><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /></span></i><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; mso-outline-level: 2;"><b><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Primera lectura<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Lectura del libro de Isaías (49,1-6):</span></b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><br />
<i><br />
Escuchadme, islas; atended, pueblos lejanos:<br />
El Señor me llamó desde el vientre materno, de las entrañas de mi madre, y
pronunció mi nombre. Hizo de mi boca una espada afilada, me escondió en la
sombra de su mano; me hizo flecha bruñida, me guardó en su aljaba y me dijo:<br />
- «Tú eres mi siervo, Israel, por medio de ti me glorificaré».<br />
Y yo pensaba: «En vano me he cansado, en viento y en nada he gastado mis
fuerzas». En realidad el Señor defendía mi causa, mi recompensa la custodiaba
Dios. Y ahora dice el Señor,el que me formó desde el vientre como siervo suyo,
para que le devolvise a Jacob, para que le reuniera a Israel; he sido
glorificado a los ojos de Dios. Y mi Dios era mi fuerza:<br />
- «Es poco que seas mi siervo para restablecer las tribus de Jacob y traer de
vuelta a los supervivientes de Israel. Te hago luz de las naciones, para que mi
salvación alcance hasta el confín de la tierra».<br />
<br />
</i><b>Palabra de Dios<o:p></o:p></b></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><b><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><o:p> </o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; mso-outline-level: 2;"><b><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Salmo<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Sal 70,1-2.3-4a.5-6ab.15.17<br />
<br />
R/. <i>Mi boca contará tu salvación, Señor</i></span></b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><br />
<br style="mso-special-character: line-break;" />
<!--[if !supportLineBreakNewLine]--><br style="mso-special-character: line-break;" />
<!--[endif]--><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><i><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">A ti, Señor, me acojo:<br />
no quede yo derrotado para siempre;<br />
tú que eres justo, líbrame y ponme a salvo,<br />
inclina a mí tu oído, y sálvame. R.<br />
<br />
Sé tú mi roca de refugio,<br />
el alcázar donde me salve,<br />
porque mi peña y mi alcázar eres tú.<br />
Dios mío, líbrame de la mano perversa. R.<br />
<br />
Porque tú, Señor, fuiste mi esperanza<br />
y mi confianza, Señor, desde mi juventud.<br />
En el vientre materno ya me apoyaba en ti,<br />
en el seno tú me sostenías. R.<br />
<br />
Mi boca contará tu justicia,<br />
y todo el día tu salvación.<br />
Dios mío, me instruiste desde mi juventud,<br />
y hasta hoy relato tus maravillas. R.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><i><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><o:p> </o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><i><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><o:p> </o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Lectura del santo evangelio según san Juan
(13,21-33.36-38):</span></b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><br />
<br />
<i>En aquel tiempo, estando Jesús a la mesa con sus discípulos, se turbó en su
espíritu y dio testimonio diciendo:<br />
- «En verdad, en verdad os digo: uno de vosotros me va a entregar».<br />
Los discípulos se miraron unos a otros perplejos, por no saber de quién lo
decía.<br />
Uno de ellos, el que Jesús amaba, estaba reclinado a la mesa en el seno de
Jesús. Simón Pedro le hizo señas para que averiguase por quién lo decía.<br />
Entonces él, apoyándose en el pecho de Jesús, le preguntó:<br />
- «Señor, ¿quién es?».<br />
Le contestó Jesús:<br />
- «Aquel a quien yo le dé este trozo de pan untado».<br />
Y, untando el pan, se lo dio a Judas, hijo de Simón el Iscariote.<br />
Detrás del pan, entró en él Satanás. Entonces Jesús le dijo:<br />
- «Lo que vas a hacer, hazlo pronto».<br />
Ninguno de los comensales entendió a qué se refería. Como Judas guardaba la
bolsa, algunos suponían que Jesús le encargaba comprar lo necesario para la
fiesta o dar algo a los pobres. Judas, después de tomar el pan, salió inmediatamente.
Era de noche.<br />
Cuando salió, dijo Jesús:<br />
- «Ahora es glorificado el Hijo del hombre, y Dios es glorificado en él. Si
Dios es glorificado en él, también Dios lo glorificará en sí mismo: pronto lo
glorificará. Hijitos, me queda poco de estar con vosotros. Me buscaréis, pero
lo que dije a los judíos os lo digo ahora a vosotros:<br />
"Donde yo voy, vosotros no podéis ir"»<br />
Simón Pedro le dijo:<br />
- «Señor, ¿a dónde vas?».<br />
Jesús le respondió:<br />
- «Adonde yo voy no me puedes seguir ahora, me seguirás más tarde».<br />
Pedro replicó:<br />
- «Señor, ¿por qué no puedo seguirte ahora? Daré mi vida por ti».<br />
Jesús le contestó:<br />
- «¿Con que darás tu vida por mí? En verdad, en verdad te digo: no cantará el
gallo antes de que me hayas negado tres veces».<br />
<br />
</i><b>Palabra del Señor</b><o:p></o:p></span></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><i><span style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><i><span style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 107%;">**************<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal"><o:p><span style="font-family: arial; font-size: medium;"> </span></o:p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><o:p><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><b><u>La Gloria de Dios en todo</u></b></span></o:p></p><p class="MsoNormal"><o:p><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /></span></o:p></p>
<p align="center" style="background: white; margin: 0cm; text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><b><i><span face=""Arial",sans-serif" style="color: black; mso-color-alt: windowtext;">dijo Jesús:<br />
- «Ahora es glorificado el Hijo del hombre, y Dios es glorificado en él. Si
Dios es glorificado en él, también Dios lo glorificará en sí mismo: pronto lo
glorificará.</span></i></b><b><i><span face=""Arial",sans-serif"><o:p></o:p></span></i></b></span></p>
<p align="center" style="background: white; margin: 0cm; text-align: center;"><strong><span style="border: 1pt none windowtext; color: #3a3a3a; font-family: arial; font-size: medium; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p> </o:p></span></strong></p>
<p align="center" style="background: white; margin: 0cm; text-align: center;"><strong><span style="border: 1pt none windowtext; color: #3a3a3a; font-family: arial; font-size: medium; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><a href="https://biblia.com/bible/rsvce/John%2013.31%E2%80%9332"><span style="color: #1e73be; text-decoration: none; text-underline: none;">Juan 13: 31–32</span></a><o:p></o:p></span></strong></p>
<p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><strong><span style="border: 1pt none windowtext; font-family: arial; font-size: medium; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p> </o:p></span></strong></p>
<p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><o:p> </o:p></span></p>
<p style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background: white; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; margin: 0cm; orphans: 2; text-align: justify; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-decoration-thickness: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face="Arial, sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; padding: 0cm;">Jesús dice estas palabras sobre sí mismo, inmediatamente
después de que Judas deja la cena para ir a traicionarlo. Jesús acababa de
terminar de lavar los pies de sus discípulos, y pronto terminaría la Última
Cena, iría al Huerto de Getsemaní, sería arrestado, golpeado y crucificado. Y
todo esto iba a tener lugar a través de la traición de uno de los Doce. Sin
embargo, en lugar de hablar de estos eventos pendientes de una manera temerosa
o ansiosa, Jesús señala la gloria que recibirá a través de ellos.</span><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><o:p> </o:p></span></p>
<p style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background: white; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; margin: 0cm; orphans: 2; text-align: justify; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-decoration-thickness: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face="Arial, sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; padding: 0cm;">Todo en la vida tiene el potencial de
convertirse en un instrumento de la gloria de Dios. Incluso nuestro pecado
puede terminar en la gloria de Dios cuando nos arrepentimos y recibimos el
perdón de Dios. No será nuestro pecado lo que glorifique a Dios, sino su
misericordia derramada sobre nosotros desde la cruz que le da gloria.</span><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><o:p> </o:p></span></p>
<p style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background: white; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; margin: 0cm; orphans: 2; text-align: justify; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-decoration-thickness: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face="Arial, sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; padding: 0cm;">Lo mismo ocurre con los eventos de Semana
Santa. Cuando se mira desde una perspectiva puramente humana, lo que Jesús
soportó fue trágico y horrible. Uno de sus compañeros más cercanos lo
traicionó. Los líderes religiosos de la época lo traicionaron. Las
autoridades civiles lo traicionaron. Y todos los discípulos, excepto Juan,
huyeron atemorizados cuando Jesús fue traicionado. Pero Jesús no miró nada
de esto solo a través de ojos humanos. Lo vio todo desde la perspectiva
eterna y enseñó claramente que todos estos eventos aparentemente trágicos
terminarían en Su gloria.</span><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><o:p> </o:p></span></p>
<p style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background: white; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; margin: 0cm; orphans: 2; text-align: justify; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-decoration-thickness: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face="Arial, sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; padding: 0cm;">Cuando nos comprometemos a seguir a Cristo,
podemos estar seguros de que también compartiremos Su Cruz. Experimentaremos
los pecados de otros, encontraremos maltrato y tendremos que soportar varios
sufrimientos. La pregunta para todos nosotros al tener estos encuentros en
la vida es si los soportaremos con ira y desesperación o con la gran esperanza de
nuestro Señor. Una vez más, todo en la vida tiene el potencial de
convertirse en un instrumento de la gloria de Dios. Nada en la vida tiene
el poder de robar esa gloria cuando mantenemos nuestros ojos en la voluntad de
Dios y Su poder de usar todo para Su gloria.</span><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><o:p> </o:p></span></p>
<p style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background: white; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; margin: 0cm; orphans: 2; text-align: justify; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-decoration-thickness: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face="Arial, sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; padding: 0cm;">Reflexione hoy sobre su llamado en la vida
para ver todo desde la perspectiva divina. Si a veces está molesto,
enojado, desesperado o confundido, sepa que Dios quiere traer claridad y gracia
a cada situación. Quiere mostrarle cómo puede participar en Su misión
divina de transformar todo mal para su Gloria. </span><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face="Arial, sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; padding: 0cm;">Busque las formas en que su vida debe dar gloria a Dios en todo,
especialmente en aquellas cosas que parecen incapaces de ser utilizadas para el
bien. Cuanto más una experiencia en la vida parece incapaz de ser
utilizada para la gloria de Dios, más capaz es esa experiencia de darle
verdadera gloria a Dios.</span><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><o:p> </o:p></span></p>
<p style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background: white; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; margin: 0cm; orphans: 2; text-align: justify; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-decoration-thickness: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;"><i><span style="border: 1pt none windowtext; font-family: arial; font-size: medium; padding: 0cm;">Mi glorioso Señor, sacaste el bien de todas
las cosas. Incluso la grave maldad de Tu traición se transformó en una
manifestación de Tu gloria. Te ofrezco, querido Señor, todo lo que soportaste
en la vida y oro para que seas glorificado en todas las cosas, y que mi vida se
convierta continuamente en una manifestación de la gloria debida a tu santo
nombre. Jesús, en Ti confío.</span></i><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 14pt;"><o:p></o:p></span></p>Gustavo Quiceno Jhttp://www.blogger.com/profile/02956032680371359080noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8740151201169083013.post-89804607425609899342024-03-24T22:55:00.000-07:002024-03-24T22:55:27.414-07:0025 de marzo del 2024: Lunes Santo<p> </p><p class="MsoNormal"><b><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">Un perfume de amor<o:p></o:p></span></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><b><span style="line-height: 115%;">(Juan 12, 1-11)</span></b><span style="line-height: 115%;"> ¿Qué
sentido tiene, se pregunta Judas, gastar tanto dinero en perfumes? ¿Cuál es el
punto, se preguntarán los discípulos, de perder un tiempo precioso aquí en
Betania cuando se acerca la Pascua? María hace menos preguntas y se toma el
tiempo para derramar un perfume precioso en los pies de Jesús. Cuando el dinero
se acaba, el tiempo apremia o las emergencias se acumulan, la prioridad muchas
veces es amar, con sencillez y libertad, como María de Betania. </span><span style="line-height: 115%;">■</span><span style="line-height: 115%;"><o:p></o:p></span></span></p><p>
</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">Bertrand Lesoing, sacerdote de la
comunidad de Saint-Martin</span><span style="font-size: 14pt;"><o:p></o:p></span></span></p><p><br /></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 30.816px;"><b>(Juan 12, 1-11</b><i><b>) </b>La Semana Santa nos hará revivir, paso a paso, los últimos momentos de la vida terrena de Jesús. Desde la comida en Betania hasta la última cena, incluida la traición de un apóstol, tocaremos el corazón mismo de la fe: Cristo sufrió, Cristo murió, Cristo resucitó.<o:p></o:p></i></span></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><i><span style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 30.816px;"> </span></i></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi5phhWY80lXx9_jErGc7DjqX5ONsh09LjSyxZs5Ly20M7ZgltnMITniHjeQSNWBCJheKhGRUQInKuEXvHjmOgYbNVKah8dOmR-H2zNJ7VPGzKZG70NUTowzWUS9yBT2yJCsIEuYnzm7FNXDwyohziXyRI5UpNtGkkdL4cQWjgphPxEv7y0aNPUN_NE/s550/Rubens-Feast_of_Simon_the_Pharisee2.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-size: medium;"><img border="0" data-original-height="413" data-original-width="550" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi5phhWY80lXx9_jErGc7DjqX5ONsh09LjSyxZs5Ly20M7ZgltnMITniHjeQSNWBCJheKhGRUQInKuEXvHjmOgYbNVKah8dOmR-H2zNJ7VPGzKZG70NUTowzWUS9yBT2yJCsIEuYnzm7FNXDwyohziXyRI5UpNtGkkdL4cQWjgphPxEv7y0aNPUN_NE/s16000/Rubens-Feast_of_Simon_the_Pharisee2.jpg" /></span></a></div><span style="font-size: medium;"><br /></span><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><i><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /></span></i><p></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; mso-outline-level: 2;"><b><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Primera lectura<o:p></o:p></span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Lectura del libro de Isaías (42,1-7):</span></b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><br /><br /><i>Así dice el Señor:<br />«Mirad a mi siervo, a quien sostengo; mi elegido, en quien me complazco. He puesto mi espíritu sobre él, manifestará la justicia a las naciones. No gritará, no clamará, no voceará por las calles. La caña cascada no la quebrará, la mecha vacilante no la apagará. Manifestará la justicia con verdad. No vacilará ni se quebrará, hasta implantar la justicia en el país. En su ley esperan las islas.<br />Esto dice el Señor, Dios, que crea y despliega los cielos, consolidó la tierra con su vegetación, da el respiro al pueblo que la habita y el aliento a quienes caminan por ella:<br />«Yo, el Señor, te he llamado en mi justicia, te cogí de la mano, te he formé e hice de ti alianza de un pueblo y luz de las naciones, para que abras los ojos de los ciegos, saques a los cautivos de la cárcel, de la prisión a los que habitan en tinieblas».<br /><br /></i><b>Palabra de Dios<o:p></o:p></b></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><b><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"> </span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"> </span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; mso-outline-level: 2;"><b><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Salmo<o:p></o:p></span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Sal 26,1.2.3.13-14<br /><br />R/.</span></b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"> <b><i>El Señor es mi luz y mi salvación</i></b><br /><br /><i>El Señor es la defensa de mí vida,<br />¿quién me hará temblar? R.<br /><br />Cuando me asaltan los malvados<br />para devorar mi carne, ellos, enemigos y adversarios, tropiezan y caen. R.<br /><br />Si un ejército acampa contra mí,<br />mi corazón no tiembla;<br />si me declaran la guerra,<br />me siento tranquilo. R.<br /><br />Espero gozar de la dicha del Señor<br />en el país de la vida.<br />Espera en el Señor, sé valiente,<br />ten ánimo, espera en el Señor. R</i>.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><b><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"> </span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><b><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"> </span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Lectura del santo evangelio según san Juan (12,1-11):</span></b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><br /><br /><i>Seis días antes de la Pascua, fue Jesús a Betania, donde vivía Lázaro, a quien había resucitado de entre los muertos. Allí le ofrecieron una cena; Marta servía, y Lázaro era uno de los que estaban con él a la mesa. María tomó una libra de perfume de nardo, auténtico y costoso, le ungió a Jesús los pies y se los enjugó con su cabellera. Y la casa se llenó de la fragancia del perfume.<br />Judas Iscariote, uno de sus discípulos, el que lo iba a entregar, dice:<br />«¿Por qué no se ha vendido este perfume por trescientos denarios para dárselos a los pobres?».<br />Esto lo dijo, no porque le importasen los pobres, sino porque era un ladrón; y como tenía la bolsa, se llevaba de lo que iban echando.<br />Jesús dijo:<br />- «Déjala; lo tenía guardado para el día de mi sepultura; porque a los pobres los tenéis siempre con vosotros, pero a mí no siempre me tenéis».<br />Una muchedumbre de judíos se enteró de que estaba allí y fueron, no sólo por Jesús, sino también para ver a Lázaro, al que había resucitado de entre los muertos.<br />Los sumos sacerdotes decidieron matar también a Lázaro, porque muchos judíos, por su causa, se les iban y creían en Jesús.<br /></i><br /><b>Palabra del Señor<o:p></o:p></b></span></span></p><div style="border-bottom: dotted windowtext 3.0pt; border: none; mso-element: para-border-div; padding: 0cm 0cm 1pt;"><p class="MsoNormal" style="border: none; line-height: normal; mso-border-bottom-alt: dotted windowtext 3.0pt; mso-padding-alt: 0cm 0cm 1.0pt 0cm; padding: 0cm;"><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"> </span></p><p class="MsoNormal" style="border: none; line-height: normal; mso-border-bottom-alt: dotted windowtext 3.0pt; mso-padding-alt: 0cm 0cm 1.0pt 0cm; padding: 0cm;"><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="border: none; line-height: normal; mso-border-bottom-alt: dotted windowtext 3.0pt; mso-padding-alt: 0cm 0cm 1.0pt 0cm; padding: 0cm;"><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><o:p><b>2022</b></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="border: none; line-height: normal; mso-border-bottom-alt: dotted windowtext 3.0pt; mso-padding-alt: 0cm 0cm 1.0pt 0cm; padding: 0cm;"><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><o:p><b><br /></b></o:p></span></p></div><p align="center" style="background: white; margin: 0cm; text-align: center;"><i><span><span style="font-family: arial; font-size: medium;">María tomó una libra de perfume de nardo, auténtico y costoso, le ungió a Jesús los pies y se los enjugó con su cabellera. Y la casa se llenó de la fragancia del perfume.<o:p></o:p></span></span></i></p><p align="center" style="background: white; margin: 0cm; text-align: center;"><strong><span style="border: 1pt none windowtext; color: #3a3a3a; padding: 0cm;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"> </span></span></strong></p><p align="center" style="background: white; margin: 0cm; text-align: center;"><strong><span style="border: 1pt none windowtext; color: #3a3a3a; padding: 0cm;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><a href="https://biblia.com/bible/rsvce/John%2012.3"><span style="color: #1e73be; text-decoration-line: none;">Juan 12:3</span></a><o:p></o:p></span></span></strong></p><p align="center" style="background: white; margin: 0cm; text-align: center;"><strong><span style="border: 1pt none windowtext; color: #3a3a3a; padding: 0cm;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"> </span></span></strong></p><p style="background: white; margin: 0cm; text-align: center;"><span style="color: #3a3a3a;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"> </span></span></p><p style="background: white; margin: 0cm; overflow-wrap: break-word; text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><span style="border: 1pt none windowtext; font-size: medium; padding: 0cm;">Que humilde y hermoso acto de amor hacia Jesús. </span></span></p><p style="background: white; margin: 0cm; overflow-wrap: break-word; text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><span style="border: 1pt none windowtext; font-size: medium; padding: 0cm;"><br /></span></span></p><p style="background: white; margin: 0cm; overflow-wrap: break-word; text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><span style="border: 1pt none windowtext; font-size: medium; padding: 0cm;">Este perfume valía el salario de 300 días. ¡Eso es mucho dinero! </span></span></p><p style="background: white; margin: 0cm; overflow-wrap: break-word; text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><span style="border: 1pt none windowtext; font-size: medium; padding: 0cm;"><br /></span></span></p><p style="background: white; margin: 0cm; overflow-wrap: break-word; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span style="border: 1pt none windowtext; padding: 0cm;">Es interesante notar que Judas se opuso a este acto al afirmar que pensó que debería haber sido vendido y el dinero dado a los pobres. Pero el Evangelio dice de manera clara que Judas realmente solo estaba interesado en el dinero mismo, ya que solía robar de la bolsa de dinero. Aún más notable es la respuesta de Jesús a Judas. Jesús reprende a Judas y dice: </span><i><span>- «Déjala; lo tenía guardado para el día de mi sepultura; porque a los pobres los tenéis siempre con vosotros, pero a mí no siempre me tenéis».<o:p></o:p></span></i></span></p><p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><i><span><span style="font-family: arial; font-size: medium;"> </span></span></i></p><p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span style="border: 1pt none windowtext; padding: 0cm;">Si alguien más hubiera dicho esto, habría sonado egocéntrico. Pero fue Jesús quien lo dijo y Él fue perfectamente desinteresado en Su amor. Entonces, ¿de qué se trataba todo esto? Se trataba del hecho de que Jesús sabía lo que María necesitaba. Y al decir lo que hizo, reveló lo que cada uno de nosotros necesita. Necesitamos adorarlo, honrarlo y hacerlo el centro de nuestras vidas. Necesitamos humillarnos ante Él y servirle. No porque Él necesite que lo tratemos de esta manera, sino porque necesitamos que lo tratemos de esta manera. Honrarlo en nuestra humildad y amor es lo que debemos hacer para nuestra propia santidad y felicidad. Jesús lo sabía, así que honró a María por este acto de amor.</span><span style="border: 1pt none windowtext; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></span></p><p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span><span style="font-family: arial; font-size: medium;"> </span></span></p><p style="background: white; margin: 0cm; overflow-wrap: break-word; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span style="border: 1pt none windowtext; padding: 0cm;">Esta historia nos invita a hacer lo mismo. Nos invita a mirar a Jesús y a hacer de Él el centro de nuestra adoración y amor. Nos invita a derramar voluntariamente todo nuestro trabajo por Él (simbolizado por el perfume que vale el salario de 300 días). Nada es demasiado costoso para Jesús. Nada vale más que un acto de nuestra adoración.</span><span style="border: 1pt none windowtext; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></span></p><p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span><span style="font-family: arial; font-size: medium;"> </span></span></p><p style="background: white; margin: 0cm; overflow-wrap: break-word; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span style="border: 1pt none windowtext; padding: 0cm;">La adoración de Dios es correcta. Lo más importante, es un acto que te transformará en la persona que fuiste creada para ser. Fuiste hecho para el culto y adoración de Dios y esto se logra cuando humildemente honras a nuestro Señor con todo tu ser. </span><span><o:p></o:p></span></span></p><p style="background: white; margin: 0cm; overflow-wrap: break-word; text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><span style="border: 1pt none windowtext; font-size: medium; padding: 0cm;"><br /></span></span></p><p style="background: white; margin: 0cm; overflow-wrap: break-word; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span style="border: 1pt none windowtext; padding: 0cm;">Reflexiona, hoy, sobre la profundidad de tu propia adoración a nuestro Señor. ¿Estás dispuesto a “derramar” todo tu sustento sobre Él? ¿Vale más para ustedes que el salario de 300 días? ¿Es Él la parte más central de tu vida? ¿Te humillas diariamente ante Él y derramas tu corazón ante Él en oración? Reflexiona sobre este humilde acto de adoración que María ofrece a Jesús y procura imitar su hermoso ejemplo.</span><span style="border: 1pt none windowtext; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></span></p><p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="border: 1pt none windowtext; padding: 0cm;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"> </span></span></p><p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span><span style="font-family: arial; font-size: medium;"> </span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><i style="text-align: left;"><span style="border: 1pt none windowtext; padding: 0cm;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">Señor, haz que siga el ejemplo de esta santa mujer, María. Ayúdame a humillarme ante Ti y honrarte con toda mi vida. Querido Señor, nada en la vida es más importante que Tú y mi adoración total por Ti. Atráeme, amado Señor, humíllame ante Tu gloria y ayúdame a amarte y adorarte con todo mi ser. Jesús, en Ti confío.</span></span></i></p>Gustavo Quiceno Jhttp://www.blogger.com/profile/02956032680371359080noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8740151201169083013.post-53353004422718709762024-03-24T22:42:00.000-07:002024-03-24T22:42:09.538-07:003 de abril del 2023: Lunes Santo<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><b>(Salmo
26)</b> <i>Nuestra esperanza está en el Señor. Él es nuestra luz. Todavía
tenemos que ser valientes; depende de nosotros ver su bondad en nuestra
tierra, aquí y ahora, y mostrársela a los demás para compartir nuestra fe.</i><o:p></o:p></span></span></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 107%;"><i><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /></span></i></span></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span><b>(Juan 12, 1-11</b></span><i><b>)</b> La Semana Santa nos hará revivir, paso a paso, los últimos momentos de la vida terrena de Jesús. Desde la comida en Betania hasta la última cena, incluida la traición de un apóstol, tocaremos el corazón mismo de la fe: Cristo sufrió, Cristo murió, Cristo resucitó.</i></span></span></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 107%;"><i><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /></span></i></span></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 107%;"><i><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /></span></i></span></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: arial;"><b><u><span style="font-size: medium;">Expresando el amor por Dios</span></u></b></span></span></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: arial;"><b><u><span style="font-size: medium;"><br /></span></u></b></span></span></p><p align="center" style="background: white; margin: 0cm; text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><b><i><span face=""Arial",sans-serif" style="color: black; mso-color-alt: windowtext;">Judas Iscariote, uno de sus discípulos, el que lo iba a entregar, dice:<br />«¿Por qué no se ha vendido este perfume por trescientos denarios para dárselos a los pobres?».<br style="mso-special-character: line-break;" /><!--[if !supportLineBreakNewLine]--><br style="mso-special-character: line-break;" /><!--[endif]--></span></i></b><strong><span style="border: 1pt none windowtext; color: #3a3a3a; font-weight: normal; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></strong></span></p><p align="center" style="background: white; margin: 0cm; text-align: center;"><strong><span style="border: 1pt none windowtext; color: #3a3a3a; font-family: arial; font-size: medium; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"> <a data-purpose="bible-reference" data-reference="John 12.4–5" data-version="rsvce" href="https://biblia.com/bible/rsvce/John%2012.4%E2%80%935" style="transition: color 0.1s ease-in-out 0s, background-color 0.1s ease-in-out 0s;"><span style="color: #1e73be; text-decoration-line: none; text-underline: none;">Juan 12: 4-5</span></a><o:p></o:p></span></strong></p><p style="background: white; margin: 0cm; text-align: center;"><strong><span style="border: 1pt none windowtext; color: #3a3a3a; font-family: arial; font-size: medium; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"> </span></strong></p><p style="background: white; margin: 0cm; text-align: center;"><i><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDvAkZSuHj6wf2WxDq2Vjor2k2pHHwg9YxRqa_5HNUDd-xx7Q0Vnub6zCt8h4uaNu55jjq9eTNn6sdJLsrLFwZYSkstPQBhRa7rOlInWiIwa8pPH84VioCICEv9VZkEGXaVrlQhhkZwWs/s575/Brooklyn_Museum_-_The_Ointment_of_the_Magdalene_Le_parfum_de_Madeleine_-_James_Tissot-1.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><img border="0" data-original-height="459" data-original-width="575" height="319" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDvAkZSuHj6wf2WxDq2Vjor2k2pHHwg9YxRqa_5HNUDd-xx7Q0Vnub6zCt8h4uaNu55jjq9eTNn6sdJLsrLFwZYSkstPQBhRa7rOlInWiIwa8pPH84VioCICEv9VZkEGXaVrlQhhkZwWs/w400-h319/Brooklyn_Museum_-_The_Ointment_of_the_Magdalene_Le_parfum_de_Madeleine_-_James_Tissot-1.jpg" width="400" /></span></a></i></p><p style="background: white; margin: 0cm; text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"> </span></p><p style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face="Arial, sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; padding: 0cm;">Jesús estaba con sus discípulos en la casa de Lázaro, Marta y María. Pasaba tiempo con regularidad en su casa y estaba cerca de ellos. Esta comida tuvo lugar justo antes de que Jesús entrara en Jerusalén para el primer Domingo de Ramos y Semana Santa. Pasaron seis días antes de que Jesús muriera en la cruz.</span><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></span></p><p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"> </span></p><p style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><span face="Arial, sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; font-size: medium; padding: 0cm;">Recuerde que Lázaro había sido resucitado recientemente de entre los muertos por Jesús y también que María, la hermana de Lázaro, estaba profundamente dedicada a Jesús y se guarda memoria de ella como la que se sentó a sus pies, mientras su hermana Marta servía. </span></span></p><p style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><span face="Arial, sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; font-size: medium; padding: 0cm;"><br /></span></span></p><p style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face="Arial, sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; padding: 0cm;">Durante esta visita, María ofreció otro acto de devoción a Jesús cuando lo ungió con “un litro de aceite perfumado costoso”. Ella le ofreció un acto de amor y devoción. El anterior pasaje de las Escrituras registra la respuesta de Judas mientras él también estaba en la comida. Jesús reprende a Judas y defiende el acto de devoción de María, y la comida continúa. </span><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></span></p><p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"> </span></p><p style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face="Arial, sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; padding: 0cm;">Una lección clara que esto nos enseña es que nada es demasiado bueno para nuestro Señor. Es cierto que debemos hacer nuestra parte para ayudar a cuidar a los pobres, pero la respuesta de Jesús a Judas es bastante interesante. Él dice<i>: </i><i>«Déjala; lo tenía guardado para el día de mi sepultura; porque a los pobres los tenéis siempre con vosotros, pero a mí no siempre me tenéis»</i><i>.</i> Jesús no estaba minimizando la importancia de cuidar a los pobres; Estaba enfatizando la importancia de ofrecerle actos de amor y devoción.</span><span face=""Arial",sans-serif"><o:p></o:p></span></span></p><p style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="border: 1pt none windowtext; font-family: arial; font-size: medium; padding: 0cm;"><br /></span></p><p style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><span face="Arial, sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; font-size: medium; padding: 0cm;">Al entrar en esta la semana más santa del año, se nos da esta imagen de María derramando sobre Jesús este litro de aceite perfumado costoso como una forma de invitarnos a hacer lo mismo. Aunque servimos a Cristo en otros que lo necesitan, también debemos procurar ofrecerle a Él, devoción y amor de manera regular y directa, incluso en formas que otros puedan considerar excesivas. </span></span></p><p style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><span face="Arial, sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; font-size: medium; padding: 0cm;"><br /></span></span></p><p style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face="Arial, sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; padding: 0cm;">Honrarlo, expresar nuestro amor, dedicar tiempo a diversas devociones, orar por períodos prolongados de tiempo e incluso ofrecerle nuestros recursos económicos son todas formas en las que le damos a Jesús la gloria que le corresponde.</span><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></span></p><p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"> </span></p><p style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face="Arial, sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; padding: 0cm;">Reflexione hoy sobre las formas en las que puede imitar este acto de amorosa devoción ofrecida por María a Jesús. ¿De qué manera puede derramar en abundancia su tiempo, dinero, talentos y energía sobre nuestro Señor? ¿Cómo puede expresar mejor su devoción a Él en esta Semana Santa? Busque maneras de hacer esto directamente por la única y sencilla razón de que ama a nuestro Señor y desea expresar ese amor esta semana.</span><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></span></p><p style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><span face="Arial, sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; font-size: medium; padding: 0cm;"><br /></span></span></p><p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"> </span></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: arial; line-height: 107%;"></span></span></p><p style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><i><span style="border: 1pt none windowtext; font-family: arial; font-size: medium; padding: 0cm;">Mi glorioso Jesús, eres digno de toda alabanza y honor. Eres digno de nuestra más profunda devoción y amor. Al entrar en esta Semana Santa, oro para que sea un tiempo en el que pueda expresar mi más profundo amor por Ti. Ayúdame a derramar ese amor en abundancia esta semana para mostrarte la gloria y la alabanza que te mereces. Jesús, en Ti confío.</span></i></p>Gustavo Quiceno Jhttp://www.blogger.com/profile/02956032680371359080noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8740151201169083013.post-76472247358010492632024-03-23T16:18:00.000-07:002024-03-24T06:58:58.279-07:0024 de marzo del 2024: Domingo de Ramos y de la Pasión del Señor (ciclo B)<p><span> </span></p><p><b><span face="Arial, sans-serif"><span>Empuñar los ramos
con confianza</span></span></b></p><p><b><span face="Arial, sans-serif"><span><br></span></span></b></p>
<p><span face="Arial, sans-serif"><span>¿Cortar
ramas es ecológico? Espíritus afligidos cuestionarán esta tradición del Domingo
de Ramos, en nombre de la salvaguardia de nuestra casa común. Sin embargo, nos
gusta recibir estos benditos follajes, guardarlos en casa o llevárselos a otras
personas que no pudieron venir, y que se conmoverán de que hayamos pensado en
ellos. Sin embargo, a pesar de las diferencias entre los cuatro evangelios
respecto a la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, la tradición litúrgica
nos invita a empuñar estas ramas para saludarlo con alegría. Qué hermoso gesto:
un ramo o una rama extiende nuestro cuerpo y nuestra vida. Empuñando con
confianza el follaje verde, es toda nuestra humanidad, nuestra oración, nuestra
angustia y nuestra esperanza, la que presentamos a Jesús, acogido como Príncipe
de la paz.<br>
Sin embargo, es también empuñando juncos como los soldados atacarán a Cristo
durante su Pasión. Y, en la Cruz, una caña le permitirá beber por última vez.
Así es como una planta, creada por Dios, puede convertirse en un arma destinada
a herir y humillar.<br>
El Domingo de Ramos nos ayuda, por tanto, a cerrar el puño sin herir, a aclamar
sin pisotear, a vivir sin amenazar, a recibir sin exigir. Entramos así en la
Semana Santa con nuestra vida y sus ambigüedades, e incluso con toda la
Creación, asociada también a la alegría de la Resurrección. Empuñemos, pues,
nuestras ramas con confianza y recibamos la vida nueva que verdaderamente puede
transformarnos.<br>
<br>
<i>¿A quién le daré un ramito? ¿Cuál es el lugar de las criaturas no humanas<br>
en mi vida de fe?</i></span></span></p>
<p><span face="Arial, sans-serif"><span>Luc
Forestier, sacerdote del Oratorio</span></span></p><p><span face="Arial, sans-serif"><span><br></span></span></p><p><span face="Arial, sans-serif"><i><span><span>He aquí que comienza la Semana Santa. Siete días para seguir a Jesús paso a paso, desde su entrada en Jerusalén hasta su victoria sobre la muerte. Siete días tan importantes, tanto que el mundo será sacudido para siempre.</span></span></i></span></p><p><span face="Arial, sans-serif"><i><span></span></i></span></p><div><span face="Arial, sans-serif"><i><span><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhu2aJo4KBq5hScKVCnGNO5Erk9e_kwTvhi7j0apUtDQ0oDrY8aqt1l_0EwIr8CBWi2Wjnz2ohkfQXj3S4jvvFz-leAbpstu2OZ_tdauA2m7ODH3WT3AAfq_B3d8YbzJEvzFV3XNjmiwFnrDSLkOPO-JBuwtD687uU95bu4cSX6QfRpZDOO3TLEJb240Sk/s600/AdobeStock_441246449.jpeg"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhu2aJo4KBq5hScKVCnGNO5Erk9e_kwTvhi7j0apUtDQ0oDrY8aqt1l_0EwIr8CBWi2Wjnz2ohkfQXj3S4jvvFz-leAbpstu2OZ_tdauA2m7ODH3WT3AAfq_B3d8YbzJEvzFV3XNjmiwFnrDSLkOPO-JBuwtD687uU95bu4cSX6QfRpZDOO3TLEJb240Sk/s16000/AdobeStock_441246449.jpeg"></a></span></i></span></div><span face="Arial, sans-serif"><i><span><br><span><br></span></span></i></span><p></p><p><span></span></p><p><b><span face="Arial, sans-serif"><span>Primera lectura</span></span></b></p>
<p><span><b><span face="Arial, sans-serif">Lectura del
libro de Isaías (50,4-7):</span></b><span face="Arial, sans-serif"><br>
<br>
<i>Mi Señor me ha dado una lengua de iniciado, para saber decir al abatido una
palabra de aliento. Cada mañana me espabila el oído, para que escuche como los
iniciados. El Señor me abrió el oído; y yo no resistí ni me eché atrás: ofrecí
la espalda a los que me apaleaban, las mejillas a los que mesaban mi barba; no
me tapé el rostro ante ultrajes ni salivazos. El Señor me ayuda, por eso no
sentía los ultrajes; por eso endurecí el rostro como pedernal, sabiendo que no
quedaría defraudado.</i><br>
<br>
<b>Palabra de Dios</b></span></span></p>
<p><span face="Arial, sans-serif"></span></p>
<p><b><span face="Arial, sans-serif"><span>Salmo</span></span></b></p>
<p><span><b><span face="Arial, sans-serif">Sal
21,8-9.17-18a.19-20.23-24<br>
<br>
R/.</span></b><span face="Arial, sans-serif"> <b><i>Dios mío, Dios mío, ¿por qué me
has abandonado?</i></b><br>
<br>
<i>Al verme, se burlan de mí, hacen visajes,<br>
menean la cabeza: «Acudió al Señor,<br>
que lo ponga a salvo;<br>
que lo libre, si tanto lo quiere.» <b>R/.</b><br>
<br>
Me acorrala una jauría de mastines,<br>
me cerca una banda de malhechores;<br>
me taladran las manos y los pies,<br>
puedo contar mis huesos. <b>R/.</b><br>
<br>
Se reparten mi ropa,<br>
echan a suertes mi túnica.<br>
Pero tú, Señor, no te quedes lejos;<br>
fuerza mía, ven corriendo a ayudarme. <b>R/.</b><br>
<br>
Contaré tu fama a mis hermanos,<br>
en medio de la asamblea te alabaré.<br>
Fieles del Señor, alabadlo;<br>
linaje de Jacob, glorificadlo;<br>
temedlo, linaje de Israel. <b>R/.</b></i></span></span></p>
<p><i><span face="Arial, sans-serif"></span></i></p>
<p><b><span face="Arial, sans-serif"><span>Segunda lectura</span></span></b></p>
<p><span><b><span face="Arial, sans-serif">Lectura de
la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses (2,6-11):</span></b><span face="Arial, sans-serif"><br>
<br>
<i>Cristo, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de
Dios; al contrario, se despojó de su rango y tomó la condición de esclavo,
pasando por uno de tantos. Y así, actuando como un hombre cualquiera, se rebajó
hasta someterse incluso a la muerte, y una muerte de cruz. Por eso Dios lo
levantó sobre todo y le concedió el «Nombre-sobre-todo-nombre»; de modo que al
nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra, en el abismo,
y toda lengua proclame: Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.<br>
</i><br>
<b>Palabra de Dios</b></span></span></p>
<p><span face="Arial, sans-serif"></span></p>
<p align="right"><span><a href="http://www.pinterest.com/pin/create/button/?url=http%3A%2F%2Fwww.ciudadredonda.org%2Fcalendario-lecturas%2Fevangelio-del-domingo&media=http%3A%2F%2Fwww.ciudadredonda.org%2Fimages%2Filustraciones%2FCU06DB.jpg&description=Evangelio%C2%A0seto%C2%A0seg%C3%BAn%C2%A0san%C2%A0Marcos%C2%A0(15,1-39),%C2%A0del%C2%A0domingo,%C2%A024%C2%A0de%C2%A0marzo%C2%A0de%C2%A02024"><span color="windowtext" face="Arial, sans-serif"><span><img alt="Pinterest" border="0" height="20" src="file:///C:/Users/gusqu/AppData/Local/Temp/msohtmlclip1/01/clip_image001.png" width="40"></span></span></a><span face="Arial, sans-serif"></span></span></p>
<p><b><span face="Arial, sans-serif"><span>Pasión de
nuestro Señor Jesucristo según san Marcos (15,1-39):</span></span></b><span face="Arial, sans-serif"><span><br>
<br>
<i>C. Apenas se hizo de día, los sumos sacerdotes, con los ancianos, los
escribas y el Sanedrín en pleno, se reunieron, y, atando a jesús, lo llevaron y
lo entregaron a Pilato. Pilato le preguntó:<br>
S. «¿Eres tú el rey de los judíos?»<br>
C. Él respondió:<br>
+ «Tú lo dices.»<br>
C. Y los sumos sacerdotes lo acusaban de muchas cosas. Pilato le preguntó de
nuevo:<br>
S. «¿No contestas nada? Mira cuántos cargos presentan contra ti.»<br>
C. Jesús no contestó más; de modo que Pilato estaba muy extrañado. Por la
fiesta solía soltarse un preso, el que le pidieran. Estaba en la cárcel un tal
Barrabás, con los revoltosos que habían cometido un homicidio en la revuelta.
La gente subió y empezó a pedir el indulto de costumbre. Pilato les contestó:<br>
S. «¿Queréis que os suelte al rey de los judíos?»<br>
C. Pues sabía que los sumos sacerdotes se lo habían entregado por envidia. Pero
los sumos sacerdotes soliviantaron a la gente para que pidieran la libertad de
Barrabás. Pilato tomó de nuevo la palabra y les preguntó:<br>
S. «¿Qué hago con el que llamáis rey de los judíos?»<br>
C. Ellos gritaron de nuevo:<br>
S. «¡Crucifícalo!»<br>
C. Pilato les dijo:<br>
S. «Pues ¿qué mal ha hecho?»<br>
C. Ellos gritaron más fuerte:<br>
S. «¡Crucifícalo!»<br>
C. Y Pilato, queriendo dar gusto a la gente, les soltó a Barrabás; y a Jesús,
después de azotarlo, lo entregó para que lo crucificaran. Los soldados se lo
llevaron al interior del palacio –al pretorio– y reunieron a toda la compañía.
Lo vistieron de púrpura, le pusieron una corona de espinas, que habían
trenzado, y comenzaron a hacerle el saludo:<br>
S. «¡Salve, rey de los judíos!»<br>
C. Le golpearon la cabeza con una caña, le escupieron; y, doblando las
rodillas, se postraban ante él. Terminada la burla, le quitaron la púrpura y le
pusieron su ropa. Y lo sacaron para crucificarlo. Y a uno que pasaba, de vuelta
del campo, a Simón de Cirene, el padre de Alejandro y de Rufo, lo forzaron a
llevar la cruz. Y llevaron a Jesús al Gólgota (que quiere decir lugar de «la
Calavera»), y le ofrecieron vino con mirra; pero él no lo aceptó. Lo
crucificaron y se repartieron sus ropas, echándolas a suerte, para ver lo que
se llevaba cada uno. Era media mañana cuando lo crucificaron. En el letrero de
la acusación estaba escrito: «El rey de los judíos.» Crucificaron con él a dos
bandidos, uno a su derecha y otro a su izquierda. Así se cumplió la Escritura
que dice: «Lo consideraron como un malhechor.» Los que pasaban lo injuriaban,
meneando la cabeza y diciendo:<br>
S. «¡Anda!, tú que destruías el templo y lo reconstruías en tres días, sálvate
a ti mismo bajando de la cruz.»<br>
C. Los sumos sacerdotes con los escribas se burlaban también de él, diciendo:<br>
S. «A otros ha salvado, y a sí mismo no se puede salvar. Que el Mesías, el rey
de Israel, baje ahora de la cruz, para que lo veamos y creamos.»<br>
C. También los que estaban crucificados con él lo insultaban. Al llegar el
mediodía, toda la región quedó en tinieblas hasta la media tarde. Y, a la media
tarde, jesús clamó con voz potente:<br>
+ «Eloí, Eloí, lamá sabaktaní.»<br>
C. Que significa:<br>
+ «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?»<br>
C. Algunos de los presentes, al oírlo, decían:<br>
S. «Mira, está llamando a Elías.»<br>
C. Y uno echó a correr y, empapando una esponja en vinagre, la sujetó a una
caña, y le daba de beber, diciendo:<br>
S. «Dejad, a ver si viene Elías a bajarlo.»<br>
C. Y Jesús, dando un fuerte grito, expiró. El velo del templo se rasgó en dos,
de arriba abajo. El centurión, que estaba enfrente, al ver cómo había expirado,
dijo:<br>
S. «Realmente este hombre era Hijo de Dios.»<br>
<br>
</i><b>Palabra del Señor</b></span><span></span></span></p><p><span face="Arial, sans-serif"><span><b><br></b></span></span></p><p><span face="Arial, sans-serif"><span><b>1</b></span></span></p><p><span><span><b>Realmente, este hombre era Hijo de Dios</b></span></span></p><i><span></span></i><p></p><p><span>Queridos hermanos, paz y bien.</span></p><p><img alt="" height="410" src="https://www.ciudadredonda.org/admin/upload/Image/Documentos/b5fa6aba31ae5c584a0e9f2da08eb57a.jpg" width="276"><span>Después del camino cuaresmal, por fin nos llega el Domingo de Ramos. Dejando de lado el dicho popular (<em>Domingo de Ramos, el que no estrena nada, no tiene manos</em>), para los creyentes es el comienzo del momento más importante del año litúrgico. Cada uno nos hemos preparado mejor o peor, según nuestras posibilidades. Con la celebración de hoy damos comienzo a la Semana Santa. Es el pórtico de esta semana. Una semana especial, en la que escucharemos distintas invitaciones.</span></p><p><span>Porque la celebración de este día es un auténtico pregón de la Semana Santa. La Iglesia nos invita a centrar nuestra mirada en Jesús para contemplar lo que Él significa para cada uno de nosotros. Es una llamada a la contemplación de los misterios centrales de nuestra fe: por la pasión, muerte y resurrección de Jesús la humanidad ha sido salvada y nosotros, los creyentes, hemos resucitado con Él y en Él por el bautismo.</span></p><p><span>No es un día, quizá, para predicar mucho. Ya de por sí, la celebración es larga, y habla por sí misma. Pero, por otra parte, algo hay que decir. Se empieza a concretar todo lo que hemos vivido durante las cinco semanas de Cuaresma. La Liturgia nos ha ido llevando y hoy, a las puertas de Jerusalén, contemplamos al Salvador que llega en un modesto borrico.</span></p><p><span>No lo hace en un poderoso caballo, rápido y elegante, tirando de un carro de guerra, con todo tipo de armas. No llega para acabar con todo los que se le oponen por la fuerza. Más bien, para comenzar un nuevo reino de servicio, de amor y de paz. Es lo que podemos leer en la profecía de Zacarias <em>(¡Alégrate mucho, hija de Sión! ¡Grita de alegría, hija de Jerusalén! Mira, tu rey viene hacia ti, justo, Salvador y humilde. Viene montado en un asno, en un pollino, cría de asna. Zac 9,9</em>). El asno, símbolo del servicio, es la señal de que empieza algo nuevo. Servir, llevar la carga de los demás, como hace el asno.</span></p><p><span>La lectura de Isaías nos reafirma en la imagen de un Mesías distinto, que no responde a la violencia con violencia. Con la ayuda del Señor, todo lo soporta. Escucha la Palabra, y puede decir algunas palabras de aliento. A pesar de todo. Se puede caer en el pesimismo – <em>Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?</em> – pero siempre hay salida.</span></p><p><span>A veces, esa salida exige mucho esfuerzo. Lo sabe bien el mismo Jesús, como nos recuerda la segunda lectura: <em>actuando como un hombre cualquiera, se rebajó hasta someterse incluso a la muerte, y una muerte de cruz</em>. Es la consecuencia de la Encarnación. Hombre hasta el final, con todas las consecuencias. En el mundo como uno más, pasando frío y calor, hambre y sed, alegrándose y llorando con y por sus amigos. Muriendo por todos y cada uno, nos abrió las puertas de la salvación.</span></p><p><span>Para que pensemos en ello, quizá, la Liturgia nos presenta en este domingo la Pasión de Nuestro Señor. El Viernes Santo no celebramos la Eucaristía, y, de esta manera, en la Misa, recuerdo del sacrificio de Cristo, escuchamos este relato que, de otro modo, quedaría fuera.</span></p><p><span>No por conocido, el relato de la Pasión deja de impresionar. Si lo leemos despacio, cada vez podemos captar algún detalle que nos toque especialmente. Porque se pasa de aclamar a Jesús a pedir su muerte. Casi sin solución de continuidad.</span></p><p><span>Podemos tratar de leer el relato de la Pasión, colocándonos en el lugar de los distintos protagonistas. Sentirnos Pilatos, por las ocasiones en que, ante los problemas ajenos, nos lavamos las manos, pensando que “no es mi problema”. Revisar nuestro “pasotismo” ante lo que nos rodea, por ejemplo.</span></p><p><span>O podemos colocarnos entre la multitud que, por la presión de los sacerdotes y fariseos, piden la libertad de un bandido, Barrabás, en vez de pedir la libertad de Jesús. En cuántas ocasiones nos dejamos llevar por la presión social, por el “qué dirán”, por quedar bien ante nuestros amigos, familiares, conocidos…</span></p><p><span>Ver las cosas desde el punto de vista del centurión no estaría mal. Reconoce, aunque tarde, que Jesús era el Hijo de Dios. En demasiadas ocasiones tardamos en ver las cosas como son. Nos fiamos mucho de lo que “ya sabemos”, de lo que “ya hemos hecho”, nos cuesta aceptar las novedades.</span></p><p><span>Pero, sobre todo, tenemos que intentar ver las cosas desde el punto de vista de Jesús. A pesar de todo, siempre dispuesto a aceptar la voluntad de Dios. Hasta la muerte. Perdonando a lo que le condenaban, a los que le traicionaron – todos – y siendo el puente entre Dios y nuestra salvación. Ver a todos con la mirada de Dios.</span></p><p><span>La misión del Señor no ha terminado. Está en marcha. Continúa caminando hacia nosotros, porque quiere estar cerca de todos. Cerca de los jóvenes, de los obreros, de los enfermos, de los ancianos y, claro, más cerca de todos los pobres, que son sus preferidos. El Señor camina también hacia ti. Quiere encontrarse contigo. Quiere que sepas reconocerle y acogerle, porque quiere que cenes con Él. Le gusta siempre la cercanía y la intimidad. Debo salir a su encuentro. No le puedo decepcionar.</span></p><p><span>¿Acaso no podemos nosotros también aportar nuestra contribución al triunfo de Jesús? No es algo imposible. Nosotros, que vivimos hoy en día, podemos prestar nuestra ayuda, no para facilitar la entrada de Jesús a Jerusalén hace unos dos mil años, sino para su retorno glorioso al fin de los tiempos. No se trata de hacer grandes cosas. Es suficiente que creamos en Jesús, Señor de Universo, nuestro redentor y nuestro Juez que viene a recompensar los justos y castigar a los malos.</span></p><p><span>¡Que la Virgen María, que estuvo también en la entrada de Jesús en Jerusalén, nos ayude mediante su intercesión y sus consejos, para que, siempre, podamos compartir el camino con Cristo!</span></p><p><span>Vuestro hermano en la fe, Alejandro, C.M.F.</span></p><p><span>Ciudadredonda.org</span></p><p><span><br></span></p><p><span><b>2</b></span></p><p><span><b><br></b></span></p><p><span><b><i>¡Hosana¡ al Cristo sufriente</i></b></span></p><p><span><b><br></b></span></p><p><span><span><span><i>Tanto los que le precedían como los que le seguían gritaban: “¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Bendito el reino de nuestro padre David que ha de venir! ¡Hosanna en las Alturas!" </i></span></span></span></p><p><span><a href="https://biblia.com/bible/rsvce/Mark%2011.9%E2%80%9310"><span><span>Marcos 11:9–10</span></span></a></span></p><p><span><span>A lo largo de su vida, Jesús viajó muchas veces a Jerusalén. Cuando era niño, fue presentado en el Templo. A los doce años, fue encontrado enseñando a los maestros de la Ley en el Templo. A medida que crecía, hacía peregrinaciones regulares al Templo. Durante Su tentación en el desierto, el diablo lo llevó al pináculo del Templo. En los Evangelios leemos sobre al menos cuatro viajes diferentes al Templo durante el ministerio público de Jesús. Sin embargo, el viaje a Jerusalén que hoy conmemoramos no se parece a ningún otro. Cuando Jesús entró en Jerusalén esta vez, los líderes religiosos ya buscaban su vida. A pesar de ello, Jesús entró en Jerusalén con gran solemnidad y con mucha atención. <i>“¡Hosana! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!</i> Fue el grito de la multitud cuando Jesús entró en Jerusalén montado en un asno mientras ramas de palma y mantos estaban esparcidos delante de Él.</span></span></p><p><span><span>Aunque esta era la forma más adecuada para que el pueblo de fe recibiera a su Rey, su cálida bienvenida, sus gritos “¡Hosanna!” y su entusiasmo fue más beneficioso para ellos que para Jesús. Jesús es Dios. Él no necesita nuestra alabanza y honor. Pero Jesús vino a nosotros para invitarnos a alabarle, honrarlo y adorarlo porque es bueno para nosotros. Necesitamos alabarlo. Para esto estamos hechos. Esto conduce a la realización de nuestras vidas.</span></span></p><p><span><span>Al comenzar la Semana Santa, intenta pasar tiempo con esta imagen del pueblo honrando a nuestro Señor con mucho entusiasmo. Esta es una imagen que representa en quién debemos convertirnos. A medida que avanzamos en esta Semana Santa, debemos ser cada vez más conscientes del Dios a quien ofrecemos nuestra alabanza y adoración. Es un Dios que se rebajó ante los ojos de todos, tomó forma de esclavo, se dejó etiquetar como pecador grave, fue rechazado, golpeado y asesinado. Esta semana, especialmente, adoramos al Cristo sufriente. Adoramos a un Hombre que fue arrestado y tratado cruelmente. Adoramos a un Hombre que fue odiado y maltratado de la peor manera posible.</span></span></p><p><span><span>Nuestra adoración incondicional al Cristo sufriente es un acto importante a cumplir. En muchos sentidos, es más fácil adorar a Dios tal como está en el cielo en Su glorioso trono. Cuando reflexionamos sobre las miríadas de ángeles reunidos a su alrededor, los santos de todos los tiempos postrados en tierra y la gloria y el esplendor que irradian de su rostro, la adoración parece correcta. Adorar a un Hombre acusado de ser un criminal y sufrir la pena capital mientras soporta el odio de muchos es más difícil de comprender. Pero si somos capaces de ver a Jesús a través de los ojos de la fe y mirar a través del odio y las mentiras que lo rodeaban, entonces estaremos asombrados por la humildad de nuestro Dios que vino a nosotros de esta manera.</span></span></p><p><span><span>Nuestra adoración al Cristo sufriente también nos invita a compartir su virtud al soportar todo lo que le fue infligido. Cuando adoramos al Cristo humillado, nuestras humillaciones adquieren nuevo poder y significado. Cuando adoramos al Cristo sufriente, nuestros sufrimientos se elevan para participar en Su redención. Cuando adoramos al Cristo rechazado, despreciado y perseguido, cualquier forma en que compartamos estas dificultades se transforma.</span></span></p><p><span><span>Reflexiona hoy sobre el Dios a quien adoras en esta Semana Santa. No rehúyas todo lo que Jesús soportó. Contempla su rechazo y pasión. Mira el odio que soportó. Al hacerlo, ve no sólo a tu glorioso Dios, mira también el remedio para todos tus males. Dios descendió a nosotros en esta forma tan humilde para poder encontrarnos donde estamos y elevarnos a una nueva vida con Él.</span></span></p><p><i><span>Señor mío sufriente, te adoro y te alabo con todo mi corazón. Al entrar en Jerusalén para la Pascua, tenías la intención de darle un nuevo poder a esa celebración al convertirte en el Nuevo y Eterno Cordero Pascual. Que siempre te adore, que sufriste por mí, y te entregue todo lo que soporto en la vida para que sea transformado por Tu acto salvador. Jesús, en Ti confío.</span></i></p>Gustavo Quiceno Jhttp://www.blogger.com/profile/02956032680371359080noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8740151201169083013.post-65593047383485242342024-03-23T16:04:00.000-07:002024-03-23T16:04:00.429-07:0028 de marzo del 2021: Domingo de Ramos y de la Pasión del Señor<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="box_notarecurso" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-origin: initial; background-position: 100% 0%; background-repeat: no-repeat; background-size: initial; background: url(http://www.soyperiodista.com/sites/soyperiodista.com/themes/sper/images/top_box_despliegue.gif) 100% 0% no-repeat rgb(255, 255, 255); margin: 0px 0px 0px 6px; padding: 7px 7px 7px 105px; position: relative;">
<div class="titulo" style="margin: 0px; padding: 0px;">
<h2 style="letter-spacing: -1px; line-height: 38px; margin: 0px 0px 10px; padding: 0px; text-align: center;"><br /></h2></div>
</div>
<div class="contenido" style="background-color: white; border-bottom-color: rgb(204, 204, 204); border-bottom-style: solid; border-bottom-width: 1px; border-bottom: 1px solid rgb(204, 204, 204); font-stretch: normal; line-height: 24px; margin: 0px 0px 15px; padding: 0px 0px 15px;">
<div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: center;">
<i><span style="font-family: arial; font-size: medium;">He aquí que comienza la Semana Santa. Siete días para seguir a Jesús paso a paso, desde su entrada en Jerusalén hasta su victoria sobre la muerte. Siete días tan importantes, tanto que el mundo será sacudido para siempre.</span></i></div><div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: center;"><i><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /></span></i></div>
<div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: center;">
<i><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg5yruBqEep1HBTk4Ou8tK8AacuHzgAlfbUC61oetPupVXw3cX2zsy_1mG2_XOhayMv3UwpjDHGZPJ0UvPt9wJKWesq82TAHRrHlgrkmL2G66hNuCjiXn7hi_tEzvflscwxw_JzLx9mHCY/s303/descarga+%25287%2529.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="166" data-original-width="303" height="219" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg5yruBqEep1HBTk4Ou8tK8AacuHzgAlfbUC61oetPupVXw3cX2zsy_1mG2_XOhayMv3UwpjDHGZPJ0UvPt9wJKWesq82TAHRrHlgrkmL2G66hNuCjiXn7hi_tEzvflscwxw_JzLx9mHCY/w400-h219/descarga+%25287%2529.jpg" width="400" /></a></div><br /><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /></span></i></div><div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: center;"><i><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /></span></i></div><div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: center;"><i><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /></span></i></div>
<div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px;">
</div>
<div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;">
<strong style="margin: 0px; padding: 0px;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">Evangelio</span></strong></div>
<div style="margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="color: #333333; font-family: arial; font-size: medium;"><b>Pasión</b></span></span><b style="color: #333333;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"> de Nuestro Señ<span style="margin: 0px; padding: 0px;">or Jesucristo según san Marcos (15,1-39):</span></span></b></div>
<div style="margin-bottom: 12px; padding: 0px;"><div style="color: #333333; text-align: justify;"><i><span style="font-family: arial; font-size: medium;">Apenas se hizo de día, los sumos sacerdotes, con los ancianos, los escribas y el Sanedrín en pleno, se reunieron, y, atando a Jesús, lo llevaron y lo entregaron a Pilato. Pilato le preguntó:</span></i></div>
<i><div style="color: #333333; text-align: justify;"><i><span style="font-family: arial; font-size: medium;">«¿Eres tú el rey de los judíos?»</span></i></div><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><div style="color: #333333; text-align: justify;"><i><span style="font-family: arial; font-size: medium;">Él respondió:</span></i></div><div style="color: #333333; text-align: justify;"><i><span style="font-family: arial; font-size: medium;">«Tú lo dices.»</span></i></div><div style="color: #333333; text-align: justify;"><i><span style="font-family: arial; font-size: medium;">Y los sumos sacerdotes lo acusaban de muchas cosas. Pilato le preguntó de nuevo:</span></i></div><div style="color: #333333; text-align: justify;"><i><span style="font-family: arial; font-size: medium;">«¿No contestas nada? Mira cuántos cargos presentan contra ti.»</span></i></div><div style="color: #333333; text-align: justify;"><i><span style="font-family: arial; font-size: medium;">Jesús no contestó más; de modo que Pilato estaba muy extrañado. Por la fiesta solía soltarse un preso, el que le pidieran. Estaba en la cárcel un tal Barrabás, con los revoltosos que habían cometido un homicidio en la revuelta. La gente subió y empezó a pedir el indulto de costumbre. Pilato les contestó:</span></i></div><div style="color: #333333; text-align: justify;"><i><span style="font-family: arial; font-size: medium;">«¿Queréis que os suelte al rey de los judíos?»</span></i></div><div style="color: #333333; text-align: justify;"><i><span style="font-family: arial; font-size: medium;">Pues sabía que los sumos sacerdotes se lo habían entregado por envidia. Pero los sumos sacerdotes soliviantaron a la gente para que pidieran la libertad de Barrabás. Pilato tomó de nuevo la palabra y les preguntó:</span></i></div><div style="color: #333333; text-align: justify;"><i><span style="font-family: arial; font-size: medium;">«¿Qué hago con el que llamáis rey de los judíos?». Ellos gritaron de nuevo:</span></i></div><div style="color: #333333; text-align: justify;"><i><span style="font-family: arial; font-size: medium;">«¡Crucifícalo!»</span></i></div><div style="color: #333333; text-align: justify;"><i><span style="font-family: arial; font-size: medium;">Pilato les dijo:</span></i></div><div style="text-align: justify;"><i><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span style="color: #333333;">«Pues ¿Qué mal ha hecho?»</span></span></i></div><div style="color: #333333; text-align: justify;"><i><span style="font-family: arial; font-size: medium;">Ellos gritaron más fuerte:</span></i></div><div style="color: #333333; text-align: justify;"><i><span style="font-family: arial; font-size: medium;">«¡Crucifícalo!»</span></i></div><div style="color: #333333; text-align: justify;"><i><span style="font-family: arial; font-size: medium;">Y Pilato, queriendo dar gusto a la gente, les soltó a Barrabás; y a Jesús, después de azotarlo, lo entregó para que lo crucificaran. Los soldados se lo llevaron al interior del palacio –al pretorio– y reunieron a toda la compañía. Lo vistieron de púrpura, le pusieron una corona de espinas, que habían trenzado, y comenzaron a hacerle el saludo:. «¡Salve, rey de los judíos!»</span></i></div><div style="color: #333333; text-align: justify;"><i><span style="font-family: arial; font-size: medium;">Le golpearon la cabeza con una caña, le escupieron; y, doblando las rodillas, se postraban ante él. Terminada la burla, le quitaron la púrpura y le pusieron su ropa. Y lo sacaron para crucificarlo. Y a uno que pasaba, de vuelta del campo, a Simón de Cirene, el padre de Alejandro y de Rufo, lo forzaron a llevar la cruz. Y llevaron a Jesús al Gólgota (que quiere decir lugar de «la Calavera»), y le ofrecieron vino con mirra; pero él no lo aceptó. Lo crucificaron y se repartieron sus ropas, echándolas a suerte, para ver lo que se llevaba cada uno. Era media mañana cuando lo crucificaron. En el letrero de la acusación estaba escrito: «El rey de los judíos.» Crucificaron con él a dos bandidos, uno a su derecha y otro a su izquierda. Así se cumplió la Escritura que dice: «Lo consideraron como un malhechor.» Los que pasaban lo injuriaban, meneando la cabeza y diciendo:</span></i></div><div style="color: #333333; text-align: justify;"><i><span style="font-family: arial; font-size: medium;">«¡Anda!, tú que destruías el templo y lo reconstruías en tres días, sálvate a ti mismo bajando de la cruz.»</span></i></div><div style="color: #333333; text-align: justify;"><i><span style="font-family: arial; font-size: medium;">Los sumos sacerdotes con los escribas se burlaban también de él, diciendo:. «A otros ha salvado, y a sí mismo no se puede salvar. Que el Mesías, el rey de Israel, baje ahora de la cruz, para que lo veamos y creamos.»</span></i></div><div style="color: #333333; text-align: justify;"><i><span style="font-family: arial; font-size: medium;">También los que estaban crucificados con él lo insultaban. Al llegar el mediodía, toda la región quedó en tinieblas hasta la media tarde. Y, a la media tarde, jesús clamó con voz potente:</span></i></div><div style="color: #333333; text-align: justify;"><i><span style="font-family: arial; font-size: medium;">«Eloí, Eloí, lamá sabaktaní.». Que significa:</span></i></div><div style="color: #333333; text-align: justify;"><i><span style="font-family: arial; font-size: medium;">«Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?»</span></i></div><div style="color: #333333; text-align: justify;"><i><span style="font-family: arial; font-size: medium;">Algunos de los presentes, al oírlo, decían:</span></i></div><div style="color: #333333; text-align: justify;"><i><span style="font-family: arial; font-size: medium;">«Mira, está llamando a Elías.». Y uno echó a correr y, empapando una esponja en vinagre, la sujetó a una caña, y le daba de beber, diciendo:. «Dejad, a ver si viene Elías a bajarlo.»</span></i></div><div style="color: #333333; text-align: justify;"><i><span style="font-family: arial; font-size: medium;">Y Jesús, dando un fuerte grito, expiró. El velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo. El centurión, que estaba enfrente, al ver cómo había expirado, dijo:</span></i></div><div style="color: #333333; text-align: justify;"><i><span style="font-family: arial; font-size: medium;">«Realmente este hombre era Hijo de Dios.»</span></i></div></span></i></div>
<div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">
Palabra del Señor</span></div>
<div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /></span></div>
<div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /></span></div>
<div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;">
<strong style="margin: 0px; padding: 0px;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><u>A guisa de introducción:</u></span></strong></div>
<div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /></span></div>
<div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">
<strong style="margin: 0px; padding: 0px;">Hay un salvador en el avión?</strong></span></div>
<div style="margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span style="color: #333333;">
Hace varios años circula esta breve historia y que es real, dicen, en las redes sociales , y que hoy me permito reproducir para iluminar la reflexión de este domingo de ramos, entrada en la semana mayor:</span></span></div>
<div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">El 14 de octubre del 2008 (aunque la noticia la leí hace muy poco) en un vuelo de British Airways de Johannesburgo a Londres sucedía lo siguiente:</span></div><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><div style="text-align: justify;"> Una mujer blanca de unos 50 y tantos años llego al asiento que le tocaba en un avión que iba lleno de pasajeros e inmediatamente se negó a sentarse.</div><div style="text-align: justify;">Junto al asiento se encontraba sentado un hombre de raza negra. Disgustada, la mujer inmediatamente llamo a la azafata y le demando otro asiento.</div><div style="text-align: justify;">La mujer dijo “yo no puedo sentarme junto a un hombre negro.”</div><div style="text-align: justify;">La azafata le contestó:</div><div style="text-align: justify;">Permítame ver si hay otro asiento disponible. Después de comprobar, la azafata regreso y le dijo a la mujer:</div><div style="text-align: justify;">Señora, no hay otro asiento disponible en clase económica, pero revisare con el capitán para verificar si existe algún asiento disponible en primera clase.”</div><div style="text-align: justify;">10 minutos después, la azafata regreso y dijo.</div><div style="text-align: justify;">El capitán me ha confirmado que no hay asientos disponibles en clase económica pero hay uno en primera clase.</div><div style="text-align: justify;">Es nuestra política en la empresa nunca cambiar a una persona de clase económica a primera clase, pero viendo que podría resultar en un escándalo forzar a alguien a sentarse junto a una persona que no le es agradable, el capitán estuvo de acuerdo en hacer el cambio a primera clase.</div><div style="text-align: justify;">Antes de que la mujer pudiera decir algo, la azafata se dirigió al hombre de raza negra y le dijo:</div><i><div style="text-align: justify;"><i>“Señor, si fuera usted tan amable de tomar sus artículos personales, queremos moverlo a un asiento más confortable en primera clase ya que el capitán no quiere que usted esté sentado junto a una persona desagradable.”</i></div></i><div style="text-align: justify;">Los pasajeros en los asientos cercanos comenzaron a aplaudir mientras algunos ovacionaban de pie la atinada reacción del capitán y la azafata.</div></span></div>
<div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /></span></div>
<div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">
Olivier Clément (17 noviembre 1921 - + Paris 15 enero 2009) es un inmenso teólogo, un Teólogo con mayúscula, un gran pensador del cristianismo. De joven se convirtió en cristiano ortodoxo y estuvo cerca de la comunidad espiritual y orante de Taizé (Francia). El escribió un libro que se llama “Jesús me ha hablado”. Jesús le ha hablado Ahh! y qué le ha dicho?..Jesús me dijo: “tú tienes necesidad de ser sanado, perdonado, re-creado. Y yo soy aquel que te sana, te perdona y te recrea”. Todo está ahí. Jesús no es una voz más entre las otras de la historia de la humanidad; Jesús es mucho más que un barniz para hacer brillar las grandes etapas de nuestra vida: nacimiento (bautismo), entrada en la adolescencia (confirmación), matrimonio y muerte.</span></div>
<div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">
Jesús es mucho más que una referencia, un modelo, un ideal. Jesús es más que una lección de catecismo. Jesús es MI SALVADOR, Aquel que viene a sacarme del pantano del mal, aquel que quiere erradicar de mi corazón todas las raíces del pecado. Cómo lo hace? No bombardeándonos de antibióticos sino muriendo en la cruz y resucitando uniéndosenos a cada uno en nuestra situación de vida, nuestra historia personal, nuestras relaciones, nuestra profesión, nuestra vocación. Puesto que son todos esos los sectores de nuestra vida que tienen necesidad de este “salvavidas”. Jesús me ha dicho: “tú necesitas ser sanado, perdonado, creado. Y yo soy aquel que te sana, que te perdona, que te recrea”.</span></div>
<div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /></span></div>
<div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">
+++</span></div>
<div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Qué bella tradición la de este domingo! También nosotros portamos ramos en la mano para acoger el Mesías, el Mesías que llega a nuestras vidas. Nosotros podríamos simplemente cantar. Podríamos simplemente levantar los brazos en signo de admiración. Pero esto no parece ser suficiente. Nos hacemos a un gajo de ramo o palma para que se eleve bien encima de nuestra cabeza y manifestar así un signo de nuestra alegría y agradecimiento.</span></div><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">Primeramente, este rito habría sido celebrado en Jerusalén y después llego a ser “universal” en el siglo IX. A destacar que se utilizaba siempre gajos o ramas de follaje local, porque eran los parroquianos y o feligreses que aportaban su ramo a la iglesia.</div><div style="text-align: justify;">++</div><div style="text-align: justify;">Los evangelistas sitúan la entrada triunfal de Cristo en la ciudad luego de la resurrección de Lázaro. Este acontecimiento estremeció a los escribas y fariseos, quienes preguntaban por todas partes: ¿Dónde está ese profeta que engaña al pueblo?</div><div style="text-align: justify;">También nosotros, discípulos de Cristo, hoy nos hacemos una pregunta semejante: Si Jesús es Rey de paz y de justicia. Si un día entró en la ciudad santa,</div><div style="text-align: justify;">cambiando su estilo de sencillez y de humildad, para probar que puede transformar el mundo, ¿en dónde estará hoy su reinado?.</div><div style="text-align: justify;">Un pueblo creyente como el nuestro sólo encuentra en derredor conflicto y violencia, confrontación política, pobreza y destrucción.</div><div style="text-align: justify;">Pero al leer la historia desde la fe comprenderemos que cuando los humanos desatamos la guerra, el Señor no se empeña en construir la paz sin nosotros. Aguarda que nos convirtamos a El y enmendemos nuestra conducta.</div><div style="text-align: justify;">Por lo tanto, el reinado de Dios se apoya en la conciencia y en el corazón de los hombres. Valdría pues que cada uno se pregunte si ha sido honrado de obra y de palabra. Si ha compartido con generosidad. Si está educando a sus hijos para la convivencia. Si realiza siempre con responsabilidad su trabajo. Si ya apagó en su interior todo germen de venganza.</div><div style="text-align: justify;">Todo ello es necesario para que el reinado de Dios avance entre nosotros y se haga visible en las personas y en las instituciones. En las estructuras sociales y políticas. Ese reinado de Cristo que anhelamos requiere muchos días y muchos esfuerzos.</div><div style="text-align: justify;">El papa Juan Pablo II nos dice: “ Esto exige que salgáis de vosotros mismos, de vuestros razonamientos, de vuestra “prudencia”, de vuestra indiferencia. De las costumbres anticristianas que habéis adquirido. Dejad que Cristo reine entre vosotros. Que sea siempre el camino, la verdad y la vida. Dejad que sea vuestra salvación y vuestra felicidad”.</div><div style="text-align: justify;"> (P. Gustavo Vélez, "calixto" ...tejasarriba.org) </div></span></div><div style="margin-bottom: 12px; padding: 0px;">
<div class="contenido" style="background-color: white; border-bottom-color: rgb(204, 204, 204); border-bottom-style: solid; border-bottom-width: 1px; border-bottom: 1px solid rgb(204, 204, 204); color: #333333; font-stretch: normal; line-height: 24px; margin: 0px 0px 15px; padding: 0px 0px 15px;">
<div style="margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;">
<strong style="margin: 0px; padding: 0px;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /></span></strong></div><div style="margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;"><strong style="margin: 0px; padding: 0px;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /></span></strong></div>
<div style="margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;">
<strong style="margin: 0px; padding: 0px;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">Aproximación psicológica al texto del Evangelio</span></strong></div>
<div style="margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: arial; font-size: medium;"><strong style="margin: 0px; padding: 0px;"> </strong><strong style="margin: 0px; padding: 0px;">Acaso sólo triunfa la maldad?</strong></span></div>
<div style="margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">
La pasión del Señor está totalmente marcada por intrigas, traiciones, sublevaciones de gente empujada por jefes hostiles, que uno tiene la impresión o puede llegar a pensar que sus contemporáneos eran todos malos.</span></div>
<div style="margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">
Pero los relatos de la pasión esconden (o sugieren tímidamente) un impresionante repertorio de personas, de gente que, cada quien a su manera, trataron de ayudar a Cristo y de librarlo del suplicio de la cruz.</span></div>
<div style="margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">
Hubo, por ejemplo, la mujer del gobernador Pilatos que dirá a su marido no mezclarse en el proceso de este justo (Mt 27); el mismo Pilato hizo un esfuerzo para hacerle comprender a los judíos que Jesús era inocente (Jn 18,38; 19,4,6; ver en Hechos de los Apóstoles 3,13). Antes se nos ha hablado de algunos soldados que se habían negado a detenerlo (Jn 7,45-46.</span></div>
<div style="margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">
Nicodemo había intentado defender a Jesús en el Consejo de los sacerdotes y fariseos (Jn 7,50-52), y José de Arimatea, él tampoco se mostraba de acuerdo con las autoridades judías (Lc 23, 50-51).</span></div>
<div style="margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">
Durante el camino hacia el calvario (vía-crucis), hubo mujeres que lloraron a su lado (Mt 27,55-56). Otras mujeres le siguieron hasta el lugar de la crucifixión (Mt 27,60). Una parte de la multitud, contemplando lo que había pasado, dan la vuelta mientras se dan golpes de pecho (Lc 23,48). El buen ladrón descubre en Jesús a un hombre justo (Lc 23,48). Y con toda seguridad, el discípulo que Jesús amaba, estaba también allí, al pie de la cruz, con María, la madre de Jesús (Jn 19,25-27).</span></div>
<div style="margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">
Después de la muerte de Jesús, José de Arimatea tiene el coraje y la valentía de ir (Mc 15,43) a casa del Gobernador Pilato para obtener el permiso de retirar su cuerpo de la cruz para enterrarlo con dignidad (Mt 27,57-60). En su momento Nicodemo se le une y este para prepararle derrama sobre su cuerpo 100 libras de perfume (Jn 19,39).</span></div>
<div style="margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">
Sin embargo, me gustaría hablarles todavía de otros dos personajes que encontramos en el camino de la cruz y nombrados en el evangelio de este día.</span></div>
<div style="margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">
El primero, es Simón el cirineo (o Simón de Cirene). Cirene era una ciudad de Libia, en África del Norte. Simón era entonces un inmigrante en Israel. Los nombres de sus 2 hijos, Alejandro y Rufus, muestran una apertura hacia todos los horizontes: el nombre Alejandro viene del mundo griegos y Rufus es un nombre romano (Mc 15,21). El hecho que San Marcos nombre sus dos hijos, demuestra por lo que sigue, que ellos se han convertido al cristianismo y que ellos son bien conocidos por sus lectores (ver Romanos 16,13 donde San Pablo dice que su madre (de ellos) era como una madre para él). Y la tradición cristiana tampoco ha dejado en el olvido a Simón el Cirineo, pues es el héroe de la quinta estación del via-crucis.</span></div>
<div style="margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">
El evangelio nos dice que Simón entraba a su casa de regreso del campo. Quizás ha debido trabajar toda la mañana. A la hora del medio día cuando el sol golpea fuerte, estaría fatigado y hambriento y se le ha pedido entonces ayudarle cargar la cruz a Jesús. Él, extranjero de paso, llega a ser la primera persona que hace literalmente lo que Jesús había dicho antes: “Si alguien quiere venir en pos de mi, que renuncie a sí mismo, que tome su cruz y me siga” (Mc 8,34).</span></div>
<div style="margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">
Simón ha portado (llevado, cargado) la cruz de Jesús. Estaba muy cerca de Él, ha sentido su respiración y su aliento, lo ha visto sufrir y quizás llorar. Al hacer esto, Simón se ha convertido en el compañero y testigo privilegiado de este conmovedor evento de la historia: el camino de la cruz (vía-crucis), donde el Hijo de Dios entrega (dona, da) su vida para que todos los seres humanos, sin excepción, sean salvos.</span></div>
<div style="margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">
Sin darse cuenta que esta procesión de pesadilla le conducía directamente a Dios y que un día su nombre iba llegar a ser el sinónimo de personas anónimas, simples y o sencillas quienes a través de todo el mundo saben ayudar los otros, Simón ha levantado la cruz de Jesús y la llevó en sus hombros. Así él se ha convertido en el precursor de todos los simón cirineos de la historia.</span></div>
<div style="margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">
Los medios de comunicación poco o nada nos hablan de estas personas, pero cuando se les hace urgente, justo y necesario se hacen o toman un lugar cerca de alguien que carga dolorosamente su cruz, porque lo saben hacer y sin mascaras. Simón cirineos pueden ser nuestros padres, nuestras madres, hermanos y hermanas, nuestros amigos, a veces desconocidos que nos rodean con su simpatía y nos ayudan.</span></div>
<div style="margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">
Después haber hablado de Simón el Cirineo, San Marcos tiene algo que decirnos a propósito del centurión romano quien era el jefe de pelotón (100 hombres) , encargado de la ejecución de Jesús, este hombre había visto a Jesús sucumbiendo bajo el peso de la cruz, fatigado, agotado y había hecho reclutar por unos cuantos minutos u horas a Simón para ayudarle a llevar la cruz a Jesús. Él había ordenado también que se le ofreciera vino aromatizado de Mirra al condenado para mitigar su dolor (Mc 15,23), y finalmente al momento de la muerte de Cristo, este mismo centurión, acostumbrado a ver morir tantos hombres, declara: “verdaderamente este era Hijo de Dios” (Mc 15,39). La mirada de este extranjero sobre Jesús nos hace superar la vergüenza normal ante el espectáculo de la muerte de un criminal. El Centurión le devuelve el honor y la dignidad a Jesús, restablece su persona y al mismo tiempo lo restablece en su relación con su Padre del Cielo.</span></div>
<div style="margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">
Pero en fin, por qué el centurión ha pronunciado estas palabras? Estaba acaso él en la búsqueda de la verdad y la percibió en el sufrimiento de Jesús? Sus palabras traicionan su fe en Dios? Sin ninguna duda, no podemos nosotros mejorar o realzar el sentido de estas palabras que han salido de la boca de este oficial pagano. Es probable que solo haya reconocido la inocencia y la santidad serena que Jesús ha mostrado a lo largo de la pasión. Pero para el evangelista San Marcos, las palabras de este hombre tienen otro sentido o contenido y nos invita a reconocer verdaderamente en el crucificado a “El hijo de Dios” (Mc 1,1).</span></div>
<div style="margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">
En este preciso instante, el amor de Dios, que arroja todas las dificultades y sufrimientos en el sufrimiento de Cristo nos permite ya ver entre líneas la resurrección. Gracias a las palabras del soldado de otra tradición religiosa (no pagano, no me gusta esta palabreja), la cruz de Cristo se transforma en una cruz luminosa (una cruz de luz).</span></div>
<div style="margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /></span></div>
</div>
<span style="font-family: arial; font-size: medium;"><div style="text-align: justify;"><span style="color: #333333;"><br /></span></div>
</span><div class="box_notarecurso" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-origin: initial; background-position: 100% 0%; background-repeat: no-repeat; background-size: initial; background: url(http://www.soyperiodista.com/sites/soyperiodista.com/themes/sper/images/top_box_despliegue.gif) 100% 0% no-repeat rgb(255, 255, 255); color: #333333; margin: 0px 0px 0px 6px; padding: 7px 7px 7px 105px; position: relative;">
<div class="titulo" style="margin: 0px; padding: 0px;">
<h2 style="font-weight: normal; letter-spacing: -1px; line-height: 38px; margin: 0px 0px 10px; padding: 0px; text-align: justify;"><br /></h2></div><div class="recursos" style="margin: 12px 0px; padding: 0px; width: 539px;">
</div>
</div>
<div class="contenido" style="background-color: white; border-bottom-color: rgb(204, 204, 204); border-bottom-style: solid; border-bottom-width: 1px; border-bottom: 1px solid rgb(204, 204, 204); font-stretch: normal; line-height: 24px; margin: 0px 0px 15px; padding: 0px 0px 15px;">
<div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;">
<strong style="margin: 0px; padding: 0px;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /></span></strong></div>
<div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;">
<strong style="margin: 0px; padding: 0px;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">Reflexión Central</span></strong></div>
<div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;">
<strong style="margin: 0px; padding: 0px;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br style="margin: 0px; padding: 0px;" /></span></strong></div>
<div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: arial; font-size: medium;"><strong style="margin: 0px; padding: 0px;"> </strong><strong style="margin: 0px; padding: 0px;">Un Dios de la tierra</strong></span></div>
<div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;"><strong style="font-family: arial; font-size: large; margin: 0px; padding: 0px;"> </strong></div>
<span style="font-family: arial; font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">En muchas ocasiones, a lo largo de mi existencia profesores, amigos, colegas y mismo miembros de mi familia me han tildado de “intelectual”. Adjetivo con el que me califican, no solo porque desde niño he mostrado gusto por la lectura, los libros y la cultura general, sino también porque mis manos suaves, tonificadas y rosadas casi “femeninas”, denotan muy poco trabajo material (aun así haya laborado en ciertas etapas de la vida sin dejar cicatrices o callos permanentes en mis extremidades). Otro amigo que me conoce bien hace poco me decía que era un “intelectual” (sinónimo de espiritual), y esperando la razón de su calificativo me dice enseguida: “Se ve que eres muy sencillo, llevas una vida simple, por ejemplo, se nota que no te gustan los carros, ellos son un simple medio de transporte para ir de un punto A a un punto B, para mí por el contrario, un carro es muy importante…y me gusta tener el último modelo. Yo soy muy materialista!”. Era esto un cumplido o una flor, un “lambetazo” como decimos popularmente en Colombia? No del todo. Era como si se me dijera: “Tú no eres de esta tierra (o de este mundo)”. Y por lo tanto mi camino personal, no es más que una larga marcha para descubrir el misterio de esta tierra, aquí donde solamente Dios se deja descubrir. Y el evangelio de la pasión que leemos este domingo lo proclama con fuerza, e inclusive con violencia.</div></span></div>
<div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">
Cuando releemos estos capítulos 14 y 15 de Marcos, nos sorprendemos por el rostro de Cristo que se deja entrever: ya no está ese taumaturgo que cura la gente a diestra y siniestra, expulsa los demonios, enseña a las multitudes que lo aclaman, y aparece de algún modo como un ser “aparte”. Por primera vez, no es más que un humano, y nada es fácil para Él.</span></div>
<div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">
Lo que llama y retiene la atención, es la impotencia de Jesús. Él que conocía bien a la gente, cómo ha podido equivocarse en la elección de Judas como discípulo? Él está asustado y angustiado ante lo que le espera. Él no quiere morir, porque como nosotros ama la vida, está apegado a ella: “Me gustaría tanto que eso no suceda”. Una vez maniatado, no será más que un juguete (un títere) entre las manos de las autoridades.</span></div>
<div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">
Dónde esta aquel hombre que expulsaba los demonios, convertía a los pecadores y daba nueva existencia a los enfermos? Le propinan puñetazos, le escupen en el rostro, se le flagela, se le ridiculiza. La figura de Jesús se presenta muy lejana a la de un héroe; no solamente estará muy débil para cargar la cruz, tanto que morirá antes que los dos bandidos que le acompañan en su suplicio, hasta tal punto que Piloto se sorprenderá. He aquí que Él es como nosotros.</span></div>
<div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">
Lo que más me ha llamado siempre la atención, es la violencia que se desprende a lo largo de este relato. La violencia comienza desde el principio cuando Judas y (quizás alguna compañía), cuestiona sobre el dinero invertido en el costoso perfume derramado en su cabeza y sus pies por la mujer anónima.</span></div>
<div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">
Cómo describir la violencia de un discípulo que abraza su maestro con la frase respetuosa: “mi maestro”, y que de hecho viene a darle el beso de la muerte?</span></div>
<div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Violencia en los propósitos de Pedro que no hace más que negar repetitivamente (3 veces) con su cabeza y jurar de boca que no conoce a Jesús y que romperá en llanto, inconsolable ante lo que acaba de hacer.</span></div><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">Violencia de un proceso donde todo está decidido de antemano, sin mencionar todas las sevicias físicas de la armada romana.</div></span></div>
<div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">
Violencia en la escena de la gente que observa lo que sucede con cierto desprecio e indiferencia: cómo se puede ser tan duro ante un ser débil y vulnerable, y sobre todo cuando este ser, ha pasado su vida haciendo el bien, ayudando a la gente, y amándola?</span></div>
<div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">
Para mí, una escena viene a sellar esta violencia: después de haber exclamado fuertemente el “Dios mío, Dios mío, por qué me has abandonado” del Salmo 22, Jesús muere lanzando un gran grito.</span></div>
<div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">
Recuerdo cuando tenía 14 años, un medio escolar, confundido aun, sin mucha claridad sobre el objetivo existencial…En esa semana santa de aquel año 83, pasó que después de una celebración de la pasión en la iglesia, me fui a casa para leer el relato completo de la pasión otra vez en mi habitación, evoco como mis lágrimas brotaban. Años después, cuando le conté esto a alguien, esa persona me comentó, “seguramente fue en razón de tu edad y seguramente porque tu reconocías en lo que le paso a Jesús un poco de ti mismo, un poco de la gente que tu conocías, un poco de tu mundo?” Es verdad, yo sufro por mis propios reniegos, mis negaciones. Yo sufro por la inconsciencia de la gente y por su sufrimiento...</span></div>
<div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">
Un padre de familia de la región, que acababa de enterarse que su hijo había golpeado sin compasión en su chalet una pareja de pensionados, no encontró otra cosa más que decir: “es verdad, es estúpido lo que él ha hecho”, después él se fue a comprar una caja de cerveza para emborracharse.</span></div>
<div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">
Cuando un periódico u otro medio de comunicación hace un reportaje sobre el África y de esas regiones, donde poblaciones enteras mueren de hambre, preocupándose por describir su desespero y la ausencia de soluciones, yo cierro o apago rápido, puesto que esto me hace sentir muy mal.</span></div>
<div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Esta pasión-sufrimiento no existiría si la pasión-deseo no estuviera tan viva, este deseo salido de nuestras entrañas. Uno lo ve en Jesús: </span></div><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">deseo de la comunidad fraternal y cálida en el momento de su ultima cena, </div><div style="text-align: justify;">deseo de un grupo que lo respalde, lo sostenga cuando Él llama a sus discípulos a acompañarle en la oración de Getsemaní,</div><div style="text-align: justify;">deseo de un mundo renovado a través de su testimonio sobre el Mesías en su proceso (juicio) y sobre todo en el final del salmo 22 (“Los pobres comerán y serán saciados. Ellos alabaran a Yahvé, aquellos que le buscan”).</div></span></div>
<div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">
Pasión-deseo y pasión-sufrimiento van de la mano, y no pueden nacer si yo antes no me abro a todas las dimensiones a aquello que hace la trama de mi vida. A uno le gustaría huir de este mundo y reencontrar a Dios en el cielo, cuando es en el corazón de esta tierra, a través de ese grito que sale de nuestras entrañas, donde Él se deja descubrir.</span></div>
<div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">
He aquí por qué, después de haber escuchado el gran grito de Jesús que expresa un deseo si grande tanto que es sufrimiento, un deseo que llama a la resurrección, el centurión exclama: “verdaderamente, este hombre es el Hijo de Dios”, con toda seguridad, que no hay otro lugar hacia dónde mirar para descubrir el rostro de este ser misterioso a quien se le llama Dios.</span></div>
<div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /></span></div>
<div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">
***</span></div>
<div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Al pie de la cruz, un centurión (militar que tenía a su cargo 100 soldados) exclama: “verdaderamente este era el Hijo de Dios”.</span></div><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">Este centurión romano, que habría traspasado con su lanza el costado de Cristo y que confiesa su fe al pie de la cruz contemplando la muerte de Cristo, es festejado en las Iglesias de Oriente bajo el nombre de San Longinos o Longino (Nominis).</div></span></div>
<div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">
***</span></div>
<div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"> La Iglesia Católica, la Ortodoxa Oriental y la Armenia veneran a Longino como mártir. En el Martirologio Romano se lee: Día 16 de octubre; En Jerusalén, conmemoración de San Longino, quien es venerado como el soldado que abrió el costado del Señor crucificado con una lanza. No se mencionan ni lugar del martirio, ni fecha. Los armenios lo conmemoran el día 22 de octubre. En la Basílica de San Pedro, Vaticano, se halla una estatua de Longino esculpida por Bernini. En la misma basílica se conserva el fragmento de una punta de hierro que, según se asegura, pertenece a la Santa Lanza. </span></div><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">http://es.wikipedia.org/wiki/Longino_(santo)</div><div style="text-align: justify;"> </div></span></div>
<div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">
twitter: <strong style="margin: 0px; padding: 0px;">@gadabay</strong></span></div>
<div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /></span></div>
<div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">
<strong style="margin: 0px; padding: 0px;">Referencia:</strong></span></div>
<div style="margin-bottom: 12px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;"><span style="color: #333333; font-family: arial; font-size: large; font-weight: 700;"><br /></span></div>
<span style="color: #333333; font-family: arial; font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">mystereetvie.com</div></span></div>
<div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;">
<strong style="margin: 0px; padding: 0px;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">http://www.kt42.fr/la-foi-du-centurion-romain-cet-homme-etait-le-fils-de-dieu-a106344982</span></strong></div>
<div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;">
<strong style="margin: 0px; padding: 0px;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">wikipedia.org</span></strong></div>
</div>
</div>
</div>
</div>
Gustavo Quiceno Jhttp://www.blogger.com/profile/02956032680371359080noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8740151201169083013.post-32926773037043190212024-03-22T22:14:00.000-07:002024-03-23T06:18:34.066-07:0023 de marzo del 2024: sábado de la quinta semana de Cuaresma<p> </p><p><span><b><span face="Arial, sans-serif">SANTO DEL DIA</span></b><b><span face="Arial, sans-serif"></span></b></span></p><p><span><b><span face="Arial, sans-serif">Santo T</span></b><b><span face="Arial, sans-serif">o</span></b><b><span face="Arial, sans-serif">rib</span></b><b><span face="Arial, sans-serif">i</span></b><b><span face="Arial, sans-serif">o de Mogrovejo</span></b></span></p><p>
</p><p><span face="Arial, sans-serif"><span>1538-1606.
Este español llegó a ser arzobispo de Lima, donde abrió el primer seminario de
América Latina. Defendió los derechos de los indios frente a los excesos de los
colonizadores. Patrono del Perú.</span><span></span></span></p><p><span face=""Arial",sans-serif"><br></span></p><p><b><span face="Arial, sans-serif"><span>A pesar de la
evidencia</span></span></b></p><p>
</p><p><span face="Arial, sans-serif"><span><b>(Juan
11, 45-57) </b>Muchos judíos presenciaron la resurrección de Lázaro. Este hombre
“que ya olía” salió del sepulcro y reanudó el curso de su vida. Admitir este
milagro extraordinario llevaría a reconocer la divinidad de Jesús: sólo Dios es
dueño de la vida. Escleróticos en sus creencias, los fariseos se niegan a
rendirse a la realidad. Nos espera el peligro de preferir la comodidad de
nuestros hábitos a la objetividad de los hechos. ■</span><span></span></span></p><p><span face=""Arial",sans-serif"><br></span></p><p><span face=""Arial",sans-serif"><span><b>(Cántico de Jeremías 31 y Juan 11, 45-57)</b></span><i> El buen pastor mantiene unido a su rebaño, se preocupa de reunir a sus ovejas en un solo lugar, en un solo redil. Así, Jesús, el Buen Pastor, quiere reunirnos a todos en la unidad, y por eso está dispuesto a dar su vida.</i></span></p><p><span face=""Arial",sans-serif"><i><br></i></span></p><p align="center"><span><b>(Juan 11, 45-57)</b> <i>Sí, Jesús vino a la fiesta. Aceptó ser aclamado, luego condenado y crucificado. Cada vez que nos reunimos para darle la bienvenida, él está presente a nuestro lado y nos llena de su amor.</i></span></p><p><span><br></span></p><div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjWXG1fFUmeMm_yUURJBg_bKh3W7rt5yUanwsXjbWLJ2ZAaq-_LOHzdYE-Jj-65fLtGNbPQqChYbC-eOfJng9xAupUaJ8b6GhqbzWudzmYs3a7Bo_A0Kk7N4MPeOtp65YwvFbAZmHkzSj8Zf0hP80QCCWf1j62wv1c3ya0JeDFGAZfM3btW-oQP6j5n/s600/Stom_Matthias_-_Christ_Crowned_with_Thorns_-_c._1633-1639.jpg"><span><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjWXG1fFUmeMm_yUURJBg_bKh3W7rt5yUanwsXjbWLJ2ZAaq-_LOHzdYE-Jj-65fLtGNbPQqChYbC-eOfJng9xAupUaJ8b6GhqbzWudzmYs3a7Bo_A0Kk7N4MPeOtp65YwvFbAZmHkzSj8Zf0hP80QCCWf1j62wv1c3ya0JeDFGAZfM3btW-oQP6j5n/s16000/Stom_Matthias_-_Christ_Crowned_with_Thorns_-_c._1633-1639.jpg"></span></a></div><p><span><br></span></p><p><b><span>Primera lectura</span></b></p><p><span><b><span face=""Arial",sans-serif">Lectura de la profecía de Ezequiel (37,21-28):</span></b><span face=""Arial",sans-serif"><br><i><br>ESTO dice el Señor Dios:<br>«Recogeré a los hijos de Israel de entre las naciones adonde han ido, los reuniré de todas partes para llevarlos a su tierra. Los hará una sola nación en mi tierra, en los montes de Israel. Un solo rey reinará sobre todos ellos. Ya no serán dos naciones ni volverán a dividirse en dos reinos.<br>No volverán a contaminarse con sus ídolos, sus acciones detestables y todas sus transgresiones. Los liberaré de los lugares donde habitan y en los cuales pecaron. Los purificaré; ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios.<br>Mi siervo David será su rey, el único pastor de todos ellos. Caminarán según mis preceptos, cumplirán mis prescripciones y las pondrán en práctica. Habitarán en la tierra que yo di a mi siervo Jacob, en la que habitaron sis padres: allí habitarán ellos, sus hijos y los hijos de sus hijos para siempre, y mi siervo David será su príncipe para siempre.<br>Haré con ellos una alianza de paz, una alianza eterna. Los estableceré, los multiplicaré y pondré entre ellos mi santuario para siempre; tendré mi morada junto a ellos, yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. Y reconocerán las naciones que yo soy el Señor que consagra Israel, cuando esté mi santuario en medio de ellos para siempre».<br></i><br><b>Palabra de Dios</b></span></span></p><p><b><span> </span></b></p><p><span> </span></p><p><b><span>Salmo</span></b></p><p><b><span>Jr 31,10.11-12ab.13</span></b></p><p><span><b><span face=""Arial",sans-serif"><br><br>R/.</span></b><span face=""Arial",sans-serif"> <b><i>El Señor nos guardará como un pastor a su rebaño</i></b><br><br><i>V/. Escuchad, pueblos, la palabra del Señor,<br>anunciadla a las islas remotas:<br>«El que dispersó a Israel lo reunirá,<br>lo guardará como un pastor a su rebaño. R/.<br><br>V/. Porque el Señor redimió a Jacob,<br>lo rescató de una mano más fuerte».<br>Vendrán con aclamaciones a la altura de Sión,<br>afluirán hacia los bienes del Señor. R/.<br><br>V/. Entonces se alegrará la doncella en la danza,<br>gozarán los jóvenes y los viejos;<br>convertiré su tristeza en gozo,<br>los alegraré y aliviaré sus penas. R/.</i></span></span></p><p><i><span> </span></i></p><p><b><span> </span></b></p><p><span><b><span face=""Arial",sans-serif">Lectura del santo evangelio según san Juan (11,45-57):</span></b><span face=""Arial",sans-serif"><br><br><i>EN aquel tiempo, muchos judíos que habían venido a casa de María, al ver lo que había hecho Jesús, creyeron en él. Pero algunos acudieron a los fariseos y les contaron lo que había hecho Jesús.<br>Los sumos sacerdotes y los fariseos convocaron el Sanedrín y dijeron:<br>«¿Qué hacemos? Este hombre hace muchos signos. Si lo dejamos seguir, todos creerán en él, y vendrán los romanos y nos destruirán el lugar santo y la nación».<br>Uno de ellos, Caifás, que era sumo sacerdote aquel año, les dijo:<br>«Vosotros no entendéis ni palabra; no comprendéis que os conviene que uno muera por el pueblo, y que no perezca la nación entera».<br>Esto no lo dijo por propio impulso, sino que, por ser sumo sacerdote aquel año, habló proféticamente, anunciando que Jesús iba a morir por la nación; y no solo por la nación, sino también para reunir a los hijos de Dios dispersos.<br>Y aquel día decidieron darle muerte. Por eso Jesús ya no andaba públicamente entre los judíos, sino que se retiró a la región vecina al desierto, a una ciudad llamada Efraín, y pasaba allí el tiempo con los discípulos.<br>Se acercaba la Pascua de los judíos, y muchos de aquella región subían a Jerusalén, antes de la Pascua, para purificarse. Buscaban a Jesús y, estando en el templo, se preguntaban:<br>«¿Qué os parece? ¿Vendrá a la fiesta?».<br>Los sumos sacerdotes y fariseos habían mandado que el que se enterase de dónde estaba les avisara para prenderlo.<br></i><br><b>Palabra del Señor</b></span></span></p><p><span> </span></p><p><span><br></span></p><p><span> <b><u>Acercarse a Jesús</u></b></span></p><p><span> </span></p><p align="center"><span><i><span face=""Arial",sans-serif">Uno de ellos, Caifás, que era sumo sacerdote aquel año, les dijo:<br>«Vosotros no entendéis ni palabra; no comprendéis que os conviene que uno muera por el pueblo, y que no perezca la nación entera».<br><br></span></i><strong><span face=""Arial",sans-serif"></span></strong></span></p><p align="center"><span><strong><span face=""Arial",sans-serif"><a href="https://biblia.com/bible/rsvce/John%2011.49%E2%80%9350"><span>Juan 11:49–50</span></a></span></strong><strong><span face=""Arial",sans-serif"></span></strong></span></p><p><strong><span> </span></strong></p><p><span> </span></p><p><span><span face=""Arial",sans-serif">Como en la reflexión del día anterior, es importante que empecemos a centrarnos en el sufrimiento y muerte de Jesús. </span><span face=""Arial",sans-serif"></span></span></p><p><span> </span></p><p><span><span face=""Arial",sans-serif">La Semana Santa comienza este domingo, por lo que esta es la época del año en que Dios quiere que miremos fijamente a Su Cruz. Es importante mirarla desde todos los ángulos, para tratar de entender lo que estaba pasando, lo que estaba experimentando Jesús, lo que estaban experimentando los discípulos e incluso lo que estaban experimentando los fariseos y los sumos sacerdotes.</span><span face=""Arial",sans-serif"></span></span></p><p><span> </span></p><p><span><span face=""Arial",sans-serif">En el Evangelio de hoy y en el versículo citado arriba, vemos el pensamiento de Caifás, el sumo sacerdote. Sus palabras son interesantes porque son tristes y proféticas al mismo tiempo. Él, junto con los otros principales sacerdotes y los fariseos, estaban comenzando a planear la muerte de Jesús. Pero lo revelador es la aparente motivación de Caifás y los demás. </span><span face=""Arial",sans-serif"></span></span></p><p><span> </span></p><p><span><span face=""Arial",sans-serif">Jesús estaba ganando popularidad y tenían miedo de que esta popularidad agitara las cosas con los romanos. También estaban celosos de que Jesús hubiera atraído a tantos. Entonces Caifás ofrece la lógica retorcida de que es mejor que muera un hombre en lugar de que muera toda la gente. En otras palabras, parecía pensar que debido a que Jesús se estaba volviendo tan popular, y la gente escuchaba a Jesús más que a los principales sacerdotes y fariseos, que era mejor eliminar el "problema" para que las cosas pudieran volver a la normalidad, a la forma en que estaban.</span><span face=""Arial",sans-serif"></span></span></p><p><span><span face=""Arial",sans-serif"> </span><span face=""Arial",sans-serif"></span></span></p><p><span><span face=""Arial",sans-serif">Esto revela el hecho de que los fariseos estaban más preocupados por ellos mismos y por su estatus que por la Verdad. Es sorprendente que una de sus críticas a Jesús fuera que estaba haciendo demasiadas señales y prodigios. Que extraño. Si los principales sacerdotes y los fariseos estuvieran interesados en la Verdad, también habrían visto la gloria y la autoridad divina de Jesús y habrían llegado a creer en Él y seguirlo. Pero no pudieron tragarse su orgullo y aceptar el llamado de seguir a alguien más que a ellos mismos. No podían dejar ir su posición de autoridad.</span><span face=""Arial",sans-serif"></span></span></p><p><span> </span></p><p><span><span face=""Arial",sans-serif">A menudo vemos esta misma experiencia en nuestra vida diaria. Queremos ser el centro de atención. Y muy a menudo, cuando vemos que a alguien le va bien o recibe elogios, podemos sentirnos celosos. Y nuestros celos a menudo pueden convertirse en una forma de envidia. La envidia significa que estamos enojados y entristecidos por la bondad de otros. Quisiéramos superarlos y queremos verlos fallar.</span><span face=""Arial",sans-serif"></span></span></p><p><span> </span></p><p><span><span face=""Arial",sans-serif">El ideal es ser uno de esos fieles seguidores de Jesús. Esto es especialmente importante para reflexionar la semana que viene mientras presencias el crecimiento de la hostilidad hacia nuestro Señor. ¿Qué harías si estuvieras allí? ¿Seguirías estando con Jesús a pesar de los ataques de los demás? A medida que crecía la hostilidad hacia Jesús, ¿te alejarías de Él o te acercarías más a Él en amor y compromiso?</span><span face=""Arial",sans-serif"></span></span></p><p><span> </span></p><p><span><span face=""Arial",sans-serif">Reflexione, hoy, sobre la próxima conmemoración de la pasión de nuestro Señor. Deje que su mente comience a reflexionar sobre las muchas reacciones y experiencias que la gente tuvo esa primera Semana Santa. póngase en sus zapatos y trate de vivirlo con Jesús. El objetivo es encontrarnos allí al pie de la Cruz con Él el Viernes Santo con amor y valentía, estando junto a Él y amándolo en cada paso del camino.</span><span face=""Arial",sans-serif"></span></span></p><p><span> </span></p><p><span> </span></p><p><i><span>Mi perseguido Señor, que te siga en esta próxima Semana Santa. Que tenga el amor que necesito para amarte aun en Tu rechazo y dolor. Ayúdame a despojarme de toda envidia y egoísmo ya verte especialmente en los sufrimientos de los demás y en su bondad. Jesús, en Ti confío.</span></i></p>Gustavo Quiceno Jhttp://www.blogger.com/profile/02956032680371359080noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8740151201169083013.post-44616842448891060852024-03-22T05:08:00.000-07:002024-03-22T05:11:42.340-07:0022 de marzo del 2024: viernes de la quinta semana de Cuaresma<p><span style="font-family: arial;"> </span></p><p><span style="font-family: arial;"><b style="text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 27.6px;"><span style="font-size: medium;">Uno de nosotros</span></span></b></span></p><p><span style="font-family: arial;"><b style="text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 27.6px;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></span></b></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 27.6px;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">(Juan 10, 31-42) <i>“Yo soy el Hijo de Dios”,</i> afirma Jesús a quienes pretenden apedrearlo. Que esta frase resuene en nuestro interior. Probemos su profundidad abismal y todo su sabor. Si Jesús es verdaderamente tal como se presenta, Dios se ha hecho uno de nosotros. En su Hijo, Dios desposó nuestra carne para ponerla en sus manos paternas como en los primeros días de la Creación. </span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 27.6px;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">¡Sí, tenemos razón en tener esperanza a pesar de todas las probabilidades! ■<o:p></o:p></span></span></p><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 27.6px;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: arial;">Benedicta de la Cruz, cisterciense</span><o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 14pt; line-height: 21.4667px;"><br /></span></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 30.816px;">(Salmo 17) <i>Pedir ayuda y orar a Dios nos da la fuerza para deshacernos de las ataduras que nos impiden vivir plenamente: adicciones, deseos, rencores... El Señor nos escucha y nos acompaña, día tras día.</i></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgvMlqeTeoOIChzYaNn5f-TcbwNejNaivg_eUr4QRVMXhJCrruWSDPqKYrjl827RJszXggIZf7QhBGipk2SxwVh-pzbI_h0-AJ2eE7Zj7yYYp88-IrCVuy51K8IX-XcEBKeTaRpIDyRKxxXQTNOZYtMn2ct3X9U9zvvVa6bLeG5B08oSkO1MMJFESVS/s550/Brooklyn_Museum_-_The_Jews_Took_Up_Rocks_to_Stone_Jesus_Les_juifs_prirent_des_pierres_pour_lapider_J%C3%A9sus_-_James_Tissot-1.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><img border="0" data-original-height="409" data-original-width="550" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgvMlqeTeoOIChzYaNn5f-TcbwNejNaivg_eUr4QRVMXhJCrruWSDPqKYrjl827RJszXggIZf7QhBGipk2SxwVh-pzbI_h0-AJ2eE7Zj7yYYp88-IrCVuy51K8IX-XcEBKeTaRpIDyRKxxXQTNOZYtMn2ct3X9U9zvvVa6bLeG5B08oSkO1MMJFESVS/s16000/Brooklyn_Museum_-_The_Jews_Took_Up_Rocks_to_Stone_Jesus_Les_juifs_prirent_des_pierres_pour_lapider_J%C3%A9sus_-_James_Tissot-1.jpg" /></span></a></div><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 30.816px;"><span style="font-family: arial; font-size: medium; text-align: left;"><br /></span></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><b><span face=""Arial",sans-serif" style="color: black; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Primera lectura</span></b><span face=""Arial",sans-serif" style="color: black; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><b><span face=""Arial",sans-serif" style="color: black; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Lectura del libro de Jeremías (20,10-13):</span></b><span face=""Arial",sans-serif" style="color: black; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><br /><br /><i>OÍA la acusación de la gente:<br />«“Pavor-en-torno”,<br />delatadlo, vamos a delatarlo».<br />Mis amigos acechaban mi traspié:<br />«A ver si, engañado, lo sometemos<br />y podemos vengarnos de él».<br />Pero el Señor es mi fuerte defensor:<br />me persiguen, pero tropiezan impotentes.<br />Acabarán avergonzados de su fracaso,<br />con sonrojo eterno que no se olvidará.<br />Señor del universo, que examinas al honrado<br />y sondeas las entrañas y el corazón,<br />¡que yo vea tu venganza sobre ellos,<br />pues te he encomendado mi causa!<br />Cantad al Señor, alabad al Señor,<br />que libera la vida del pobre<br />de las manos de gente perversa.<br /></i><br /><b>Palabra de Dios</b></span><span face=""Arial",sans-serif" style="color: black; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><b><span face=""Arial",sans-serif" style="color: black; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"> </span></b><span face=""Arial",sans-serif" style="color: black; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face=""Arial",sans-serif" style="color: black; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"> </span><span face=""Arial",sans-serif" style="color: black; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><b><span face=""Arial",sans-serif" style="color: black; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Salmo</span></b><span face=""Arial",sans-serif" style="color: black; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><b><span face=""Arial",sans-serif" style="color: black; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Sal 17,2-3a.3bc-4.5-6.7<br /><br />R/.</span></b><span face=""Arial",sans-serif" style="color: black; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"> <b><i>En el peligro invoqué al Señor, y me escuchó</i></b><br /><br /><i>V/. Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza;<br />Señor, mi roca, mi alcázar, mi libertador. R/.<br /><br />V/. Dios mío, peña mía, refugio mío,<br />escudo mío, mi fuerza salvadora, mi baluarte.<br />Invoco al Señor de mi alabanza<br />y quedo libre de mis enemigos. R/.<br /><br />V/. Me cercaban olas mortales,<br />torrentes destructores me aterraban,<br />me envolvían las redes del abismo,<br />me alcanzaban los lazos de la muerte. R/.<br /><br />V/. En el peligro invoqué al Señor,<br />grité a mi Dios:<br />desde su templo él escuchó mi voz,<br />y mi grito llegó a sus oídos. R/.</i></span><span face=""Arial",sans-serif" style="color: black; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><i><span face=""Arial",sans-serif" style="color: black; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"> </span></i><span face=""Arial",sans-serif" style="color: black; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><b><span face=""Arial",sans-serif" style="color: black; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"> </span></b><span face=""Arial",sans-serif" style="color: black; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><b><span face=""Arial",sans-serif" style="color: black; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Lectura del santo evangelio según san Juan (10,31-42):</span></b><span face=""Arial",sans-serif" style="color: black; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><br /><br /><i>EN aquel tiempo, los judíos agarraron piedras para apedrear a Jesús.<br />Elles replicó:<br />«Os he hecho ver muchas obras buenas por encargo de mi Padre: ¿por cuál de ellas me apedreáis?».<br />Los judíos le contestaron:<br />«No te apedreamos por una obra buena, sino por una blasfemia: porque tú, siendo un hombre, te haces Dios».<br />Jesús les replicó:<br />«¿No está escrito en vuestra ley: “Yo os digo: sois dioses”? Si la Escritura llama dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios, y no puede fallar la Escritura, a quien el Padre consagró y envió al mundo, ¿decís vosotros: “¡Blasfemas!” Porque he dicho: “Soy Hijo de Dios”? Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis, pero si las hago, aunque no me creáis a mí, creed a las obras, para que comprendáis y sepáis que el Padre está en mí, y yo en el Padre».<br />Intentaron de nuevo detenerlo, pero se les escabulló de las manos. Se marchó de nuevo al otro lado del Jordán, al lugar donde antes había bautizado Juan, y se quedó allí.<br />Muchos acudieron a él y decían:<br />«Juan no hizo ningún signo; pero todo lo que Juan dijo de este era verdad».<br />Y muchos creyeron en él allí.<br /><br /></i><b>Palabra del Señor</b></span><span face=""Arial",sans-serif" style="color: black; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"> <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: center;"><span style="color: black; font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><b><u>Permanecer firmes</u></b></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"> </span></p><p align="center" style="background: white; margin: 0cm; text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><i><span face=""Arial",sans-serif" style="color: black;">los judíos agarraron piedras para apedrear a Jesús.<br />El les replicó:<br />«Os he hecho ver muchas obras buenas por encargo de mi Padre: ¿por cuál de ellas me apedreáis?».<br style="mso-special-character: line-break;" /><!--[if !supportLineBreakNewLine]--><br style="mso-special-character: line-break;" /><!--[endif]--></span></i><strong><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; color: #3a3a3a; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></strong></span></p><p align="center" style="background: white; margin: 0cm; text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><strong><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; color: black; mso-border-alt: none windowtext 0cm; mso-color-alt: windowtext; padding: 0cm;"><a href="https://biblia.com/bible/rsvce/John%2010.31%E2%80%9332"><span style="color: black; mso-color-alt: windowtext; text-decoration-line: none; text-underline: none;">Juan 10:31–32</span></a></span></strong><strong><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></strong></span></p><p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><strong><span style="border: 1pt none windowtext; font-family: arial; font-size: medium; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"> </span></strong></p><p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"> </span></p><p style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background: white; margin: 0cm; overflow-wrap: break-word; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; color: black; mso-border-alt: none windowtext 0cm; mso-color-alt: windowtext; padding: 0cm;">A medida que nos acercamos a la Semana Santa y en particular al Viernes Santo, comenzamos a ver que el odio hacia Jesús crecía. Tal como vimos en la reflexión de ayer, esto no tiene sentido. Odiar a Jesús y desear apedrearlo hasta la muerte es un acto de la mayor irracionalidad. Pero esto es lo que sucedió. Poco a poco, los que estaban en contra de Jesús crecieron en audacia hasta que llegó el día final cuando Él entregó Su vida por nosotros y voluntariamente abrazó Su muerte.</span><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></span></p><p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"> </span></p><p style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background: white; margin: 0cm; overflow-wrap: break-word; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; color: black; mso-border-alt: none windowtext 0cm; mso-color-alt: windowtext; padding: 0cm;">Durante los próximos días, es bueno enfrentar esta irracionalidad y persecución de frente. Es bueno ver el odio de tantos y nombrarlo como es. No, no es un pensamiento agradable, pero es la realidad. Es el mundo en el que vivimos. Y es una realidad que todos enfrentaremos en nuestras vidas.</span><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></span></p><p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"> </span></p><p style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background: white; margin: 0cm; overflow-wrap: break-word; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; color: black; mso-border-alt: none windowtext 0cm; mso-color-alt: windowtext; padding: 0cm;">Al enfrentar el mal y la persecución, debemos hacerlo como lo hizo Jesús. Lo enfrentó sin miedo. Lo enfrentó con la verdad y nunca aceptó las mentiras y calumnias que tantos le lanzaron.</span><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></span></p><p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; color: black; mso-border-alt: none windowtext 0cm; mso-color-alt: windowtext; padding: 0cm;"> </span><span face=""Arial",sans-serif"><o:p></o:p></span></span></p><p style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background: white; margin: 0cm; overflow-wrap: break-word; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; color: black; mso-border-alt: none windowtext 0cm; mso-color-alt: windowtext; padding: 0cm;">El hecho es que cuanto más nos acerquemos a Dios, mayor será la persecución y el odio que encontraremos. Una vez más, esto puede no tener sentido para nosotros. Es fácil pensar que si estamos cerca de Dios y luchamos por la santidad todos nos amarán y nos alabarán. Pero no fue así para Jesús y tampoco lo será para nosotros. </span><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></span></p><p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"> </span></p><p style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background: white; margin: 0cm; overflow-wrap: break-word; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; color: black; mso-border-alt: none windowtext 0cm; mso-color-alt: windowtext; padding: 0cm;">Una clave para la santidad es que, en medio de la persecución, el sufrimiento, las dificultades y el dolor, nos mantenemos firmes en la verdad. Siempre es tentador pensar que debemos estar haciendo algo mal cuando las cosas no salen como queremos. Es fácil confundirse con las mentiras y calumnias que el mundo nos lanza cuando tratamos de defender la bondad y la verdad. Una cosa que Dios quiere de nosotros, en medio de nuestras propias cruces, es purificar nuestra fe y decidir permanecer firmes en Su Palabra y Verdad. </span><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></span></p><p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"> </span></p><p style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background: white; margin: 0cm; overflow-wrap: break-word; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; color: black; mso-border-alt: none windowtext 0cm; mso-color-alt: windowtext; padding: 0cm;">Cuando nos enfrentamos a alguna cruz o alguna persecución puede ser como recibir un golpe en la cabeza. Podemos sentir que estamos aturdidos y podemos caer en el pánico y el miedo. Pero estos son los momentos, más que cualquier otro, en los que debemos mantenernos firmes. Necesitamos permanecer humildes, pero profundamente convencidos de todo lo que Dios nos ha dicho y revelado. Esto profundiza nuestra capacidad de confiar en Dios en todas las cosas. Es fácil decir que confiamos en Dios cuando la vida es fácil, es difícil confiar en Él cuando la cruz que enfrentamos es muy pesada. </span><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></span></p><p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"> </span></p><p style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background: white; margin: 0cm; overflow-wrap: break-word; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; color: black; mso-border-alt: none windowtext 0cm; mso-color-alt: windowtext; padding: 0cm;">Reflexiona hoy sobre el hecho de que no importa cuál sea tu cruz, es un regalo de Dios en el sentido de que Él desea fortalecerte para un propósito mayor. Como dijo San Juan Pablo el Grande una y otra vez durante su pontificado, “¡No tengáis miedo!” Enfrenta tus miedos y deja que Dios te transforme en medio de ellos. Si lo haces, descubrirás que tus mayores luchas en la vida en realidad se convierten en tus mayores bendiciones.</span><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></span></p><p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="border: 1pt none windowtext; font-family: arial; font-size: medium; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"> </span></p><p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"> </span></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 30.816px;"></span></p><p style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background: white; margin: 0cm; overflow-wrap: break-word; text-align: justify;"><i><span style="border: 1pt none windowtext; color: black; font-family: arial; font-size: medium; mso-border-alt: none windowtext 0cm; mso-color-alt: windowtext; padding: 0cm;">Mi valiente Señor, a medida que nos acercamos a la conmemoración de Tu propio sufrimiento y muerte, ayúdame a unir mis cruces a las Tuyas. Ayúdame a ver en mi lucha diaria Tu presencia y tu fuerza. Ayúdame a ver el propósito que tienes para mí en medio de estos desafíos. Jesús, en Ti confío</span></i></p>Gustavo Quiceno Jhttp://www.blogger.com/profile/02956032680371359080noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8740151201169083013.post-69714228640022096722024-03-20T18:48:00.000-07:002024-03-20T19:34:54.695-07:0021 de marzo del 2024: jueves de la quinta semana de cuaresma<p> </p><p><b style="background-color: white; font-family: arial; font-size: large; text-align: center;"><i><span face=""calibri" , sans-serif" lang="es-419"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">Misa crismal:</span></span></span></span></span></span></span></i></b><i style="background-color: white; font-family: arial; font-size: large; text-align: center;"><span face=""calibri" , sans-serif" lang="es-419"> </span></i></p><div style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify;"><div style="text-align: center;"><i><span lang="es-419" style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /></span></i></div><div style="text-align: center;"><i><span lang="es-419" style="font-family: arial; font-size: medium;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">En las diócesis del mundo, este día, los sacerdotes, los diáconos y los fieles se congregan alrededor de su Obispo ya que Cristo los ha consagrado por la unción del bautismo ya algunos por el sacramento del Orden.</span></span></span></span></span></span><o:p></o:p></span></i></div></div><div style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify;"><i><span lang="es-419" style="font-family: arial; font-size: medium;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">Ellos renuevan sus compromisos al servicio del pueblo de Dios.</span></span></span></span></span></span><o:p></o:p></span></i></div><div style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify;"><i><span lang="es-419" style="font-family: arial; font-size: medium;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">Durante esta misa diocesana por excelencia, el aceite para la unción de los enfermos, el aceite para los catecúmenos y el aceite del santo crisma son consagrados y servirá para los bautismos, confirmaciones, ordenaciones y consagraciones de iglesias.</span></span></span></span></span></span><o:p></o:p></span></i></div><div style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /></span></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: center;"><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 27.6px;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">revelación</span></span></span></span></span></span><o:p></o:p></span></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><b><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 33.12px;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">(Juan 8, 51-59) </span></span></span></span></span></span></span></b><span style="vertical-align: inherit;"><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 33.12px;"><i><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">“En verdad, en verdad os digo, antes que Abraham existiera, yo soy. </span></span></span></span></span></i></span><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 33.12px;"><i><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">»</span></span></span></span></span></i></span><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 33.12px;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"> ¡Jesús revela su verdadera identidad y recibe una lluvia de piedras! </span></span></span></span></span></span><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 33.12px;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">¡Debe esconderse para salir de la casa de su Padre y escapar de una muerte segura! </span></span></span></span></span></span><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 33.12px;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">¿Es esta revelación demasiado excesiva y nuestra mente demasiado estrecha para creer, creer verdaderamente, que el Señor puede elegir un cuerpo humano para convertirlo en templo de su gloria? </span></span></span></span></span></span><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 33.12px;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">■</span></span></span></span></span></span></span><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 33.12px;"> <i><span style="vertical-align: inherit;"></span></i><span style="vertical-align: inherit;"></span><o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 33.12px;"><span><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">Benedicta de la Cruz, cisterciense</span></span></span></span></span></span></span><span><o:p></o:p></span></span></p></div><div class="MsoNormal"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjpO7M-AjHCbCGaTXNZrJz5PAraX_pHEV3aHTuv5_11AtjfQ-aEYBZ7rguAkgDglytQwstLzc0164vGaqck2a6U3Yj3bk2JVGsiXA-XILbFvCtqg0hA5I9kFkBs0tq-I5mRYoNFX8TYo_07kzmQ3q4o71iAmhxaoRSqVVLnI5wDo7oYsw8-4TTGrkOp_SY/s650/Brooklyn_Museum_-_The_Pharisees_Question_Jesus_Les_pharisiens_questionnent_J%C3%A9sus_-_James_Tissot%20(3).jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="429" data-original-width="650" height="264" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjpO7M-AjHCbCGaTXNZrJz5PAraX_pHEV3aHTuv5_11AtjfQ-aEYBZ7rguAkgDglytQwstLzc0164vGaqck2a6U3Yj3bk2JVGsiXA-XILbFvCtqg0hA5I9kFkBs0tq-I5mRYoNFX8TYo_07kzmQ3q4o71iAmhxaoRSqVVLnI5wDo7oYsw8-4TTGrkOp_SY/w400-h264/Brooklyn_Museum_-_The_Pharisees_Question_Jesus_Les_pharisiens_questionnent_J%C3%A9sus_-_James_Tissot%20(3).jpg" width="400" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /></span></div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><b><span style="line-height: 33.12px;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">Lectura del libro del Génesis (17,3-9): </span></span></span></span></span></span><br /></span></b><span style="line-height: 33.12px;"><br /><i><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">EN aquellos días, Abrán cayó rostro en tierra y Dios le habló así: </span></span></span></span></span></span><br /><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">«Por mi parte, esta es mi alianza contigo: serás padre de muchedumbre de pueblos. </span></span></span></span></span></span><br /><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">Ya no te llamarás Abrán, sino Abrahán, porque te hago padre de muchedumbre de pueblos. </span></span></span></span></span><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">Te haré fecundo sobremanera: sacaré pueblos de ti, y reyes nacerán de ti. </span></span></span></span></span></span><br /><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">Mantendré mi alianza contigo y con tu descendencia en futuras generaciones, como alianza perpetua. </span></span></span></span></span><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">Seré tu Dios y el de tus descendientes futuros. </span></span></span></span></span><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">Os daré a ti ya tu descendencia futura la tierra en que peregrinas, la tierra de Canaán, como posesión perpetua, y seré su Dios». </span></span></span></span></span></span><br /><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">El Señor añadió a Abrahán: </span></span></span></span></span></span><br /><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">«Por tu parte, guarda mi alianza, tú y tus descendientes en sucesivas generaciones».</span></span></span></span></span></span></i></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span style="line-height: 33.12px;"><i><br /></i><b><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">Palabra de Dios</span></span></span></span></span></span></b><o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span style="line-height: 33.12px;"><b><br /></b></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span style="line-height: 33.12px;"><b><br /></b></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span style="line-height: 33.12px;"><b><br /></b></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span style="line-height: 33.12px;"><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; mso-outline-level: 2;"><b><span face="Arial, sans-serif"><span><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">Salmo</span></span></span></span></span></span><o:p></o:p></span></span></b></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal;"><b><span face="Arial, sans-serif"><span><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">Sal 104,4-5,6-7,8-9 </span></span></span></span></span></span><br /><br /><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">R/. </span></span></span></span></span></span></span></span></b><span style="vertical-align: inherit;"><span face="Arial, sans-serif"><span><b><i><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">El Señor se acuerda de su alianza eternamente</span></span></span></span></span></i></b></span></span><span face="Arial, sans-serif"><i><span><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"> V/. </span></span></span></span></span></span></i></span><span face="Arial, sans-serif"><i><span><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">Recurrió al Señor ya su poder, </span></span></span></span></span></span></i></span><span face="Arial, sans-serif"><i><span><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">buscó continuamente su rostro. </span></span></span></span></span></span></i></span><span face="Arial, sans-serif"><i><span><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">Recordad las maravillas que hizo, </span></span></span></span></span></span></i></span><span face="Arial, sans-serif"><i><span><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">sus prodigios, las sentencias de su boca. </span></span></span></span></span></span></i></span><span face="Arial, sans-serif"><i><span><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">R/. </span></span></span></span></span></span></i></span><span face="Arial, sans-serif"><i><span><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">V/. </span></span></span></span></span></span></i></span><span face="Arial, sans-serif"><i><span><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">¡Estirpe de Abrahán, su siervo; </span></span></span></span></span></span></i></span><span face="Arial, sans-serif"><i><span><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">hijos de Jacob, su elegido! </span></span></span></span></span></span></i></span><span face="Arial, sans-serif"><i><span><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">El Señor es nuestro Dios, </span></span></span></span></span></span></i></span><span face="Arial, sans-serif"><i><span><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">él gobierna toda la tierra. </span></span></span></span></span></span></i></span><span face="Arial, sans-serif"><i><span><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">R/. </span></span></span></span></span></span></i></span><span face="Arial, sans-serif"><i><span><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">V/. </span></span></span></span></span></span></i></span><span face="Arial, sans-serif"><i><span><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">Se acuerda de su alianza eternamente, </span></span></span></span></span></span></i></span><span face="Arial, sans-serif"><i><span><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">de la palabra dada, por mil generaciones; </span></span></span></span></span></span></i></span><span face="Arial, sans-serif"><i><span><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">de la alianza sellada con Abrahán, </span></span></span></span></span></span></i></span><span face="Arial, sans-serif"><i><span><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">del juramento hecho a Isaac. </span></span></span></span></span></span></i></span><span face="Arial, sans-serif"><i><span><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">R/.</span></span></span></span></span></span></i></span></span><span face="Arial, sans-serif"><span> </span><i><span><br /></span></i></span></p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /></span></div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><b><span style="line-height: 33.12px;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">Lectura del santo evangelio según san Juan (8,51-59): </span></span></span></span></span></span><br /><br /></span></b><i><span style="line-height: 33.12px;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">EN aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos: </span></span></span></span></span></span><br /><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">«En verdad, en verdad os digo: quien guarda mi palabra no verá la muerte para siempre». </span></span></span></span></span></span><br /><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">Los judíos le dijeron: </span></span></span></span></span></span><br /><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">«Ahora vemos claro que estás demonizado; </span></span></span></span></span><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">Abrahán murió, los profetas también, ¿y tú dices: “Quien guarde mi palabra no gustará la muerte para siempre”? </span></span></span></span></span><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">¿Eres tú más que nuestro padre Abrahán, que murió? </span></span></span></span></span><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">También los profetas murieron, ¿por quién te tienes?». </span></span></span></span></span></span><br /><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">Jesús contestó: </span></span></span></span></span></span><br /><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">«Si yo me glorificara a mí mismo, mi gloria no valdría nada. </span></span></span></span></span><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">El que me glorifica es mi Padre, de quien vosotros decís: “Es nuestro Dios”, aunque no lo conocéis. </span></span></span></span></span><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">Yo sí lo conozco, y si dijera “No lo conozco” sería, como vosotros, un embustero; </span></span></span></span></span><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">pero yo lo conozco y guardo su palabra. </span></span></span></span></span><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">Abrahán, vuestro padre, saltaba de gozo pensando ver mi día; </span></span></span></span></span><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">lo vio, y se llenó de alegría». </span></span></span></span></span></span><br /><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">Los judíos le dijeron: </span></span></span></span></span></span><br /><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">«No tienes todavía cincuenta años, ¿y has visto a Abrahán?». </span></span></span></span></span></span><br /><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">Jesús les dijo: </span></span></span></span></span></span><br /><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">«En verdad, en verdad os digo: antes de que Abrahán existiera, yo soy». </span></span></span></span></span></span><br /><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">Entonces cogieron piedras para tirárselas, pero Jesús se escondió y salió del templo.</span></span></span></span></span></span></span></i></span></div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><i><span style="line-height: 33.12px;"><br /></span></i><span style="line-height: 33.12px;"><b><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">palabra del señor</span></span></span></span></span></span><o:p></o:p></b></span></span></div><div align="center" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /></span></div><div style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /></span></div><div style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /></span></div><div style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: center;"><p align="center" class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><u><span face="Arial, sans-serif"><b><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">El poder del discurso destructivo</span></span></span></span></span></span></b></span></u><span><o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"> </span></p><p align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><i><span face="Arial, sans-serif" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">dijo Jesús a los judíos:</span></span></span></span></span></span></span></i><i><span style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial;"><o:p></o:p></span></i></span></p><p align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><i><span face="Arial, sans-serif" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">«En verdad, en verdad os digo: quien guarda mi palabra no verá la muerte para siempre».</span></span></span></span></span></span></span></i><i><span style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial;"><o:p></o:p></span></i></span></p><p align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><i><span face="Arial, sans-serif" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">Los judíos le dijeron:</span></span></span></span></span></span></span></i><i><span style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial;"><o:p></o:p></span></i></span></p><p align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><i><span face="Arial, sans-serif" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">«Ahora vemos claro que estás demonizado</span></span></span></span></span></span></span></i><i><span style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial;"><o:p></o:p></span></i></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><b><span face="Arial, sans-serif" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; border: 1pt none windowtext; padding: 0cm;"> </span></b><b><span style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial;"><o:p></o:p></span></b></span></p><p align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><b><span face="Arial, sans-serif" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; border: 1pt none windowtext; padding: 0cm;"><a href="https://www.blogger.com/blog/post/edit/8740151201169083013/6272134495596881883"><span style="color: black; mso-color-alt: windowtext;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">Juan 8:51–52</span></span></span></span></span></span></span></a></span></b><b><span style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial;"><o:p></o:p></span></b></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face="Arial, sans-serif" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; border: 1pt none windowtext; padding: 0cm;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"> </span></span></b></p><div class="separator" style="clear: both;"><b><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisjbuL1plHhJj_OatTQ2JYyKcTOnQrZaxBHMDEJnHrkX_zvvf9XjW7iuMOk2EV5UoBT6zLnwTe4uHoRpsuZ8f7FpvvHU3ekHY8NU9YtTO1m2_EugjmcQypyMpkZ_uuuOoDh_dypjTFATUyGTpkrQVRkgi-Vdz4GvHnAQCUeiPltcxhBYToKO2dqMFIhvU/s650/Brooklyn_Museum_-_The_Pharisees_Question_Jesus_Les_pharisiens_questionnent_J%C3%A9sus_-_James_Tissot%20(3).jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="429" data-original-width="650" height="264" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisjbuL1plHhJj_OatTQ2JYyKcTOnQrZaxBHMDEJnHrkX_zvvf9XjW7iuMOk2EV5UoBT6zLnwTe4uHoRpsuZ8f7FpvvHU3ekHY8NU9YtTO1m2_EugjmcQypyMpkZ_uuuOoDh_dypjTFATUyGTpkrQVRkgi-Vdz4GvHnAQCUeiPltcxhBYToKO2dqMFIhvU/w400-h264/Brooklyn_Museum_-_The_Pharisees_Question_Jesus_Les_pharisiens_questionnent_J%C3%A9sus_-_James_Tissot%20(3).jpg" width="400" /></a></span></b></div><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><b><span><br /></span></b><b><span style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial;"><o:p></o:p></span></b></span><p></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">Es difícil imaginar que algo peor pueda decirse de Jesús. </span></span></span></span></span><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">¿Realmente pensaron que estaba poseído por el maligno? </span></span></span></span></span><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">Parece que sí. </span></span></span></span></span><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">Qué cosa más triste y extraña que decir sobre el Hijo de Dios. </span></span></span></span></span><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">Aquí está Dios mismo, en la persona de Jesús, ofreciendo una promesa de vida eterna. </span></span></span></span></span><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">Él revela la Verdad sagrada de que la obediencia a Su Palabra es el camino a la felicidad eterna y que todos necesitan conocer esta Verdad y vivirla. </span></span></span></span></span><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">Jesús habla esto libre y abiertamente, pero la respuesta de algunos que escuchan este mensaje es profundamente decepcionante, calumniosa y maliciosa.</span></span></span></span></span></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face="Arial, sans-serif" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">Es difícil saber qué estaba pasando en sus mentes para que dijeran tal cosa. </span></span></span><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">Quizás estaban celosos de Jesús, o quizás simplemente estaban ciertamente confundidos. </span></span></span><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">Cualquiera que sea el caso, dijeron algo que fue seriamente dañino. </span></span></span></span></span><span style="vertical-align: inherit;"><span face="Arial, sans-serif" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">El daño de tal declaración no fue tanto hacia Jesús; </span></span></span></span><span face="Arial, sans-serif" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">más bien, era perjudicial para ellos mismos y para quienes lo rodeaban. </span></span></span></span><span face="Arial, sans-serif" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">Jesús podía manejar personalmente cualquier cosa que se hablara de Él, pero otros no. </span></span></span></span><span face="Arial, sans-serif" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">Es importante entender que nuestras propias palabras pueden hacernos mucho daño a nosotros mismos y a los demás. </span></span></span></span><span face="Arial, sans-serif" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">En primer lugar, sus palabras los dañaron a sí mismos. </span></span></span></span><span face="Arial, sans-serif" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">Al hablar públicamente de una declaración tan errónea, comienzan a descender por el camino de la obstinación. </span></span></span></span><span face="Arial, sans-serif" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">Se necesita, en el futuro, una gran humildad para retractarse de tal declaración. </span></span></span></span><span face="Arial, sans-serif" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">Así es con nosotros. </span></span></span></span><span face="Arial, sans-serif" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">Cuando verbalizamos algo que daña a otro, es difícil retractarse. </span></span></span></span><span face="Arial, sans-serif" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">Es difícil disculparse después y reparar la herida que hemos causado. </span></span></span></span><span face="Arial, sans-serif" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">El daño se hace principalmente a nuestro propio corazón en el sentido de que es difícil dejar de lado nuestro error y seguir adelante con humildad. </span></span></span></span><span face="Arial, sans-serif" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">Pero esto debe hacerse si queremos deshacer el daño. </span></span></span></span><span face="Arial, sans-serif" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">En segundo lugar, este comentario también hizo daño a quienes estaban escuchando. </span></span></span></span><span face="Arial, sans-serif" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">Algunos pueden haber rechazado esta declaración maliciosa, pero otros pueden haberla ponderado y comenzado a preguntarse si, de hecho, Jesús estaba poseído. </span></span></span></span><span face="Arial, sans-serif" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">Así, sembraron semillas de duda. </span></span></span></span><span face="Arial, sans-serif" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">Todos debemos darnos cuenta de que nuestras palabras afectan a los demás y debemos esforzarnos por pronunciarlas con el mayor cuidado y caridad. </span></span></span></span><span face="Arial, sans-serif" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">Reflexiona, hoy, sobre tu propio discurso. </span></span></span></span><span face="Arial, sans-serif" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">¿Hay cosas de las que has hablado con otros que ahora te das cuenta de que eran incorrectas o engañosas? </span></span></span></span><span face="Arial, sans-serif" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">Si es así, ¿has tratado de deshacer el daño retractándote de tus palabras y disculpándote? </span></span></span></span><span face="Arial, sans-serif" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">Reflexiona, también, sobre el hecho de que es fácil ser arrastrado a la conversación maliciosa de los demás. </span></span></span></span><span face="Arial, sans-serif" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">¿Te ha dejado influenciar por tales conversaciones? </span></span></span></span><span face="Arial, sans-serif" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">Si es así, resuelve silenciar tus oídos a cuentos errores y busca maneras de decir la verdad.</span></span></span></span></span><span><br /></span><span face="Arial, sans-serif" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial;"><span style="vertical-align: inherit;"></span></span><span><br /></span><span face="Arial, sans-serif" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial;"><span style="vertical-align: inherit;"></span></span><span><br /></span></span><i style="font-family: arial; font-size: large;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">Señor de toda Verdad, dame la gracia de pronunciar santas palabras que siempre te den gloria y refleja las eternas Verdades vivas en Tu Corazón. </span></span></span></span></span><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">Ayúdame a ser también consciente de las mentiras que me rodean en este mundo de pecado. </span></span></span></span></span><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">Que Tu Corazón filtre los errores y permita que solo las semillas de la Verdad sean plantadas en mi propia mente y corazón. </span></span></span></span></span><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;"><span style="vertical-align: inherit;">Jesús, en Ti confio.</span></span></span></span></span></span></span></i></p></div>Gustavo Quiceno Jhttp://www.blogger.com/profile/02956032680371359080noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8740151201169083013.post-33901777549413655452024-03-19T20:01:00.000-07:002024-03-19T20:01:20.552-07:0020 de marzo del 2024: miércoles de la quinta semana de cuaresma<p> </p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><b><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 115%;">E</span></b><b><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 115%;">n
el horno<o:p></o:p></span></b></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><b><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 115%;">(Daniel
3, 14-20.91-92.95)</span></b><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 115%;"> ¿Quiénes son estos
jóvenes que tienen la audacia de enfrentarse al rey Nabucodonosor? Creyentes
que se niegan a confundir una estatua, incluso deslumbrante, con el Dios de sus
padres. Hoy como ayer, inmersos en el horno del consumo, de la violencia, de la
indiferencia hacia las cosas religiosas, constantemente amenazados por la
idolatría, ¿somos capaces de discernir a quién camina en medio del fuego y no
nos abandona jamás? ■<o:p></o:p></span></span></p><p>
</p><p class="MsoNormal"><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">Benedicta de la Cruz,
cisterciense<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-family: arial; font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-fareast-language: ES-CO;"><br /></span></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 19.9733px;">(Juan 8, 31-42) <i>Es viniendo entre nosotros que Dios nos libra del mal. Jesús, su Hijo, por el don de su vida, por su misericordia y su deseo de reconciliar todo en su Padre, es la fuente de la verdadera libertad.</i></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh1yWS92J8m357_PPv8CCCI0gEH1eq3G8dFk88AJJ2DoLG5bpql7f6JA9y4rLEwG-SKVfvBDEWiVobqVlUm92_uh50khoHvU619GJZzFKboxqUzNR3yheL85EWgDip8HH_lO4b36FlvVCjRw6RoAZdNza5DvzzcdSt3V6grpyBzu1_pFI5APXLCYZMR/s662/522px-Christ_by_Heinrich_Hofmann.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><img border="0" data-original-height="662" data-original-width="450" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh1yWS92J8m357_PPv8CCCI0gEH1eq3G8dFk88AJJ2DoLG5bpql7f6JA9y4rLEwG-SKVfvBDEWiVobqVlUm92_uh50khoHvU619GJZzFKboxqUzNR3yheL85EWgDip8HH_lO4b36FlvVCjRw6RoAZdNza5DvzzcdSt3V6grpyBzu1_pFI5APXLCYZMR/s16000/522px-Christ_by_Heinrich_Hofmann.jpg" /></span></a></div><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /></span><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /></span></div><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; mso-outline-level: 2;"><b><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Primera lectura<o:p></o:p></span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; mso-outline-level: 2;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-family: arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><b style="font-size: large;">Lectura de la </b><span style="font-size: medium;"><b>profecía</b></span><b style="font-size: large;"> de Daniel (3,14-20.91-92.95):</b></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /><i>EN aquellos días, el rey Nabucodonosor dijo:<br />«¿Es cierto, Sidrac, Misac y Abdénago, que no teméis a mis dioses ni adoráis la estatua de oro que he erigido? Mirad: si al oír tocar la trompa, la flauta, la cítara, el laúd, el arpa, la vihuela y todos los demás instrumentos, estáis dispuestos a postraros adorando la estatua que he hecho, hacedlo; pero, si no la adoráis, seréis arrojados inmediatamente al horno encendido, y ¿qué dios os librará de mis manos?».<br />Sidrac, Misac y Abdénago contestaron al rey Nabucodonosor:<br />«A eso no tenemos por qué responderte. Si nuestro Dios a quien veneramos puede librarnos del horno encendido, nos librará, oh rey, de tus manos. Y aunque no lo hiciera, que te conste, majestad, que no veneramos a tus dioses ni adoramos la estatua de oro que has erigido».<br />Entonces Nabucodonosor, furioso contra Sidrac, Misac y Abdénago, y con el rostro desencajado por la rabia, mandó encender el horno siete veces más fuerte que de costumbre, y ordenó a sus soldados más robustos que atasen a Sidrac, Misac y Abdénago y los echasen en el horno encendido.<br />Entonces el rey Nabucodonosor se alarmó, se levantó y preguntó, estupefacto, a sus consejeros:<br />«¿No eran tres los hombres que atamos y echamos al horno?».<br />Le respondieron:<br />«Así es, majestad».<br />Preguntó:<br />«Entonces, ¿cómo es que veo cuatro hombres, sin atar, paseando por el fuego sin sufrir daño alguno? Y el cuarto parece un ser divino».<br />Nabucodonosor, entonces, dijo:<br />«Bendito sea el Dios de Sidrac, Misac y Abdénago, que envió un ángel a salvar a sus siervos, que, confiando en él, desobedecieron el decreto real y entregaron sus cuerpos antes que venerar y adorar a otros dioses fuera del suyo».<br /></i><br /><b>Palabra de Dios<o:p></o:p></b></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><b><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"> </span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"> </span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; mso-outline-level: 2;"><b><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Salmo<o:p></o:p></span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; mso-outline-level: 2;"><b><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"> </span></b><b><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Dn 3,52.53.54.55.56</span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><br /><br />R/. <i>A ti gloria y alabanza por los siglos</i></span></b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><br /><i><br />V/. Bendito eres, Señor, Dios de nuestros padres.<br />Bendito tu nombre, santo y glorioso. R/.<br /><br />V/. Bendito eres en el templo de tu santa gloria. R/.<br /><br />V/. Bendito eres sobre el trono de tu reino. R/.<br /><br />V/. Bendito eres tú, que sentado sobre querubines sondeas<br />los abismos. R/.<br /><br />V/. Bendito eres en la bóveda del cielo. R/.<o:p></o:p></i></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><i><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"> </span></i></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><i><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"> </span></i></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Lectura del santo evangelio según san Juan (8,31-42):</span></b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><br /><br /><i>EN aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos que habían creído en él:<br />«Si permanecéis en mi palabra, seréis de verdad discípulos míos; conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres».<br />Le replicaron:<br />«Somos linaje de Abrahán y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: “Seréis libres”?».<br />Jesús les contestó:<br />«En verdad, en verdad os digo: todo el que comete pecado es esclavo. El esclavo no se queda en la casa para siempre, el hijo se queda para siempre. Y si el Hijo os hace libres, seréis realmente libres. Ya sé que sois linaje de Abrahán; sin embargo, tratáis de matarme, porque mi palabra no cala en vosotros. Yo hablo de lo que he visto junto a mi Padre, pero vosotros hacéis lo que le habéis oído a vuestro padre».<br />Ellos replicaron:<br />«Nuestro padre es Abrahán».<br />Jesús les dijo:<br />«Si fuerais hijos de Abrahán, haríais lo que hizo Abrahán. Sin embargo, tratáis de matarme a mí, que os he hablado de la verdad que le escuché a Dios; y eso no lo hizo Abrahán. Vosotros hacéis lo que hace vuestro padre».<br />Le replicaron:<br />«Nosotros no somos hijos de prostitución; tenemos un solo padre: Dios».<br />Jesús les contestó:<br />«Si Dios fuera vuestro padre, me amaríais, porque yo salí de Dios, y he venido. Pues no he venido por mi cuenta, sino que él me envió».<br /><br /></i><b>Palabra del Señor</b><o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 30.816px;"> </span></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">¨**********</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><b><u>Querer la libertad</u></b></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><b><u><br /></u></b></span></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><i><span style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 30.816px;">Jesús les contestó:<br />«En verdad, en verdad os digo: todo el que comete pecado es esclavo. El esclavo no se queda en la casa para siempre, el hijo se queda para siempre. Y si el Hijo os hace libres, seréis realmente libres.<o:p></o:p></span></i></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><i><span style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 30.816px;"> </span></i></p><p align="center" style="background: white; margin: 0cm; text-align: center;"><strong><span style="border: 1pt none windowtext; color: #3a3a3a; font-family: arial; font-size: medium; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><a href="https://biblia.com/bible/rsvce/John%208.34%E2%80%9336"><span style="color: #1e73be; text-decoration-line: none;">Juan 8:34–36</span></a><o:p></o:p></span></strong></p><p style="background: white; margin: 0cm; text-align: center;"><strong><span style="border: 1pt none windowtext; color: #3a3a3a; font-family: arial; font-size: medium; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"> </span></strong></p><p style="background: white; margin: 0cm; text-align: center;"><span style="color: #3a3a3a; font-family: arial; font-size: medium;"> </span></p><p style="background: white; margin: 0cm; overflow-wrap: break-word; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face="Arial, sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; padding: 0cm;">Jesús quiere liberarte, pero ¿quieres ser liberado? A nivel intelectual, esta debería ser una pregunta fácil de responder. ¡Claro que quieres tu libertad! ¿Quién no? Pero en un nivel práctico, esta pregunta es más difícil de responder. En términos prácticos, muchas personas se sienten muy cómodas viviendo en pecado. El pecado ofrece una satisfacción engañosa de la que puede ser difícil alejarse. El pecado puede hacer que te “sientas” bien en el momento, aunque los efectos a largo plazo son los que te quitan la libertad y el gozo. Pero muy a menudo esa “satisfacción” momentánea es suficiente para que muchas personas sigan reincidiendo.</span><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></span></p><p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"> </span></p><p style="background: white; margin: 0cm; overflow-wrap: break-word; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face="Arial, sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; padding: 0cm;">¿Y qué me dices de ti? ¿Quieres ser libre para vivir como hijo o hija del Dios Altísimo? Si respondes "Sí", prepárate para que esto sea doloroso, pero de una manera agradable. Vencer el pecado requiere purificación. El proceso de “dejar ir” el pecado requiere verdadero sacrificio y compromiso. Requiere que te vuelvas al Señor con absoluta confianza y abandono. Al hacerlo, experimentas una especie de muerte para ti mismo, para tus pasiones y para tu propia voluntad egoísta. Esto duele, al menos en el nivel de tu naturaleza humana caída. Pero es como una cirugía que tiene como objetivo extirpar el cáncer o alguna infección. La cirugía en sí puede doler, pero es la única forma de liberarte de la enfermedad que tienes. El Hijo es el Cirujano Divino y la forma en que te libera es a través de Su propio sufrimiento y muerte. </span><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></span></p><p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="border: 1pt none windowtext; font-family: arial; font-size: medium; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"> </span></p><p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face="Arial, sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; padding: 0cm;">La crucifixión y la muerte de Jesús trajeron vida al mundo. Su muerte destruyó la enfermedad del pecado, y nuestra aceptación voluntaria del remedio de Su muerte significa que debemos dejar que Él destruya la enfermedad del pecado dentro de nosotros a través de Su muerte. Debe ser "cortado", por así decirlo, y eliminado por nuestro Señor. </span><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></span></p><p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"> </span></p><p style="background: white; margin: 0cm; overflow-wrap: break-word; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face="Arial, sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; padding: 0cm;">La Cuaresma es un tiempo, más que ningún otro, en el que debes enfocarte honestamente en tu pecado con el fin de identificar aquellas cosas que te mantienen atado, para que puedas invitar al Médico Divino a entrar en tus heridas y sanarte. No dejéis pasar la Cuaresma sin hacer un profundo y honesto examen de conciencia y arrepentirte de tus pecados de todo corazón. ¡El Señor quiere que seas libre! Deséalo tú mismo y entra en el proceso de purificación para que seas liberado de tus pesadas cargas.</span><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></span></p><p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"> </span></p><p style="background: white; margin: 0cm; overflow-wrap: break-word; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face="Arial, sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; padding: 0cm;">Reflexiona hoy sobre tu actitud hacia tus propios pecados personales. Primero, ¿puedes admitir humildemente tu pecado? No los racionalices ni culpes a otros. Enfréntalos y acéptalos como tuyos. Segundo, confiesa tus pecados. </span><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></span></p><p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="border: 1pt none windowtext; font-family: arial; font-size: medium; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"> </span></p><p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face="Arial, sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; padding: 0cm;">Reflexiona sobre tu actitud hacia el Sacramento de la Reconciliación. Este es el Sacramento de la libertad. Es muy fácil. Simplemente entra, admite todos tus pecados, expresa tristeza y se libre. Si encuentras esto difícil, entonces estás confiando en tus propios sentimientos de miedo en lugar de en la verdad. Tercero, regocíjate en la libertad que te ofrece el Hijo de Dios. Es un regalo más allá de lo que merecemos. </span><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></span></p><p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="border: 1pt none windowtext; font-family: arial; font-size: medium; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"> </span></p><p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face="Arial, sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; padding: 0cm;">¡Reflexiona sobre estas tres cosas hoy y durante el resto de la Cuaresma, y tu Pascua será una de verdadera acción de gracias!</span><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></span></p><p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="border: 1pt none windowtext; font-family: arial; font-size: medium; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"> </span></p><p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"> </span></p><p style="background: white; margin: 0cm; overflow-wrap: break-word; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><i><span face="Arial, sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; padding: 0cm;">Señor, deseo ser libre de todo pecado para poder vivir en la libertad de ser Tu hijo. Ayúdame, querido Señor, a enfrentar mi pecado con honestidad y apertura. Dame el valor que necesito para admitir mi pecado en el Sacramento de la Reconciliación, para que pueda regocijarme en todo lo que me has dado a través de Tu sufrimiento y muerte. Jesús, en Ti confío.</span></i><span face=""Arial",sans-serif"><o:p></o:p></span></span></p><div><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><i><span face="Arial, sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; padding: 0cm;"><br /></span></i></span></div>Gustavo Quiceno Jhttp://www.blogger.com/profile/02956032680371359080noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8740151201169083013.post-37472176641953480562024-03-19T19:48:00.000-07:002024-03-19T19:48:11.107-07:006 de abril del 2022: miércoles de la quinta semana de Cuaresma<p style="text-align: center;"><br /></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"></span></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 19.9733px;">(Juan 8, 31-42) <i>Es viniendo entre nosotros que Dios nos libra del mal. Jesús, su Hijo, por el don de su vida, por su misericordia y su deseo de reconciliar todo en su Padre, es la fuente de la verdadera libertad.</i></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh1yWS92J8m357_PPv8CCCI0gEH1eq3G8dFk88AJJ2DoLG5bpql7f6JA9y4rLEwG-SKVfvBDEWiVobqVlUm92_uh50khoHvU619GJZzFKboxqUzNR3yheL85EWgDip8HH_lO4b36FlvVCjRw6RoAZdNza5DvzzcdSt3V6grpyBzu1_pFI5APXLCYZMR/s662/522px-Christ_by_Heinrich_Hofmann.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><img border="0" data-original-height="662" data-original-width="450" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh1yWS92J8m357_PPv8CCCI0gEH1eq3G8dFk88AJJ2DoLG5bpql7f6JA9y4rLEwG-SKVfvBDEWiVobqVlUm92_uh50khoHvU619GJZzFKboxqUzNR3yheL85EWgDip8HH_lO4b36FlvVCjRw6RoAZdNza5DvzzcdSt3V6grpyBzu1_pFI5APXLCYZMR/s16000/522px-Christ_by_Heinrich_Hofmann.jpg" /></span></a></div><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /></span><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /></span></div>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; mso-outline-level: 2;"><b><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Primera lectura<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; mso-outline-level: 2;"><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><b style="font-family: arial; font-size: large;">Lectura de la </b><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><b>profecía</b></span><b style="font-family: arial; font-size: large;"> de Daniel
(3,14-20.91-92.95):</b></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">
<br />
<i>EN aquellos días, el rey Nabucodonosor dijo:<br />
«¿Es cierto, Sidrac, Misac y Abdénago, que no teméis a mis dioses ni adoráis la
estatua de oro que he erigido? Mirad: si al oír tocar la trompa, la flauta, la
cítara, el laúd, el arpa, la vihuela y todos los demás instrumentos, estáis
dispuestos a postraros adorando la estatua que he hecho, hacedlo; pero, si no
la adoráis, seréis arrojados inmediatamente al horno encendido, y ¿qué dios os
librará de mis manos?».<br />
Sidrac, Misac y Abdénago contestaron al rey Nabucodonosor:<br />
«A eso no tenemos por qué responderte. Si nuestro Dios a quien veneramos puede
librarnos del horno encendido, nos librará, oh rey, de tus manos. Y aunque no
lo hiciera, que te conste, majestad, que no veneramos a tus dioses ni adoramos
la estatua de oro que has erigido».<br />
Entonces Nabucodonosor, furioso contra Sidrac, Misac y Abdénago, y con el
rostro desencajado por la rabia, mandó encender el horno siete veces más fuerte
que de costumbre, y ordenó a sus soldados más robustos que atasen a Sidrac,
Misac y Abdénago y los echasen en el horno encendido.<br />
Entonces el rey Nabucodonosor se alarmó, se levantó y preguntó, estupefacto, a
sus consejeros:<br />
«¿No eran tres los hombres que atamos y echamos al horno?».<br />
Le respondieron:<br />
«Así es, majestad».<br />
Preguntó:<br />
«Entonces, ¿cómo es que veo cuatro hombres, sin atar, paseando por el fuego sin
sufrir daño alguno? Y el cuarto parece un ser divino».<br />
Nabucodonosor, entonces, dijo:<br />
«Bendito sea el Dios de Sidrac, Misac y Abdénago, que envió un ángel a salvar a
sus siervos, que, confiando en él, desobedecieron el decreto real y entregaron
sus cuerpos antes que venerar y adorar a otros dioses fuera del suyo».<br />
</i><br />
<b>Palabra de Dios<o:p></o:p></b></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><b><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"> </span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"> </span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; mso-outline-level: 2;"><b><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Salmo<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; mso-outline-level: 2;"><b><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"> </span></b><b><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Dn 3,52.53.54.55.56</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><br />
<br />
R/. <i>A ti gloria y alabanza por los siglos</i></span></b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><br />
<i><br />
V/. Bendito eres, Señor, Dios de nuestros padres.<br />
Bendito tu nombre, santo y glorioso. R/.<br />
<br />
V/. Bendito eres en el templo de tu santa gloria. R/.<br />
<br />
V/. Bendito eres sobre el trono de tu reino. R/.<br />
<br />
V/. Bendito eres tú, que sentado sobre querubines sondeas<br />
los abismos. R/.<br />
<br />
V/. Bendito eres en la bóveda del cielo. R/.<o:p></o:p></i></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><i><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"> </span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><i><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"> </span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Lectura del santo evangelio según san Juan
(8,31-42):</span></b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><br />
<br />
<i>EN aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos que habían creído en él:<br />
«Si permanecéis en mi palabra, seréis de verdad discípulos míos; conoceréis la
verdad, y la verdad os hará libres».<br />
Le replicaron:<br />
«Somos linaje de Abrahán y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú:
“Seréis libres”?».<br />
Jesús les contestó:<br />
«En verdad, en verdad os digo: todo el que comete pecado es esclavo. El esclavo
no se queda en la casa para siempre, el hijo se queda para siempre. Y si el
Hijo os hace libres, seréis realmente libres. Ya sé que sois linaje de Abrahán;
sin embargo, tratáis de matarme, porque mi palabra no cala en vosotros. Yo
hablo de lo que he visto junto a mi Padre, pero vosotros hacéis lo que le
habéis oído a vuestro padre».<br />
Ellos replicaron:<br />
«Nuestro padre es Abrahán».<br />
Jesús les dijo:<br />
«Si fuerais hijos de Abrahán, haríais lo que hizo Abrahán. Sin embargo, tratáis
de matarme a mí, que os he hablado de la verdad que le escuché a Dios; y eso no
lo hizo Abrahán. Vosotros hacéis lo que hace vuestro padre».<br />
Le replicaron:<br />
«Nosotros no somos hijos de prostitución; tenemos un solo padre: Dios».<br />
Jesús les contestó:<br />
«Si Dios fuera vuestro padre, me amaríais, porque yo salí de Dios, y he venido.
Pues no he venido por mi cuenta, sino que él me envió».<br />
<br />
</i><b>Palabra del Señor</b><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 107%;"> </span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /></span></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><i><span style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 107%;">Jesús
les contestó:<br />
«En verdad, en verdad os digo: todo el que comete pecado es esclavo. El esclavo
no se queda en la casa para siempre, el hijo se queda para siempre. Y si el
Hijo os hace libres, seréis realmente libres.<o:p></o:p></span></i></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><i><span style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 107%;"> </span></i></p><p align="center" style="background: white; margin: 0cm; text-align: center;"><strong><span style="border: 1pt none windowtext; color: #3a3a3a; font-family: arial; font-size: medium; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><a href="https://biblia.com/bible/rsvce/John%208.34%E2%80%9336"><span style="color: #1e73be; text-decoration-line: none;">Juan 8:34–36</span></a><o:p></o:p></span></strong></p><p style="background: white; margin: 0cm; text-align: center;"><strong><span style="border: 1pt none windowtext; color: #3a3a3a; font-family: arial; font-size: medium; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"> </span></strong></p><p style="background: white; margin: 0cm; text-align: center;"><span style="color: #3a3a3a; font-family: arial; font-size: medium;"> </span></p><p style="background: white; margin: 0cm; overflow-wrap: break-word; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face="Arial, sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; padding: 0cm;">Jesús quiere liberarte, pero ¿quieres ser liberado? A nivel
intelectual, esta debería ser una pregunta fácil de responder. ¡Claro que
quieres tu libertad! ¿Quién no? Pero en un nivel práctico, esta
pregunta es más difícil de responder. En términos prácticos, muchas
personas se sienten muy cómodas viviendo en pecado. El pecado ofrece una
satisfacción engañosa de la que puede ser difícil alejarse. El pecado
puede hacer que te “sientas” bien en el momento, aunque los efectos a largo
plazo son los que te quitan la libertad y el gozo. Pero muy a menudo esa
“satisfacción” momentánea es suficiente para que muchas personas sigan reincidiendo.</span><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></span></p><p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"> </span></p><p style="background: white; margin: 0cm; overflow-wrap: break-word; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face="Arial, sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; padding: 0cm;">¿Y qué me dices de ti? ¿Quieres ser libre para vivir como
hijo o hija del Dios Altísimo? Si respondes "Sí", prepárate para
que esto sea doloroso, pero de una manera agradable. Vencer el pecado
requiere purificación. El proceso de “dejar ir” el pecado requiere
verdadero sacrificio y compromiso. Requiere que te vuelvas al Señor con
absoluta confianza y abandono. Al hacerlo, experimentas una especie de
muerte para ti mismo, para tus pasiones y para tu propia voluntad egoísta. Esto
duele, al menos en el nivel de tu naturaleza humana caída. Pero es como una
cirugía que tiene como objetivo extirpar el cáncer o alguna infección. La
cirugía en sí puede doler, pero es la única forma de liberarte de la enfermedad
que tienes. El Hijo es el Cirujano Divino y la forma en que te libera es a
través de Su propio sufrimiento y muerte. </span><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></span></p><p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="border: 1pt none windowtext; font-family: arial; font-size: medium; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"> </span></p><p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face="Arial, sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; padding: 0cm;">La crucifixión y la muerte de Jesús trajeron vida al mundo. Su
muerte destruyó la enfermedad del pecado, y nuestra aceptación voluntaria del
remedio de Su muerte significa que debemos dejar que Él destruya la enfermedad
del pecado dentro de nosotros a través de Su muerte. Debe ser
"cortado", por así decirlo, y eliminado por nuestro
Señor. </span><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></span></p><p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"> </span></p><p style="background: white; margin: 0cm; overflow-wrap: break-word; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face="Arial, sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; padding: 0cm;">La Cuaresma es un tiempo, más que ningún otro, en el que debes
enfocarte honestamente en tu pecado con el fin de identificar aquellas cosas
que te mantienen atado, para que puedas invitar al Médico Divino a entrar en
tus heridas y sanarte. No dejéis pasar la Cuaresma sin hacer un profundo y
honesto examen de conciencia y arrepentirte de tus pecados de todo corazón. ¡El
Señor quiere que seas libre! Deséalo tú mismo y entra en el proceso de
purificación para que seas liberado de tus pesadas cargas.</span><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></span></p><p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"> </span></p><p style="background: white; margin: 0cm; overflow-wrap: break-word; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face="Arial, sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; padding: 0cm;">Reflexiona hoy sobre tu actitud hacia tus propios pecados
personales. Primero, ¿puedes admitir humildemente tu pecado? No los
racionalices ni culpes a otros. Enfréntalos y acéptalos como tuyos. Segundo,
confiesa tus pecados. </span><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></span></p><p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="border: 1pt none windowtext; font-family: arial; font-size: medium; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"> </span></p><p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face="Arial, sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; padding: 0cm;">Reflexiona sobre tu actitud hacia el Sacramento de la
Reconciliación. Este es el Sacramento de la libertad. Es muy fácil. Simplemente
entra, admite todos tus pecados, expresa tristeza y se libre. Si encuentras
esto difícil, entonces estás confiando en tus propios sentimientos de miedo en
lugar de en la verdad. Tercero, regocíjate en la libertad que te ofrece el
Hijo de Dios. Es un regalo más allá de lo que merecemos. </span><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></span></p><p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="border: 1pt none windowtext; font-family: arial; font-size: medium; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"> </span></p><p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face="Arial, sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; padding: 0cm;">¡Reflexiona sobre estas tres cosas hoy y durante el resto de la
Cuaresma, y tu Pascua será una de verdadera acción de gracias!</span><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></span></p><p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="border: 1pt none windowtext; font-family: arial; font-size: medium; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"> </span></p><p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"> </span></p><p style="background: white; margin: 0cm; overflow-wrap: break-word; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><i><span face="Arial, sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; padding: 0cm;">Señor, deseo ser libre de todo pecado para
poder vivir en la libertad de ser Tu hijo. Ayúdame, querido Señor, a
enfrentar mi pecado con honestidad y apertura. Dame el valor que necesito
para admitir mi pecado en el Sacramento de la Reconciliación, para que pueda
regocijarme en todo lo que me has dado a través de Tu sufrimiento y muerte. Jesús,
en Ti confío.</span></i><span face=""Arial",sans-serif"><o:p></o:p></span></span></p><p style="background: white; margin: 0cm; overflow-wrap: break-word;"><i><span style="border: 1pt none windowtext; font-family: arial; font-size: medium; padding: 0cm;"><br /></span></i></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
</p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><o:p><span style="font-family: arial; font-size: medium;"> ************</span></o:p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><o:p><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /></span></o:p></p>
<p align="center" style="background: white; margin: 0cm; text-align: center;"><strong><span style="border: 1pt none windowtext; color: #3a3a3a; font-family: arial; font-size: medium; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"> <u>La verdad os hará libres</u></span></strong></p><p align="center" style="background: white; margin: 0cm; text-align: center;"><strong><span style="border: 1pt none windowtext; color: #3a3a3a; font-family: arial; font-size: medium; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><u><br /></u></span></strong></p><p align="center" style="background: white; margin: 0cm; text-align: center;"><strong><span style="border: 1pt none windowtext; color: #3a3a3a; font-family: arial; font-size: medium; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><br /></span></strong></p><p align="center" style="background: white; margin: 0cm; text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span>(Daniel 3, 14-20.91-92.95) </span><i>Nuestra confianza y nuestra fidelidad hacia Dios, a pesar de las pruebas, ayudan a revelarlo al mundo.</i></span></p><p align="center" style="background: white; margin: 0cm; text-align: center;"><i><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /></span></i></p><p align="center" style="background: white; margin: 0cm; text-align: center;"><i><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjv6J_gDRBgCg1tzFov_GwukLg1SbLU0BWntqMogwaKqsKSc4Gt2Dd6Z9xDALIUVkfMU-VXt0xNm8ha-oWZIGQoFigyQajVb8UKvlMti6Osvp1vgcxxvqCt3HvCPVW-052lLYPdf90Qq7c/s600/stephanie-leblanc-z4LXu7NiII4-unsplash.jpg" style="font-style: normal; margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><img border="0" data-original-height="400" data-original-width="600" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjv6J_gDRBgCg1tzFov_GwukLg1SbLU0BWntqMogwaKqsKSc4Gt2Dd6Z9xDALIUVkfMU-VXt0xNm8ha-oWZIGQoFigyQajVb8UKvlMti6Osvp1vgcxxvqCt3HvCPVW-052lLYPdf90Qq7c/w400-h266/stephanie-leblanc-z4LXu7NiII4-unsplash.jpg" width="400" /></span></a></i></p><p align="center" style="background: white; margin: 0cm; text-align: center;"><i><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /></span></i></p>
<p align="center" style="background: white; margin: 0cm; text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><b><i><span face="Arial, sans-serif">…dijo Jesús a los judíos que habían creído en él:<br />
«Si permanecéis en mi palabra, seréis de verdad discípulos míos; conoceréis la
verdad, y la verdad os hará libres».<br />
<!--[if !supportLineBreakNewLine]--><br />
<!--[endif]--></span></i></b><strong><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; color: #3a3a3a; font-weight: normal; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></strong></span></p>
<p align="center" style="background: white; margin: 0cm; text-align: center;"><strong><span style="border: 1pt none windowtext; color: #3a3a3a; font-family: arial; font-size: medium; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"> <a data-purpose="bible-reference" data-reference="John 8.31–32" data-version="rsvce" href="https://biblia.com/bible/rsvce/John%208.31%E2%80%9332" style="transition: color 0.1s ease-in-out 0s, background-color 0.1s ease-in-out 0s;"><span style="color: #1e73be; text-decoration-line: none;">Juan 8: 31–32</span></a><o:p></o:p></span></strong></p>
<p align="center" style="background: white; margin: 0cm; text-align: center;"><strong><span style="border: 1pt none windowtext; color: #3a3a3a; font-family: arial; font-size: medium; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"> </span></strong></p>
<p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"> </span></p>
<p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face="Arial, sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; padding: 0cm;">Estas palabras tienen el potencial de marcar
una diferencia transformadora en nuestras vidas. Tenga en cuenta que Jesús
dijo estas palabras "a los judíos que creían en él". Es decir,
aquellos que habían aceptado Su palabra y eran, por tanto, Sus verdaderos
discípulos. Nosotros, que también creemos en Jesús, debemos considerar
estas palabras con detenimiento. <b>El corazón de esta enseñanza es doble:
debes llegar a "conocer la verdad" para que la verdad que llegues a
conocer "te haga libre". </b></span><b><span face=""Arial",sans-serif"><o:p></o:p></span></b></span></p>
<p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face="Arial, sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; padding: 0cm;">Esta enseñanza de Jesús es excepcionalmente
útil tanto a nivel psicológico como espiritual. En primer lugar, a un
nivel puramente psicológico, una de las mayores ayudas para una buena salud
mental es la verdad. La mayoría de las veces, cuando uno lucha con varias
formas de depresión, es porque está viendo aspectos de su vida con confusión. "¿Por
qué esta persona me hizo esto?" O "¿Cómo voy a superar
esto?" O "Mi vida es un desastre y no hay salida". Estos
y otros pensamientos similares conducirán inevitablemente a la depresión por
una simple razón: se basan en pensamientos erróneos.</span><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"> </span></p>
<p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><b><span face="Arial, sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; padding: 0cm;">Una de las mejores formas de asesoramiento
psicológico es lo que podría llamarse "terapia de la verdad". Cada
pregunta desesperada que tenemos y cada conclusión deprimente a la que hemos
llegado en la vida deben ser reexaminadas a la luz de la mente de Dios. ¿Qué
piensa Dios? ¿Qué hay en la mente de Dios a este respecto? Esas
verdades que esperan ser descubiertas son la verdad que "los hará
libres". La depresión se supera más fácilmente cuando miramos nuestra
vida de la forma en que Dios la mira. Esto produce esperanza, y la
esperanza trae libertad a las cadenas de la depresión y la confusión.</span></b><b><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></b></span></p>
<p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"> </span></p>
<p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face="Arial, sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; padding: 0cm;">A nivel espiritual, estos principios se
aplican aún más. La verdad sobre el pecado, el perdón, la salvación y el
cielo debe conocerse profundamente y aceptarse plenamente. Cuando negamos
la verdad del pecado o el perdón, vivimos dentro de una mentira y permanecemos
atados por esa mentira<b>. La verdadera libertad espiritual que conduce a
la salvación y la eternidad en el cielo se obtiene solo cuando abrazamos de
todo corazón la santa y perfecta verdad espiritual que Dios nos ha dado. Debemos
conocer claramente nuestro pecado, arrepentirnos de él, buscar el perdón de
Dios, enmendar nuestras vidas y vivir la nueva vida de gracia a la que estamos
llamados.</b></span><b><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></b></span></p>
<p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"> </span></p>
<p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face="Arial, sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; padding: 0cm;">Reflexione hoy sobre esta poderosa
transformadora enseñanza de Jesús: "conozca la verdad, y la verdad lo hará
libre". ¿Qué verdades psicológicas y espirituales necesita conocer
más profundamente? ¿Qué confusión o ceguera queda? Busque el remedio
de la Verdad tal como está en la mente de Dios y sepa que la libertad aguarda.</span><span face=""Arial",sans-serif"><o:p></o:p></span></span></p><p style="background: white; margin: 0cm;"><span style="border: 1pt none windowtext; font-family: arial; font-size: medium; padding: 0cm;"><br /></span></p><p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="border: 1pt none windowtext; font-family: arial; font-size: medium; padding: 0cm;"><i><br /></i></span></p>
<span style="font-family: arial; font-size: medium;"><div style="text-align: justify;"><i><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES-CO; mso-bidi-language: AR-SA; mso-border-alt: none windowtext 0cm; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; padding: 0cm;">Dios de toda Verdad, Tu
Palabra es liberadora, transformadora y nos llena de esperanza. Que pueda
volver mi mente hacia Ti y Tu </span><span style="background-color: #f8f9fa; color: #202124; white-space: pre-wrap;">santa Palabra para que pueda conocer la Verdad a medida que Tú la pronuncias y permitir que esa Verdad transformadora me libere. Jesús, en Ti confío.</span></i></div></span>Gustavo Quiceno Jhttp://www.blogger.com/profile/02956032680371359080noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8740151201169083013.post-8946010575259337402024-03-18T22:35:00.000-07:002024-03-18T22:39:32.390-07:0019 de marzo 2024: Solemnidad de San José , esposo de María<p> </p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><b><span style="line-height: 115%;">SANTO DEL DIA</span></b><b><span style="line-height: 115%;"><o:p></o:p></span></b></span></p><p class="MsoNormal"><b><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">San José<o:p></o:p></span></span></b></p><p>
</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">Siglo I. <i>“Hombre justo”</i>
(Mt 1,19), esposo de la Virgen María, velaba por Jesús como un
padre. Guardián de la Sagrada Familia, continúa hoy protegiendo a la
Iglesia universal, de la que es patrón.</span><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 14pt;"><o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-fareast-language: ES-CO;"><br /></span></p><p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-fareast-language: ES-CO;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">Presencia discreta<o:p></o:p></span></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: left;"><span style="font-family: arial;"><b style="font-size: large; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 115%;">(Lucas
2, 41-51a)</span></b><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><span style="font-size: large;"> Los ev</span><span style="font-size: medium;">angelios no registran
ninguna palabra de José, el padre de Jesús. Quizás en los primeros días de
la Iglesia se conservaron vestigios que se perdieron por accidente o por
elección propia. ¿Pero necesitamos saber todo sobre él? Quizás los
autores de las Escrituras fueron discretos sobre su persona para que la
grandeza de su testimonio estuviera preservada de cualquier interpretación
distorsionada por los prejuicios. En cualquier caso, es mejor que toda
nuestra atención no se centre en José, sino en su hijo. ■</span></span></span></p><p>
</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-family: arial; line-height: 115%;"><span style="font-size: medium;">Frédérick Tremblay</span><span style="font-size: 14pt;"><o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><i><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: medium; line-height: 107%;">José fue un hombre que escuchó a Dios para
lograr lo impensable: casarse con María embarazada por la acción del Espíritu
Santo y convertirse en el padre de alguien que salvará a su pueblo de sus
pecados. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El sí de María y el de José son
uno.</span></i></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: arial;"><i><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: medium; line-height: 107%;"><br /></span></i></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgb0TiqxTzESCHRKsdxVXbr6oRrhm37iSY7uf2S0CvVtLy4RpttFYtl09HqF-LoQkana039u_muS8LWFu26-36xfNF1wuM0LNtFNQbV7LYjjssXpNd6LOI1pTx3Ajy_2g1X-l7_s3r0Tf8/s550/Luca_Giordano_-_The_Dream_of_St._Joseph_-_77.52_-_Indianapolis_Museum_of_Art-1.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><img border="0" data-original-height="473" data-original-width="550" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgb0TiqxTzESCHRKsdxVXbr6oRrhm37iSY7uf2S0CvVtLy4RpttFYtl09HqF-LoQkana039u_muS8LWFu26-36xfNF1wuM0LNtFNQbV7LYjjssXpNd6LOI1pTx3Ajy_2g1X-l7_s3r0Tf8/s16000/Luca_Giordano_-_The_Dream_of_St._Joseph_-_77.52_-_Indianapolis_Museum_of_Art-1.jpg" /></span></a></div><p class="MsoNormal"><span style="font-size: medium;"><br /></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; mso-outline-level: 2;"><b><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Primera lectura<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Lectura del segundo libro de Samuel
(7,4-5a.12-14a.16):</span></b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><br />
<br />
<i>En aquellos días, recibió Natán la siguiente palabra del Señor:<br />
- «Ve y dile a mi siervo David: "Esto dice el Señor: Cuando tus días se
hayan cumplido y te acuestes con tus padres, afirmaré después de ti la
descendencia que saldrá de tus entrañas, y consolidaré su realeza. El
cons¬truirá una casa para mi nombre, y yo consolidaré el trono de su realeza
para siempre. Yo seré para él padre, y él será para mí hijo. Tu casa y tu reino
durarán por siempre en mi presencia; tu trono permanecerá por siempre." ».<br />
</i><br />
<b>Palabra de Dios<o:p></o:p></b></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><b><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><o:p> </o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; mso-outline-level: 2;"><b><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Salmo<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Sal 88,2-3.4-5.27.29<br />
<br />
R/.</span></b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"> <b><i>Su
linaje será perpetuo</i></b><br />
<br />
<i>Cantaré eternamente las misericordias del Señor,<br />
anunciaré tu fidelidad por todas las edades.<br />
Porque dije: «Tu misericordia es un edificio eterno,<br />
más que el cielo has afianzado tu fidelidad.» R.<br />
<br />
Sellé una alianza con mi elegido,<br />
jurando a David, mi siervo:<br />
«Te fundaré un linaje perpetuo,<br />
edificaré tu trono para todas las edades.» R.<br />
<br />
El me invocará: «Tú eres mi padre, mi Dios,<br />
mi Roca salvadora.»<br />
Le mantendré eternamente mi favor,<br />
y mi alianza con él será estable. R.<o:p></o:p></i></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; mso-outline-level: 2;"><b><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Segunda lectura<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los
Romanos (4,13.16-18):</span></b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><br />
<br />
<i>Hermanos:<br />
No fue la observancia de la Ley, sino la justificación obtenida por la fe, la
que obtuvo para Abrahán y su<br />
descendencia la promesa de heredar el mundo.<br />
Por eso, como todo depende de la fe, todo es gracia; así, la promesa está
asegurada para toda la descendencia, no solamente para la descendencia legal,
sino también para la que nace de la fe de Abrahán, que es padre de todos
nosotros. Así, dice la Escritura: «Te hago padre de muchos pueblos.»<br />
Al encontrarse con el Dios que da vida a los muertos y llama a la existencia lo
que, no existe, Abrahán<br />
creyó.<br />
Apoyado en la esperanza, creyó, contra toda esperanza, que llegaría a ser padre
de muchas naciones, según lo que se le había dicho: «Así será tu descendencia.»</i><br />
<br />
<b>Palabra de Dios<o:p></o:p></b></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><b><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><o:p> </o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Lectura del santo evangelio según san Mateo
(1,16.18-21.24a):</span></b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><br />
<br />
<i>Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado
Cristo.<br />
El nacimiento de Jesucristo fue de esta manera:<br />
María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó
que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo.<br />
José, su esposo, que era justo y no quería denunciarla, decidió repudiarla en
secreto. Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un
ángel del Señor que le dijo:<br />
- «José, hijo de David, no tengas reparo en llevarte a María, tu mujer, porque
la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú
le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados.»<br />
Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor.<br />
<br />
</i><b>Palabra del Señor</b><o:p></o:p></span></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><u><span face=""Arial",sans-serif" style="line-height: 107%;"><o:p><span style="font-family: arial; font-size: medium; text-decoration: none;"> </span></o:p></span></u></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><u><span style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 107%;">La
grandeza de José<o:p></o:p></span></u></b></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p align="center" style="background: white; margin: 0cm; text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><strong><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; color: black; mso-border-alt: none windowtext 0cm; mso-color-alt: windowtext; padding: 0cm;">Cuando José se despertó, hizo lo que el ángel del Señor le había
ordenado y se llevó a su esposa a su casa. </span></strong><strong><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></strong></span></p>
<p align="center" style="background: white; margin: 0cm; text-align: center;"><strong><span style="border: 1pt none windowtext; font-family: arial; font-size: medium; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p> </o:p></span></strong></p>
<p style="background: white; margin: 0cm; text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><strong><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; color: black; mso-border-alt: none windowtext 0cm; mso-color-alt: windowtext; padding: 0cm;">Mateo 1:24</span></strong><strong><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></strong></span></p>
<p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><o:p> </o:p></span></p>
<p style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background: white; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; margin: 0cm; orphans: 2; text-align: justify; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-decoration-thickness: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; color: black; mso-border-alt: none windowtext 0cm; mso-color-alt: windowtext; padding: 0cm;">¿Qué hizo a San José tan grande? No fue
concebido inmaculadamente como lo fue nuestra Santísima Madre. </span><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; color: black; mso-border-alt: none windowtext 0cm; mso-color-alt: windowtext; padding: 0cm;">No era divino como Jesús. </span><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; color: black; mso-border-alt: none windowtext 0cm; mso-color-alt: windowtext; padding: 0cm;">Pero él era el jefe de la Sagrada Familia, su guardián y su
proveedor. Se convirtió en el padre legal del Salvador del Mundo y el
esposo de la Madre de Dios. </span><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="border: 1pt none windowtext; font-family: arial; font-size: medium; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p> </o:p></span></p>
<p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; color: black; mso-border-alt: none windowtext 0cm; mso-color-alt: windowtext; padding: 0cm;">Pero José no es grandioso solo porque se le otorgaron privilegios
tan increíbles. </span><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="border: 1pt none windowtext; font-family: arial; font-size: medium; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p> </o:p></span></p>
<p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; color: black; mso-border-alt: none windowtext 0cm; mso-color-alt: windowtext; padding: 0cm;">En primer lugar, fue genial por las decisiones que tomó en la
vida. El evangelio de hoy se refiere a él como un "hombre justo"
y como un hombre que "hizo como le ordenó el ángel del Señor". Por
lo tanto, su grandeza se debe principalmente a su justicia moral y obediencia a
la voluntad de Dios.</span><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><o:p> </o:p></span></p>
<p style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background: white; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; margin: 0cm; orphans: 2; text-align: justify; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-decoration-thickness: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; color: black; mso-border-alt: none windowtext 0cm; mso-color-alt: windowtext; padding: 0cm;">La obediencia de José se ve especialmente en
el hecho de que obedeció la voz de Dios que se le dio en los cuatro sueños
registrados en las Escrituras. En su primer sueño, se le dice a José “no
temas llevar a tu esposa María a tu casa. Porque es por el Espíritu Santo
que este niño ha sido concebido en ella. Dará a luz un hijo y le pondrás
por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados ”( <a data-purpose="bible-reference" data-reference="Matt 1.20–21" data-version="rsvce" href="https://biblia.com/bible/rsvce/Matt%201.20%E2%80%9321" style="transition: color 0.1s ease-in-out 0s, background-color 0.1s ease-in-out 0s;"><span style="color: black; mso-color-alt: windowtext;">Mateo 1: 20-21</span></a> ). </span><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="border: 1pt none windowtext; font-family: arial; font-size: medium; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p> </o:p></span></p>
<p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; color: black; mso-border-alt: none windowtext 0cm; mso-color-alt: windowtext; padding: 0cm;">En su segundo sueño, se le dice a José: “Levántate, toma al niño
ya su madre, huye a Egipto y quédate allí hasta que yo te lo diga. Herodes
buscará al niño para matarlo ”( <a data-purpose="bible-reference" data-reference="Matt 2.13" data-version="rsvce" href="https://biblia.com/bible/rsvce/Matt%202.13" style="transition: color 0.1s ease-in-out 0s, background-color 0.1s ease-in-out 0s;"><span style="color: black; mso-color-alt: windowtext;">Mateo 2:13</span></a> ). </span><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="border: 1pt none windowtext; font-family: arial; font-size: medium; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p> </o:p></span></p>
<p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; color: black; mso-border-alt: none windowtext 0cm; mso-color-alt: windowtext; padding: 0cm;">En su tercer sueño, se le dice a José: "Levántate, toma al
niño y a su madre y vete a la tierra de Israel, porque han muerto los que
buscaban la vida del niño" (<a data-purpose="bible-reference" data-reference="Matt 2.20" data-version="rsvce" href="https://biblia.com/bible/rsvce/Matt%202.20" style="transition: color 0.1s ease-in-out 0s, background-color 0.1s ease-in-out 0s;"><span style="color: black; mso-color-alt: windowtext;">Mateo 2:20</span></a> ). </span><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="border: 1pt none windowtext; font-family: arial; font-size: medium; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p> </o:p></span></p>
<p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; color: black; mso-border-alt: none windowtext 0cm; mso-color-alt: windowtext; padding: 0cm;">Y en su cuarto sueño, a José se le advierte que vaya a Galilea en
lugar de a Judea ( <a data-purpose="bible-reference" data-reference="Matt 2.22" data-version="rsvce" href="https://biblia.com/bible/rsvce/Matt%202.22" style="transition: color 0.1s ease-in-out 0s, background-color 0.1s ease-in-out 0s;"><span style="color: black; mso-color-alt: windowtext;">Mateo 2:22</span></a> ).</span><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><o:p> </o:p></span></p>
<p style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background: white; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; margin: 0cm; orphans: 2; text-align: justify; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-decoration-thickness: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; color: black; mso-border-alt: none windowtext 0cm; mso-color-alt: windowtext; padding: 0cm;">Cuando se leen sucesivamente estos sueños,
queda claro que San José estaba atento a la voz de Dios. Todos tenemos
sueños, pero los sueños de José eran diferentes. Eran comunicaciones
claras de Dios y requerían un destinatario dispuesto. José estaba abierto
a la voz de Dios y escuchó con fe como un receptor dispuesto.</span><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><o:p> </o:p></span></p>
<p style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background: white; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; margin: 0cm; orphans: 2; text-align: justify; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-decoration-thickness: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; color: black; mso-border-alt: none windowtext 0cm; mso-color-alt: windowtext; padding: 0cm;">José también respondió con completa sumisión y
determinación. Los mandatos que recibió José no fueron insignificantes. Su
obediencia requería que él y su familia viajaran grandes distancias, se
establecieran en tierras extrañas y lo hicieran con fe.</span><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><o:p> </o:p></span></p>
<p style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background: white; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; margin: 0cm; orphans: 2; text-align: justify; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-decoration-thickness: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; color: black; mso-border-alt: none windowtext 0cm; mso-color-alt: windowtext; padding: 0cm;">También está claro que José se tomó en serio
su vocación. El Papa San Juan Pablo II le dio el título de "Guardián
del Redentor". Una y otra vez, mostró su compromiso inquebrantable
con su papel de guardián de su Hijo legal, Jesús, y de su esposa, María. Pasó
su vida proveyéndolos, protegiéndolos y ofreciéndoles un corazón de padre.</span><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><o:p> </o:p></span></p>
<p style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background: white; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; margin: 0cm; orphans: 2; text-align: justify; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-decoration-thickness: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; color: black; mso-border-alt: none windowtext 0cm; mso-color-alt: windowtext; padding: 0cm;">Reflexione, hoy, sobre la vocación única de
San José. Reflexione, especialmente, en los primeros años de su matrimonio
y la resurrección de Jesús. Considere su compromiso paternal de cuidar,
proveer y proteger a su Hijo. Todos debemos buscar imitar las virtudes de
San José protegiendo la presencia de Cristo dentro de nuestros propios
corazones, los corazones de nuestra familia y amigos y en el mundo en general. </span><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; color: black; mso-border-alt: none windowtext 0cm; mso-color-alt: windowtext; padding: 0cm;">Reza a San José, pidiéndole que te ayude a seguir su ejemplo para
que la presencia oculta de nuestro Señor en nuestras vidas crezca y llegue a su
plena madurez.</span><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="border: 1pt none windowtext; color: #3a3a3a; font-family: arial; font-size: medium; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p> </o:p></span></p>
<p style="background: white; margin: 0cm;"><i><span style="color: #3a3a3a; font-family: arial; font-size: medium;"><o:p> </o:p></span></i></p>
<p style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background: white; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; margin: 0cm; orphans: 2; text-align: start; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-decoration-thickness: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span class="mw-poem-indented"><i><span face=""Arial",sans-serif" style="background: white; color: #202122;">Salve, custodio
del Redentor</span></i></span><i><span face=""Arial",sans-serif" style="color: #202122;"><br style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-align: start; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-decoration-thickness: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;" />
<span class="mw-poem-indented"><span style="background: white;"><span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; display: inline-block; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; margin-inline-start: 2em; orphans: 2; text-align: start; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-decoration-thickness: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">y esposo de la Virgen María.</span></span></span><br style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-align: start; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-decoration-thickness: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;" />
<span class="mw-poem-indented"><span style="background: white;"><span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; display: inline-block; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; margin-inline-start: 2em; orphans: 2; text-align: start; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-decoration-thickness: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">A ti Dios confió a su Hijo,</span></span></span><br style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-align: start; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-decoration-thickness: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;" />
<span class="mw-poem-indented"><span style="background: white;"><span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; display: inline-block; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; margin-inline-start: 2em; orphans: 2; text-align: start; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-decoration-thickness: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">en ti María depositó su confianza,</span></span></span><br style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-align: start; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-decoration-thickness: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;" />
<span class="mw-poem-indented"><span style="background: white;"><span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; display: inline-block; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; margin-inline-start: 2em; orphans: 2; text-align: start; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-decoration-thickness: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">contigo Cristo se forjó como hombre.</span></span></span><br style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-align: start; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-decoration-thickness: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;" />
<br style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-align: start; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-decoration-thickness: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;" />
<span class="mw-poem-indented"><span style="background: white;"><span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; display: inline-block; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; margin-inline-start: 2em; orphans: 2; text-align: start; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-decoration-thickness: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">Oh, bienaventurado José,</span></span></span><br style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-align: start; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-decoration-thickness: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;" />
<span class="mw-poem-indented"><span style="background: white;"><span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; display: inline-block; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; margin-inline-start: 2em; orphans: 2; text-align: start; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-decoration-thickness: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">muéstrate padre también a nosotros</span></span></span><br style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-align: start; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-decoration-thickness: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;" />
<span class="mw-poem-indented"><span style="background: white;"><span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; display: inline-block; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; margin-inline-start: 2em; orphans: 2; text-align: start; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-decoration-thickness: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">y guíanos en el camino de la vida.</span></span></span><br style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-align: start; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-decoration-thickness: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;" />
<span class="mw-poem-indented"><span style="background: white;"><span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; display: inline-block; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; margin-inline-start: 2em; orphans: 2; text-align: start; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-decoration-thickness: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">Concédenos gracia, misericordia y
valentía,</span></span></span><br style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-align: start; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-decoration-thickness: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;" />
<span class="mw-poem-indented"><span style="background: white;"><span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; display: inline-block; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; margin-inline-start: 2em; orphans: 2; text-align: start; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-decoration-thickness: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">y defiéndenos de todo mal. Amén.</span></span></span></span></i><i><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; color: #3a3a3a; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"> <o:p></o:p></span></i></span></p>
<p style="background: white; margin: 0cm;"><span style="border: 1pt none windowtext; color: #3a3a3a; font-family: arial; font-size: medium; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p> </o:p></span></p>
<p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="border: 1pt none windowtext; color: #3a3a3a; font-family: arial; font-size: medium; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;">(Oración
de </span><span face=""Arial",sans-serif" style="color: #3a3a3a;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><a data-wpel-link="external" href="https://mycatholic.life/year-of-saint-joseph/patris-corde-with-a-fathers-heart/" style="transition: color 0.1s ease-in-out 0s, background-color 0.1s ease-in-out 0s;" target="_self"><i><span style="border: 1pt none windowtext; color: #1e73be; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;">Patris Corde</span></i></a><i><span style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"> ,</span></i><span style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"> del Papa Francisco)</span></span><o:p style="font-size: 14pt;"></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 14pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>Gustavo Quiceno Jhttp://www.blogger.com/profile/02956032680371359080noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8740151201169083013.post-9307887227817170202024-03-17T20:24:00.000-07:002024-03-18T08:48:46.155-07:0018 de marzo del 2024: lunes de la quinta semana de cuaresma<p style="text-align: center;"><br /></p><p class="MsoNormal"><b><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 115%;"><span style="font-size: medium;">La magnanimidad de
Dios<o:p></o:p></span></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><b><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 115%;">(Juan
8, 1-11)</span></b><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 115%;"> Jesús escribe caracteres
efímeros sobre la tierra. Palabra de Dios, toda su existencia es un signo. Sus
palabras, sus gestos están ahí para grabar en la memoria y mantenerla viva. <i>“¿Nadie
te condenó?”»</i> le pregunta a la mujer sorprendida en acto de
adulterio. <i>“Yo tampoco te condeno. Ve y no peques más.»</i> ¡Que
podamos demostrar cada día tal magnanimidad que expresa el corazón de Dios! ■<o:p></o:p></span></span></p><p style="text-align: center;">
</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 115%;"><span style="font-size: medium;">Benedicta
de la Cruz, cisterciense</span><span style="font-size: 14pt;"><o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-fareast-language: ES-CO;"><br /></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 30.816px;"><b>(Daniel 13, 41c-62 y Juan 8, 1-11)</b> <i>Susana no había pecado, y sin embargo iba a ser condenada: Daniel la salvó. La adúltera había pecado e iba a ser condenada: Jesús la salvó. En cualquier caso, Dios está allí, listo para intervenir en nuestro favor.</i><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 30.816px;"><i><br /></i></span></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 30.816px;"><b>(</b><span><b>Salmo 22) </b><i>Cuando nada está bien, puedo descansar en Dios. Él es mi refugio en la adversidad, aquel a quien puedo confiar todo sin temor a ser juzgado y condenado. Hoy le expreso todo mi agradecimiento por el amor y la fidelidad con que me llena todos los días de mi vida.</i></span></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgMBZYE_R-VKamSREYUuNLvQMhtnrS3ODbYnimyAo15DqdkSGnpWpXf1J4-BC3tOe5wm9HF4DJNG4QsEc09DtcV1eB4iDyBYPEKqFl5NU9vl1hKXp1kcR9TXpjIuJpawz8P2QXfnEFnvIiGYZ-dLbsuQQIsewQPU4_nZ-sHFEHMjFPT99URcEa9PPPV/s600/James-Tissot-Jesus-Speaks-near-the-Treasury-Brooklyn-Field-Museum-public-domain-2.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><img border="0" data-original-height="421" data-original-width="600" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgMBZYE_R-VKamSREYUuNLvQMhtnrS3ODbYnimyAo15DqdkSGnpWpXf1J4-BC3tOe5wm9HF4DJNG4QsEc09DtcV1eB4iDyBYPEKqFl5NU9vl1hKXp1kcR9TXpjIuJpawz8P2QXfnEFnvIiGYZ-dLbsuQQIsewQPU4_nZ-sHFEHMjFPT99URcEa9PPPV/s16000/James-Tissot-Jesus-Speaks-near-the-Treasury-Brooklyn-Field-Museum-public-domain-2.jpg" /></span></a></div><p class="MsoNormal"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; mso-outline-level: 2;"><b><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Primera lectura<o:p></o:p></span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Lectura del libro de Daniel (13,1-9.15-17.19-30.33-62):</span></b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><br /><br /><i>EN aquellos días, vivía en Babilonia un hombre llamado Joaquín, casado con Susana, hija de Jelcías, mujer muy bella y temerosa del Señor.<br />Sus padres eran justos y habían educado a su hija según la ley de Moisés. Joaquín era muy rico y tenía un jardín junto a su casa; y como era el más respetado de todos, los judíos solían reunirse allí.<br />Aquel año fueron designados jueces dos ancianos del pueblo, de esos que el Señor denuncia diciendo:<br />«En Babilonia la maldad ha brotado de los viejos jueces, que pasan por guías del pueblo».<br />Solían ir a casa de Joaquín, y los que tenían pleitos que resolver acudían a ellos.<br />A mediodía, cuando la gente se marchaba, Susana salía a pasear por el jardín de su marido. Los dos ancianos la veían a diario, cuando salía a pasear, y sintieron deseos de ella.<br />Pervirtieron sus pensamientos y desviaron los ojos para no mirar al cielo, ni acordarse de sus justas leyes.<br />Sucedió que, mientras aguardaban ellos el día conveniente, salió ella como los tres días anteriores sola con dos criadas, y tuvo ganas de bañarse en el jardín, porque hacía mucho calor. No había allí nadie, excepto los dos ancianos escondidos y acechándola.<br />Susana dijo a las criadas:<br />«Traedme el perfume y las cremas y cerrad la puerta del jardín mientras me baño».<br />Apenas salieron las criadas, se levantaron los dos ancianos, corrieron hacia ella y le dijeron:<br />«Las puertas del jardín están cerradas, nadie nos ve, y nosotros sentimos deseos de ti; así que consiente y acuéstate con nosotros. Si no, daremos testimonio contra ti diciendo que un joven estaba contigo y que por eso habías despachado a las criadas».<br />Susana lanzó un gemido y dijo:<br />«No tengo salida: si hago eso, mereceré la muerte; si no lo hago, no escaparé de vuestras manos. Pero prefiero no hacerlo y caer en vuestras manos antes que pecar delante del Señor».<br />Susana se puso a gritar, y los dos ancianos, por su parte, se pusieron también a gritar contra ella. Uno de ellos fue corriendo y abrió la puerta del jardín.<br />Al oír los gritos en el jardín, la servidumbre vino corriendo por la puerta lateral a ver qué le había pasado. Cuando los ancianos contaron su historia, los criados quedaron abochornados, porque Susana nunca había dado que hablar.<br />Al día siguiente, cuando la gente vino a casa de Joaquín, su marido, vinieron también los dos ancianos con el propósito criminal de hacer morir a Susana. En presencia del pueblo ordenaron:<br />«Id a buscar a Susana, hija de Jelcías, mujer de Joaquín».<br />Fueron a buscarla, y vino ella con sus padres, hijos y parientes.<br />Toda su familia y cuantos la veían lloraban.<br />Entonces los dos ancianos se levantaron en medio de la asamblea y pusieron las manos sobre la cabeza de Susana.<br />Ella, llorando, levantó la vista al cielo, porque su corazón confiaba en el Señor.<br />Los ancianos declararon:<br />«Mientras paseábamos nosotros solos por el jardín, salió esta con dos criadas, cerró la puerta del jardín y despidió a las criadas. Entonces se le acercó un joven que estaba escondido y se acostó con ella.<br />Nosotros estábamos en un rincón del jardín y, al ver aquella maldad, corrimos hacia ellos. Los vimos abrazados, pero no pudimos sujetar al joven, porque era más fuerte que nosotros, y, abriendo la puerta, salió corriendo.<br />En cambio, a esta le echamos mano y le preguntamos quién era el joven, pero no quiso decírnoslo. Damos testimonio de ello».<br />Como eran ancianos del pueblo y jueces, la asamblea los creyó y la condenó a muerte.<br />Susana dijo gritando:<br />«Dios eterno, que ves lo escondido, que lo sabes todo antes de que suceda, tú sabes que han dado falso testimonio contra mí, y ahora tengo que morir, siendo inocente de lo que su maldad ha inventado contra mí».<br />Y el Señor escuchó su voz.<br />Mientras la llevaban para ejecutarla, Dios suscitó el espíritu santo en un muchacho llamado Daniel; y este dio una gran voz:<br />«Yo soy inocente de la sangre de esta».<br />Toda la gente se volvió a mirarlo, y le preguntaron:<br />«Qué es lo que estás diciendo?».<br />Él, plantado en medio de ellos, les contestó:<br />«Pero ¿estáis locos, hijos de Israel? ¿Conque, sin discutir la causa ni conocer la verdad condenáis a una hija de Israel? Volved al tribunal, porque esos han dado falso testimonio contra ella».<br />La gente volvió a toda prisa, y los ancianos le dijeron:<br />«Ven, siéntate con nosotros e infórmanos, porque Dios mismo te ha dado la ancianidad».<br />Daniel les dijo:<br />«Separadlos lejos uno del otro, que los voy a interrogar».<br />Cuando estuvieron separados el uno del otro, él llamó a uno de ellos y le dijo:<br />«¡Envejecido en días y en crímenes! Ahora vuelven tus pecados pasados, cuando dabas sentencias injustas condenando inocentes y absolviendo culpables, contra el mandato del Señor: “No matarás al inocente ni al justo”. Ahora, puesto que tú la viste, dime debajo de qué árbol los viste abrazados».<br />Él contestó:<br />«Debajo de una acacia».<br />Respondió Daniel:<br />«Tu calumnia se vuelve contra ti. Un ángel de Dios ha recibido ya la sentencia divina y te va a partir por medio».<br />Lo apartó, mandó traer al otro y le dijo:<br />«Hijo de Canaán, y no de Judá! La belleza te sedujo y la pasión pervirtió tu corazón. Lo mismo hacíais con las mujeres israelitas, y ellas por miedo se acostaban con vosotros; pero una mujer judía no ha tolerado vuestra maldad. Ahora dime: ¿bajo qué árbol los sorprendiste abrazados?».<br />Él contestó:<br />«Debajo de una encina».<br />Replicó Daniel:<br />«Tu calumnia también se vuelve contra ti. el ángel de Dios aguarda con la espada para dividirte por medio. Y así acabará con vosotros».<br />Entonces toda la asamblea se puso a gritar bendiciendo a Dios, que salva a los que esperan en él. Se alzaron contra los dos ancianos, a quienes Daniel había dejado convictos de falso testimonio por su propia confesión, e hicieron con ellos lo mismo que ellos habían tramado contra el prójimo. Les aplicaron la ley de Moisés y los ajusticiaron.<br />Aquel día se salvó una vida inocente.<br /></i><br /><b>Palabra de Dios<o:p></o:p></b></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><b><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"> </span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"> </span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; mso-outline-level: 2;"><b><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Salmo<o:p></o:p></span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Sal 22,1-3a.3b-4.5.6<br /><br />R/. <i>Aunque camine por cañadas oscuras,<br />nada temo, porque tú vas conmigo</i></span></b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><br /><br /><i>V/. El Señor es mi pastor, nada me falta:<br />en verdes praderas me hace recostar;<br />me conduce hacia fuentes tranquilas<br />y repara mis fuerzas. R/.<br /><br />V/. Me guía por el sendero justo,<br />por el honor de su nombre.<br />Aunque camine por cañadas oscuras,<br />nada temo, porque tú vas conmigo:<br />tu vara y tu cayado me sosiegan. R/.<br /><br />V/. Preparas una mesa ante mí,<br />enfrente de mis enemigos;<br />me unges la cabeza con perfume,<br />y mí copa rebosa. R/.<br /><br />V/. Tu bondad y tu misericordia me acompañan<br />todos los días de mi vida,<br />y habitaré en la casa del Señor<br />por años sin término. R/.<o:p></o:p></i></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><i><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"> </span></i></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><b><br />Lectura del santo Evangelio según san Juan</b><b> 8, 1-11</b><br /></span></p><p class="MsoNormal"><i><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 115%;"><span style="font-size: medium;">
En aquel tiempo, Jesús se retiró al monte de los Olivos. Al amanecer se
presentó de nuevo en el templo, y todo el pueblo acudía a él, y, sentándose,
les enseñaba.<o:p></o:p></span></span></i></p><p class="MsoNormal"><i><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 115%;"><span style="font-size: medium;">Los escribas y los fariseos le traen una mujer
sorprendida en adulterio, y, colocándola en medio, le dijeron:<br />
«Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. La ley de
Moisés nos manda apedrear a las adúlteras; tú, ¿qué dices?».<o:p></o:p></span></span></i></p><p class="MsoNormal"><i><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 115%;"><span style="font-size: medium;">Le preguntaban esto para comprometerlo y poder
acusarlo.<o:p></o:p></span></span></i></p><p class="MsoNormal"><i><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 115%;"><span style="font-size: medium;">Pero Jesús, inclinándose, escribía con el dedo
en el suelo.<o:p></o:p></span></span></i></p><p class="MsoNormal"><i><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 115%;"><span style="font-size: medium;">Como insistían en preguntarle, se incorporó y
les dijo:<br />
«El que esté sin pecado, que le tire la primera piedra».<o:p></o:p></span></span></i></p><p class="MsoNormal"><i><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 115%;"><span style="font-size: medium;">E inclinándose otra vez, siguió escribiendo.<o:p></o:p></span></span></i></p><p class="MsoNormal"><i><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 115%;"><span style="font-size: medium;">Ellos, al oírlo, se fueron escabullendo uno a
uno, empezando por los más viejos.<o:p></o:p></span></span></i></p><p class="MsoNormal"><i><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 115%;"><span style="font-size: medium;">Y quedó solo Jesús, con la mujer en medio, que
seguía allí delante.<o:p></o:p></span></span></i></p><p class="MsoNormal"><i><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 115%;"><span style="font-size: medium;">Jesús se incorporó y le preguntó:<br />
«Mujer, ¿dónde están tus acusadores?; ¿ninguno te ha condenado?».<o:p></o:p></span></span></i></p><p class="MsoNormal"><i><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 115%;"><span style="font-size: medium;">Ella contestó:<br />
«Ninguno, Señor».<o:p></o:p></span></span></i></p><p class="MsoNormal"><i><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 115%;"><span style="font-size: medium;">Jesús dijo:<br />
«Tampoco yo te condeno. Anda, y en adelante no peques más».<o:p></o:p></span></span></i></p><p class="MsoNormal"><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 115%;"><b><span style="font-size: medium;">palabra del Señor</span></b></span></p><p class="MsoNormal"><o:p><span style="font-family: arial; font-size: medium;"> </span></o:p></p><p class="MsoNormal"><o:p><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /></span></o:p></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><i><span style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 30.816px;"><o:p><b><u> Pecadoras públicas </u></b></o:p></span></i></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><i><span style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 30.816px;"><br /></span></i></p><p align="center" style="background: white; margin: 0cm; text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><i><span face=""Arial",sans-serif" style="color: black; mso-color-alt: windowtext;"><b>«El que esté sin pecado, que le tire la primera piedra».</b></span></i><strong><span style="border: 1pt none windowtext; color: #3a3a3a; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></strong></span></p><p align="center" style="background: white; margin: 0cm; text-align: center;"><strong><span style="border: 1pt none windowtext; color: #3a3a3a; font-family: arial; font-size: medium; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"> </span></strong></p><p align="center" style="background: white; margin: 0cm; text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><strong><span style="border: 1pt none windowtext; color: black; mso-border-alt: none windowtext 0cm; mso-color-alt: windowtext; padding: 0cm;"><a href="https://biblia.com/bible/rsvce/John%208.7"><span style="color: black; mso-color-alt: windowtext; text-decoration-line: none; text-underline: none;">Juan 8: 7</span></a></span></strong><strong><span style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></strong></span></p><p style="background: white; margin: 0cm; text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"> </span></p><p style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; color: black; mso-border-alt: none windowtext 0cm; mso-color-alt: windowtext; padding: 0cm;">Esta es una frase famosa y poderosa pronunciada por Jesús. Los fariseos que juzgaban y condenaban le llevaron a una mujer a Jesús que aparentemente había sido sorprendida "en el mismo acto de cometer adulterio". ¿Era ella una pecadora? Sí, de hecho, lo era. Pero esta historia no se trata tanto de si ella era pecadora o no. Se trataba de la actitud que Jesús tenía hacia los pecadores en comparación con la que tenían los fariseos justos, críticos y condenadores.</span><span face=""Arial",sans-serif"><o:p></o:p></span></span></p><p style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; color: black; font-size: medium; mso-border-alt: none windowtext 0cm; mso-color-alt: windowtext; padding: 0cm;"><br /></span></span></p><p style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; color: black; mso-border-alt: none windowtext 0cm; mso-color-alt: windowtext; padding: 0cm;">En primer lugar, veamos a esta mujer. Ella fue humillada. Ella había cometido un pecado, fue atrapada y se presentó públicamente a todos como una pecadora. ¿Cómo reaccionó ella? Ella no se resistió. Ella no permaneció en negación. Ella no se enojó. Ella no se defendió. En cambio, se quedó allí humillada, esperando su castigo con un corazón afligido.</span><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></span></p><p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"> </span></p><p style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; color: black; mso-border-alt: none windowtext 0cm; mso-color-alt: windowtext; padding: 0cm;">La humillación por los pecados de uno es una experiencia poderosa que tiene el potencial de producir un verdadero arrepentimiento. Cuando nos encontramos con alguien que ha pecado de manera manifiesta y es humillado por su pecado, debemos tratarlo con compasión. ¿Por qué? Porque la dignidad de la persona siempre reemplaza su pecado. Cada persona está hecha a imagen y semejanza de Dios, y cada persona merece nuestra compasión. Si uno es obstinado y se niega a ver su pecado (como en el caso de los fariseos), entonces es necesario un acto de santa reprimenda para ayudarlo a arrepentirse. Pero cuando uno experimenta dolor y, en este caso, la experiencia adicional de la humillación entonces está listo para la compasión.</span><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></span></p><p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"> </span></p><p style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; color: black; mso-border-alt: none windowtext 0cm; mso-color-alt: windowtext; padding: 0cm;">Al decir: <span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span><i><span face=""Arial",sans-serif" style="color: black; mso-color-alt: windowtext;">«El que esté sin pecado, que le tire la primera piedra», </span></i><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; color: black; mso-border-alt: none windowtext 0cm; mso-color-alt: windowtext; padding: 0cm;">Jesús no está justificando su pecado. Más bien, está dejando en claro que nadie tiene el derecho de condenación. Ninguno. Ni siquiera los líderes religiosos. Esta es una enseñanza difícil de vivir para muchos en nuestro mundo de hoy. Es un lugar común que los titulares de los medios nos presenten casi compulsivamente los pecados más sensacionales de los demás. Constantemente estamos tentados a sentirnos indignados por lo que ha hecho esta o aquella persona. Sacudimos la cabeza con facilidad, los condenamos y los tratamos como si fueran suciedad. De hecho, parece que muchas personas hoy ven como su deber actuar como “perros guardianes” contra cada pecado que puedan desenterrar sobre los demás.</span><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></span></p><p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><b><span style="border: 1pt none windowtext; font-family: arial; font-size: medium; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"> </span></b></p><p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; color: black; mso-border-alt: none windowtext 0cm; mso-color-alt: windowtext; padding: 0cm;">Reflexione hoy sobre si es usted más como los fariseos o como Jesús. ¿Se habría parado entre la multitud queriendo que apedrearan a esta mujer humillada? ¿Qué tal si esto pasara hoy? Cuando escucha acerca de los pecados manifiestos de los demás, ¿Se da cuenta de que los está usted condenando? ¿O espera que se les muestre misericordia? Procure imitar el corazón compasivo de nuestro divino Señor; y cuando llegue su tiempo de juicio, también se le mostrará una gran compasión.</span><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></span></p><p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; color: black; font-size: medium; mso-border-alt: none windowtext 0cm; mso-color-alt: windowtext; padding: 0cm;"><br /></span></span></p><p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"> </span></p><p class="MsoNormal"><o:p><span style="font-family: arial; font-size: medium;"></span></o:p></p><p style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><i><span style="border: 1pt none windowtext; color: black; font-family: arial; font-size: medium; mso-border-alt: none windowtext 0cm; mso-color-alt: windowtext; padding: 0cm;">Mi misericordioso Señor, Tú ves más allá de nuestro pecado y miras al corazón. Tu amor es infinito e inspirador. Te agradezco por la compasión que me has mostrado, y oro para poder siempre imitar esa misma compasión ante todos los pecadores que me rodean. Jesús, en Ti confío.</span></i></p><p align="center" style="background: white; margin: 0cm; text-align: center;"><br /></p>Gustavo Quiceno Jhttp://www.blogger.com/profile/02956032680371359080noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8740151201169083013.post-19409308580734126802024-03-16T21:15:00.000-07:002024-03-16T21:15:50.233-07:0017 de marzo del 2024: Quinto domingo de Cuaresma (ciclo B)<p><span style="font-size: medium;"> <b><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;">M</span></b><b><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;">orir
para vivir</span></b></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;"><span style="font-size: medium;">Como
de costumbre, la multitud se agolpaba alrededor del Templo. Es la Pascua
en Jerusalén. Es tiempo de agradecer a Dios por liberar a su pueblo y
conducirlo a la Tierra Prometida. Jesús está allí, con sus
discípulos. Los judíos de la diáspora se dirigen a Felipe: <i>“¡Nos
gustaría ver a Jesús!”»</i> ¿Es la curiosidad o el deseo de encontrarse lo que
motiva su petición? ¿Quieren ellos también ser discípulos? El
evangelio no lo dice. La respuesta de Jesús es sorprendente. Jesús
les habla de su muerte venidera, de esta muerte necesaria para que surja la
vida. La invitación es a servir a Cristo, a seguirlo y, en definitiva, a
desprendernos de la propia vida hasta aceptar perderla, pero perderla por amor
y dar frutos en abundancia. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;"><span style="font-size: medium;">Este
camino no es fácil y pasa por renunciar a nosotros mismos. Es nuestro
camino cuaresmal el que se hace aún más exigente este domingo. Debemos
subir a Jerusalén para comprender esto, para pasar del miedo a la esperanza, de
la muerte a la vida, y descubrir cómo, cada vez que nos entregamos, Dios se
acerca a nosotros. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;"><span style="font-size: medium;">¿A
qué le tenemos miedo? ¿Por qué querer conservar para siempre el trigo que
perderá sus cualidades y ya no servirá para nada? Arrojado al suelo, el
grano moribundo promete buenas cosechas. Todos aquellos que quieran ver a
Jesús pueden verlo, seguirlo, creer en él y entrar en la vida para siempre.<br />
<br />
<i>¿Cuándo entendí que Jesús dio su vida por mí? ¿Qué estoy dispuesto a
dar de mi vida por Cristo? ¿He escuchado alguna vez el eco del llamado de
Cristo en mi vida? ¿Estoy listo para seguirlo? ¿Y dejarlo todo por
esto?<o:p></o:p></i></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;"><span style="font-size: medium;">Benoît
Gschwind, obispo de Pamiers</span><span style="font-size: 14pt;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><br /></p><div class="contenido" style="background-color: white; border-bottom: 1px solid rgb(204, 204, 204); font-stretch: normal; line-height: 24px; margin: 0px 0px 15px; padding: 0px 0px 15px;"><div style="color: #333333; font-size: 16px; margin-bottom: 12px; padding: 0px;"><strong style="margin: 0px; padding: 0px;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></strong></div><div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px;"><strong style="margin: 0px; padding: 0px;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">Y qué diré?</span></strong></div><div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px;"><strong style="margin: 0px; padding: 0px;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /></span></strong></div><div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px;"></div><div style="color: #333333; text-align: center;"><i><span style="font-family: arial; font-size: medium;">Jesús lleva a su realización la alianza de Dios con la humanidad. En la primera lectura de este domingo, el profeta desde ya anuncia en Israel la inscripción de la Ley en el fondo de su corazón. Jesús revela este amor en su plenitud: “Cuando sea elevado de la tierra, yo atraeré hacia mí a toda la humanidad”.</span></i></div><span style="color: #333333; font-family: arial; font-size: medium;"><i></i><div class="contenido" style="border-bottom: 1px solid rgb(204, 204, 204); font-stretch: normal; line-height: 24px; margin: 0px 0px 15px; padding: 0px 0px 15px;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></div><br /></span><div class="separator" style="clear: both; color: #333333; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhZ-ScfhtjHMzwVAQc8tcLK97RB1hauukbsCBQ92Jr4XGYyNxPwRIR3V_NtSLJm9md3CytY7si3xDopm7epXdp6tyQ420riM72XOowvRyrrRzlXQFB8eAxp-XZCzIKfxfxnvd9jqRDgcDI/s2048/fano-quinto-domingo-cuaresma-color.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><img border="0" data-original-height="1621" data-original-width="2048" height="507" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhZ-ScfhtjHMzwVAQc8tcLK97RB1hauukbsCBQ92Jr4XGYyNxPwRIR3V_NtSLJm9md3CytY7si3xDopm7epXdp6tyQ420riM72XOowvRyrrRzlXQFB8eAxp-XZCzIKfxfxnvd9jqRDgcDI/w640-h507/fano-quinto-domingo-cuaresma-color.jpg" width="640" /></span></a></div><span style="color: #333333; font-family: arial; font-size: medium;"><br /></span><div style="color: #333333; text-align: center;"></div><span style="color: #333333; font-family: arial; font-size: medium;"><i></i><br /></span><div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px;"><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; mso-outline-level: 2;"><b><span><span style="font-family: arial; font-size: medium;">Primera lectura<o:p></o:p></span></span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><b><span>Lectura del profeta Jeremías (31,31-34):</span></b><span><br /><i><br />Mirad que llegan días –oráculo del Señor– en que haré con la casa de Israel y la casa de Judá una alianza nueva. No como la alianza que hice con sus padres, cuando los tomé de la mano para sacarlos de Egipto: ellos quebrantaron mi alianza, aunque yo era su Señor –oráculo del Señor–. Sino que así será la alianza que haré con ellos, después de aquellos días –oráculo del Señor–: Meteré mi ley en su pecho, la escribiré en sus corazones; yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. Y no tendrá que enseñar uno a su prójimo, el otro a su hermano, diciendo: "Reconoce al Señor." Porque todos me conocerán, desde el pequeño al grande –oráculo del Señor–, cuando perdone sus crímenes y no recuerde sus pecados.</i><br /><br /><b>Palabra de Dios<o:p></o:p></b></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><b><span><span style="font-family: arial; font-size: medium;"> </span></span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span><span style="font-family: arial; font-size: medium;"> </span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; mso-outline-level: 2;"><b><span><span style="font-family: arial; font-size: medium;">Salmo<o:p></o:p></span></span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><b><span>Sal 50<br /><br />R/.</span></b><span> <b><i>Oh Dios, crea en mí un corazón puro</i></b><br /><br /><i>Misericordia, Dios mío, por tu bondad,<br />por tu inmensa compasión borra mi culpa;<br />lava del todo mi delito,<br />limpia mi pecado. <b>R/.</b><br /><br />Oh Dios, crea en mí un corazón puro,<br />renuévame por dentro con espíritu firme;<br />no me arrojes lejos de tu rostro,<br />no me quites tu santo espíritu. <b>R/.</b><br /><br />Devuélveme la alegría de tu salvación,<br />afiánzame con espíritu generoso:<br />enseñaré a los malvados tus caminos,<br />los pecadores volverán a ti.</i> <b>R/.<o:p></o:p></b></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><b><span><span style="font-family: arial; font-size: medium;"> </span></span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span><span style="font-family: arial; font-size: medium;"> </span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; mso-outline-level: 2;"><b><span><span style="font-family: arial; font-size: medium;">Segunda lectura<o:p></o:p></span></span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><b><span>Lectura de la carta a los Hebreos (5,7-9):</span></b><span><br /><i><br />Cristo, en los días de su vida mortal, a gritos y con lágrimas, presentó oraciones y súplicas al que podía salvarlo de la muerte, cuando es su angustia fue escuchado. Él, a pesar de ser Hijo, aprendió, sufriendo, a obedecer. Y, llevado a la consumación, se ha convertido para todos los que le obedecen en autor de salvación eterna.<br /></i><br /><b>Palabra de Dios</b><o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><br /></p></div><div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px;"><strong style="margin: 0px; padding: 0px;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">EVANGELIO<br style="margin: 0px; padding: 0px;" />LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN 12, 20-33</span></strong></div><div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px;"><strong style="margin: 0px; padding: 0px;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><i><br /></i></span></strong></div><div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><i>En aquel tiempo, entre los que habían venido a celebrar la fiesta había algunos gentiles; éstos acercándose a Felipe, el de Betsaida de Galilea, le rogaban:<br />-- Señor, quisiéramos ver a Jesús.<br />Felipe fue a decírselo a Andrés; y Andrés y Felipe fueron a decírselo a Jesús. Jesús les contestó:<br />-- Ha llegado la hora de que sea glorificado el Hijo del Hombre. Os aseguro, que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da mucho fruto. El que se ama a sí mismo, se pierde, y el que se aborrece a sí mismo, se guardará para la vida eterna. El que quiera servirme, que me siga y donde esté yo, allí también estará mi servidor; a quien me sirva el Padre le premiará. Ahora mi alma está agitada y, ¿qué diré? : Padre líbrame de esta hora. Pero si por esto he venido, para esta hora. Padre glorifica tu nombre.<br />Entonces vino una voz del cielo:<br />-- Lo he glorificado y volveré a glorificarlo<br />La gente que estaba allí y lo oyó decía que había sido un trueno; otros decían que le había hablado un ángel.<br />Jesús tomó la palabra y dijo:<br />-- Esta voz no he venido por mí, sino por vosotros. Ahora va a ser juzgado el mundo; ahora el Príncipe de este mundo va a ser echado fuera. Y cuando yo sea elevado sobre la tierra atraeré a todos hacia mí.<br />Esto lo decía dando a entender la muerte de que iba a morir.</i></span></div><div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">Palabra del Señor</span></div><div><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /></span></div><div><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /></span></div><div><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;"><u>Sufrimiento transformado por la gloria</u><o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><i><span style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; color: #333333; font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;">Ahora mi alma está agitada y, ¿qué diré?: Padre
líbrame de esta hora. Pero si por esto he venido, para esta hora. Padre
glorifica tu nombre.<br />
Entonces vino una voz del cielo:<br />
-- Lo he glorificado y volveré a glorificarlo</span></i></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><i><span style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; color: #333333; font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;"><br />
</span></i><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;"><a href="https://biblia.com/bible/rsvce/John%2012.27%E2%80%9328">Juan 12:27–28</a></span><i><span style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; color: #333333; font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;"><o:p></o:p></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;"><o:p> </o:p></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiiq9mYY_ri9s1QV4RP-MzXFCR34zHzSoyVoZ-sYvx4DDwSvumzDL40B2oqBTZ6qsEwm7hcui1QQT-gQZz0HUrfTxLxb4wpckfAln4GaUmdqkYJFI-iTeDvLpDJ5rZ5e1T7rnKMkJq9wCc58VSotHBD1XAKYeaI5bmCacyrwHLHiOUK8Qb2UzoxtSDB3_w/s536/AdobeStock_176284188-1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="472" data-original-width="536" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiiq9mYY_ri9s1QV4RP-MzXFCR34zHzSoyVoZ-sYvx4DDwSvumzDL40B2oqBTZ6qsEwm7hcui1QQT-gQZz0HUrfTxLxb4wpckfAln4GaUmdqkYJFI-iTeDvLpDJ5rZ5e1T7rnKMkJq9wCc58VSotHBD1XAKYeaI5bmCacyrwHLHiOUK8Qb2UzoxtSDB3_w/s16000/AdobeStock_176284188-1.jpg" /></a></div><br /><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;">El alma humana de nuestro
Señor estaba "turbada". Otras traducciones afirman que Su alma
estaba angustiada. Después de expresar su sufrimiento interior, Jesús
identificó la tentación humana que provoca este sufrimiento: huir de su
“hora”. Por supuesto, Jesús descarta esta tentación como una forma de
enseñarnos una lección de su experiencia humana.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;">Como Dios, Jesús tuvo fuerza
perfecta y siempre permaneció fiel a la misión que recibió del Padre. Pero
como ser humano, Jesús se permitió experimentar la tentación y el sufrimiento
humano por muchas razones. Una razón fue para que Él pudiera relacionarse
con nosotros en todos los sentidos. Eso incluye poder relacionarse con el
sufrimiento humano interior. Al hacerlo, Jesús también hizo posible que lo
imitáramos y compartiéramos la fuerza y determinación que Él tenía al cumplir
perfectamente la voluntad del Padre. Jesús se permitió soportar la agonía
causada por el sufrimiento previsto porque nosotros soportaremos tentaciones
similares a lo largo de la vida.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;">¿Qué es lo que te causa miedo
y ansiedad cuando miras hacia el futuro? Si hay algo que te viene a la
mente inmediatamente, trata de verlo a la luz de la propia experiencia de Jesús. Lo
primero que hace Jesús es identificar la tentación del miedo. Lo hace
identificando el sufrimiento interior que experimenta y luego mirando la causa:
su “hora” venidera. La “hora” de Jesús en el Evangelio de Juan es una
referencia a Su crucifixión y muerte. Ésta fue la razón por la que vino a
nosotros. Vino a sufrir las consecuencias de nuestros pecados y a destruir
la muerte misma. Pero esta misión suya fue causa del verdadero sufrimiento
humano y también fue una tentación hacia el miedo. Pero fue un temor que
Él superó perfectamente.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;">Al mirar cualquier cosa que te
tiente a ceder al miedo y la ansiedad, primero pregúntate si es la voluntad de
Dios que cumplas esa acción. Si tenemos miedo de algo que no es la
voluntad del Padre, entonces debemos rechazarlo. Pero muy a menudo el plan
que Dios tiene para nuestras vidas incluirá actuar con valentía ante alguna
cruz y sufrimiento pendientes. Experimentar miedo es normal, pero el miedo
no se convertirá en ansiedad si imitamos a nuestro Señor y elegimos la voluntad
de Dios sin importar el costo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;">Jesús también abrazó Su Cruz
mirándola a través del lente de la gloria. Comprendió que Su sufrimiento y
muerte glorificarían al Padre Celestial. Por tanto, se permitió ver la
Cruz como una glorificación del Padre. Lo mismo debe suceder en nuestras
vidas. No importa lo que enfrentemos en la vida, no importa la cruz que
nos den, si es la voluntad de Dios que la abracemos, entonces debemos verla no
sólo como un sufrimiento que debemos soportar, sino principalmente como un acto
por el cual Dios nos ayudará. ser glorificado en nuestras vidas. Esta
perspectiva más verdadera traerá consigo esperanza, alegría y fuerza que nos
liberará de la ansiedad causada por el miedo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;">Reflexiona hoy sobre las
formas en que Dios te está llamando a la cruz. Mientras lo haces, no
permitas que el miedo te detenga. En lugar de eso, mira cada sufrimiento
pendiente como una oportunidad para glorificar a Dios en tu vida. Mira tus
cruces con gratitud y alegría, y permite que esta nueva perspectiva te dé la
fuerza que necesitas para cumplir la misión que te ha encomendado el Padre
Celestial.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;">Padre gloriosísimo, tu
voluntad es perfecta. Llamaste a Tu Hijo al sufrimiento de la Cruz. A
través de ese acto de amor perfecto, el sufrimiento que soportó Tu Hijo te dio
gloria perfecta. Señor Jesús, por favor dame tu valor al enfrentar mis
propios sufrimientos en la vida y ayúdame a imitar tu perfecta obediencia a la
voluntad del Padre en todas las cosas para que yo también pueda darle
gloria. Jesús, en Ti confío.</span></i></p></span></div></div>Gustavo Quiceno Jhttp://www.blogger.com/profile/02956032680371359080noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8740151201169083013.post-26183610124536173652024-03-16T20:53:00.000-07:002024-03-16T20:54:00.108-07:0021 de marzo del 2021: 5o Domingo de Cuaresma<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="box_notarecurso" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-origin: initial; background-position: 100% 0%; background-repeat: no-repeat; background-size: initial; background: url("https://www.soyperiodista.com/sites/soyperiodista.com/themes/sper/images/top_box_despliegue.gif") 100% 0% no-repeat rgb(255, 255, 255); font-size: 10.56px; margin: 0px 0px 0px 6px; padding: 7px 7px 7px 105px; position: relative;">
<div class="titulo" style="margin: 0px; padding: 0px;">
<h2 style="font-size: 40px; font-weight: normal; letter-spacing: -1px; line-height: 38px; margin: 0px 0px 10px; padding: 0px;"><span style="font-family: arial;">
Hay que morir para vivir...</span></h2></div></div><div class="contenido" style="background-color: white; border-bottom: 1px solid rgb(204, 204, 204); font-stretch: normal; line-height: 24px; margin: 0px 0px 15px; padding: 0px 0px 15px;">
<div style="color: #333333; font-size: 16px; margin-bottom: 12px; padding: 0px;">
<strong style="margin: 0px; padding: 0px;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></strong></div>
<div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px;">
<strong style="margin: 0px; padding: 0px;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">Y qué diré?</span></strong></div><div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px;"><strong style="margin: 0px; padding: 0px;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /></span></strong></div>
<div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px;">
</div>
<div style="color: #333333; text-align: center;">
<i><span style="font-family: arial; font-size: medium;">Jesús lleva a su realización la alianza de Dios con la humanidad. En la primera lectura de este domingo, el profeta desde ya anuncia en Israel la inscripción de la Ley en el fondo de su corazón. Jesús revela este amor en su plenitud: “Cuando sea elevado de la tierra, yo atraeré hacia mí a toda la humanidad”.</span></i></div>
<span style="color: #333333; font-family: arial; font-size: medium;"><i></i><div class="contenido" style="background-color: white; border-bottom: 1px solid rgb(204, 204, 204); color: #333333; font-stretch: normal; line-height: 24px; margin: 0px 0px 15px; padding: 0px 0px 15px;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></div><br />
</span><div class="separator" style="clear: both; color: #333333; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhZ-ScfhtjHMzwVAQc8tcLK97RB1hauukbsCBQ92Jr4XGYyNxPwRIR3V_NtSLJm9md3CytY7si3xDopm7epXdp6tyQ420riM72XOowvRyrrRzlXQFB8eAxp-XZCzIKfxfxnvd9jqRDgcDI/s2048/fano-quinto-domingo-cuaresma-color.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><img border="0" data-original-height="1621" data-original-width="2048" height="316" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhZ-ScfhtjHMzwVAQc8tcLK97RB1hauukbsCBQ92Jr4XGYyNxPwRIR3V_NtSLJm9md3CytY7si3xDopm7epXdp6tyQ420riM72XOowvRyrrRzlXQFB8eAxp-XZCzIKfxfxnvd9jqRDgcDI/w400-h316/fano-quinto-domingo-cuaresma-color.jpg" width="400" /></span></a></div><span style="color: #333333; font-family: arial; font-size: medium;"><br /></span><div style="color: #333333; text-align: center;">
</div>
<span style="color: #333333; font-family: arial; font-size: medium;"><i></i><br />
</span><div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px;">
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; mso-outline-level: 2;"><b><span><span style="font-family: arial; font-size: medium;">Primera lectura<o:p></o:p></span></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><b><span>Lectura del profeta Jeremías (31,31-34):</span></b><span><br />
<i><br />
Mirad que llegan días –oráculo del Señor– en que haré con la casa de Israel y
la casa de Judá una alianza nueva. No como la alianza que hice con sus padres,
cuando los tomé de la mano para sacarlos de Egipto: ellos quebrantaron mi
alianza, aunque yo era su Señor –oráculo del Señor–. Sino que así será la
alianza que haré con ellos, después de aquellos días –oráculo del Señor–:
Meteré mi ley en su pecho, la escribiré en sus corazones; yo seré su Dios, y
ellos serán mi pueblo. Y no tendrá que enseñar uno a su prójimo, el otro a su
hermano, diciendo: "Reconoce al Señor." Porque todos me conocerán,
desde el pequeño al grande –oráculo del Señor–, cuando perdone sus crímenes y
no recuerde sus pecados.</i><br />
<br />
<b>Palabra de Dios<o:p></o:p></b></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><b><span><span style="font-family: arial; font-size: medium;"> </span></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span><span style="font-family: arial; font-size: medium;"> </span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; mso-outline-level: 2;"><b><span><span style="font-family: arial; font-size: medium;">Salmo<o:p></o:p></span></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><b><span>Sal 50<br />
<br />
R/.</span></b><span> <b><i>Oh
Dios, crea en mí un corazón puro</i></b><br />
<br />
<i>Misericordia, Dios mío, por tu bondad,<br />
por tu inmensa compasión borra mi culpa;<br />
lava del todo mi delito,<br />
limpia mi pecado. <b>R/.</b><br />
<br />
Oh Dios, crea en mí un corazón puro,<br />
renuévame por dentro con espíritu firme;<br />
no me arrojes lejos de tu rostro,<br />
no me quites tu santo espíritu. <b>R/.</b><br />
<br />
Devuélveme la alegría de tu salvación,<br />
afiánzame con espíritu generoso:<br />
enseñaré a los malvados tus caminos,<br />
los pecadores volverán a ti.</i> <b>R/.<o:p></o:p></b></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><b><span><span style="font-family: arial; font-size: medium;"> </span></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span><span style="font-family: arial; font-size: medium;"> </span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; mso-outline-level: 2;"><b><span><span style="font-family: arial; font-size: medium;">Segunda lectura<o:p></o:p></span></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><b><span>Lectura de la carta a los Hebreos (5,7-9):</span></b><span><br />
<i><br />
Cristo, en los días de su vida mortal, a gritos y con lágrimas, presentó
oraciones y súplicas al que podía salvarlo de la muerte, cuando es su angustia
fue escuchado. Él, a pesar de ser Hijo, aprendió, sufriendo, a obedecer. Y,
llevado a la consumación, se ha convertido para todos los que le obedecen en
autor de salvación eterna.<br />
</i><br />
<b>Palabra de Dios</b><o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><br /></p></div>
<div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px;">
<strong style="margin: 0px; padding: 0px;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">EVANGELIO<br style="margin: 0px; padding: 0px;" />LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN 12, 20-33</span></strong></div><div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px;"><strong style="margin: 0px; padding: 0px;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><i><br /></i></span></strong></div>
<div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><i>
En aquel tiempo, entre los que habían venido a celebrar la fiesta había algunos gentiles; éstos acercándose a Felipe, el de Betsaida de Galilea, le rogaban:<br />
-- Señor, quisiéramos ver a Jesús.<br />
Felipe fue a decírselo a Andrés; y Andrés y Felipe fueron a decírselo a Jesús. Jesús les contestó:<br />
-- Ha llegado la hora de que sea glorificado el Hijo del Hombre. Os aseguro, que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da mucho fruto. El que se ama a sí mismo, se pierde, y el que se aborrece a sí mismo, se guardará para la vida eterna. El que quiera servirme, que me siga y donde esté yo, allí también estará mi servidor; a quien me sirva el Padre le premiará. Ahora mi alma está agitada y, ¿qué diré? : Padre líbrame e esta hora. Pero si por esto he venido, para esta hora. Padre glorifica tu nombre.<br />
Entonces vino una voz del cielo:<br />
-- Lo he glorificado y volveré a glorificarlo<br />
La gente que estaba allí y lo oyó decía que había sido un trueno; otros decían que le había hablado un ángel.<br />
Jesús tomó la palabra y dijo:<br />
-- Esta voz no he venido por mí, sino por vosotros. Ahora va a ser juzgado el mundo; ahora el Príncipe de este mundo va a ser echado fuera. Y cuando yo sea elevado sobre la tierra atraeré a todos hacia mí.<br />
Esto lo decía dando a entender la muerte de que iba a morir.</i></span></div>
<div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">
Palabra del Señor</span></div>
<div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px;">
<span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /></span></div>
<div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /></span></div>
<div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;">
<strong style="margin: 0px; padding: 0px;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><u>A guisa de introducción:</u></span></strong></div><div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;"><strong style="margin: 0px; padding: 0px;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><u><br /></u></span></strong></div>
<div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;">
<strong style="margin: 0px; padding: 0px;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">Hay que morir para vivir…(eternamente)</span></strong></div><div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;"><strong style="margin: 0px; padding: 0px;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /></span></strong></div>
<div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">
Algún día se han interesado ustedes en encontrar alguien a solas para hablarle con confianza, en privado y disfrutar en más profundidad de su persona, de su historia, de su experiencia? No necesariamente tiene que ser alguien celebre o “requeteconocido” (que es la manía casi siempre de los periodistas “prepago” con sus entrevistas, como dice cómicamente en serio algún humorista de la radio)… también puede tratarse de un simple mortal, un simple familiar, conocido o amigo que nos haya simpatizado o despertado nuestra admiración por alguna palabra, acto o gesto que le hemos observado…</span></div>
<div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">
Pues bien, tal fue el caso de estos griegos que nos presenta el evangelio de hoy, ellos en calidad de extranjeros, paganos, caminaban con discreción y prudencia en medio del pueblo judío…Por eso su delicadeza y finura manifestada para querer acercarse a Jesús. Para lograr su cometido se sirven de dos intermediarios, Andrés y Felipe del grupo de los doce que tenían orígenes muy cercanos a ellos con quienes se identificaban, les tenían por ello confianza y quizás comprendían su lengua.</span></div>
<div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">
Así Juan el evangelista, como lo ha hecho en anteriores encuentros de Jesús (con la gente de las bodas de Cana, la samaritana, el ciego de nacimiento, y Nicodemo la semana pasada…), aprovecha para poner en labios de Jesús una reflexión de la fe posterior a la Pascua. Siempre con el verbo VER, la palabra GLORIA, GLORIFICACIÓN, ELEVACIÓN, plenas de sentido: Jesús es el Hijo del hombre, el ungido de Dios, el Mesías que ha venido al mundo para salvarlo y lo más importante cuenta con el aval, toda la confianza y el amor del Padre.</span></div>
<div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">
Este es el resumen de este evangelio que se lee muy a menudo en los funerales para iluminar la reflexión seguida sobre la muerte y la resurrección…En este caso, casi siempre se corta la introducción que habla de los griegos que querían ver a Jesús.</span></div>
<div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">
No puedo negar que es mi evangelio preferido para esta liturgia, pues la mini parábola de la semilla que cae en tierra es muy fácil de entender para el común de los mortales y sobre todo para las comunidades tan cercanas a la agricultura y en comunión con la naturaleza. Personalmente nunca me ha supuesto dificultad entender el misterio de la muerte que genera vida, nada hay más verdadero que esta afirmación: <i>“Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda solo; pero si muere, da mucho fruto”</i>. En síntesis la vida se gana dándola, gastándola a través de gestos generosos, de caridad. Para vivir hay que morir a muchas cosas que nos impiden ser plenamente felices: como el egoísmo, el orgullo, la soberbia, la lujuria, la ambición de poder y del tener y de dominio sobre los otros…Después de la transformación a causa de la abnegación o muerte hay que nacer a todo lo contrario de aquello: el compartir, la humildad, la austeridad, el servicio…</span></div>
<div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">
No hay duda que la muerte es la antesala de la verdadera vida, la naturaleza y los ciclos de las estaciones nos lo muestran, después del otoño y el invierno donde todo muere resurge después en la primavera la vida en esplendor, pues los árboles generan nuevas hojas, de la tierra antes helada brotan plantas y bellas flores, vuelven las aves que habían emigrado, todo nuevamente se llena de VIDA…Entonces por qué no habríamos de creer que después de la muerte de nuestro cuerpo, hecho desde el comienzo para la vida no resucitaría? Es siempre el misterio que nos supera, solo nos queda creer, aceptar y apropiarnos de las promesas de Jesús que es nuestro camino, la Verdad y la Vida…</span></div>
<div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">
Y recuerden siempre no hay resurrección ni vida eterna sin antes pasar por la cruz ( o sea la muerte y el rechazo de todo lo que nos impide ser felices y hacer felices a nuestros hermanos (el pecado, el mal), es preciso aceptar el sufrimiento sin renegar ni tampoco mostrarnos miserablemente resignados. Todo parto y proceso de transformación significa dolor.</span></div>
<div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">
Jesús ha muerto en la cruz, y cual semilla que cae en tierra, muere para transmitirnos la vida y para que nosotros tras sus huellas a la vez, hagamos de este mundo cada vez más justo, más humano, más pacífico y más fraternal…</span></div>
<div style="margin-bottom: 12px; padding: 0px;"><div class="box_notarecurso" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: url("https://www.soyperiodista.com/sites/soyperiodista.com/themes/sper/images/top_box_despliegue.gif"); background-origin: initial; background-position: 100% 0%; background-repeat: no-repeat; background-size: initial; color: #333333; margin: 0px 0px 0px 6px; padding: 7px 7px 7px 105px; position: relative;"><div class="titulo" style="margin: 0px; padding: 0px;"><h2 style="letter-spacing: -1px; line-height: 38px; margin: 0px 0px 10px; padding: 0px;"><br /></h2><div><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /></span></div></div>
</div>
<div class="contenido" style="border-bottom: 1px solid rgb(204, 204, 204); font-stretch: normal; line-height: 24px; margin: 0px 0px 15px; padding: 0px 0px 15px;">
<div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: center;">
<strong style="margin: 0px; padding: 0px;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><u>Aproximación psicológica al texto del evangelio:</u></span></strong></div><div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px;"><strong style="margin: 0px; padding: 0px;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /></span></strong></div>
<div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px;">
<strong style="margin: 0px; padding: 0px;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">La hora del combate</span></strong></div><div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px;"><strong style="margin: 0px; padding: 0px;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /></span></strong></div>
<div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">
Juan no nos cuenta la escena de la agonía de Jesús en Getsemaní a la manera de los otros evangelistas llamados sinópticos (Mateo, Marcos y Lucas).</span></div>
<div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">
Sin embargo, evoca con discreción y a su manera el combate interior de Jesús. En el capítulo 13 versículo 21, Juan nos dice que Jesús “se conmovió en su espíritu”, hablando de su traición inminente.</span></div>
<div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">
Acá, Juan hace que Jesús se diga a sí mismo: “mi alma está turbada” (otra traducción literal seria: “mi interior está en completo desorden”). Y es el mismo combate que es evocado. Nosotros encontramos, en la frase “Padre, sálvame de esta hora”, el equivalente de “Padre, aleja de mi esta copa…” de Marcos 14,36. De manera parecida, Jesús agrega: “pero precisamente es para esta hora que yo he venido”, que corresponde al “por tanto, no se haga lo que yo quiero sino lo que tú quieres!” de Marcos. Juan es muy sensible ante el dominio los sentimientos que Jesús manifiesta a lo largo de todo su proceso y de su pasión. El 4º evangelista de ojo de águila, nos pinta o nos designa, un Jesús que domina la situación y pareciera que no la sufriera tanto. Y por lo tanto, de igual manera dentro de este evangelio, hay una puerta abierta sobre el drama interior vivido por el Hijo de Dios.</span></div>
<div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">
Mismo si Él está convencido de la fecundidad de su gesto, no es fácil para Jesús aceptar “caer en tierra” y morir. El no desea el sufrimiento, no quiere la soledad, Él quiere la comunión, Él quiere la vida plena e intensa (la vida “en abundancia”, Juan 10,10).</span></div>
<div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">
Él ha dejado su trabajo de carpintero para convertirse en constructor o edificador de hombres, ha reunido pescadores para hacer de ellos pescadores de hombres, para que tengan juntos una vida más plena, más cargada de sentido…Jesús, ha querido sembrar la Buena Noticia, plantar la esperanza en la vida de hombres y mujeres.</span></div>
<div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">
Esta esperanza que ha sentido, vivido, transmitido, renovado en los otros, he aquí que ella se intensifica en Él a la hora de la muerte, en la hora de la revuelta (rebelión) del cuerpo, en la hora donde se está dispuesto a todo para evitar el sufrimiento.</span></div>
<div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">
Vemos entonces que la esperanza de una vida intensa, comunicada de manera misteriosa a todos, se hace más clara y más densa. Dice el libro de Isaías: “Por sus sufrimientos, mi servidor justificará la multitud…Lo que ha complacido a Dios tendrá su cumplimiento por Él” (Isaías 53, 10-4). Y he aquí lo que sostiene a Jesús, en la hora de su combate, es como si Él escuchara: “lo que tú has vivido, tiene sentido, lo que vas a vivir, continuará teniendo sentido” (traducción libre de: “Yo lo he glorificado y lo glorificaré todavía (aun)” en el v.28.</span></div>
<div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">
Hay una voz, que se dice, viene del cielo. Pero también podría ser una voz interior y ella diría la misma cosa. Porque sea cual sea su manera de manifestarse, claramente a vista de todos, o en lo secreto, Dios vela sobre la vida de Jesús, y Él le revela a su medida, como un alimento que le nutre, el sentido de lo que va a vivir.</span></div>
<div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">
Este misterio de ternura y de sostenimiento, se ha dicho que engloba (cobija, cubre, envuelve) a todos aquellos que se comprometen en el seguimiento de Jesús, porque es el mismo Padre quien suscita, quien conduce y quien acoge (v.26).</span></div></div></div><div style="color: #333333; margin-bottom: 12px; padding: 0px;">
<span style="font-family: arial; font-size: medium;"><strong style="margin: 0px; padding: 0px;"></strong><br />
</span><div class="contenido" style="border-bottom: 1px solid rgb(204, 204, 204); font-stretch: normal; line-height: 24px; margin: 0px 0px 15px; padding: 0px 0px 15px;">
<div style="margin-bottom: 12px; padding: 0px;">
<strong style="margin: 0px; padding: 0px;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /></span></strong></div>
<div style="margin-bottom: 12px; padding: 0px;">
<strong style="margin: 0px; padding: 0px;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">Reflexión central</span></strong></div>
<div style="margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;">
<strong style="margin: 0px; padding: 0px;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">La angustia de la muerte</span></strong></div>
<div style="margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">
El cristianismo está muy marcado por la experiencia de la muerte. Ante todo, como canto de vida y resurrección, el cristianismo se inscribe a pesar de todo en una tragedia: aquella de la experiencia del mal, del pecado y de la muerte.</span></div>
<div style="margin-bottom: 12px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">Sin embargo en la tragedia de la muerte, hay un soplo de esperanza.</span></div><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">Hay plenitud de vida en la muerte.</div></span></div>
<div style="margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">
En este 5º domingo de cuaresma, es normal que vayamos al corazón de este misterio en compañía de Jesús.</span></div>
<div style="margin-bottom: 12px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">La angustia de la muerte habita la humanidad. Nuestra generación o sociedad contemporánea, trata de olvidarla, maquillarla o esconderla.</span></div><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">Ella expedita la persona difunta (exonerada de su función, significación etimológica), al muerto, lo más rápido posible, sin ni siquiera, a veces, mirar el cadáver, sin darse a la pena de hacer el duelo- este luto que en mis tiempos juveniles duraba entre uno o dos años- sin darse a la pena de expresar su dolor…se dice rápidamente: “pasemos a otra cosa!”</div></span></div>
<div style="margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">
Los evangelios afirman algo sorprendente, este Jesús, a quien llamamos Maestro y Señor, Jesús de quien afirmamos es el Hijo de Dios, ha tenido miedo de la muerte. Él la enfrenta con valentía. Él la ha visto acercarse. El no murió de avanzada edad después de tomar montañas de medicamentos y después de muchos años de cuidado médico. El ha muerto en la fuerza o flor de la edad, en el momento en el cual la vida nos ofrece aun lo mejor y no ha comenzado aun a declinar.</span></div>
<div style="margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">
Es relativamente fácil morir a los 80 o 90 años, cuando el cuerpo nos abandona y cuando el menor esfuerzo nos fatiga más allá de todo. Pero morir en la treintena, cuando la juventud expresa su fuerza con insolencia? Es en la plenitud y fuerza de la edad que Jesús muere.</span></div>
<div style="margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">
Jesús no ha sido una gran vedette o celebridad en su tiempo. Su fama apenas superó la frontera de Palestina. En Atenas la capital de la renombrada filosofía griega era un total desconocido, y Roma sede del imperio apenas ha oído hablar un poco de Él (el escritor autor de Yo Claudio, Robert Graves, deja entender que Tiberio había escuchado hablar de Jesús, por ejemplo). Sin embargo hombres griegos venidos de Jerusalén piden verlo durante las fiestas de la Pascua. Ellos entonces van a ver a Felipe que organiza una cita. El texto de San Juan no presenta ni nos ofrece ningún diálogo entre estos hombres y Jesús. Jesús parece hacer un monologo contando la parábola corta de la semilla de trigo que cae en tierra.</span></div>
<div style="margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">
Repito, no sabemos nada del compartir entre Jesús y sus visitadores griegos. Acaso le han preguntado sobre el sentido de la vida, sobre la verdadera religión, o a propósito del contexto político?</span></div>
<div style="margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">
La parábola que Jesús expone no es propia del universo judío. Ella reenvía al simbolismo de la cosecha y de la semilla. En otra parábola llamada la “parábola del sembrador” (Mateo 13,3-23), Jesús compara la Palabra de Dios con una semilla que produce o no fruto de acuerdo al terreno que la recibe. En otra parte del evangelio de Juan, Jesús recuerda que el sembrador y el cosechero están unidos en un mismo horizonte y un mismo destino: “El sembrador se alegra con quien recoge la cosecha” (Juan 4,36).</span></div>
<div style="margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">
En la parábola de la semilla que cae en tierra, Jesús evoca la necesidad de la muerte para entrar en el amor. Es una reflexión de todas maneras, desconcertante. Para el común de los mortales, entrar en la muerte es entrar en la soledad absoluta. La muerte es definida a menudo como una pérdida de relación, como una incapacidad radical de comunicar. Jesús toma el otro sentido de esta visión: <i>“ Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da mucho fruto"</i> (Juan 12,24). Admitamos la cosa para la semilla. Es necesario que ella sea enterrada, desaparezca, se disuelva (pudra) en la tierra para dar fruto. Pero Jesús va más lejos. La muerte es condición de la vida. <i>« Aquel que ama su vida la pierde; aquel que la desprecia en este mundo la guarda para la vida eterna » </i>(v.25).</span></div>
<div style="margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">
Parece que Jesús no utiliza la parábola en un sentido solamente moralizante: es necesario renunciar a sí mismo, a su egoísmo para amar. Parece que tiene una visión a un nivel más profundo. Por un lado, hay una oposición entre aquí abajo y la vida eterna, entre este mundo y el otro mundo. Mas Jesús establece un lazo con SERVIRLE a Él , de otra manera creer en Él y llegar a ser su discípulo, y estar con Él, es decir ser honrado por su Padre.</span></div>
<div style="margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">
Dejamos el orden de las paradojas de la vida corriente para entrar en el misterio de Dios. Nosotros superamos la simple metáfora de la confianza, del “dejar hacer”, de la victoria sobre el egoísmo. Nosotros entramos en otro orden de cosas. Y sin lugar a dudas que Él habla de su muerte real que ve venir, de esta muerte de la que le gustaría huir, pero la que ha decidido asumir a pesar de todo.</span></div>
<div style="margin-bottom: 12px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">Acá se escuchan desde ya las palabras de la Pasión: <i>“que sea apartado de mi este cáliz”. “Dios mío, Dios mío por qué me has abandonado?”</i>. Dentro de un impulso de emoción Jesús continúa expresando su pensamiento:</span></div><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><div style="text-align: justify;"><i>“Ahora mi alma está agitada y,</i></div><div style="text-align: justify;"><i>¿Qué diré? :</i></div><div style="text-align: justify;"><i>Padre líbrame de esta hora. Pero si por esto he venido, para esta hora.</i></div><div style="text-align: justify;"><i>Padre glorifica tu nombre.”</i> (Juan 12,27-28).</div></span></div>
<div style="margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">
Jesús no esconde su miedo y su angustia. Él lo dice y lo admite. <i>“Ahora mi alma está agitada”</i> (inquieta, dicen otras traducciones). Pero si Él renuncia a esta hora, Él renuncia a lo que constituye el sentido mismo de su propia vida. Y renunciar, eso significaría entonces renegarse.</span></div>
<div style="margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">
<i>“Padre Glorifica tu nombre!”</i> La palabra Gloria no tiene el sentido corriente de renombre, de fama, de celebridad. La Gloria de Dios, es el peso de Dios, su valor. Al demandar al Padre de glorificar su nombre, Jesús invita a Dios a manifestarse como Padre y a llevar a cabo su obra.</span></div>
<div style="margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">
De cara a la muerte, Jesús no retrocede. Él se sostiene ante Dios y reta a Dios, lo desafía a recibirlo en la muerte. Nosotros estamos aquí en el centro o corazón de la tragedia más profunda, y es entonces cuando el Padre se manifiesta a Jesús: <i>“Lo he glorificado y volveré a glorificarlo”</i>. La gente se demandaba qué era ese ruido o voz. Se trata de un trueno? Jesús simplemente dice que su combate llega a su apogeo y <i>“ que el príncipe de este mundo será echado fuera “</i> (v.31). Enseguida viene la evocación de la muerte que se acerca: <i>“cuando yo sea elevado sobre la tierra atraeré a todos hacia mí.” </i>(v.32). Y el evangelista agrega: <i>“Esto lo decía dando a entender la muerte de que iba a morir”</i> (v.33).</span></div>
<div style="margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">
Sin duda que a usted también le ha llegado ese día que han entrado hasta el fondo del miedo, de sentirse superado, desconcertado y ver su universo disolverse. Enfermedad grave, pena de amor, pérdida de un ser querido, perdida completa de reputación, violencia e injusticia sufridas sin aparente razón. Usted entra en oración, pero constata su soledad, se ve lleno de lágrimas, derrotado, deshecho. Y el silencio de Dios. Y usted ha pedido a Dios de manera más o menos clara: <i>“padre glorifica tu nombre”</i>. La muerte estaba a su puerta y usted tenía la impresión de entrar. Usted había aceptado la muerte, enseguida o más tarde, eso importaba poco. No ha habido trueno, pero usted fue nuevamente levantado y algo así como la paz llego a usted. Usted había percibido un poco el más allá de la vida, el más allá de la esperanza cuando su vida presente parece haber llegado al final de su camino.</span></div>
<div style="margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">
La FE comienza cuando uno acepta devolver la vida, volverla a entregar…perderla. Nosotros no somos ni héroes ni mártires, pero es necesario que aprendamos el coraje o la valentía de SER. Nosotros estamos en una economía de salud, de un Dios que testimonia su amor a través de la locura de la cruz, puesto que el mundo “sabio” dado a la sabiduría no logra llegar a su realización. Él se desliza invariablemente hacia el odio, la explotación y la muerte. El mundo no puede ser salvado sino por el AMOR. Es la parábola del grano de trigo sembrado en tierra. Él no puede serlo que por la FE, es decir, nada más que por la confianza radical en Dios más allá de todo fracaso. Nos corresponde decir con Jesús: <i>“Padre, glorifica tu nombre”.</i></span></div>
<div style="margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">
Según el evangelio de Juan, esta escena ocurre cinco días antes de la Pascua, es decir, cuatro días antes de la muerte de Jesús. Es pertinente decirlo, la muerte ronda y el discurso de Jesús se hace más incisivo. El miedo está presente, pero la fe y la confianza le ayudan a Jesús a superar el miedo, porque es libremente y por amor que Jesús ira hasta el final de su misión. Como lo dice la carta a los Hebreos en la 2ª lectura de este domingo: <i>“Así conducido a su perfección, Él ha llegado a ser para todos los que le obedecen la causa de salvación eterna” </i>(Hebreos 5,9).</span></div>
<div style="margin-bottom: 12px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 12px; padding: 0px;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">
twitter: @gadabay</span></div>
<div style="margin-bottom: 12px; padding: 0px;">
<span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /></span></div><div style="margin-bottom: 12px; padding: 0px;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 12px; padding: 0px;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">
<b>REFERENCIAS:</b></span></div>
<div style="margin-bottom: 12px; padding: 0px;">
<span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 12px; padding: 0px;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">
HÉTU, Jean-Luc. Les Options de Jésus</span></div>
<div style="margin-bottom: 12px; padding: 0px;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">
BEAUCHAMP, André. Comprendre la parole, Novalis, 2007</span></div>
</div>
</div>
</div>
</div>
Gustavo Quiceno Jhttp://www.blogger.com/profile/02956032680371359080noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8740151201169083013.post-33510712794290031792024-03-15T21:18:00.000-07:002024-03-15T21:18:07.825-07:0016 de marzo del 2024: sábado de la cuarta semana de cuaresma<p class="MsoNormal"><b><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">¿Estás de acuerdo?<o:p></o:p></span></span></b></p><p class="MsoNormal"><b><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"> </span></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><b><span style="line-height: 115%;">(Juan
7, 40-53)</span></b><span style="line-height: 115%;"> La enseñanza de Jesús es
controvertida o provoca asombro, incluso admiración y apoyo de
algunos. Reafirmó su vínculo con el Padre, vínculo que le permite hablar
aquí de su Pasión y del don del Espíritu Santo, fruto de su
glorificación. <o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">Un
don que presupone fe, es decir esta confianza que es receptividad,
consentimiento a dejarse guiar por aquel de quien <i>“no sabemos de dónde viene
ni adónde va”</i> (Jn 3,8), pero cuyos efectos podemos experimentar en nuestras
vidas. ■<o:p></o:p></span></span></p><p>
</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">Emmanuelle
Billoteau, ermitaña</span><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;"><o:p></o:p></span></span></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 30.816px;"><br /></span></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 30.816px;">(Juan 7, 40-53) <i>A semejanza de Nicodemo, si estar inspirado por la Palabra de Dios se percibe como estar alejado, ¡entonces yo quiero alejarme! Alejarme hasta el punto de no obedecer cuando me piden que cometa una injusticia.<o:p></o:p></i></span></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 30.816px;"> </span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgaIGK7CIaaaPe672rNr-9tLOx_4B6LvLdsBXoTXCLRkj1FN3oIA9ONCClKXoI2hBqXKjoGrf7Se41uPKfTQ85pG5jv_jm67rEFoBNeZWAfSICfDI8KleWVL1An4SjXHdobweQYRgTXTI_atpAlj350RwCXu3t9s013xFZhtS6EXUgFJzBGd_AI3zAi/s600/james-tissot-no-restrictions-or-public-domain-via-wikimedia-commons4.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><img border="0" data-original-height="445" data-original-width="600" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgaIGK7CIaaaPe672rNr-9tLOx_4B6LvLdsBXoTXCLRkj1FN3oIA9ONCClKXoI2hBqXKjoGrf7Se41uPKfTQ85pG5jv_jm67rEFoBNeZWAfSICfDI8KleWVL1An4SjXHdobweQYRgTXTI_atpAlj350RwCXu3t9s013xFZhtS6EXUgFJzBGd_AI3zAi/s16000/james-tissot-no-restrictions-or-public-domain-via-wikimedia-commons4.jpg" /></span></a></div><p><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; mso-outline-level: 2;"><b><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Primera lectura<o:p></o:p></span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Lectura del libro de Jeremías (11,18-20):</span></b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><br /><br /><i>EL Señor me instruyó, y comprendí,<br />me explicó todas sus intrigas.<br />Yo, como manso cordero,<br />era llevado al matadero;<br />desconocía los planes<br />que estaban urdiendo contra mí:<br />«Talemos el árbol en su lozanía,<br />arranquémoslo de la tierra de los vivos,<br />que jamás se pronuncie su nombre».<br />Señor del universo,<br />que juzgas rectamente,<br />que examinas las entrañas y el corazón,<br />deja que yo pueda ver<br />cómo te vengas de ellos,<br />pues a ti he confiado mi causa.<o:p></o:p></i></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><br /><b>Palabra de Dios<o:p></o:p></b></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><b><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"> </span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"> </span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; mso-outline-level: 2;"><b><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Salmo<o:p></o:p></span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Sal 7,2-3.9bc-10.11-12<br /><br />R/.</span></b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"> <b><i>Señor, Dios. mío, a ti me acojo</i></b><br /><br /><i>V/. Señor, Dios mío, a ti me acojo,<br />líbrame de mis perseguidores y sálvame;<br />que no me atrapen como leones<br />y me desgarren sin remedio. R/.<br /><br />V/. Júzgame, Señor, según mi justicia,<br />según la inocencia que hay en mí.<br />Cese la maldad de los culpables,<br />y apoya tú al inocente,<br />tú que sondeas el corazón y las entrañas,<br />tú, el Dios justo. R/.<br /><br />V/. Mi escudo es Dios,<br />que salva a los rectos de corazón.<br />Dios es un juez justo,<br />Dios amenaza cada día. R/.<o:p></o:p></i></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><b><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"> </span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><b><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"> </span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Lectura del santo evangelio según san Juan (7,40-53):</span></b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><br /><br /><i>EN aquel tiempo, algunos de entre la gente, que habían oído los discursos de Jesús, decían:<br />«Este es de verdad el profeta».<br />Otros decían:<br />«Este es el Mesías».<br />Pero otros decían:<br />«¿Es que de Galilea va a venir el Mesías? ¿No dice la Escritura que el Mesías vendrá del linaje de David, y de Belén, el pueblo de David?».<br />Y así surgió entre la gente una discordia por su causa.<br />Algunos querían prenderlo, pero nadie le puso la mano encima.<br />Los guardias del templo acudieron a los sumos sacerdotes y fariseos, y estos les dijeron:<br />«¿Por qué no lo habéis traído?».<br />Los guardias respondieron:<br />«Jamás ha hablado nadie como ese hombre».<br />Los fariseos les replicaron:<br />«También vosotros os habéis dejado embaucar? ¿Hay algún jefe o fariseo que haya creído en él? Esa gente que no entiende de la ley son unos malditos».<br />Nicodemo, el que había ido en otro tiempo a visitarlo y que era fariseo, les dijo:<br />«¿Acaso nuestra ley permite juzgar a nadie sin escucharlo primero y averiguar lo que ha hecho?».<br />Ellos le replicaron:<br />«¿También tú eres galileo? Estudia y verás que de Galilea no salen profetas».<br />Y se volvieron cada uno a su casa.</i><br /><br /><b>Palabra del Señor</b><o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal"><o:p><span style="font-family: arial; font-size: medium;"> </span></o:p></p><p class="MsoNormal"><o:p><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /></span></o:p></p><p class="MsoNormal"><o:p><span style="font-family: arial; font-size: medium;"></span></o:p></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><b><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;">Ataques del maligno</span></b><b><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;"><o:p></o:p></span></b></span></p><span style="font-family: arial; font-size: medium;">
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><i><span style="color: black; font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;">Los guardias del templo acudieron a los sumos sacerdotes y
fariseos, y estos les dijeron:<br />
«¿Por qué no lo habéis traído?».<br />
Los guardias respondieron:<br />
«Jamás ha hablado nadie como ese hombre». Los fariseos les replicaron:<br />
«También vosotros os habéis dejado embaucar? ¿Hay algún jefe o fariseo que haya
creído en él? Esa gente que no entiende de la ley son unos malditos».</span></i><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;"><o:p></o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;"><a href="https://biblia.com/bible/rsvce/John%207.46%E2%80%9349">Juan 7:46–49</a></span><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;">Es
de esperar que los fariseos mencionados anteriormente hayan pasado por una
profunda conversión interior antes de morir. Si no lo hubieran hecho,
entonces el día de su juicio particular habría sido impactante y aterrador para
ellos. El mayor acto de amor jamás conocido fue que Dios se convirtiera en
uno de nosotros, fuera concebido por el Espíritu Santo en el vientre de la
Santísima Virgen María, creciera en la casa de San José y finalmente comenzara
Su ministerio público mediante el cual la verdad salvadora </span><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;">del</span><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;"> Evangelio fue </span><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;">proclamada</span><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;"> para que todos conozcan a Dios y se salven. Y
fue por este acto de amor perfecto que Dios </span><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;">permitió </span><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;">que los fariseos atacar</span><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;">a</span><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;">n y llamar</span><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;">a</span><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;">n a quienes creían en él “engañados” y “malditos”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;">Aunque
los fariseos no nos ofrecen mucho a modo de inspiración, sí nos brindan muchas
lecciones. En el pasaje anterior, los fariseos nos modelan una de las
tácticas más comunes del maligno. En su clásico espiritual, Los
Ejercicios Espirituales , San Ignacio de Loyola explica que cuando una
persona pasa de una vida de pecado a una vida de santidad, el maligno atacará
de diversas maneras. Él tratará de perturbar</span><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;">l</span><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;">e y causar</span><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;">l</span><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;">e una ansiedad indebida por el servicio a Dios,
tratará de entristecer</span><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;">l</span><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;">e
con un dolor inexplicable, pondrá obstáculos en </span><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;">s</span><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;">u camino a la virtud haciéndo</span><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;">l</span><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;">e sentir abrumado y pensar que e</span><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;">s</span><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;"> demasiado débil para vivir una buena vida
cristiana. de virtud, y </span><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;">l</span><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;">e
tentará a perder la paz del corazón al dudar del amor de Dios o de Su acción en
</span><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;">s</span><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;">u vida. Parece claro que este ataque de los
fariseos también tiene estos objetivos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;">Nuevamente,
aunque esto puede no parecer “inspirador”, es muy útil entenderlo. Los
fariseos fueron crueles en sus ataques, no sólo a Jesús sino también a
cualquiera que comenzara a creer en Jesús. Dijeron a los guardias que
estaban impresionados por Jesús: "¿También vosotros habéis sido
engañados?" Este era claramente el maligno obrando a través de ellos
tratando de intimidar a los guardias y a cualquiera que se atreviera a creer en
Jesús.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;">Pero
comprender las tácticas del maligno y sus mensajeros es de gran valor, porque
nos ayuda a rechazar las mentiras y los engaños que nos arrojan. A veces
estas mentiras provienen de individuos y están dirigidas directamente a
nosotros, y a veces las mentiras son más universales, llegando a través de los
medios de comunicación, la cultura e incluso el gobierno, en ocasiones.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;">Reflexione
hoy sobre las desagradables y amargas palabras de estos fariseos. Pero h</span><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;">ágalo</span><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;"> para ayudar</span><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;">s</span><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;">e a comprender las tácticas que el maligno suele
utilizar cuando </span><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;">usted </span><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;">busca
una mayor santidad en la vida. Tenga la seguridad de que cuanto más se
acerque a Dios, más será atacado. Pero no tenga miedo. Identifique
cualquier ataque personal, social, cultural o incluso gubernamental por lo que
es. Ten</span><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;">ga</span><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;"> confianza y no </span><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;">s</span><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;">e desanime mientras busca seguir a Cristo cada día
más plenamente.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;"><i>Mi
divino Juez de todos, al final de los tiempos, establecerás Tu Reino permanente
de verdad y justicia. Reinarás sobre todo y otorgarás a todos tu
misericordia y justicia. Que pueda vivir plenamente en Tu verdad y nunca
dejarme disuadir por los ataques y mentiras del maligno. Dame valor y
fuerza, amado Señor, ya que siempre confío en Ti. Jesús, en Ti confío.</i></span></p></span><p></p>Gustavo Quiceno Jhttp://www.blogger.com/profile/02956032680371359080noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8740151201169083013.post-68226293037653474432024-03-14T23:04:00.000-07:002024-03-14T23:07:21.035-07:0015 de marzo del 2024: viernes de la cuarta semana de cuaresma<p><br /></p><p><span style="font-size: medium;"> <b style="text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 115%;">La
hora de la victoria</span></b></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 115%;"><span style="font-size: medium;"> </span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><b><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 115%;">(Juan
7, 1-2.10.14.25-30)</span></b><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 115%;"> El evangelio vuelve
nuestra mirada hacia la Pasión, la hora de Jesús, tema estructurante de la
Buena Nueva según san Juan. Cristo no es aceptado igualmente por todos
entre sus contemporáneos, sus palabras perturban, ponen en duda certezas bien
establecidas, de ahí este impulso de asesinar, esta violencia que conocemos
bien cuando nos sentimos amenazados. Al sobreponerse a todo esto, al escapar, Jesús
anuncia la victoria de Dios y su designio sobre la humanidad, victoria que
estallará durante la Resurrección. ■<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 115%;"><span style="font-size: medium;">Emmanuelle
Billoteau, ermitaña</span><span style="font-size: 14pt;"><o:p></o:p></span></span></p><p><br /></p><p><span style="font-family: arial; font-size: large; text-align: center;">(Sabiduría 2, 1a.12-22 y Salmo 33)</span><i style="font-family: arial; font-size: large; text-align: center;"> ¿Qué tiene de inquietante buscar —y encontrar— refugio en el Señor? ¿Cómo podría ser indiferente al llanto de sus hijos y no librarlos de todas sus angustias?</i></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgkLk7_oA4kwqKTaceOpibh9J-Kz3QRQSDoyyoNt8u8ZzN9LPOU3TSg7Whar2I9dUYYjL9izjlgV_ZytbpZH008SjVtGqCQ4e6dpzYliUZUWopk6R2we6Cl0mqskwiplVMI919K5-1GtFdJV4_xA8MQypBJNhYBaZMCKF0uiXI9MskuDAw1oyBWo5bR/s600/512px-paolo_veronese_-_jesus_among_the_doctors_-paolo-veronese-public-domain-via-wikimedia-commons.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><img border="0" data-original-height="315" data-original-width="600" height="336" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgkLk7_oA4kwqKTaceOpibh9J-Kz3QRQSDoyyoNt8u8ZzN9LPOU3TSg7Whar2I9dUYYjL9izjlgV_ZytbpZH008SjVtGqCQ4e6dpzYliUZUWopk6R2we6Cl0mqskwiplVMI919K5-1GtFdJV4_xA8MQypBJNhYBaZMCKF0uiXI9MskuDAw1oyBWo5bR/w640-h336/512px-paolo_veronese_-_jesus_among_the_doctors_-paolo-veronese-public-domain-via-wikimedia-commons.jpg" width="640" /></span></a></div><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; mso-outline-level: 2;"><b><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Primera lectura<o:p></o:p></span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Lectura del libro de la Sabiduría (2,1a.12-22):</span></b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><br /><br /><i>SE decían los impíos, razonando equivocadamente:<br />«Acechemos al justo, que nos resulta fastidioso:<br />se opone a nuestro modo de actuar,<br />nos reprocha las faltas contra la ley<br />y nos reprende contra la educación recibida;<br />presume de conocer a Dios<br />y se llama a sí mismo hijo de Dios.<br />Es un reproche contra nuestros criterios,<br />su sola presencia nos resulta insoportable.<br />Lleva una vida distinta de todos los demás<br />y va por caminos diferentes.<br />Nos considera moneda falsa<br />y nos esquiva como a impuros.<br />Proclama dichoso el destino de los justos,<br />y presume de tener por padre a Dios.<br />Veamos si es verdad Jo que dice,<br />comprobando cómo es su muerte.<br />Si el justo es hijo de Dios, él lo auxiliará<br />y lo librará de las manos de sus enemigos.<br />Lo someteremos a ultrajes y torturas,<br />para conocer su temple y comprobar su resistencia.<br />Lo condenaremos a muerte ignominiosa,<br />pues, según dice, Dios lo salvará».<br />Así discurren, pero se equivocan,<br />pues los ciega su maldad.<br />Desconocen los misterios de Dios,<br />no esperan el premio de la santidad,<br />ni creen en la recompensa de una vida intachable.</i><br /><br /><b>Palabra de Dios<o:p></o:p></b></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><b><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"> </span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"> </span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; mso-outline-level: 2;"><b><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Salmo<o:p></o:p></span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Sal 33,17-18.19-20,21.23<br /><br />R/.</span></b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"> <b><i>El Señor está cerca de los atribulados</i></b><br /><br /><i>V/. El Señor se enfrenta con los malhechores,<br />para borrar de la tierra su memoria.<br />Cuando uno grita, el Señor lo escucha<br />y lo libra de sus angustias. R/.<br /><br />V/. El Señor está cerca de los atribulados,<br />salva a los abatidos.<br />Aunque el justo sufra muchos males,<br />de todos lo libra el Señor. R/.<br /><br />V/. Él cuida de todos sus huesos,<br />y ni uno solo se quebrará.<br />El Señor redime a sus siervos,<br />no será castigado quien se acoge a él.</i> R/.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"> </span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; mso-outline-level: 2;"><b><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"> </span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Lectura del santo evangelio según san Juan (7,1-2.10.25-30):</span></b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><br /><br /><i>EN aquel tiempo, recorría Jesús Galilea, pues no quería andar por Judea porque los judíos trataban de matarlo. Se acercaba la fiesta judía de las Tiendas.<br />Una vez que sus hermanos se hubieron marchado a la fiesta, entonces subió él también, no abiertamente, sino a escondidas.<br />Entonces algunos que eran de Jerusalén dijeron:<br />«¿No es este el que intentan matar? Pues mirad cómo habla abiertamente, y no le dicen nada. ¿Será que los jefes se han convencido de que este es el Mesías? Pero este sabemos de dónde viene, mientras que el Mesías, cuando llegue, nadie sabrá de dónde viene».<br />Entonces Jesús, mientras enseñaba en el templo, gritó:<br />«A mí me conocéis, y conocéis de dónde vengo. Sin embargo, yo no vengo por mi cuenta, sino que el Verdadero es el que me envía; a ese vosotros no lo conocéis; yo lo conozco, porque procedo de él y él me ha enviado».<br />Entonces intentaban agarrarlo; pero nadie le pudo echar mano, porque todavía no había llegado su hora.</i><br /><br /><b>Palabra del Señor</b><o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 30.816px;"> </span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 30.816px;">¨++++++++++</span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 30.816px;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 30.816px;"><b><u> Prevención ante lo familiar</u></b></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 30.816px;"><b><u><br /></u></b></span></p><p align="center" style="background: white; margin: 0cm; text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><i><span face=""Arial",sans-serif" style="color: black; mso-color-alt: windowtext;">Entonces Jesús, mientras enseñaba en el templo, gritó:<br />«A mí me conocéis, y conocéis de dónde vengo. Sin embargo, yo no vengo por mi cuenta, sino que el Verdadero es el que me envía; a ese vosotros no lo conocéis; yo lo conozco</span></i><i><span face=""Arial",sans-serif"><o:p></o:p></span></i></span></p><p align="center" style="background: white; margin: 0cm; text-align: center;"><strong><span style="border: 1pt none windowtext; color: #3a3a3a; font-family: arial; font-size: medium; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"> </span></strong></p><p align="center" style="background: white; margin: 0cm; text-align: center;"><strong><span style="border: 1pt none windowtext; color: #3a3a3a; font-family: arial; font-size: medium; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><a href="https://biblia.com/bible/rsvce/John%207.28"><span style="color: #1e73be; text-decoration-line: none; text-underline: none;">Juan 7:28</span></a><o:p></o:p></span></strong></p><p align="center" style="background: white; margin: 0cm; text-align: center;"><strong><span style="border: 1pt none windowtext; color: #3a3a3a; font-family: arial; font-size: medium; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"> </span></strong></p><p style="background: white; margin: 0cm; text-align: center;"><span style="color: #3a3a3a; font-family: arial; font-size: medium;"> </span></p><p style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background: white; margin: 0cm; overflow-wrap: break-word; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; color: black; mso-border-alt: none windowtext 0cm; mso-color-alt: windowtext; padding: 0cm;">A veces, cuanto más familiarizados estamos con algunas personas, más difícil es realmente ver su bondad y la presencia de Dios en sus vidas. A menudo, tenemos la tentación de mirarlas y suponer que "sabemos todo sobre ellas". Como resultado, lo que a menudo podemos hacer es simplemente resaltar sus fallas y debilidades en nuestras mentes y verlos solo a través de la lente de estas fallas y debilidades. </span><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></span></p><p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"> </span></p><p style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background: white; margin: 0cm; overflow-wrap: break-word; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; color: black; mso-border-alt: none windowtext 0cm; mso-color-alt: windowtext; padding: 0cm;">Esto es lo que sucedió con Jesús. Cuando Jesús subió a la Fiesta Judía de los Tabernáculos, había algunos allí que lo conocían. Probablemente lo conocían como este hijo ordinario de un carpintero. Tal vez incluso eran de Su ciudad natal. Como resultado de esta familiaridad con Jesús, inmediatamente dudaron de que pudiera ser el Mesías. Pero estaban, por supuesto, muy equivocados.</span><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></span></p><p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"> </span></p><p style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background: white; margin: 0cm; overflow-wrap: break-word; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; color: black; mso-border-alt: none windowtext 0cm; mso-color-alt: windowtext; padding: 0cm;">Esto presenta una gran lección para nosotros. Es la lección de juzgar y criticar demasiado a los demás que conocemos bien. Cuanto más sepamos de alguien, más seremos conscientes de sus defectos y debilidades. Y si no tenemos cuidado, nos enfocaremos más en esas debilidades en lugar de hacerlo en las buenas cualidades que Dios quiere que veamos.</span><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></span></p><p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"> </span></p><p style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background: white; margin: 0cm; overflow-wrap: break-word; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; color: black; mso-border-alt: none windowtext 0cm; mso-color-alt: windowtext; padding: 0cm;">Esto es lo que sucedió con Jesús. No, Él no tenía malas cualidades reales. Él era perfecto. Pero lo más probable es que hubo muchas partes de Su vida que invitaron al juicio falso y la crítica de los demás. Su confianza en sí mismo, la autoridad que manifestaba en su enseñanza, la extraordinaria compasión que tenía hacia los pecadores, etc., eran cualidades excepcionales que algunos no podían comprender. Y, como resultado, optaron por ser críticos. “Sabemos de dónde es”, dijeron. En otras palabras, no pensaron que alguien que conocían pudiera estar lleno de grandeza.</span><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></span></p><p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"> </span></p><p style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background: white; margin: 0cm; overflow-wrap: break-word; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; color: black; mso-border-alt: none windowtext 0cm; mso-color-alt: windowtext; padding: 0cm;">¿Qué piensas de los que te rodean? ¿Qué piensas de los más cercanos a ti? ¿Eres capaz de ver más allá de cualquier debilidad aparente que tengan y ver la mano de Dios obrando? ¿Eres capaz de ver más allá de la superficie y ver el valor y la dignidad de sus vidas? Cuando puedas ver la bondad de los demás, señalarla y estar agradecido por ella, en realidad estarás viendo y amando la bondad manifiesta de Dios. Dios está vivo y activo en cada alma que te rodea. Es tu responsabilidad ver esa bondad y amarla. Esto requiere verdadera humildad de tu parte pero, al final, es una forma de amar a Dios en medio de ti.</span><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></span></p><p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"> </span></p><p style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background: white; margin: 0cm; overflow-wrap: break-word; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; color: black; mso-border-alt: none windowtext 0cm; mso-color-alt: windowtext; padding: 0cm;">Reflexiona hoy sobre cómo miras a los que están más cerca de ti y pasa algún tiempo tratando de reflexionar sobre las formas en que Dios está vivo en sus vidas. Si haces esto, estarás amando a Dios en medio de ti.</span><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></span></p><p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="border: 1pt none windowtext; font-family: arial; font-size: medium; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"> </span></p><p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"> </span></p><p style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background: white; margin: 0cm; overflow-wrap: break-word; text-align: justify;"><i><span style="border: 1pt none windowtext; color: black; font-family: arial; font-size: medium; mso-border-alt: none windowtext 0cm; mso-color-alt: windowtext; padding: 0cm;">Mi Señor siempre presente, te amo. Ayúdame a verte y amarte en los demás. Y ayúdame a deshacerme de cualquier tentación que tenga de juzgar y ser humildemente atraído por la bondad de todos Tus hijos e hijas. Te amo, querido Señor, que también te ame en los demás. Jesús, en Ti confío</span></i></p>Gustavo Quiceno Jhttp://www.blogger.com/profile/02956032680371359080noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8740151201169083013.post-66322766561284201012024-03-13T20:11:00.000-07:002024-03-13T20:11:58.317-07:0014 de marzo del 2024: jueves de la cuarta semana de cuaresma<p> <span style="font-family: arial; font-size: large; text-align: center;"> </span></p><p class="MsoNormal"><b><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;"><span style="font-size: medium;">El camino
alternativo<o:p></o:p></span></span></b></p><p class="MsoNormal"><b><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;"><span style="font-size: medium;"> </span></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><b><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;">(Juan
5, 31-47)</span></b><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;"> Recibir la gloria unos de otros
o buscar la gloria que viene de Dios, esta es la alternativa para liberarnos de
lo que nos impide reconocer a Cristo presente y activo en nuestras
vidas. Un camino que pasa por el cuidado de la Palabra y conduce a ella. </span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;">Porque
podemos escudriñar en vano las Escrituras –sin escuchar esta palabra que nos
lleva a Cristo– si nos contentamos con buscar allí la justificación de nuestras
posiciones, rechazando cualquier interrogación que traiga renovación. ■<o:p></o:p></span></span></p><p>
</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;"><span style="font-size: medium;">Emmanuelle
Billoteau, ermitaña<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">(Juan 5, 31-47) <i>Unámonos cada vez más al misterio de Cristo en el que se funda la relación indestructible con el Padre y con la vida eterna. Sepamos reconocer los signos del Espíritu en medio de los vaivenes de la vida, gracias al amor que habita en nosotros y que nos impulsa a actuar y servir con esperanza y con fe.</i></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjvANj13JGzF806laaMuW9wq_JE1o9OY1mMsEDcIJAiq6lSIQkOnxj_b3hyU7WHl5NSO-D45KLvyvHS_BrpZVv-HYOaM9IVZwbRwnY_u86dTPoqDzefZ6_K4vPcphPAbzCeTwLZfAEq6UPOrldpLceguwJDRGHyjoLsnKIrgW1tQevEdjjLDPIaB-Uc/s600/Benediction_of_God_the_Father_by_Luca_Cambiaso_c._1565_oil_on_wood_-_Museo_Diocesano_Genoa_-_DSC01566.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="508" data-original-width="600" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjvANj13JGzF806laaMuW9wq_JE1o9OY1mMsEDcIJAiq6lSIQkOnxj_b3hyU7WHl5NSO-D45KLvyvHS_BrpZVv-HYOaM9IVZwbRwnY_u86dTPoqDzefZ6_K4vPcphPAbzCeTwLZfAEq6UPOrldpLceguwJDRGHyjoLsnKIrgW1tQevEdjjLDPIaB-Uc/s16000/Benediction_of_God_the_Father_by_Luca_Cambiaso_c._1565_oil_on_wood_-_Museo_Diocesano_Genoa_-_DSC01566.jpg" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><p></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; mso-outline-level: 2;"><b><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Primera lectura<o:p></o:p></span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Lectura del libro del Éxodo (32,7-14):</span></b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><br /><br /><i>EN aquellos días, el Señor dijo a Moisés:<br />«Anda, baja de la montaña, que se ha pervertido tu pueblo, el que tú sacaste de Egipto. Pronto se han desviado del camino que yo les había señalado. Se han hecho un becerro de metal, se postran ante él, le ofrecen sacrificios y proclaman: “Este es tu Dios, Israel, el que te sacó de Egipto”».<br />Y el Señor añadió a Moisés:<br />«Veo que este pueblo es un pueblo de dura cerviz. Por eso, déjame: mi ira se va a encender contra ellos hasta consumirlos. Y de ti haré un gran pueblo».<br />Entonces Moisés suplicó al Señor, su Dios:<br />«¿Por qué, Señor, se va a encender tu ira contra tu pueblo, que tú sacaste de Egipto, con gran poder y mano robusta? ¿Por qué han de decir los egipcios: “Con mala intención los sacó, para hacerlos morir en las montañas y exterminarlos de la superficie de la tierra”? Aleja el incendio de tu ira, arrepiéntete de la amenaza contra tu pueblo. Acuérdate de tus siervos, Abrahán, Isaac e Israel, a quienes juraste por ti mismo: “Multiplicaré vuestra descendencia como las estrellas del cielo, y toda esta tierra de que he hablado se la daré a vuestra descendencia para que la posea por siempre”».<br />Entonces se arrepintió el Señor de la amenaza que había pronunciado contra su pueblo.<br /><br /></i><b>Palabra de Dios<o:p></o:p></b></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><b><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"> </span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"> </span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; mso-outline-level: 2;"><b><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Salmo<o:p></o:p></span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Sal 105,19-20.21-22.23<br /><br />R/.</span></b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"> <b><i>Acuérdate de mí, Señor, por amor a tu pueblo</i></b><br /><br /><i>V/. En Horeb se hicieron un becerro,<br />adoraron un ídolo de fundición;<br />cambiaron su gloria por la imagen<br />de un toro que come hierba. R/.<br /><br />V/. Se olvidaron de Dios, su salvador,<br />que había hecho prodigios en Egipto,<br />maravillas en la tierra de Cam,<br />portentos junto al mar Rojo. R/.<br /><br />V/. Dios hablaba ya de aniquilarlos;<br />pero Moisés, su elegido,<br />se puso en la brecha frente a él,<br />para apartar su cólera del exterminio. R/.</i><o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><b><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"> </span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><b><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"> </span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Lectura del santo evangelio según san Juan (5,31-47):</span></b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><br /><br /><i>EN aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos:<br />«Si yo doy testimonio de mí mismo, mi testimonio no es verdadero. Hay otro que da testimonio de mí, y sé que es verdadero el testimonio que da de mí.<br />Vosotros enviasteis mensajeros a Juan, y él ha dado testimonio en favor de la verdad. No es que yo dependa del testimonio de un hombre; si digo esto es para que vosotros os salvéis. Juan era la lámpara que ardía y brillaba, y vosotros quisisteis gozar un instante de su luz.<br />Pero el testimonio que yo tengo es mayor que el de Juan: las obras que el Padre me ha concedido llevar a cabo, esas obras que hago dan testimonio de mí: que el Padre me ha enviado.<br />Y el Padre que me envió, él mismo ha dado testimonio de mí. Nunca habéis escuchado su voz, ni visto su rostro, y su palabra no habita en vosotros, porque al que él envió no lo creéis.<br />Estudiáis las Escrituras pensando encontrar en ellas vida eterna; pues ellas están dando testimonio de mí, ¡y no queréis venir a mí para tener vida! No recibo gloria de los hombres; además, os conozco y sé que el amor de Dios no está en vosotros.<br />Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibisteis; si otro viene en nombre propio, a ese sí lo recibiréis.<br />¿Cómo podréis creer vosotros, que aceptáis gloria unos de otros y no buscáis la gloria que viene del único Dios? No penséis que yo os voy a acusar ante el Padre, hay uno que os acusa: Moisés, en quien tenéis vuestra esperanza. Si creyerais a Moisés, me creeríais a mí, porque de mí escribió él. Pero, si no creéis en sus escritos, ¿cómo vais a creer en mis palabras?».<br /><br /></i><b>Palabra del Señor</b><o:p></o:p></span></span></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 30.816px;"> </span></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 30.816px;"> </span></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 30.816px;">**********<o:p></o:p></span></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 30.816px;"> </span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><u><span style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 30.816px;"><b>El testimonio de las obras de Dios</b><o:p></o:p></span></u></p><p align="center" style="background: white; margin: 0cm; text-align: center;"><i><span style="font-family: arial; font-size: medium;"> </span></i></p><p align="center" style="background: white; margin: 0cm; text-align: center;"><i><span style="font-family: arial; font-size: medium;"> </span></i></p><p align="center" style="background: white; margin: 0cm; text-align: center;"><i><span style="font-family: arial; font-size: medium;">"las obras que el Padre me ha concedido llevar a cabo, esas obras que hago dan testimonio de mí: que el Padre me ha enviado."<o:p></o:p></span></i></p><p align="center" style="background: white; margin: 0cm; text-align: center;"><strong><span style="border: 1pt none windowtext; color: #3a3a3a; font-family: arial; font-size: medium; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"> </span></strong></p><p align="center" style="background: white; margin: 0cm; text-align: center;"><strong><span style="border: 1pt none windowtext; color: #3a3a3a; font-family: arial; font-size: medium; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"> <a data-purpose="bible-reference" data-reference="John 5.36" data-version="rsvce" href="https://biblia.com/bible/rsvce/John%205.36" style="transition: color 0.1s ease-in-out 0s, background-color 0.1s ease-in-out 0s;"><span style="color: #1e73be; text-decoration-line: none;">Juan 5:36</span></a><o:p></o:p></span></strong></p><p style="background: white; margin: 0cm; text-align: center;"><span style="color: #3a3a3a; font-family: arial; font-size: medium;"> </span></p><p class="MsoNormal" style="overflow-wrap: break-word; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 30.816px;">Las obras realizadas por Jesús ofrecen testimonio de la misión que le encomendó el Padre del Cielo. Comprender esto nos ayudará a abrazar nuestra propia misión en la vida.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 30.816px;">En primer lugar, veamos el hecho de que las obras de Jesús ofrecieron testimonio. En otras palabras, Sus obras transmitieron un mensaje a otros acerca de quién era Él. El testimonio de sus acciones reveló su esencia misma y su unión con la voluntad del Padre.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 30.816px;">Así que esto plantea la pregunta: "¿Qué obras ofrecieron este testimonio?" Uno podría concluir inmediatamente que las obras de las que Jesús estaba hablando eran sus milagros. Cuando las personas fueron testigos de los milagros que realizó, se habrían convencido de que fue enviado por el Padre que está en los cielos. ¿De verdad? Realmente no. El hecho es que hubo muchos que vieron a Jesús realizar milagros y permanecieron tercos, negándose a aceptar sus milagros como prueba de su divinidad. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 30.816px;">Aunque sus milagros fueron extraordinarios y fueron señales para aquellos que estaban dispuestos a creer, la “obra” más profunda que realizó fue la de su amor humilde y genuino. Jesús fue genuino, honesto y puro de corazón. Exudaba todas las virtudes que uno podía tener. Por lo tanto, el testimonio que sus acciones ordinarias de amor, cuidado, preocupación y enseñanza dieron fue lo que habría conquistado muchos corazones en primer lugar. De hecho, para aquellos que estaban abiertos, Sus milagros fueron, en cierto sentido, solo la guinda del pastel. La “torta” era su presencia genuina que revelaba la misericordia del Padre.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 30.816px;">No puedes hacer milagros de Dios (a menos que tengas un carisma extraordinario para hacerlo), pero puedes actuar como testigo de la Verdad y compartir el Corazón del Padre en el Cielo si humildemente buscas ser puro de corazón y permites que el Corazón del Padre en el Cielo brille a través de ti en tus acciones diarias. Incluso la acción más pequeña de amor genuino dice mucho a los demás. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 30.816px;">Reflexiona, hoy, sobre tu llamado a dar testimonio del Padre Celestial. Estás llamado a compartir el amor del Padre con todos los que conoces. Si abrazas esta misión, en formas grandes y pequeñas, el Evangelio se manifestará a otros a través de ti, y la voluntad del Padre se cumplirá más plenamente en nuestro mundo.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 30.816px;"> </span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: medium; line-height: 30.816px;"><span style="font-family: arial;">Mi genuino y santo Señor, te pido que yo actúe como testigo del amor que brota de Tu Corazón. Dame la gracia de ser real, genuino y sincero. Ayúdame a convertirme en un instrumento puro de Tu Corazón misericordioso para que todas mis obras den testimonio de Tu misericordia. Jesús, en Ti confío.</span><o:p></o:p></span></i></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br /></p>Gustavo Quiceno Jhttp://www.blogger.com/profile/02956032680371359080noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8740151201169083013.post-54600106912554411422024-03-12T19:18:00.000-07:002024-03-13T05:50:59.879-07:0013 de marzo del 2024: miércoles de la cuarta semana de cuaresma<p> </p><p><b><span face="Arial, sans-serif"><span>La salvación del
Padre y del Hijo</span></span></b></p><p><b><span face="Arial, sans-serif"><span> </span></span></b></p><p><span><b><span face="Arial, sans-serif">(Juan
5, 17-30) </span></b><span face="Arial, sans-serif">¿Qué nos enseña Jesús, aparte de
que la exactitud de nuestro juicio depende de nuestra búsqueda de la voluntad
de Dios? El mayor obstáculo es permanecer apegados a nuestra voluntad
personal, a menudo herida en su capacidad de discernimiento por nuestras
historias de vida, por nuestros miedos, por nuestra tendencia a querer dominar
o ser dominados. Entonces miremos a Cristo en su relación con el
Padre. Y tomemos el tiempo para meditar en su deseo común de salvación
hacia nosotros: una salvación siempre ofrecida. ■<b></b></span></span></p><p>
</p><p><span face="Arial, sans-serif"><span>Emmanuelle Billoteau, ermitaña</span><span></span></span></p><p><br></p><p align="center"><span><span face="Arial, sans-serif">(Juan 5, 17-30) </span><i>Hacerse igual a Dios significa para Jesús ponerse totalmente al servicio de la voluntad de su Padre. Siguiéndolo, no minimicemos nuestras capacidades y comprometámonos a trabajar por la venida del Reino.</i></span></p><p align="center"><span><br></span></p><div><i><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhpypBgSMz_p9UhUXQgV4cMg76Tfapd42cMthbi-t0OOlF83rHmN7rn-biSkdiKo14bJrvPdiX39fj8Cv21mz8YFQr6jzNeDCsJPBcjXg6_u6CqOZikaqAHdii0075ShmxK5ANGNgYIR78/s560/Angelsatmamre-trinity-rublev-1410-1.jpg"><span><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhpypBgSMz_p9UhUXQgV4cMg76Tfapd42cMthbi-t0OOlF83rHmN7rn-biSkdiKo14bJrvPdiX39fj8Cv21mz8YFQr6jzNeDCsJPBcjXg6_u6CqOZikaqAHdii0075ShmxK5ANGNgYIR78/s16000/Angelsatmamre-trinity-rublev-1410-1.jpg"></span></a></i></div><p align="center"><br></p><p><b><span>Primera lectura</span></b></p><p><span><b><span face=""Arial",sans-serif">Lectura del libro de Isaías (49,8-15):</span></b><span face=""Arial",sans-serif"><br><i><br>ESTO dice el Señor:<br>«En tiempo de gracia te he respondido,<br>en día propicio te he auxiliado;<br>te he defendido y constituido alianza del pueblo,<br>para restaurar el país,<br>para repartir heredades desoladas,<br>para decir a los cautivos: “Salid”,<br>a los que están en tinieblas: “Venid a la luz”.<br>Aun por los caminos pastarán,<br>tendrán praderas en todas las dunas;<br>no pasarán hambre ni sed,<br>no les hará daño el bochorno ni el sol;<br>porque los conduce el compasivo<br>y los guía a manantiales de agua.<br>Convertiré mis montes en caminos,<br>y mis senderos se nivelarán.<br>Miradlos venir de lejos;<br>miradlos, del Norte y del Poniente,<br>y los otros de la tierra de Sin.<br>Exulta, cielo; alégrate, tierra;<br>romped a cantar, montañas,<br>porque el Señor consuela a su pueblo<br>y se compadece de los desamparados».<br>Sion decía: «Me ha abandonado el Señor,<br>mi dueño me ha olvidado».<br>¿Puede una madre olvidar al niño que amamanta,<br>no tener compasión del hijo de sus entrañas?<br>Pues, aunque ella se olvidara, yo no te olvidaré.</i><br><br><b>Palabra de Dios</b></span></span></p><p><span> </span></p><p><b><span>Salmo</span></b></p><p><span><b><span face=""Arial",sans-serif">Sal 144,8-9.13cd-14.17-18<br><br>R/.</span></b><span face=""Arial",sans-serif"> <b><i>El Señor es clemente y misericordioso</i></b><br><i><br>V/. El Señor es clemente y misericordioso,<br>lento a la cólera y rico en piedad;<br>el Señor es bueno con todos,<br>es cariñoso con todas sus criaturas. R/.<br><br>V/. El Señor es fiel a sus palabras,<br>bondadoso en todas sus acciones.<br>El Señor sostiene a los que van a caer,<br>endereza a los que ya se doblan. R/.<br><br>V/. El Señor es justo en todos sus caminos,<br>es bondadoso en todas sus acciones.<br>Cerca está el Señor de los que lo invocan,<br>de los que lo invocan sinceramente. R/.</i></span></span></p><p><b><span> </span></b></p><p><b><span> </span></b></p><p><span><b><span face=""Arial",sans-serif">Lectura del santo evangelio según san Juan (5,17-30):</span></b><span face=""Arial",sans-serif"><br><i><br>EN aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos:<br>«Mi Padre sigue actuando, y yo también actúo».<br>Por eso los judíos tenían más ganas de matarlo: porque no solo quebrantaba el sábado, sino también llamaba a Dios Padre suyo, haciéndose igual a Dios.<br>Jesús tomó la palabra y les dijo:<br>«En verdad, en verdad os digo: el Hijo no puede hacer nada por su cuenta sino lo que viere hacer al Padre. Lo que hace este, eso mismo hace también el Hijo, pues el Padre ama al Hijo y le muestra todo lo que él hace, y le mostrará obras mayores que esta, para vuestro asombro.<br>Lo mismo que el Padre resucita a los muertos y les da vida, así también el Hijo da vida a los que quiere.<br>Porque el Padre no juzga a nadie, sino que ha confiado al Hijo todo el juicio, para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que lo envió.<br>En verdad, en verdad os digo: quien escucha mi palabra y cree al que me envió posee la vida eterna y no incurre en juicio, sino que ha pasado ya de la muerte a la vida.<br>En verdad, en verdad os digo: llega la hora, y ya está aquí, en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que hayan oído vivirán.<br>Porque, igual que el Padre tiene vida en sí mismo, así ha dado también al Hijo tener vida en sí mismo. Y le ha dado potestad de juzgar, porque es el Hijo del hombre.<br>No os sorprenda esto, porque viene la hora en que los que están en el sepulcro oirán su voz: los que hayan hecho el bien saldrán a una resurrección de vida; los que hayan hecho el mal, a una resurrección de juicio.<br>Yo no puedo hacer nada por mí mismo; según le oigo, juzgo, y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió».</i><br><br><b>Palabra del Señor</b></span></span></p><p><span><span face=""Arial",sans-serif"><b><br></b></span></span></p><p align="center">**********</p><p align="center"><br></p><p align="center"><b><u><span>Unidad con Dios</span></u></b></p><p align="center"><b><u><span><br></span></u></b></p><p align="center"><i><span>Jesús dijo a los judíos:<br>«Mi Padre sigue actuando, y yo también actúo».<br>Por eso los judíos tenían más ganas de matarlo: porque no solo quebrantaba el sábado, sino también llamaba a Dios Padre suyo, haciéndose igual a Dios.</span></i></p><p align="center"><strong><span> </span></strong></p><p align="center"><strong><span><a href="https://biblia.com/bible/rsvce/John%205.17%E2%80%9318"><span>Juan 5:17–18</span></a></span></strong></p><p align="center"><strong><span> </span></strong></p><p><span>Jesús era claramente culpable de pecados graves en la opinión de aquellos que buscaban darle muerte. No siguió las leyes del sábado de la manera que ellos pensaban que debía hacerlo y reveló que era igual al Padre. Esto sería un pecado grave de parte de Jesús si hubiera estado equivocado, pero obviamente no lo estaba.</span></p><p><span>En el corazón de este pasaje está la unidad del Padre y del Hijo. Los versículos que siguen a este pasaje revelan aún más claramente que el Padre y el Hijo son uno y que toda la vida de Jesús está comprometida en el cumplimiento de la voluntad del Padre. Es precisamente esta unidad de voluntad lo que produce su unidad.</span></p><p><span>Esto nos revela mucho sobre la relación del Padre y el Hijo, y también nos revela mucho sobre nuestra propia relación con el Padre y el Hijo. En primer lugar, el Padre y el Hijo son Personas distintas, cada una de las cuales posee un intelecto y una voluntad perfectos. Sin embargo, su unidad se produjo por el hecho de que sus mentes estaban en perfecta armonía, conociendo todas las cosas por igual y creyendo perfectamente lo que sabían. Como resultado de su perfecto conocimiento compartido, ambos abrazaron cada detalle del plan del Padre tal como fue trazado desde la fundación del mundo. </span></p><p><span>En cuanto a nosotros, podemos tomar de esta comprensión de la unidad del Padre y del Hijo, la lección gloriosa de cómo entramos en la unidad con Dios. Esto sucede primero al buscar la mente de Dios. Debemos sondear los misterios gloriosos contenidos en él y debemos hacerlos nuestro propio conocimiento. </span></p><p><span>Segundo, debemos creer lo que llegamos a saber a través de un acto de nuestra voluntad. A medida que descubrimos la verdad, debemos elegirla para nuestras vidas. El desafío es que hay numerosas voces en competencia que compiten por nuestra atención. A medida que los clasificamos, eligiendo solo lo que Dios revela, naturalmente nos sentimos atraídos por la mente y la voluntad de Dios y las hacemos nuestras. En este acto, también nos hacemos uno con Dios.</span></p><p><span>Reflexione hoy sobre la unidad que usted está llamado a vivir con el Padre y el Hijo. Es esta unidad la que trae plenitud a su vida. Es para lo que usted fue hecho. Buscar, creer y abrazar cualquier otra cosa es simplemente vivir de una mentira. Busque la mente y la voluntad de Dios en todas las cosas y todo su ser será atraído hacia una mayor unidad con Dios.</span></p><p><span> </span></p><p align="center"></p><p><i><span>Padre Celestial, te agradezco por el regalo de Jesús Tu Hijo y te agradezco por la unidad que ambos comparten. Llévame a esa gloriosa unidad establecida por Tus mentes y voluntades. Hazme uno contigo para que también seas mi Padre. Padre del Cielo, Jesús Hijo, en Ti confío.</span></i></p>Gustavo Quiceno Jhttp://www.blogger.com/profile/02956032680371359080noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8740151201169083013.post-17904444948784960332024-03-11T23:19:00.000-07:002024-03-11T23:19:52.553-07:0012 de marzo del 2024: martes de la cuarta semana de cuaresma<p class="MsoNormal"><b><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-fareast-language: ES-CO;"><br /></span></b></p><p class="MsoNormal"><b><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;"><span style="font-size: medium;">De la parálisis al
caminar</span></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><b><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;">(Juan
5, 1-16)</span></b><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;"> ¿Quizás estamos paralizados,
como el hombre de Betesda, ante la complejidad de la vida, la inevitabilidad de
la muerte? ¿Quizás experimentamos nuestra impotencia y la de los
demás? No es de extrañar, porque la salvación está fuera de nuestro
alcance. Pero nuestro Dios es Dios de vida, y envió a su Hijo para que la
tengamos en abundancia. Nos corresponde a nosotros construir sobre sus
palabras que nos elevan y nos permiten continuar el camino: <i>“¡Levántate,
toma tu camilla y echa a andar »</i> ■<o:p></o:p></span></span></p><p>
</p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%;"><span style="font-size: medium;">Emmanuelle Billoteau, ermitaña<o:p></o:p></span></span></p><p><span style="font-family: arial;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: large; text-align: center;"><b><br /></b></span></span></p><p><span style="font-family: arial;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: large; text-align: center;"><b>(Ezequiel 47, 1-9.12)</b> </span><i style="font-size: large; text-align: center;">Ezequiel me enseña hoy que la fe es una fuerza en perpetua renovación. Puede "contaminar" a otros y traerles vida. Pero para eso, tienes que aceptar dejarla fluir y compartirla.</i><span style="font-size: large; text-align: justify;"> </span></span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face="Arial, sans-serif" style="text-align: center;"><b>(Juan 5, 1-16) </b></span><i style="text-align: center;">Las curaciones y los beneficios de Dios pueden mejorar mucho nuestra vida en la tierra, pero ellos son mucho más que simples dones puntuales: nos llaman a la conversión, para que entremos en la vida eterna.</i></span></p><div style="text-align: justify;"><i style="text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /></span></i></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjiFwWKTP6n0ZIprn7xOF4uLOedj1Gq1QD3PbO6RrAU7u2Pdi8Zr3_zehqd75S-hN--vo4AZiP_dcCmO_rSQjZSc3_ghoXIRVnZ7ZmynxavH5PDc0BVeNG90C5yi7UM2laquAZWW8lkn14fRgao1mNRCslK-7kuca2sOqQg-ygmXOXLCXh6FUCA_j6z/s550/Pieter_van_Lint_-_Christ_healing_the_lame_at_the_pool_of_Bethesda.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><img border="0" data-original-height="325" data-original-width="550" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjiFwWKTP6n0ZIprn7xOF4uLOedj1Gq1QD3PbO6RrAU7u2Pdi8Zr3_zehqd75S-hN--vo4AZiP_dcCmO_rSQjZSc3_ghoXIRVnZ7ZmynxavH5PDc0BVeNG90C5yi7UM2laquAZWW8lkn14fRgao1mNRCslK-7kuca2sOqQg-ygmXOXLCXh6FUCA_j6z/s16000/Pieter_van_Lint_-_Christ_healing_the_lame_at_the_pool_of_Bethesda.jpg" /></span></a></div><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /></span><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /><br /></span></div><p></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; mso-outline-level: 2;"><b><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Primera lectura<o:p></o:p></span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Lectura de la profecía de Ezequiel (47,1-9.12):</span></b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><br /><br /><i>EN aquellos días, el ángel me hizo volver a la entrada del templo del Señor.<br />De debajo del umbral del templo corría agua hacia el este —el templo miraba al este—. El agua bajaba por el lado derecho del templo, al sur del altar.<br />Me hizo salir por el pórtico septentrional y me llevó por fuera hasta el pórtico exterior que mira al este. El agua corría por el lado derecho.<br />El hombre que llevaba el cordel en la mano salió hacia el este, midió quinientos metros y me hizo atravesar el agua, que me llegaba hasta los tobillos. Midió otros quinientos metros y me hizo atravesar el agua, que me llegaba hasta las rodillas. Midió todavía otros quinientos metros y me hizo atravesar el agua, que me llegaba hasta la cintura. Midió otros quinientos metros: era ya un torrente que no se podía vadear, sino cruzar a nado.<br />Entonces me dijo:<br />«¿Has visto, hijo de hombre?»,<br />Después me condujo por la ribera del torrente.<br />Al volver vi en ambas riberas del torrente una gran arboleda. Me dijo:<br />«Estas aguas fluyen hacia la zona oriental, descienden hacia la estepa y desembocan en el mar de la Sal, Cuando hayan entrado en él, sus aguas serán saneadas. Todo ser viviente que se agita, allí donde desemboque la corriente, tendrá vida; y habrá peces en abundancia. Porque apenas estas aguas hayan llegado hasta allí, habrán saneado el mar y habrá vida allí donde llegue el torrente.<br />En ambas riberas del torrente crecerá toda clase de árboles frutales; no se marchitarán sus hojas ni se acabarán sus frutos; darán nuevos frutos cada mes, porque las aguas del torrente fluyen del santuario; su fruto será comestible y sus hojas medicinales».<br /><br /></i><b>Palabra de Dios<o:p></o:p></b></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><b><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"> </span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"> </span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; mso-outline-level: 2;"><b><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Salmo<o:p></o:p></span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Sal 45,2-3.5-6.8-9<br /><br />R/.</span></b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"> <b><i>El Señor de los ejércitos está con nosotros,<br />nuestro alcázar es el Dios de Jacob</i></b><br /><br /><i>V/. Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza,<br />poderoso defensor en el peligro.<br />Por eso no tememos aunque tiemble la tierra,<br />y los montes se desplomen en el mar. R/.<br /><br />V/. Un río y sus canales alegran la ciudad de Dios,<br />el Altísimo consagra su morada.<br />Teniendo a Dios en medio, no vacila;<br />Dios la socorre al despuntar la aurora. R/.<br /><br />V/. El Señor del universo está con nosotros,<br />nuestro alcázar es el Dios de Jacob.<br />Venid a ver las obras del Señor,<br />las maravillas que hace en la tierra. R/.<o:p></o:p></i></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><i><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"> </span></i></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><i><span style="font-family: arial; font-size: medium; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"> </span></i></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Lectura del santo evangelio según san Juan (5,1-16):</span></b><span face=""Arial",sans-serif" style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><br /><br /><i>SE celebraba una fiesta de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén.<br />Hay en Jerusalén, junto a la Puerta de las Ovejas, una piscina que llaman en hebreo Betesda. Esta tiene cinco soportales, y allí estaban echados muchos enfermos, ciegos, cojos, paralíticos.<br />Estaba también allí un hombre que llevaba treinta y ocho años enfermo.<br />Jesús, al verlo echado, y sabiendo que ya llevaba mucho tiempo, le dice:<br />«¿Quieres quedar sano?».<br />El enfermo le contestó:<br />«Señor, no tengo a nadie que me meta en la piscina cuando se remueve el agua; para cuando llego yo, otro se me ha adelantado».<br />Jesús le dice:<br />«Levántate, toma tu camilla y echa a andar».<br />Y al momento el hombre quedó sano, tomó su camilla y echó a andar.<br />Aquel día era sábado, y los judíos dijeron al hombre que había quedado sano:<br />«Hoy es sábado, y no se puede llevar la camilla».<br />Él les contestó:<br />«El que me ha curado es quien me ha dicho: “Toma tu camilla y echa a andar”».<br />Ellos le preguntaron:<br />«¿Quién es el que te ha dicho que tomes la camilla y eches a andar?».<br />Pero el que había quedado sano no sabía quién era, porque Jesús, a causa del gentío que había en aquel sitio, se había alejado.<br />Más tarde lo encuentra Jesús en el templo y le dice:<br />«Mira, has quedado sano; no peques más, no sea que te ocurra algo peor».<br />Se marchó aquel hombre y dijo a los judíos que era Jesús quien lo había sanado.<br />Por esto los judíos perseguían a Jesús, porque hacía tales cosas en sábado.<br /><br /></i><b>Palabra del Señor</b><o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal"><o:p><span style="font-family: arial; font-size: medium;"> </span></o:p><strong style="text-align: center;"><span style="border: 1pt none windowtext; color: #3a3a3a; font-family: arial; font-size: medium; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"> </span></strong></p><p align="center" style="background: white; margin: 0cm; text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /></span></p><p align="center" style="background: white; margin: 0cm; text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /></span></p><p align="center" style="background: white; margin: 0cm; text-align: center;"><strong><u><span style="border: 1pt none windowtext; color: #3a3a3a; font-family: arial; font-size: medium; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;">Paralizado por el pecado<o:p></o:p></span></u></strong></p><p align="center" style="background: white; margin: 0cm; text-align: center;"><strong><u><span style="border: 1pt none windowtext; color: #3a3a3a; font-family: arial; font-size: medium; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><br /></span></u></strong></p><p align="center" style="background: white; margin: 0cm; text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><i><span face="Arial, sans-serif" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial;">Jesús le dice:</span></i><i><span face="Arial, sans-serif"><br style="box-sizing: border-box; text-align: start;" /><span style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial;"><span style="text-align: start;">«Levántate, toma tu camilla y echa a andar».</span></span><br style="box-sizing: border-box; text-align: start;" /><span style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial;"><span style="text-align: start;">Y al momento el hombre quedó sano, tomó su camilla y echó a andar.</span></span></span></i><i><span face="Arial, sans-serif" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial;"><o:p></o:p></span></i></span></p><p align="center" style="background: white; margin: 0cm; text-align: center;"><strong><i><span style="border: 1pt none windowtext; color: #3a3a3a; font-family: arial; font-size: medium; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"> </span></i></strong></p><p align="center" style="background: white; margin: 0cm; text-align: center;"><strong><span style="border: 1pt none windowtext; color: #3a3a3a; font-family: arial; font-size: medium; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"> <a data-purpose="bible-reference" data-reference="John 5.8–9" data-version="rsvce" href="https://biblia.com/bible/rsvce/John%205.8%E2%80%939" style="transition: color 0.1s ease-in-out 0s, background-color 0.1s ease-in-out 0s;"><span style="color: #1e73be; text-decoration-line: none;">Juan 5:8–9</span></a></span></strong></p><p style="background: white; margin: 0cm; text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /></span></p><p style="background: white; margin: 0cm; overflow-wrap: break-word; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face="Arial, sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; padding: 0cm;">Veamos uno de los claros significados simbólicos de este pasaje anterior. </span><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></span></p><p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="border: 1pt none windowtext; font-family: arial; font-size: medium; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"> </span></p><p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face="Arial, sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; padding: 0cm;">El hombre que Jesús sanó estaba paralizado, no podía caminar ni cuidarse a sí mismo. Otros lo descuidaron mientras él se sentaba junto a la piscina, esperando amabilidad y atención. Jesús lo ve y le presta toda su atención. Después de un breve diálogo, Jesús lo cura y le dice que se levante y camine. </span><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></span></p><p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"> </span></p><p style="background: white; margin: 0cm; overflow-wrap: break-word; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face="Arial, sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; padding: 0cm;">Un claro mensaje simbólico es que su parálisis física es una imagen del resultado del pecado en nuestras vidas. Cuando pecamos nos “paralizamos” a nosotros mismos. </span><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></span></p><p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="border: 1pt none windowtext; font-family: arial; font-size: medium; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"> </span></p><p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face="Arial, sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; padding: 0cm;">El pecado tiene graves consecuencias en nuestra vida y la consecuencia más clara es que nos quedamos sin poder levantarnos para poder luego andar en los caminos de Dios. El pecado grave, especialmente, nos hace impotentes para amar y vivir en verdadera libertad. Nos deja atrapados e incapaces de cuidar de ninguna manera nuestra propia vida espiritual o de los demás. Es importante ver las consecuencias del pecado. Incluso los pecados menores obstaculizan nuestras habilidades, nos despojan de energía y nos dejan lisiados espiritualmente en un grado u otro. </span><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></span></p><p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"> </span></p><p style="background: white; margin: 0cm; overflow-wrap: break-word; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face="Arial, sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; padding: 0cm;">Espero que usted sepa esto y no sea una nueva revelación para usted. Pero lo que debe ser nuevo para usted es la admisión honesta de su culpabilidad actual. Debe verse a sí mismo en esta historia. Jesús no sanó a este hombre solo por su bien. Lo sanó, en parte, para decirle que lo ve en su estado quebrantado mientras experimenta las consecuencias de su pecado. Él lo ve en necesidad, lo mira y lo llama a levantarse y caminar. No subestime la importancia de permitirle a Él realizar una sanación en su vida. No se olvide de identificar hasta el más mínimo pecado que le impone sus consecuencias. Mire su pecado, permita que Jesús lo vea y escúchelo hablar palabras de sanación y libertad.</span><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></span></p><p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"> </span></p><p style="background: white; margin: 0cm; overflow-wrap: break-word; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span face="Arial, sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; padding: 0cm;">Reflexione hoy, sobre este poderoso encuentro que este hombre lisiado tuvo con Jesús. Imagínese en la escena y sepa que esta sanación también se hace por usted. Si aún no lo ha hecho en esta Cuaresma, vaya a la Confesión y descubra la curación de Jesús en ese Sacramento. La confesión es la respuesta a la libertad que le espera, especialmente cuando se entra en ella honesta y completamente.</span><span face=""Arial",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></span></p><p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="border: 1pt none windowtext; font-family: arial; font-size: medium; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"> </span></p><p style="background: white; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><i> Mi muy misericordioso Señor</i></span><i style="font-family: arial; font-size: large;">, perdóname por mis pecados. Deseo verlos y reconocer las consecuencias que me imponen. Sé que Tú deseas liberarme de estas cargas y sanarlas en la fuente de tu misericordia. Señor, dame valor para confesarte mis pecados, especialmente en el Sacramento de la Reconciliación. Jesús, en Ti confío.</i></p>Gustavo Quiceno Jhttp://www.blogger.com/profile/02956032680371359080noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8740151201169083013.post-31968357402529156092024-03-10T23:43:00.000-07:002024-03-11T15:04:58.686-07:0011 de marzo del 2024: lunes de la cuarta semana de cuaresma<p><span> </span></p><p><b>Confianza ciega</b></p><p><span><b><span>(Juan
4, 43-54)</span></b><span> El evangelio nos invita a
cuestionarnos: ¿qué motiva nuestra confianza en Dios? ¿Estamos entre los
que esperan manifestaciones extraordinarias? ¿O es la Palabra el
fundamento de nuestra fe como lo fue para el funcionario real, quien “creyó la
palabra que Jesús le habló” y se fue? Y esto, sin haber podido ver la
curación solicitada y sin que Jesús bajara con él. Esto anticipa la fe
pospascual de quienes creerán sin haber visto. ■</span></span></p><p>
</p><p><span><span>Emmanuelle
Billoteau, ermitaña</span></span></p><p><span><b><br></b></span></p><p><span><b>(Isaías 65, 17-21)</b> </span><i><span>Cuando una mujer finalmente sostiene a su hijo recién nacido en sus brazos, ya no piensa en los dolores del parto. Toda alegría que tenga su origen en Dios, calienta los pliegues más íntimos del corazón. Derrite el hielo que lo paralizó: no se trata en absoluto del pasado.</span></i></p><p></p><p></p><div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhdq4sxVgvAO_-Jwusmi5oH8NquFnAnyQF3TC2S0ZR3aTOM8UhMklTiORR7RNPNEORzgwrZ1GzyVOWRtGuDjAqgP_nMlgO47RT4VyWLuZZJ0Ups-7MuRfTZXui4IW54RMov9jDQ6MT7M2A/s600/Jes%25C3%25BAs_y_el_centuri%25C3%25B3n_El_Veron%25C3%25A9s.jpg"><span><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhdq4sxVgvAO_-Jwusmi5oH8NquFnAnyQF3TC2S0ZR3aTOM8UhMklTiORR7RNPNEORzgwrZ1GzyVOWRtGuDjAqgP_nMlgO47RT4VyWLuZZJ0Ups-7MuRfTZXui4IW54RMov9jDQ6MT7M2A/s16000/Jes%25C3%25BAs_y_el_centuri%25C3%25B3n_El_Veron%25C3%25A9s.jpg"></span></a></div><span><br></span><p></p><p><b><span>P</span><span>rimera lectura</span></b></p><p><span><b><span face=""Arial",sans-serif">Lectura del libro de Isaías (65,17-21):</span></b><span face=""Arial",sans-serif"><br><i><br>ESTO dice el Señor:<br>«Mirad: voy a crear un nuevo cielo<br>y una nueva tierra:<br>de las cosas pasadas<br>ni habrá recuerdo ni vendrá pensamiento.<br>Regocijaos, alegraos por siempre<br>por lo que voy a crear:<br>yo creo a Jerusalén “alegría”,<br>y a su pueblo, “júbilo”.<br>Me alegraré por Jerusalén<br>y me regocijaré con mi pueblo,<br>ya no se oirá en ella ni llanto ni gemido;<br>ya no habrá allí niño<br>que dure pocos días,<br>ni adulto que no colme sus años,<br>pues será joven quien muera a los cien años,<br>y quien no los alcance se tendrá por maldito.<br>Construirán casas y las habitarán,<br>plantarán viñas y comerán los frutos».</i><br><br><b>Palabra de Dios</b></span></span></p><p><b><span> </span></b></p><p><span> </span></p><p><b><span>Salmo</span></b></p><p><b><span>Sal 29,2.4.5-6.11-12a.13b<br><br></span></b></p><p><span><b><span face=""Arial",sans-serif"><br>R/.</span></b><span face=""Arial",sans-serif"> <b><i>Te ensalzaré, Señor, porque me has librado</i></b><br><br><i>V/. Te ensalzaré, Señor, porque me has librado<br>y no has dejado que mis enemigos se rían de mí.<br>Señor, sacaste mi vida del abismo,<br>me hiciste revivir cuando bajaba a la fosa. R/.<br><br>V/. Tañed para el Señor, fieles suyos,<br>celebrad el recuerdo de su nombre santo;<br>su cólera dura un instante;<br>su bondad, de por vida;<br>al atardecer nos visita el llanto;<br>por la mañana, el júbilo. R/.<br><br>V/. Escucha, Señor, y ten piedad de mí;<br>Señor, socórreme.<br>Cambiaste mi luto en danzas.<br>Señor, Dios mío, te daré gracias por siempre.</i> R/.</span></span></p><p><span> </span></p><p><span> </span></p><p><span><b><span face=""Arial",sans-serif">Lectura del santo evangelio según san Juan (4,43-54):</span></b><span face=""Arial",sans-serif"><br><br><i>EN aquel tiempo, salió Jesús de Samaría para Galilea. Jesús mismo había atestiguado:<br>«Un profeta no es estimado en su propia patria».<br>Cuando llegó a Galilea, los galileos lo recibieron bien, porque habían visto todo lo que había hecho en Jerusalén durante la fiesta, pues también ellos habían ido a la fiesta.<br>Fue Jesús otra vez a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino.<br>Había un funcionario real que tenía un hijo enfermo en Cafarnaún. Oyendo que Jesús había llegado de Judea a Galilea, fue a verlo, y le pedía que bajase a curar a su hijo que estaba muriéndose.<br>Jesús le dijo:<br>«Si no veis signos y prodigios, no creéis».<br>El funcionario insiste:<br>«Señor, baja antes de que se muera mi niño».<br>Jesús le contesta:<br>«Anda, tu hijo vive».<br>El hombre creyó en la palabra de Jesús y se puso en camino. Iba ya bajando, cuando sus criados vinieron a su encuentro diciéndole que su hijo vivía. Él les preguntó a qué hora había empezado la mejoría. Y le contestaron:<br>«Ayer a la hora séptima lo dejó la fiebre».<br>El padre cayó en la cuenta de que esa era la hora en que Jesús le había dicho: «Tu hijo vive». Y creyó él con toda su familia. Este segundo signo lo hizo Jesús al llegar de Judea a Galilea.<br></i><br><b>Palabra del Señor</b></span></span></p><div><p><br></p></div><p><u><b><br></b></u></p><p><span><b> <u> un interesante milagro</u></b></span></p><div><p><span><br></span></p></div><p align="center"><i><span>Jesús les dijo:<br>«Si no veis signos y prodigios, no creéis».<br>El funcionario insiste:<br>«Señor, baja antes de que se muera mi niño».<br>Jesús le contesta:<br>«Anda, tu hijo vive».</span></i></p><p align="center"><span><br></span></p><p align="center"><span><a href="https://biblia.com/bible/rsvce/John%204.48%E2%80%9350">Juan 4:48–50</a></span></p><p><span><span><span>De hecho, el niño vive y el funcionario real se llena de alegría cuando regresa a casa y descubre que su hijo fue sanado. </span><span>Esta curación tuvo lugar al mismo tiempo que Jesús dijo que sería sanado. </span></span></span></p><p><span><span><span>Una cosa interesante de notar acerca de este pasaje es el contraste de las palabras de Jesús. </span><span>Al principio, casi suena como si Jesús estuviera enojado cuando dice: <i>«Si no veis signos y prodigios, no creéis».</i>. </span><span>Pero luego sana inmediatamente al niño diciéndole al hombre: “Tu hijo vive”. </span><span>¿Por qué este aparente contraste en las palabras y acciones de Jesús?</span></span></span></p><p><span><span><span>Debemos notar que las palabras iniciales de Jesús no son tanto una crítica; </span><span>más bien, son simplemente palabras de verdad. </span><span>Él es consciente del hecho de que muchas personas carecen de fe, o al menos son débiles en la fe. </span><span>También es consciente del hecho de que las "señales y prodigios" son beneficiosas para las personas a veces para ayudarlas a creer. </span><span>Aunque esta necesidad de ver “señales y prodigios” está lejos de ser ideal, Jesús trabaja con ella. </span><span>Utiliza este deseo de un milagro como una forma de ofrecer la fe.</span></span></span></p><p><span><span><span><span>Lo que es importante entender es que el objetivo final de Jesús no era la sanidad física, aunque este fue un acto de gran amor; </span><span>más bien, su objetivo final era aumentar la fe de este padre ofreciéndole el don de la curación de su hijo. </span><span>Esto es importante de entender porque todo lo que experimentemos en la vida de nuestro Señor tendrá como meta una profundización de nuestra fe. </span><span>A veces eso toma la forma de “señales y prodigios”, mientras que otras veces puede ser Su presencia sustentadora en medio de una prueba sin ninguna señal o prodigio visible. </span><span>La meta por la que debemos esforzarnos es la </span></span></span><i>fe</i><span> , permitiendo que cualquier cosa que nuestro Señor haga en nuestras vidas se convierta en la fuente del aumento de nuestra fe.</span></span></p><p><span><span><span>Reflexiona, hoy, sobre tu propio nivel de fe y confianza. </span><span>Y trabaja para discernir las acciones de Dios en tu vida para que esas acciones produzcan mayor fe. </span><span>Aférrate a Él, cree que Él te ama, debes saber que Él tiene la respuesta que necesitas y búscalo en todas las cosas. </span><span>Él nunca te decepcionará.</span></span></span></p><p><span><span><span><br></span></span></span></p><p><i><span><span><span>Mi amado Señor, por favor aumenta mi fe. </span><span>Ayúdame a verte actuando en mi vida ya descubrir tu amor perfecto en todas las cosas. </span><span>Mientras te veo obrar en mi vida, ayúdame a conocer, con mayor certeza, tu amor perfecto. </span><span>Jesús, en Ti confío.</span></span></span></i></p><div><i><span><span><span><br></span></span></span></i></div>Gustavo Quiceno Jhttp://www.blogger.com/profile/02956032680371359080noreply@blogger.com0