(Mateo 7, 1-5) En la vida, como en la cocina, todo es cuestión de dosificación: ya sea la organización de nuestro tiempo o la harina, hay que echarla en la medida justa para acertar en la receta. Hoy, el Señor nos invita a ser generosos y generosas porque “con la medida con que midáis, seréis medidos”. Redescubramos la alegría de dar, y quizás también de perder y desperdiciar, los ingredientes que componen nuestra vida cotidiana. ¡Lo que se da con alegría nunca se pierde! ■ Bertrand Lesoing, sacerdote de la comunidad de Saint-Martin ( Mateo 7, 1-5) Cuando yo juzgo y condeno al otro, cuando mi mirada está desprovista de misericordia, yo me enceguezco; pienso estar actuando en nombre de Dios, cuando en verdad Él es misericordioso con cada uno de nosotros. Primera lectura Lectura del libro del Génesis (12,1-9): En aquellos días, el Señor dijo a Abrán: «Sal de tu tierra y de la casa de tu padre, hacia la tierra que te mostraré. Haré de ...
Gustavo Quiceno Jaramillo, Sacerdote misionero de La Diócesis de La Dorada-Guaduas, sirviendo en el Vicariato Apostólico de San Andrés y Providencia-Colombia. "Ay de mi sino evangelizo!", dijo Pablo. Estoy aquí también en X: @gadabay,con 140 caracteres para decirle a la gente que Dios los ama inmensamente.