Preguntas abiertas
(Mateo
6,19-23) Jesús nos invita a hacer una
selección en nuestra existencia. ¿Qué es lo que realmente cuenta para nosotros?
¿Qué nos da la fuerza para continuar la aventura de la vida con fe, esperanza y
caridad? ¿Qué ocupa nuestro corazón, nuestros pensamientos? Son tantas
preguntas que debemos plantearnos y responder, sin juzgarnos a nosotros mismos.
De
hecho, estas preguntas pueden ayudarnos a avanzar, a abrirnos a la presencia de
Dios, a ensanchar también ‘el espacio de nuestras tiendas’ para nuestros
semejantes.
Emmanuelle
Billoteau, ermite
Primera lectura
Aparte todo
lo demás, la carga de la preocupación por todas las iglesias
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios.
HERMANOS:
Puesto que muchos se glorían de títulos humanos, también yo voy a gloriarme.
A lo que alguien se atreva —lo digo disparatando—, también me atrevo yo.
¿Que son hebreos? También yo. ¿Que son israelitas? También yo. ¿Que son
descendientes de Abrahán? También yo. ¿Que son siervos de Cristo? Voy a decir
un disparate: mucho más yo.
Más en fatigas, más en cárceles; muchísimo más en palizas y, frecuentemente, en
peligros de muerte. De los judíos he recibido cinco veces los cuarenta azotes
menos uno; tres veces he sido azotado con varas, una vez he sido lapidado, tres
veces he naufragado y pasé una noche y un día en alta mar.
Cuántos viajes a pie, con peligros de ríos, peligros de bandoleros, peligros de
los de mi nación, peligros de los gentiles, peligros en la ciudad, peligros en
despoblado, peligros en el mar, peligros entre falsos hermanos, trabajo y
agobio, sin dormir muchas veces, con hambre y sed, a menudo sin comer, con frío
y sin ropa.
Y aparte todo lo demás, la carga de cada día: la preocupación por todas las
Iglesias.
¿Quién enferma sin que yo enferme? ¿Quién tropieza sin que yo me indigne?
Si hay que gloriarse, me gloriaré de lo que muestra mi debilidad.
Palabra de Dios.
Salmo
R. Dios
libra a los justos de sus angustias.
V. Bendigo
al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloría en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren. R.
V. Proclamen
conmigo la grandeza del Señor,
ensalcemos juntos su nombre.
Yo consulté al Señor, y me respondió,
me libró de todas mis ansias. R.
V. Contémplenlo,
y quedarán radiantes,
su rostro no se avergonzará.
El afligido invocó al Señor,
él lo escuchó y lo salvó de sus angustias. R.
Aclamación
V. Bienaventurados
los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. R.
Evangelio
Donde está tu
tesoro, allí estará tu corazón
Lectura del santo Evangelio según san Mateo.
EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«No atesoren para ustedes tesoros en la tierra, donde la polilla y la carcoma
los roen y donde los ladrones abren boquetes y los roban. Háganse tesoros en el
cielo, donde no hay polilla ni carcoma que los roen, ni ladrones que abren
boquetes y roban. Porque donde está tu tesoro, allí estará tu corazón.
La lámpara del cuerpo es el ojo. Si tu ojo está sano, tu cuerpo entero tendrá
luz; pero si tu ojo está enfermo, tu cuerpo entero estará a oscuras. Si, pues,
la luz que hay en ti está oscura, ¡cuánta será la oscuridad!».
Palabra del Señor.
Vuestras intenciones en la vida
“La lámpara del cuerpo es el ojo. Si tu ojo es sano, todo tu cuerpo estará
iluminado; pero si tu ojo está enfermo, todo tu cuerpo estará en oscuridad. Y
si la luz que hay en ti es oscuridad, ¡cuánta negrura habrá!”
(Mateo 6,22–23)
Cada pasaje de las Escrituras, en sentido
espiritual, puede enseñarnos muchas lecciones. Santo Tomás de Aquino, en su
comentario al Evangelio de Mateo, ofrece una interpretación diciendo que “el
ojo” en este pasaje se refiere a tu intención, y “todo tu cuerpo” a
todas las acciones que de ella se derivan. Por lo tanto, cuando tus
intenciones están en sintonía con la voluntad de Dios, las acciones que las
siguen también lo estarán. Es una lección muy práctica y útil para tu camino
hacia la santidad.
Con esta mirada de Santo Tomás, debemos examinarnos
con honestidad y de forma profunda: ¿cuáles son tus intenciones en la vida? Es
fácil formar diversas intenciones que parecen buenas, así como otras contrarias
sin darnos cuenta. Quizá deseamos una buena noche de descanso, disfrutar con la
familia, hacer bien el trabajo… Son intenciones momentáneas y normales.
Pero la intención más importante es la más
profunda de todas. ¿Cuál es la intención fundamental que orienta tu vida?
La primera intención que debemos adquirir es dar la
mayor gloria posible a Dios en todo lo que hacemos. Esto se logra cuando
elegimos a Dios y su voluntad por encima de todo lo demás. Si esta es la
intención más profunda, todo lo demás fluirá de ella. Pero si en lo más hondo
hay otras “primeras intenciones”, entonces todo lo demás quedará desordenado.
Reflexiona hoy sobre tu intención más fundamental.
Haz un examen interior: ¿qué te motiva realmente cada día? Reflexiona: ¿están
tus acciones alineadas con el propósito supremo de glorificar a Dios?
Comprométete a examinar tus actos según esta luz, para lograr más plenamente el
fin para el cual fuiste creado.
Oración:
Dios de toda gloria, solo Tú mereces toda mi alabanza. Que Tu voluntad sea
la base profunda de todas mis elecciones. Dame discernimiento espiritual para
mirar mis intenciones más secretas. Que mi vida sea un reflejo de tu gloria
eterna. Jesús, confío en Ti.”
📖 Lecturas
del viernes de la 11ª semana del Tiempo Ordinario – Ciclo I (Año impar)
1. Primera Lectura: 2 Corintios 11,18.21‑30
San Pablo proclama sus sufrimientos – prisiones, azotes, naufragios… – y afirma
gloriarse en sus debilidades porque en ellas se manifiesta la fuerza de Cristo
2. Salmo responsorial: Salmo 33(34),2‑7 – “Del
Señor rescata el justo en todas sus tribulaciones” .
3. Evangelio: Mateo 6,19‑23 – Jesús nos
advierte contra el acumular tesoros terrenales y declara: “La lámpara del
cuerpo es el ojo…”
4. Colecta del día: Imploramos a Dios, fuerza de
quienes esperan en Él, que su gracia nos auxilie para que, sin su ayuda,
nuestra fragilidad no pueda nada
🕯️ Homilía
1. Luz y oscuridad del corazón
Jesús nos dice: la lámpara del cuerpo es el ojo.
Santo Tomás aclara que se refiere a nuestra “intención”. Si nuestras
intenciones están sanas, con la única mirada puesta en Dios, nuestras acciones
se llenarán de luz. Si no, caeremos en tinieblas. Este texto nos invita a
revisar qué mueve nuestro interior: ¿qué intención gobierna mi día a día?
2. Reflexión desde las Escrituras
- San
Pablo nos
enseña a gloriarnos en las propias debilidades, porque son espacio para
experimentar el poder de Cristo y cultivar la humildad, la compasión y la solidaridad.
- Jesús, en el Evangelio, nos
muestra que mirar con “ojo puro” –intención entregada– guía nuestras
acciones hacia la luz eterna, evitando la dispersión por lo mundano.
3. La intención fundamental:
glorificar a Dios
El texto traducido nos demanda elegir una intención
raíz: dar gloria a Dios en todo. Cuando esta intención primera es Clara y
firme, nuestras acciones cotidianas encuentran coherencia y sentido. Cuando no,
todo gira en torno a deseos pasajeros: comodidad, reconocimiento, posesiones.
Debemos discernir qué “ojo interno” predomina: ¿éste, o el que busca el bien
eterno?
4. En el Año Jubilar y oración
por los enfermos
Este Año Jubilar, llamado a la conversión y la
misericordia, nos invita a mirar con intención sanadora hacia los que sufren.
La oración por los enfermos es expresión de ese “ojo sano”, que no busca gloria
humana, sino la gloria divina manifestada en el amor. En comunidad, oremos por
ellos: que en su fragilidad vivan la fuerza de Cristo, y que, en nuestra
cercanía, perciban luz y esperanza.
5. Acción pastoral: vivir la
coherencia interior
- Examen
profundo de intenciones: cada día preguntarnos cuál es nuestra
intención raíz.
- Intenciones
secundarias:
tareas cotidianas (trabajar bien, cuidar familia, descanso) ordenadas por
la intención de glorificar a Dios.
- Obras
de misericordia:
visitas a enfermos, oración, acompañamiento silencioso. Hacen visible
nuestra intención luminosa.
✝️ Conclusión
y Propuesta Pastoral
- Examen
personal:
revisar tu intención más profunda.
- Propuesta
comunitaria:
durante la Misa, contemplar y renovar nuestra intención fundamental.
- Acción
pastoral:
organizar visitas, grupos de oración por enfermos, preparar un gesto
concreto del Año Jubilar que manifieste luz y esperanza en nuestra
comunidad.
🙏 Oración
Final
Señor Jesús, lámpara de nuestro camino, ilumina
nuestras intenciones. Haz que nuestro “ojo interno” se alinee con tu voluntad
para que nuestro cuerpo –nuestra vida entera– se llene de tu luz. En este Año
Jubilar, ayúdanos a ver en los enfermos y sufrientes tu rostro, y a
acompañarlos con corazón generoso. Que nuestras acciones broten de una
intención pura: glorificarte en todo. Por la intercesión de María, Madre de
misericordia, y unidos a los hermanos que cargan con la cruz, te lo pedimos.
Amén.
Durante este día, que cada uno renueve su mirada
interior, y que seamos luz para quienes luchan en la oscuridad. Que así vivamos
auténticamente nuestra vocación sacerdotal y pastoral.
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