Conversaciones entre el Padre Teo y el Padre Malco (1)

En la historia de la literatura y la filosofía, son famosos los diálogos: Platón es reconocido por ellos, aunque fue de su maestro Sócrates que aprendió el método...

En 1993 cuando hice mi año de pastoral en Ecuador, conocí una revista católica que presentaba mensualmente un segmento donde conversaban dos sacerdotes, no recuerdo exactamente sus nombres, (aunque era Filiberto que se llamaba uno) pero en todo caso,  uno era un conservador, a la usanza antigua y el otro un cura moderno, progresista, liberal...Me parecía muy interesante sus diálogos...con buen sentido del humor y pedagógicos...

En Colombia son famosos o más bien famosas Tola y Maruja, las dos comadres que hablan de todo, de política, de lo trivial y de lo profundo...Muchos de sus diálogos son publicados en un importante diario del país...

Un hermano sacerdote de mi comunidad de los javerianos de Yarumal, el P. Nicolas Vasquez Molina. mxy (q.e.p.d), alguna vez saco varios diálogos entre dos personajes consagrados, teólogos que hablaban de cosas de la fe…”Tolo y Marujo”, creo que los llamó…

Pues bien siguiendo esta línea, hoy les presento dos sacerdotes, a quienes ustedes mismos juzgarán y seguramente se pondrán del lado del uno o del otro...

Teo y Malco

Teo : Hermano, como sacerdotes pienso que no predicamos como debe ser, sobre todo el domingo…Tu qué crees?

Malco: y por qué dices eso…Acaso no preparas bien tus sermones, o tus homilías a la hora de hablar desde el ambón?

Teo: No, no es eso hermano, es que me parece que nuestras homilías se han vuelto muy dulzonas, agradables, cortas y buscan solo contentar a todo el mundo…pienso que eso no debería ser así…Nos estamos quedando cortos…en pañales como diría un amigo mio.

Malco: Hombre Teo, no me digas que quieres volverte rechupado, trasnochado, tradicionalista, un cura a la antigua?

Teo: No, como puedes decir eso, he reflexionado que si precisamente nuestras iglesias cada día se vacían mas, si mucha gente está abandonando nuestra fe es porque no les estamos predicando, ni hablando de aquello que puede despertarles, avivarles y motivarles…sentir la importancia, la esencia de vivir la fe…

Malco: Bueno y a donde quieres llegar con tantos rodeos…De qué precisamente pretendes hablarle a la gente en tus homilías…

Teo: Pues hombre de las realidades últimas, de las que casi poco se habla. O sea de la muerte, del juicio final, del infierno y del paraíso (cielo o Edén que llaman)…

Yo creo que de la muerte hablamos mucho, igualmente de la Resurrección, y del cielo…hasta afirmamos con frecuencia que “todos iremos al cielo, porque Dios es muy bueno”…

Malco: Y luego, no es así? Dios es tan misericordioso que no mandará nadie al infierno…

Teo: No es tan evidente hermano…Si a eso nos vamos, si no hay juicio, sino hay infierno, entonces la Encarnación, vida y muerte de Jesucristo serian en vano…La palabra Redención no existiría…o no tendría sentido…

Malco: Hermano, eso ya no se lo cree nadie en el mundo de hoy…Esas son creencias del pasado. Hemos evolucionado, eso eran creencias de nuestros abuelos, de papas trasnochados, de curas tradicionalistas…Infierno no hay, el infierno es rechazar libremente el amor de Dios, separarse de la comunidad...

Teo: No hombre, no te engañes, sabes que Jesucristo vino a la Tierra, fue

 enviado por el Padre justo salvar las almas del Hades,  para librarnos del Infierno? Sabias que San Agustín cambió de vida por miedo al infierno? Todos los santos en su mayoría llegaron a serlo por temor a condenarse e ir al fuego eterno…

Malco: Eh Ave María! Qué pasa, por qué de repente esos cuestionamientos y tales propósitos? Acaso no tuviste buenos profesores de teología en el seminario, durante tu formación?

Teo: Hombre, sabes que si? Eran muy probos, muy inteligentes, recuerdo…pero a la hora de la verdad, no temo decir que enseñaban muchas herejías y formaron muchos curas ateos, modernistas, lights…

Malco: quieres decir que nosotros somos herejes, ateos, lights? Tu y yo?

Teo: No sé cómo sean tus sermones, pero por lo que le oigo a la mayoría, inclusive a obispos, cuando soy cocelebrante en ocasiones me deja perplejo…o mejor lo que no oigo, lo que se omite…

Malco: Crees que la gente debería escuchar más sobre el infierno?

Teo: Si, el infierno es una verdad indiscutible (un dogma) sobre el cual los sacerdotes y obispos no predican ya…El Papa Pio IX decía que la meditación sobre el infierno genera los santos.

Malco: Pero no crees querido Teo que si hablas muy seguido del infierno vas a atemorizar tus parroquianos, vas a espantarlos y acabaras con tu iglesia vacía?

Teo: No lo creo, cada vez me convenzo de que si la fe decrece y el interés en los asuntos de la Iglesia y del estilo de vida católica disminuyen es porque no estamos haciendo correctamente nuestro trabajo de predicar sobre el infierno…las realidades últimas… Por el contrario creo que la gente quiere escuchar más sobre eso…

Malco: Para el mundo y la sociedad de hoy estimado Teo, “pecado es lo que no se hace”…El cielo o el infierno uno se lo hace sobre esta misma tierra…Además ten en cuenta que ya hay muchas religiones, los cristianos y católicos somos un grupo más entre muchos, entre el variopinto panorama…Ya no podemos imponer nada…

Teo: Eso es lo que nos quiere hacer creer el mundo que no es de Dios…Convencernos de que el infierno no existe, que las santas escrituras no son más que mitos y leyendas ya superados hoy por la ciencia y la razón…Que Jesús solo fue un hombre extraordinario como tantos otros, como un Gandhi, un Buda, un personaje descollante y virtuoso…

Malco: Ay te me volviste beato, recontrabeato…hombre…qué mosco te picó?  

Teo: “El ah-no- infieles!” Ese mosco me picó Malco…

Malco: jaja, buena esa, beato y rechupado pero con buen sentido del humor…Eso me gusta…

Teo: Así pues te confieso hermano que a partir de hoy no desaprovecharé ninguna oportunidad para predicar sobre el infierno, pasando por la importancia de la Eucaristía, de la devoción al Santo Rosario y el sacramento de la confesión…Las mejores armas para luchar contra el maligno…que como dice san Pedro en su carta: “Anda buscando a quién devorar como león rugiente”…

Malco:  Cuál maligno?

Teo: Pues el mejor conocido como “Diablo”.

tú mismo cuando te dejas llevar por la tentación, cuando metes las patas y te pareces entonces al “patas”…no me lo personalices…

Teo: Noo, veo que estas muy mal, pues ni en el diablo crees…Hubiera comenzado por ahí…cómo diablos hemos hablado solo del infierno? Es una cadena…”El príncipe de este mundo, tiene un  principado, no un reinado…en fin de eso podemos hablar en otra ocasión!