sábado, 29 de abril de 2017

Viviendo la Pascua día a día: 29 de abril del 2017: segundo sábado de Pascua: Santa Catalina de Siena


(lecturas de la Pascua y no del leccionario propio de los santos...)


El servicio al prójimo, y en particular al que sufre, no debe oponerse al servicio que se presta al anuncio de la Palabra, sino que deben ser complementarios. De esta manera, el evangelio muestra que está obrando en el mundo y lo está transformando. Evangelización y servicio al prójimo, forman un todo indisoluble.


Primera Lectura del libro de
 los Hechos de los Apóstoles 6,1-7. 

En aquellos días, como el número de discípulos aumentaba, los helenistas comenzaron a murmurar contra los hebreos porque se desatendía a sus viudas en la distribución diaria de los alimentos.
Entonces los Doce convocaron a todos los discípulos y les dijeron: "No es justo que descuidemos el ministerio de la Palabra de Dios para ocuparnos de servir las mesas.
Es preferible, hermanos, que busquen entre ustedes a siete hombres de buena fama, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, y nosotros les encargaremos esta tarea.
De esa manera, podremos dedicarnos a la oración y al ministerio de la Palabra".
La asamblea aprobó esta propuesta y eligieron a Esteban, hombre lleno de fe y del Espíritu Santo, a Felipe y a Prócoro, a Nicanor y a Timón, a Pármenas y a Nicolás, prosélito de Antioquía.
Los presentaron a los Apóstoles, y estos, después de orar, les impusieron las manos.
Así la Palabra de Dios se extendía cada vez más, el número de discípulos aumentaba considerablemente en Jerusalén y muchos sacerdotes abrazaban la fe.

Palabra del Señor


Salmo 33(32),1-2.4-5.18-19.

Aclamen, justos, al Señor:
es propio de los buenos alabarlo.
Alaben al Señor con la cítara,
toquen en su honor el arpa de diez cuerdas.

Porque la palabra del Señor es recta
y él obra siempre con lealtad;
él ama la justicia y el derecho,
y la tierra está llena de su amor.

Los ojos del Señor están fijos sobre sus fieles,
sobre los que esperan en su misericordia,
para librar sus vidas de la muerte
y sustentarlos en el tiempo de indigencia.



Lectura del Santo Evangelio según San Juan 6,16-21

Al atardecer, sus discípulos bajaron a la orilla del mar 

y se embarcaron, para dirigirse a Cafarnaún, que está en la otra orilla. Ya era de noche y Jesús aún no se había reunido con ellos. 
El mar estaba agitado, porque soplaba un fuerte viento. 
Cuando habían remado unos cinco kilómetros, vieron a Jesús acercarse a la barca caminando sobre el agua, y tuvieron miedo. 
El les dijo: "Soy yo, no teman". 
Ellos quisieron subirlo a la barca, pero esta tocó tierra en seguida en el lugar adonde iban. 


///
Quién pone la mesa?

La primera comunidad cristiana era cada vez más numerosa. Las disputas comienzan. Entre ellos  ven el clan de los que hablan griego y que se oponen a los que hablan hebreo.

Por ello, los discípulos empiezan a ver la necesidad de organizarse y repartir las tareas. Los doce apóstoles, continuarán a anunciar la Buena Nueva, Y los otros tendrán la muy importante responsabilidad de vigilar el buen orden en las comidas comunitarias. No se puede olvidar a nadie, en particular los pobres.

El servicio a los enfermos  y marginados , la atención a los más frágiles son prioridades para los cristianos de todos los tiempos, considerando que el hermano, mi hermano también es sacramento de salvación.

En el Evangelio, una vez más Jesús sorprende a sus discípulos que estando en la barca, ven a Jesus "caminando sobre las aguas" . Aunque el relato se enmarca durante su vida pública, uno puede notar ciertos matices pospascuales, es decir, podría ser la evocación de una aparición del Resucitado situada en la etapa del Jesús histórico, pero esto no descarta el milagro de Jesús, para quien no hay nada imposible. El maestro siempre viene a comunicar la paz, la seguridad, la alegría y estos mismos sentimientos deberían aflorar en nosotros hoy, cuando lo encontramos, por ejemplo en los sacramentos de la Eucaristía y la Reconciliación.


Que hoy cuando recordamos a Santa Catalina de Siena, su vida y obra apostólica nos inspiren en nuestro servicio a los más desfavorecidos de nuestro mundo, comunicándoles como los apóstoles el pan, la paz, la seguridad y la alegría de sentirse amados por Dios.

jueves, 27 de abril de 2017

28 de abril del 2017: segundo viernes de Pascua: San Luis María Grignon de Monfort


En el Evangelio de hoy, uno creería estar en un banquete. En efecto, en el texto griego, la gente es invitada a "acomodarse" para comer, y Jesús distribuye el pan a los "invitados" (v.10-11). Jesús recibe a todo el mundo en su mesa, para gozar de la 
abundancia de su generosidad.



Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (5,34-42):

E
n aquellos días, un fariseo llamado Gamaliel, doctor de la ley, respetado por todo el pueblo, se levantó en el Sanedrín, mandó que sacaran fuera un momento a los apóstoles y dijo:
«Israelitas, pensad bien lo que vais a hacer con esos hombres. Hace algún tiempo se levantó Teudas, dándoselas de hombre importante, y se le juntaron unos cuatrocientos hombres. Fue ejecutado, se dispersaron todos sus secuaces y todo acabó en nada.
Más tarde, en los días del censo, surgió Judas el Galileo, arrastrando detrás de sí gente del pueblo; también pereció, y se disgregaron todos sus secuaces.
En el caso presente, os digo: no os metáis con esos hombres; soltadlos. Si su idea y su actividad son cosa de hombres, se disolverá; pero, si es cosa de Dios, no lograréis destruirlos, y os expondríais a luchar contra Dios».
Le dieron la razón y, habiendo llamado a los apóstoles, los azotaron, les prohibieron hablar en nombre de Jesús, y los soltaron. Ellos, pues, salieron del Sanedrín contentos de haber merecido aquel ultraje por el Nombre. Ningún día dejaban de enseñar, en el templo y por las casas, anunciando la buena noticia acerca del Mesías Jesús.

Palabra de Dios


Salmo
Sal 26,1.4.13-14

R/.
 Una cosa pido al Señor: habitar en su casa

El Señor es mi luz y mi salvación,
¿a quién temeré?
El Señor es la defensa de mi vida,
¿quién me hará temblar? R/.

Una cosa pido al Señor,
eso buscaré:
habitar en la casa del Señor
por los días de mi vida;
gozar de la dulzura del Señor,
contemplando su templo. R/.

Espero gozar de la dicha del Señor
en el país de la vida.
Espera en el Señor, sé valiente,
ten ánimo, espera en el Señor. R/.



Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Juan (6,1-15):

E
n aquel tiempo, Jesús se marchó a la otra parte del mar de Galilea, o de Tiberíades. Lo seguía mucha gente, porque habían visto los signos que hacía con los enfermos.
Subió Jesús entonces a la montaña y se sentó allí con sus discípulos.
Estaba cerca la Pascua, la fiesta de los judíos. Jesús entonces levantó los ojos y, al ver que acudía mucha gente, dice a Felipe:
«¿Con qué compraremos panes para que coman estos?».
Lo decía para probarlo, pues bien sabía él lo que iba a hacer.
Felipe le contestó:
«Doscientos denarios de pan no bastan para que a cada uno le toque un pedazo».
Uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dice:
«Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos peces; pero ¿qué es eso para tantos?».
Jesús dijo:
«Decid a la gente que se siente en el suelo».
Había mucha hierba en aquel sitio. Se sentaron; solo los hombres eran unos cinco mil.
Jesús tomó los panes, dijo la acción de gracias y los repartió a los que estaban sentados, y lo mismo todo lo que quisieron del pescado.
Cuando se saciaron, dice a sus discípulos:
«Recoged los pedazos que han sobrado; que nada se pierda».
Los recogieron y llenaron doce canastos con los pedazos de los cinco panes de cebada que sobraron a los que habían comido. La gente entonces, al ver el signo que había hecho, decía:
«Este es verdaderamente el Profeta que va a venir al mundo».
Jesús, sabiendo que iban a llevárselo para proclamarlo rey, se retiró otra vez a la montaña él solo.


Palabra del Señor

///
Resistir ante la presión de grupo (no de la Iglesia)

Hay un pecado muy grave, y con frecuencia de manera hasta inconsciente se cae en él. Es un pecado del cual el mismo Jesús hizo mención: " "El que blasfeme contra el Espíritu Santo no tendrá perdón nunca, antes bien será reo de pecado eterno" (Mc 3,29; Cf. Mt 12:32; Lc 12:10). 

Según una página católica de internet y seguramente basada en la doctrina de la Iglesia, los pecados contra el Espíritu Santo son:
- Desesperación de salvarse
- La presunción de salvarse sin merecimientos
- La impugnación de la verdad conocida
- La envidia o pesar de la gracia ajena
- La impenitencia final

Pues bien en la lectura de los Hechos de los Apóstoles hay alguien que a pesar de estar del lado enemigo, parece intuir este pecado contra el Espíritu: Gamaliel, fariseo, doctor de la ley, respetado por todo el pueblo nos dice el texto. Éste sugiere a sus compañeros de autoridad la posibilidad de estar "impugnando una Verdad conocida" y "estar sintiendo envidia a pesar de la gracia ajena". Sin lugar a dudas Gamaliel es sabio, es un espíritu libre que se resiste a la presión del grupo. Sus colegas están ciegos por la cólera y la envidia (pecan contra el Espíritu Santo) y por eso los invita a recapacitar, a retroceder en sus ínfulas de castigo, y reconocer aquello que viene verdamente de Dios. Nunca será fácil afirmar la diferencia dentro de un grupo.

San Luis María Grignon de Monfort, nos da ejemplo de veracidad y fidelidad al Espíritu de Dios. En su tiempo y aún hoy, muchos demeritan la veneración a la Virgen María. Él fue un convencido siempre de la importancia de la devoción mariana (y por la cual fue seguramente muy criticado en su tiempo), propuso con singular eficacia la contemplación amorosa del misterio de la Encarnación; demostrando que la verdadera devoción mariana tiene a Cristo como centro y que la Santísima Virgen María es el camino más corto para llegar al divino salvador.

En el Evangelio Jesús demuestra a sus discípulos que hay otras soluciones diferentes a las facilistas y estas pasan por el compromiso y caridad de cada uno.

Y yo es que me doy tiempo para meditar, orar, recapacitar ante decisiones o resoluciones y procurar porque no sean injustas, y no acordes con la Palabra de Dios?

Que el Espíritu de Jesús, Gamaliel y San Luis María esté con nosotros hoy y siempre. Amén!


Para vivir la Pascua día a día: 27 de abril del 2017: 2o jueves de Pascua



Al igual que los apóstoles y los santos de todos los tiempos, nosotros estamos invitados a ver el Reino en marcha, más allá de las realidades terrestres.
Ejercitemos nuestra mirada. Nosotros hemos recibido también el don del Espíritu Santo.



Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (5,27-33):

EN aquellos días, los apóstoles fueron conducidos a comparecer ante el Sanedrín y el sumo sacerdote los interrogó, diciendo:
«¿No os habíamos ordenado formalmente no enseñar en ese Nombre? En cambio, habéis llenado Jerusalén con vuestra enseñanza y queréis hacernos responsables de la sangre de ese hombre».
Pedro y los apóstoles replicaron:
«Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres. El Dios de nuestros padres resucitó a Jesús, a quien vosotros matasteis, colgándolo de un madero. Dios lo ha exaltado con su diestra, haciéndolo jefe y salvador, para otorgar a Israel la conversión y el perdón de los pecados. Testigos de esto somos nosotros y el Espíritu Santo, que Dios da a los que lo obedecen».
Ellos, al oír esto, se consumían de rabia y trataban de matarlos.


Palabra de Dios


Salmo
Sal 33,2.9.17-18.19-20

R/. Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha

Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca.
Gustad y ved qué bueno es el Señor,
dichoso el que se acoge a él. R/.

El Señor se enfrenta con los malhechores,
para borrar de la tierra su memoria.
Cuando uno grita, el Señor lo escucha
y lo libra de sus angustias. R/.

El Señor está cerca de los atribulados,
salva a los abatidos.
Aunque el justo sufra muchos males,
de todos lo libra el Señor. R/.


Evangelio de hoy          
Lectura del santo evangelio según san Juan (3,31-36):

EL que viene de lo alto está por encima de todos. El que es de la tierra es de la tierra y habla de la tierra. El que viene del cielo está por encima de todos. De lo que ha visto y ha oído da testimonio, y nadie acepta su testimonio. El que acepta su testimonio certifica que Dios es veraz.
El que Dios envió habla las palabras de Dios, porque no da el Espíritu con medida. El Padre ama al Hijo y todo lo ha puesto en su mano. El que cree en el Hijo posee la vida eterna; el que no crea al Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios pesa sobre él.

Palabra del Señor

///

Creerle a Jesús para tener la Vida Eterna

"Ese", "Esa" o "Eso" y "Esos" son demostrativos despreciativos o despectivos diría la gramática castellana.

En la primera lectura de los Hechos, el Sanedrín y el Sumo Sacerdote, al interrogar a los apóstoles llevados a juicio, se refieren a Jesús Resucitado como "ESE": "No les habíamos prohibido formalmente enseñar en nombre de ESE?"

Jesucristo incomodó y hoy sigue incomodando a muchos haciendo aún válidas las palabras de San Juan "La luz vino al mundo y los hombres la rechazaron".  Muchos hombres escépticos, agnósticos e incrédulos siguen refiriéndose a Jesús expresa o tácitamente como un personaje histórico más, sin ninguna trascendencia e influencia sobre la vida e historia del ser humano.

Pero importa ver es la profunda transformación que ocurre en  los primeros discípulos. Qué les ha ocurrido a estos hombres que antes, y mientras su maestro era procesado y condenado a muerte, eran miedosos, negligentes, decepcionados y desanimados y que ahora se muestran valientes, sensibles, responsables, alegres, testimoniando sin dudas ni titubeos la victoria del Mesías sobre la muerte? Algo les ha ocurrido: la acción salvífica de Jesús les ha tocado, su resurrección los ha transformado radicalmente y ahora es el Espíritu de Jesús que los anima y por eso están dispuestos a retomar la misión de prolongar su obra.  Los apóstoles, fieles a su misión encomendada por el Resucitado, no se dejan impresionar por las acusaciones de las autoridades antes enemigas de Jesús y ahora adversarios suyos.

Su voluntad de obedecer a Dios y de anunciar su perdón, es más fuerte que cualquier cosa!

En el Evangelio, Jesús reitera a Nicodemo la relevancia de la persona y el mensaje del Hijo de Dios: "El que cree en el Hijo posee la Vida Eterna; el que no crea al Hijo no verá la vida…" Ante este testimonio, cada hombre es juzgado, de si lo acepta o no depende su felicidad, su resurrección y de si comparte la eternidad con el Hijo de Dios.



miércoles, 26 de abril de 2017

Viviendo la Pascua día a día: 26 de abril del 2017: 2o miércoles de Pascua



Dios no busca sorprendernos en falta. Él quiere solamente que nuestra felicidad abrace la suya, que nuestra alegría sea su alegría. Pero esta felicidad no es posible sino a plena luz, cuando uno no tiene nada que esconder, ni a sí mismo ni a los otros.




Lectura del santo Evangelio según San Juan 3,16-21

16Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna.17Porque Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.18El que cree en Él, no es juzgado; pero el que no cree, ya está juzgado, porque no ha creído en el Nombre del Hijo único de Dios.19Y el juicio está en que vino la luz al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas.20Pues todo el que obra el mal aborrece la luz y no va a la luz, para que no sean censuradas sus obras.21Pero el que obra la verdad, va a la luz, para que quede de manifiesto que sus obras están hechas según Dios.»

///
  
El inmenso amor de Dios

Compartiendo las verdades de la fe y conversando sobre la Buena Nueva del Reino con un grupo de jóvenes adultos durante mi experiencia en Canadá, realicé y me convencí que el versículo más importante de la Biblia está entre los que leemos en el evangelio de este día, y con el cual comienza:
"Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en Él, sino que tengan vida eterna" (Juan 3,16).

Para Martín Lutero éste era el versículo preferido y el más importante de todas las Sagradas Escrituras.

Sí, prácticamente ahí se encuentra resumido el objetivo de la evangelización, de la misión. En este verso está la razón de ser de nuestra cuaresma y Pascua.

Juan pone en labios de Jesús esta afirmación que transmite al maestro y gran sabio de Israel: Nicodemo quien ha venido a visitarlo de noche, por el miedo al qué dirán, preservando su honor, pero con sed de verdad en medio de la noche y la clandestinidad.

Así son muchos cristianos y católicos, titubean, andan tímidos y reticentes en busca de la luz. Como Nicodemo nosotros también creemos en medio de jornadas de duda, de confusión, de interrogación.

Evoquemos en este día a un santo poco nombrado;

En Roma, san Sotero, papa, del que [san Dionisio de Corinto] alaba su egregia caridad hacia los hermanos y a los extranjeros necesitados y oprimidos por la necesidad o condenados a las minas.



Te bendecimos Señor,
Dios Padre y Creador nuestro,
a Ti que has enviado tu Hijo Único al mundo,
para que tomando carne en la Virgen María
fuera nuestro Salvador.
Te bendecimos, Señor Jesús,
Tú que eres la imagen visible de Dios invisible
y la revelación de la misericordia divina.
Tú nos has amado hasta el extremo, por amor,
muriendo en la Cruz por nosotros.
Tú has resucitado y por tu misterio pascual,
eres la fuente de donde emana la Vida Eterna. Amén!

(Christian Lépine, Québec-Canadá)



lunes, 24 de abril de 2017

Viviendo la Pascua día a día: 24 de abril del 2017 2o lunes de Pascua



Al parecer Bob Dylan  dijo que alguien que no esté renaciendo está muriendo.
Dios dice a su pueblo liberado de la esclavitud: decide. tienes ante ti la muerte y la vida.
Jesús nos dice a cada uno : vuelve a nacer del Espíritu de Dios, acógele, déjate llevar por él.



Primera lectura
Lectura del Libro de los Hechos de los apóstoles (4,23-31):

EN aquellos días, Pedro y Juan, puestos en libertad, volvieron a los suyos y les contaron lo que les habían dicho los sumos sacerdotes y los ancianos.
Al oírlo, todos invocaron a una a Dios en voz alta, diciendo:
«Señor, tú que hiciste el cielo, la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos; tú que por el Espíritu Santo dijiste, por boca de nuestro padre David, tu siervo:
“¿Por qué se amotinan las naciones y los pueblos planean proyectos vanos? Se presentaron los reyes de la tierra, los príncipes conspiraron contra el Señor y contra su Mesías”.
Pues en verdad se aliaron en esta ciudad Herodes y Poncio Pilato con los gentiles y el pueblo de Israel contra tu santo siervo Jesús, a quien tú ungiste, para realizar cuanto tu mano y tu voluntad habían determinado que debía suceder. Ahora, Señor, fíjate en sus amenazas y concede a tus siervos predicar tu palabra con toda valentía; extiende tu mano para que realicen curaciones, signos y prodigios por el nombre de tu santo siervo Jesús».
Al terminar la oración, tembló el lugar donde estaban reunidos; los llenó a todos el Espíritu Santo, y predicaban con valentía la palabra de Dios.

Palabra de Dios



Salmo
Sal 2,1-3.4-6.7-9

R/. Dichosos los que se refugian en ti, Señor

¿Por qué se amotinan las naciones
y los pueblos planean un fracaso?
Se alían los reyes de la tierra,
los príncipes conspiran
contra el Señor y contra su Mesías:
«Rompamos sus coyundas,
sacudamos su yugo». R/.

El que habita en el cielo sonríe,
el Señor se burla de ellos.
Luego les habla con ira,
los espanta con su cólera:
«Yo mismo he establecido a mi Rey
en Sion, mi monte santo». R/.

Voy a proclamar el decreto del Señor;
él me ha dicho: «Tú eres mi hijo:
yo te he engendrado hoy.
Pídemelo:
te daré en herencia las naciones;
en posesión, los confines de la tierra:
los gobernarás con cetro de hierro,
los quebrarás con jarro de loza». R/.



Lectura del santo evangelio según san Juan (3,1-8):

HABÍA un hombre del grupo de los fariseos llamado Nicodemo, jefe judío. Este fue a ver a Jesús de noche y le dijo:
«Rabí, sabemos que has venido de parte de Dios, como maestro; porque nadie puede hacer los signos que tú haces si Dios no está con él».
Jesús le contestó:
«En verdad, en verdad te digo: el que no nazca de nuevo no puede ver el reino de Dios».
Nicodemo le pregunta:
«¿Cómo puede nacer un hombre siendo viejo? ¿Acaso puede por segunda vez entrar en el vientre de su madre y nacer?».
Jesús le contestó:
«En verdad, en verdad te digo: el que no nazca de agua y de Espíritu no puede entrar en el reino de Dios. Lo que nace de la carne es carne, lo que nace del Espíritu es espíritu. No te extrañes de que te haya dicho: “Tenéis que nacer de nuevo”; el viento sopla donde quiere y oyes su ruido, pero no sabemos de dónde viene ni adónde va. Así es todo lo que ha nacido del Espíritu».

Palabra del Señor


///

Renacer o nacer de nuevo en el Espíritu

Iniciamos la 2a semana de Pascua al calor del Espíritu Santo, nuestra fuerza, inspiración, nuestro motor, quien nos induce a escrutar las Escrituras y encontrar como los apóstoles y la primera comunidad cristiana a Cristo, anunciado desde el principio de los tiempos.

La fuerza de esa primera comunidad a la cabeza de Pedro fue la oración. Ellos se ponen en las manos de Dios y encuentran en las Sagradas Escrituras, el sentido de los acontecimientos y piden la audacia para hablar sin miedo. Nada los detiene, porque el Espíritu Santo está ahí, a su lado. Hoy, nosotros también en la Eucaristía y a través de los demás sacramentos siempre podemos encontrar al Señor que se hace tangible y nos  regala su Santo Espíritu. Él nos regala sus gracias del perdón, del amor, de la misericordia.

En el Evangelio asistimos al encuentro de dos maestros Jesús y Nicodemo. Éste último piensa que Jesús es un enviado de Dios por haber hecho cosas extraordinarias. Se puede tener una opinión o conocimientos históricos de Jesús sin por lo tanto haber vivido en relación con Él.

Jesús invita a Nicodemo y a nosotros hoy, inspirados por el espíritu de la Pascua, a una vida nueva.  Pero para Nicodemo no es evidente. Para nosotros sería más fácil creer por nuestra experiencia y caminada de fe.

Creer en Jesús es como un segundo nacimiento, y esto viene de Dios…Eso es nacer del Espíritu de Dios.


sábado, 22 de abril de 2017

Para vivir la Pascua día a día: 22 de abril del 2017: Sábado de la Octava de Pascua



Para María Magdalena, Pedro y Juan es imposible callar. Y para nosotros? A menudo, somos fríos y prudentes en el compartir de nuestra experiencia de fe. Representa acaso para nosotros un gran riesgo, o una vergüenza o negligencia testimoniar? Cuál es nuestra situación ?


Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (4,13-21):

EN aquellos días, los jefes del pueblo, los ancianos y los escribas, viendo la seguridad de Pedro y Juan, y notando que eran hombres sin letras ni instrucción, estaban sorprendidos. Reconocían que habían sido compañeros de Jesús, pero, viendo de pie junto a ellos al hombre que había sido curado, no encontraban respuesta. Les mandaron salir fuera del Sanedrín y se pusieron a deliberar entre ellos, diciendo:
«¿Qué haremos con estos hombres? Es evidente que todo Jerusalén conoce el milagro realizado por ellos, no podemos negarlo; pero, para evitar que se siga divulgando, les prohibiremos con amenazas que vuelvan a hablar a nadie de ese nombre».
Y habiéndolos llamado, les prohibieron severamente predicar y enseñar en el nombre de Jesús. Pero Pedro y Juan les replicaron diciendo:
«¿Es justo ante Dios que os obedezcamos a vosotros más que a él? Juzgadlo vosotros. Por nuestra parte no podemos menos de contar lo que hemos visto y oído».
Pero ellos, repitiendo la prohibición, los soltaron, sin encontrar la manera de castigarlos a causa del pueblo, porque todos daban gloria a Dios por lo sucedido.

Palabra de Dios


Salmo
Salmo responsorial Sal 117,1.14-15.16-18.19-21

R/. Te doy gracias, Señor, porque me escuchaste

Dad gracias al Señor porque es bueno,
porque es eterna su misericordia.
El Señor es mi fuerza y mi energía,
él es mi salvación.
Escuchad: hay cantos de victoria
en las tiendas de los justos R/.

«La diestra del Señor es poderosa.
La diestra del Señor es excelsa».
No he de morir, viviré
para contar las hazañas del Señor.
Me castigó, me castigó el Señor,
pero no me entregó a la muerte. R/.

Abridme las puertas de la salvación,
y entraré para dar gracias al Señor.
Esta es la puerta del Señor:
los vencedores entrarán por ella.
Te doy gracias porque me escuchaste
y fuiste mi salvación. R/.


Lectura del santo evangelio según san Marcos (16,9-15):

JESÚS, resucitado al amanecer del primer día de la semana, se apareció primero a María Magdalena, de la que había echado siete demonios. Ella fue a anunciárselo a sus compañeros, que estaban de duelo y llorando.
Ellos, al oírle decir que estaba vivo y que lo había visto, no la creyeron.
Después se apareció en figura de otro a dos de ellos que iban caminando al campo.
También ellos fueron a anunciarlo a los demás, pero no los creyeron.
Por último, se apareció Jesús a los Once, cuando estaban a la mesa, y les echó en cara su incredulidad y dureza de corazón, porque no habían creído a los que lo habían visto resucitado.
Y les dijo:
«Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación».

Palabra del Señor
 ///

Qué nos impide ser testigos?



Sin duda alguna que a los apóstoles y primeros discípulos el hecho de la Resurrección los transformó enormemente. Pasaron de ser hombres temerosos, pusilánimes y desanimados a ser valientes, locuaces y entusiastas.

Hoy cuando son llevados ante el tribunal que se muestra contrariado por su testimonio sobre el resucitado, manifiestan que es preferible obedecer a Dios antes que a los hombres. La semana entrante podremos desarrollar más dicha tesis. Pero nosotros desde ahora podríamos preguntarnos cuál es nuestra posición ante las autoridades, los poderosos de este mundo que de manera recurrente quieren arrinconar a Dios y hacer caso omiso de las verdades y virtudes que nos ha legado la tradición judeo-cristiana bíblica, el cristianismo y el catolicismo…Acaso no en muchas veces cedemos a los quereres y voluntades de los hombres y relativizamos, menguamos a Dios y su Palabra?

"Dichoso aquel que cree sin haber visto", este frase al igual que el pasaje de San Marcos que escuchamos hoy nos muestran cuánto Jesús tiene sed de nuestra sed, al igual que se lo expresara a la samaritana al bordo del pozo de Sicar.

 A algunos Él se manifiesta de manera más tangible, a otros les pide exigirse mucho más en su fe. Y es una fe que tiene sus bases en la Escritura y en ocasiones en la experiencia de otras personas.

Jesús  había anunciado a sus discípulos que Él iba a resucitar, y les anuncia primero por María Magdalena y enseguida por otros dos discípulos. Pero a pesar de todo, los apóstoles no le han creído.

Todos quisiéramos tener más fe, y así tener más la experiencia de Cristo en nuestras vidas. Jesús nos muestra cómo se nos manifestará: por la Palabra de Dios y por el testimonio de nuestros hermanos en la FE. Dios nos invita a beber, a saciarnos en el tesoro de esta fe que compartimos, a dejarnos tocar por la fe del otro, ya que cada palabra o experiencia que nos da es para compartirla con los otros hermanos y así confortarlos en la FE.

Nuestra fe no se basa tanto en la comprobación de hechos maravillosos, sino en la confianza que le ponemos a los testigos de la resurrección de Jesús, (hombres y mujeres como nosotros) a lo largo de más de 2000 años…Y ellos como Santa Bernardita de Soubirous interrogada sobre su experiencia de visión de la Virgen de Lourdes en Francia, que decía a sus jueces: "Yo no estoy aquí para hacerles creer, sino para decirles lo que la Virgen me ha dicho".


viernes, 21 de abril de 2017

Para vivir la Pascua día a día: 21 de abril del 2017: Viernes de la octava de pascua



Los discípulos no pierden tiempo y aprovechan al máximo esta comida con Jesús. Hagamos como ellos: dejemos de lado nuestras preocupaciones por un momento y alegrémonos: Cristo está con nosotros!




Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (4,1-12):

EN aquellos días, mientras Pedro y Juan hablaban al pueblo, después de que el paralítico fuese sanado, se les presentaron los sacerdotes, el jefe de la guardia del templo y los saduceos, indignados de que enseñaran al pueblo y anunciaran en Jesús la resurrección de los muertos. Los apresaron y los metieron en la cárcel hasta el día siguiente, pues ya era tarde. Muchos de los que habían oído el discurso creyeron; eran unos cinco mil hombres.
Al día siguiente, se reunieron en Jerusalén los jefes del pueblo, los ancianos y los escribas, junto con el sumo sacerdote Más, y con Caifás y Alejandro, y los demás que eran familia de sumos sacerdotes, Hicieron comparecer en medio de ellos a Pedro y a Juan y se pusieron a interrogarlos:
«¿Con qué poder o en nombre de quién habéis hecho eso vosotros?».
Entonces Pedro, lleno de Espíritu Santo, les dijo:
«Jefes del pueblo y ancianos: Porque le hemos hecho un favor a un enfermo, nos interrogáis hoy para averiguar qué poder ha curado a ese hombre; quede bien claro a todos vosotros y a todo Israel que ha sido el Nombre de Jesucristo el Nazareno, a quien vosotros crucificasteis y a quien Dios resucitó de entre los muertos; por este Nombre, se presenta este sano ante vosotros. Él es “la piedra que desechasteis vosotros, los arquitectos, y que se ha convertido en piedra angular”; no hay salvación en ningún otro, pues bajo el cielo no se ha dado a los hombres otro nombre por el que debamos salvarnos».

Palabra de Dios


Salmo
Sal 117,1-2.4.22-24.25-27a

R/. La piedra que desecharon los arquitectos
es ahora la piedra angular


Dad gracias al Señor porque es bueno,
porque es eterna su misericordia.
Diga la casa de Israel:
eterna es su misericordia.
Digan los fieles del Señor:
eterna es su misericordia. R/.

La piedra que desecharon los arquitectos
es ahora la piedra angular.
Es el Señor quien lo ha hecho,
ha sido un milagro patente.
Éste es el día que hizo el Señor:
sea nuestra alegría y nuestro gozo. R/.

Señor, danos la salvación;
Señor, danos prosperidad.
Bendito el que viene en nombre del Señor,
os bendecimos desde la casa del Señor;
el Señor es Dios, él nos ilumina. R/.



Lectura del santo evangelio según san Juan (21,1-14):

EN aquel tiempo, Jesús se apareció otra vez a los discípulos junto al lago de Tiberíades. Y se apareció de esta manera:
Estaban juntos Simón Pedro, Tomás, apodado el Mellizo; Natanael, el de Caná de Galilea; los Zebedeos y otros dos discípulos suyos.
Simón Pedro les dice:
«Me voy a pescar».
Ellos contestan:
«Vamos también nosotros contigo».
Salieron y se embarcaron; y aquella noche no cogieron nada. Estaba ya amaneciendo, cuando Jesús se presentó en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús.
Jesús les dice:
«Muchachos, ¿tenéis pescado?».
Ellos contestaron:
«No».
Él les dice:
«Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis».
La echaron, y no podían sacarla, por la multitud de peces. Y aquel discípulo a quien Jesús amaba le dice a Pedro:
«Es el Señor».
Al oír que era el Señor, Simón Pedro, que estaba desnudo, se ató la túnica y se echó al agua. Los demás discípulos se acercaron en la barca, porque rio distaban de tierra más que unos doscientos codos, remolcando la red con los peces. Al saltar a tierra, ven unas brasas con un pescado puesto encima y pan.
Jesús les dice:
«Traed de los peces que acabáis de coger».
Simón Pedro subió a la barca y arrastró hasta la orilla la red repleta de peces grandes: ciento cincuenta y tres. Y aunque eran tantos, no se rompió la red.
Jesús les dice:
«Vamos, almorzad».
Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle quién era, porque sabían bien que era el Señor.
Jesús se acerca, toma el pan y se lo da, y lo mismo el pescado.
Esta fue la tercera vez que Jesús se apareció a los discípulos después de resucitar de entre los muertos.

Palabra del Señor

///

Jesús Resucitado ilumina nuestra existencia, nuestras labores

Cuando no hay fe, cuando no se cree en la existencia de Dios, los discursos que pretenden dar testimonio de su acción ofenden, y crean barreras de rechazo, incluso conducen a la violencia y persecución de los emisarios divinos, profetas o apóstoles.

Debido al éxito y la reacción positiva de las multitudes ante su predicación,  los apóstoles son llevados a comparecer ante el tribunal y son acusados de estar amenazando el poder de las autoridades religiosas oficiales. Estas últimas en cabeza de los saduceos no creen en la resurrección y para ellos es inadmisible. Enseguida entonces, utilizan la violencia para hacer callar a Pedro y a Juan.

Pero como indica el versículo 4 de la primera lectura, a pesar de todo,  la obra de Dios crece y es la ocasión favorable y feliz para los apóstoles de dar testimonio de su fe en la resurrección de Cristo.

Preguntémonos, cuál es nuestra reacción de cristianos hoy, al ser acusados de ilusos, de ridículos…Qué hacemos cuando los mismos familiares, vecinos, amigos se burlan de nosotros por querer mínimamente ser fieles a la Eucaristía del domingo? Nos desanimamos fácilmente, claudicamos …o es ocasión para nosotros de dar testimonio y argumentar con alegría las razones de nuestra fe?

El Evangelio nos muestra que no es fácil reconocer a Jesús presente entre nosotros. Él se muestra a quien quiere, cuando quiere y donde quiere. Solamente el "discípulo que Jesús amaba", lo reconoce. Su fe le permite abrir los ojos y ver y reconocer a Jesucristo Resucitado en la vida cotidiana. Otros, como Pedro, tienen necesidad de una comunidad, de compañeros para darse cuenta de su presencia. Aquí como en otros pasajes de los evangelios, la comida o cena del Señor es a menudo, un momento privilegiado para encontrarle y reconocerle.



XI ESTACIÓN DEL VIA-LUCIS (Basado en el Evangelio de hoy)
JESÚS DEVUELVE A LOS APÓSTOLES LA ALEGRÍA PERDIDA

Reflexión

Desde que tú te fuiste no hemos pescado nada. Llevamos gran parte de nuestra vida echando inútilmente las redes y entre las mallas sólo pescamos vacío. Iban pasando los años y el alma se nos iba secando. Nos habíamos vuelto estériles…muertos.
Habíamos olvidado amar, incluso olvidamos cómo reír. Y una tarde, tu volviste y nos dijiste: “Echen la red a la derecha, atrévanse de nuevo a confiar, abran el alma, saquen del viejo cofre las nuevas ilusiones, denle cuerda al corazón, levántense y caminen”. Y de repente, nuestras redes rebosan alegría, nos resucita el gozo y es tanto el peso de amor que recogemos que la red se nos rompe, cargada de ciento cincuenta y tres nuevas esperanzas.
¡Tú eres Jesús, el fecundador de nuestras almas! ¡Llegaste a nuestra orilla, caminaste sobre el agua de nuestra indiferencia y nos has devuelto, Señor, la alegría!

(José Luis Martín Descalzo, sacerdote español, 1930-1991)


ORACIÓN:

Resucitado,
haz de nuestra historia, a veces fracasada y sin sentido,
una pesca abundante como la de los discípulos;
visítanos, y compártenos el pan y el pescado
para saciar nuestras necesidades
materiales y espirituales. Amén.

Gloria al Padre...

jueves, 20 de abril de 2017

Para vivir la Pascua día a día: 20 de abril del 2017: jueves de la octava de Pascua


Buscar en el relato de Lucas una descripción física de la Resurrección no conduce a ninguna parte. El evangelista nos invita a que mejor entremos en una experiencia que al superarnos (no poderla comprender racionalmente) , nos abre a la esperanza de una vida nueva más allá de la muerte.



Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (3,11-26):

EN aquellos días, mientras el paralítico curado seguía aún con Pedro y Juan, todo el pueblo, asombrado, acudió corriendo al pórtico llamado de Salomón, donde estaban ellos.
Al verlo, Pedro dirigió la palabra a la gente:
«Israelitas, ¿por qué os admiráis de esto? ¿Por qué nos miráis como si hubiéramos hecho andar a este con nuestro propio poder o virtud? El Dios de Abrahán, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres, ha glorificado a su siervo Jesús, al que vosotros entregasteis y de quien renegasteis ante Pilato, cuando había decidido soltarlo.
Vosotros renegasteis del Santo y del Justo, y pedisteis el indulto de un asesino; matasteis al autor de la vida, pero Dios Jo resucitó de entre los muertos, y nosotros somos testigos de ello.
Por la fe en su nombre, este, que veis aquí y que conocéis, ha recobrado el vigor por medio de su nombre; la fe que viene por medio de él le ha restituido completamente la salud, a la vista de todos vosotros.
Ahora bien, hermanos, sé que Jo hicisteis por ignorancia, al igual que vuestras autoridades; pero Dios cumplió de esta manera lo que había predicho por los profetas, que su Mesías tenía que padecer.
Por tanto, arrepentíos y convertíos, para que se borren vuestros pecados; para que vengan tiempos de consuelo de parte de Dios, y envíe a Jesús, el Mesías que os estaba destinado, al que debe recibir el cielo hasta el tiempo de la restauración universal, de la que Dios habló desde antiguo por boca de sus santos profetas.
Moisés dijo: “El Señor Dios vuestro hará surgir de entre vuestros hermanos un profeta como yo: escuchadle todo lo que os diga; y quien no escuche a ese profeta será excluido del pueblo”. Y, desde Samuel en adelante, todos los profetas que hablaron anunciaron también estos días.
Vosotros sois los hijos de los profetas, los hijos de la alianza que hizo Dios con vuestros padres, cuando le dijo a Abrahán: “En tu descendencia serán bendecidas todas las familias de la tierra”. Dios resucitó a su Siervo y os lo envía en primer lugar a vosotros para que os traiga la bendición, apartándoos a cada uno de vuestras maldades».

Palabra de Dios


Salmo
Sal 8,2a.5.6-7.8-9

R/. Señor, dueño nuestro
¡que admirable es tu nombre en toda la tierra!

Señor, Dios nuestro,
¿qué es el hombre para que te acuerdes de él,
el ser humano, para mirar por él? R/.

Lo hiciste poco inferior a los ángeles,
lo coronaste de gloria y dignidad,
le diste el mando sobre las obras de tus manos.
Todo lo sometiste bajo sus pies. R/.

Rebaños de ovejas y toros,
y hasta las bestias del campo,
las aves del cielo, los peces del mar,
que trazan sendas por el mar. R/.

Secuencia
(Opcional)

Ofrezcan los cristianos
ofrendas de alabanza
a gloria de la Víctima
propicia de la Pascua.

Cordero sin pecado
que a las ovejas salva,
a Dios y a los culpables
unió con nueva alianza.

Lucharon vida y muerte
en singular batalla,
y, muerto el que es la Vida,
triunfante se levanta.

«¿Qué has visto de camino,
María, en la mañana?»
«A mi Señor glorioso,
la tumba abandonada,

los ángeles testigos,
sudarios y mortaja.
¡Resucitó de veras
mi amor y mi esperanza!

Venid a Galilea,
allí el Señor aguarda;
allí veréis los suyos
la gloria de la Pascua.»

Primicia de los muertos,
sabemos por tu gracia
que estás resucitado;
la muerte en ti no manda.

Rey vencedor, apiádate
de la miseria humana
y da a tus fieles parte
en tu victoria santa.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Lucas (24,35-48):

EN aquel tiempo, los discípulos de Jesús contaron lo que les había pasado por el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan.
Estaban hablando de estas cosas, cuando él se presentó en medio de ellos y les dice:
«Paz a vosotros».
Pero ellos, aterrorizados y llenos de miedo, creían ver un espíritu.
Y él les dijo:
«¿Por qué os alarmáis?, ¿por qué surgen dudas en vuestro corazón? Mirad mis manos y mis pies: soy yo en persona. Palpadme y daos cuenta de que un espíritu no tiene carne y huesos, como veis que yo tengo».
Dicho esto, les mostró las manos y los pies. Pero como no acababan de creer por la alegría, y seguían atónitos, les dijo:
«¿Tenéis ahí algo de comer?».
Ellos le ofrecieron un trozo de pez asado. Él lo tomó y comió delante de ellos.
Y les dijo:
«Esto es lo que os dije mientras estaba con vosotros: que era necesario que se cumpliera todo lo escrito en la Ley de Moisés y en los Profetas y Salmos acerca de mí».
Entonces les abrió el entendimiento para comprender las Escrituras.
Y les dijo:
«Así está escrito: el Mesías padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer día y en su nombre se proclamará la conversión para el perdón de los pecados a todos los pueblos, comenzando por Jerusalén. Vosotros sois testigos de esto».

Palabra del Señor
///

Jesús es el esperado de los tiempos

Sin lugar a dudas esta es la semana de la tribuna de Pedro. La cabeza de los apóstoles se muestra aguerrido, convencido de su credo, de su fe.

Después del prodigio de Jesús obrado por ellos en la persona del paralítico del templo, Pedro aprovecha aún para anunciar al pueblo estupefacto por el milagro,  el Kerygma o sea la Noticia o Buena Nueva del misterio de la pasión, muerte y resurrección de Cristo.

Desde tiempos inmemorables, el pueblo esperaba un "mesías", un salvador que sería descendiente de David, el legendario rey.

Esta palabra "Mesías" o  "Cristo" en griego, viene de una palabra hebrea, que en el Antiguo Testamento designa una persona encargada de una misión, rey, sacerdote. Se derramaba aceite sobre su cabeza como signo del Espíritu de Dios que obraba en él.
Pedro designa a Jesús como el Mesías esperado, en quien muchos reconocen la presencia del Espíritu de Dios.

Por su parte en el Evangelio, Jesús resucitado, se aparece una vez más a sus apóstoles. Y les es necesario más tiempo para comprender que Él está vivo. Los discípulos van a poder tocarle y comer con Él. Su presencia aporta paz y alegría, que eliminan todo miedo. Jesús propone todavía a los apóstoles volver a leer las Escrituras a la luz de su pasaje de la muerte a la vida. Todo se aclara, y los discípulos con la fuerza del Espíritu se convertirán en testigos que nada ni nadie detendrán.


Hay varias maneras de leer la Biblia, pero con seguridad hay una experiencia a vivir, cuando el Espíritu de Dios hace actuales y actuantes estas Escrituras  y cada uno puede vivirlas.



VIII ESTACIÓN DEL VIA-LUCIS (inspirado en el Evangelio de hoy)



CON SU CUERPO GLORIOSO JESÚS EXPLICA QUE TAMBIÉN LOS NUESTROS RESUCITARÁN


Reflexión 

«Mírenme bien. Tóquenme. Comprueben que no soy un fantasma», decías a los tuyos, temiendo que creyeran que tu resurrección era tan sólo un símbolo, una dulce metáfora, una ilusión hermosa para seguir viviendo. 

Era tan grande el gozo de reencontrarte vivo que no podían creerlo; no cabía en sus pobres cabezas que sabían de llantos pero no de alegrías. 

El ser humano, ya lo sabes, es incapaz de muchas esperanzas. Como él tiene el corazón pequeño cree que el tuyo es tacaño. Como te ama tan poco no puede sospechar que tú puedas amarle tanto. 

Como vive amasando pedacitos de tiempo siente vértigo ante la eternidad. Y así, va por el mundo arrastrando su carne sin sospechar que pueda ser una carne eterna.

Conoce el pudridero donde mueren los muertos; no logra imaginarse el día en que esos muertos volverán a ser niños, con una infancia eterna. 

¡Muéstranos bien tu cuerpo, Cristo vivo, enséñanos ahora la verdadera infancia, la que tú nos preparas más allá de la muerte y que empezamos a vivir desde hoy!

P. JOSE LUIS MARTIN DESCALZO, 1930-1991


ORACIÓN:

Señor Resucitado,

haz que desaparezca todo temor,

duda y perturbación de entre nosotros,

que Tú seas nuestra paz y nuestra fortaleza,

y que nada ni nadie nos quite la alegría

de tenerte como Salvador. Amén.


Gloria al Padre...

Entrada destacada

1o de enero del 2017: Solemnidad de Santa María Madre de Dios

Reemprender el camino La palabra de Dios de este domingo nos invita a vivir escuchando nuestra memoria, como María. En el moment...