sábado, 31 de mayo de 2014

En el día argentino de la cerveza!

Loa a la cerveza!



De entre todas las bebidas alcohólicas que probé siendo un pùber,
(indebidamente y por la irresponsabilidad de mis padres, lo confieso) 
fue la cerveza. 

Recuerdo que gracias a la revista “muy interesante
que leía desde mi época de escolar, 
supe (no sé si era aún es verdad) que ella fue inventada por accidente 
y gracias a que alguien dejo caer unos granos de maíz o de cebada 
entre un estanco de agua y percibió el proceso, la fermentación que ocurría.

Confieso una vez más que mi primera “pea” o borrachera 
a edad demasiado tierna fue con una rubia embotellada (no la bella genio). 

Después me enteré que entre todos en el mundo, 
los alemanes son los mejores para hacerla 
y en especial los monjes trapenses no importa de cuál país!

Cerveza en espanol,
ale o bear en inglés,
bière en francés,
y "pola" en marquetòn...

Nací en un pueblo cervecero y sin ser de Boyacá, sino de Caldas,
siempre la he preferido al vino o a cualquier otro trago fino. 

Fueron muchas las “polas” que me tomé 
acompañado de mis amigos (de ocasión) o compañeros temporales, 
lo que me ha llevado a concluir 
que solo alrededor del vino (del mundo o eucarístico) 
he forjado los grandes y trascendentales, y fieles amigos.

Pero la cerveza hace parte de mi nostalgia, 
de mis días de adolescencia, de juventud despreocupada...

Recuerdo esa primera cerveza rozando mayoría de edad 
junto a mis amigos "ados" en  la taberna “tempus club”, 
razón social de antaño (1986) 
para beber en mi pueblo.

Bebiendo cerveza, añoré le champagne, el brandy 
citados por las baladas y canciones 
que amenizaban esas veladas de amistad.

Supe que existía “el submarino” 
que no era más que la alocada mezcla de cerveza y aguardiente…

Inolvidables son esas imágenes provincianas, 
de mesas abarrotadas de botellas cerveceras en cantinas y bares, 
y que eran el orgullo “estúpido e insensato” 
de los que se creían "hijos del pueblo" 
mientras tarareaban y brindaban con el chente,
quienes se entregaban a la “bebeta” 
de forma irresponsable y desconsiderada…
como si beber fuera un orgullo. 

Lo malo es que aun hoy, muchos están convencidos de tal necedad…

Qué bueno es una “chevecha” cuando se sube a la "cabecha"
como cantó Palito Ortega en una de sus canciones, 

que delicioso sabe ella, alrededor de un partido de futbol 
ganando el Once Caldas o La Selección Colombia…

Se ha dicho hasta la saciedad que el vino alegra el corazón,
pero no hemos de olvidar que “vino” es genérico 
de toda bebida con mínimo o mucho de alcohol…

Es cierto la cerveza es popular, 
el vino puede ser de clase media 
y el brandy y el whisky pueden ser de clase alta…
(parafraseando a “Chester” de Sábados Felices y no al gran Chesterton).

Siempre estarán en mi mentes esas cervezas “Jupiler” belgas, 
económicas, que junto al chocolate 
a los amigos me hicieron enamorarme del país de “flamands y walons” .

Y como olvidar esas cervezas frías en Africa 
que demostraban o hacían ver que la sed merecía la pena…

Bien ha dicho Benjamin Franklin 
que “la cerveza es la prueba indiscutible de que Dios nos ama 
y nos quiere ver felices.”

Y “el pesimista ve la botella medio vacía (de agua), 
el optimista medio llena (de cerveza”).

Y como protegerse del aguan contaminada? Bebiendo cerveza.

Ahh y no existen la cerveza maluca, solo que hay unas que saben mejor que otras…

hip…hip Feliz día de la cerveza este 31 de mayo!, no aquí donde estoy, ni en Colombia… sino en Argentina, tierra del Papa…hip, hip!

Yo...que aunque es fin de semana, estoy juicioso y solo en casa...
pero si viniera alguien le propondría bebernos juntos una cerveza

Salud!

jueves, 29 de mayo de 2014

En los 56 años de la muerte de Juan Ramón Jiménez, el creador del burro más famoso de Hispanoamérica

Sì, muriò un dia como hoy el 29 de mayo de 1958...


Su nombre estuvo constantemente en nuestras mentes y deberes de escolares y aun de adolescentes bachilleres…Nos pareció simpático que alguien se inspirara en un animal tan humilde y simple como un borrico, un jumento…Si su nombre Juan Ramón Jiménez, su sujeto de inspiración el burro Platero. Expresó en  prosa poética  sus vivencias en un determinado momento de su vida y teniendo como centro de confidencias y afectos a Platero…Eso es "Platero y yo", una especie de recuento autobiográfico de Jiménez, la descripción de los paisajes, de lo que piensa, de lo que lo rodea en su pueblo de Moguer, mientras tiene cerca a Platero, su entrañable amigo de 4 patas orejón.


Platero y yo es más que el relato de la vida hasta la muerte de un borrico, es una obra de arte, con un lenguaje y un estilo impresionantes…Es una visión filosófica, espiritual, trascendente de la vida humana, sus alegrías, sus sufrimientos, sus misterios…


Todos  en la escuela, aprendíamos de memoria las primeras líneas de la obra :

Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro. Lo dejo suelto y se va al prado y acaricia tibiamente, rozándolas apenas, las florecillas rosas, celestes y gualdas. Lo llamo dulcemente: ¿Platero?, y viene a mí con un trotecillo alegre, que parece que se ríe en no sé qué cascabeleo ideal.

Platero y yo, es como una pelicula de Disney hecha (o escrita por un adulto) pensando en los ninos pero a la final le sacaran mas jugo las personas mayores y sobre todo aquellas que no han dejado morir el nino que todos llevamos dentro.

Por ultimo les diré que JUAN RAMON JIMENEZ se hizo merecedor del Premio Nobel de Literatura para España en 1956, justo cuando tenia 75 años.  Y se le dio el premio como recompensa y reconocimiento a todo el conjunto de su obra…

Para ampliar mas en su biografía pueden ir a:


A continuación les comparto un artículo encontrado en Internet que nos ofrece de manera amena y resumida una semblanza del autor y de su obra…


Platero y yo
Juan Ramón Jiménez
Autor: Beat Strasser < beat at stradax dot net >
Versión: 21.12.1999

Biografía

El autor – Juan Ramón Jiménez – nace en Moguer a las doce de la noche del 23 de diciembre de 1881. Hay algunos que dicen que es la noche de Navidad y lo consideran como niño-dios. Pero no es verdad – es el 23. Juan es el cuarto hijo de una familia rica. Pasa la infancia en Moguer (voy a contaros más de esta ciudad más tarde) y empieza a interesarse por la poesía y por la pintura. Como bachiller en 1896 marcha a Sevilla para estudiar pintura y derecho en la universidad. Con 16 años salen sus primeros textos poéticos. Interrumpe el estudio. Quiere meterse a pintor.

Ya se muestra una cierta especialidad de él. Le encanta separarse y estár sólo y empieza a reaccionar muy sensible. A causa de la muerte de su padre tiene depresiones graves y se queda en unos sanatorios unos años. Cuando vuelve tiene todavía mucho miedo de la muerte y se encierra, y levanta barricadas antes de la puerta para que la muerte no pueda entrar y cogerlo. Es muy trágico.

De 1905 hasta 1911 vive en Moguer y decide después de vivir definitivamente en Madrid. Conoce a Zenobia Camprubí Aymar y 3 años después se casan en la Iglesia católica de St. Stephen, de Nueva York. Se instalan en la Residencia de Estudiantes. Zenobia tiene mucha influencia en la vida y obra de Juan Ramón. Los dos trabajan como traductores.

En la guerra civil van en el exilio a los EE.UU.. Allá, Juan es profesor en Universidades en Miami. En 1951 trasladan a Puerto Rico. La mujer Zenobia cae enferma y debe ser operada de cáncer.

En 1956 – tiene 75 años – recibe el Premio Nobel de Literatura. Tres días después muere su mujer. El 29 de mayo de 1958 muere Juan Ramón Jiménez en la Clínica Mimiya de Santurce. Sus restos, juntos con los de Zenobia, están ahora en el cementerio de Jesús en Moguer en España.


Obra


Se puede decir hoy que Jiménez era el representante del modernismo y que era muy importante por los autores siguientes.

Jiménez vivió para la poesía y para su Obra. Siempre extendió su producción. Su deseo hubiera sido rescribir toda su obra el último día de su vida.


Presentación del contenido

Estructura


El libro tiene 138 capítulos, cada uno de una a dos páginas. Todos son historias únicas – no tienen ninguna conexión. Sí claro, los personajes son iguales – Platero y ‘yo’. Pero no es una historia que se divida en algunas partes. Aún, los textos tienen un cierto marco porque todo el libro describe un año. Empieza con la primavera y termina con el invierno.

Personajes

Los personajes principales son Platero y ‘yo’ – como dicho. Hay muchos personas más, pero aparecen solo una o dos veces en el libro. No sería razonable mencionar todos. Pero los personajes principales siempre forman parte de las historias.


El ‘yo’ es un hombre que cuenta todas las historias, el narrador. Dice que es vestido de luto, que tiene una barba nazarena y un breve sombrero negro. Nos cuenta que los chiquillos gitanos siempre gritan ‘El loco’ cuando pasea con su burro Platero. Entonces, debe mirar un poco extraño. En un capítulo menciona que no le gusta hacer fiesta todo el tiempo – como otros del pueblo. Platero y él están a veces un poco separados.

Su compañero es el burro suyo. ¿Sabéis que es un platero? No es solo un nombre para un burro. Todo el mundo en Andalucía que tiene un poco campo tiene junto con caballos algunos burros. El burro se utiliza para otras cosas que un caballo, y no tiene que cuidarse mucho de él. Se utiliza el burro para transportar carga o también niños que están demasiado cansados. ‘Platero’ es la expresión general por ciertos burros, los burros de plata.

Entre Platero y el narrador hay una gran amistad. Se muestra en el capítulo 43 – amistad (p. 124). [leer el pasaje]

El narrador puede decir todo al Platero, le puede decir todos los sentimientos. Cuando está con Platero está solo porque no hay otro hombre allá. Aún puede hablar con alguien. Y esto es lo que le gusta más, pienso.

Hay muchos niños en el libro, porque Platero es como un niño y necesita relaciones con sus iguales. Los niños habitan en un mundo especial, un mundo que el adulto quizás ha perdido o abandonado.

Resumen del libro

No puedo daros un resumen de este libro porque no tiene una historia. Pero quiero contaros de cual tipo las historias consisten. Por lo menos voy a intentarlo.

El narrador siempre está hablando de lo que ve o de lo que piensa, de lo que pasa. Y cuando no habla con Platero, nos cuenta de Platero, cómo es o cuanto le quiere. Sí, quiere mucho a Platero, le encanta.

Describe las relaciones entre él y personas del pueblo, ciertos animales (p.e. perros, caballos). También describe la región del pueblo o acontecimientos como el carnaval o la navidad. No son solo cosas bellas, sino también cosas feas y repugnantes como por ejemplo el maltrato de animales o niños, o las malas alegrías bebiendo o a la corrida de toros. De otra parte se muestra la ironía en las descripciones del cura o de la gente del circo. Las historias son reflexiones sobre la vida, enfermedad, muerte y ascensión del burro suave. Por el marco del texto tiene un capítulo sobre cada tiempo (estación) del año.

Al final, Platero se muere. Después hay algunos capítulos más en que dice cómo ha enterrado Platero, es decir en un cierto jardín del pueblo. Sigue hablar con Platero aunque ya no está.

Ejemplo del texto

Para que tengáis una imagen de estas historias, vamos a leer un ejemplo. Es el capítulo 102 – el título es ‘susto’. [leer en clase...]

Me encanta este capítulo porque es muy bonito, muy mono. Se ve que no hay muchos acontecimientos, es solo una pequeña historia.

Estilo

Estilo de escribir

El libro no es muy difícil para entenderlo, pero Jiménez utiliza a veces palabras un poco especial.


Cuando se lee el libro se nota que hay muchas descripciones en un solo capítulo. Hablando de un cierto tema describe cada hombre, cada animal y cada objeto y hace comparaciones y retratos. Pienso que tiene mucha fantasía. Y por eso dice mucho en una sola página. También en nuestro ejemplo vemos que utiliza muchos adjetivos.


Lo que me parece interesante es que muchas veces empieza con el artículo determinado. No introduce las cosas. En el ‘susto’ empieza con la comida. Pero nunca ha hablado de una comida antes, nunca ha hablado de niños o de Blanca tampoco. Este estilo de escribir me gusta mucho. Me da el sentimiento ser su amigo y ser familiarizado, como si supiera todo.

Técnica narrativa

Pienso que este texto es una de algunas excepciones del libro del punto de la técnica narrativa. Aquí no sabemos sí el narrador es parte de esta familia, sí está o no. Por eso, se puede creer que es un narrador sabio y general.

Pero me parece que en otras historias solo escribe sus pensamientos y los diálogos que él hace u oye. Es como un diario, cuando escribes lo que ha pasado durante el día incluyendo los diálogos.


Los diálogos – que el autor utiliza con mucha frecuencia – me parecen interesantes porque solo es una persona que habla. No hay respuestas de Platero. ¿Quizás espera el autor que el lector responda o que piense sobre lo dicho?

Escenario
 Moguer

Moguer es el sitio de nuestras historias y también fue el pueblo natal del autor, de Juan Ramón Jiménez. El mundo campesino y provinciano, como es escrito en todo el libro, es muy típico para Moguer, también la gente que es un poco menuda, pedante. Jiménez habla de su pueblo sin dejar alguna cosa. Habla de las cosas buenas pero también de las cosas malas. El mar a lo lejos, los campos y las calles de Moguer le dan mucha posibilidad por describirlos y criticarlos. Y se puede decir que Moguer resume la mejor Andalucía.


Voy a contaros un poco de este pueblo. Moguer está situada al suroeste de Andalucía, en la provincia de Huelva en España. Está a 80 km de Sevilla.


Moguer es muy viejo (tiene más de veinte siglos). Entonces, tenía relaciones con la cultura romana y también con los musulmanes. La ciudad tiene ahora 12'500 habitantes. Es famoso porque vienen muchos personas famosas de allá, no solo Jiménez. En la misma casa en que éste vivió durante su infancia hay hoy un museo que se llama ‘Zenobia y Juan Ramón’. He visto imágenes de esta casa-museo que me encantan. Perdón, no podía llevarlos porque no podía pintarlos en colores. Pero podéis creerme que es una casa muy, muy bella. Cuando estáis en España en Andalucía ¡visitan este museo! Vale la pena. Sí, también hay una estatua de Platero en bronce, del escultor León Ortega.


Si os interesáis, podéis visitar el sitio web de Moguer. La dirección es www.aytomoguer.es. Lo puedo recomendar porque es interesante y muy bien hecho. Me gusta.

Trasfondo de la obra
Creación de la obra

Jiménez escribió lo más de los capítulos en su patria, en Moguer. Empezó en 1907. La primera edición salió siete años más tarde. Aquí tengo tal libro. Sólo tiene unos ochos capítulos. La edición completa apareció 1917.

Jiménez tuvo un éxito inmenso. Pero no le gustaba. Intentó a luchar contra la distribución del libro. Pero sin éxito. El libro fue publicado en todo el mundo muchas veces. Solo en sus últimos años de vida estimó su obra y continuó a escribir.


Éste libro es un libro para niños – con todas las imágenes. Pero Jiménez nunca quiso hacer un libro para niños. Lo afirmó en un prólogo, llamado prologuillo, que ha añadido en 1956.

¿Autobiografía?

Nos queda la pregunta quién se esconde detrás del ‘yo’ en el título. ¿Quién es el narrador? Pienso que es claro: el poeta, Jiménez. Cuando leímos el retrato suyo o miramos al hecho que está separado de la gente en Moguer, es creíble que el narrador sea Jiménez. Simple la enfermedad mental de Jiménez se muestra en el libro.


Pero no pienso que podemos hablar de una autobiografía pensando en ‘Platero y yo’ porque no sería completa. Además su criatura no se muestra solo en el narrador, sino también en Platero y otros personajes del libro. Jiménez dijo que utiliza el tema de Platero para escribir una historia de mi infancia".

Opinión personal


El libro me gusta; me ha encantado leerlo aunque es un poco difícil cuando no se entiende todas las descripciones. Es un poco trabajoso. Pero en general es fácil y como hecho para mí. Se puede leerlo como un libro para niños, pero también como un texto que contiene mucho a reflexionar. A mi parecer, el autor describe las situaciones con mucha poesía, de manera muy densa y bella.



Este es uno de esos libros que parece que "hay que leer", pero yo no lo había ojeado en mi ya larga vida, quizás porque no sentí curiosidad o vaya Vd. a saber porqué. El caso es que leí hace unas semanas una edición antigua pero no completa y me hice con una edición completa que leí con rapidez y placer este librito que no es, como muchos creen, un libro para niños.
.
Platero y yo es la más famosa obra del Nobel Juan Ramón Jimenez escrito, en 1914, en una prosa delicada y separado en 138 pequeños capítulos, en su edición completa de 1917, sin ilación cronológica alguna.
.
Este librito cuenta la historia de un burrito, que parece de algodón, y las peripecias divertidas o trágicas, casi siempre escenas cotidiana, que pasa con su dueño en Moguer, el pueblo natal del autor.
.
Pero el sabor que deja este libro, aparte de la muerte final de Platero, es diverso. Por una parte las descripciones de las personas y paisajes y las situaciones que describe resultan agradables pero en medio de estas evocaciones poéticas, aparecen críticas sociales, describiendo situaciones injustas, 
seguramente reales, que incluyen la extrema pobreza en que vivían los niños o los mendigos; la crueldad de una sociedad agrícola cerrada o la desesperanza de la miseria. Al final la impresión es que Juan Ramón Jiménez estaba enamorado del paisaje de su infancia, de la luna y las estrellas, de su pueblo y, claro está, de su burro, pero que aborrecía a sus paisanos.

REFERENCIAS:

wikipedia.org

y diversas fuentes....

En los 140 años del nacimiento de G.K Chesterton (2)


En un mundo dado a la incredulidad, donde muchos se declaran agnósticos, ateos o confundidos sin  saberlo por las corrientes modernas o las espiritualidades alternativas tan propias de la Nueva Era, estoy seguro que el mensaje, ejemplo y testimonio de conversión cristiana-católica de Chesterton podría iluminar a muchos y ayudar a acrecentar el fervor y la fe católica de los convencidos.
A la crisis moral y debilitamiento religioso-espiritual de su época, Chesterton decide combatirlos publicando verdades desconocidas…En el fondo Chesterton es consciente que si muchos se declaran incrédulos o sin esperanza o con una actitud de desprecio y ataque por la Iglesia Católica, es por la misma ignorancia e información incompleta sobre la misma. Por eso, Chesterton utiliza dos armas que se convertirán en su marca registrada o marca de fábrica: el humor y las paradojas.
En esta segunda parte quiero ampliar sobretodo en el personaje del Padre Brown, abordando varios puntos como la influencia de su conversión al catolicismo en el enriquecimiento del personaje clérigo detective. También subrayaré otros aspectos, por ejemplo contarles en quién se inspiró Chesterton para crear su personaje. Y finalmente hacer una comparación del Padre Brown, quizás con otros detectives más populares de la literatura, del cine y la tv como Sherlock Holmes,     de CSI Miami, Colombo y la misma Laura Lebrel de la serie española.

Quien es el padre Brown?

En el primer relato (La cruz azul) del primer libro, Chesterton describe al Padre Brown visto desde los ojos del detective Valentine.
”El pequeño sacerdote era la esencia misma de aquellas llanuras Orientales; tenía una cara redonda y embotada como un buñuelo de Norfolk; tenía unos ojos tan vacíos como el Mar del Norte, y llevaba varios paquetes de papel de estraza que no conseguía mantener juntos.”
Para su investigador clérigo, G.K Chesterton se  inspiró en un sacerdote que conoció en la vida real y quien le ayudo en su conversión al catolicismo: el padre John O’Connor.
R.P. John O'Connor (1870 - 1952) fue un sacerdote católico romano irlandés. Fue párroco en Bradford, YorkshireTambién recibió al poeta y pintorDavid Jones a la Iglesia en 1921, y estuvo asociado con Eric Gill y la The Guild of St Joseph and St Dominic, et Ditchling. (wikipedia.org)

Publicada entre 1910 y 1935, la saga del padre Brown es probablemente la obra más querida y personal de Chesterton. Si el relato policiaco es la expresión más temprana de la poética de la vida y la ciudad modernas, ¿quién mejor—propone Chesterton, en una de sus brillantes paradojas—que un sacerdote de la humilde vieja guardia para descifrarla? Surge así uno de los más entrañables personajes literarios. Armado con poco más que una sombrilla y el profundo conocimiento de lo humano adquirido en el confesionario, el regordete y despistado cura de Essex—para quien desacreditar la razón es mala teología—desentraña crímenes y misterios en los que la verdad elude tanto la fría deducción como la crédula explicación paranormal.
Entre 1910 y 1935 los relatos fueron apareciendo, uno a uno, siguiendo la costumbre anglosajona, en diferentes revistas. Luego se agruparían en cinco volúmenes: El candor, La sagacidad, La incredulidad, El secreto, El escándalo (todos ellos)… del padre Brown. La excelente edición que ahora nos ofrece Acantilado, dentro de su "Colección de Narrativa", reúne los cinco volúmenes con un añadido de excepción, tres títulos inéditos en castellano: El caso Donnington, El padre Brown resuelve el caso Donnington y La máscara de Midas. Los dos primeros se descubrieron en 1981 y habían sido publicados en 1914. Fueron fruto de la colaboración entre Chesterton y sir Arthur Pemberton, conocido autor de novelas policíacas. La máscara de Midas fue escrito en el último año de vida de Chesterton (1936) y permaneció mucho tiempo inédito hasta el descubrimiento del manuscrito en 1991. Excelentemente traducidos del inglés por Miguel Temprano García, carece de prólogo pero lleva una ilustrativa “Nota” de edición.
El padre Brown no busca el castigo sino el descubrimiento del culpable y su redención, como la de su oponente Flambeau, un delincuente internacional. La gran preocupación de Chesterton era el mal y el libre albedrío humano. Éste es el tema de su mejor novela, El hombre que fue jueves (1908). Con cierta ligereza algunos rechazan a Chesterton por sus ideas religiosas, pero tal valoración es superficial. No fue un escritor reaccionario, como se ha venido afirmando, sino un hombre preocupado por la realidad social que le circundaba. Su evolución fue notable desde el agnosticismo al anglicanismo para recalar en el catolicismo, algo que indicaba bien a las claras que siempre marchó contracorriente.
El padre Brown, regordete armado con un gran paraguas, parece no enterarse de nada. Es candoroso pero sagaz, y al igual que Holmes resucita y vuelve a las andadas tras una estancia en las misiones en América. Pero tras su aparente ingenuidad, el padre Brown es uno de los detectives más perspicaces de la literatura mundial.
Los relatos que tienen por protagonista al padre Brown no son relatos policiales al uso y no lo son precisamente por la característica del personaje: ser un cura. En todos ellos hay no sólo misterio e intriga sino un ingenio desbordante que tiende a mostrar que los sucesos extraordinarios no lo son por sí mismos sino por la mirada que tienden los humanos sobre su apariencia. No es el "no es lo que parece" sino el "no es lo que nos parece". Del mismo modo que siempre confesó Chesterton que abrazó el catolicismo porque es la religión que menos exige creer en lo que no se ve, en este mundo lleno de superstición y credulidad -sostiene- en el que la gente que se dice antirreligiosa o escéptica es capaz de creer en todo aquello con lo que los pillos, los aprovechados y los malvados la engatusan, lo que existe es una lucha permanente entre el Bien y el Mal; y sus cuentos van dirigidos a mostrar esa lucha de la mano del pequeño y rechoncho padre Brown, representante del Bien.
El padre Brown es un detective atípico porque, en realidad, no pretende tanto descubrir al asesino -lo que hace- como ofrecer una lección moral que casa a la perfección con alguien que se dedica a la cura de almas. El padre Brown, más que resolverlos, explica su sentido y deshace la apariencia de prodigio, velo del Mal; enemigo de la arbitrariedad, llega incluso a aliar la razón y lo sobrenatural (vid. 'El martillo de Dios'). De lo que sabe el padre Brown, como confesor que es, es del alma humana y por ahí entra en acción su capacidad desveladora. Por eso Chesterton opone al prodigio un prodigio de normalidad como el padre Brown.
El simple hecho de reemplazar al tradicional inspector o detective privado por un sacerdote muestra bien, desde el comienzo, una intención de dar qué pensar al lector y de paso distrayéndolo.  
Los relatos son extremadamente ingeniosos, llenos de fantasía y capaces de llegar hasta lo grotesco si es necesario (vid. el maravilloso 'El jardín secreto'). Es sabida la afición de Chesterton a la paradoja, con la que se maneja ante el lector como un prestidigitador; la diferencia está en que él no busca engañar sino revelar; lo que nos hace ver es lo que no vemos, la construcción de la apariencia, para revelarnos la verdad. Quien se encuentra detrás de cada suceso prodigioso -viene a decirnos- es el Demonio, el Mal que pretende cegarnos. Esta visión del mundo da lugar a unos ingeniosísimos y fascinantes relatos en los que el padre Brown, de corazón sencillo, apariencia torpe y prodigioso conocimiento del fondo del corazón humano, hace triunfar al Bien; y la solución final de cada enigma no deja de tener nunca el aire alegre del alma liberada de su atadura. He ahí el secreto de la perenne fascinación que este personaje y estas historias medio policiacas medio filosóficas ejercen sobre una mayoría entusiasta de lectores, entre los que me cuento desde mis dieciséis años, los mismos con los que Chesterton escribió el relato titulado 'Tratado elemental de demonología', que es todo un claro preludio de la ingente y feliz obra literaria que estaba por venir de sus manos.
El padre Brown frente Holmes y otros detectives

De todos los detectives de ficción, el padre Brown es sin duda el más realista, el más natural. Atrás quedan los sofisticados Sherlock Holmes, Philo Vance, Hércules Poirot, Perry Mason, Donald Lam, y el resto de sus compañeros de condición. Si hubiera que buscar un paralelismo, el trasunto del clérigo sería, tal vez, la señorita Marple. Pero el padre Brown, tan magníficamente interpretado en la pantalla por Alec Guinness, sigue siendo la naturalidad misma. El confesionario enseña mucho sobre el alma humana, y Chesterton, profundamente católico, quiso poner de manifiesto el valor catártico de descargar la conciencia y narrar nuestros pecados. Quiso también poner de manifiesto que fe y razón no son incompatibles.
El duelo Holmes vs. Padre Brown en CSI
CSI ha dado una vuelta de tuerca a las series de detectives, amarrándolas a las de médicos (forenses, sí, pero médicos). Quizá haya sido ésa la clave de su éxito internacional…
En el siguiente enlace, el autor hace una genial comparacion entre los detectives Sherlock Holmes, y los de CSI Las Vegas y CSI Miami...

Continuar leyendo en:


Influencias de Chesterton:
·         El hombre eterno contribuyó a que C. S. Lewis se convirtiera al cristianismo. En una carta a Sheldon Vanauken (14 de diciembre de 1950)26 Lewis llama al libro"el mejor y más popular libro sobre apologética que conozco" y a Rhonda Bodle escribió (31 de diciembre de 1947)27 "La mejor y más popular defensa de la posición del Cristianismo que conozco es El hombre eterno de G.K. Chesterton" El libro también fue citado en la lista de los 10 libros que “formaron mi vocación y mi actitud hacia la filosofía28
·         La biografía de Charles Dickens tuvo una gran influencia en el renacimiento de la popularidad de las obras de Dickens al igual que una seria reconsideración de sus obras por los estudiosos. Considerada por T.S. Eliot, Peter Ackroyd, y otros, el mejor libro escrito sobre Dickens
·         La novela The Napoleón of Notting Hill era una de las favoritas de Michael Collins quien luego seria uno de los líderes del movimiento independentista deIrlanda.29
·         El libro Ortodoxia de Chesterton es considerado por muchos como un clásico de la literatura religiosa. Philip Yancey dijo que si a él lo mandaran a "una isla desierta … y eligiera sólo un libro aparte de la Biblia, yo podría muy bien elegir la propia travesía espiritual de Chesteton, Ortodoxia."30
·         El escritor Neil Gaiman ha declarado que The Napoleon of Notting Hill tuvo una gran influencia en su libro Neverwhere. Gaiman también baso a su pesonaje Gilbert, de su historieta The Sandman, en Chesterton, e incluyó una cita de "The Man who was October", un libro que Chesterton escribió solamente en sus "sueños", al final de Season of Mists. La novela de Gaiman Good Omens, escrita junto a Terry Pratchett está dedicada a "la memoria de G.K. Chesterton: Un hombre que sabía lo que estaba sucediendo."
·         Su apariencia física y, aparentemente, algunas de sus formas de actuar, fueron la inspiración directa para el personaje del Dr. Gideon Fell, un conocido detective creado a principios de los años 1930 por el escritor de misterios anglo-estadounidense John Dickson Carr.
·         Las obras de Chesterton han inspirado a artistas como Daniel Amos y Terry Scott Taylor de 1970s hasta 2000. Daniel Amos mencionó a Chesterton por su nombre en la canción del 2001 titulada Mr. Buechner's Dream.
·         Algunos conservadores han sido influenciados por su apoyo al distributismo
·         La Inocencia del Padre Brown es citada por Guillermo Martínez como una de sus inspiradoras para su novela Crímenes imperceptibles. Martínez explícitamente cita a Chesterton en el Capítulo 25 de su novela.
·         Ingmar Bergman considera la pequeña obra de teatro "Magic" una de sus favoritas. Bergman señala que se inspiró en esta obra para su película The Magician, de 1958, pero no deben compararse ambas, ya que si bien la temática es la misma, se abordan de dos puntos de vista distintos.
·         El videojuego Deus Ex tiene extractos de El hombre que fue Jueves
·         La banda de heavy metal Iron Maiden usa el comienzo de un poema de Chesterton en el comienzo de su canción Revelations de su disco Piece of Mind de 1983
·         La Universidad Seton Hall en el "South Orange" de "New Jersey" tiene un instituto teológico nombrado en honor a G. K. Chesterton.

·         En España existen varias asociaciones y blogueros que se dedican a la difusión de su pensamiento.

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