domingo, 31 de mayo de 2020

Viviendo extraordinariamente el tiempo ordinario: 1o de junio del 2020: Lunes de la novena Semana del Tiempo Ordinario



El Evangelio libera de una actitud servil a la Ley. Y por lo tanto él no dispensa de obedecer a su conciencia antes que a las presiones dominantes del momento. Esto puede a veces exigir mucho coraje.




Primera lectura
Lectura del libro de Tobías (1,3;2,1b-8):

Yo, Tobías, procedí toda mi vida con sinceridad y honradez, e hice muchas limosnas a mis parientes y compatriotas deportados conmigo a Nínive de Asiria. En nuestra fiesta de Pentecostés, la fiesta de las Semanas, me prepararon una buena comida.
Cuando me puse a la mesa, llena de platos variados, dije a mi hijo Tobías: «Hijo, anda a ver si encuentras a algún pobre de nuestros compatriotas deportados a Nínive, uno que se acuerde de Dios con toda el alma, y tráelo para que coma con nosotros. Te espero, hijo, hasta que vuelvas.»
Tobías marchó a buscar a algún israelita pobre y, cuando volvió, me dijo: «Padre.»
Respondí: «¿Qué hay, hijo?»
Repuso: «Padre, han asesinado a un israelita. Lo han estrangulado hace un momento, y lo han dejado tirado ahí, en la plaza.»
Yo pegué un salto, dejé la comida sin haberla probado, recogí el cadáver de la plaza y lo metí en una habitación para enterrarlo cuando se pusiera el sol. Cuando volví, me lavé y comí entristecido, recordando la frase del profeta Amós contra Betel: «Se cambiarán vuestras fiestas en luto, vuestros cantos en elegías.» Y lloré. Cuando se puso el sol, fui a cavar una fosa y lo enterré.
Los vecinos se me reían: «¡Ya no tiene miedo! Lo anduvieron buscando para matarlo por eso mismo, y entonces se escapó; pero ahora ahí lo tenéis, enterrando muertos.»

Palabra de Dios


Salmo
Sal 111,1-2.3-4.5-6

R/. Dichoso quien teme al Señor

Dichoso quien teme al Señor
y ama de corazón sus mandatos.
Su linaje será poderoso en la tierra,
la descendencia del justo será bendita. R/.

En su casa habrá riquezas y abundancia,
su caridad es constante, sin falta.
En las tinieblas brilla como una luz
el que es justo, clemente y compasivo. R/.

Dichoso el que se apiada y presta,
y administra rectamente sus asuntos.
El justo jamás vacilará,
su recuerdo será perpetuo. R/.



Lectura del santo evangelio según san Marcos (12,1-12):

En aquel tiempo, Jesús se puso a hablar en parábolas a los sumos sacerdotes, a los escribas y a los ancianos: «Un hombre plantó una viña, la rodeó con una cerca, cavó un lagar, construyó la casa del guarda, la arrendó a unos labradores y se marchó de viaje. A su tiempo, envió un criado a los labradores, para percibir su tanto del fruto de la viña. Ellos lo agarraron, lo apalearon y lo despidieron con las manos vacías. Les envió otro criado; a éste lo insultaron y lo descalabraron. Envió a otro y lo mataron; y a otros muchos los apalearon o los mataron. Le quedaba uno, su hijo querido. Y lo envió el último, pensando que a su hijo lo respetarían. Pero los labradores se dijeron: "Éste es el heredero. Venga, lo matamos, y será nuestra la herencia." Y, agarrándolo, lo mataron y lo arrojaron fuera de la viña. ¿Qué hará el dueño de la viña? Acabará con los labradores y arrendará la viña a otros. ¿No habéis leído aquel texto: "La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular. Es el Señor quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente"?»
Intentaron echarle mano, porque veían que la parábola iba por ellos; pero temieron a la gente, y, dejándolo allí, se marcharon.

Palabra del Señor

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Haciendo extraordinario lo ordinario

Después de haber vivido tiempos tan exigentes, puntuales, festivos y solemnes como la Cuaresma, la Pascua y la Fiesta de Pentecostés, reiniciamos como Iglesia el denominado Tiempo Ordinario, que como nos decía una Hermana religiosa docente en el seminario, nosotros los cristianos hemos de vivirlo de manera extraordinaria…Pues "el tiempo litúrgico es nuestro tiempo".

Comenzamos la lectura del libro de Tobit que como un cuento presenta enseñanzas serias de manera amena. 

El sentido del libro es demostrar que Tobit recibe la clemencia de Dios porque es un leal servidor de Él; siempre ayuda a los demás judíos y ejercita una solidaridad y una caridad notables. Su fe es evidente y su vida moral es intachable, por lo que camina siempre en la senda del temor de Dios y de la piedad religiosa.

Tobit y su familia han sido deportados a Nínive. Ellos viven en Asiria, en una comunidad judía. Tobit piensa que si sigue todas las reglas, Dios lo recompensará de cualquier manera, a pesar de las dificultades.

Dios está presente en la vida de cada uno de nosotros, cómo se manifiesta Él en nuestra vida?

En el Evangelio de San Marcos, Jesús es causa de admiración, pero también es un detonante para quienes no lo quieren, sobre todo las autoridades religiosas. Ellos quieren saber quién es este hombre y de dónde viene su autoridad. Jesús como es costumbre,  responde indirectamente con una parábola, pues a cada quien le corresponde buscar una respuesta. Después de haber entendido la Parábola de los "viñadores asesinos", los jefes religiosos comprenden que se refiere a ellos, es decir,  les concierne y realizan que el "hijo amado" es Jesús. Marcos ya lo había dicho antes y lo afirmará todavía después.


Que San Justino, mártir y a quien conmemoramos también, luchó por la Ley de Dios y no se aterrorizó ante la amenaza de los impíos, pues estaba afianzado sobre roca firme, interceda por nosotros y que imitemos su coraje para anunciar el Evangelio  y su fidelidad a Dios.

viernes, 29 de mayo de 2020

Viviendo la Pascua día a día: 30 de mayo del 2020 : séptimo sábado de Pascua


La seguridad o certeza de Pablo  viene de Dios, pero también de una larga práctica del don de sí por la salvación de sus hermanos del mundo entero.



Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (28,16-20.30-31):

Cuando llegamos a Roma, le permitieron a Pablo vivir por su cuenta en una casa, con un soldado que lo vigilase.
Tres días después, convocó a los judíos principales; cuando se reunieron, les dijo: «Hermanos, estoy aquí preso sin haber hecho nada contra el pueblo ni las tradiciones de nuestros padres; en Jerusalén me entregaron a los romanos. Me interrogaron y querían ponerme en libertad, porque no encontraban nada que mereciera la muerte; pero, como los judíos se oponían, tuve que apelar al César; aunque no es que tenga intención de acusar a mi pueblo. Por este motivo he querido veros y hablar con vosotros; pues por la esperanza de Israel llevo encima estas cadenas.» Vivió allí dos años enteros a su propia costa, recibiendo a todos los que acudían, predicándoles el reino de Dios y enseñando lo que se refiere al Señor Jesucristo con toda libertad, sin estorbos.

Palabra de Dios


Salmo
Sal 10,4.5.7

R/. Los buenos verán tu rostro, Señor

El Señor está en su templo santo,
el Señor tiene su trono en el cielo;
sus ojos están observando,
sus pupilas examinan a los hombres. R/.

El Señor examina a inocentes y culpables,
y al que ama la violencia él lo odia.
Porque el Señor es justo y ama la justicia:
los buenos verán su rostro. R/.



Lectura del santo evangelio según san Juan (21,20-25):

En aquel tiempo, Pedro, volviéndose, vio que los seguía el discípulo a quien Jesús tanto amaba, el mismo que en la cena se había apoyado en su pecho y le había preguntado: «Señor, ¿quién es el que te va a entregar?»
Al verlo, Pedro dice a Jesús: «Señor, y éste ¿qué?»
Jesús le contesta: «Si quiero que se quede hasta que yo venga, ¿a ti qué? Tú sígueme.»
Entonces se empezó a correr entre los hermanos el rumor de que ese discípulo no moriría. Pero no le dijo Jesús que no moriría, sino: «Si quiero que se quede hasta que yo venga, ¿a ti qué?» Éste es el discípulo que da testimonio de todo esto y lo ha escrito; y nosotros sabemos que su testimonio es verdadero. Muchas otras cosas hizo Jesús. Si se escribieran una por una, pienso que los libros no cabrían ni en todo el mundo.


Palabra del Señor

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Con el Espíritu Santo la historia de Salvación Continúa

En este día terminamos de leer el libro de los Hechos de los Apóstoles y el Evangelio de San Juan que nos han acompañado durante estos 50 días de Pascua y preparación para Pentecostés.

El llamado Evangelio del Espíritu Santo y cuya autoría se adjudica a San Lucas, también autor del tercer evangelio, finaliza con estas palabras sobre San Pablo, en sus última etapa en Roma y a pocos días de ser conducido al martirio:
" recibía a los que acudían a él,
predicaba el Reino de Dios
y enseñaba con toda libertad, sin estorbos,  lo que se refería a Jesucristo…"

Pablo ya no es libre de ir a cualquier parte, mas la Palabra de Dios no puede ser encerrada, ella continuará siendo anunciada.

La última página del libro de los hechos no es un fin. A través de los testigos de Cristo, el Espíritu Santo sigue su obra.

La continuación se escribe todavía hoy.

Por su parte el evangelio de San Juan se cierra dando un testimonio sobre sí mismo: a la pregunta de Pedro a Jesús Resucitado, sobre él mimo (el discípulo amado, como él mismo se llama)  que le seguía: "Señor, y este qué?"Jesús le responde: "Si quiero que se quede hasta que yo venga, a ti qué?" , por esto se empezó a correr el rumor de que este discípulo no moriríaEste es el discípulo que da testimonio de todo esto y lo ha escrito; y nosotros sabemos que su testimonio es verdadero. Muchas otras cosas hizo Jesús. Si se escribieran una por una, pienso que los libros no cabrían ni en todo el mundo".

Vemos pues que cada uno tiene su propio rol o papel.

En ausencia de Jesús, Pedro dirigirá la Iglesia y cuidará a sus miembros. Por su parte, el discípulo que Jesús amaba, pondrá por escrito lo que ha visto.


Hoy, dos mil años después, cualquiera que lea este testimonio y crea, podrá contar, a su vez,  lo que Jesús ha hecho.


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“ Muchas otras cosas hizo Jesús. Si se escribieran una por una, pienso que los libros no cabrían ni en todo el mundo.”




La vida oculta de Jesús

Imagine las ideas que nuestra Santísima Madre habría tenido sobre su Hijo. Ella, como su madre, habría visto y entendido tantos momentos ocultos de su vida. Ella lo habría visto crecer año tras año. Ella lo habría visto relacionarse e interactuar con otros a lo largo de su vida. Ella habría notado que se estaba preparando para su ministerio público. Y ella habría presenciado tantos momentos ocultos de ese ministerio público e innumerables momentos sagrados de toda su vida.  

Esta Escritura anterior es la oración final del Evangelio de Juan y es una que no escuchamos muy a menudo. Pero ofrece algunas ideas fascinantes para reflexionar. Todo lo que sabemos sobre la vida de Cristo está contenido en los Evangelios, pero ¿cómo podrían estos breves libros del Evangelio llegar a describir la totalidad de quién es Jesús? Ciertamente no pueden. Para hacer eso, como dice Juan anteriormente, los libros no cabrían ni en todo el mundo.  Eso es mucho decir.

Entonces, una primera idea que debemos tomar de esta Escritura es que solo conocemos una pequeña porción de la vida real de Cristo. Lo que sabemos es glorioso. Pero debemos darnos cuenta de que hay mucho más. Y esta realización debería llenar nuestras mentes de interés, anhelo y un deseo de más. Al llegar a saber lo poco que realmente sabemos, con suerte nos veremos obligados a buscar a Cristo más profundamente.  

Sin embargo, una segunda idea que podemos obtener de este pasaje es que, aunque los numerosos eventos de la vida de Cristo no pueden estar contenidos en innumerables volúmenes de libros, podemos, sin embargo, descubrir a Jesús mismo en lo que ESTÁ contenido en las Sagradas Escrituras. No, es posible que no conozcamos todos los detalles de su vida, pero podemos llegar a conocer a la Persona. Podemos encontrarnos con la Palabra viva de Dios mismo en las Escrituras y, en ese encuentro y encuentro con Él, se nos da todo lo que necesitamos.

Reflexiona hoy sobre cuán profundamente conoces a Jesús. ¿Pasas suficiente tiempo leyendo las Escrituras y meditando en ellas? ¿Le hablas a diario y buscas conocerlo y amarlo? ¿Él está presente para ti y regularmente te haces presente para Él? Si la respuesta a alguna de estas preguntas es “No”, entonces quizás este sea un buen día para volver a comprometerte con una lectura más profunda de la Sagrada Palabra de Dios.

Señor, puede que no sepa todo sobre tu vida, pero deseo conocerte. Deseo conocerte todos los días, amarte y conocerte. Ayúdame a entrar más profundamente en una relación contigo. Jesús, confío en ti.

lunes, 25 de mayo de 2020

Viviendo la Pascua día a día: 26 de mayo del 2020: séptimo martes de Pascua o San Felipe Neri



Jesús confía su misión a aquellos que el Padre le ha dado.
Ellos lo relevarán. Él ora con todo su ser para que ellos continúen su obra (del Padre y la suya) en el mundo. Somos conscientes nosotros hoy, verdaderamente de la inmensidad de la obra que también se nos ha confiado?




Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (20,17-27):

En aquellos días, desde Mileto, mandó Pablo llamar a los presbíteros de la Iglesia de Éfeso.
Cuando se presentaron, les dijo: «Vosotros sabéis que todo el tiempo que he estado aquí, desde el día que por primera vez puse pie en Asia, he servido al Señor con toda humildad, en las penas y pruebas que me han procurado las maquinaciones de los judíos. Sabéis que no he ahorrado medio alguno, que os he predicado y enseñado en público y en privado, insistiendo a judíos y griegos a que se conviertan a Dios y crean en nuestro Señor Jesús. Y ahora me dirijo a Jerusalén, forzado por el Espíritu. No sé lo que me espera allí, sólo sé que el Espíritu Santo, de ciudad en ciudad, me asegura que me aguardan cárceles y luchas. Pero a mí no me importa la vida; lo que me importa es completar mi carrera, y cumplir el encargo que me dio el Señor Jesús: ser testigo del Evangelio, que es la gracia de Dios. He pasado por aquí predicando el reino, y ahora sé que ninguno de vosotros me volverá a ver. Por eso declaro hoy que no soy responsable de la suerte de nadie: nunca me he reservado nada; os he anunciado enteramente el plan de Dios.»

Palabra de Dios


Salmo
Sal 67,10-11.20-21

R/. Reyes de la tierra, cantad a Dios

Derramaste en tu heredad,
oh Dios, una lluvia copiosa,
aliviaste la tierra extenuada
y tu rebaño habitó en la tierra que tu bondad,
oh Dios, preparó para los pobres. R/.

Bendito el Señor cada día,
Dios lleva nuestras cargas,
es nuestra salvación.
Nuestro Dios es un Dios que salva,
el Señor Dios nos hace escapar de la muerte. R/.



Lectura del santo evangelio según san Juan (17,1-11a):

En aquel tiempo, Jesús, levantando los ojos al cielo, dijo: «Padre, ha llegado la hora, glorifica a tu Hijo, para que tu Hijo te glorifique y, por el poder que tú le has dado sobre toda carne, dé la vida eterna a los que le confiaste. Ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, único Dios verdadero, y a tu enviado, Jesucristo. Yo te he glorificado sobre la tierra, he coronado la obra que me encomendaste. Y ahora, Padre, glorifícame cerca de ti, con la gloria que yo tenía cerca de ti, antes que el mundo existiese. He manifestado tu nombre a los hombres que me diste de en medio del mundo. Tuyos eran, y tú me los diste, y ellos han guardado tu palabra. Ahora han conocido que todo lo que me diste procede de ti, porque yo les he comunicado las palabras que tú me diste, y ellos las han recibido, y han conocido verdaderamente que yo salí de ti, y han creído que tú me has enviado. Te ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por éstos que tú me diste, y son tuyos. Sí, todo lo mío es tuyo, y lo tuyo mío; y en ellos he sido glorificado. Ya no voy a estar en el mundo, pero ellos están en el mundo, mientras yo voy a ti.»

Palabra del Señor


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El encargo de Jesús

La emoción que expresa en este momento de adiós no le impide a Pablo dar instrucciones a los presbíteros de la Iglesia de Éfeso. Todo lo que el apóstol de los gentiles ha hecho al servicio del Señor y en favor de la comunidad cristiana tiene un gran valor y es ejemplar.

Él proclama la Buena Noticia de Dios. Guiado por el Espíritu Santo camina y avanza en toda libertad, hacia un futuro incierto del cual conoce los riesgos.

En el Evangelio, san Juan nos hace entrar en la intimidad de la oración de Jesús y en su cercana relación con el Padre. Jesús confía sus discípulos al Padre. La unidad del Padre y del Hijo es la fuente también de la unidad de los discípulos. Jesús también ora por los creyentes de todos los tiempos y a su vez, ellos pueden volverse a Dios, para orar con sencillez y confianza.

Y nosotros cristianos de hoy, preguntémonos cómo está nuestra confianza en el Señor? Cuál es la calidad de nuestra fe y oración?

Ecuador cuenta con 3 santos:  el Hermano Miguel Febres Cordero cuya fiesta es el 9 de febrero, Santa Narcisa de Jesús, cuya fiesta es en los primeros días de diciembre y la santa de hoy, cuya vida y obra nos invita a contemplar la Iglesia: Santa Mariana de Jesús, quien fue una virgen penitente y santa quiteña, la primera nacida en el actual territorio de Ecuador canonizada por la Iglesia católica. También celebramos hoy a un santo que se destacó por su buen humor San Felipe Neri, y quien supo tomar con alegría la austeridad de las bienaventuranzas.




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«Padre, ha llegado la hora, glorifica a tu Hijo, para que tu Hijo te glorifique"




¡Dar gloria al Hijo es un acto del Padre, pero también es un acto al que todos debemos estar atentos!

En primer lugar, debemos reconocer la "hora" de la que Jesús habla como la hora de su crucifixión. Esto puede, al principio, parecer un momento triste. Pero, desde una perspectiva divina, Jesús lo ve como su hora de gloria. Es la hora en que el Padre Celestial lo glorifica porque cumplió perfectamente la voluntad del Padre. Él abrazó perfectamente Su muerte por la salvación del mundo.  

También debemos ver esto desde nuestra perspectiva humana. Desde el punto de vista de nuestra vida diaria, debemos ver que esta "hora" es algo que podemos abrazar y llevar a buen término continuamente. La "hora" de Jesús es algo que debemos vivir constantemente. ¿Cómo? Al abrazar constantemente la Cruz en nuestras vidas para que esta cruz sea también un momento de glorificación. Al hacer esto, nuestras cruces adquieren una perspectiva divina, divinizándose para convertirse en una fuente de la gracia de Dios.

La belleza del Evangelio es que cada sufrimiento que soportamos, cada cruz que llevamos, es una oportunidad para manifestar la Cruz de Cristo. Estamos llamados, por Él, a darle constantemente gloria al vivir Su sufrimiento y muerte en nuestras vidas.

Reflexiona, hoy, sobre las dificultades que soportas. Y convéncete que, en Cristo, esas dificultades pueden compartir su amor redentor si se lo permiten. 

Jesús, te entrego mi cruz y mis penurias. Eres Dios y eres capaz de transformar todas las cosas en gloria. Jesús, confío en ti.

miércoles, 20 de mayo de 2020

Para vivir la Pascua día a día: 21 de mayo del 2020: sexto jueves de Pascua


Jesús prepara a sus amigos para el duro camino que les espera a ellos, después de su muerte. Pero al mismo tiempo, el maestro les asegura que su tristeza se convertirá en alegría.

Hoy, trataré de acoger las penas de mi vida y de encontrar la alegría prometida.



Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (18,1-8):

EN aquellos días, Pablo dejó Atenas y se fue a Corinto. Allí encontró a un tal Áquila, judío natural del Ponto, y a su mujer, Priscila; habían llegado hacía poco de Italia, porque Claudio había decretado que todos los judíos abandonasen Roma.
Se juntó con ellos y, como ejercía el mismo oficio, se quedó a vivir y trabajar en su casa; eran tejedores de lona para tiendas de campaña. Todos los sábados discutía en la sinagoga, esforzándose por convencer a judíos y griegos. Cuando Silas y Timoteo bajaron de Macedonia, Pablo se dedicó enteramente a predicar, dando testimonio ante los judíos de que Jesús es el Mesías,
Como ellos se oponían y respondían con blasfemias, Pablo sacudió sus vestidos y les dijo:
«Vuestra sangre recaiga sobre vuestra cabeza. Yo soy inocente y desde ahora me voy con los gentiles».
Se marchó de allí y se fue a casa de un cierto Ticio Justo, que adoraba a Dios y cuya casa estaba al lado de la sinagoga. Crispo, el jefe de la sinagoga, creyó en el Señor con toda su familia; también otros muchos corintios, al escuchar a Pablo, creían y se bautizaban.

Palabra de Dios



Salmo
Sal 97,1-2ab.2cd-3ab.3cd-4



R/. El Señor revela a las naciones su victoria

Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas.
Su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo. R/.

El Señor da a conocer su salvación,
revela a las naciones su justicia.
Se acordó de su misericordia y su fidelidad
en favor de la casa de Israel. R/.

Los confines de la tierra han contemplado
la victoria de nuestro Dios.
Aclama al Señor, tierra entera;
gritad, vitoread, tocad. R/.


Lectura del santo evangelio según san Juan (16,16-20):

EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Dentro de poco ya no me veréis, pero dentro de otro poco me volveréis a ver».
Comentaron entonces algunos discípulos:
«¿Qué significa eso de “dentro de poco ya no me veréis, pero dentro de otro poco me volveréis a ver”, y eso de “me voy al Padre”?».
Y se preguntaban:
«¿Qué significa ese “poco”? No entendemos lo que dice».
Comprendió Jesús que querían preguntarle y les dijo:
«¿Estáis discutiendo de eso que os he dicho: “Dentro de poco ya no me veréis, y dentro de otro poco me volveréis a ver”? En verdad, en verdad os digo: vosotros lloraréis y os lamentaréis, mientras el mundo estará alegre; vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría».


Palabra del Señor





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Priscila y Aquila una pareja ejemplar!

Qué bueno es conocer gente amable, acogedora en nuestro caminar de fe y  peregrinación misionera.  Qué satisfactorio es contar con cómplices, o sea con personas con las que  hallamos química y se facilita compartir experiencias, la vida misma.

Hoy Pablo se encuentra con Áquila y Priscila, una pareja de judíos que habían sido obligados a dejar Italia y venir a vivir a Corinto. Es en este lugar donde tiene lugar el encuentro de 3 amigos que se identificarán en su oficio de tejedores de lona y se identificarán y unirán  plenamente en su fe en Cristo Resucitado. Cuánto se consolarían y animarían mutuamente en las pruebas y dificultades que acarrea seguir a Jesús…Sólo el Señor lo sabe.

En el Evangelio, como lo ha venido haciendo hace días,  Jesús advierte de su próxima separación, que tendrá lugar después de su pasión y muerte en cruz. "Dentro de poco ya no me verán, pero poco más tarde me volverán a ver". Efectivamente los discípulos no lo verán cuando muera, solamente apreciaran los restos de su ausencia: la tumba vacía, el sudario por el suelo,  bien arreglado en el sepulcro y y enfrentarse con el aparente silencio de Dios. Esos días oscuros fueron difíciles de vivir, algunos se sumieron en el miedo y el desconsuelo. Posteriormente María Magdalena, Pedro y Juan comenzarán a advertir la presencia del resucitado a través de señales modestas: el tono de su voz, su manera de partir el pan y otros detalles familiares. Para los discípulos, el breve tiempo de la ausencia de Jesús, concluyó de manera positiva porque aprendieron a confiar su vida en Cristo Resucitado.

Que a nosotros hoy, discípulos del Siglo XXI, el participar en la Eucaristía, que ella sea para nosotros garante de su presencia, su compañía y consuelo en este a veces duro peregrinar de la vida. Que Él sea siempre nuestro amigo, nuestro consuelo, nuestra esperanza.


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“Amén, amén, les digo que llorarán, mientras el mundo se regocija; se afligirán, pero su dolor se convertirá en alegría ".  

La pena, el duelo e incluso el llanto son parte de la vida. Los niños a menudo llorarán ante la más mínima dificultad, pero todos enfrentamos dolor y tristeza durante toda la vida.  
En este pasaje anterior, Jesús informa a sus apóstoles que la tristeza y el dolor serán parte de sus vidas. Esta es una declaración muy sobria pero realista por parte de nuestro Señor. Es un acto de amor, por su parte, estar al frente con sus apóstoles sobre las dificultades que enfrentarán.
La buena noticia es que Jesús sigue esta declaración con la esperanzadora noticia de que su "dolor se convertirá en alegría". Esta es la parte más importante de lo que dice Jesús.
Lo mismo es cierto en nuestras vidas. Jesús no nos promete que nuestras vidas estarán libres de dificultades y dolor. No nos dice que seguirlo significa que todo será fácil en la vida. En cambio, quiere que sepamos que seguiremos sus pasos  y nos sucederá lo mismo, si decidimos seguirlo. Sufrió, fue maltratado y finalmente asesinado. Y esto sería trágico si finalmente no hubiera resucitado  de entre los muertos, ascendiera al cielo y transformara todo el dolor en una manera de salvar el mundo.
Si seguimos sus pasos, necesitamos ver cada pena en nuestras vidas como un medio potencial de gracia para muchos. Si podemos enfrentar las dificultades de la vida con fe y esperanza, nada nos detendrá en última instancia y todo podrá ser utilizado para la gloria de Dios y resultará en una gran alegría.
Reflexiona hoy sobre estas palabras de Jesús. Cree que Él no solo les estaba hablando a Sus apóstoles, sino también a ti. No te escandalices ni te sorprendas cuando la vida te presente alguna dificultad. No te desesperes cuando el sufrimiento se te presente. Entrega todas las cosas a nuestro Señor y deja que todo  lo transforme en la alegría que promete al final.

Señor, me entrego a ti y a todos los que sufren conmigo. Mis penas, y mi confusión las coloco en Tus manos. Confío en que eres todopoderoso y deseo transformar todas las cosas en un medio para tu Gloria. Dame esperanza en tiempos de desesperación y confianza cuando la vida es difícil. Jesús, confío en ti.

Para vivir la Pascua día a día: 20 de mayo del 2020: sexto miércoles de Pascua o San Bernardino de Siena


Hay personas que se creen poseedoras de la verdad: y consideran equivocados y desgraciados quienes no piensan como ellos!
Jesús, por el contrario nos enseña a ser humildes y a perseverar en la búsqueda de una Verdad que sólo e Espíritu Santo puede enseñarnos.



Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (17,15.22–18,1):

EN aquellos días, los que conducían a Pablo lo llevaron hasta Atenas, y se volvieron con el encargo de que Silas y Timoteo se reuniesen con él cuánto antes.
Pablo, de pie en medio del Areópago, dijo:
«Atenienses, veo que sois en todo extremadamente religiosos. Porque, paseando y contemplando vuestros monumentos sagrados, encontré incluso un altar con esta inscripción: “Al Dios desconocido”.
Pues eso que veneráis sin conocerlo os lo anuncio yo. “El Dios que hizo el mundo y todo lo que contiene”, siendo como es Señor de cielo y tierra, no habita en templos construidos por manos humanas, ni lo sirven manos humanas, como si necesitara de alguien, él que a todos da la vida y el aliento, y todo.
De uno solo creó el género humano para que habitara la tierra entera, determinando fijamente los tiempos y las fronteras de los lugares que habían de habitar, con el fin de que lo buscasen a él, a ver si, al menos a tientas, lo encontraban; aunque no está lejos de ninguno de nosotros, pues en él vivimos, nos movemos y existimos; así lo han dicho incluso algunos de vuestros poetas: “Somos estirpe suya”.
Por tanto, si somos estirpe de Dios, no debemos pensar que la divinidad se parezca a imágenes de oro o de plata o de piedra, esculpidas por la destreza y la fantasía de un hombre. Así pues, pasando por alto aquellos tiempos de ignorancia, Dios anuncia ahora en todas partes a todos los humanos que se conviertan. Porque tiene señalado un día en que juzgará el universo con justicia, por medio del hombre a quien él ha designado; y ha dado a todos la garantía de esto, resucitándolo de entre los muertos».
Al oír «resurrección de entre los muertos», unos lo tomaban a broma, otros dijeron:
«De esto te oiremos hablar en otra ocasión».
Así salió Pablo de en medio de ellos. Algunos se le juntaron y creyeron, entre ellos Dionisio el areopagita, una mujer llamada Dámaris y algunos más con ellos.
Después de esto, dejó Atenas y se fue a Corinto.

Palabra de Dios


Salmo
Sal 148,1-2.11-12.13.14

R/. Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria

Alabad al Señor en el cielo,
alabad al Señor en lo alto.
Alabadlo todos sus ángeles;
alabadlo todos sus ejércitos. R/.

Reyes del orbe y todos los pueblos,
príncipes y jueces del mundo,
los jóvenes y también las doncellas,
los ancianos junto con los niños. R/.

Alaben el nombre del Señor,
el único nombre sublime.
Su majestad sobre el cielo y la tierra. R/.

Él acrece el vigor de su pueblo.
Alabanza de todos sus fieles,
de Israel, su pueblo escogido. R/.



Lectura del santo evangelio según san Juan (16,12-15):

EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora; cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena. Pues no hablará por cuenta propia, sino que hablará de lo que oye y os comunicará lo que está por venir.
Él me glorificará, porque recibirá de lo mío y os lo anunciará.
Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso os he dicho que recibirá y tomará de lo mío y os lo anunciará».

Palabra del Señor


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Qué dificil es confesar la fe!

El otro día, escuché decir al eminente padre español  José Antonio Sayéz (1944), en relación al pasaje de los Hechos  que leemos este día, que aquí San Pablo se preparó con lujo de detalles para el encuentro en el Areópago con los filósofos de Atenas, Grecia. En otras palabras, el denominado apóstol de los gentiles, se preparó la mejor predicación, la mejor conferencia de su vida para hablarles de Jesucristo, pero que al llegar al tema de la resurrección, todo se fue al trasto. Sumergidos en un mundo pleno de ídolos, el testimonio de Pablo parece incomprensible para los filósofos de Atenas. Y por tanto el mensaje del Evangelio suscita curiosidad y ante tal perspectiva se puede tener la suerte de ser oído, mas no escuchado y lo que es lo mismo obedecido.

Los cristianos de hoy vivimos parecida situación a la de Pablo, donde no es fácil confesar, expresar, nuestra fe y convencer a otros. Muchos oyen pero no todos escuchan

En el Evangelio,  que leemos en la fiesta de la santísima Trinidad, Jesús nos invita a participar en el amor trinitario. En Dios, está el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Los tres están estrechamente unidos en el amor. Juntos, ellos nos sostienen y nos guían hacia su Reino, país de plena alegría y felicidad.

El misterio de la Santísima Trinidad no tiene nada de enigma para ser descifrado. Él es una verdad que Jesús nos ha revelado y que estamos invitados a acoger en la Fe y la Acción de Gracias.

En este día Pidamos a la Santísima Virgen María, Nuestra Señora de la Pascua que nos acompañe y nos inspire en nuestro trabajo de evangelización sobre todo con el buen testimonio de vida y nos ayude a prepararnos para recibir el Espíritu Santo en Pentecostés.



2

Jesús dijo a sus discípulos: “Tengo mucho más para decirles, pero no pueden soportarlo ahora. Pero cuando él venga, el Espíritu de la verdad, les guiará a toda la verdad ".


A medida que continuamos acercándonos a la maravillosa solemnidad de Pentecostés, continuamos enfocándonos en el Espíritu Santo. Este pasaje señala específicamente al Espíritu Santo como el "Espíritu de la verdad".  

Es interesante cómo Jesús introduce al Espíritu Santo bajo este título. Él explica que tiene mucho más que contarles, pero que ahora no pueden soportarlo. En otras palabras, la "Verdad" es demasiado para ellos, a menos que el Espíritu Santo esté vivo dentro de ellos y les enseñe. Esto nos da dos ideas maravillosas que vale la pena reflexionar.

Primero, si no hemos abierto realmente nuestras vidas al poder y la presencia del Espíritu Santo, podemos estar seguros de que no podemos soportar la Verdad. No podemos entender las verdades profundas de Dios y no podemos creerlas a menos que el Espíritu Santo esté vivo dentro de nosotros. Ese es un pensamiento aterrador en el sentido de que, cuando el Espíritu Santo no está sumergido completamente en alguien, esa persona queda en la oscuridad con respecto a toda la Verdad. Y, lamentablemente, ¡ni siquiera se dará cuenta de que está en la oscuridad!
Si eso no tiene sentido, entonces quizás tú también sufras un poco por la falta del Espíritu de la Verdad. ¿Por qué? Porque cuando el Espíritu de la Verdad esté vivo dentro, sabrás que conoces la Verdad.  

En segundo lugar, cuando haya abierto completamente tu mente y corazón al Espíritu Santo, tendrá hambre de la Verdad. El Espíritu Santo "te guiará a toda verdad". Y uno de los efectos de ser guiado hacia toda la verdad es que te sorprenderás con el viaje. Te sorprenderá la comprensión de las cosas que se abren en tu mente. Podrás dar sentido a las cosas de una manera nueva. El Espíritu Santo es la "guía" perfecta y el viaje hacia la Verdad es glorioso.

Reflexiona, hoy, sobre la Verdad que reside en la mente del Padre Celestial. ¿Qué tan abierto estás a la verdad? ¿Cuán plenamente abrazas todo lo que Dios quiere revelarte? Ábrete más completamente al Espíritu Santo y busca todo lo que Él te quiera revelar.


Espíritu Santo, ven abrazar mi vida. Enséñame y guíame a toda la Verdad. Espíritu Santo, Divino Señor, Padre Misericordioso, confío en ti.



lunes, 18 de mayo de 2020

Viviendo la Pascua día a día: 19 de mayo del 2020 : 6o martes de Pascua



A veces uno cree que es necesario hacer cualquier cosa para salvarse, como si todo dependiera de nosotros. La salvación es un don de Dios, que es esencial saber acoger con alegría y admiración. Después surge en nosotros el modo de traducir esa alegría y o regocijo por medio de gestos.




Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (16,22-34):

EN aquellos días, la plebe de Filipos se amotinó contra Pablo y Silas, y los magistrados ordenaron que les arrancaran y que los azotaran con varas; después de molerlos a palos, los metieron en la cárcel, encargando al carcelero que los vigilara bien; según la orden recibida, él los cogió, los metió en la mazmorra y les sujetó los pies en el cepo.
A eso de media noche, Pablo y Silas oraban cantando himnos a Dios. Los presos los escuchaban. De repente, vino un terremoto tan violento que temblaron los cimientos de la cárcel. Al momento se abrieron todas las puertas, y a todos se les soltaron las cadenas. El carcelero se despertó y, al ver las puertas de la cárcel de par en par, sacó la espada para suicidarse, imaginando que los presos se habían fugado. Pero Pablo lo llamó a gritos, diciendo:
«No te hagas daño alguno, que estamos todos aquí».
El carcelero pidió una lámpara, saltó dentro, y se echó temblando a los pies de Pablo y Silas; los sacó fuera y les preguntó:
«Señores, ¿qué tengo que hacer para salvarme?»
Le contestaron:
«Cree en el Señor Jesús y te salvarás tú y tu familia».
Y le explicaron la palabra del Señor, a él y a todos los de su casa.
A aquellas horas de la noche, el carcelero los tomó consigo, les lavó las heridas, y se bautizó en seguida con todos los suyos; los subió a su casa, les preparó la mesa, y celebraron una fiesta de familia por haber creído en Dios.

Palabra de Dios



Salmo
Sal 137,1-2a.2bc.3.7c-8

R/. Señor, tu derecha me salva

Te doy gracias, Señor, de todo corazón,
porque escuchaste las palabras de mi boca;
delante de los ángeles tañeré para ti;
me postraré hacia tu santuario. R/.

Daré gracias a tu nombre
por tu misericordia y tu lealtad.
Cuando te invoqué, me escuchaste,
acreciste el valor en mi alma. R/.

Tu derecha me salva.
El Señor completará sus favores conmigo.
Señor, tu misericordia es eterna,
no abandones la obra de tus manos. R/.



Lectura del santo evangelio según san Juan (16,5-11):

EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Ahora me voy al que me envió, y ninguno de vosotros me pregunta: “¿Adónde vas?”. Sino que, por haberos dicho esto, la tristeza os ha llenado el corazón. Sin embargo, os digo es la verdad: os conviene que yo me vaya; porque si no me voy, no vendrá a vosotros el Paráclito. En cambio, si me voy, os lo enviaré.
Y cuando venga, dejará convicto al mundo acerca de un pecado, de una justicia y de una condena. De un pecado, porque no creen en mí; de una justicia, porque me voy al Padre, y no me veréis; de una condena, porque el príncipe de este mundo está condenado».

Palabra del Señor


///

Los inesperados efectos de la Palabra de Dios y el papel del Espíritu Santo

Pablo y Silas están en prisión por algo que no han hecho. El guardián está a punto de suicidarse, cuando en realidad nadie se ha escapado de la cárcel. Los prisioneros al saberse liberados continúan en prisión. Todos los papeles o roles de los personajes que intervienen en este relato, se trastocan. Este es el efecto de la Buena Noticia, nadie puede resistírsele; los prisioneros cantan en sus celdas, el guardián se convierte…

En el evangelio Jesús aparentemente habla de un modo extraño pues habla de un pecado, una justicia y una condena…Esto en el marco de su despedida.

El Espíritu cuando venga, dejará al mundo convicto de un pecado. Qué quiere decir esto?  San Juan Pablo II en 1982, en una de las oraciones del Angelus decía: "En los fundamentos de la misión de Jesús primero y de la Iglesia, está "el dejar al mundo convicto de pecado". A veces, el mundo contemporáneo parece estar muy poco convencido de ello. Y esto, a pesar de ser tan objetiva en el mundo la presencia del pecado y de sus terribles efectos.

Cuán inmensamente necesario es que el Espíritu de verdad convenza al mundo de pecado. Esto quiere decir convicto de pecado, es decir convencido.
Esta "convicción" está en la base de la misión de la Iglesia, especialmente en el tiempo de Cuaresma".

El Espíritu dejará al mundo convencido de una justicia: sí porque Jesús vimos cómo sufrió pero resucitó volviendo al Padre, Dios lo premia y lo justifica.



Y el Espíritu deja al mundo convencido de una condena…sí, ya que quienes acogen al Espíritu verán con claridad que el demonio, Satán, o el maligno,como quiera llamársele, está ya condenado y serán condenados quienes no crean en Jesús. El Espíritu Santo llega para convencer a la humanidad que ellos son pecadores perdidos mientras no sigan a Jesús y acojan al Paráclito…El Espíritu Santo, quiere por el  contrario llevar a todos los hombres hacia Jesús. Pero quienes no crean y lo rechacen, Dios será justo (aunque no estemos muy convencidos de ello), condenándolos en el juicio final, aunque nada sabemos nosotros de su modo de actuar, en el momento de ejercer misericordia.


2



“Pero les digo la verdad, es mejor para ustedes que me vaya. Porque si no me voy, el Abogado no vendrá a ustedes. Pero si me voy, se los enviaré”.




Los corazones de los apóstoles se sentían confundidos. Estaban llenos de dolor, pero también estaban tratando de confiar en lo que Jesús les dijo. Jesús les dijo que estaba ascendiendo a su Padre y que era mejor para ellos que se fuera. ¿Por qué? Porque si Él se va, les enviará el Espíritu Santo.  

A nivel humano, sin duda que fue bastante difícil para los Apóstoles abandonar sus interacciones diarias con Jesús. Ciertamente extrañaron verlo con sus ojos, tocarlo y escucharlo. Pero Jesús dejó en claro que, aunque se fuera, estaría con ellos siempre. Y también enviaría al Espíritu Santo sobre ellos para guiarlos, darles coraje y enseñarles toda la verdad. Ahora serían su presencia en el mundo por el poder del Espíritu Santo.

Nunca tuvimos el privilegio de ver a Jesús como lo hicieron los apóstoles. Pero tenemos el mismo privilegio de que Él esté con nosotros siempre. Y tenemos el mismo privilegio de recibir la plenitud del Espíritu Santo. Esto es bueno. Es muy bueno. Pero es un bien que a menudo ni lo notamos. Es posible que hayamos sido confirmados, pero también podemos fallar en no dejar entrar al Espíritu Santo para que transforme nuestras vidas.  

En menos de dos semanas, celebraremos la solemnidad de Pentecostés. Esta es la celebración anual del cumplimiento de esta promesa de Jesús. En ese día conmemoramos el hecho de que el Espíritu Santo ha venido y que ahora estamos en el tiempo del Espíritu Santo. 

Reflexiona hoy y en las próximas semanas sobre el Espíritu Santo. Admítete humildemente si necesitas dejar que el Espíritu Santo se vuelva más vivo en tu vida. 

Confía en que Jesús quiere que lo recibas en su plenitud. Y no tengas miedo de dejar que esta unión tenga lugar.
Espíritu Santo, por favor ven a mí. Ayúdame a avivar el fuego de Tu presencia en mi vida. Que pueda recibirte a ti, quien fue prometido por Jesús en tu plenitud. 

Espíritu Santo, Divino Jesús, Padre Misericordioso, confío en ti.

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