jueves, 28 de enero de 2016

14 de febrero del 2016: PRIMER DOMINGO DE CUARESMA (C)


“Las tentaciones de Cristo son hermanas gemelas de las que todos padecemos en nuestro corazón”
(José Luis Martin descalzo)



Emprender el camino con Cristo

Al ejemplo del pueblo judío y de Jesús, Nuestro Señor, iniciamos nuestro caminar hacia Pascua y la Tierra Prometida. Encontrando nuestra fuerza en la Palabra de Dios y dejándonos conducir por el Espíritu Santo, dejaremos que el Señor guíe nuestras vidas, Él que nos posibilita ser justos.



EVANGELIO
 LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS 4, 1-13

En aquel tiempo, Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y, durante cuarenta días, el Espíritu lo fue llevando por el desierto, mientras era tentado por el diablo. Todo aquel tiempo estuvo sin comer, y al final sintió hambre.
Entonces el diablo le dijo:
-- Si eres Hijo de Dios, dile a esta piedra que se convierta en pan.
Jesús le contestó:
-- Está escrito: “No solo de pan vive el hombre”.
Después, llevándole a lo alto, el diablo le mostró en un instante todos los reinos del mundo y le dijo:
-- Te daré el poder y la gloria de todo eso, porque a mi me lo han dado, y yo lo doy a quien quiero. Si tú te arrodillas delante de mí, todo será tuyo.
Jesús le contestó:
-- Está escrito: “Al señor, tu Dios, adorarás y al solo darás culto”
Entonces lo llevó a Jerusalén y lo puso en el alero del templo y le dijo:
-- Si eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo, porque está escrito: “Encargará a los ángeles que cuiden de ti", y también: "Te sostendrán en sus manos, para que tu pie no tropiece con las piedras."
Jesús le contestó:
-- Está mandado: “No tentarás al Señor, tu Dios”.
Completadas las tentaciones, el demonio se marchó hasta otra ocasión.
Palabra del Señor



A guisa de introducción:

En nuestros combates

“AMAR ES COMBATIR”, dice el grupo mexicano Maná en una de sus más sentidas y profundas canciones. El amor implica discernir, hacer esfuerzos, renunciar (a las tendencias egoístas, a lo que puede hacer mal al otro), para hacer posibles nuestros altos ideales y sueños más profundos.

¿Y por qué negarlo? Dentro de este mundo, haciendo parte de esta sociedad, se nos hace mucho más difícil el combate. Vivimos en un ambiente que nos incita a la acumulación de experiencias de todo tipo. Vivimos en un mundo que nos incita a gastar, a comprar, a consumir, a crearnos necesidades inútiles…Estamos sobre un mundo que parece decirnos “lo más importante es la búsqueda de la gloria (éxito, felicidad) personal, no seas tonto domina, sube sin mirar las consecuencias…»

La publicidad nos incita a contar sobre nosotros mismos, a confiarnos nada más que en nuestras propias fuerzas, en nuestra propia “sabiduría” o manera de ver las cosas y así obtener lo que queremos alcanzar aquello que nos TIENTA.  Pero a pesar de todas las montañas de solicitudes que nos asaltan, tanta seducción presente entre unas y otras, la vida nos gana. ¿Cómo discernir lo que es bueno y hacer prevalecer los retos de la existencia?

Estamos de nuevo en Cuaresma, tiempo de caminada espiritual que nos conduce a Pascuas. El señor nos invita a tomar el camino del desierto. Y es esta la ocasión de intensificar el contacto con Él, de tratar de conocer mejor a Cristo que se deja llevar (impulsar) por el Espíritu. Nosotros deberíamos considerar seriamente su invitación, su llamado. Él comprende los combates a los que la existencia nos confronta y Él conoce nuestra impotencia para resistir al mal. Él sabe bien que el diablo se insinúa en nuestras hambres (o apetitos), en nuestros deseos de dominar y de ser admirados.

Tomemos la ruta junto a Jesús. Él que ha venido para hacer salir de la sumisión y la humillación al mundo, Él marcha con una seguridad firme.

Él es la verdadera certeza a la cual aspiramos, la Palabra segura, intrépida, que nos comunica la confianza y llama a nuestra fidelidad. ¡Así, en Pascua, nosotros podremos profesar (confesar, decir) nuestra fe en el Viviente que nos guía hacia su luz!
¡Coraje, ánimo…Jesucristo ha vencido el mundo!




Aproximación Psicológica al texto del Evangelio:

El rechazo del modelo prefabricado:

Antes de su entrada a la misión entre el pueblo, antes de su compromiso público, Jesús intuye que tiene cosas particulares para vivir, en relación con la expectativa mesiánica del pueblo de Israel.

En este texto, Lucas nos presenta a Jesús confrontándose con el papel del Mesías. El diablo le dice sustancialmente: “Si tú eres el Mesías, actúa como un Mesías, haz prodigios, toma el poder, asume los riesgos pues sabes que todo va terminar bien, pues Dios está de tu lado. Eso es lo que hace un Mesías”.

Jesús se encuentra así entonces ante un modelo prefabricado, ante un conjunto de roles y de imágenes frente a los cuales debe tomar posición. En un recorrido que es difícil de reconstituir pero que seguramente ha tomado más que este día en el desierto, Jesús toma una distancia crítica en referencia a este modelo de Mesías.

Él se dice: no, no es esto lo que yo siento. Hay en mi mucho más que una dimensión política, el hombre es más que el poder que él tiene, más que los esfuerzos y prodigios que realiza, el hombre es mucho más que lo que se le ve haciendo exteriormente. Y yo quiero llegar a ser ese MÁS, a pesar que yo no sea capaz todavía de saber qué es ESO: yo voy a descubrirlo progresivamente, es poco a poco como yo voy a descubrir mi vocación, es poco a poco como Dios va a levantarme.

En esto, “Jesús ha llegado a ser obediente hasta la muerte” (Filipenses 2,8), no por obediencia a una ley o a una moral, sino por su atención y docilidad a lo que el Padre le revelaba en su caminar de hombre. También en esto, Jesús vive la misma situación y los mismos desafíos que toda persona enfrenta antes de enrolarse o comprometerse socialmente.

Es raro que alguien nos lleve a lo alto de un rascacielos para proponernos lanzarnos abajo, pero es mucho más frecuente que seamos llevados a embarcarnos sin hacernos preguntas ante los modelos prefabricados (si eres diplomado, esto te hará ganar un buen salario, si tienes un buen salario, podrás comprar un gran auto: si estas en tal grupo, es necesario que pienses de esta manera…).

No sucede a menudo que alguien quiera incitarnos a hacer milagros prematuros, pero no es nada raro que tomemos decisiones prematuras, que arreglemos de una vez por todas el problema de saber quiénes somos, puesto que encontramos engorroso, muy exigente eso de palpar, de examinar, de confrontarnos a nosotros mismos, de dejar emerger (surgir) nuestras aspiraciones profundas.

Jesús toma la opción de dejarse guiar por la Palabra de Dios, que dice aproximadamente lo siguiente: “Si usted quiere descubrir lo esencial, acepte de despojarse de lo accesorio: del poder, de las capacidades o potencialidades, del prestigio, de la consumación inmediata, y déjeme conducirlo de acuerdo al hilo sucesivo de los eventos y de su evolución interior”.

Tal cual es, nos dice Lucas, el consentimiento dado a Dios por Jesús en el momento de sus “tentaciones”.



REFLEXIÓN CENTRAL:

¿El diablo existe?

Es la pregunta que me hacía una de mis amigas en la veintena hace pocos días…Después de hablar un poco sobre la realidad de las posesiones diabólicas y los exorcismos, esa fue la pregunta concluyente: ¿acaso el diablo existe?   Como dice el Padre italiano Cantalamezza en uno de sus comentarios: «…el demonio, el satanismo y otros fenómenos del mismo género son en nuestros días muy actuales e inquietan fuertemente a nuestra sociedad. Nuestro mundo tecnológico e industrializado está impregnado de ocultismo, de espiritismo y así mismo abundan los magos, los brujos, los redactores de horóscopos, los vendedores de ilusiones, de amuletos, así como también pululan verdaderas sectas satánicas. Arrojado por la puerta, el diablo ha vuelto a entrar por la ventana. En otras palabras, cazado por la fe, él ha regresado gracias a la superstición”.

El episodio de las tentaciones de Jesús en el desierto que leemos este domingo, nos ayuda a ilustrarnos un poco sobre este tema. ¿Entonces, existe el demonio? ¿Es decir, la palabra DEMONIO hace referencia a una entidad personal, dotada de inteligencia y de voluntad, o se trata simplemente de un símbolo, de una manera de indicar la suma del mal moral en el mundo, del inconsciente colectivo, de la alienación colectiva, etc.?
Muchas personas, entre ellos los intelectuales, no creen en el demonio en el primer sentido de la palabra. Pero es necesario hacer notar que grandes escritores y pensadores, como Goethe, Dostoievski, han tomado en serio la existencia de Satán. Baudelaire, que no era ciertamente un santo, dijo en alguna ocasión que “la más bella de las artimañas del diablo es de persuadirte que él no existe”.

En los evangelios no puede considerarse como la prueba principal de la existencia del demonio los muchos episodios de liberación de personas posesas o poseídas, porque las creencias antiguas sobre el origen de ciertas enfermedades pueden haber influido en la interpretación de estos hechos. La prueba, es Jesús quien ha sido tentado en el desierto por el demonio. La prueba también es los numerosos santos que han luchado en su vida contra el príncipe de las tinieblas. Ellos no son “Don Quijotes” que han luchado contra molinos de viento. Eran al contrario hombres y mujeres concretos con una psicología muy sana.

Si tantas personas encuentran o ven absurdo creer en el demonio, es porque ellas se basan en los libros, es porque ellas pasan su vida en las bibliotecas o en sus oficinas, cuando no son los libros lo que interesan al demonio sino preferentemente las personas, y, sobre todo, precisamente, los santos. ¿Qué puede saber sobre Satán aquel que nunca ha sido confrontado con la realidad de Satán sino solamente con su idea, es decir, con las tradiciones culturales, religiosas, etnológicas (de raza) sobre Satán? Éste trata en general con mucha seguridad y superioridad este sujeto, considerándolo todo como “oscurantismo medieval”. Pero esto es una falsa seguridad. Sería como aquel que alardea “no tener miedo a los leones”, dando como prueba el hecho que él ha visto muchas pinturas y fotografías de leones, y nunca ha tenido miedo. De otro lado, es desde todo punto de vista normal y coherente que aquel que no cree en Dios no cree tampoco en el diablo.

¡Seria por lo mismo trágico y triste que una persona que no cree en Dios crea en el diablo! Sin embargo, la cosa, la más importante que la fe cristiana tiene para decirnos no es que el demonio existe, sino más bien que Cristo ha vencido el demonio. Cristo y el demonio no son para los cristianos dos príncipes iguales y contrarios, como en ciertas religiones dualistas. Jesús es el único Señor; Satán no es más que una creatura “que ha jugado mal y por tanto ha arruinado su destino”. Si algún poder se le ha conferido sobre los hombres, es para que los hombres tengan la posibilidad de escoger libremente un terreno (un campo) y también para “que ellos no se enorgullezcan” (cfr. 2 Corintios 12,7), creyéndose autosuficientes y creyendo no tener necesidad de redentor.  “El viejo Satán es un loco-dice el refrán de una canción góspel-, él ha disparado para destruir mi alma, pero él ha mal apuntado y ha destruido mi pecado”.
Con Cristo no tenemos nada que temer. Nada ni nadie puede hacernos mal, si nosotros no lo queremos. Después de la venida de Cristo, Satán es como un perro amarrado: él puede ladrar con todas sus fuerzas y tirar todo lo que quiera de su cuerda (o lazo de amarre) , pero si no nos acercamos a él, él no puede mordernos.

¡En el desierto, Jesús se ha liberado de Satán para liberarnos de Satán! Es la Buena Noticia con la cual comenzamos nuestra caminada de Cuaresma hacia la Pascua.



REFLEXIÓN 2

Cristo ha vivido lo que nosotros hemos vivido

SEGÚN la percepción popular, Jesús es visto en este relato como un héroe que se sustrae (rechaza) sin pensarlo dos veces a las solicitaciones del diablo. Pero tomándolo meramente así, nos perdemos lo esencial del relato: Jesús ha vivido toda la lista de nuestras tentaciones, y entonces a lo largo de toda su vida ha estado obligado a tomar cientos de decisiones (de opciones), como yo, como nosotros. Miremos más de cerca.
Jesús acaba de vivir el choque de una experiencia religiosa al momento de su bautismo en el Jordán. Él ha descubierto que es amado de una manera única por Dios, que Él tiene una misión especial. Entonces, ahora siente necesidad de aislarse para reflexionar, hacer examen. El evangelio habla de 40 días de ayuno en el desierto. El ayuno se explica dentro del contexto de preparación a una misión, la cifra 40 expresa en la antigüedad el tiempo necesario para la maduración de la vida y el desierto hace referencia a lo que ha debido vivir el pueblo judío cuando ha dejado Egipto para ir hacia la Tierra Prometida, sus tentaciones de volver atrás, sus dudas en la fe en Moisés y en Dios. A su manera, Jesús ha vivido todo esto.

Antes que nada, la palabra “diablo” para los griegos representa ese bastón o palo que se mete entre las ruedas para frenar el carruaje. Él representa entonces los obstáculos en una misión, y es por ello que se prefiere traducir la palabra por “deseos contrarios a la misión”.

Las tres tentaciones pueden resumirse así:
Si verdaderamente eres un hombre habitado por Dios, centra tu oración en tus necesidades físicas esenciales;
Reconoce tu necesidad de ser importante y entonces cede completamente a tu deseo de controlar todo y de ser célebre;
En fin, pídele a Dios ser como Él y así escapar al sufrimiento y a la muerte.

Nosotros conocemos la respuesta del evangelio basada en el Antiguo Testamento: el ser humano necesita mucho más que pan, él tiene necesidad de amar y de ser amado, y él tiene necesidad de buscar el sentido último de la vida; Dios solo es un absoluto, y entonces el ser humano debe permanecer libre en referencia a lo restante; nosotros no podemos controlar a Dios y obligarlo a evitarnos de ser humanos, en particular a enfrentarnos a nuestra muerte.

Todas las opciones de Jesús han sido en ese sentido.

Él ha vivido lo que nosotros vivimos.

¡La Buena Noticia! La fuerza que Él ha desarrollado a través de sus múltiples opciones, Él nos la pone a disposición hoy para que el difícil trabajo de vivir de nacimiento al ser humano renovado.

¿El secreto?  Basta simplemente con abrirse al Espíritu que habla ya en el interior profundo de nosotros.



OBJETIVO-VIDA DE LA SEMANA:

1.     En los momentos de desolación, me vuelvo con confianza hacia Jesús.

2.     Reservo momentos de silencio para profundizar en la Palabra de Dios que está en mi boca y mi corazón.

3.     Pido al Espíritu Santo ayudarme a discernir, entre mis deseos, aquellos que tienen como objetivo el bien de aquello que no son más que apariencia de bien.
4.     Doy gracias al Señor por invitarme a entrar en su Pascua.

5.  Referencio una forma de tentación que me aleja de Dios y de los demás. Oro al Señor para que venga a combatirla conmigo.

6. Pienso desde ya que puedo compartir materialmente con los más pobres durante la Campana de Compartir de Cuaresma.




ORACIÓN-MEDITACIÓN:

Señor, Tu que has asumido nuestra condición humana hasta el final;
Tú sabes que las tentaciones atraviesan nuestra vida:
Tentación de existir sin Dios
y de fabricarnos la felicidad solos;
Tentación de imponernos ante los otros, de dominarlos;
Tentación de buscar las alabanzas, las falsas glorias.
Pero Tú, Tú has vivido sin jamás pecar.
Tú te comportaste como un verdadero Hijo de Dios.
Tú nunca dudaste del Padre,
Tú has confiado en Él plenamente,
sabiendo que todo viene de Él y que es Fiel.
Tú te has apoyado en su Palabra y has sido fiel en su amor.

Hemos comenzado nuestro ascenso hacia  la Pascua,
te pedimos, quédate con nosotros, Señor.
Que este tiempo de Cuaresma sea para nosotros un tiempo de desierto.
Un tiempo de agradecimiento
hacia aquel de quien recibimos la VIDA.
Un tiempo para seguirte y descubrir que tu PALABRA
es el refugio y abrigo más seguro sobre nuestro camino.
Un tiempo para estar más cerca de ti Señor,
un tiempo para que descubramos de lo que somos capaces
como Hijos e Hijas de Dios
habitados como Tú por el Espíritu Santo.
Si, te pedimos, quédate con nosotros.
Enséñanos la confianza y el abandono en el Padre.
¡Entonces, en Pascua, tendremos el corazón abierto a tu alegría!




REFERENCIAS:

Pequeño Misal “Prions en Église”, edición quebequense, 2010-2013.

HÉTU, Jean-Luc. Les Options de Jésus.

http://mystereetvie.com

Reflexión de internet del padre Cantalamezza.


http://betania.es

7 de febrero del 2016: 5o Domingo del Tiempo Ordinario (C)

La dignidad de ser llamado

El señor es audaz en sus llamados. Invita a pescadores sencillos a que se conviertan en pescadores de hombres, mensajeros de la Buena Noticia. Él nos posibilita a todos participar en su OBRA DE SALVACION, con lo que somos y tenemos…




 LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS 5, 1-11

En aquel tiempo, la gente se agolpaba alrededor de Jesús para oír la Palabra de Dios, estando él a orillas del lago de Genesaret; y vio dos barcas que estaban junto a la orilla: los pescadores habían desembarcado y estaban lavando las redes. Subió a una de las barcas, la de Simón, y le pidió que le apartara un poco de tierra. Desde la barca, sentado, enseñaba a la gente. Cuando acabó de hablar, dijo a Simón:
-- Rema mar adentro y echad las redes para pescar.
Simón contestó:
-- Maestro, nos hemos pasado la noche bregando y no hemos cogido nada; pero, por tu palabra, echaré las redes.
Y, puestos a la obra, hicieron una redada de peces grande, que reventaba la red. Hicieron señas a los socios de la otra barca, para que vinieran a echarles una mano. Se acercaron ellos y llenaron las dos barcas, que casi se hundían. Al ver esto, Simón Pedro se arrojó a los pies de Jesús diciendo:
-- Apártate de mí, Señor, que soy un pecador.
Y es que el asombro se había apoderado de él y de los que estaban con él, al ver la redada de peces que habían cogido; y lo mismo pasaba a Santiago y Juan, hijos del Zebedeo, que eran compañeros de Simón:
-- No temas: desde ahora, serás pescador de hombres
Ellos sacaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, lo siguieron.
Palabra del Señor


A guisa de introducción:

Vocación, llamado…qué es eso?

¿Casi siempre se ha entendido erróneamente la palabra VOCACIÓN como un llamado exclusivamente a ser sacerdote, monja o a consagrarse en la vida religiosa, monástica o mística… Pocas veces se entiende que la VOCACIÓN es el llamado que Dios creador hace a su creatura (hombre-mujer), a todo ser humano a SER FELIZ…y cómo ser feliz? Acatando, escuchando su Palabra, haciendo su Voluntad.

Las tres lecturas de este domingo nos sugieren esta invitación que Dios hace a todos los seres humanos y a través de la confrontación ante lo divino, su experiencia particular de Isaías (primera lectura), Pablo (segunda lectura) y Pedro (evangelio) …vemos como cada quien responde y o reacciona de manera diferente. Isaías en primer lugar se siente maravillado, como encandilado y por tanto se siente indigno de ser testigo de tal prodigio divino presente a través de la visión que Dios le permite ver.

Pablo en la segunda lectura también se siente indigno, al tomar conciencia de su condición en el pasado de perseguidor y asesino de cristianos, pero siente también a través de su experiencia de fe y de apóstol que la gracia de Dios es suficiente, basta para cambiar cualquier perjuicio, pesimismo o parálisis ante el pecado.

Misma o parecida experiencia es la que vive Pedro en el evangelio: ante la pesca milagrosa suscitada por Jesús, ante el prodigio y poder de este predicador, él se siente pequeño, la grandeza de Dios lo hace sentir insignificante, indigno y pecador…Es la experiencia a la que debe acceder todo ser humano para acercarse con humildad a Dios.

Así pues, la misericordia (primera lectura), el perdón (experimentado por Pablo) y la grandeza de Dios (presente en el milagro del evangelio) nos deben empujar hacia la confianza en Dios.

Nuestro mundo, nuestra sociedad necesitan hoy más que nunca mostrarse confiados en Dios, en su Palabra y en todo lo que puede hacer por sus criaturas predilectas, por los seres humanos, nosotros sus hijos.

Dios ama a todos, nos llama a todos, nos invita a comunicar su amor, a compartir la alegría de seguirle, de servirle, de amarle…por ello mismo nuestro pecado, nuestra debilidad, nuestros defectos no pueden hacernos apartar de su amor, ni renunciar a su Gracia, a su misericordia, a su perdón que Él nos ofrece a cada instante. Esta misma condición pecadora presente en todos no puede enceguecernos o llevarnos a rechazar lo que Él siempre nos quiere ofrecer.

Que esta semana al ser conscientes de nuestra miseria, de nuestra distancia y lejanía en lo referente a la Palabra de Dios nos empujen por el contrario a comprometernos más con Dios, con su mensaje, con la misión de amor y de compasión a la cual nos invita a todos por los sacramentos, la liturgia y los signos fraternales de todos los días.



Aproximación psicológica al texto del evangelio:

Tiempo de sacudidas:


No es preciso pensar que Lucas nos habla hoy del primer encuentro entre Jesús y aquellos quienes llegarían a ser sus discípulos. Pero una cosa es segura, ésta relación está en sus comienzos, y Pedro y sus compañeros saben aún muy poco sobre Jesús.

En efecto, ¿qué saben ellos de Jesús? Que es galileo como ellos, que es contemporáneo de ellos (tiene su misma edad), que es carpintero de profesión y aprendiz de profeta itinerante por aspiración. En efecto, este hombre habla a las multitudes y les habla de las cosas de Dios.

Hasta aquí, nada hay que comprometa a Simón, nada hay de peligroso si él acepta que Jesús entre y se siente en su barca para observar y llegar mejor por su palabra a la multitud agolpada al bordo del lago. Mientras que Jesús hable a los demás y les hable de la religión, Simón no corre ningún riesgo. Él es pescador, él tiene trabajo, él tiene una función, una identidad a diferencia de todos esos ociosos que no tienen nada mejor que hacer sino escuchar un profeta ambulante quien les expone sus teorías sobre Dios.

Hasta aquí el universo mental de Simón conserva su coherencia: Jesús tiene su competencia, su vocación, quizás yo también, yo tengo la mía; él tiene sus asuntos y yo tengo los míos. Con la condición que respetemos nuestros campos de competencia respectivos, podemos coexistir bien, hacer buena convivencia y por lo mismo prestarnos mutuamente servicio ocasionalmente, como lo estoy haciendo en este momento de prestarle mi barca cuando yo no la utilizo…

Pero he aquí que Jesús no respeta las reglas del juego. Y todo se altera cuando Él decide intervenir plenamente en el campo de competencia de Simón. Que un ex carpintero decida comenzar a interesarse por la religión, vaya y venga. Pero que un carpintero que ha llegado a ser aprendiz de profeta se ponga a hablar de pescar y explicar a un profesional como lo es él de la pesca y decirle cómo hacer, entonces se entiende porque se forma un hueco en el universo mental de Simón, hasta acá coherente y firme. Es decir, Simón se siente desconcertado, sacudido, conmocionado. Es el momento de las sacudidas.

Simón reacciona bien, encaja en lo sugerido por Jesús.  Él podría responder que un aprendiz no tiene nada que enseñarle a un profesional que ha trabajado toda la noche, con colegas experimentados y un buen equipo. Él podría decir: dad a los profetas lo que es de los profetas, y dejad a los pescadores lo que les pertenece… Pero él obedece de buena gracia-al menos que no sea con la secreta esperanza de poner a Jesús ante la realidad: cuando no se puede no se puede.

Pero he aquí que es Jesús quien tiene la razón, y el universo mental de Simón continúa desmoronándose. Un poco como sus redes, él no está hecho para soportar un tal peso (o tal carga) y se hunde, tiene necesidad de ayuda, pues se encuentra sin equilibrio ante este hombre que interviene en su vida sin avisar.

Hay en toda vocación o llamado a la fe, sacudidas y o conmociones y maduraciones. Con seguridad, ha sido una sacudida la que ha vivido Simón aquel día, la que sin duda tendrá consecuencias para su vida de acá en adelante.

Este pasaje puede abrir otra pista de reflexión como prolongación de la que le precede. Estamos puestos en presencia de un hombre que vive un bloqueo, un fracaso. Acá, es en su vida profesional, pero también podría ser en su vida conyugal, en su búsqueda de sentido o dentro de toda otra experiencia que le preocupe.

Para desbloquear esta situación, Jesús invita a avanzar, a aventurarse en aguas profundas. El agua profunda, es todo aquello que puede engullirnos, es todo aquello que nos provoca angustia. Pero es al mismo tiempo el lugar de tesoros escondidos, de riquezas infinitas que no se pueden acabar y que nosotros no tenemos todavía como prospecto. Jesús parece decirle a Simón, «la salvación está  en lo profundo , déjate llevar, tus recursos y o posibilidades son infinitas, no dejes al desánimo o pesimismo relanzarte sobre los altos fondos estériles, afronta la angustia de lo desconocido y encontrarás. Tu equipaje o equipo es frágil y tu quizás necesitarás ayuda, pero tu soportarás y saldrás de tu esterilidad…



REFLEXIÓN CENTRAL:

"Confiando en tu Palabra echaré las redes"

Conocemos muy bien este relato de la pesca milagrosa. Los evangelios nos presentan dos versiones. Hoy nos es proclamada la versión de Lucas, cuando el suceso se produce al comienzo de la vida pública de Jesús y donde el papel de Pedro es confirmado: «en adelante tú serás pescador de hombres». El otro relato se encuentra en el evangelio de Juan (Jn 21,1-19) y se ubica después de la resurrección. Juan pone en evidencia también el rol de Pedro, pero Jesús no le dice que él llegará a ser pescador de hombres y lo invita preferiblemente a ser el pastor de sus ovejas.

A veces tenemos la impresión que Dios es mudo y que Él no se comunica con nosotros. Una mujer decía: «El buen Dios es como mi marido, Él es sordo y no escucha nunca lo que yo le digo. Es más, Él es mudo como mi psicólogo, Él no habla nunca y me deja contar mis historias».

De hecho, Dios nos escucha y nos habla. Él nos invita constantemente a poner en práctica su Palabra.

El evangelio de la pesca milagrosa empieza por una constatación de fracaso. Desanimado, Pedro se da cuenta que él y sus compañeros han trabajado en vano: «Maestro hemos trabajado toda la noche y no hemos pescado nada».

Nosotros conocemos bien este tipo de experiencias en nuestra vida: fracasos en nuestro matrimonio, en la educación de los hijos, en nuestra vida profesional, en las resoluciones o decisiones que tomamos y no realizamos…nadie está exento de estos fracasos penosos y humillantes.

Es la misma situación que se presenta en nuestra Iglesia que vive momentos de crisis y de reveses muy fuertes. Esta el escándalo de los sacerdotes pedófilos, la desaparición y venta de iglesias y o templos en Europa y América del Norte, la insuficiencia de sacerdotes y el envejecimiento de los que quedan, el alejamiento de los niños y jóvenes que no frecuentan más los sacramentos, los adultos que no practican más la religión y no asisten a la celebración litúrgica de la comunidad, etc.

A menudo, nos sentimos desanimados ante el poco entusiasmo de los cristianos para ofrecer los servicios comunitarios esenciales. Se tiene necesidad de benévolos o voluntarios, de personas que asesoren los sacerdotes en la administración eclesial, de catequistas y muy pocas personas responden a este llamado. Ante esta realidad, nos vemos tentados a desertar, a renunciar, a bajar los brazos.

La Palabra de Jesús hoy es una invitación a la confianza: «avanzad en aguas profundas y lanzad las redes …» Es ahora, en plena crisis, en medio de la tempestad, cuando Jesús nos invita junto con Pedro a avanzar en aguas profundas y a retomar el trabajo. Es el centro de nuestra página del evangelio. Fatigado, desalentado, sabiendo que uno no pesca mientras la luz de día esté presente, Pedro con todo confía en el Señor y acepta lanzar sus redes: «Maestro nos hemos fatigado toda la noche sin pescar nada, pero en tu Palabra echaré las redes».

Evidentemente, el relato de la pesca milagrosa no es un relato sobre la pesca sino más bien un relato sobre el poder de Cristo y de la fe.

El verdadero milagro no es que las redes se llenaran de pescados, sino que por la Palabra de Cristo Pedro haya aceptado confiar, avanzar en aguas profundas y recomenzar la pesca.

La pesca milagrosa es un suceso-signo que le permite a Simón Pedro de reconocer a Jesús y entrar en la fe.

La pesca milagrosa no es una situación permanente…En el mundo de hoy sabemos que las pescas milagrosas son raras. Las pescas milagrosas son raras porque las aguas están contaminadas, hay abuso en la pesca y los grandes bancos de peces están en vía de extinción…muchos que se dedican a la pesca destruyen los hábitats marinos con un desprecio trágico de la permanencia de la fuente o recurso.

La degradación de los medios marinos es unas de las tragedias de nuestro tiempo, y quizás haría falta que domingo a domingo hagamos una oración por la protección de los recursos marinos. En nuestro mundo, la cuestión ecológica esta siempre en el horizonte.

¿Acaso es diferente para la pesca de hombres (yo prefiero decir de seres humanos) en el sentido del evangelio?  Los primeros apóstoles, ciertamente han conocido pescas milagrosas que el libro de los Hechos de los Apóstoles embellecen un poco.  Pero Pablo, recordemos, fracasó en Atenas. Hará falta el largo trabajo de Justino y de los Padres Apologistas para penetrar las culturas griega y romana. Siglos de trabajo.

Nosotros estamos de nuevo en el tiempo de las pescas no milagrosas. La cultura ha cambiado. La sociedad de consumo ha mundializado el mercado y nos ha reducido a nuestro rol económico, saltando u omitiendo los valores de nuestra vida. Los Medios de comunicación atacan por todos lados la herencia cristiana y disuelven la fe cristiana en un magma de ciencia y de gnosis. Lo que confirma que la FE es despreciada y que aquello que la destruye o disminuye es exaltado.

Sera necesario por ello maldecir el mundo en el cual vivimos?
Por supuesto que no, por nada del mundo. No es el tiempo de la amargura y del resentimiento. No estamos en el tiempo de las pescas milagrosas, es verdad, lejos de eso, tampoco podemos hacernos la ilusión de pensar que Cristo nos ha prometido épocas o periodos siempre festivos. Es quizás y de manera preferible, el tiempo de la paciencia, el tiempo del hundimiento, el tiempo de la reconstrucción de los stocks, el tiempo de la esperanza, el tiempo de retomar las redes y de comprender mejor el origen de la fuente.

La simbología de la pesca corre el riesgo de ser despreciable si se considera a los seres humanos como peces o pescados que se capturan. Toda simbología tiene sus límites. En la tradición bíblica, el mar es un lugar peligroso, y sacar a los hombres del mar es donarles la vida, la libertad, la esperanza. No se trata de engatusar y atrapar los hombres y las mujeres de hoy en cualquier red. Se trata al contrario de ofrecer una tabla de salvación.

Simón-Pedro, Andrés, Santiago, Juan y los otros han hecho bien su trabajo. Hoy nos toca a nosotros de hacer bien el nuestro, y no es tan simple como el de ellos.



OBJETIVO-VIDA PARA LA SEMANA

-         Recuerdo un momento de encuentro con Dios en el cual sentí su presencia y doy gracias.

-         Profundizaré en un elemento de mi profesión de fe (Dios, Jesucristo, Espíritu Santo, resurrección, Iglesia, etc).



Oración-contemplación

Señor, Tú llamas a quien quieres a seguirte
para anunciar la Buena Nueva de salvación
y hacer a la humanidad más bella;
envíanos y tu alegría será nuestra alegría.

Tú pasas cuando quieres por nuestra vida
por tu Espíritu que hace todas las cosas nuevas;
que Él nos queme desde el interior para que nosotros seamos
apóstoles y adoradores según tu corazón.

Tú nos conduces donde quieres y Tú nos invitas
a soltar nuestras redes, a confiar en Ti,
día y noche, en buen tiempo, en mal tiempo ;
que el agua de tu misericordia inunde nuestra miseria.

Tú despliegas tu fuerza en el centro de nuestra debilidad,
sobre todo, cuando estamos en aguas profundas;
libéranos de los miedos que paralizan
y que nos impiden avanzar.

Te damos gracias por tu presencia,
Tú estás siempre adelante,
gracias por liberar en nuestras profundidades
un océano de amor y de paz.



REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS :

-         Pequeño misal « Prions en Église », edición quebequense, Novalis, 2013.

-         HÉTU, Jean-Luc. Les Options de Jésus.

         http://cursillos.ca


-         BEAUCHAMP, André. Comprendre la Parole. Homilias para el año C.

miércoles, 27 de enero de 2016

Homenaje a Carlos Benjumea


Segun wikipedia, Carlos Julio Benjumea Guevara, Nació el 27 de enero, un día como hoy, pero de 1941, se ha conocido en los medios de la televisión Colombiana como “El Gordo Benjumea”. Es un gran comediante, director de teatro, actor de cine, teatro y televisión fundador de la programadora Coestrellas.

Inicio su trayectoria artística haciendo teatro, fue reconocido luego en nuestro país por papeles humorísticos en películas que se desarrollaron en la época de los años 1970 y 1980 como ‘El taxista millonario’ o ‘El inmigrante latino’.

Más tarde se dedicaría a las telecomedias y el teatro. Benjumea es también copropietario de la empresa de televisión Coestrellas y fundó la compañía teatral La Casa del Gordo. Durante el presente siglo ha participado en películas como Perder es cuestión de método y en telenovelas como Hasta que la plata nos separe.

Sus hijos Ernesto, Paola y Marcela son también reconocidos actores de televisión y teatro.

Las primeras imágenes que tengo en mi mente del “gordo” Benjumea corresponden a las series de los 70s “Los Pérez somos así” y “Yo tu”, tendría yo entre 6 y 7 años, cuando lo veía en el primer televisor SHARP, que mi padre había comprado.
Recuerdo que también lo veía en cortos de películas criollas de las cuales se hacía publicidad en la época como “El taxista millonario” o “esposos en vacaciones”…

Pero tal vez el papel que personalmente recuerdo con mucho cariño de Carlos Benjumea es el de “Don Camilo”, el cura creado por el portugués Giovanni Guareschi y adaptado en la tv colombiana en una serie semanal en 1988.

Inolvidable también es Benjumea al lado de Pacheco, animando aquel programa de variedades de los sábados, llamado precisamente “sabariedades” en 1982.

Feliz aniversario de vida en este día para Don Carlos, que al parecer desde hace unos años para acá ya no es el “gordo”.

Algunos medios o fuentes como Wikipedia lo datan nacido en 1941 (o sea, hoy cumpliría 75 significativos años) kienyke.com, dice que en 1949, tenía él 5 años, o sea había nacido en 1944? El país de Cali data su nacimiento en 1943.

Acá les dejo algunos enlaces donde pueden ampliar más información sobre este querido y emblemático actor colombiano:







lunes, 25 de enero de 2016

31 de enero del 2016: 4o Domingo del Tiempo Ordinario

Jesús incomoda todavía?
Hoy como ayer, Jesús se sale de las categorías en las cuales uno querría encuadrarlo.
Para entender bien la Palabra de Dios, es necesario aceptar dejarse incomodar por ella. Hace falta abrir su corazón y acoger el amor que viene de Dios mismo. “Si me falta el amor, no me sirve de nada”, dirá San Pablo.


Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo Según San Lucas 4, 21-30

Y empezó a decirles: «Hoy les llegan noticias de cómo se cumplen estas palabras proféticas.»
22.Todos lo aprobaban y se quedaban maravillados, mientras esta proclamación de la gracia de Dios salía de sus labios. Y decían: «¡Pensar que es el hijo de José!»
23.Jesús les dijo: «Seguramente ustedes me van a recordar el dicho: Médico, cúrate a ti mismo. Realiza también aquí, en tu patria, lo que nos cuentan que hiciste en Cafarnaún.»
24.Y Jesús añadió: «Ningún profeta es bien recibido en su patria.
25.En verdad les digo que había muchas viudas en Israel en tiempos de Elías, cuando el cielo retuvo la lluvia durante tres años y medio y un gran hambre asoló a todo el país.
26.Sin embargo Elías no fue enviado a ninguna de ellas, sino a una mujer de Sarepta, en tierras de Sidón.
27.También había muchos leprosos en Israel en tiempos del profeta Eliseo, y ninguno de ellos fue curado, sino Naamán, el sirio.»
28.Todos en la sinagoga se indignaron al escuchar estas palabras;
29.se levantaron y lo empujaron fuera del pueblo, llevándolo hacia un barranco del cerro sobre el que está construido el pueblo, con intención de arrojarlo desde allí.
30.Pero Jesús pasó por medio de ellos y siguió su camino.



A guisa de introducción:

Permanecer en las filas de la familia o desafiliarse de ella siendo profeta

Dice un dicho que «no hay más peor enemigo que el familiar». Simone de Beauvoir dijo que “la familia es un nido de perversiones”… La familia como elemento positivo o beneficioso en la vida de todo ser humano es indiscutible, pero es verdad que muchas veces, ella se constituye en un impedimento o bloqueo para la realización personal, afectiva y cristianamente efectiva de hombres y mujeres.

Jesús lo sabía y lo que dice hoy en la sinagoga de Nazaret incomoda primeramente a sus cercanos, a sus amigos, vecinos y familiares. ¿Pero particularmente qué es lo que choca a sus coparroquianos? Cuál es la expresión entre los 5 versículos del profeta Isaías (que preceden este texto), que lee Jesús y que leemos, les afecta propiamente? Los exegetas dicen que este texto puede estar refiriéndose a dos momentos distintos de Jesús en la Sinagoga, es decir, en un primer momento, Jesús fue escuchado y admirado por lo que predicó y en un segundo momento su intervención en el lugar de la asamblea judía, fue problemático, conflictivo puesto que despertó la ira y sentimientos negativos de sus paisanos hacia Él.

Al interior de la Iglesia vemos el fenómeno de los predicadores, sacerdotes que son admirados y queridos cuando se dedican a decir lo que la gente quiere oír: homilías light que son condescendientes con el ambiente de injusticia, violencia, pecado y muerte presentes en la comunidad. Por el contrario, diariamente sabemos de la persecución, critica y desprecio que suscitan misioneros y sacerdotes que comienzan a recordar lo esencial de la Biblia, del Evangelio y la fe católica; y así sujetos como la existencia del infierno, la defensa de la vida en todas sus formas y la defensa de la moral no quieren ser oídos ni mucho menos acatados.

Jesús se presenta como un profeta personal, audaz, en nombre de Dios.

El profeta es un “perturbador”, incomoda, denuncia ciertas situaciones, un poco como un médico que cuestiona ciertos hábitos contrarios a la higiene, y se muestra  convencido del respeto que le debe a su cliente, como profeta.

Aquel que ama a los otros desde el fondo de su corazón, puede permitirse incomodar ciertas costumbres o actos. Es así, como entre amigos se pueden decir ciertas verdades; así ocurre entre los enamorados, uno puede escucharse y hablarse francamente.

El profeta encuentra obstáculos: el mundo de la tranquilidad y del confort, el mundo del poder, del interés y del facilismo.

El profeta es un testigo, que no debe mirar hacia atrás sino hacia adelante y se preocupa y ocupa por los que no tienen poder; por quienes difícilmente se hacen escuchar en la sociedad. El profeta ejerce su papel o rol no importa dónde: en los medios hospitalarios, actuando con su presencia y recordando la atención de las personas enfermas; en las escuelas el profeta respeta a las personas (educadores , estudiantes, padres de familia…) haciendo favorable un clima humano de comprensión y diálogo ; en la calle actúa con cortesía con las personas mayores, con las personas que tienen limitaciones tanto físicas como mentales, actúa con honestidad siempre…

En las actividades recreativas, en el deporte, el profeta recuerda la prioridad de los jóvenes talentos locales; en el medio municipal, opta por las legislaciones y reglamentos que no afecte a los más pequeños; en la iglesia, desea la participación de todo el mundo sin excepción, sin perjuicio de las condiciones de cada persona.

Fe, oración y apertura; antes de hablar al mundo, el profeta deja a Dios hablarle de su trabajo divino por el mundo y él habla a Dios de los humanos y de sus necesidades. El profeta se basa en su fe en Dios para una apertura al mundo.



Aproximación psicológica y política al texto del evangelio:

El amor es para todo el mundo:

Los 5 versículos que preceden, nos enseñan que Jesús regresa a su pueblo y como es su costumbre, asiste a la sinagoga parroquial, donde hace la lectura del profeta Isaías 61, 1-2. Después pronuncia la homilía.

Si se siguen las traducciones corrientes, es difícil comprender lo que pasó entre Jesús y sus parroquianos; ellos muestran admiración por Jesús, pero Él les provoca con agresividad, sin motivo aparente, lo que desencadena una reacción violenta de su parte.
Hay un exegeta que revela un detalle importante en la escena, que pasa desapercibido pero que sería la clave del enigma:
17.y le pasaron el libro del profeta Isaías. Jesús desenrolló el libro y encontró el pasaje donde estaba escrito:
(18.El Espíritu del Señor está sobre mí. El me ha ungido para llevar buenas nuevas a los pobres, para anunciar la libertad a los cautivos, y a los ciegos que pronto van a ver, para despedir libres a los oprimidos
19.y proclamar el año de gracia del Señor.
20.Jesús entonces enrolló el libro, lo devolvió al ayudante y se sentó, mientras todos los presentes tenían los ojos fijos en él).

Y esto lo que le echa gasolina al fuego. Se trata de estas palabras: ( 1.¡El Espíritu del Señor Yavé está sobre mí! sepan que Yavé me ha ungido. Me ha enviado con un buen mensaje para los humildes, para sanar los corazones heridos, para anunciar a los desterrados su liberación, y a los presos su vuelta a la luz.
2.Para publicar un año feliz lleno de los favores de Yavé,( y el día del desquite (venganza, revancha de nuestro Dios.)  (Isaías 61,2).

Censurar la Biblia cuando habla de punición de los malvados, es borrar la frontera clara entre los buenos y los malos, y nadie, ni el mismo Jesús,  tenía derecho de hacer algo parecido.

En el Nuevo Testamento, los verbos “dar testimonio” y “sorprenderse” son empleados a veces de manera positiva, a veces de manera negativa, y será legitimo traducir aquí, cerca al contexto: “Todos daban testimonio contra Jesús” (es decir, nadie toleraba, se tragaba lo que Jesús acababa de hacer) , y ellos se admiraban de lo que acababa de decir respecto a la gracia” (es decir, ellos estaban escandalizados de que anunciara la gracia para todos, sin hablar de la condenación de los malos).

Si se hace abstracción del versículo 23 («Seguramente ustedes me van a recordar el dicho: Médico, cúrate a ti mismo. Realiza también aquí, en tu patria, lo que nos cuentan que hiciste en Cafarnaúm.») que podría tener referencia con lo que sigue a este episodio (4,31-41), todo llega a aclararse:  Jesús siente fuertemente la hostilidad de sus auditores, pero sin responder a la provocación, Él les recuerda dos hechos bíblicos demostrando que no solamente los “malvados” (es decir, los no judíos) no son castigados, pero que efectivamente, en el sentido del texto que acaba de leer, ellos tienen parte en la misericordia de Dios. Situados ante tales evidencias, los auditores se enfurecen, y antes que cambiar de idea, deciden hacer desaparecer aquel que les incomoda y perturba.

Esta “censura” de la Biblia hecha por Jesús se encuentra en otra parte del evangelio. En Mateo 11,2-6, respondiendo a los enviados de Juan, Jesús cita 3 pasajes de Isaías donde cada vez se trata de un asunto de venganza o de condenación, y en cada uno de esos 3 pasajes Jesús ignora sistemáticamente estas palabras de venganza o de condenación para retener solamente las palabras de misericordia y de liberación. Más, aun, Jesús, al hacer esto, es consciente del reajuste que obliga hacer a sus interlocutores y se empeña en agregar: “Feliz, bienaventurado aquel que no caerá por mi causa”, que podría traducirse así:  “Yo espero que no se bloqueen por esto, que ustedes serán capaces de reajustarse a partir de la iluminación nueva que yo propongo…”

No porque Dios ame a otros, ustedes deben sentirse menos amados. El amor de Dios es para todo el mundo. Y si ustedes no tuvieran siempre necesidad de sentirse buenos ustedes no tendrían más necesidad de encontrar siempre “malvados” alrededor de ustedes.




Reflexión Central:

No empujar o arrojar Dios fuera…

Al leer el texto de hoy, nos sentimos tentados a condenar la gente de Nazaret y la clase política y religiosa de Jerusalén, a la vez que nos felicitamos, nosotros los cristianos, por aceptar a Dios con los brazos abiertos, de estar del buen lado!

Dejemos que la Palabra de Dios penetre hasta el fondo de nuestro corazón y permitámosle al Señor acompañarnos a lo largo de toda nuestra vida. No lo empujemos “fuera del pueblo!”

Sin embargo, si somos sinceros, debemos admitir que muy a menudo rechazamos a Dios «lo empujamos fuera » de nuestras familias, de nuestras casas, de nuestras empresas, de nuestras decisiones importantes. Vamos a visitarlo durante una horita el domingo y enseguida lo dejamos en el tabernáculo, impidiéndole el acceso a nuestra vida de todos los días. Separación de la Iglesia y del Estado obliga! Pero Cristo nos pide ser cristianos 24 horas sobre 24 horas y 7 sobre 7 días.

La casa familiar debe ser para nosotros una “iglesia domestica”, un lugar, donde la fe y los valores cristianos se transmiten de generación en generación.

Un buen número de jóvenes y niños no frecuentan más las celebraciones dominicales y las otras actividades de la comunidad cristiana. Sin embargo por nuestra manera de actuar, de vivir y de hablar, por las oraciones que elevemos en familia, por los cuadros decorativos y los objetos que embellecen nuestra casa, los niños deben darse cuenta que nosotros somos cristianos (católicos). Ellos deben encontrar en su casa un ambiente de fe, de esperanza y de caridad.

El mundo de hoy, con seguridad, no es más el universo cristiano que conocieron nuestros padres y abuelos y nosotros debemos vivir en la sociedad pluralista actual. Religiones diversas han hecho su aparición a través la inmigración y las nuevas ideologías se encuentran sobre la plaza pública.

En este mundo pluridimensional, debemos permitir a aquellos que piensan diferentemente de nosotros, vivir en paz y actuar según sus convicciones. Pero esto no quiere decir que debamos abandonar nuestras propias creencias, convicciones y tradiciones religiosas.

Si por ejemplo, un no-cristiano no desea utilizar la palabra “navidad” en sus cartas de fiesta o de deseos, es su derecho, ya que la fiesta del nacimiento de Jesús no tiene resonancia para él. Pero esto no nos obliga hacer desaparecer todo lo que tiene referencia a nuestra fiesta cristiana, a vaciarla de su contenido religioso.

Ciertos grupos (sobre todo en Europa, Canadá y los llamados estados laicos) creen que la religión no tiene su plaza o lugar en el dominio público. Ellos quisieran que nosotros los cristianos profesáramos una “fe de sacristía”.

Cristo nos recuerda constantemente que nuestros valores deben influir en todo lo que nosotros somos y en todo lo que hacemos. Hemos de evitar “arrojar” a Dios fuera “de nuestros pueblos (ciudades)”, de nuestras actividades, de nuestras empresas. Es justamente en el pueblo (“en la ciudad”) que debemos vivir los valores de paz, de fraternidad, de perdón, de apertura a los demás, de compartir, etc. Cuántos bautizados, por su silencio y su indiferencia, empujan a Jesús “fuera de la ciudad” con el fin de acomodarse a la moda y modos de la época?

El Evangelio de hoy nos provoca y quiere hacernos salir de la torpeza y de la indiferencia. Bautizados desde hace tiempo, nosotros estamos acostumbrados a vivir una fe tranquila y poco comprometida. Con la gente de Nazaret, Cristo nos congrega, nos reúna hoy en el centro mismo de nuestra existencia, y Él nos invita a dejarlo actuar en nuestra cotidianidad “para que tengamos la vida en abundancia” (Juan 10,10).

Dejemos la Palabra de Dios penetrar hasta el fondo de nuestro corazón y permitámosle al Señor acompañarnos a lo largo de toda nuestra vida. No lo empujemos “fuera de nuestra ciudad”.




ORACIÓN-MEDITACIÓN

Señor,
no se puede verdaderamente decir
que tu misión en Nazaret fue un suceso.
Tú has incomodado, sacudido los tuyos
proclamando la salvación para todos.
Y ellos no han visto en Ti más que un profeta perturbador.
Tan perturbador que ellos han sido incapaces
De acoger la novedad de tu Palabra
Y todo lo bello y bueno que tu venias a anunciarles.

Dos mil años mas tarde, nada ha cambiado.
Todavía hay gente que te acoge, cierto,
Pero hay otros que te rechazan.
Tu discurso incomoda y sacude siempre.
Él incomoda tanto que nosotros mismos,
Que nos decimos creyentes, estamos a veces tentados
hacernos los de la oreja sorda…
para no escuchar lo que nos forzaría a cambiar.

Señor enséñanos a acogerte mejor,
Mismo cuando tú nos obligas a cuestionarnos.
Líbranos de creernos mejor que los otros
Y  de excluir aquellos que no piensan como nosotros.
Posibilítanos siempre creer en tu Buena Noticia
Y nunca jamás perder de vista sobre todo
Que ella se realiza, se cumple todavía hoy para nosotros .



REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS


Biblia latinoamericana online


HÉTU, Jean-Luc. Les Options de Jésus



Pequeño misal « Prions en Eglise », edición quebequense, Novalis, 2013

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