jueves, 21 de noviembre de 2019

22 de noviembre del 2019 viernes de la 33a semana del TO o Santa Cecilia



(Lucas 19, 45-48) Jesús prepara el lugar. Él toma el espacio del templo. Voy yo a arreglarle el espacio, el lugar que le corresponde en mi vida? Voy yo a dejarme invadir por la alegría de Dios que viene a sacudir mi pequeña comodidad y mis ideas ya hechas?




Primera lectura
Lectura del primer libro de los Macabeos (4,36-37.52-59):

En aquellos días, Judas y sus hermanos propusieron: «Ahora que tenemos derrotado al enemigo, subamos a purificar y consagrar el templo.»
Se reunió toda la tropa, y subieron al monte Sión. El año ciento cuarenta y ocho, el día veinticinco del mes noveno, que es el de Casleu, madrugaron para ofrecer un sacrificio, según la ley, en el nuevo altar de los holocaustos recién construido. En el aniversario del día en que lo habían profanado los paganos, lo volvieron a consagrar, cantando himnos y tocando cítaras, laúdes y platillos. Todo el pueblo se postró en tierra, adorando y alabando a Dios, que les había dado éxito. Durante ocho días, celebraron la consagración, ofreciendo con júbilo holocaustos y sacrificios de comunión y de alabanza. Decoraron la fachada del templo con coronas de oro y rodelas. Consagraron también el portal y las dependencias, poniéndoles puertas. El pueblo entero celebró una gran fiesta, que canceló la afrenta de los paganos. Judas, con sus hermanos y toda la asamblea de Israel, determinó que se conmemorara anualmente la nueva consagración del altar, con solemnes festejos, durante ocho días, a partir del veinticinco del mes de Casleu.

Palabra de Dios


Salmo
1Cro 29,10.11abc.11d-12a.12bed

R/.
 Alabamos, Señor, tu nombre glorioso

Bendito eres, Señor, Dios de nuestro padre Israel,
por los siglos de los siglos. R/.

Tuyos son, Señor, la grandeza y el poder,
la gloria, el esplendor, la majestad,
porque tuyo es cuanto hay en cielo y tierra. R/.

Tú eres rey y soberano de todo.
De ti viene la riqueza y la gloria. R/.

Tú eres Señor del universo,
en tu mano está el poder y la fuerza,
tú engrandeces y confortas a todos. R
/.


Lectura del santo evangelio según san Lucas (19,45-48):

En aquel tiempo, entró Jesús en el templo y se puso a echar a los vendedores, diciéndoles: «Escrito está: "Mi casa es casa de oración"; pero vosotros la habéis convertido en una "cueva de bandidos."»
Todos los días enseñaba en el templo. Los sumos sacerdotes, los escribas y los notables del pueblo intentaban quitarlo de en medio; pero se dieron cuenta de que no podían hacer nada, porque el pueblo entero estaba pendiente de sus labios.

Palabra del Señor


/////

La luz brilla de nuevo

En la primera lectura, vemos cómo el estado y o situación del Templo llena de tristeza a Judas Macabeo y sus hombres. Ellos manifiestan su duelo a través de los gestos  habituales propios de ésta época y suplican a Dios. Después Judas hace purificar aquello que ha sido profanado y ensuciado y hace erigir un nuevo altar sobre el cual es ofrecido un sacrificio de acción de gracias a Dios. Después de esta día, cada año, los judíos recuerdan la consagración de este altar y el restablecimiento del culto en el Templo…

Jesús, aguafiestas!

En el Evangelio vemos cómo la organización del culto  y los sacrificios suponían la presencia de comerciantes y vendedores de animales en el Templo. A los ojos de Jesús, estos ocupan demasiado espacio, disminuyendo el valor de la oración y el encuentro con Dios. Al expulsarlos, Jesús cruza la línea del no regreso. Para los autoridades del templo, esto es una provocación. Todos los actores de la condenación de Jesús, y que forman el consejo superior, entran en escena y reaccionan ante la autoridad de Jesús. Sin lugar a dudas, aquel día Jesús selló su condena a muerte.
En conclusión, Jesús obedece a la Voluntad de su Padre, sabiendo que su obediencia lo llevará a la cruz. Convencido de que su Padre está presente en él, tiene el coraje de confrontar a las autoridades más importantes para purificar el templo y le devolverá su santidad, un santuario consagrado a la oración en la comunión con Dios. Cristo abre este lugar privilegiado a toda persona, sin ninguna segregación. El amor universal de Dios acoge a todos los pueblos.
¡¡¡¡¡
Jesús arrojó del Tempo a los comerciantes. --- Es para nosotros un buen momento para preguntarnos: ¿Qué es lo que el Señor tiene que arrojar fuera de nosotros para llegar a ser mejores cristianos?  ¿Qué obstáculos encontramos en el camino que nos llevaría más cerca de Dios en la vida de cada día? Lo que realmente nos importa a los cristianos es que estemos adheridos espiritualmente al Señor y cercanos a la gente que nos ha confiado. Entonces podemos darle culto con toda nuestra vida.

Oración

Oh Dios y Padre nuestro:       
Con frecuencia convertimos nuestros corazones
en casas de orgullo y avaricia
más que en hogares de amor y de bondad,
donde tú puedes sentirte a gusto, como en tu casa.
Destruye el templo del pecado en nosotros,
arroja toda clase de mal de nuestros corazones,
y haznos piedras vivas de una comunidad
en la que pueda vivir y reinar
tu Hijo Jesucristo, Señor nuestro
que vive y reina por los siglos de los siglos.






domingo, 17 de noviembre de 2019

18 de noviembre del 2019: lunes de la 33a semana del TO



(Lucas 18, 35-43) Hoy le doy gracias al Señor por todas las veces en que me ha ayudado a ver más claro en mi vida!


Primera lectura
Lectura del primer libro de los Macabeos (1,10-15.41-43.54-57.62-64):

En aquellos días, brotó un vástago perverso: Antíoco Epifanes, hijo del rey Antíoco. Había estado en Roma como rehén, y subió al trono el año ciento treinta y siete de la era seléucida.
Por entonces hubo unos israelitas apóstatas que convencieron a muchos: «¡Vamos a hacer un pacto con las naciones vecinas, pues, desde que nos hemos aislado, nos han venido muchas desgracias!»
Gustó la propuesta, y algunos del pueblo se decidieron a ir al rey. El rey los autorizó a adoptar las costumbres paganas, y entonces, acomodándose a los usos paganos, construyeron un gimnasio en Jerusalén; disimularon la circuncisión, apostataron de la alianza santa, emparentaron con los paganos y se vendieron para hacer el mal. El rey Antíoco decretó la unidad nacional para todos los súbditos de su imperio, obligando a cada uno a abandonar su legislación particular. Todas las naciones acataron la orden del rey, e incluso muchos israelitas adoptaron la religión oficial: ofrecieron sacrificios a los ídolos y profanaron el Sábado. El día quince del mes de Casleu del año ciento cuarenta y cinco, el rey mandó poner sobre el altar un ara sacrílega, y fueron poniendo aras por todas las poblaciones judías del contorno; quemaban incienso ante las puertas de las casas y en las plazas; los libros de la Ley que encontraban, los rasgaban y echaban al fuego, al que le encontraban en casa un libro de la alianza y al que vivía de acuerdo con la Ley, lo ajusticiaban, según el decreto real. Pero hubo muchos israelitas que resistieron, haciendo el firme propósito de no comer alimentos impuros; prefirieron la muerte antes que contaminarse con aquellos alimentos y profanar la alianza santa. Y murieron. Una cólera terrible se abatió sobre Israel.

Palabra de Dios


Salmo
Sal 118,53.61.134.150.155.158

R/.
 Dame vida, Señor, para que observe tus decretos

Sentí indignación ante los malvados,
que abandonan tu voluntad. R/.

Los lazos de los malvados me envuelven,
pero no olvido tu voluntad. R/.

Líbrame de la opresión de los hombres,
y guardaré tus decretos. R/.

Ya se acercan mis inicuos perseguidores,
están lejos de tu voluntad. R/.

La justicia está lejos de los malvados
que no buscan tus leyes. R/.

Viendo a los renegados, sentía asco,
porque no guardan tus mandatos
R/.


Lectura del santo evangelio según san Lucas (18, 35-43):

En aquel tiempo, cuando se acercaba Jesús a Jericó, había un ciego sentado al borde del camino, pidiendo limosna.
Al oír que pasaba gente, preguntaba qué era aquello; y le explicaron: «Pasa Jesús Nazareno.»
Entonces gritó: «¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mí!»
Los que iban delante le regañaban para que se callara, pero él gritaba más fuerte: «¡Hijo de David, ten compasión de mí!»
Jesús se paró y mandó que se lo trajeran.
Cuando estuvo cerca, le preguntó: «¿Qué quieres que haga por ti?»
Él dijo: «Señor, que vea otra vez.»
Jesús le contestó: «Recobra la vista, tu fe te ha curado.»
En seguida recobró la vista y lo siguió glorificando a Dios. Y todo el pueblo, al ver esto, alababa a Dios.

Palabra del Señor

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Por qué leer el primer libro de los Macabeos?

Quizás uno de los libros más desconocidos para nosotros cristianos no muy versados en las Sagradas Escrituras es este de los Macabeos en su doble presentación.
El primer libro de los Macabeos cubre un periodo que va alrededor de los años 175 a 134 A.C. Cuenta la historia de la gran revolución del pueblo judío contra la política de los reyes seleúcidas que reinaron en Antioquia de Siria.
El Imperio seléucida (312-63 a. C.) fue un imperio helenístico, es decir, un estado sucesor del Imperio de Alejandro Magno. El Imperio seléucida se centraba en Oriente Próximo, y en el apogeo de su poder incluía Anatolia central, el LevanteMesopotamiaPersia, la actual TurkmenistánPamir y algunas zonas de Pakistán. Fue un centro de cultura helenística donde se mantenía la preeminencia de las costumbres griegas y donde una élite macedonia grecoparlante dominaba las áreas urbanas234​ La población griega de las ciudades que formaba la élite dominante fue reforzada por la inmigración desde Grecia.2 (wikipedia.org)

Siglos después del exilio, vemos a Dios actuar siempre en medio de su pueblo. Él viene en su ayuda, como lo ha hecho siempre a lo largo de la historia de Israel.
El autor del libro es desconocido. Este libro probablemente data de la primera mitad del siglo I A.C.
El libro nos dice cómo comportarse en calidad de creyente en una sociedad totalitaria que practica la injusticia. El Libro de los Macabeos muestra cómo los judíos reaccionan dentro de esta situación. Nos cuenta cómo los creyentes se organizaron para negarse a entrar en el molde del pensamiento único e impuesto.
La perícopa que leemos hoy en particular nos hace interrogarnos: qué comportamiento adoptar cuando la fe está en conflicto con quienes dominan? Aquí, vemos a numerosos judíos que se dejan atraer por la costumbre expandida y general de la cultura griega, corriendo el riesgo de perder su propia cultura y la alianza con Dios…
Entonces qué hacer? traicionar o morir?
El Rey Antíoco quiere hacer de su imperio un solo pueblo con una sola religión. El derecho a ser diferente o particular no es ya posible. Él prohíbe el culto del Dios único de los Israelitas y les obliga a sacrificar a los ídolos y persigue a quienes quieren permanecer fieles. Aquellos que se niegan a traicionar su fe son puestos ante una elección radical: la huida o la muerte. Hoy, ciertos creyentes se ven enfrentados a tomar una opción semejante a causa de un régimen político o religioso que no les reconoce la libertad de pensamiento o de consciencia.


En el Evangelio, ver a  Jesús de paso,  es suficiente para provocar el deseo de verlo. Él toma la iniciativa del encuentro. Él, el Mesías esperado permite a cada uno expresar  sus aspiraciones profundas, como sucede con el ciego de hoy a quien se le impedía hablar. Él se hace invitar y el encuentro es fuente de alegría.


Oración

Oh Dios, Padre todopoderoso:
Cada uno de nosotros podría también decir:
“Señor, que vea de nuevo, porque estoy ciego 
al amor que me muestras en la gente que me rodea.
Que vea de nuevo,
porque estoy ciego a tu bondad y belleza
que me revelas en tu creación
y en los acontecimientos de la vida.”
Que nosotros también oigamos de los labios de tu Hijo:
“Tu fe te ha salvado.”
Te lo pedimos por el mismo Jesucristo, nuestro Señor.   
(ciudadredonda.org)

viernes, 15 de noviembre de 2019

15 de noviembre del 2019: viernes de la 32a semana del TO o San Alberto Magno


El santoral de la Iglesia, nos propone hoy que contemplemos la vida, obra y santidad de un hombre sabio, de un Obispo y Doctor de la Iglesia: San Alberto Magno, perteneciente a la orden dominica, fue maestro de Santo Tomás de Aquino y es llamado patrono de los científicos. Nos encomendamos hoy a su intercesión, él que supo discernir la sabiduría proveniente de Dios y que fue fiel, que él ruegue por nosotros.



Primera lectura
Lectura del libro de la Sabiduría (13,1-9):

Eran naturalmente vanos todos los hombres que ignoraban a Dios y fueron incapaces de conocer al que es, partiendo de las cosas buenas que están a la vista, y no reconocieron al Artífice, fijándose en sus obras, sino que tuvieron por dioses al fuego, al viento, al aire leve, a las órbitas astrales, al agua impetuosa, a las lumbreras celestes, regidoras del mundo. Si, fascinados por su hermosura, los creyeron dioses, sepan cuánto los aventaja su Dueño, pues los creó el autor de la belleza; y si los asombró su poder y actividad, calculen cuánto más poderoso es quien los hizo; pues, por la magnitud y belleza de las criaturas, se descubre por analogía el que les dio el ser. Con todo, a éstos poco se les puede echar en cara, pues tal vez andan extraviados, buscando a Dios y queriéndolo encontrar; en efecto, dan vueltas a sus obras, las exploran, y su apariencia los subyuga, porque es bello lo que ven. Pero ni siquiera éstos son perdonables, porque, si lograron saber tanto que fueron capaces de averiguar el principio del cosmos, ¿cómo no encontraron antes a su Dueño?

Palabra de Dios



Salmo
Sal 18,2-3.4-5

R/. El cielo proclama la gloria de Dios

El cielo proclama la gloria de Dios,
el firmamento pregona la obra de sus manos
el día al día le pasa el mensaje,
la noche a la noche se lo susurra. R/.

Sin que hablen, sin que pronuncien,
sin que resuene su voz,
a toda la tierra alcanza su pregón
y hasta los limites del orbe su lenguaje. R/.




Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Lucas (17,26-37):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Como sucedió en los días de Noé, así será también en los días del Hijo del hombre: comían, bebían y se casaban, hasta el día que Noé entró en el arca; entonces llegó el diluvio y acabó con todos. Lo mismo sucedió en tiempos de Lot: comían, bebían, compraban, vendían, sembraban, construían; pero el día que Lot salió de Sodoma, llovió fuego y azufre del cielo y acabó con todos. Así sucederá el día que se manifieste el Hijo del hombre. Aquel día, si uno está en la azotea y tiene sus cosas en casa, que no baje por ellas; si uno está en el campo, que no vuelva. Acordaos de la mujer de Lot. El que pretenda guardarse su vida la perderá; y el que la pierda la recobrará. Os digo esto: aquella noche estarán dos en una cama: a uno se lo llevarán y al otro lo dejarán; estarán dos moliendo juntas: a una se la llevarán y a la otra la dejarán.»
Ellos le preguntaron: «¿Dónde, Señor?»
Él contestó: «Donde se reúnen los buitres, allí está el cuerpo.»

Palabra del Señor


********


Admirar las maravillas de la naturaleza, sin reconocer al autor (Dios, Señor), ¡es ser miope!  Aquellos que toman por dioses a los astros, al fuego, al aire y al viento, están errados.


El autor del libro de la Sabiduría designa a aquellos que, en su época, creían en las mitologías griegas o egipcias. Todavía hoy, algunos ponen su confianza en las predicciones de los astrólogos, en lugar de apoyarse en el Señor.
En el Evangelio, Jesús nos habla de la aparición del Reino de Dios, del que se afirma “él pasó por aquí”, “él volverá a pasar por allá” …pero ¿cuándo y dónde vendrá éste reino que Jesús no cesa de anunciar? Él está germinando y al mismo tiempo él será repentino e imprevisible. Es en la cotidianidad que se vive la espera activa del Reino. Su llegada sacará a la luz aquello que cada uno ha escogido como esencial en su vida. Como Noé (Génesis 6) y Lot (Génesis 19), estemos listos, no para que el cielo caiga sobre nosotros, sino para que cada día de nuestra vida sea un camino hacia el Reino.

Aprendamos hoy de la sabiduría, anclada y enraizada en el Espíritu Santo que nos enseña también con su vida y obra San Alberto Magno.



lunes, 4 de noviembre de 2019

5 de noviembre del 2019 Martes de la 31a semana del TO

El tiempo de Dios no es nuestro tiempo y la mayor parte del tiempo (valga la redundancia)  pensamos que Él piensa lo mismo que nosotros...Pero no, su lógica del espacio y el tiempo es diferente. Su Reino que es nuestro proyecto y que es como un banquete necesita nuestra disponibilidad, nuestro permanente don y entrega de la vida. Cuáles serán las prioridades en nuestra existencia?




Primera lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (12,5-16a):

Nosotros, siendo muchos, somos un solo cuerpo en Cristo, pero cada miembro está al servicio de los otros miembros. Los dones que poseemos son diferentes, según la gracia que se nos ha dado, y se han de ejercer así: si es la profecía, teniendo en cuenta a los creyentes; si es el servicio, dedicándose a servir; el que enseña, aplicándose a enseñar; el que exhorta, a exhortar; el que se encarga de la distribución, hágalo con generosidad; el que preside, con empeño; el que reparte la limosna, con agrado. Que vuestra caridad no sea una farsa; aborreced lo malo y apegaos a lo bueno. Como buenos hermanos, sed cariñosos unos con otros, estimando a los demás más que a uno mismo. En la actividad, no seáis descuidados; en el espíritu, manteneos ardientes. Servid constantemente al Señor, Que la esperanza os tenga alegres: estad firmes en la tribulación, sed asiduos en la oración. Contribuid en las necesidades de los santos; practicad la hospitalidad. Bendecid a los que os persiguen; bendecid, sí, no maldigáis. Con los que ríen, estad alegres; con los que lloran, llorad. Tened igualdad de trato unos con otros: no tengáis grandes pretensiones, sino poneos al nivel de la gente humilde.

Palabra de Dios


Salmo
Sal 130,1.2.3

R/.
 Guarda mi alma en la paz junto a ti, Señor

Señor, mi corazón no es ambicioso,
ni mis ojos altaneros;
no pretendo grandezas
que superan mi capacidad. R/.

Sino que acallo y modero mis deseos,
como un niño en brazos de su madre. R/.

Espere Israel en el Señor
ahora y por siempre.
 R/.



Lectura del santo evangelio según san Lucas (14,15-24):

En aquel tiempo, uno de los comensales dijo a Jesús: «¡Dichoso el que coma en el banquete del reino de Dios!»
Jesús le contestó: «Un hombre daba un gran banquete y convidó a mucha gente; a la hora del banquete mandó un criado a avisar a los convidados: "Venid, que ya está preparado." Pero ellos se excusaron uno tras otro. El primero le dijo: "He comprado un campo y tengo que ir a verlo. Dispénsame, por favor." Otro dijo: "He comprado cinco yuntas de bueyes y voy a probarlas. Dispénsame, por favor." Otro dijo: "Me acabo de casar y, naturalmente, no puedo ir." El criado volvió a contárselo al amo. Entonces el dueño de casa, indignado, le dijo al criado: "Sal corriendo a las plazas y calles de la ciudad y tráete a los pobres, a los lisiados, a los ciegos y a los cojos." El criado dijo: "Señor, se ha hecho lo que mandaste, y todavía queda sitio." Entonces el amo le dijo: "Sal por los caminos y senderos e insísteles hasta que entren y se me llene la casa." Y os digo que ninguno de aquellos convidados probará mi banquete.»

Palabra del Señor

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Espíritu de equipo

A partir de este capítulo 12 de la Carta a los Romanos, Pablo comienza una serie de remarcas sobre la manera de comportarse. Ser cristiano es ante todo donarse a Dios. Es una alianza que permite un armonioso espíritu de equipo. Como un entrenador, Dios sabe desarrollar nuestros dones naturales, y conducir su equipo lleno de variadas capacidades. Nos corresponde a nosotros, a cada uno, reconocer dichos dones, para ponerlos al servicio de los demás.

Invitados sorprendidos


El Evangelio de hoy nos dice que Dios se siente muy feliz al invitarnos a su mesa para ofrecernos lo mejor. Su Reino es una fiesta. La invitación a la alegría y felicidad es lanzada. Pero nuestras ocupaciones dejan poco lugar o espacio para lo imprevisto; nuestra vida está llena de nosotros mismos. Nuestras excusas son a veces un poco "rápidas" . El Reino de Dios será acaso para más tarde? Para Jesús, ya está listo, preparado y todos son invitados. Habrá mismo invitados sorpresa,  en los cuales uno no piensa y que prometen bellos encuentros.

4 de noviembre del 2019 Lunes de la 31a semana del TO



(Romanos 11, 29-36) Dios nos ha querido libres, capaces de obedecer y desobedecer. Él sabe que el tiempo de la desobediencia es aquel donde tenemos más necesidad de su amor liberador. Dios no nos priva jamás de su cuidado y afecto.



Primera lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (11,29-36):

Los dones y la llamada de Dios son irrevocables. Vosotros, en otro tiempo, erais rebeldes a Dios; pero ahora, al rebelarse ellos, habéis obtenido misericordia. Así también ellos, que ahora son rebeldes, con ocasión de la misericordia obtenida por vosotros, alcanzarán misericordia. Pues Dios nos encerró a todos en la rebeldía para tener misericordia de todos. ¡Qué abismo de generosidad, de sabiduría y de conocimiento, el de Dios! ¡Qué insondables sus decisiones y qué irrastreables sus caminos! ¿Quién conoció la mente del Señor? ¿Quién fue su consejero? ¿Quién le ha dado primero, para que él le devuelva? Él es el origen, guía y meta del universo. A él la gloria por los siglos. Amén.

Palabra de Dios


Salmo
Sal 68,30-31.33-34.36-37

R/.
 Que me escuche, Señor, tu gran bondad

Yo soy un pobre malherido;
Dios mío, tu salvación me levante.
Alabaré el nombre de Dios con cantos,
proclamaré su grandeza con acción de gracias. R/.

Miradlo, los humildes, y alegraos,
buscad al Señor, y revivirá vuestro corazón.
Que el Señor escucha a sus pobres,
no desprecia a sus cautivos. R/.

El Señor salvará a Sión,
reconstruirá las ciudades de Judá,
y las habitarán en posesión.
La estirpe de sus siervos la heredará,
los que aman su nombre vivirán en ella.
 R/.



 Lectura del santo evangelio según san Lucas (14,12-14):

En aquel tiempo, dijo Jesús a uno de los principales fariseos que lo había invitado: «Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos; porque corresponderán invitándote, y quedarás pagado. Cuando des un banquete, invita a pobres, lisiados, cojos y ciegos; dichoso tú, porque no pueden pagarte; te pagarán cuando resuciten los justos.»

Palabra del Señor

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El pago diferido

Las relaciones sociales se atienen con frecuencia al criterio de la reciprocidad: si yo te hago ahora un favor, espero que en su momento tú me lo retribuyas. El trueque y el intercambio se convierten con frecuencia en una regla que obstaculiza el camino de la gratuidad y la donación. Probablemente, los humanos procedemos de esa manera porque estamos moldeados por la idea de la justicia conmutativa que regula las relaciones entre individuos, intercambiando bienes de igual valor. Dios escapa a esa mentalidad, porque se conmueve profundamente al conocer el sufrimiento de sus hijos. Dios favorece generosamente a quienes más los necesitan; procediendo de esa manera, nos está estimulando a hacer otro tanto. Ayudar a los necesitados es una "buena inversión", porque ellos no pueden recompensarnos; sin embargo, ellos como predilectos de Dios serán nuestros anfitriones en la casa del Padre.

Evangelio:

Después dijo al que lo había invitado: "Cuando des un almuerzo o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos, no sea que ellos te inviten a su vez, y así tengas tu recompensa.
 Al contrario, cuando des un banquete, invita a los pobres, a los lisiados, a los paralíticos, a los ciegos.  ¡Feliz eres tú, porque ellos no tienen cómo retribuirtey así tendrás tu recompensa en la resurrección de los justos!".

Esto es todo un despropósito en nuestros días. Es seguro que muy pocos o casi nadie cumple al pie de la letra esta sugerencia de Jesús. Mismo en las culturas y los medios más pobres que la clase media occidental esto es una utopía (hablo por ejemplo en etnias africanas), pues siempre en las fiestas convocamos a la familia, los amigos, vecinos cercanos, de buena reputación o que tienen algo para darnos a cambio. Seguramente que ustedes como yo, cuando hemos sido anfitriones o nos han invitado a una prestigiosa fiesta hemos recordado este pasaje y nos  hemos sentido interpelados, cuestionados y bastante incómodos…pero la ventaja es que la preocupación pasa rápido en cuanto se pega la primera mordida al suculento pernil de pollo puesto sobre nuestro plato.

Lo que quiere decir en el fondo Jesús es que así seamos invitados a comer en un ambiente de ricos, de aristócratas y bien acomodados, no podemos dejarnos influir por las ideas injustas, egoístas (y con las cuales se asocia por tradición bíblica a los ricos. Por ejemplo el mensaje del profeta Oseas de cara a los ricos y a la riqueza es que toda riqueza es injusta, y que esta es amasada muchas veces a costa del sufrimiento y explotación de los pobres).

Jesús que estuvo sentado en la misma mesa con Nicodemo, Zaqueo, Simón el fariseo, y con el “patrón o anfitrión” al cual se alude en este pasaje…no se dejó influenciar ni moldear por ellos…Jesús asume su contacto con los ricos (encuentros, comidas, discusiones) sin dejarse contaminar por su visión de las cosas, sino al contrario permaneciendo en situación de ruptura ética con ellos.

El presente pasaje aparece como una magnifica ilustración de este fenómeno. Jesús está presto, listo a dejarse invitar, pero no a dejarse “embaucar” o comprometer” e ir en contra de sus principios. Si entra en cualquier parte, por más impresionantes que sean los lugares en cuanto al lujo y la brillantez y el prestigio de quienes lo acogen, Él no deja sus convicciones en la puerta. De una manera que aparece, con todo, civilizada, Jesús llega cuestionar  en el antro del establishment (grupo dominante, élite visible  que ostenta la autoridad)  como aquí (Él está acá  “En casa de uno de los jefes de los fariseos”!- v.1

Ciertas promociones, y  es triste reconocerlo!, son al mismo tiempo llamados a apoyar el pedal suave en las convicciones personales y las solidaridades sociales. Para avanzar, muy a menudo, es necesario consentir que se vuelva  simple la sal de mis convicciones, y poner bajo el celemín algunos de mis valores. Pero Jesús, por el contrario, no recula ni un ápice en eso que Él evalúa como sus solidaridades esenciales: los pobres, los estropeados, los cojos, los ciegos. Es como si Él dijera a su anfitrión: si tú me invitas, prepárate a invitarlos a ellos: yo no avanzo sin ellos!

Hay entonces aquí algo más que una exhortación moral al compartir. Tenemos el testimonio de un hombre que permanece siendo fiel a Él mismo en medio de personas que no piensan como Él, y que critica (se opone) claramente a ciertas prácticas de compartir egoísta en nombre de sus solidaridades primeras.


El cristiano no es aquel que privilegia vagamente ciertos valores teóricos, sino que es Aquel que permanece de pie-   muy a menudo, solo – en medio de personas que no ven las cosas como Él.

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