miércoles, 28 de octubre de 2015

1o de noviembre del 2015: Fiesta de Todos los Santos



Santos y santas sin canonización

La fiesta de Todos los Santos, evoca la multitud numerosa de los Hijos de Dios…Solo Dios es Santo. Llegar a ser santo, es dejar que Dios nos ame, es aceptar convertirse en hijo de Dios. La fiesta de Todos los santos es esencialmente, una Buena Noticia de la parte de Dios.  



EVANGELIO

LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO 5, 1- 12a


En aquel tiempo, al ver Jesús el gentío, subió a la montaña, se sentó, y se acercaron sus discípulos; y él se puso a hablar, enseñándoles:

--Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. 

· Dichosos los que lloran, porque ellos serán consolados. 

· Dichosos los sufridos, porque ellos heredarán la tierra. 

· Dichosos los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados. 

· Dichosos los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. 

· Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. 

· Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos se llamarán los Hijos de Dios. 

· Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. 

· Dichosos vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa. 

· Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo.


Palabra del Señor


A GUISA DE INTRODUCCIÓN

Este domingo, conmemoración de todos los santos,  meditamos en el Evangelio de San Mateo las BIENAVENTURANZAS de Jesús.

BIENAVENTURANZA es una palabra compuesta de 3 palabras un prefijo: bien (bueno, correcto), un sustantivo o nombre: aventura (vivencia, acto de vida, casi siempre  heroico o admirable) y el sufijo anza (En sustantivos derivados de verbos; expresan "acción" y "efecto", o "cargo").

Así, “a vuelo de pájaro”, simple y llanamente podríamos definir la BIENAVENTURAZA como una aventura o acto de vida bueno, que es heroico que es inundado por el amor, que es un “cargo” de Dios y nos hace feliz la aventura de vivir.

Cuando Jesús proclamó las bienaventuranzas, en francés llamadas “beatitudes” (algo así como bella actitud) lo que lleva a la felicidad eterna, quiso mostrarnos precisamente la carta de navegación (las constituciones), el programa o el manual de instrucciones para ser felices.

El diccionario de la RAE nos dice que AVENTURA viene de las palabras latinas “adventure” et advenir  que significan  llegar, suceder.

Casi siempre relacionamos la palabra AVENTURA con los hechos extraordinarios, las gestas de grandes héroes, defensores de valores humanos, sociales y políticos o de la ciencia ficción (llamados superhéroes)  Así por ejemplo, hablamos o hablábamos de las aventuras de Superman, las aventuras de Tarzán, de Kalimàn, de Tin-Tín...

O en sentido negativo identificamos la aventura nada más que con los hechos fortuitos de una relación amorosa ocasional, que es muchas veces inmoral,  a escondidas y por ende arriesgada...

Pero la palabra AVENTURA tiene una más grande significación,  porque todos los seres humanos somos invitados a la experiencia vital, a la acción de hacer de nuestra existencia algo grande y valioso. Así la vida debe estar plena de buenas aventuras (donde seamos intrépidos, ingeniosos y generosos, enfrentemos las cosas con la verdad, justicia  y el coraje necesarios)...Cada uno es el héroe de su propia vida.

El proyecto de Jesús “Las bienaventuranzas” pronunciadas sobre el Monte (ya que para Mateo y su comunidad judaica, Jesús es el nuevo Moisés que presenta otra ley) , buscaban exactamente despertar y mover la existencia de las personas que le escuchaban.  Y por ello Jesús comienza por decirles: “Bienaventurados los pobres porque de ellos es el Reino de los Cielos”.

 Pobre, es precisamente otra palabra que ha causado mucho revuelo y ha desparramado mucha tinta a través de la historia.  Qué quiso decir  Jesús  de manera más precisa con esta palabra? No precisamente sembrar división y o comenzar  una discusión polémica; Jesús estaba muy lejos de todo ello. Cuando quiso ensalzar los pobres se refirió a aquellas personas que venían hacia Él en “búsqueda de un no sé qué” y  le escuchaban en ese momento disponibles, generosas, ansiosas de significado existencia, insatisfechos, y que querían ser libres...Pues es seguro que entre el auditorio había pobres y ricos socialmente, unos que tenían más recursos económicos que otros...Pero Jesús no quiso referirse primordialmente a la pobreza material como muchos (historiadores, pensadores, teólogos y sacerdotes con poca formación o mal informados) , han querido hacer creer  durante siglos.

Dios que ama a todo el mundo, llama a toda clase y o tipo de personas para realizar sus proyectos: a buenos y malos, a santos y pecadores, a los audaces y tímidos, a los ricos y a los pobres, a los sordos, y a los clasificados en el último estrato o clase social.

El escogió a María, eligió a José. Por intermedio de su Hijo, El escogió a Pedro el renegado y al traidor Judas. También escogió al evangelista Juan, el único que estuvo al pie de la cruz en el momento de la muerte de Jesús.

Como son sorprendentes a veces las elecciones de Dios! Por qué escogió aquel o aquella en vez de aquella o aquel otro? Dios tiene sus criterios que no corresponden necesariamente con los nuestros y  solo Él podría explicar o dar las razones de su elección de manera adecuada.

Cuando uno lee las Sagradas Escrituras, se descubre como Dios se complace al elegir personas humildes, pero totalmente disponibles, para realizar sus más grandes obras. Pensemos de nuevo en María, en José.

A Dios le gusta manifestar su poder  a través de la debilidad de las personas que llama a su servicio.

El Apóstol Pablo escribe:
“Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios”(1 Cor 1,27) y en otro lugar dice: “Más bien, me gloriaré de todo corazón en mi debilidad, para que resida en mí el poder de Cristo” (2 Cor 12,9-10).

Ah  sí, que pueden ser sorprendentes las elecciones de Dios!



APROXIMACIÓN PSICOLÓGICA AL TEXTO DEL EVANGELIO


 Una opción de clase

Si se retiene el mensaje de fondo o central de las BIENAVENTURANZAS  que tienen en común Lucas y Mateo, se puede percibir que el texto primitivo contenía 3 bienaventuranzas y no 9 como es el caso del texto de hoy; o cuatro bienaventuranzas y cuatro maldiciones, como las presenta Lucas.

Estas tres bienaventuranzas iniciales que se pueden remontar al mismo Jesús son: 

1.”BIENAVENTURADOS  (felices, dichosos los pobres porque de ellos es el Reino de los Cielos”.

2.”BIENAVENTURADOS los afligidos (los que lloran) porque serán consolados”.

3. “BIENAVENTURADOS los que tienen hambre y sed porque serán saciados”.

Si nos ubicamos en el contexto de la tradición bíblica, los pobres de los cuales se trata aquí, presentan las siguientes características:

-    Ellos poseen muy poco materialmente,   sin   ser                      necesariamente miserables;
-       Su  precaria situación los hace socialmente vulnerables;
-       Efectivamente, con frecuencia ellos son la presa (o las victimas) de los poderosos (DUPONT, J (1973) Les beatitudes. Tomo I).

Estas precisiones llevan a una pregunta muy grave. Teniendo en cuenta el contenido bien realista y social de la palabra POBRE,  es que  acaso Mateo ha disminuido y privatizado la importancia (o el sentido) original de las Bienaventuranzas, transformándolas en declaraciones admirables, en “consejos” para entenderlas  a nivel moral e individual? Veamos un poco:

Primero que todo, las tres BIENAVENTURANZAS originales, constituyen el nervio (el quid, el centro) del compromiso de Jesús, es decir, la declaración pública por la cual Él se compromete de manera personal y clara con los pobres (se pone de su lado) . Y esta opción la hace por razones específicamente espirituales: porque  en las bienaventuranzas,  Él ha reconocido la opción misma de Dios, tal como la presentan los profetas y sobretodo Isaías.

Alrededor de este centro (núcleo, nervio) Mateo ha articulado (agregado) otras declaraciones de Jesús que le parece, explicitan, concretan esta opción de fondo: declaraciones sobre la misericordia, sobre el servicio por la paz, sobre la búsqueda de la justicia de Dios …se puede entonces concluir que Mateo no inventa nada, sino que  por otro lado recupera en su evangelio materiales  (elementos) que utiliza para construir (establecer) la constitución(el reglamento) o la carta de navegación del Reino.

Esta actividad literaria de Mateo tiene como misión suscitar, despertar el estado espiritual  y el estilo por los cuales esta opción por los pobres debe ser asumida. Jesús toma partido por los pobres, porque Él ha descubierto que Dios también lo ha hecho de modo igual y que Él lo llama ahora a su turno a hacerlo. Pero Jesús lo hace con lo que Él comprende es la práctica, la conducta de Dios: en la dulzura de la misericordia, de modo pacífico , con una actitud humilde ( de pobreza de espíritu).

En todo caso, cuando El precisa que son FELICES o dichosos, aquellos que tienen hambre y sed de justicia, Mateo se aleja de la palabra original de Jesús que señalaba los verdaderos hambrientos. Mas no hace sino recordar una invitación insistente de Jesús: “Busquen primero el Reino de Dios y su justicia…(Mt 6,33). Técnicamente, no se trata acá de la justicia social, mas el sentido final (supremo) es casi  el mismo, ya que buscar la justicia, o ser justo en la Biblia, significa HACER LA VOLUNTAD DE DIOS o actuar como Él. Ahora sus prácticas o conducta propias las conocemos: “El hace justicia a los oprimidos, da  pan a los hambrientos, libera los prisioneros, da vista a los ciegos, endereza a los que se doblan…”(Sal 146,7-8).

Si bien que  traducir justicia de Dios por justicia social sería un error técnico, mas no necesariamente un contra sentido.

Las transformaciones que Mateo ha hecho a su fuente no alteran entonces su sentido profundo. Al final de sus BIENAVENTURANZAS, los creyentes son llamados al mismo desafío: volver a asumir en sus propios combates la opción de Dios a favor de los pobres tras las huellas de Jesús.



Reflexión central:


Aquellos que han dejado huella en nuestra vida...

La Fiesta de todos los santos celebra la larga cadena de testigos que nos han precedido.

Al comienzo del mes de noviembre, la liturgia destaca la FIESTA DE TODOS LOS SANTOS y el recuerdo tierno y caluroso de todos nuestros seres queridos. Recordamos entonces esta larga cadena de testigos que nos han precedido en la fe y a aquellos y aquellas que han desempeñado un papel tan importante en nuestra vida.

Los psicólogos afirman que el recuerdo de las personas que han sido importantes para nosotros forma nuestro sentido de identidad. Las personas que olvidamos no tienen verdadera influencia en nosotros, mientras que aquellos que vienen una y otra vez a nuestra memoria continúan influyendo en nosotros durante largo tiempo después su partida.

En el transcurso del año litúrgico, a través de nuestros encuentros de fe, nos acordamos de grandes personajes de la historia del cristianismo: Abraham, Moisés, David, los grandes profetas, Pedro y Pablo, Agustín, Tomas de Aquino, Francisco de Asís, Teresa de Ávila, Juan de la Cruz, la Madre Teresa, Gandhi, Martin Luther King y tantos otros.

Pero también están las personas menos conocidas,  pero que han tenido una influencia determinante en nuestra vida: nuestros padres, nuestros abuelos, ciertos educadores, vecinos, amigos, colegas de trabajo.
Estas personas son faros que iluminan nuestra vida, son guías que nos han tomado de la mano y nos han hecho la vida más bella y más fácil. Nadie se ha creado de una sola vez, de un solo tirón y todos y cada uno somos el resultado de la influencia que han tenido sobre nosotros innumerables personas.
Estas dos fiestas de comienzos de noviembre son celebraciones de recuerdo y de gratitud.
Estas celebraciones son también una preparación para nuestra propia muerte. Nuestro mundo moderno hace todo lo necesario para borrar la muerte de nuestro espíritu. Los medios de comunicación están plenos de violencia « de la muerte de los otros », pero al mismo tiempo están repletos de publicidad donde nos prometen la juventud eterna. Esos Mas Media nos quieren hacer creer que con sus productos nosotros apareceremos 10,15 o 20 años mas jóvenes y que tendremos una larga vejez, sin pérdida de fuerzas y sin enfermedades terminales.

En todo eso, hay el peligro de olvidarnos quienes somos. Nosotros los cristianos creemos que no todo se termine con la muerte. Creemos que la muerte es un paso o pasaje. Como dice el profeta Isaías :
« El Señor enjugará las lagrimas de todos los rostros…Sobre su santa montaña, el Señor preparara un gran banquete…El hará desaparecer la muerte…Estemos alegres, y seamos felices ».

Ahora, nosotros viviremos en paz en el Reino de Dios donde « El lobo habitara con el cordero, la pantera se acostara con el venado. El ternero, el leoncillo y la gran bestia estarán juntos, conducidos por un niño. La vaca y el oso pacerán y juntos se acostarán sus cachorros. El león como el buey comerán heno. El recién nacido jugará en el nido de la áspid y sobre la madriguera de la víbora el niño meterá la mano. Nadie hará violencia ni mal sobre toda mi montana santa, porque el país será colmado del conocimiento de Dios, como las aguas cubren el fondo del mar » (Isaías 11,6-9).

El Apocalipsis, el último libro del nuevo testamento agrega : « Yo vi un cielo nuevo y una tierra nueva- pues el primer cielo y la primera tierra han desaparecido y el mar no existe más…He aquí el lugar donde Dios habita con los hombres . Ellos serán su pueblo y Dios estará con ellos, Él será su Dios. Él enjugará toda lagrima de sus ojos : la muerte no existirá mas, no habrá mas grito, ni lagrima ni pena, porque el antiguo mundo ya ha pasado» (Apocalipsis, 21,1-4).

Luego de las celebraciones de noviembre, la biblia nos dice que hay dos maneras de ver la vida: creer que todo se termina con la muerte o ver la muerte como un obstáculo para llegar a la otra orilla, a otro estilo o género de vida. Nosotros cristianos creemos en una muerte que conduce a la resurrección. Es esto lo que celebramos en estas fiestas de todos los santos y de todos nuestros difuntos.

Estas celebraciones nos recuerdan también que el tiempo que nos queda por vivir es un regalo de Dios. Debemos utilizarlo para dedicarnos a crear un mundo mejor desde ahora.

Cristo nos invita Hoy « a enderezar la cabeza » y a ver más allá de la muerte.
Celebremos con alegría el recuerdo de aquellos y aquellas que vivieron antes que nosotros y festejemos nuestra gran esperanza cristiana. Como lo dice San Pedro en su primera carta: « Estemos siempre atentos y listos para dar razón de nuestra esperanza a toso aquellos que nos la pidan. Pero que sea con dulzura y respeto » ( 1 Pedro 3,15).


REFERENCIAS:

HÉTU, Jean-Luc. Les Options de Jésus

Allard, Jean-Jacques. Cursillos.ca

miércoles, 21 de octubre de 2015

Marti Mcflay y o Jesucristo (o sobre la peli "Volver al Futuro")


Este miércoles se conmemora el día en el que el protagonista de "Regreso al futuro" viaja a nuestros días desde el pasado. La trilogía se reestrenará en algunos cines para la ocasión.






En julio pasado, el mundo del cine celebró los 30 años del estreno de la película “Volver al futuro”… Este día, 21 de octubre y exactamente a las 16 horas 29 minutos, los cinéfilos y fanáticos de la trilogía, recuerdan (y esperan en sus fantasiosas cabezas) la venida de Marti Mcflay al futuro, como se representa en la 2ª parte. Marti viene de 1985, desembarca este día para intentar salvar a su familia de un destino trágico…A pesar que hoy no podamos disfrutar de los carros voladores o las patinetas impulsadas por una fuerza autónoma, todos los seguidores de la trilogía creen que es importante hoy celebrar nuestra llegada al futuro.


Las tres películas de “Back to the future”, en francés “retour vers le future”, están consideradas como filmes culto para los amantes del cine del mundo entero.

El portal especializado en cine y series de televisión, así como de sus celebridades, IMDB. COM, la sitúa actualmente en el puesto 47 del ranking de las 250 mejores películas, calificación hecha por sus usuarios, y situada después de “Gladiator” y seguida por “Apocalypsis now”, mientras que filmaffinity.com, en su versión española, no la cataloga mismo ni entre las 1000 películas mas amadas por sus usuarios.

 Personalmente le tengo gran cariño y moderado a la trilogía, sobre todo a la primera parte de Zemeckis. Dicen que para amar aun más la película, en 1985 se debía ser menor de 18 años (yo clasifico, tenia 16). Como muchos, pienso que la elección del actor canadiense Michael J. Fox para el papel del joven y simpático Marti Mcflay fue acertada.  El guion de la historia dicen se le ocurrió a Bob Gale, coescritor con Zemeckis, y quien al ver el boletín de calificaciones de su padre en donde estudiaba, se imagino cómo habría sido estar al lado de él cómo compañero…

Sobre la película y sus efemérides, entonces seguramente que encontrarán mucha información gracias a google, …

http://www.eitb.eus/es/noticias/curiosidades/detalle/3560124/regreso-al-futuro--21-octubre-2015-llegada-marty-mcfly/


Bueno, pero finalmente es necio hablar más de lo debido de lo que sin lugar a dudas es un entretenido filme…Yo prefiero gastarle tiempo, tinta y palabra a Aquel que viene a cada instante (de la Eternidad) en la celebración de la Eucaristía, y donde su presencia es discreta, misteriosa, pero real, nos lo dice la fe y somos convencidos por ella.

Así que apuesto mejor por la PARUSIA (La 2ª venida de Jesucristo), como lo hizo la Madre Laura, nuestra primera santa colombiana de quien hacemos memoria hoy... Marti Mcflay 1955, 1985, 2015…Cristo  ayer, hoy y siempre!


 Jesucristo vino (hace poco más de 2000 años)
viene a cada instante (en la oración, cuando amamos, en la Eucaristía...)
y vendrá (como ladrón en la noche, nadie sabe el día ni la hora) 


esta es nuestra FE!

martes, 20 de octubre de 2015

25 de octubre del 2015: 30o Domingo del Tiempo Ordinario (B)

A quienes venimos este domingo, al encuentro del Señor , y nos reunimos en su nombre, Él mismo nos demanda a cada uno: “Qué quieres que haga por ti?” Cuál será nuestra respuesta? Reconoceremos que a veces marchamos en la oscuridad y que tenemos necesidad de su luz? Nos quedaremos sentados al borde del camino o le seguiremos?




EVANGELIO
LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS 10, 46-52

En aquel tiempo, al salir Jesús de Jericó con sus discípulos y bastante gente, el ciego Bartimeo (el hijo de Timeo) estaba sentado al borde del camino pidiendo limosna. Al oír que era Jesús Nazareno, empezó a gritar:
--Hijo de David, ten compasión de mí.
Muchos le regañaban para que se callara. Pero él gritaba más:
--Hijo de David, ten compasión de mí.
Jesús se detuvo y dijo:
-- Llamadlo.
Llamaron al ciego diciéndole:
-- Ánimo, levántate, que te llama.
Soltó el manto, dio un salto y se acercó a Jesús. Jesús le dijo:
-- ¿Qué quieres que haga por ti?
El ciego le contestó:
-- Maestro que pueda ver.
Jesús le dijo:
-- Anda, tu fe te ha curado.
Y al momento recobró la vista y lo seguía por el camino.

Palabra del Señor



A guisa de introducción:

Tener confianza para ver claro

1.  En nuestros días, los ciegos "se ven"  beneficiados con servicios que no tenían en otra época (perros guías, radios, cassettes o cds (Audiolibros, lecturas de libros realizadas por voluntarios profesionales).

En ciertas instituciones escolares de adolescentes y jóvenes, se hacen dinámicas (o juegos) para que  comprendan a través de  experiencias lúdicas un poco el fenómeno de la ceguera.  En uno de esos juegos, una persona con los ojos vendados avanza a través de obstáculos, mientras se deja orientar  por alguien que ve. En otra experiencia, la persona vendada se pone en medio de un pequeño círculo formado de compañeros y dejándose caer de espaldas, hacia atrás; los otros alrededor la atrapan en sus brazos antes que toque el suelo.
No es fácil confiar en los otros en parecidas situaciones; esto exige mucha valentía y o coraje.

2. Mas el ciego Bartimeo no jugaba. No tenía ni corazón ni tiempo para eso. Además de batallar con su limitación, debía mendigar su pan. Él había escuchado hablar de Jesús, profeta curandero,  amigo de desdichados. Enterándose, que aquel estaba al alcance de su mano, muy cerca,  y que además el maestro lo mandaba a buscar, comienza a gritar invocando su nombre, haciendo una petición y al tiempo que hace 3 movimientos:  se despoja de su manto, cojea, y corre hacia Jesús.

Para correr mejor, se deshace de aquello que le estorba, y sin preocuparse por su discapacidad, arriesga, se pone en movimiento para su sanación. Qué lección de coraje y arrojos humanos y de confianza por parte del “ciego”!

3. Nosotros, somos ciegos en nosotros mismos. Pensamos muchas veces que los ciegos son los demás (que ellos son los que erran, que ellos son los torcidos), cuando no nos damos cuenta de nuestra ceguera personal. Para salir de esta situación, hemos de valernos de ciertos medios. Primero,  es necesario que aceptemos nuestra ceguera; después hemos de  aceptar la ayuda de alguien; y finalmente es esencial para nosotros la ayuda de Dios.
Ocurre que muchas veces podemos ser conducidos por alguien que se interpone entre Jesús y nosotros, y puede ocurrir que esta persona ignore que juega un papel preponderante.

Acercarnos a Jesús, es hacer un movimiento, un impulso hacia la fe, al interior de la luz divina.



Aproximación psicológica del evangelio:


Del ciego de Jericó (Bartimeo) a los cristianos de Roma

Este relato de un milagro, presenta varios signos o indicios de autenticidad: antigüedad del texto que remonta al arameo, ausencia de trazos típicos de la actividad literaria de un redactor, detalles tomados sobre la vida real.

Pero de otro lado, además del sentido primero del milagro, que es liberar a alguien de su ceguera, Marcos le ha conferido dos otros niveles de significación que aparecen claramente, cuando se destacan algunos detalles.

Ante todo, Marcos sitúa este relato de milagro al final de una sección donde los discípulos han sido sistemáticamente presentados como “ciegos” en referencia al misterio de Jesús. En 9,32, los discípulos “no comprenden” a Jesús; en 9,34, ellos “discuten por saber quién es el más grande”; en 9,38, ellos se muestran intolerantes, y en 10,37, dos de entre ellos muestran una ambición desalentadora.

Al insertar o poner el relato de la curación del ciego inmediatamente después de este episodio. Marcos muestra que los ojos enceguecidos de los discípulos, también se abrirán un día por la acción de Jesús, y que ellos también podrán “seguirle sobre la ruta” (v.52): “el cáliz que yo beberé, ustedes lo beberán,  y con el bautismo que yo seré bautizado, ustedes serán bautizados” (v.39). (Esta aproximación entre el ciego Bartimeo y los dos discípulos “ciegos” por sus pretensiones de poder y o poca capacidad de ver más lejos,  se haya confirmado por el hecho que para acrecentar el paralelo con Santiago y Juan, Mateo presenta no uno, sino dos ciegos sanados por Jesús- Mt 20,30).

Segundo nivel de significación, más englobante:  Marcos utiliza palabras que han llegado a ser expresiones consagradas en la espiritualidad de los primeros cristianos: la “fe” que “salva”, “seguir a Jesús”, el “camino” que es “camino del Señor”, “camino de salvación” (cfr. Hechos 9,2; 18,25-26; 16,17). Marcos escribe su evangelio para cristianos afectados por la represión romana, “Varias personas trataban de hacerlos callar” (cfr. V.48). En el seno de estas duras pruebas, estos cristianos son llevados a dudar del sentido de lo que viven, y quisieran “recuperar la vista” (v.51) de la acción de Dios en sus vidas. A éstos, Marcos les dice: “confianza, el Señor los llama” (v.49), “su fe les salvara” (cfr. V.52) si ustedes perseveran a pesar de las dificultades.

Tenemos entonces otro ejemplo de la manera como un redactor del evangelio utiliza un suceso conservando su sentido o la comprensión que quiere darle, para proyectar una iluminación sobre experiencias cristianas vividas en niveles diferentes. Este procedimiento es precioso, porque nos permite encontrarnos con la vivencia o experiencia de personas en situación de crecimiento espiritual, a partir de desafíos o retos concretos de su experiencia inmediata.


Reflexión Central:

Qué quieres que haga por ti?

Llegamos al final de la sección del evangelio de San Marcos donde Cristo propone a sus apóstoles las condiciones necesarias para ser su discípulo. Él ha hablado de matrimonio, de dinero, de trabajo, del ejercicio de la autoridad, de la apertura a los otros, del perdón, del compartir, del servicio. Al final de todas estas reflexiones, a través de Bartimeo, el pobre ciego sentado a la orilla del camino, Jesús nos propone una “nueva visión de la vida” “Mirar la vida con los ojos nuevos”…


En el evangelio de San Marcos, asistimos a la sanación de dos ciegos: la primera en el capítulo 8, 22-26 y, un poco más lejos, ésta de hoy.


Entre estos dos milagros, en tres ocasiones, Jesús anuncia su pasión, seguida cada vez de la incomprensión de los apóstoles que son ciegos y no captan el sentido de sus palabras. Durante la subida a Jerusalén, Jesús hace un último intento por abrirles los ojos sobre su verdadera identidad y sobre las exigencias del llamado a seguirle.

Marco hace de este encuentro con Bartimeo una verdadera catequesis bautismal.  Es así como lo han comprendido los primeros cristianos. En el tiempo del evangelista, el bautismo era llamado “La iluminación”. Era el sacramento que abría los ojos de los nuevos cristianos.

La curación de la ceguera hace parte de la experiencia cristiana. El Mesías es la “Luz de las naciones que abre los ojos a los ciegos” (Isaías 42,6-7). Jesús en la Sinagoga de Nazaret, había definido su misión, recordando el texto de Isaías: “EL Espíritu del Señor está sobre mi; él me ha consagrado  y enviado para anunciar a los pobres la Buena Noticia, y así proclamar a los prisioneros la liberación y dar vista a los ciegos” (Lucas 4,18).

El ciego Bartimeo es el icono (símbolo) de la desesperanza y la pobreza. Este hombre, sentado al borde del camino, envuelto en su manto, es un hombre que depende totalmente de los otros. La ruta es una invitación a caminar, al desplazamiento, al descubrimiento, pero este pobre hombre está literalmente clavado al suelo.

La situación de ceguera se aplica a cada uno de nosotros. Nosotros somos como el pobre hombre que pide la ayuda del Señor:

“Jesús, Hijo de David, ten compasión de mi”: Mi trabajo no tiene sentido. Yo soy como un robot. Yo soy un número en la fábrica, mi opinión no cuenta para nada. Yo soy demasiado viejo para encontrar otro empleo y demasiado joven para jubilarme. Todo lo que cuenta es el cheque al final de la semana…y parece que nunca es suficiente. Yo soy tan ciego como el pobre hombre del evangelio.

Jesús, Hijo de David, apiádate de mí”:  Yo paso la mayor parte de mi tiempo solo (a) en la residencia para personas de la 3ª edad. Mis hijos no vienen ya más a verme. Ellos  jamás telefonean. Yo no soy capaz de trabajar más, de producir, entonces no sirvo para nada. Yo me siento completamente inútil. Yo soy como ese pobre ciego sentado a la vera del camino.

Jesús, Hijo de David, ten piedad de mi”:  Nuestro matrimonio está arruinado. Mi marido se niega a visitar un consejero matrimonial. Nosotros no queremos divorciarnos porque los niños nos necesitan. Parece ser que estamos condenados a soportarnos, a disputarnos, a aumentar cada vez más la distancia entre nosotros, a morir en una soledad para dos. Yo no veo ninguna solución posible. Yo soy como ese pobre ciego sentado a lo largo del camino.

Jesus, Hijo de David, iluminame. Mi ministerio sacerdotal pareciera no tener influencia, eco ni poder de transformación en esta sociedad desacralizada y descreída. A veces el espíritu del mundo, relativista e indiferente ante las cosas de la Iglesia y de la fe, pareciera ser más fuerte,  entonces no le veo sentido a mi entrega y mi trabajo. Me vuelvo entonces facilista, funcionario, mediocre. A veces me decepciono, casi me desanimo. Ayúdame a ser fiel Señor, a pesar de todo, a ti, a tu Palabra, a nuestra Iglesia. Señor que yo vea con ojos nuevos, con tus ojos... Yo soy como ese pobre ciego del Camino, ten compasión de mi!

“Jesús, Hijo de David, ten compasión de mi”En este momento yo dependo completamente de la droga, yo soy alcohólico, yo me muero de cáncer, yo envejezco inapropiadamente, mi reducida pensión no me permite llegar nunca  al final de mes, yo estoy plenamente angustiado, lleno de odio, yo no sé perdonar. Yo estoy como ese pobre hombre del bordo del camino.

Gracias a Cristo, nosotros podemos ver de nuevo y descubrir el sentido de la vida, del carisma, de la vocación primera, del estilo de vida, del trabajo, de la familia, de las responsabilidades cívicas, de la enfermedad, del sufrimiento y de la muerte.

Bartimeo era pobre, dependiente de los demás, 
ciego, como lo somos nosotros a menudo 
ante los tantos problemas de nuestra vida.  
El mundo está lleno de ciegos 
que no saben de dónde vienen, ni  a donde van, 
que no saben lo que la vida significa. 
Muchos hoy han perdido el sentido de la vida, 
el sentido de su vida,  
y ni saben cómo afrontar el sufrimiento y la muerte. 
Para los cristianos de todos los tiempos, 
el ciego de Jericó 
permanece como el modelo de creyente 
y de discípulo que recibe el don de la vida 
y que está dispuesto a seguir a Cristo.

La fe nos da ojos nuevos. Ella nos permite ver el mundo a través de los ojos de Dios que ilumina y da un sentido a la existencia personal y comunitaria de cada día.

Tenemos necesidad de esta luz para nosotros mismos pero también para transmitirla a los otros que nos rodean: “ustedes son la luz del mundo”, nos dice Cristo…”Que su luz resplandezca ante los hombres y así viendo sus buenas obras, ellos glorifiquen su Padre del Cielo” (Mateo 5,1-14). 
Si no lo hacemos, seremos como lámparas encendidas que se ponen debajo de la cama y que no ilumina a nadie.

“Yo soy la luz del mundo, dice Jesús, aquel que sigue tendrá la luz de la vida”- “Quien me sigue no camina entre las tinieblas”  Cristo quiere iluminar nuestra vida y volvernos a dar la alegría de vivir. “Que quieres que yo haga por ti?   Señor que yo vea”




Una puntilla:

Veamos cuán importante es la fe en el cristiano. Si leímos la historia completa aquí ocurrida, Bartimeo recibió una recompensa. Si Bartimeo no hubiera tenido al fe suficiente para gritar lo suficientemente alto, y no detenerse en el intento, su vida no hubiera tenido un cambio. Su fe debía ser lo suficientemente grande para que su voz llegase a Cristo y cruzase la multitud, lo suficientemente grande como para no desistir en el intento aunque otros le decía que se callara.

Bartimeo nos enseña a cómo debe ser nuestra fe, capaz de cruzar multitudes que pueden ser nuestros familiares, nuestro entorno social y hasta nuestro propio pecado para poder encontrar a Jesús. Nuestra vida puede cambiar solamente si tenemos una fe suficientemente grande como para llamar a Jesús.

La fe en el cristiano es algo imprescindible. Esta fe va mas allá de creer que Dios existe; es creer que en el podemos depositar nuestra vida, tanto lo bueno y lo malo, aunque para Dios no existen las cosas malas en la vida, ya que todo es para servicio y para la gloria de Dios. Pero debemos observar que esta gran fe que nos enseña Bartimeo nace de la necesidad angustiada de buscar al Salvador. ¿Alguien ha buscado de manera angustiada y desesperada al Salvador?

Una vez iban caminando un discípulo con su maestro. El discípulo le pregunta: "¿Cómo puedo encontrar a Dios"? Sin una respuesta inmediata, el maestro lo lleva a un estanque de agua, toma la cabeza de su discípulo, y la mete en el pozo por unos segundos, suficientes como para que el discípulo se desesperada y sintiera nerviosismo ante el acto. Luego de que el maestro le saca la cabeza del agua, le dice "Cuando busques al Señor tanto como deseabas el aire, lo encontraras" (Mateo 7:7)


Referencias :


http://ciudadredonda y http://betania.es (para los textos del evangelio)


HÉTU, Jean-Luc. Les Options de Jésus



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