lunes, 28 de agosto de 2017

28 de agosto del 2017 lunes de la 21a semana del TO o San Agustín



(1 Tesalonicenses  1, 1-5.8b-10) Pablo junto a Silas y Timoteo, da gracias a Dios por la fe activa, la caridad y la esperanza de los Tesalonicenses. Ve allí una "Buena Noticia" para todos aquellos que los rodean. Qué personas son "buena Noticia" para mi…por las cuales yo quiero dar gracias hoy?




Primera lectura
Comienzo de la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses (1,1-5.8b-10):

Pablo, Silvano y Timoteo a la Iglesia de los tesalonicenses, en Dios Padre y en el Señor Jesucristo. A vosotros, gracia y paz. Siempre damos gracias a Dios por todos vosotros y os tenemos presentes en nuestras oraciones. Ante Dios, nuestro Padre, recordamos sin cesar la actividad de vuestra fe, el esfuerzo de vuestro amor y el aguante de vuestra esperanza en Jesucristo, nuestro Señor. Bien sabemos, hermanos amados de Dios, que él os ha elegido y que, cuando se proclamó el Evangelio entre vosotros, no hubo sólo palabras, sino además fuerza del Espíritu Santo y convicción profunda. Sabéis cuál fue nuestra actuación entre vosotros para vuestro bien. Vuestra fe en Dios había corrido de boca en boca, de modo que nosotros no teníamos necesidad de explicar nada, ya que ellos mismos cuentan los detalles de la acogida que nos hicisteis: cómo, abandonando los ídolos, os volvisteis a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero, y vivir aguardando la vuelta de su Hijo Jesús desde el cielo, a quien ha resucitado de entre los muertos y que nos libra del castigo futuro.

Palabra de Dios


Salmo
Sal 149,1-2.3-4.5-6a.9b

R/. El Señor ama a su pueblo


Cantad al Señor un cántico nuevo,
resuene su alabanza en la asamblea de los fieles;
que se alegre Israel por su Creador,
los hijos de Sión por su Rey. R/.

Alabad su nombre con danzas,
cantadle con tambores y cítaras;
porque el Señor ama a su pueblo
y adorna con la victoria a los humildes. R/.

Que los fieles festejen su gloria
y canten jubilosos en filas:
con vítores a Dios en la boca;
es un honor para todos sus fieles. R/.


Lectura del santo evangelio según san Mateo (23,13-22):

En aquel tiempo, habló Jesús diciendo: «¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que cerráis a los hombres el reino de los cielos! Ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que quieren. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que viajáis por tierra y mar para ganar un prosélito y, cuando lo conseguís, lo hacéis digno del fuego el doble que vosotros! ¡Ay de vosotros, guías ciegos, que decís: "Jurar por el templo no obliga, jurar por el oro del templo sí obliga!" ¡Necios y ciegos! ¿Qué es más, el oro o el templo que consagra el oro? O también: "Jurar por el altar no obliga, jurar por la ofrenda que está en el altar sí obliga." ¡Ciegos! ¿Qué es más, la ofrenda o el altar que consagra la ofrenda? Quien jura por el altar jura también por todo lo que está sobre él; quien jura por el templo jura también por el que habita en él; y quien jura por el cielo jura por el trono de Dios y también por el que está sentado en él.»

Palabra del Señor

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Pablo y compañía. Felicitaciones a los Tesalonicenses por su fe!

Leemos hoy la introducción a la 1a  carta de San Pablo a los Tesalonicenses. Esta es entre todas las cartas pastorales, la más antigua del Nuevo Testamento. San Pablo, su autor, pretende aquí, responder a la comunidad de Tesalónica,  algunas preguntas, válidas también hoy para nosotros: qué pasa después de la muerte? Es que Cristo volverá un día? La originalidad de la Carta reside en intentar responder a estas cuestiones.
En dicha introducción tres autores son nombrados (Pablo, Silvano y Timoteo). Pablo no era un héroe solitario de la fe. Las cartas que escribirá enseguida serán en primera persona: él habrá ganado en autoridad. El objetivo de Pablo será siempre fundar una Iglesia centrada en la revelación de Cristo, donde todos los talentos son bienvenidos.
Transformados por el mensaje recibido, guiados por Dios, los Tesalonicenses han encontrado la valentía para actuar y testimoniar. El amor, la fe y la esperanza no son cosas reconfortantes para iluminados, son fuerzas que actúan. Sin ellas, cómo creer en Dios en un mundo injusto?  Cómo amar cuando es difícil tener confianza? y cómo esperar cuando la muerte parece llevarnos, vencernos, sin más?

En el Evangelio, es necesario primero decir que Jesús no ataca a todos los fariseos. Ellos tienen razón al reclamar el respeto de la ley. Jesús lo que hace es denunciar aquellos que desvían el sentido verdadero de los mandamientos: la justicia, la bondad y la fidelidad. En todo tiempo y en todas las religiones, se ha denunciado la conducta de los falsos devotos, que se preocupan por lo exterior y se ríen de lo interior, lo pasan por alto. Pretender respetar en todo punto la voluntad de Dios para adquirir un estatus social, ventajas o una importancia en la comunidad de los creyentes, no es coherente con la fe. No se puede vivir una verdadera relación con Dios, portándose de esta manera.


San Agustín

La Iglesia también nos invita hoy a contemplar la vida, obra y santidad de Agustín de Hipona. Qué decir?
Algunos necesitan la mitad de su vida para descubrir que estaban equivocados, o quizás para tener el valor de ser suficientemente honestos consigo mismos y para enfrentarse a Dios y a sí mismos. Como Agustín. Tenía un corazón inquieto, era un buscador. Una vez que encontró ese valor, su tranquilidad en Dios, reflexionó profundamente sobre su fe. Llegó a ser un teólogo muy brillante, pero al mismo tiempo un hombre accesible para la gente sencilla y un modelo de amor para todos los que le rodeaban. San Agustín: ruega por nosotros!


Fuente:  ciudadredonda.org

viernes, 11 de agosto de 2017

11 de agosto del 2017 viernes de la 18a semana del TO o Santa Clara, Virgen

(Deuteronomio 4, 32-40) La grandeza de Dios no consiste en concebirlo o imaginarlo como un dios "demasiado bello para ser verdadero". Los prodigios que el  Deuteronomio cuenta no tienen nada que ver con la magia de Disneylandia. Dios me enseña preferiblemente a que como adulto o persona madura, ejerza el "duro trabajo de vivir".



Primera lectura
Lectura del libro del Deuteronomio (4,32-40):


Moisés habló al pueblo, diciendo: «Pregunta, pregunta a los tiempos antiguos, que te han precedido, desde el día en que Dios creó al hombre sobre la tierra: ¿hubo jamás, desde un extremo al otro del cielo, palabra tan grande como ésta?; ¿se oyó cosa semejante?; ¿hay algún pueblo que haya oído, como tú has oído, la voz del Dios vivo, hablando desde el fuego, y haya sobrevivido?; ¿algún Dios intentó jamás venir a buscarse una nación entre las otras por medio de pruebas, signos, prodigios y guerra, con mano fuerte y brazo poderoso, por grandes terrores, como todo lo que el Señor, vuestro Dios, hizo con vosotros en Egipto, ante vuestros ojos? Te lo han hecho ver para que reconozcas que el Señor es Dios, y no hay otro fuera de él. Desde el cielo hizo resonar su voz para enseñarte, en la tierra te mostró aquel gran fuego, y oíste sus palabras que salían del fuego. Porque amó a tus padres y después eligió a su descendencia, él en persona te sacó de Egipto con gran fuerza, para desposeer ante ti a pueblos más grandes y fuertes que tú, para traerte y darte sus tierras en heredad, cosa que hoy es un hecho. Reconoce, pues, hoy y medita en tu corazón, que el Señor es el único Dios, allá arriba en el cielo, y aquí abajo en la tierra; no hay otro. Guarda los preceptos y mandamientos que yo te prescribo hoy, para que seas feliz, tú y tus hijos después de ti, y prolongues tus días en el suelo que el Señor, tu Dios, te da para siempre.»

Palabra de Dios

Salmo
Sal 76,12-13.14-15.16.21


R/. Recuerdo las proezas del Señor

Recuerdo las proezas del Señor; 
sí, recuerdo tus antiguos portentos, 
medito todas tus obras 
y considero tus hazañas. R/. 

Dios mío, tus caminos son santos: 
¿qué dios es grande como nuestro Dios? 
Tú, oh Dios, haciendo maravillas, 
mostraste tu poder a los pueblos. R/. 

Con tu brazo rescataste a tu pueblo, 
a los hijos de Jacob y de José. 
Guiabas a tu pueblo, como a un rebaño, 
por la mano de Moisés y de Aarón. R/.



Lectura del santo evangelio según san Mateo (16,24-28):


En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Si uno quiere salvar su vida, la perderá; pero el que la pierda por mí la encontrará. ¿De qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero, si arruina su vida? ¿O qué podrá dar para recobrarla? Porque el Hijo del hombre vendrá entre sus ángeles, con la gloria de su Padre, y entonces pagará a cada uno según su conducta. Os aseguro que algunos de los aquí presentes no morirán sin antes haber visto llegar al Hijo del hombre con majestad.»

Palabra del Señor


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Hacer memoria

Muchos acontecimientos y momentos han marcado la historia del pueblo de Israel, entre otros: la liberación de la esclavitud, escuchar a Dios entre el fuego, vencer a numerosos enemigos…tanto que no es posible olvidar. Dios es el único que actúa. Decidirse a respetar los mandamientos que Él ha dado ayer permite la transmisión de la vida y la alegría a las generaciones futuras.

Al leer el Evangelio, podríamos pensar y preguntarnos si acaso Jesús aconseja el sufrimiento y la muerte a quienes le siguen? difícil de admitirlo en los labios de aquel que sana y mitiga tanto sufrimiento! Que Él deje de pensar en sí mismo, llama preferentemente a no vivir únicamente para sí mismo. Este es un llamado a depositar toda su confianza en Dios para poder seguir a Jesús.

Santa Clara, Virgen

Aunque de noble familia y bien educada, Clara se sintió atraída por los ideales de pobreza de San Francisco de Asís. Contra la presión de su familia,  distribuyó sus posesiones a los pobres y fundó la Orden Franciscana de Pobres Claras (popularmente conocidas como “Claras o Clarisas”), que se dedican a una vida de pobreza y oración. Clara comprendió que la pobreza hace a una persona libre para amar: amar a Dios de modo indiviso y estar disponible para amar y servir a los hermanos.  Su lema fue: “Oh Dios, soy feliz porque tú me creaste.”  ¿No es eso verdadera riqueza?


Señor  Dios nuestro:
Te damos gracias hoy por el ejemplo de Santa Clara.
Ella comprendió que para poseerte a ti
uno debe ser libre de cosas
que nos distraen y alejan de ti.
Danos también a nosotros la riqueza
de mantener viva nuestra libertad interior
con respecto a posesiones y apegos mundanos
y ábrenos a la verdadera riqueza:
que consiste en entregarnos generosamente a ti y a tu pueblo.
Te lo pedimos por medio de Jesucristo nuestro Señor.

Bibliografía:

http://ciudadredonda.org

martes, 8 de agosto de 2017

8 de agosto del 2017 martes de la decimoctava semana del TO o Santo Domingo de Guzmán


(Mateo 14, 22-36)  Pedro es el hombre de poca fe que se habría ahogado si el Señor no lo hubiera salvado.  Esta experiencia ha fortalecido su fe y la de sus compañeros. Entonces, la duda también hace parte de la fe.



Primera lectura
Lectura del libro de los Números (12,1-13):

En aquellos días, María y Aarón hablaron contra Moisés, a causa la mujer cusita que había tomado por esposa.
Dijeron: «¿Ha hablado el Señor sólo a Moisés? ¿No nos ha hablado también a nosotros?»
El Señor lo oyó. Moisés era el hombre más sufrido del mundo.
El Señor habló de repente a Moisés, Aarón y María: «Salid los tres hacia la tienda del encuentro.»
Y los tres salieron. El Señor bajó en la columna de nube y se colocó a la entrada de la tienda, y llamó a Aarón y María.
Ellos se adelantaron, y el Señor dijo: «Escuchad mis palabras: Cuando hay entre vosotros un profeta del Señor, me doy a conocer a él en visión y le hablo en sueños; no así a mi siervo Moisés, el más fiel de todos mis siervos. A él le hablo cara a cara; en presencia y no adivinando, contempla la figura del Señor. ¿Cómo os habéis atrevido a hablar contra mi siervo Moisés?»
La ira del Señor se encendió contra ellos, y el Señor se marchó. Al apartarse la nube de la tienda, María tenía toda la piel descolorida, como nieve. Aarón se volvió y la vio con toda la piel descolorida.
Entonces Aarón dijo a Moisés: «Perdón, señor; no nos exijas cuentas del pecado que hemos cometido insensatamente. No la dejes a María como un aborto que sale del vientre, con la mitad de la carne comida.»
Moisés suplicó al Señor: «Por favor, cúrala.»

Palabra de Dios


Salmo                     
Sal 50,3-4.5-6.12-13

R/. Misericordia, Señor: hemos pecado

Misericordia, Dios mío, por tu bondad,
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito,
limpia mi pecado. R/.

Pues yo reconozco mi culpa,
tengo siempre presente mi pecado:
contra ti, contra ti solo pequé,
cometí la maldad que aborreces.
En la sentencia tendrás razón,
en el juicio resultarás inocente. R/.

Oh Dios, crea en mí un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme;
no me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu. R/.


Lectura del santo evangelio según san Mateo (14,22-36):

Después que la gente se hubo saciado, Jesús apremió a sus discípulos a que subieran a la barca y se le adelantaran a la otra orilla, mientras él despedía a la gente. Y, después de despedir a la gente, subió al monte a solas para orar. Llegada la noche, estaba allí solo. Mientras tanto, la barca iba ya muy lejos de tierra, sacudida por las olas, porque el viento era contrario. De madrugada se les acercó Jesús, andando sobre el agua. Los discípulos, viéndole andar sobre el agua, se asustaron y gritaron de miedo, pensando que era un fantasma.
Jesús les dijo en seguida: «¡Ánimo, soy yo, no tengáis miedo!»
Pedro le contestó: «Señor, si eres tú, mándame ir hacia ti andando sobre el agua.»
Él le dijo: «Ven.»
Pedro bajó de la barca y echó a andar sobre el agua, acercándose a Jesús; pero, al sentir la fuerza del viento, le entró miedo, empezó a hundirse y gritó: «Señor, sálvame.»
En seguida Jesús extendió la mano, lo agarró y le dijo: «¡Qué poca fe! ¿Por qué has dudado?»
En cuanto subieron a la barca, amainó el viento.
Los de la barca se postraron ante él, diciendo: «Realmente eres Hijo de Dios.»
Terminada la travesía, llegaron a tierra en Genesaret. Y los hombres de aquel lugar, apenas lo reconocieron, pregonaron la noticia por toda aquella comarca y trajeron donde él a todos los enfermos. Le pedían tocar siquiera la orla de su manto, y cuantos la tocaron quedaron curados.

Palabra del Señor


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Cada quien en el lugar que le corresponde

Miriam y Aarón están celosos de su hermano Moisés, y le reprochan injustamente el que haya desposado una etíope. Detrás de este pretexto, se esconde un deseo de poder. Encontrar su lugar al lado de un hermano que Dios ha elegido para ser un líder se hace cosa difícil! por tanto, Moisés es el más humilde de los hombres! 
Aarón y Miriam quieren reivindicarse como profetas ante el pueblo, pero Dios les recuerda el único lugar o puesto que detenta Moisés como mediador entre Él y el pueblo. Los hermanos son regañados, pero solamente Miriam recibe la punición! Esta sanción temporal permitirá un tiempo de reflexión para retomar la ruta juntos.



Señor Dios nuestro:
Te damos gracias hoy
por el ejemplo de Santo Domingo de Guzmán,
que estudió y oró para leer los signos de los tiempos
y entender tus planes
en orden a servir mejor a los pobres.
Ayúdanos a comprender tu plan de salvación
y conseguir la fuerza para desarrollarlo,
como el mismo Santo Domingo,
encontrándote a ti profunda y frecuentemente en oración.
Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor.


Bibliografía:

http://ciudadredonda.org


jueves, 3 de agosto de 2017

Viviendo extraordinariamente el tiempo ordinario: 1o de agosto del 2019 jueves de la 17a semanadel TO o San Alfonso María Ligorio


(Mateo 13, 47-53) En la red del pescador, hay toda clase de peces: aquellos que alimentarán y aquellos que no alimentarán. Así, ciertos gestos apoyan la vida y la sostienen, otros no lo hacen. La alegría y verdadera felicidad consiste en aportarle al mundo la vida misma de Dios.



Primera lectura
Lectura del libro del Éxodo (40,16-21.34-38):

En aquellos días, Moisés hizo todo ajustándose a lo que el Señor le había mandado. El día uno del mes primero del segundo año fue construido el santuario. Moisés construyó el santuario, colocó las basas, puso los tablones con sus trancas y plantó las columnas; montó la tienda sobre el santuario y puso la cubierta sobre la tienda; como el Señor se lo había ordenado a Moisés. Colocó el documento de la alianza en el arca, sujetó al arca los varales y la cubrió con la placa. Después la metió en el santuario y colocó la cortina de modo que tapase el arca de la alianza; como el Señor se lo había ordenado a Moisés. Entonces la nube cubrió la tienda del encuentro, y la gloria del Señor llenó el santuario. Moisés no pudo entrar en la tienda del encuentro, porque la nube se había posado sobre ella, y la gloria del Señor llenaba el santuario. Cuando la nube se alzaba del santuario, los israelitas levantaban el campamento, en todas las etapas. Pero, cuando la nube no se alzaba, los israelitas esperaban hasta que se alzase. De día la nube del Señor se posaba sobre el santuario, y de noche el fuego, en todas sus etapas, a la vista de toda la casa de Israel.

Palabra de Dios


Salmo
Sal 83,3.4.5-6a.8a.11

R/. ¡Qué deseables son tus moradas,
Señor de los ejércitos!


Mi alma se consume
y anhela los atrios del Señor,
mi corazón y mi carne
retozan por el Dios vivo. R/.

Hasta el gorrión ha encontrado una casa;
la golondrina, un nido donde colocar sus polluelos:
tus altares, Señor de los ejércitos,
Rey mío y Dios mío. R/.

Dichosos los que viven en tu casa,
alabándote siempre.
Dichosos los que encuentran en ti su fuerza;
caminan de baluarte en baluarte. R/.

Vale más un día en tus atrios
que mil en mi casa,
y prefiero el umbral de la casa de Dios
a vivir con los malvados. R/.


Lectura del santo evangelio según san Mateo (13,47-53):

En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: «El reino de los cielos se parece también a la red que echan en el mar y recoge toda clase de peces: cuando está llena, la arrastran a la orilla, se sientan, y reúnen los buenos en cestos y los malos los tiran. Lo mismo sucederá al final del tiempo: saldrán los ángeles, separarán a los malos de los buenos y los echarán al horno encendido. Allí será el llanto y el rechinar de dientes. ¿Entendéis bien todo esto?»
Ellos les contestaron: «Sí.»
Él les dijo: «Ya veis, un escriba que entiende del reino de los cielos es como un padre de familia que va sacando del arca lo nuevo y lo antiguo.»
Cuando Jesús acabó estas parábolas, partió de allí.

Palabra del Señor

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El lugar que ocupa Dios.

Peces buenos o malos?

Imaginemos por un instante la emoción de Moisés, de Aarón, de los ancianos, de todo el pueblo, al ver ya ubicados y bien dispuestos en la morada para Dios, todos los objetos que han sido elaborados por los mejores artesanos. Es de destacar el corazón del santuario donde está el Arca de la Alianza…Todo está listo, todos están en asamblea. Sólo una cosa falta, la presencia de Dios. Pero una vez terminada lo que será la morada de Dios, Él viene…Él está tan presente que no hay más lugar ya para alguien dentro de la tienda. Por ahora el pueblo puede partir…Dios les asegura su presencia permanente…Dios no los dejará más…

En el Evangelio escuchamos otra parábola de Jesús que a primera vista puede tener  el mismo objetivo o una enseñanza idéntica a la del buen trigo y la cizaña, pero no. La diferencia es que la cizaña es, será y siempre ha sido una mala planta; en cambio los peces por alguna razón pasaron a ser malos peces…en algún momento fueron buenos. En el momento actual, en el Reino de Dios,  una parte está conformada por individuos que son aparentemente buenos discípulos, pero que no tendrán un sitio, un lugar en el Reino después del juicio final, tal es entonces el misterio. El pescado malo es rechazado, botado. El buen pescado se guarda. A qué tipo de individuo corresponde el buen pescado? Es aquel a quien Dios declara justo, es aquel cuya fe en Cristo lo ha hecho justo, y esta fe perseverará hasta el final…Por la fe, actualmente nosotros estamos dentro del Reino, pero este Reino al final de los tiempos tendrá un proceso de separación de lo bueno y de lo malo…habrá una selección y será en función de sus obras que los hombres serán declarados buenos o malos. La parábola termina subrayando que la condición de quienes serán rechazados es absolutamente miserable. No seamos negligentes ante esta advertencia. Por la gracia de Dios, permanezcamos siempre fieles a Aquel que nos ha salvado por su sacrificio en la cruz.

Que hoy cuando recordamos a San Alfonso de Ligorio, imitemos su fervorosa entrega y dedicación a la oración, en la cual nos enseña a dirigirnos a Dios en todas las situaciones de la vida y que nos dice que no se puede dejar de orar, especialmente en los momentos de prueba y dificultad. Siempre debemos llamar con confianza a la puerta del Señor, sabiendo que él cuida de sus hijos, de nosotros, en todo. Él está muy lejos y a la vez muy cerca de nosotros como nos lo muestran los textos de este día.  Por esto, por la intercesión de San Alfonso, que hoy no tengamos miedo de recurrir a nuestro Dios y presentémosle con confianza nuestras peticiones, con la certeza de que obtendremos lo que necesitamos.

martes, 1 de agosto de 2017

2 de agosto del 2017 Miércoles de la 17a semana del TO o San Eusebio de Vercelli


(Éxodo 34, 29-35) La oración es ante todo un encuentro de amor: ella abraza el corazón, ilumina todo el ser y nos lleva a servir a los demás. La experiencia de Moisés nos lo revela de manera particular.





Primera lectura
Lectura del libro del Éxodo (34,29-35):

Cuando Moisés bajó del monte Sinaí con las dos tablas de la alianza en la mano, no sabía que tenía radiante la piel de la cara, de haber hablado con el Señor. Pero Aarón y todos los israelitas vieron a Moisés con la piel de la cara radiante y no se atrevieron a acercarse a él. Cuando Moisés los llamó, se acercaron Aarón y los jefes de la comunidad, y Moisés les habló. Después se acercaron todos los israelitas, y Moisés les comunicó las órdenes que el Señor le había dado en el monte Sinaí. Y, cuando terminó de hablar con ellos, se echó un velo por la cara. Cuando entraba a la presencia del Señor para hablar con él, se quitaba el velo hasta la salida. Cuando salía, comunicaba a los israelitas lo que le habían mandado. Los israelitas veían la piel de su cara radiante, y Moisés se volvía a echar el velo por la cara, hasta que volvía a hablar con Dios.

Palabra de Dios


Salmo
Sal 98

R/. Santo eres, Señor, Dios nuestro

Ensalzad al Señor, Dios nuestro,
postraos ante el estrado de sus pies:
Él es santo. R/.

Moisés y Aarón con sus sacerdotes,
Samuel con los que invocan su nombre,
invocaban al Señor,
y él respondía. R/.

Dios les hablaba
desde la columna de nube;
oyeron sus mandatos
y la ley que les dio. R/.

Ensalzad al Señor, Dios nuestro;
postraos ante su monte santo:
Santo es el Señor, nuestro Dios. R/.


Lectura del santo evangelio según san Mateo (13,44-46):

En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: «El reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en el campo: el que lo encuentra lo vuelve a esconder y, lleno de alegría, va a vender todo lo que tiene y compra el campo. El reino de los cielos se parece también a un comerciante en perlas finas que, al encontrar una de gran valor, se va a vender todo lo que tiene y la compra.»

Palabra del Señor


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Un encuentro que transforma

En la primera lectura del Éxodo, vemos cómo el encuentro con Dios, hace resplandecer el rostro de Moisés. La cercanía o proximidad de Dios deja huellas en la persona, huellas de luz y de paz. Qué tan iluminados salimos de la oración? cómo manifestamos lo aprendido con Dios en la intimidad de nuestros encuentros con Él?

En el Evangelio, Jesús nos muestra que el Reino de Dios es sobreabundancia  de vida y de alegría, que él vale más que todas las posesiones humanas. Cuando se le descubre, ninguna duda o hesitación puede detenernos e impedirnos trabajar por él y por la  instauración de su Reino en el mundo.

Oración


Señor Dios, Padre nuestro:
Nuestro corazón permanece inquieto
hasta que haya descubierto la paz que tú nos ofreces
en tu Hijo Jesucristo.
Ayúdanos a poner nuestra confianza y alegría
no en cosas frágiles, perecederas,
sino en tu Hijo, en su Buena Nueva de salvación,
y en el reino que vino a instaurar entre nosotros.
Haznos pobres de espíritu y receptivos,
danos a cada uno de nosotros un corazón atento y sabio
para seguir buscando hasta que te encontremos a ti
en Jesús y en nuestros hermanos.
Te lo pedimos por el mismo Cristo, Señor nuestro,
que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo
y es Dios por los siglos de los siglos.

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