miércoles, 26 de febrero de 2014

2 de marzo del 2014: 8º Domingo del Tiempo ordinario A



Vivir sin preocupación?

Dentro de algunos días entraremos en Cuaresma.
Celebraremos la profundidad de nuestra experiencia de creyentes.
Desde este domingo, relativizamos nuestras preocupaciones. La relación profunda y durable con Dios, evocada en los textos bíblicos, vuelve a poner las preocupaciones legitimas (verdaderas) de la vida en su justo lugar.



Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo Según San Mateo, capítulo 6, versículos 24 al 34:

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:
“Nadie puede estar al servicio de dos amos. Porque despreciará a uno y querrá al otro; o, al contrario, se dedicará la primero y no hará caso del segundo. Ustedes no pueden servir a Dios y al dinero. Por eso les digo: no estén agobiados por la vida pensando qué van a comer, ni por el cuerpo pensando con qué se van a vestir. ¿No vale más la vida que el alimento y el cuerpo que el vestido? Miren a los pájaros: ni siembran, ni siegan, ni almacenan y, sin embargo su Padre celestial los alimenta. ¿No valen ustedes más que ellos? ¿Quién de ustedes, a fuerza de agobiarse, podría añadir una hora al tiempo de su vida? ¿Por qué se agobian por el vestido? Fijense en cómo crecen los lirios del campo: ni trabajan, ni hilan. Y yo  les digo que ni Salomón, en todo su fasto, estaba vestido como uno de ellos. Pues si a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se quema en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más por ustedes, gente de poca fe? No anden agobiados pensando qué van a comer, o qué van a beber, o con qué se van a vestir. Los paganos se afanan por esas cosas. Ya sabe su Padre del cielo que ustedes  tienen necesidad de todo eso. Sobre todo busquen el Reino de Dios y su justicia; lo demás se les dará por añadidura. Por tanto, no se agobien por el mañana, porque el mañana traerá su propio agobio. A cada día le bastan sus disgustos.”
 Palabra del Señor.


A guisa de introducción

La vida y la fe o la fe y la vida

1.    Nosotros podemos decir que la naturaleza ejerce una gran influencia en nosotros.
Sobre todo en los países con estaciones y en aquellos lugares predominantemente fríos, el sol es nuestra gran preocupación.

Nosotros deseamos que él caliente lo necesario para hacer fundir un poco de nieve en el mes de marzo. Desde ya escuchamos las aves. El agua se desliza por los arboles. Y muchos sienten ya la primavera.

Desafortunadamente, nosotros estamos tan ocupados en nuestras actividades, trabajos y cosas que nos olvidamos de observar la naturaleza.
Jesús nos lo recuerda: miren...observen…Él se sirve frecuentemente de la naturaleza para hacernos comprender su Reino.

Según Jesús, el trabajo que se debe realizar, es importante; él no es un absoluto; él debe prodigar salud, serenidad y no por el contrario, robárnoslas; una persona no es un robot.

Es necesario que ella trabaje, pero también es cierto que es necesario que ella piense, que ella sea atenta, sensible  ante el sufrimiento o necesidades de los otros, que ella cultive las amistades, que ella ame, que ella ore.

Jesús se muestra demasiado severo ante aquel, que a fuerza de trabajo, ha llegado a creer que puede dominar el mundo sin ocuparse de su vida personal; Él emplea la expresión “con el riesgo de perder  su alma”; el alma es el conjunto de valores humanos y espirituales que le dan a la vida su verdadero valor y o precio.

“Nosotros somos mucho más que lo que hacemos”, denota la prioridad de la persona, “nosotros hemos de permanecer incólumes, sólidos por encima del trabajo realizado, y sin lo cual seriamos aplastados”: actitud que no conviene ni a la condición humana, ni a la dignidad cristiana.

2.    A través la naturaleza, uno puede acercarse a Dios, pero no es seguro…o evidente…

Al hacer el camino a la inversa, es decir, rencontrando el sentido de Dios, uno redescubre la naturaleza, uno se rencuentra a sí mismo, uno hace el descubrimiento de los otros, uno pone las cosas en su lugar.

3.    El problema de “la fe en Dios”, sin importar lo que hagamos, no podemos evitarlo, o hacer semblanza de que Dios no existe.
En ciertas ocasiones, tenemos la impresión que nosotros hacemos la vida gracias a la fuerza de nuestro trabajo, por nuestros solos medios; nosotros pensamos no tener necesidad de la oración de los otros; y por lo tanto nosotros creemos que Dios existe y que Jesús ha venido en Galilea.


Cuando profundizamos nuestra fe en Dios y en Jesús, nuestra manera de orar, cambia. Si nuestra preocupación, son los asuntos pendientes a hacer, le pedimos a Dios de ayudarnos a realizar nuestros proyectos. Si nuestra preocupación, es Dios mismo, vamos a confiar en Él y en lo que Él espera de nosotros y nosotros le confiaremos nuestros proyectos;  y encontraremos el modo de volverle a decir el “Padre Nuestro” en su justo momento y lugar.




Aproximación psicológica al texto del evangelio:

La buena providencia de Dios

“No se preocupen por lo que han de comer, no se preocupen por el vestido…”

Estas palabras aparentemente necias o dulzarronas de Jesús en el evangelio de hoy no son tampoco una incitación o “invitación” a la pereza. El texto integral se constituye más bien en una invitación a la contemplación de la belleza de la naturaleza y de la bondad de aquello que llamamos tradicionalmente “la buena providencia de Dios”.
El lirio de los campos? “Salomón mismo, en toda su gloria, no podía vestirse como él” (Mateo 6,29).

La Providencia de Dios no es una especie de fuerza mágica que protegería a los buenos y castigaría a los malvados, o que nos recompensaría si nosotros actuamos bien. Jesús ha sido claro en este punto con respecto a la invitación a amar los enemigos. Nuestro Padre hace salir el sol sobre los buenos y los malos, y caer la lluvia sobre los injustos e injustos (Mateo 5,45).

Creer en la Providencia, no es creer ingenuamente en Dios, una ingenuidad  (o “inocencia”) que nos incitaría a la pereza y a la negligencia.

Creer en la Providencia, es hacer todo de su parte para triunfar en la vida y llevarla a su realización, para asegurar el techo, el sustento y el vestido.

Pero tampoco creer en la Providencia es quedarse solamente ahí. Es desprenderse de esta obsesión y recibir la vida como un don (un regalo).

Es esto precisamente la Fe: desprenderse de su vida para recibirla como un don de Dios. Jesús utiliza un lenguaje simple pero él no es simplista, ni ingenuo. Al reconocer las necesidades de la existencia, él nos conduce a una ingenuidad segunda que es la de la fe activa y responsable.

Pues si a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se quema en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más por ustedes, gente de poca fe? (Mateo 6,30).

Hay aquí dos cosas. Primero, la admiración por la belleza de las flores. Nosotros tenemos el deber de maravillarnos y de contemplar.

Y enseguida, entrar en la Fe: dejar de ser gente de poca Fe, donde las preocupaciones son a la manera de los paganos que se dejan encerrar por la sociedad de consumo. Romper, vencer esta pasión, entrar en la Fe y recibir su vida como un don.

Las promesas de la sociedad de consumo son falsas y alienantes. Ellas nos dicen: “Tú eres lo que consumes. Tú debes seguir la moda. Tú debes consumir cada vez más y más”. Pero no, la vida es más que la comida, y el cuerpo, es más que el vestido. El ser se degrada si se le considera solamente dentro del “aparecer” y el “tener”.

Comer, beber, vestirse y todo lo demás para el bienestar. Reducirse a eso solamente? 
Nunca. Y Jesús llega para decir: “busquen primero el Reino de Dios y su justicia, y todo lo demás se les dará por añadidura” (Mateo 6,33).

No es por nada que hoy se habla tanto de “relajación y despreocupación ante las cosas” y surgen movimientos de simplicidad voluntaria. Es una reacción de supervivencia. Por otro lado, yo me siento sorprendido por las fortunas y fuertes sumas de dinero que se invierten en terapias de salud, en los masajes, baños, los mil cuidados del cuerpo por parte de todo tipo de terapeutas. Yo tengo miedo de que la salud se venda bien y que la sociedad de consumo no nos vuelva a atrapar de nuevo, haciéndonos pagar costosamente sus múltiples tratamientos, mismo si son naturales. Esta nueva factura se suma a otras, y el ciclo de la carrera por el dinero recomienza.


Es necesario permanecer siendo critico ante esto. Buscar primero el Reino de Dios y su justicia. Entrar en la Fe y recibir la vida como una generosidad, confiando en Dios. La medicina suave o dura, es buena y es indispensable. Pero la Fe es otra cosa. Es a la Fe que Jesús nos invita. Pero Él agrega un proverbio delicioso que yo me repito a mi mismo cada atardecer, cuando yo me pregunto si no habrá otra cosa para hacer: “A cada día le basta su propio afán”. Cuando se ha dado de acuerdo a la medida, es necesario confiar en la vida y sobre todo en nuestro Padre de los cielos.

 

lunes, 17 de febrero de 2014

23 de febrero del 2014: 7º Domingo del Tiempo Ordinario A



Del gen egoísta al amor divino

Establecer una justa relación con los otros es un desafío que nunca acaba. El Señor Jesús nos invita a progresar sin cesar en este sentido, empujando cada vez más lejos las fronteras del amor. “Sean perfectos como su Padre celestial es perfecto”.



EVANGELIO DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO SEGÚN SAN MATEO CAPITULO 5, VERSICULOS 38 AL 48

En aquel tiempo Jesús dice a la multitud:
38.Ustedes han oído que se dijo: «Ojo por ojo y diente por diente.»
39.Pero yo les digo: No resistan al malvado. Antes bien, si alguien te golpea en la mejilla derecha, ofrécele también la otra.
40.Si alguien te hace un pleito por la camisa, entrégale también el manto.
41.Si alguien te obliga a llevarle la carga, llévasela el doble más lejos.
42.Da al que te pida, y al que espera de ti algo prestado, no le vuelvas la espalda.
43.Ustedes han oído que se dijo: «Amarás a tu prójimo y no harás amistad con tu enemigo.»
44.Pero yo les digo: Amen a sus enemigos y recen por sus perseguidores,
45.para que así sean hijos de su Padre que está en los Cielos. Porque él hace brillar su sol sobre malos y buenos, y envía la lluvia sobre justos y pecadores.
46.Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué mérito tiene? También los cobradores de impuestos lo hacen.
47.Y si saludan sólo a sus amigos, ¿qué tiene de especial? También los paganos se comportan así.
48.Por su parte, sean ustedes perfectos como es perfecto el Padre de ustedes que está en el Cielo.


A guisa de introducción:

Del gen egoísta al amor divino

Cuáles son las razones, los motivos que nos empujan a actuar?

Desde siempre han existido debates sobre este punto, puesto que toda persona que actúa busca un cierto bien o beneficio. Mismo el psicópata quiere satisfacer un deseo que le aporta placer.

Es decir que todo gesto de amor desinteresado que hacemos, es al final una trampa o patraña que nos inventamos para esconder nuestros apetitos egoístas? Es lo que parece hacernos comprender una tesis con carácter biológico, la llamada tesis del “gen egoísta”: la evolución de la vida se explicaría por la victoria de este gen que finalmente, impone su descendencia. La tesis ha sido muy rebatida entre los expertos en ciencias naturales a causa de los numerosos ejemplos de colaboración y o solidaridad que se evidencian en la naturaleza.

El peligro acá es transferir o extrapolar de manera mecánica en los humanos, comportamientos observados en la naturaleza, puesto que hay una forma de asumir nuestra herencia biológica. Y esta forma o manera se llama precisamente LA ÉTICA Y LA CULTURA.

El ser humano puede pervertir la naturaleza: pensemos, por ejemplo, en la invención de la tortura; pero él también puede transfigurar su bagaje (elementos) animal, manifestando ternura y amor.


Es bien natural amar los parientes y los amigos: es un poco amarse a sí mismo. Pero se puede ir más lejos hasta el don de sí mismo? Es lo que nos sugiere Jesús porque el amor divino no tiene límites.



UNA APROXIMACIÓN PSICOLÓGICA AL TEXTO DEL EVANGELIO

Imitar a Dios tal cual como es

La ley del talión era clara:  “El que cause alguna lesión a su prójimo, como él hizo, así se le hará: fractura por fractura, ojo por ojo, diente por diente; se hará la misma lesión que él ha causado al otro”. (Levítico 24,15-16).

Rechazar esta monstruosidad de ley puede parecernos muy natural , pero mirando más de cerca, Jesús era absolutamente radical cuando invitaba a superar esta mentalidad, y numerosas referencias  o indicadores nos llevan a pensar que no le   escucharon  sino la mitad de lo que dijo (de manera parcial, o superficial).

Cuando uno se justifica de tener un comportamiento negativo bajo el pretexto “fue el otro que comenzó” , uno se devuelve a la vieja Ley del talión. Cuando se opina que un asesino merece la muerte, uno no hace más que aplicar la ley del talión. Cuando decimos que Dios conducirá al infierno aquellos que han tenido una mala conducta o que no han tenido fe: estamos afirmando entonces que Dios , Él mismo,  funciona,  o actúa de acuerdo con la ley del talión: golpe con golpe, rechazo con rechazo.  Al estilo de la canción del cumbiambero venezolano Pastor López: “golpe con golpe yo pago, beso con beso devuelvo, esa es la ley del amor que yo aprendí, que yo aprendí”.

Ahora, Jesús hace un llamado insistente  justamente a abandonar la ley del talión, sobre el hecho que Dios, El no camina así, el no actúa así. “Si saludan sólo a sus amigos, ¿qué tiene de especial?” (v. 47). Hay que atreverse a agregar: “Si Dios sólo abre el cielo a aquellos que se le parecen, que hace El de extraordinario?”

Pero justamente, según Jesús, Dios es extraordinario, ya que El colma de su sol, de su lluvia, de su bondad y de su misericordia a todo mundo (a todas las personas sin distinción). Porque si Dios ama aquellos que lo aman, los publicanos acaso no hacen lo mismo?  (v.46). Si, Dios hace más que los publicanos,  más que nosotros (va más lejos), y es justamente por eso que Jesús nos pide  hacer más que los otros. No para  presentarnos mejores, no para demostrar que somos los mejores, sino porque Dios nos invita a llegar a ser mejor de lo que somos, a luchar, por  aminorar,  por debilitar sin cesar los límites que  fácilmente  le ponemos  a nuestra propia bondad.

Por medio de algunas imágenes y con pocas palabras, Jesús nos habla acá de manera vasta (grande ) sobre Dios. Claramente: Dios no es como nosotros: El no reserva su amor a aquellos que lo aman; Él no se venga de quienes no lo aman; “El ama sus enemigos” (v.44) y Él quiere que amemos los nuestros  (los enemigos) y así parecernos a Él. (v.45) .

Notemos finalmente el desafío adicional que contiene para nosotros estas  palabras de Jesús: “Actúen como Dios porque ustedes han sido hechos a su imagen” , puede voltearse al revés  en la práctica para llegar a ser: “hagamos a Dios a nuestra imagen y hagámosle actuar como nosotros”.


Es necesario amar a nuestros hermanos (as) como ellos son,…y guardar (concebir ,mirar, interpretar, conservar …)  Dios tal como Él es!



REFLEXIÓN


Amar y perdonar como Cristo

En el evangelio de este día, Jesús parte de una ley del Antiguo Testamento : «Ustedes han oído que se dijo : ojo por ojo, diente por diente ». En su momento esta ley buscaba frenar la venganza desproporcionada. La víctima o su familia debían contentarse con un mínimo de venganza.

Se sabe que el rencor era muy fuerte en tiempos de Jesús, sobre todo hacia el pueblo invasor y que se imponía, personificado en Roma, y esto alimentaba más el odio y amenazaba con estallar una fuerte guerra civil.

La voluntad de Jesús es la de romper esta espiral de violencia. Él nos dirige palabras fuertes que es necesario acogerlas tal como ellas son. Pero al mismo tiempo, debemos ser cautelosos en la manera como las interpretamos. No se trata de dejar correr a los que nos odian y a los ladrones. Cuando los niños son víctimas de la violencia, es necesario pedirles que lo digan (denuncien). Nuestra responsabilidad es la de protegerlos.

Hoy, Jesús quiere invitarnos a dar un paso más allá: “No agreguen más odio al odio (no le metan más leña al fuego); detengan esta ascensión de la venganza que no hace más que atizar el odio”.

Tenemos un ejemplo muy significativo en la vida de Edmond Michelet (1). Cuando él fue denunciado y enviado al campo de concentración, escribía a su familia: “es necesario que perdonemos; es la única actitud que conviene a los cristianos”. El mismo terminó por encontrar al joven que le había denunciado y lo perdonó. Este testimonio se suma al de Cristo en la cruz: “Padre, perdónales, porque ellos no saben lo que hacen”. Es cerca de Jesús y en El que encontramos la fuerza de perdonar como El y con El.

Lo que Cristo espera de nosotros es precisamente que nosotros amemos como Él mismo nos ha amado. Cuando leemos los evangelios, lo vemos acoger todos aquellos que vienen a buscarle; Él no ha dudado en acercarse a los leprosos, cuando era formalmente prohibido por la ley de Moisés; fue a casa de pecadores (Leví, Simón, Zaqueo); perdonó a sus verdugos. Su amor era tan grande que dió su cuerpo y derramó su sangre por la salvación del mundo.

En el evangelio de este día, Jesús nos dirige palabras fuertes: “Ustedes han escuchado que se dijo…Yo les digo” Es una manera de mostrar a todos que ÉL habla con la autoridad de Dios. Y Él no se contenta solo con hablar, pues nos da ejemplo: Él es aquel que ama sus enemigos y ora por ellos. El amor verdadero no calcula sino que se entrega y se entrega hasta el final sin medida.

La cuestión no es  quedarse en lo permitido o en lo prohibido. Lo importante es amar siempre y en todas partes, como Cristo y con El.

« Sean perfectos como su Padre del Cielo es perfecto », nos dice todavía Jesús. Esta palabra se suma a la de la primera lectura: “Sean santos, porque yo, el Señor su Dios, Yo soy Santo”. Esta santidad no debe ser comprendida como un conjunto de poderes y de sacrificios, sino como una participación a las disposiciones del mismo Dios. Este llamado se dirige a todos y no solamente a una élite (sacerdotes, monjas –es o consagrados, ermitaños, ascetas, etc.). Jesús viene a aportar un complemento. Dirigiéndose al joven rico , le dijo: “si tú quieres ser perfecto, sígueme “ ser perfecto es seguir a Cristo amando a sus enemigos, orando por ellos y perdonando.

Para ser perfectos, es necesario un largo camino, y sabemos bien que estamos lejos del objetivo. Pero otro día, Jesús dijo: “No he venido llamar a los justos sino a los pecadores”. Si es necesario ser perfecto para entrar en el Reino de Dios, es claro que para el hombre entregado a sus propias fuerzas es imposible. Pero para Dios, todo es posible. Su amor es más fuerte que todo aquello que (es estorbo para ) obstaculiza la perfección.

Para ser santo, basta con acoger a Cristo en nuestra vida y dejarlo ocuparse de nosotros. Solo Él es capaz de liberarnos del odio, del orgullo y del egoísmo. El no deja de llamarnos a renunciar, a sacrificarnos (en el buen sentido), cosa que está más allá (supera) de nuestras posibilidades humanas.

Lo que Él quiere para nosotros, es la VIDA, la Verdadera Vida; “He venido para que tengan vida y la vida en abundancia” (Juan 10,10).

Vale la pena seguir a Cristo, ir tras sus huellas, el solo justo que nos abre las puertas de la Vida Divina. Se trata de acoger su Espíritu Santo y dejarnos transfigurar por nuestra relación con El. Y uno de los lugares privilegiados donde se establece esta relación es LA ORACIÓN. No es por demás, o no es por nada que Jesús nos invita a orar por quienes nos persiguen.

Al escuchar este evangelio, todos pensamos en la actualidad vertiginosa de las últimas semanas...

Ahora más que nunca, nos volvemos al Señor...

domingo, 16 de febrero de 2014

Ralph Waite (1928-2014), el papá de la famillia Walton



El actor americano más conocido por ser John Walton Senior en la famosa serie setentera « The Waltons » y que actuaba últimamente en NCIS, haciendo al personaje Jackson Gibbs, ha muerto a los 85 años.

Su rostro era conocido por los fans de series, puesto que había hecho numerosas apariciones en la pantalla chica.

Me he enterado hace escasos minutos de la muerte de Ralph Waite, otro actor de series clásicas que muere en menos de un año. Primero fue Joe Conley, el tendero del pueblo donde habitaba la famosa familia de las colinas y hace 15 días moría el otro tendero pero de la familia Ingalls, Richard Bull.

La muerte del actor que encarnara al entrañable, comprensivo, fiel e integro padre de La familia Waltons (1972-1981) acaeció hace tres días. Murió el pasado 13 de febrero después del mediodía en su residencia de Palm Desert, situada en California. Tenía 85 años.
Era uno de los pocos actores octogenarios que se encontraba aun activo en el momento de su muerte, pues trabajaba en la serie “Bones”.

Él caracterizó al padre de Gibbs en la serie NCIS.

Nacido el 22 de junio de 1928 en el Estado de New York, comenzó su carrera con pequeños papeles en los años 60, después a comienzos de los años 70 interpreta el rol de John Walton, papa de la familia Waltons, emitida sobre CBS durante 9 temporadas.

En 1992, hace el papel del padre de Kevin Costner en la película “The Bodyguard” (El Guardaespaldas).

Cuando no estuvo bajo la luz de los proyectores, Ralph Waite se desenvolvía en el mundo de la política, inclusive a finales de los años 90 hizo parte del partido demócrata, buscando curules en 3 ocasiones, pero sin ningún  éxito.


De Wikipedia:

Waite, el mayor de cinco hermanos, nació en White Plains (Nueva York, EE. UU.), hijo de Ralph H. Waite, un ingeniero de la construcción, y Esther (Mitchell) Waite. Demasiado joven para luchar en la Segunda Guerra Mundial, Waite sirvió en el Cuerpo de Marines de los Estados Unidos entre 1946 y 1948. Posteriormente se graduó en la Universidad Brucknell en Lewisburg (Pensilvania) y trabajó durante un breve período como trabajador social. Luego obtuvo una maestría en la Divinity School de la Universidad de Yale y fue ordenado como ministro presbiteriano, trabajando como editor religioso en Harper & Row en Nueva York antes de decidirse por la carrera de actor.

Trabajó tanto en cine como en televisión, destacando en este último medio en títulos como la miniserie Raíces (1977) o las series Los Walton (1972-1981), The Mississippi (1982-1984), Carnivàle (2003-2005) y Days of Our Lives (2009-2013). En cine participó en películas como La leyenda del indomable (1967), El guardaespaldas (1992) o Máximo riesgo (1993).


jueves, 6 de febrero de 2014

Homenaje a Richard Bull, actor estadounidense de "La Familia Ingalls"

Richard Bull/Nels Oleson


Lastimosamente los medios de comunicación (al menos en Colombia) no le hicieron mucha "bulla" a esta noticia.
Para los amantes de las series clásicas y con buen contenido y mensaje como lo fue "The little house of the prairie" , titulada en Latinoamerica como "La Familia Ingalls", les comparto esta nota:


Nació el 26 de junio de 1924 en Zion, Illinois. Sus comienzos artísticos fueron en el teatro, pero pronto llegarían papeles de cine, y sobre todo en series de televisión, que ha sido lo que realmente le ha dado la fama. El que le dio a conocer a escala mundial fue sin duda su papel de Nels Oleson, el sufrido esposo de Harriet Oleson en La casa de la pradera, aunque su otro gran personaje fue el de Doc en Voyage to the Bottom of the Sea (Viaje al fondo del mar) entre los años 1964 y 1968 (serie en la que por cierto también intervino Kevin Hagen, el doctor Baker, en un par de episodios).

Viaje al fondo del mar
Aparte de estas, también participó en series como Perry MasonEl VirginianoEl fugitivoLa hora de Alfred Hitchcock,EmbrujadaHawai 5-0IronsideMisión imposibleColomboLa ley del revólver, por supuesto Bonanza (que casi es condición imprescindible para pertenecer al casting de La casa de la pradera), Los patrullerosLas calles de San Francisco,Lou GrantAutopista hacia el cielo,Cuentos asombrososCanción triste de Hill StreetUrgencias, etc, etc. Y eso que solo nombro las que conozco, porque ha intervenido en muchas más series. En el cine ha tenido menos papeles, pero algunas de sus películas son también bien conocidas. Entre otras, El caso Thomas Crown (1968), conSteve McQueen; o una de mis películas favoritas, La amenaza de Andrómeda (1971), de Robert Wise. O La venganza de Ulzana (1972), de Robert Aldrich; o también Infierno de cobardes (1973), de Clint Eastwood.
Barbara Collentine

Está casado desde 1948 con Barbara Collentine, actriz que también intervino en un episodio de La casa de la pradera, concretamente el capítulo 19 de la séptima temporada, Justicia ciega, en la que interpreta el papel de Edna Mills. Hace unos años se mudaron desde Los Angeles, donde residían desde hacía bastante tiempo, a Chicago donde viven creo que ya retirados del mundo de la interpretación.

Nota de última hora: Murió el 3 de febrero de 2014 en Calabasas, California, a los 89 años de edad.



(Fuente original:  http://micasitadelapradera.blogspot.com/2012/02/richard-bullnels-oleson.html)

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