viernes, 28 de noviembre de 2014

Mi homenaje a Chespirito (1929-2014)



POEMA
Yo que iba tan tranquilo

acercándome al final

de mi vida terrenal,

de pronto dudo y vacilo

¿Es verdad que no hay asilo para el alma?

¿Que morir es dejar de existir?

¿Qué la fugaz existencia
no tiene la trascendencia
que me dejaron intuir?
No, eso no, por favor.
Yo con mi libre albedrío,
me atrevo a decir Dios mío
que debe haber un error.
Y perdóname Señor si con esto te incomodo,
sin embargo, de algún modo, te lo tengo que decir:
No me vayas a salir con que aquí se acaba todo.

Roberto Gómez Bolaños.


El cineasta Agustín P.Delgado , quien dirigiera en los 50s y 60s, varias peliculas de Cantinflas,  bautizó a Gómez Bolaños como “Chespirito” porque lo consideraba un pequeño Shakespeare. Yo lo hubiera puesto Chaplincito por su parecido con el personaje Charlot del gran cómico inglés Charles Chaplin.

Pero si se le apodó en honor del escritor inglés era por su gran talento para escribir libretos para teatro cómico, vueltos sketchs de tv.

Con la letra CH y a partir de ella creó personajes y palabras que calaron entre el público:

Chapulín, el personaje que le abrió las puertas del espectáculo,
Chavo que conquisto los corazones del público,

El Dr, Chapatin cuya figura hacia evocar a la figura del poster más conocido del científico alemán Albert Einstein,

El Chòmpiras que era una especie de buen ladrón, ingenuo caco, víctima de matoneo primero del “Peterete” (Ramón Valdez) y luego del “Botija” (Edgar Vivar),

Chaparròn Bonaparte, el hombre adulto que sufre una locura particular y que hace buena pareja con Lucas Tañeda…Ellos siempre salen bien librados ante quienes los quieren timar.

Vicente Chambón, el reportero distraido de la clase popular, cuyos talentos para el periodismo (como sigue pasando hoy) deja mucho que desear. Su apellido “chambón” habla de la inexperiencia, del sentido de principiante…



El Chanfle (otro rostro del personaje Chespirito), utilero de un equipo de futbol que se mete en situaciones complicadas y cómicas con suma facilidad. Este personaje protagonizo dos películas con su mismo nombre.

El 20 de junio de 1971 se estreno oficialmente “El Chavo”, serie que recreaba las vivencias de una particular vecindad. En 1975 se estimaba que unos 300 millones de espectadores veían al chavo por todo el mundo.

La primera vez que vi el Chavo fue en 1982, pero parece ser que en Colombia desde 1971 se emitía con interrupciones. Recuerdo que lo pasaban los lunes a las 6 30 de la tarde. 

En 1978 y 1979 tuve entre mis manos las revistas con las historias y los personajes dibujados tanto del Chapulín Colorado como del Chavo.

La fiebre de Chespirito fue muy fuerte a fines de los 70 y comienzos de los 80s, hasta álbum llenamos.

Mi abuelo paterno Tomas Antonio disfrutó muchas de las horas de su vejez y retiro con “El Chavo”, era su programa preferido y lo miraba mientras cocinaba y mientras comía a pesar de los refunfuños de la abuela.

En el verano de 1998 año en que se difundió (como ocurrió tantas veces)  falsamente la noticia de su muerte y el internet aun no era tan popular, recuerdo me centré por varios días en la vida y obra del comediante mexicano; realicé que no solo era un excelente actor cómico, sino también que ante todo era un brillante y genial escritor de libretos, un músico, compositor de bellas e inolvidable melodías ("Oyelo, escuchalo" (dedicado a Jesucristo)



“Qué bonita vecindad”, sobre la navidad, “Churin-churin fun flais” de la banda sonora de un capitulo especial dedicado al cuento de "Blanca Nieves y los 7 enanitos" (para mí, el mejor capitulo de todos los del chapoulin) , “El Chapulín Colorado”…), un romántico poeta consumado y empedernido. Acá les transcribo varias poemas que me gustan:

Mi Mejor Amigo

No me pasa inadvertida
esta verdad singular:
yo he tenido que cargar
conmigo toda la vida.
Verdad incontrovertida
que con prendas de egoísmo
se disfraza de heroísmo;
pues hay que tener paciencia
para librar la existencia
cargando con uno mismo.
En ningún momento dejo
de ser yo mi compañía.
Y miro día tras día
al mismo hombre en el espejo.
Tal vez un poco más viejo
y un poco más arrugado.
Más inútil, más cansado,
más sordo, más soñoliento,
más distraído, más lento;
en resumen: más usado.
Pero hay algo singular
dentro de esta situación:
la costumbre da ocasión
para contemporizar.
Por ello he de confesar
que el tanto vivir conmigo
justifica lo que hoy digo
a modo de confidencia:
que a fuerza de convivencia
yo soy mi mejor amigo.

Florinda

Florinda Meza García,
Un nombre, es evidente,
que rima perfectamente
con la palabra "poesía".
Buen principio, yo diría,
para iniciar el proyecto
de un poema sin defecto
y sin mácula, amén
de que el nombre es también
octasílabo perfecto.
Por si no fuera bastante,
está la palabra "linda"
para rimar con "Florinda"
en perfecta consonante.
Y de modo semejante,
sin alardes de proeza,
resulta obvio que "Meza"
a más de ser apellido,
es palabra que ha servido
para rimar con "belleza".
Por tanto, sin más problemas,
la décima ya está
con la métrica que va
en semejantes poemas.
Mas ¿por qué tantas faenas?
si para hacer poesía
en realidad bastaría
con eliminar el resto
y escribir tan sólo esto:
"Florinda Meza García".

Los Quijotes

No existen ya los Cervantes
que diseñaban Quijotes
ni se escuchan ya los trotes
de los viejos Rocinantes.
Los caballeros andantes
no saben soñar despiertos;
no toman rumbos inciertos
buscando faenas rudas
ni van socorriendo viudas
ni van desafiando entuertos.

No hay una bella pastora
que conduzca a las ovejas.
No hay leyendas, no hay consejas;
no hay atisbos de una aurora.
Tampoco existen ahora
gigantes en los caminos.
Si acaso algunos mezquinos
y tan insignificantes,
que a pesar de ser gigantes
aparentan ser molinos.

No hay un solo caballero
que cometa la proeza
de proteger su cabeza
con el bacín de un barbero.
Tampoco hay un escudero
con ambición feudataria;
hoy Sancho es un pobre paria
que camina lento y triste,
pues ya sabe que no existe
la ínsula Barataria.

¿Cómo conquistar bastiones
y abatir la felonía,
si el honor y la hidalguía
se fueron de vacaciones?
Si ahora los campeones
ya no emprenden odiseas
ni peligrosas tareas;
y para colmo de males,
ya no tienen los ideales
que engendraban Dulcineas.


De: Dixon Moya Acosta

El Espectador, marzo 2012

“Chespirito” alias Roberto Gómez Bolaños, es un creador (la creación es la semilla de la poesía), una persona que no sólo reivindicó la letra Ch, sino que puede atribuirse la autoría de un catálogo de expresiones que repiten desde ciudadanos comunes y corrientes hasta gobernantes e intelectuales. Un escritor de miles de cuartillas, convertidas en diálogos, en escenas dramáticas o cómicas, inventor de personajes que varias generaciones de latinoamericanos llevamos en el recuerdo.

La vocación del escritor mexicano Roberto Gómez Bolaños por la letra CH (hasta el punto de encerrarla en un corazón), puede deberse a su estatura, chaparrito como dicen en su país; por su afición al deporte de las chatas; a su talento natural para ser chistoso desde la temprana edad, es decir, desde muy chamaco. Una explicación más sería diría que la importancia de la letra ch se debe a que se trata de un fonema que aparece en los idiomas aborígenes precolombinos, especialmente en el náhuatl, la lengua de los antiguos mexicas o aztecas.
En México, efectivamente, se han acuñado muchos términos con la cuarta letra de nuestro alfabeto, pero quizás nadie como el hombre que convirtió su simpatía personal y su inclinación por el ingenio humorístico en opción profesional, manifiesta en miles de libretos divertidos. El diccionario de la lengua española le debe a Gómez Bolaños haber enriquecido el glosario de la letra ch. “Chespirito”, el “Chavo del ocho”, el “Chapulín Colorado”, el “Dr. Chapatín”, el “Chómpiras” y muchos personajes más.
El escritor se ha encargado de explicar el origen de su amor por la Ch. Alguna vez un productor de la televisión mexicana al observar su capacidad para escribir le dijo que él era una especie de Shakespeare en chiquito, un Shakespirito que se convirtió en Chespirito. En la galería de los recuerdos imborrables, siempre van a sobresalir tanto “El Chavo” como “El Chapulín”. El niño de la calle, del barrio, de la cuadra, el que vivía en el universo de un barril, a quien no se le conocieron padres, pero sí un grupo inmortal de amigos. Así como el superhéroe latinoamericano armado con su chipote chillón, el más querido en medio de su despistada inocencia.
En América Latina somos aficionados a la ch, desde Argentina, en donde esta letra es sinónimo de amigo. En Colombia no somos la excepción, hasta el punto que los señores Arias y Troller publicaron el “Diccionario de la Ch”. El fanatismo por esa letra viene posiblemente desde los tiempos de los chibchas, cuando en estas tierras se tomaba chicha; es una letra que nos parece chusca, chévere por su sonoridad, apropiada para los chascarrillos de Roberto Gómez Bolaños
Roberto Gómez Bolaños, curiosamente sin letra ch en su largo nombre, aficionado a los deportes para compensar su pequeña talla, campeón de fútbol estudiantil (por aquello de chutar la pelota), aprendiz de ingeniero y como algunos formados en las ciencias exactas, a pesar del coqueteo con los números fue ganado para el universo de las letras. La Academia de la Lengua suele hacer congresos y homenajes a los escritores consagrados, pero no estaría de más, un día de estos, reconocer a quien agregó varias palabras al vocabulario más querido, el de la niñez, multiplicando dichos y refranes como “Sin Querer Queriendo”, título del libro de memorias del escritor Roberto Gómez Bolaños.


Vocabulario de Chespirito:

(Vicente) Chambòn, periodista torpe y distraído del periódico “La Chicharra”.

Chanfle!  Interjeccion para expresar sorpresa, admiración. Personaje de películas sobre el futbol. Era un utilero.

Chaparrón (Bonaparte), personaje de “Los Chifladitos”.

(Dr) Chapatìn : un galeno anciano, malgeniado y escrupuloso.

(El) Chapulín (Colorado), héroe muy humano, una burla a los superhéroes americanos.

(El) Chavo, el chaval huérfano de la vecindad con un gran corazón y un amante apasionado de las tortas de jamón.

(Los) Chifladitos, Chaparrón Bonaparte (Chespirito) y Lucas Tañeda (Rubén Aguirre)

Chicharra Paralizadora: una de las armas contra el mal manipulada por el Chapulín.

Chilindrina,  niña, hija de Don Ramón, personajes de la vecindad del Chavo. Caracterizada por María Antonieta de las Nieves.

(La) Chimultrofia, esposa del “Botija” , compañero inseparable del también caquito el “Chòmpiras”. Caracterizada por Florinda Meza.

Chipote chillón, la principal arma del Chapulín, sus golpes aparentemente inofensivos son letales y vencen al enemigo…y a veces también golpea a los amigos.

Chiripioica, un movimiento poco ortodoxo que afecta tanto al Chavo como a Chaparrón Bonaparte, aunque para este último se llama “garrotera”.

(Se me) Chispotiò, expresión recurrente del Chavo cuando “metía la pata”.

Chiquititolina, la segunda arma poderosa y definitiva para las misiones del chapulín, era una píldora que le posibilitaba a nuestro héroe reducir su tamaño y pasar desapercibido por sus peligrosos enemigos.

Chòmpiras, el “caquito” bueno, el ladrón que robaba con escrúpulo y torpeza, primero acompañado del “Peterete” y luego por el “Botija”.

(El) Chori, uno de los enemigos más peligrosos del Chapulín, todo un gánster caracterizado por Rubén Aguirre.

Churin-churin-fun-flais, palabreja repetida constantemente en una representación muy original del cuento “blanca Nieves y los 7 enanitos” por parte del elenco de “chespirito” y donde el protagonista es el Chapulin. Indudablemente uno de mis capítulos preferidos de toda la obra chespiritiana.

Chusma, palabra proferida constantemente por “doña Florinda”, mama de Quico (Kiko), chusma son todos aquellos que tienen malentendidos con su mimado hijo y a los cuales “pordebajea”: primero don Ramón, luego el Chavo, a veces el Sr. Barriga, luego será Jaimito el cartero.

En fin si Chespirito hubiera sido colombiano hubiera comido chorizo, bailado champeta y hubiera nacido en Choachi…

Gracias Chespirito, eres chévere!






La vecindad del Chavo
Nos mostró  que se puede ser feliz
mismo aun con  pocas cosas:
el amor era en las rosas
de Dona Florinda y Jirafales,
manifiesto en los sentimientos  de la Chilindrina
por el niño del barril
pero que este último nunca logrò percibir…

Mismo si se era huérfano
Como en el caso del chavo,
O abandonado por un padre
Kiko  En verdad, era el tesoro de su madre.
Y para el  niño del ocho
Era su mayor ilusión
Que alguien le comprase un día
Una grande y rica torta de jamón.

La soledad de Dona Clotilde
Buscaba insistentemente
la compañía de Don Ramón,
pero su donjuanesco Corazón
nunca pudo enamorarse
y ser felices dos en uno
para  siempre comer perdices
“monchito” y la mal llamada bruja del setenta y uno.

En el mundo de Chespirito
Quedamos todos recreados
Desde el niño chavo al chapatin doctor viejito
Y desde el héroe chapulín al chompiras un caquito;
Quiso decirnos el genio, en nuestra vida la  locura es cotidiana
Pero que a ella hay que afrontarla
Con alegría y sonrisa sana.

Toda su vida y obra
Ha sido un evangelio
Pues de Cristo seguidor era
A pesar de su abultada cartera
Y del Maestro Jesús aprendió
Que el Cielo es de los sencillos
Y que para tener acceso a Él
Hemos de ser como niños…





No pretendo agradar a nadie con esta nota. Realmente pretendo plasmar los sentimientos encontrados que, desde que me hice adulto, comencé a tener sobre Roberto Gómez Bolaños “Chespirito”, o más específicamente sobre su personaje inconfundible: El Chavo del Ocho. Y es que uno no piensa que murió el actor: uno siente que murió su personaje más famoso, y eso puede llegar a doler, como si una parte de la infancia de uno murió con él, porque el Chavo del Ocho no fue cualquier personaje de la farándula televisiva latinoamericana.

Muy raras veces dedico una o dos líneas a alguna noticia asociada con el mundo de la farándula y la televisión, pero sin duda la muerte de Roberto Gómez Bolaños tiene algo de amargo, un sabor muy desagradable para Latinoamérica. Yo no sé exactamente como hizo un tipo tan retardatario, conservadurista, derechista y hasta fascista como Roberto Gómez Bolaños para crear el personaje de El Chavo (y todos los demás, con el Chapulín Colorado de segundo en la fila). Yo recuerdo de niño haber visto día tras día, capítulo tras capítulo, a ese personaje infantil que vivía dentro de un barril en medio de una vecindad sumamente pobre, y recuerdo haberme conmovido muchas veces por ello. De adulto me di cuenta que El Chavo del Ocho, su mensaje o su cosmovisión era mucho más revolucionaria que su autor/actor. Es que El Chavo es en buena medida un asunto ya cultural latinoamericano que hace mucho tiempo trascendió la mera pantalla televisiva mexicana. De tal manera que no hablaré de la persona, más que todo por respeto a los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, sino de lo que al fin y al cabo interesa en el arte: de su obra, de su obra en un contexto social de un país atolondrado por la burguesía. 

¿Cuántas veces no sufrimos con el Chavo su pobreza extrema? ¿Cuántas veces no sentimos empatía y conmiseración por él? Y todo lo que giraba a su alrededor lo ponía a uno de niño a pensar: la doble moral de Doña Florinda y el Profesor Jirafales, lo obstinadamente mimado y malcriado de Quico, el Señor Barriga y su posición económica apenas medio superior pero que ya lo hacía asirse de una partícula de poder por sobre los arrendados, y además de todo eso la relación hermosa entre padre e hija de Don Ramón y la Chilindrina. Casi podríamos hacer una radiografía de todos esos personajes y todos nos llevarían a un mismo lugar: la conclusión de que este mundo vale la pena cambiarlo por algo menos grotesco y más hermoso. Esto no es algo que uno pensara de niño, por supuesto, pero sí es algo que uno concluye con el pasar del tiempo.

Otras impresiones guardé para siempre de las últimas veces, ya adolescente, que miré El Chavo, que hoy vienen a mí al lamentar la muerte de lo que era Roberto Gómez Bolaños a fin de cuentas: un ser humano, y toda vida humana que fallece es lamentable, más aún cuando esa vida ha sido dedicada a la creación. El Chavo vivía en un barril, sin padre ni madre, sin nombre (pues recordemos “el chavo” no es otra cosa que “el muchacho”), un niño de la calle abandonado a su suerte que encontró una casa de vecindad que lo acogiera en su patio central. Bien pudo el Chavo haber dormido en un catre, una esterilla, unos cartones, una colchoneta, en fin, horizontal y medio cómodo, pero no: el Chavo escogió un barril y una posición fetal de cachicamo asustado, como si aún necesitara ocultarse, blindarse de alguna manera contra las injusticias del mundo. Por supuesto ese escondite o blindaje no era tan efectivo. Normalmente todos lo respetan en su minúsculo espacio llamándolo parados al lado del barril como quien llama por una ventana, pero fue común ver como sucedían accidentes de todo tipo, es decir, cosas que le caían en la cabeza aun dentro de su barril, desde agua hasta basura. Allí el Chavo recordaba su tragedia: no tenía como protegerse totalmente aunque lo intentara. ¿Cuántos niños y niñas que hoy llamamos de la patria, que los hay en todo el mundo, viven en esas condiciones de indefensión, expuestos a los accidentes de una humanidad torpe que no ha sabido garantizarles una vida digna, una infancia plena? Sin duda esto es, como la muerte, algo para sentarse a llorar. Afortunadamente en la vecindad, que además adopta el nombre del singular personaje, “La Vecindad del Chavo”, nunca faltó quien le diera algún alimento, algún cobijo de alguna manera, nunca faltó quien compartiera un juguete con él, dentro de la pobreza circundante, de la opresión en que vivían esos personajes.

Doña Florinda: ¿cuántos terminamos odiándola, a ella y a su mimado hijo, por hacernos reír de su injusta calumnia y consecuente desprecio y maltrato contra Don Ramón, cuyo único defecto siempre fue no conseguir una chamba estable para poder pagar la renta? Doña Florinda crió sola a Quico, sin padre desde que este la dejó –¡típico!-, pero no pudo nunca ser “madre y padre” como se dice comúnmente, no pudo ser una mujer “echada pa’lante” para mantener a su hijo: siempre pendiente de que el profesor Jirafales le diera el amor y las comodidades que necesitaba y que su pequeño restaurante (más bien una modesta lunchería) no podía satisfacerle. No dudo que ambos personajes se amaran de verdad, pero era un enamoramiento anacrónico, nadie hubo jamás que les dijera que los adultos no pueden enamorarse como los preadolescentes, sobre todo cuando hay niños de matrimonios anteriores de por medio. ¿Hasta cuándo pensaba el profesor Jirafales tener a Doña Florinda con un enamoramiento platónico, por no decir pueril, en vez de convertirse de verdad en la figura paterna que necesitaba Quico para dejar de ser tan mingón, malcriado, engreído, pedigüeño y avaro? Porque el Profesor Jirafales es un hombre correcto, continuamente lo vimos demostrar tener alto sentido de la honestidad, de la ética, además de una elevada cultura dada su condición de docente, independientemente de que “tarareara” cada vez que lo obstinaban los niños. El profesor Jirafales sin duda fue siempre esa autoridad paternal, amorosa y positiva, que necesitaba el pequeñoburgués de Quico.

Por otro lado, tenemos a Don Ramón: un hombre que no tuvo suerte para conseguir nunca un trabajo estable. Eternamente desempleado, es para mí la imagen clara de un estrato social marginado, condenado a ser pobre cultural y socioeconómicamente para siempre. Además de eso, viudo, pues la mamá de la Chilindrina murió cuando ella estaba más pequeña (creo recordar lejanamente que en algún capítulo lo dicen). Don Ramón afronta entonces, con todos sus defectos, con todas sus contradicciones, la crianza de su hija: la levanta temprano para ir a la escuela, le prepara el desayuno, está pendiente de sus tareas, la aconseja, la protege y la defiende cada vez que la ve llorando con su escándalo peculiar. Paralelamente, La Chilindrina es la única que defiende a su padre de los insultos de Doña Florinda, de los acosos del Señor Barriga, y cada vez que puede le dice una cantidad de cursilerías cariñosas a su padre para mantenerlo contento. Por supuesto, no tengamos duda de que a la Chilindrina siempre le hizo falta su madre: lo malvestida que andaba siempre, manchada, con los botones mal abotonados, los lentes torcidos, las coletas disparejas, es pruebo de ello. Es una cosa casi arquetipal, no digamos estereotipal porque sería ofender. Digamos que Don Ramón hace lo que puede. Al igual que Doña Florinda con Quico: este último siempre está bien vestido, bien peinado con su respectivo gorrito, y apenas se medio ensucia la mamá lo regaña. 

Don Barriga es el ser más detestable y por ello el más grotesco de los personajes. No es gordo porque tenga un problema de alimentación, ni porque su obesidad simbolice problema de salud: es gordo porque simboliza la abundancia, la opulencia, él es La riqueza de las naciones con patas. Por ello cada vez que entra es objeto de burlas y sufre los peores desmanes y accidentes por las travesuras de los niños. Hasta le confunden el nombre porque, básicamente, el Señor Barriga es un desclasado, una contradicción andante: él sólo cobra la renta para los verdaderos dueños, invisibles y desconocidos para los niveles sociales más bajos. Hace poco un grupo de intelectuales llegábamos a la conclusión de que la peor carrera universitaria que ha creado el estado burgués es la de Administración de Empresas: implica administrarle los dineros a los poderosos. Es equivalente a los capataces de la esclavitud, que eran los mismos negros, pero no cuales quiera, sino los chupamedias y autonegados, los que fueron capaces de levantar el látigo contra sus iguales. ¿Cómo concluyo todo eso del señor Barriga, si se supone que él es el “dueño” de la vecindad? Pues porque si realmente el paltó, la corbata, los pulcros zapatos y el lujoso maletín que carga significaran que es un clase media (por lo menos), su hijo Ñoño no estudiaría en la misma escuela que los demás niños de la vecindad.


Y en medio de todo esto, volvemos al principio, está el Chavo, con un solo tirante, con su gorrito de los años cuarenta, con sus pantaloncitos brincapozos, con sus zapatos desgastadísimos, hablando y hablando sin parar, defendiéndose como puede, expresándose desesperadamente hasta quedar hablando solo con la mayor sinceridad y desparpajo, con la verdad doliente para quien fuera, con su pobreza y su tristeza a cuestas perennemente, y sobre todo y por encima todo, redundo adrede, una imaginación imparable, con el “¡zas!” y el trote estacionario cada vez que se le ocurre una genial idea, con su capacidad para imaginar juegos, juguetes, situaciones, artefactos, roles, aventuras, en fin, una creatividad que al final de cuentas es la que salva a todo niño de la miseria humana, de la miseria adulta. Es la capacidad de crear mundos imaginarios la que nos hace seguir llevando internamente y con nostalgia ese niño, ese paraíso perdido en le corazón al cual nunca volveremos. Y así, todos y todas, durante dos o tal vez hasta tres generaciones, en toda Latinoamérica (no nada más en México) crecimos junto a ese chavo que nunca creció, eternamente de ocho años, y lo llevamos en el alma como un recuerdo de cómo se podía ser feliz con sólo nuestra imaginación y nuestra creatividad. 

 http://masdelodebidoymenosdeloquerido.blogspot.ca/ 



miércoles, 19 de noviembre de 2014

En el día mundial del retrete


Les prometo que no hablaré m…hoy por ser el día mundial del inodoro, otro lo llaman “retrete”, otros “baño”, algunos “sanitario”, otros “servicio”, unos pocos “escusado”…En francés le dicen “toilette”, en ingles WC que es la sigla para las palabras “Water Closet” (algo así como “agua armario” o “agua guarda ropa”).

Wikipedia les ofrece más ampliación de este artilugio que posiblemente creemos conocer lo suficiente: http://es.wikipedia.org/wiki/Inodoro

Los quebequenses (franco-canadienses) para referirse a este imprescindible cuarto lo hacen llamándolo “Petit coin” (rinconcito). En Colombia solemos decir “me presta el baño? Donde queda? ” y casi siempre la respuesta es “Al fondo a la derecha”…”El olorcito lo lleva”…ja,ja.

En revancha si usted quiere aparecer  diplomático, « decente » y misterioso respecto a donde quiere ir, pero a la vez siendo familiar, utilice eufemismos tan archiconocidos como “voy a regar las flores”, “voy a cambiarle agua al pajarito”…"voy a donde solamente  el rey va a pie y sin nadie, (o sea va solo). 

En Camerún (África) dependiendo de la necesidad los misioneros decíamos: “Voy a  hacer una llamada local” (pipi) o “una llamada de larga distancia”…

Sin duda alguna el sanitario "es el cetro de la humildad"  y donde al sentarnos se traduce mejor nuestra frágil y efímera condición humana...Alli todos somos iguales como en el campo santo o las piezas de ajedrez después de la partida...

En mi vida y historia particular les cuento que he visto la evolución: desde el gran cafetal o matorral, pasando por el inodoro llamado de hoyo (en el África desierta), las tazas rusticas y sencillas en las casas de campo y ciudad, hasta llegar a los suntuosos, modernos y lujosos artefactos en aeropuertos de todo el mundo, y mansiones de personas acaudaladas…

Alexander Cumming http://es.wikipedia.org/wiki/Alexander_Cumming fue el primero en diseñar un inodoro en 1775.

En verdad que el inodoro es un objeto digno de utilizar y un sujeto sobre el cual vale la pena escribir algo.

Entre las leyes de Murphy se encuentra aquella de que no es raro que suene el teléfono justo en el momento preciso que se va el baño, por suerte ya existen los celulares o móviles que ya permiten contestar mientras usted “hace lo que debe hacer”, lo importante no es dejarse pillar, ser inteligente mientras se “dicciona” a la vez que se “micciona.”

Seguramente todos tenemos “historias o cuentos chistosos” alusivas con las idas al sanitario…pero no podemos olvidar que es cosa seria darse el tiempo (aunque algunos toman tanto tiempo que se sientan a leer un libro o el periódico)  y realizar una conveniente evacuación para la salud integral…Es más, debe ser un ritual, lavarse las manos antes y después de…prevenir que haya lo necesario para la tarea…en fin…

Ah y nosotros los hombres no olvidemos las recomendaciones de alguno que otro sueco y un ministro taiwanés, que como las mujeres, orinemos sentados por el bien de nuestra próstata…

Que conste como le respondería a un amigo: "hoy no he querido cag..." 

Feliz día mundial del sanitario!


("Es todo por hoy")


martes, 18 de noviembre de 2014

Domingo 23 de noviembre del 2014: Domingo, Fiesta de Cristo Rey (A)

Un rey diferente...

Un rey diferente...
Foto:https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj8faEu1BePOjaZ7cs657bH1zx8p5rQrVm7GqUnKq2KxwiWcsTjEVU2DEn2OwcK3XEXTedT54azUtsnfN356j4isTOt_HfBfdCCpXK6pa06RHko6YtB3HfRE5R53YTuab3lZbs7FdDYrsP1/s1600/

« Me lo hicieron a mì » 

Jesús reconoce que es Él mismo quien está en la persona frágil que tiene hambre y sed, que es privada de la libertad o enferma. Él está presente en todo aquel que uno socorre, como lo hace el Buen Pastor.





Lectura del santo evangelio según san Mateo (25,31-46)
Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria rodeado de todos sus ángeles, se sentará en el trono de Gloria, que es suyo.
Todas las naciones serán llevadas a su presencia, y separará a unos de otros, al igual que el pastor separa las ovejas de los chivos.
Colocará a las ovejas a su derecha y a los chivos a su izquierda.
Entonces el Rey dirá a los que están a su derecha: «Vengan, benditos de mi Padre, y tomen posesión del reino que ha sido preparado para ustedes desde el principio del mundo.
Porque tuve hambre y ustedes me dieron de comer; tuve sed y ustedes me dieron de beber. Fui forastero y ustedes me recibieron en su casa.
Anduve sin ropas y me vistieron. Estuve enfermo y fueron a visitarme. Estuve en la cárcel y me fueron a ver.»
Entonces los justos dirán: «Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te dimos de comer, o sediento y te dimos de beber?
¿Cuándo te vimos forastero y te recibimos, o sin ropa y te vestimos?
¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y te fuimos a ver?
El Rey responderá: «En verdad les digo que, cuando lo hicieron con alguno de los más pequeños de estos mis hermanos, me lo hicieron a mí.» 
 Dirá después a los que estén a la izquierda: «¡Malditos, aléjense de mí y vayan al fuego eterno, que ha sido preparado para el diablo y para sus ángeles!
Porque tuve hambre y ustedes no me dieron de comer; tuve sed y no me dieron de beber;
era forastero y no me recibieron en su casa; estaba sin ropa y no me vistieron; estuve enfermo y encarcelado y no me visitaron.»
Estos preguntarán también: «Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, desnudo o forastero, enfermo o encarcelado, y no te ayudamos?»
El Rey les responderá: «En verdad les digo: siempre que no lo hicieron con alguno de estos más pequeños, ustedes dejaron de hacérmelo a mí. »
Y éstos irán a un suplicio eterno, y los buenos a la vida eterna.»
Palabra del Señor

A guisa de introducción:

Un rey que no es como los otros
« Cristo Rey del universo » es el nombre de la celebración de este último domingo del año litúrgico ciclo A.


Y en la frase puede haber un pleonasmo, es decir una repetición de una repetición: como decir salir para afuera, entrar para adentro, etc. Cristo significa ungido, el Mesías, que viene a ser sinónimo, un príncipe o rey quien ha sido empapado con aceite o ungüento para significar su elección por Dios para dirigir, gobernar, liderar sobre el mundo, la sociedad, la naturaleza…

El gobierno o régimen del rey se le conoce como monarquía.
El término monarquía proviene del griego μονος (mónos): ‘uno’, y αρχειν (arjéin): ‘gobierno’, traducible por gobierno de uno solo. A ese único gobernante se le denomina monarca o rey (del latín rex) aunque las denominaciones utilizadas para este cargo y su tratamiento protocolario varían según la tradición local, la religión o la estructura jurídica o territorial del Gobierno. (www.wikipedia.org)
El problema con esta expresión o palabra REY es que se presta para ambigüedades, malos entendidos e inclusive puede aparecer anacrónico: pues las monarquías existentes en el mundo de hoy son tan pocas y por ende poco conocidas (Liechtenstein, Arabia Saudita, Brunéi, Catar, Omán y Suazilandia). En algunos países solo existen como adorno o honorarias pero con poca incidencia en las repúblicas participativas o democráticas (a ejemplo de Bélgica y el Reino Unido).
Los reinos más memorables para nosotros son quizás aquellos bíblicos, como la de los famosos David y su hijo Salomón en el Antiguo Testamento o los de la dinastía de los Herodes en el nuevo testamento.
Los reyes de los reinos como aquellos de los cuentos de hadas de la edad media, donde el rey vivía en un inmenso y bello castillo, con muchos sirvientes y casi siempre tenían una hija princesa infeliz, enferma y siempre bella que buscaban el amor de un príncipe…
Ahora entonces podríamos imaginarnos a Cristo Rey con su poder y cetro mandando, imponiéndose a la fuerza…haciéndonos una imagen falsa de su manera de dirigir…
Hoy considerando las formas de gobierno que se han instaurado en el mundo, deberíamos preferir la democracia (gobierno participativo del pueblo) a la monarquía.
El teólogo latinoamericano Pablo suez ha propuesto cambiar el término “reino de Dios” por democracia participativa del Reino de Dios. Y quizás purificar la idea errónea de la forma como adviene o advendría esa soberanía de Cristo y o su Padre Dios.
Pero lo que menos importa acá son los términos o el vocabulario desactualizado o trasnochado o ambiguo…
Lo que esta fiesta quiere subrayar simple y llanamente es que el mundo será otro, un mundo alternativo, más luminosos y libre cuando Cristo y su evangelio (Buena Noticia) sean el centro y o primera preocupación de nuestras vidas, cuando le dejemos a Él dirigir nuestros pensamientos, palabras, gestos y o acciones.

Y según el evangelio que leemos hoy llamado del “juicio final”, Jesús es un rey de compasión, su nombre es ternura, y quiere que todos los hombres y mujeres de la tierra sin mirar ninguna religión o pertenencia ideológica o cultural le imitemos…
Se creía quizás que el juicio se realizaría con base en acciones destacadas y hechos heroicos o de gran santidad, o por los comportamientos de conducta moral y religiosa. De hecho, se trata de gestos de todos los días, de gestos que realizan los padres por sus hijos todos los días, la gente ordinaria por sus vecinos, gestos de solidaridad, de gentileza, de acogida, gestos que pueden ser realizados por todos y cada uno y que una multitud realiza de manera efectiva y sin por tanto gritarlo (proclamarlo) a alta voz.
El reino o la “democracia” de Dios se establecerá nada más que a punta de compasión y servicio…en una palabra a pulso, impulsos e inspiraciones del amor.

Aproximación psicológica al texto del evangelio

El poder de ser prójimo (de estar cerca, ser cercano)

Se puede decir que hay 3 maneras de ejercer el poder.
Un primer poder consiste en ponerse aparte de los otros, sea por su competencia, su fuerza, su poder o todavía por el miedo o la inspiración que se inspira.
Un segundo poder consiste en poseer los otros.
En fin un tercer poder consiste en amar a los demás.
Retomemos cada uno de estos elementos.

 El poder que pone aparte

Hablar de autoridad o hablar de “rey”, es también evocar una cierta distancia física, puesto que los reyes y jefes de Estado viven en residencias suntuosas, distantes del pueblo. Ellos están protegidos por una policía especial que aleja aquellos que no tienen pases o permisos para abordarles.

Ellos dominan desde lo alto de una pirámide de funcionarios que filtran los que no tienen influencia y quienes no detentan un poder. Una tal autoridad está basada en un cierto egoísmo, puesto que aquel que la posee no le gusta compartirla. El rey poderoso por su riqueza no le gusta compartirla. El general que domina por su fuerza militar no le gusta compartir esta fuerza. Un deportista o atleta fuera de lo común, teme siempre el deber o tener que compartir sus “performances” con un igual.

Una autoridad como tal es frágil, una tal autoridad hace prisionero: de un lado la riqueza, del otro la pobreza. Como decía Calígula: Oderint dum metuant  (“Que me odien mientras me teman”).

Los detentores del poder son entonces, aquellos que están aparte. De otro lado, desde nuestra infancia esta idea es implantada en nuestro espíritu por los actos simbólicos de los cuentos de hadas: el rey es siempre más bonito, más rico, más alto o grande, valiente y mejor que todos los otros. De igual modo, en el mundo de hoy los reyes de todo tipo están aparte. Ya sea que se hable del rey o la reina del rock o del pop (Madona, quién reemplaza a Michael J.?  Bruno o Justin?), de la reina del carnaval, del rey del fútbol (Messi o Cristiano?)…se hace referencia siempre a aquellos que han logrado elevarse por encima de los otros. Entre los humanos todos nacen iguales pero algunos logran situarse aparte.

En el caso de Dios, el movimiento es inverso: no nacer igual y después hacerse diferente, sino ser diferente para después hacerse igual. El movimiento de Dios de cara a la multitud no es alejarse sino acercarse. Su realeza no consiste en ser alguien apartado, aparte, sino ser o “estar con”.

El poder que posee

Existe una forma de poder que consiste en volver a los otros totalmente dependientes que ellos no pueden avanzar sin nosotros. Una tal autoridad es tan y demasiado alienante y más cuando se presenta bajo los trazos del amor y del servicio. Es la autoridad de los padres que niega a los hijos la autonomía, de la cual necesitan para llegar a ser libres. Es la autoridad, al interior de una vida de pareja, donde uno de los dos conyugues posee al otro. Es la búsqueda de poder de la publicidad en todas sus formas, que se infiltra en el subconsciente de la gente para poder manipularla mejor. Es la autoridad tanto de los empleadores paternalistas como de los sindicalistas celosos que temen ver a los obreros o empleados encontrar otros medios de emancipación diferente al conflicto institucionalizado.

El poder que ama

El tercer poder es aquel del AMOR. Es un poder paradójico. En efecto, aquel que ama y es amado por el otro, ejerce un poder sobre él.  Sin embargo, este poder toma su fuerza en el hecho de estar cerca del otro. Es así como este poder se ejerce y se construye. Él vive de la proximidad y del compartir del ser amado.  Los novios que se aman sueñan con vivir juntos y con ser el uno para el otro una fuente de felicidad, de alegría.  La trampa del poder es de alejarse, de ponerse aparte para dominar mejor; el poder del amor consiste en acercar las personas, las unas de las otras. La condición del amor es la libertad. El otro debe permanecer, mantenerse libre de amar o de no amar. El poder del amor está intrínsecamente opuesto a toda forma de posesión, de alienación.

Estos propósitos parecen estar muy lejanos de la Fiesta de Cristo Rey, pero ellos son necesarios, puesto que como hemos dicho en la primera parte de esta reflexión, la noción de poder (de rey) e ambigua, equivoca…”tiene veneno, trampa” y si no se precisa de cuál poder se habla aplicándolo a Jesús, nuestro discurso corre el riesgo de esconder el rostro de Cristo en lugar de revelarlo.


"Jesús, el evangelizador por excelencia y el Evangelio en persona, se identifica especialmente con los más pequeños (cf. Mt 25,40). Esto nos recuerda que todos los cristianos estamos llamados a cuidar a los más frágiles de la tierra. Pero en el vigente modelo «exitista» y «privatista» no parece tener sentido invertir para que los lentos, débiles o menos dotados puedan abrirse camino en la vida."  
(Papa Francisco, Evangeli Gaudium 209).


Reflexión central

Musulmanes cristianos?
Amer Yaquob Ashao tiene 53 años. El habita en Mossoul (Irak). Su vida está a punto de cambiar bruscamente. Su vecino musulmán viene a prevenirle ya que un imam ha declarado en la mezquita que los cristianos deberían abandonar la ciudad inmediatamente o de lo contrario ellos serian asesinados al día siguiente. Este vecino, él mismo no puede defenderle, ya que ellos matarían a su propio hijo: el Estado islámico ha tomado posesión de la ciudad. Amer ha huido a Erbil, capital de Kurdistán iraquí. A pesar de verse obligado a vivir en un edificio a medio construir, hacinado junto a muchos otros refugiados, él ha tenido suerte: le debe todo a su vecino musulmán. “Es un hombre bueno. Él vigila mi casa y riega mi jardín todos los días. Él me ha enviado mis documentos por taxi hasta a Erbil, y esto le ha costado 50.000 dinares (47 dolares). Los cristianos y los musulmanes han siempre vivido como hermanos en Mossoul. Pero si el Estado islámico se incrusta, si se apodera de las escuelas, yo temo por la próxima generación.” (Ver Isabelle Hachey, « Une ombre sur Mossoul », La Presse, 27 septiembre 2014).



Yo he pensado que esta situación angustiosa y que llena los periódicos con titulares de actualidad, podría acompañar nuestra reflexión sobre el relato de Mateo de este domingo, alusivo al juicio final. 


Y la primera razón es que uno encuentra un contexto de final de los tiempos, donde antes de describir la escena del juicio, Jesús habla de guerras, advierte que algunos serán expuestos a torturas y serán asesinados, menciona la presencia de falsos profetas, de luchas intestinas y de traiciones. Una tal situación se presenta cada vez que nuestro mundo es sacudido. Es el caso particular en el Medio Oriente donde varios países se enfrentan a sangre y fuego.
La segunda razón es el amigo musulmán de Amer, que le ha manifestado su compasión y su amor al darle de su tiempo y de su dinero; esto no nos recuerda acaso: “yo tuve hambre y ustedes me dieron de comer…yo estaba desnudo y me vistieron, etc? La ironía es que aquí se trata de un musulmán que se ocupa de un cristiano.
Mateo nos presenta en esta escena del juicio final el final del 5º y último discurso de Jesús. Él se dirige a una comunidad formada sobre todo por cristianos de origen judío alrededor de los años 80 o 85 después de Cristo. Esta comunidad vive un periodo difícil, una verdadera crisis de identidad. La comunidad cristiana ha sido rechazada por los judíos ortodoxos y no pueden frecuentar más las sinagogas, y he aquí que las leyes rituales y las prescripciones sobre la comida que hacen parte de la identidad judía son abandonadas por la joven comunidad cristiana, y los grandes líderes judíos cristianos como Santiago, Pedro y Pablo han muerto. Se buscan puntos de referencia. Además, el retorno de Cristo se hace esperar, y la pregunta es, cuándo será la parusía? (su segunda venida). Una frase única en el evangelio de Mateo puede ser un eco de la situación comunitaria: “Después de la inequidad (ausencia de ley) creciente, el amor se enfriará en muchos” (Mateo 24,12). Es dentro de este contexto que Mateo debe retomar su catequesis (su enseñanza).

La base de la aproximación de Mateo, su evangelio busca hacer de Jesús el nuevo Moisés. Por otra parte, para dar su primer discurso (sermón de la montaña), Jesús sube una montaña, como Moisés ha subido el monte Sinaí. Mateo le dará el nombre de “palabras”, en griego: logoi (nuestras biblias traducen a menudo por instrucciones) a los cinco discursos de Jesús, de igual modo como Moisés ha dado a su pueblo las “diez palabras” según el relato del Éxodo (Que se traduce a menudo por mandamientos). Habrá cinco grandes discursos de Jesús, sin duda a la imagen de los cinco libros fundamentales de la Biblia, llamado Pentateuco (Génesis, Éxodo, Levítico. Números, Deuteronomio). Así, la comunidad judío-cristiana no está mas sin ley; Jesús da una nueva ley, presentada ante todo en el sermón de la montaña con sus bienaventuranzas y su llamado a superar el actuar de los especialistas de la ley, y resumida bajo forma de conclusión en nuestro relato del juicio final. Cuál es esta conclusión? Mostrar se compasivo ante el hambriento, el sediento, el pobre, el extranjero, el enfermo y el prisionero. Haciendo esto, es a Cristo Resucitado mismo que se ama. He aquí lo esencial de la nueva ley.
En esta conclusión de Mateo, hay cualquier cosa sorprendente. Los actores de esta escena representan (comprenden) todas las naciones, no solamente los cristianos. Para heredar el Reino sin fin, el único criterio es haber sabido mostrar un corazón compasivo: no es más una cuestión de estar bautizado. Cristiano o judío. Y todo gesto de compasión es fundamentalmente un gesto de amor en la persona de Cristo resucitado, poco importa quién lo haga, que sea cristiano, musulmán, budista, ateo. Por lo tanto este mismo Mateo no concluye su evangelio poniendo en la boca de Jesús: “Vayan por todo el mundo y hagan discípulos bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo? Sin duda, es necesario ver esta petición como medio hacia un fin, el fin que está al término de esta invitación: “…enseñándoles a observar todo lo que les he prescrito. Y he aquí que yo estoy con ustedes todos los días (por siempre) hasta el fin del mundo”. Lo que está prescrito para todos, el objetivo de toda comunidad, el objetivo de toda la historia humana, es justamente este corazón compasivo.
Todo el mundo recibe con los brazos abiertos este relato de Mateo. Personalmente, yo digo con facilidad: es lo esencial de la vida, a pesar de que sea exigente en ciertos días. Pero para bien actualizar el relato de Mateo, será necesario agregar un capitulo que fije su mirada en la complejidad de amar a través de nuestra estructura socio-económica. Es fácil hablar de amor individual, dejar hablar su corazón frente a una persona que clama o grita, pero como amar en un mundo complejo haciendo las buenas opciones políticas como sociedad? En 1991, Michel Camdessus, director general del FMI (Fondo Monetario Internacional, proponía “reconciliar las 3 manos”: “la mano invisible”, aquella del mercado, que tiene sus propias reglas de funcionamiento, que conviene no perturbar demasiado so pena de crear graves desórdenes, “la mano de la justicia”, aquella del Estado, que arbitra y reparte, de manera voluntarista, puesto que el mercado está lejos de proveer la justicia de manera armoniosa; en fin “la mano fraternal”, aquella del prójimo, siempre necesaria para reintroducir “lo humano” allí donde el esfuerzo colectivo de una justa repartición no logra sus objetivos o fines. Alguien como Louis-Joseph Lebret, dominicano y fundador de Economía y Humanismo, ha consagrado su vida viendo la manera de cómo evangelizar la economía. Este capítulo que le falta al evangelio de Mateo, nos corresponde a nosotros escribirlo.

***
 “A la hora de preguntarse por la incidencia pública de la religión, hay que distinguir diversas formas de vivirla. Tanto los intelectuales como las notas periodísticas frecuentemente caen en groseras y poco académicas generalizaciones cuando hablan de los defectos de las religiones y muchas veces no son capaces de distinguir que no todos los creyentes –ni todas las autoridades religiosas– son iguales. Algunos políticos aprovechan esta confusión para justificar acciones discriminatorias. Otras veces se desprecian los escritos que han surgido en el ámbito de una convicción creyente, olvidando que los textos religiosos clásicos pueden ofrecer un significado para todas las épocas, tienen una fuerza motivadora que abre siempre nuevos horizontes, estimula el pensamiento, amplía la mente y la sensibilidad. Son despreciados por la cortedad de vista de los racionalismos. ¿Es razonable y culto relegarlos a la oscuridad, sólo por haber surgido en el contexto de una creencia religiosa? Incluyen principios profundamente humanistas que tienen un valor racional aunque estén teñidos por símbolos y doctrinas religiosas.”
(Evangeli Gaudium, “La alegría del evangelio”, Papa Francisco No 256).
 Twitter:   @gadabay
 http://padregusqui.blogspot.ca


Referencias:
vieliturgique.ca
prionseneglise.ca
rassembler
mystereetvie.com


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