lunes, 13 de abril de 2015

Yo le decia Omar, él me llamaba "Tavito"...

OMAR DE JESÚS LÔPEZ MAZO  (28 de agosto de 1969-  13 de ABRIL 2015)



Pienso que el evangelio del próximo domingo 3o de Pascua puede ayudarnos a « reconocer » no solo a Jesús  Resucitado sino también puede ayudarnos valorar y sentir la presencia viva  de nuestro compañero, amigo y hermano Omar quien era tocayo del nazareno  por el “de Jesús” …permitámonos leer el relato:

Del Evangelio de San Lucas

Jesús se aparece a los apóstoles

36 Mientras estaban hablando de todo esto, Jesús se presentó en medio de ellos (y les dijo: «Paz a ustedes.») 37 Quedaron atónitos y asustados, pensando que veían algún espíritu, 38 pero él les dijo: «¿Por qué se desconciertan? ¿Cómo se les ocurre pensar eso? 39 Miren mis manos y mis pies: soy yo. Tóquenme y fíjense bien que un espíritu no tiene carne ni huesos, como ustedes ven que yo tengo.» 40 (Y dicho esto les mostró las manos y los pies).

41 Y como no acababan de creerlo por su gran alegría y seguían maravillados, les dijo: «¿Tienen aquí algo que comer?» 42 Ellos, entonces, le ofrecieron un pedazo de pescado asado (y una porción de miel)
44 Jesús les dijo: «Todo esto se lo había dicho cuando estaba todavía con ustedes
45 Entonces les abrió la mente para que entendieran las Escrituras. 46 Les dijo: «Todo esto estaba escrito: los padecimientos del Mesías y su resurrección de entre los muertos al tercer día. 47 Luego debe proclamarse en su nombre el arrepentimiento y el perdón de los pecados, comenzando por Jerusalén, y yendo después a todas las naciones, invitándolas a que se conviertan. 48 Ustedes son testigos de todo esto.


Si este hombre hizo cambios muy grandes en su vida, admirable su espíritu de trabajo, de responsabilidad, de amor por la educación... El ultimo compartir en el 2011 luego del encuentro de normalistas fue muy reconfortante y feliz para todos...fue un buen anfitrión como rector, sonriente, amable, generoso...tuvo la oportunidad por fin de hacerse querer de todos...Siempre lo recordaremos....









Como Cleofás y su compañero de Emaús, vamos por la vida, caminamos pensando quizás más en las ausencias, las crisis, ensimismados en las dificultades, quejándonos de cómo va el mundo, nuestras familias, la sociedad…desalentados, desanimados, perdiéndonos de ampliar, proyectar y hacer más viva nuestra existencia…”cerrando nuestros ojos ante la luz, lo bello y bueno que se puede percibir aun en el mundo”.
No podemos negar que por timidez, a veces por orgullo “tonto”, por negligencia, o pecado de omisión o condicionados y alienados por la tecnología de los chats y la realidad virtual que empobrecen nuestro interactuar,  somos incapaces de relaciones profundas, influencias positivas y fuertes en las personas, pues le tenemos a la comunión plena en el amor como nos lo pide Jesucristo, El Evangelio y la Iglesia.
Es innegable que la partida brusca de Omar nos ha hecho pensar, reflexionar a muchos de entre nosotros sobre la calidad e intensidad de nuestras relaciones, nuestros afectos, nuestras amistades…nuestro amor.
Yo creo que muchos al igual que yo desearían haberle dicho a Omar cuando fue propicio “te quiero”, o al menos “te aprecio”, “mis respetos”… Se me viene al espíritu que Omar solía decirme y seguramente a otros como muestra de reconocimiento o admiración por nuestras carreras, y recorridos de vida: “mis respetos”.
Un día estando en el cementerio del pueblo de Canadá donde ejerzo mi ministerio sacerdotal hace poco más de 6 años, una señora dijo ante las cenizas de su hermano que nos preparábamos para poner bajo tierra:  “Por qué será qué nos cuenta tanto decir “te amo”,  “te quiero” y cuando lo decimos, lo más seguro es que sea ya demasiado tarde?”
Yo no sé cuál era la FE de Omar de Jesús, no sé con claridad cuál era su imagen de Dios, no sé qué pensaba de los sacramentos, qué tanto iba a misa, y con qué intensidad la vivía…No sé si creía en el diablo, en Dios, el purgatorio, la Virgen, ignoro cuál era la idea o imagen que se hacía de una vida después de la muerte…De estas cosas teológicas nunca hablamos, así como de sus cosas matemáticas, físicas o químicas tampoco fue tema de conversación entre nosotros…La vida se nos fue veloz, fue muy poco el tiempo que compartimos ante una mesa o fuimos discípulos comunes de los mismos maestros ante un tablero y dentro de un salón de clase.

No recuerdo exactamente qué grados de escuela y secundaria  estudié con Omar, pero si lo recuerdo muy bien como el compañero de 10º y 11º que fueron grupos únicos en 1986 y 1987.
Casi todos sus compañeros de 11º en la Normal, promoción de bachilleres pedagógicos 1987, coincidimos en describir a Omar de Jesús, (como se complacía al nombrarse de manera completa, aunque lo llamáramos simplemente Omar y muy pocas veces “Omitar”) como un chico bastante retraído,  poco tímido, aparentemente malgeniado, muy aparte de todos, aplicado pero bastante inquieto durante las clases, pues era de los que preguntaba más… Aun así, nosotros no nos metíamos con él de manera abierta ni lo confrontamos nunca, aunque le criticáramos su forma de ser en nuestros corrillos y conversaciones de pequeño grupo.
No me equivoco al afirmar, que Omar siempre estuvo entre los mejores estudiantes y por ende graduados,  de aquel legendario grupo de 1987. “Mazo” como lo pretendían llamar peyorativamente algunos que lo querían menos era un dotado para las asignaturas de matemáticas como el algebra, el cálculo y la trigonometría…varias veces lo vimos enfrascado y encarretado en plena clase, en explicaciones, sobre todo con Don Alirio Hurtado…Y es que a Omar le apasionó siempre la ciencia de Pitágoras. Inclusive varias veces a algunos compañeros nos explicaba cosas que no lográbamos entenderle, en su momento al profesor.
Cómo no remarcar su sonrisa pusilánime, lacónica pero plena de picardía…Omar sabia reírse de la vida, contaba sus chascarrillos cuando estaba de buen genio, y hacia sus pantomimas de vez en cuando (es comprensible, pues como chicos recién superada la adolescencia nos caracterizaba esos saltos maniaco-depresivos propios de la edad) …Zorayda me hace recordar que alguna vez se subió a un pupitre y cogió una escoba y simulando que ésta era una guitarra, haciendo un baile espontáneo  para hacer reír a quienes le estaban observando…desgraciadamente yo no recuerdo haberlo visto en este “show” particular.
Otra vez, en 1986, días previos a la semana santa, estando en 10o grado, nuestra clase pasaba por una crisis, creo que había mucha indisciplina, se requerían cambios de comportamiento en varios miembros del grupo, entre ellos Omar,  y por tal motivo nos llevaron a una convivencia todo un día (era viernes 18 de abril  de 1986, lo recuerdo nítidamente)  a la escuela de “Alegrías”, bajo la tutela de Ramiro Arias “Ramirito” (como lo llamábamos), hoy sacerdote de la Diócesis de La Dorada-Guaduas, y en ese entonces seminarista en la parroquia…En un momento dado, Ramiro nos pide a todos sacar una hoja y lapicero para anotar y entonces Omitar reacciona rápidamente y de manera rebelde con sarcasmo dice “oigan a este, yo no traje ningún  lapicero!”…No recuerdo lo que pasó después, pero ese era Omar, rebelde por comicidad, o cómico por rebeldía e inconformismo…
Amparito Serna, compañera también de 10 y 11º grado con Omar de Jesús, me ha traído  a la memoria un momento de la clase de Música con Don Omar Arenas. En el transcurso de esos 45 o 50 minutos que duraba la clase, cada alumno estaba obligado a entonar  una canción libre y mostrar con ellos, su talento musical…Así era como Oliva Zuluaga sacaba a relucir “su violín Encantador”, original de Vicky, Flor Marina Osorio gritaba “No me pregunten por él” de la mexicana cristal, Ricardo García cantaba entre dientes y como entre murmullos la canción criolla “Rumor de serenata”, la misma que a mi turno retomaba diciendo “Voy a traducir lo que cantó Ricardo”…Y Omar, cuando Alberto Pamplona ya había cantado “Las botas de charro”, a veces optaba por otra de Chente Fernández que irónicamente se llamaba “La misma” y así antes de salir a cantar algunos le gritaban jocosamente “la misma”’,  “La misma” del mes pasado”, je,je…
La canción decía:
Con el alma herida por un mal cariño 
Que sin condiciones le entregue mi amor 
Llevo ya dos días en esta cantina 
Dos días, encerrado tomando licor. 

Un mariachi toca, yo sigo tomando 
Y vuelvo a pedirles la misma canción 
Esto que me pasa no es nada envidiable 
Ni al peor enemigo se lo deseo yo. 

Tóquenme mariachi otra vez la misma 
Esa que me llega hasta el corazón 
El abandonado, toquen la de nuevo 
Tóquenme diez veces la misma canción. 
Cuenta también Zorayda que en otra ocasión también con Don Omar Arenas este nos explicaba: “hay 3 clases de voces: graves, agudas y… ”esdrújulas”, interrumpió abruptamente nuestro simpático compañero, haciéndonos reír instantáneamente a todo el salón…
Personalmente debo decir que lo que pasó luego en la vida de nuestro hoy físicamente desaparecido amigo me llena de admiración. Cuando contemplo su recorrido de vida, su CV, sus logros: licenciado, creo en matemáticas, profesor carismático  de física y química, y querido por sus alumnos, secretario de educación, autoridad y patriarca en el ámbito educativo marquetón, rector por varios años de la Normal, empresario, me digo, que es evidente que si es posible progresar, cambiar, madurar…
Omar es para nosotros un gran ejemplo de superación, una muestra de que cuando uno se propone algo en la vida, persevera, alcanza dichas, satisfacciones, realiza sueños…
Fueron muy pocas las veces que compartimos en los últimos 27 años después de nuestra graduación juntos, pero Omar siempre fue sonriente, “calidoso” como decimos…Aunque recuerdo que durante los 5 años que ejercí en el magisterio, coincidimos…yo, como profesor, luego rector del Colegio “El Placer”, él como secretario de educación, recuerdo que una vez me envió un memorando, al principio me “chocó” el gesto, pero después comprendí que mi compañero de grado no era de “medias tintas” ni complaciente con la irresponsabilidad…además un llamado de atención  de alguien que da ejemplo de espíritu abnegado y trabajo nunca puede doler u ofender.
Después de que cumplimos ambos 25 años (por allá en 1994-1995), los calendarios pasaron, pero Omar siempre se ufanaba en decirme que tenia 25…no sé si hasta ayer decía  “tengo ticinco”.
En los últimos 5 años, en varias ocasiones nos encontramos en la calle y con otros amigos ex colegas y ex profesores,  nos tomábamos un tinto  o una gaseosa, y siempre recordábamos viejos tiempos de escuela, de profesores, de colegio, riéndonos, añorando…”mamando gallo” como se hace comúnmente en Marquetalia.
Inolvidables serán sus 2 frases perlas que solía repetirme con el ánimo de hacerme sonreír, siempre me decía “tavito” (como casi todos mis demás compañeros),  aun después de haberme ordenado sacerdote: “Usted ya vive a flor de burro” y “tavito usted ya le cogió 2 metros de ventaja a la vida”.
Pero volvamos a lo serio, en el relato de los discípulos de Emaús, la presencia de Jesús deviene ausencia, pero sin antes haber calentado el corazón de los discípulos y de haberlo llenado de alegría y esperanza.
No lo reconocemos siempre, pero el Resucitado camina con nosotros en nuestra ruta cotidiana, Él se interesa en lo que vivimos, Él nos habla al corazón y nos comparte el pan.
Cuando llegamos a reconocer su presencia “intocable e inmaterial”, tomamos conciencia que nuestro corazón arde y esta pleno de vida.
Ahora, en estos momentos sentimos también la ausencia de Omar, pero con su testimonio de vida, su legado nos ha “calentado” el corazón, como el maestro de Nazaret, su muerte no debe sumirnos en la tristeza o la parálisis espiritual o el desaliento existencia…no, Jesucristo por su resurrección, y Omar con su recuerdo nos incitan hoy a la alegría y a la esperanza.
La vida de Omar fue un evangelio vivo y se hace realidad aquella frase de que la muerte es “lo que queda después de haberlo dado todo”.
Querido Omar, hoy confiamos tu vida en las manos del Dios Todo Ternura, “Todopoderoso” pero en amor…Qué Él perdone todos tus posibles pecados, fallas, errores…y que solo tenga en cuenta todo lo bonito, lo bello y verdadero que nos legaste.
Nos vemos entonces hasta que nos toque dar el paso como tú “de aquí a la eternidad”…
Y COMPARTIR EN LA MESA DE LA EUCARISTÍA ETERNA...

Gracias Omar...

De tus compañeros:


Graciela Betancurt
Maria Margoth Carmona
Zorayda carmona
Sorani Castano
Maria Cristina Duque
Sandra Yaneth Garcés
Luz Mary Garcia 
Ricardo Garcia,
Hector Ivàn Gonzalez
Flor Marina Osorio,
Edilberto Ospina
Gustavo Quiceno J.
Bertha Salazar
Luz Dary Salazar
Nora Maria Serna
Gloria Amparo Serna
Oliva Zuluaga

te recuerdan también tus compañeros de otros años:
Zulma,
Javier,
Alberto,
Luz Mary González

 P. Gustavo Quiceno Jaramillo. mxy
13 y 14 de abril de 2015

martes, 7 de abril de 2015

12 de abril del 2015: 2o Domingo de Pascua (B)

Los beneficios de la duda

Los beneficios de la duda
Foto:http://img.over-blog.com/356x500/0/31/61/78/evangile-et-peinture/jesus.thomas.jp

La FE es el punto de partida para seguir a Jesús y aprender a ser como Él (confiado en Dios, en el hombre, sensible a la realidad, generoso, orante, dador de sentido existencial…) Y la FE es parte importante en el camino de la FE. 

 EVANGELIO SEGUN SAN JUAN CAPITULO 20, VERSICULOS 19-31
Ese mismo día, el primero después del sábado, los discípulos estaban reunidos por la tarde, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Llegó Jesús, se puso de pie en medio de ellos y les dijo: «¡La paz esté con ustedes!»
20.Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se alegraron mucho al ver al Señor.
21.Jesús les volvió a decir: «¡La paz esté con ustedes! Como el Padre me envío a mí, así los envío yo también.»
22.Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: «Reciban el Espíritu Santo:
23.a quienes descarguen de sus pecados, serán liberados, y a quienes se los retengan, les serán retenidos.»
24.Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús.
25.Los otros discípulos le dijeron: «Hemos visto al Señor.» Pero él contestó: «Hasta que no vea la marca de los clavos en sus manos, no meta mis dedos en el agujero de los clavos y no introduzca mi mano en la herida de su costado, no creeré.»
26.Ocho días después, los discípulos de Jesús estaban otra vez en casa, y Tomás con ellos. Estando las puertas cerradas, Jesús vino y se puso en medio de ellos. Les dijo: «La paz esté con ustedes.»
27.Después dijo a Tomás: «Pon aquí tu dedo y mira mis manos; extiende tu mano y métela en mi costado. Deja de negar y cree.»
28.Tomás exclamó: «Tú eres mi Señor y mi Dios.»
29.Jesús replicó: «Crees porque me has visto. ¡Felices los que no han visto, pero creen!»
30.Muchas otras señales milagrosas hizo Jesús en presencia de sus discípulos que no están escritas en este libro.
31.Estas han sido escritas para que crean que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios. Crean, y tendrán vida por su Nombre.



Recibir la confianza de los otros, para creer…
 Creer, es antes que nada, creer en sí mismo, en sus capacidades. Tener confianza en sí, llega a ser posible, cuando alguien tiene confianza “en nosotros”.
Si un cónyuge tiene confianza en su esposa, ésta gana más confianza en sí misma; y es verdad para el conyugue también, cuando su esposa se fía de su marido. Lo que es válido para los hijos hacia los padres; y para los padres con respecto a sus hijos.
Confiar en alguien, es la más grande marca de amistad, y es el signo de que se cree en los valores fundamentales de la humanidad.
La fe en sí mismo y en el otro no se asocian necesariamente con la FE en Dios, igual si es verdad que ella dispone alguien a la confianza en una actitud positiva.
Si ciertas personas buscan signos para cimentar su FE, es porque necesitan estar seguros. Estas personas que están en búsqueda de signos para aumentar su fe o para tenerla simplemente, toman un camino equivocado y o falso.
En nuestra FE, nosotros tenemos necesidad del apoyo o sustento de la Comunidad (como signo para nuestra FE), al ejemplo del apóstol Tomas, para el encuentro con el Resucitado.
Las personas convencidas en su FE tienen como papel o rol principal revitalizar la comunidad, para que esta llegue a ser un lugar real de recorrido o camino de la FE, por la Palabra y el pan compartidos, la fraternidad y la acci'on.


"...y por lo tanto, yo pienso en ello…

yo he visto hombres…yo he visto mujeres; 
yo he visto jóvenes y niños cristianos de verdad. 
No muy numerosos, es verdad, pero los he visto…
He visto ojos, que se abrían a la luz, 
y que en lo cotidiano de sus vidas, 
leían tu presencia magnifica, maravillosa! 
Hombres sin esperanza retomaban gusto por la vida…
Hombres que aparecían ante los ojos de los otros como inútiles, 
ineficaces, hombres que era necesario arrastrar, 
hombres que no eran ya hombres han surgido de la tierra, 
y volvieron a vivir. 
Todo eso, yo lo he visto. 
Mas el vidente, no eres Tu Señor a quien he visto?
No eres Tú a quien he tocado? 
Es verdad, yo lo sé, yo lo he visto, yo lo creo. 
Mi Salvador está vivo. 
Mi Señor y mi Dios.” 
(Jacques Grand Maison).


Jesús no cree en milagros (2)

Hacia el Domingo 27 de abril del 2014: Jesùs no cree en milagros (2)
Foto:http://payingattentiontothesky.files.wordpress.com/2010/08/caravaggio-thomas.jpg

Una aproximación psicológica al texto del Evangelio:
JESÚS NO CREE EN MILAGROS
Para muchas personas que viven un cuerpo a cuerpo (en la lucha) entre sus dudas y su fe, las palabras que Jesús dirige a Tomás aparecen difíciles de aceptar.
En el sentido como se han comprendido habitualmente, es decir, “cree sin preguntarte, sin cuestionarte tanto”, esta frase o expresión es inaceptable. Y no solamente inaceptable, es totalmente contraria al pensamiento de Jesús.
En efecto, Jesús nos dice: antes de creer, antes de seguirme, antes de tomar la decisión de hacerte mi discípulo, tomate el tiempo para sentarte! ( es la parábola de la torre a construir y del ejercito a afrontar- Lucas 14,25-33). Examina, escudriña primero el terreno, aprende a conocerte, explora tu potencial. De otro modo tú te preparas para enfrentar preocupaciones, estar aburrido tener y dolores de cabeza!
San Pablo retoma la misma exigencia de exploración y de verificación rigurosa en lo referente a la vida espiritual, cuando pide: “Verifiquen, examínenlo todo: lo que es bueno, reténganlo (quédense con ello) (1 Tes 5,21).
Sería entonces bastante inverosímil que Jesús reprochara a Tomàs por poner cuidado a las cuestiones que surgían en su interior.
La reacción de Jesús se comprende mucho mejor si la situamos en el contexto de su actitud habitual de cara a aquellos que “piden o exigen signos”. Esta manera de exigir milagros para arreglar sus problemas de fe, indisponía profundamente a Jesús (Marcos 8,11-13) y hacia que se impacientara tanto que dejaba plantado allí todo el mundo en medio de la discusión (Mateo 16,4).
Jesús no creía en milagros, en los “signos”, para fundamentar la fe (Juan 2,23-25),
y aquello lo frustraba tanto el que se asociara la fe con la vista de un milagro (Juan
3,48).
Así entonces, lo que le reprocha a Tomas no es que éste se cuestione (o se haga preguntas) acerca del sentido de los sucesos de la Pascua o sobre el sentido de su relación personal. Lo que le reprocha a Tomas, es que él piense que el simple hecho de verle (a él) a Jesús podrá arreglar todos sus problemas.
Bienaventurados (o felices) aquellos que no esperan respuestas ya hechas, pero que son capaces de situarse en su fe, yendo hasta el final de las preguntas que ellos llevan consigo!

 Fuente: 
JEAN-LUC HETU, en “Les options de Jésus”



Creer para ver (3)

Creer para ver (3)

Reflexión Central

 Creer para ver
El relato del apóstol Tomas ocupa un lugar central en este 2o Domingo de Pascua. Cada año la Liturgia nos trae este texto del Evangelio de Juan, que nos muestra que CREER es mucho más difícil de lo que se piensa, y que de igual modo para los primeros discípulos, algunos han creído y otros no.
Desde los inicios de la vida pública de Jesús, muchos adeptos han dejado al maestro itinerante, cuando ellos comprendieron las exigencias de su predicación (véase por ejemplo, Juan 6,66).

Cuando en la mañana de Pascua, las mujeres van al sepulcro, ellas constatan que está vacio y comprenden que Jesús ha resucitado. Lucas dice que los 11 encuentran sus propósitos delirantes y no les creen (Lucas 24,11).En otro relato de aparición, antes de la Ascensión, reportado por Mateo, se afirma que “cuando ellos le vieron, ellos se prosternaron, pero algunos tuvieron dudas” (Mateo 28,17). Es verdad, mismo para los primeros testigos, la FE en Jesús Resucitado no era evidente, no era fácil de aceptar. 
Los relatos de Resurrección nos enseñan constantemente 3 cosas:
Primero, que Jesús está vivo. 
Segundo, Pero este Jesús vivo no es más un mortal como los otros. 
Tercero, Su cuerpo no está ya más en un estado semejante al nuestro.
Los testigos lo ven pero no lo reconocen. El aparece en un cuarto con las puertas cerradas. Él desaparece súbitamente. El cuerpo del Resucitado escapa a las limitaciones corrientes de la biología. Se puede hablar de un cuerpo espiritual. Y por lo tanto Él no es cualquier resucitado sin importancia. Se trata bien del mismo Jesús que se ha conocido antes de su muerte. El cuerpo del Resucitado, cuando aparece, guarda las huellas o llagas de la crucifixión. Es bien el Crucificado quien está vivo.
Es eso antes que nada lo que nos dice Juan. Pero él se toma la molestia, el tiempo para contarnos la duda de Tomas. Como a Pedro le ha sucedido con respecto a las mujeres, Tomas no acepta el testimonio de los discípulos y de los apóstoles sobre la Resurrección de Jesús. Él no está allí en el momento de la manifestación de Jesús la tarde de Pascual. Tal parece que Tomas pide pruebas o signos más evidentes.

De Tomás sabemos poco. Los evangelios sinópticos no hablan mucho de él…solo aparece en la lista de los 12. Juan lo menciona dos veces, una vez para manifestar su entusiasmo de seguir a Jesús (Juan 11,16) y la otra ocasión, cuando hace una pregunta a propósito del camino (Juan 14,5). Para la tradición, Tomás es el símbolo del creyente testarudo y rebelde que se niega a creer y que solo cede ante las pruebas evidentes.

En verdad, hay acá una cierta ilusión. Ninguno de entre nosotros no cree por que ve. Ver no lleva a la fe sino a la ciencia, al conocimiento. Aquel que no ve no cree, él sabe. Aquel que cree no VE en el sentido estricto. Él adhiere al testimonio de alguien. Es por ello que mismo en presencia del Resucitado, algunos han creído y otros no. Pero el testimonio de los apóstoles y de los discípulos es fundador, puesto que solamente ellos pueden atestiguar que el Señor Jesús de quien ellos han hecho la experiencia es muy bien aquel mismo que ha compartido la existencia durante su vida pública y quien ha muerto crucificado.

En el fondo, para los primeros testigos, el hombre Jesús que ellos han conocido es el mismo Señor Jesús en quien tienen fe.
Nosotros creemos en Jesús resucitado y que vive eternamente. Pero nosotros no hemos conocido ni conoceremos jamás al hombre Jesús de Galilea. El relato que nos aporta Juan insiste en decirnos que el Resucitado se manifiesta a Tomás bajo los trazos del Crucificado. Pero al contrario de lo que nos muestran las pinturas o cuadros alusivos a este pasaje, en ningún momento Tomás mete sus dedos en las llagas de manos y pies dejadas por los clavos, él no mete la mano en su costado. Él entra totalmente en la fe y exclama: “Señor mío y Dios mío” (v.28).
Cuando él está solo, lejos de la comunidad, Tomas no cree. El pide signos. Cuando él se une a la comunidad, cuando él comparte una experiencia con los otros, Tomas se deja “quebrar” y llega a ser capaz de entrar en la FE. Entonces él ve, reconoce al crucificado vivo y a su turno, confiesa la FE.

Esta referencia muy compleja entre VER y CREE es importante.
Como lo decía Santo Tomás, no el apóstol susodicho, sino Tomás de Aquino, un teólogo de la Edad Media, uno no cree sin razones de (para) creer. La FE no es irracional. Es necesario entonces desconfiar en una época donde la gente se adhiere a creencias de todo tipo.
La FE no se puede confundir con la CREDULIDAD. Para mí, credulidad es eso de creer en los astros y en los horóscopos, el tarot. Y muchas personas se dejan envolver en sectas tan nebulosas, que uno no sabe jamás cuál es su origen ni sus escritos de referencia. Que se piense por ejemplo en la secta de la Orden del Templo Solar, aventura que termino con u suicidio colectivo (1993).
La Carta de Juan tiene ecos simples y concretos: “El amor de Dios, es esto: guardar sus mandamientos”. Cuando una secta o grupo determinado deriva hacia la violencia, el sexo, el interés económico egoísta y ambicioso, la negación del carácter racional de las personas, desemboca en la credulidad. Es necesario entonces negarse a CREER. Uno no cree sin razones ni sin signos.
De otro lado, nuestra época es también una época que se quiere científica, rigurosa, racional. Una cierta racionalidad científica arriesga rápidamente en convertirse en una racionalidad cerrada, ciega sobre sus propios presupuestos. La experiencia religiosa nunca es reductible a un proceso puramente científico, que se querría inclinado a la objetividad. Es esfuerzo perdido. Si usted espera ver perfecta y absolutamente antes de creer, usted no creerá jamás. Es el sentido de la palabra de Jesús: “Felices, bienaventurados lo que creen sin haber visto” (v.29). Por otra parte, la experiencia religiosa no es la única en su género, existe también la experiencia estética. Por qué un atardecer, cuando cae el sol es tan bello? Por qué esta emoción ante una pintura de Botticelli, ante un trozo musical de Mozart? Por qué el amor, por qué la amistad? No es necesario ver para creer…pero en cierto sentido, es necesario CREER PARA VER. Cuando Tomás acepta de dejar de lado un poco su actitud supercrítica respecto a Jesús, llega a ser capaz de discernir los signos del Resucitado. Entonces, entra en la FE y reconoce sus signos. “Señor mío y Dios mío” . Es necesario créer para ver. Pero también es necesario un cierto VER para continuar creyendo.
La FE precede a la razón. Pero al razón fortalece la FE y le muestra que es razonable arriesgar su vida en la FE.
En una homilía sobre el apóstol Tomás, Gregorio el Grande decía: “Mientras que este discípulo, tocando, es traído a la FE, nuestro espíritu, dominando toda incertitud, es confirmado en la FE; este discípulo dudando y tocando, llega a ser testigo de la realidad de la Resurrección”. Gregorio le daba a este relato un valor apologético (de defensa de la FE). Tomás ha tocado y entonces es verdad. Ahora, el relato evangelico no dice Tomás haya tocado. Tomás ha visto, es decir que Él ha comprendido que Jesús ha resucitado de verdad. Al entrar en la FE, no tiene necesidad ya de tocar. Esto hubiera quizás contribuido a confirmar su incredulidad.
A 20 siglos de distancia, nosotros buscamos al Resucitado. Hacemos la experiencia del Resucitado. Vivimos de su pan y de su Palabra. Nosotros somos su cuerpo vivo, su Iglesia orante, cantante, celebrante, a veces alegre, a veces desamparara. A veces, en estos tiempos difíciles, la realidad es dura, cruel…Nosotros no tenemos necesidad de ver para creer, pero es esencial para nosotros CREER PARA VER. Pues viendo cerca de nosotros numerosos vestigios de Resurrección y de victoria sobre el mal y la muerte, estamos invitados a crecer en la FE.

Que Dios nos guie en esta peregrinación.


ORACIÓN
Si yo creo, Señor, guárdame en la FE.
Si yo no creo, permite que me interrogue.
Que no sea crédulo ni testarudo.
Líbrame de la dureza de corazón.
Líbrame de la pretensión de todo conocer
Y de todo abarcar…
Conserva mi corazón abierto a lo improbable.
Es cuando anochece que hace falta creer en la aurora.
Es cuando hace frio que es necesario esperar el verano.
Es cuando hay odio que es imprescindible proclamar el amor.
Es cuando hay duda que es imperativo buscar construir la confianza.
Guíame por los caminos de la FE.


twitter: @gadabay
http://padregusqui.blogspot.ca


Referencias:
http://paroissedaintefamilledevalcourt.org
http://mystereetvie.com
BEAUCHAMP, André. Comprendre la Parole (Cycle B). Novalis, 2007. Québec


twitter: @gadabay

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