Homenaje a mi amigo y hermano en el sacerdocio P. Nicolas Vasquez Molina.mxy
"En el seminario solíamos cantar
himnos muy tiernos de
misión, con términos
poéticos de mies,
los campos de trigo para segar, almas para salvar, etc. con estas
salidas me di cuenta deque eso era
puro cuento, y
que la misión
era algo muy
diferente y una
cosa tremendamente desafiante. "
(P. Nicolas Vasquez, en un escrito autobiografico, 2011)
P. Nicolas Vasquez.mxy (a la derecha), con P. Joselito Carreno.mxy, hoy Obispo de Inirida.
Nos encontramos por vez primera en
Nairobi (Kenya) en agosto del 2004, donde coincidimos en una reunión del
Panafricano (evento que reunía o no sé si reúne aun, cada 3 o 2 años, los
representantes de cada país del continente negro donde trabajamos lo misioneros).
“Nico” fue como delegado de Angola donde trabajaba en ese momento, yo fui con
el padre Vicente Pena representando al Camerún.
Al padre Nicolás hasta ese momento
solo lo había visto en viejas fotos aparecidas en publicaciones varias que había
hojeado en el Seminario. Durante esa semana que compartimos con otros 20 compañeros
pude descubrir en Nico un hombre afable, querido, con buen y refinado sentido
del humor, descubrí su amena charla y empecé a admirar su estilo a la hora de
escribir y redactar. Recuerdo que sus intervenciones eran precisas, cortas y
muy criticas sazonadas con un tono hilarante y pícaro muy propio del paisa
nacido en Cedeno-Yarumal Antioquia.
Luego fue nuestro segundo encuentro y
compartir en Abidjan, capital de Costa de Marfil en julio del 2007, nuevamente
coincidimos como los respectivos representantes de nuestras misiones y esta vez
redescubrí en Nico al acertado y ameno analista critico de las situaciones por
las que atravesaba la Iglesia, el Instituto y nuestras fraternidades misioneras…un
hombre culto, amante a más no poder de los buenos libros. Recuerdo que en esos días
mientras estábamos allí, en los ratos libres conversaba con nosotros mientras sostenía
en la mano o debajo del brazo “Colombia X” de Germán Castro Caicedo. Espontáneamente
en uno de esos recreos o entremeses de reunión a petición mía, recuerdo nos dio
la síntesis de aquel libro que había aparecido a finales de los 90, pero que
era un referente para comprender la historia y la actualidad de nuestro país Colombia.
Nuestro misionero, de acuerdo al testimonio
de quienes le conocieron y contribuyeron
en su formación de fe, sacerdotal y
misionera, dicen y él mismo revela en su pequeña autobiografía escrita en 2011,
que era un hombre tranquilo, con más tendencia a ser callado, pasivo, pero
cuando abría la boca era cual Santo Tomas (el buey que enmudecía (sorprendía)
al mundo). “No era una lumbrera, ni un místico pero tenía materia prima
potenciable”, escribió de sí mismo.
Después de casi 24 años de vida y trajín
misioneros, la mayor parte en África (Angola, Costa de Marfil). Desde el 2010 Nicolás
estaba realizando estudios y especializaciones en la Universidad de Salamanca (España).
Digno de destacar de Nico fue su deseo siempre de compartir con nosotros sus
hermanos sus reflexiones, sus disquisiciones y conclusiones alrededor de la teología,
de la eclesiología, de la misionologia…mismo la tesis…No fue egoísta y de manera
creativa, eventualmente nos compartió por el correo de Internet dichos escritos
(que personalmente conservo como un valioso tesoro).
En 2011 en la celebración de sus
bodas de plata sacerdotal, le fue imposible presentarse en Colombia para
celebrar con sus hermanos, pero en cambio compartió una breve autobiografía que
fue deleite para muchos de nosotros, por su manera sencilla y desenfadada de
contar su vida y vocación al sacerdocio misionero. El padre Nicolás tenía esa picardía
de “cosiaca”, pero también la inteligencia y genio narrativo de Tomas Carrasquilla, así
como el humor de “Tola y Maruja”, inclusive por algún tiempo sacó sabrosos diálogos
entre dos personajes (creo que sacerdotes) homónimos (Tolo y Marujo, si no me equivoco)
para expresar su opinión y pensamiento respecto a las situaciones de vida
misionera, espiritual del Instituto.
Unas cuantas veces nos encontramos en
el chat en los últimos 5 años, Nico siempre fue buen amigo, camarada y
contertulio. Alguna vez me manifestó que recibía mis contribuciones homiléticas
y que le servían de apoyo para sus homilías. El ultimo correo que recibí de él
data del 24 de diciembre, una tarjeta de navidad que había compartido con todos
los misioneros de sitio de encuentro.
Nico había vuelto de España donde había
sido operado recientemente de un tumor canceroso cerebral. Todo parecía ir bien
y parece que él confiaba en estar definitivamente curado…pero la realidad fue
otra, nuestro buen sacerdote fue poco a poco besando el ocaso, cediendo a la
lucha y se nos ha ido este martes 8 de abril del 2014, al medio día.
Nico, solo nos queda confiarte a la
infinita misericordia de Dios,
Gracias por tu don de vida al Padre,
Gracias por tu existencia gastada en
el proyecto de amar a Jesucristo, comulgar con sus sentimientos y extender su
Reino por todo el mundo.
Gracias por tu ejemplo de intelectual
honesto, de eterno buscador de la Verdad, queriendo hallar respuestas y
compartirlas con los otros para hacernos a la vez misioneros actualizados, creativos,
honestos y cuestionadores de los actuales signos de los tiempos…
Dios te dice hoy: “Pasa a la alegría de tu Señor porque tuve
cuestionamientos, dudas y me instruiste con humor y sabiduría”. Amén!
Rigaud, Quebec, Canadá,
8 abril del 2014
Nota del Boletin de Los Misioneros Javerianos de yarumal:
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