Entradas

Mostrando entradas de febrero, 2017

26 de febrero del 2017: 8o Domingo del tiempo ordinario (Ciclo A)

Imagen
  La confianza, por encima de todo El dinero puede fácilmente convertirse en un ídolo. Pero las preocupaciones de la vida cotidiana pueden también invadir nuestra existencia y ahogarnos. Jesús nos propone la libertad y la confianza. /// ” ¿Es que puede una madre olvidarse de su criatura ?", pregunta hoy el profeta Isaías en la primera lectura. Igualmente cuando una madre  debe abandonar a su hijo, no lo olvida jamás. Con más fuerte razón, el Señor, cuyo amor es constante y fiel no nos abandona. Nosotros podemos poner en Él toda nuestra confianza, como lo recuerda Jesús en el Evangelio. LECTURAS PRIMERA LECTURA LECTURA DEL LIBRO DE ISAÍAS 49, 14-15 Sión decía: “Me ha abandonado el Señor, mi dueño me ha olvidado.” ¿Es que puede una madre olvidarse de su criatura, no conmoverse por el hijo de sus entrañas? Pues aunque ella se olvida, yo no te olvidaré. Palabra de Dios. SALMO RESPONSORIAL SALMO 61 R.- DESCANSA SÓLO EN DIOS, ALMA M

Mensaje del Papa Francisco para la Cuaresma 2017

Imagen
Queridos hermanos y hermanas: La Cuaresma es un nuevo comienzo, un camino que nos lleva a un destino seguro: la Pascua de Resurrección, la victoria de Cristo sobre la muerte. Y en este tiempo recibimos siempre una fuerte llamada a la conversión: el cristiano está llamado a volver a Dios «de todo corazón» (Jl 2,12), a no contentarse con una vida mediocre, sino a crecer en la amistad con el Señor. Jesús es el amigo fiel que nunca nos abandona, porque incluso cuando pecamos espera pacientemente que volvamos a él y, con esta espera, manifiesta su voluntad de perdonar (cf. Homilía, 8 enero 2016). La Cuaresma es un tiempo propicio para intensificar la vida del espíritu a través de los medios santos que la Iglesia nos ofrece: el ayuno, la oración y la limosna. En la base de todo está la Palabra de Dios, que en este tiempo se nos invita a escuchar y a meditar con mayor frecuencia. En concreto, quisiera centrarme aquí en la parábola del hombre rico y el pobre Lázaro (cf. Lc

Oración para pedir perdón!

Tú Señor, me invitas a perdonar sin cesar. Cada día numerosos eventos, pequeños y grandes conflictos, minúsculos y enormes malentendidos, me hacen un llamado, cada día resuena el llamado a perdonar. Pero yo no tengo ganas Señor, porque tengo la impresión que cuando perdono, me rebajo, de doblego. Me da la impresión de ser el más débil, que no tengo una fuerte columna vertebral para mantenerme en pie. Después me acuerdo de Ti clavado en la Cruz. Te sobraba mucho amor y coraje para decir: "Padre, perdónales porque no saben lo que hacen". Dame entonces la fuerza para perdonar sin cesar, porque yo se, mirando tu vida y tu muerte, que perdonar no es debilidad, sino que es fortaleza, es la fuerza del amor. Amén! (Autor desconocido)