En los 140 años del nacimiento de G.K Chesterton (1)

« La vida posee un secreto, y es la admiración o estupefacción constante”.
(G.K Chesterton, 1874-1936)



Leí por primera vez su nombre suscrito bajo citas citables o frases celebres de la revista de Selecciones del Reader’s Digest a mediados de los 80, cuando era un despreocupado y a la vez complejo adolescente.
Sólo en los últimos meses me he dado cuenta de su conversión al catolicismo, después de haber nacido y haberse formado por bastantes años en el anglicanismo, no sin antes haber pasado por una época de agnosticismo.
G.K Chesterton, cuyo nombre completo es Gilbert Keith Chesterton, nació un dia como hoy el 29 de mayo de 1874 en Londres, y murió el 14 de junio de 1936 en Beaconsfield en 1936 a la edad de 62 años.


De acuerdo a su propio testimonio, en su juventud, se habría mostrado fascinado por el ocultismo y habría utilizado notablemente con su hermano una tabla Ouija. A medida que crece y se hace adulto, se interesa cada vez más en el cristianismo, para finalmente convertirse en 1922 a la edad de 48 años.
Hacia el final de su vida, el Papa Pio XI le confiere el estatuto de Caballero Contramaestre con la placa de la Orden de San Gregorio Magno.
El 1º de agosto del 2013, el presidente de la Sociedad Americana Chesterton, Dale Ahlquist, anuncia que el obispo británico Peter John Haworth Doyle ha nombrado un clérigo para investigar sobre la causa de beatificación de Chesterton.

Él fue un cristiano convencido desde antes de su conversión al catolicismo, y la temática cristiana aparece a lo largo de toda su obra. Sus escritos están llenos de humor, utilizando la mofa y la paradoja para hacer observaciones profundas sobre el mundo, la política, el gobierno, la filosofía y muchos otros temas. 
Es uno de los más importantes escritores ingleses de comienzos del siglo XX. Su obra es inmensamente variada fue periodista, poeta, biógrafo, apologista (defensor del catolicismo y cristianismo).
Como autor de novelas policiacas, es conocido sobre todo por la serie de novelas, donde el protagonista es el Padre Brown (La clarividencia del Padre Brown, La Sabiduria del Padre Brown, la incredulidad del padre Brown…).

Chesterton es llamado “El príncipe de la paradoja” pues utiliza abundantemente los proverbios y dichos populares, y notamente los lugares comunes despojándoles de su sentido. Por ejemplo en “un hombre llamado Jueves”, podemos encontrar esta frase: “Los pillos o  ladrones respetan la propiedad. Ellos quieren justamente que su propiedad, cuando ella llega a ser suya, sea perfectamente respetada”.
El ilustre argentino, Jorge Luis Borges lo reivindicó como uno de sus principales maestros.  
Chesterton es particularmente famoso por sus obras apologéticas, tanto que sus mismos adversarios han reconocido la importancia de textos como “La Ortodoxia” o “El hombre eterno”. Como pensador político, él denigra tanto de liberales como conservadores: “El mundo estaa dividido entre conservadores y progresistas. El trabajo de los progresistas consiste en continuar cometiendo errores. La ocupación de los conservadores es evitar que los errores no sean corregidos”.
Chesterton se consideraba a sí mismo como un “cristiano ortodoxo”, pero por otro lado se convirtió al catolicismo.
George Bernard Shaw, su adversario y amigo, dijo de él en el Times: “Era un hombre de un genio colosal”.

Personalmente me confieso admirador de Chesterton desde hace muchos años, desde que empecé a leer como adolescente imberbe sus frases celebres inquietantes que invitaban a la reflexión hasta este último año cuando se ha despertado mi interés por uno de sus personajes más conocidos en el mundo entero “El Padre Brown”.

Este genio de la literatura y del pensamiento del siglo XX descubrió, tanto con su inteligencia teórica como con su vida, que el desprecio de Dios y de la dimensión espiritual del hombre conducen inevitablemente al desprecio del hombre

Frases:

"Bebed porque sois felices, pero nunca porque seais desgraciados"
"Donde acaba la biología, empieza la religión."
"El criminal peligroso es el criminal culto."
"El hombre no debe consentir que en el Universo subsista lo que le causa temor."
"El periodismo consiste en buena medida en decir "Ha muerto el señor Jones" a gente que no sabía que existiera un tal señor Jones."
“La realidad se le ha hecho familiar al hombre y, como consecuencia del primer pecado, se ha acostumbrado y le produce fatiga. Pero, si las cosas las viera por primera vez, desde el más ateo al más religioso, caería de rodillas temblando con temor reverencial”.
"La Biblia nos dice que amemos a nuestros vecinos y a nuestros enemigos: probablemente porque se trata de la misma gente."
 Si el Cristianismo fuese un mero invento humano, explica en El hombre eterno, hubiera caído ya hace tiempo en la historia.
“Un hombre ha vivido, hace bastantes siglos en Oriente. Y al mirar una oveja, una golondrina, un lirio, un sembrado de trigo, una viña, una montaña, yo no puedo evitar pensar en Él”

 “Cuando Cristo en un momento simbólico, estableció su gran sociedad, eligió como piedra fundamental no al brillante Pablo ni al místico Juan, sino a un confuso, un snob y un cobarde; en una palabra, un hombre. Y sobre esa roca construyó su Iglesia, la cual subsiste mientras ha ido viendo caer los reinos y los imperios que habían sido fundados por hombres fuertes sobre hombres fuertes”.

“La virtud de la humildad de Cristo toca igualmente a Chesterton, y contrariamente a Nietzsche piensa que ella no es el refugio de los débiles sino el pan de los fuertes”. (Agnès de La Gorce).

Reconocido por ser polémico, Chesterton ama demasiado la vida para adherirse al pesimismo y a la decepción tan presente en otros autores como Wells y Shaw.

« La idea más importante y guía  de mi vida, yo no diría que es la doctrina que siempre he enseñado, sino la doctrina que me habría gustado siempre enseñar. Esta idea consiste en aceptar todas las cosas con gratitud y no asumirlas como debidas (o merecidas). Así, el sacramento de la penitencia da una vida nueva y reconcilia al hombre con todo lo que vive: pero no lo hace como lo hacen los optimistas, los hedonistas y los paganos que predican la felicidad. El don se obtiene por la mediación de un cierto precio; él está condicionado por una confesión. En otras palabras, el nombre de este precio es Verdad, que puede también ser llamada Realidad”.

 « La cuestión no está en escoger entre misticismo y racionalidad. La cuestión es escoger entre misticismo y locura. Puesto que el misticismo, y solo él, ha impedido a los hombres volverse locos después del comienzo del mundo. Todas las rutas lineales de la lógica han conducido al asilo, a la anarquía o a una obediencia pasiva. También ésta ha llevado a considerar el universo como materia organizada basado en el modelo de un mecanismo de reloj o bien como una ilusión del espíritu. No hay más que el místico, el hombre que acepta las contradicciones, que pueda reír recorriendo el mundo sin penas (o tristezas). Les sorprende a ustedes que la civilización que creía en la Trinidad haya igualmente descubierto el vapor?”
(G.K Chesterton en “Por qué creo en el cristianismo”).

(continúa…)


Bibliografia:




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