sábado, 12 de julio de 2025

13 de julio del 2025: decimoquinto domingo del tiempo ordinario- Ciclo C

 

Una dinámica invertida

Un doctor de la Ley, una prueba y una pregunta sobre la vida eterna llevan a Jesús a contar esta parábola, tradicionalmente llamada del Buen Samaritano.
La actitud de los tres personajes hacia el hombre herido al borde del camino ilustra la interpelación que Jesús dirige a su interlocutor: “A tu parecer, ¿quién se hizo prójimo?”
Hasta entonces, amar al prójimo podía entenderse como amar a los que están cerca de nosotros.
Desde ahora, la dinámica se invierte porque Jesús invita a hacerse prójimo del que sufre.
En otras palabras, ya no se trata de preguntarse quién merece nuestro amor, sino de saber cómo acercarnos al que está en la angustia.
El prójimo no es solamente el que está cerca geográfica, social o religiosamente.
Es también el que actúa con amor y compasión, como el samaritano de la parábola.
Es también todo ser humano sumido en la desgracia, como el hombre apaleado.
Amar al prójimo como a uno mismo, hacerse prójimo del que sufre, es algo concreto, y se nos invita a hacer lo mismo.
Jesús es el verdadero Samaritano. No abolió la Ley, sino que la llevó a cumplimiento.
Por su nacimiento, muerte y resurrección, se hizo próximo a nuestra humanidad condenada a la muerte.
La ha liberado. Y la ha conducido a la vida eterna.

¿Qué me conmueve en esta parábola?
¿Qué aprendo de la misión de Jesús?
¿Cómo poner en práctica hoy el amor al prójimo?

Karem Bustica, rédactrice en chef de Prions en Église

 


Primera lectura

Dt 30,10-14

El mandamiento está muy ceca de ti para que lo cumplas

Lectura del libro del Deuteronomio.

MOISÉS habló al pueblo, diciendo:
«Escucha la voz del Señor, tu Dios, observando sus preceptos y mandatos, lo que está escrito en el libro de esta ley, y vuelve al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma.
Porque este precepto que yo te mando hoy no excede tus fuerzas, ni es inalcanzable. No está en el cielo, para poder decir: “¿Quién de nosotros subirá al cielo y nos lo traerá y nos lo proclamará, para que lo cumplamos?”. Ni está más allá del mar, para poder decir: “¿Quién de nosotros cruzará el mar y nos lo traerá y nos lo proclamará, para que lo cumplamos?”.
El mandamiento está muy cerca de ti: en tu corazón y en tu boca, para que lo cumplas».


Palabra de Dios.

 

Salmo

(opción 1) Sal 68, 14 y 17. 30-31. 33-34. 36ab y 37 (R. : cf. 33)

R. Humildes, busquen al Señor, y revivirá su corazón.

V. Mi oración se dirige a ti,
Señor, el día de tu favor;
que me escuche tu gran bondad,
que tu fidelidad me ayude.
Respóndeme, Señor, con la bondad de tu gracia;
por tu gran compasión, vuélvete hacia mí. R.

V. Yo soy un pobre malherido;
Dios mío, tu salvación me levante.
Alabaré el nombre de Dios con cantos,
proclamaré su grandeza con acción de gracias. R.

V. Mírenlo, los humildes, y alégrense;
busquen al Señor, y revivirá su corazón.
Que el Señor escucha a sus pobres,
no desprecia a sus cautivos. R.

V. Dios salvará a Sion,
reconstruirá las ciudades de Judá.
La estirpe de sus siervos la heredará,
los que aman su nombre vivirán en ella. R.

(opción 2) Sal 18, 8. 9. 10. 11 (R. : 9ab)

R. Los mandatos del Señor son rectos
y alegran el corazón.

V. La ley del Señor es perfecta
y es descanso del alma;
el precepto del Señor es fiel
e instruye a los ignorantes. R.

V. Los mandatos del Señor son rectos
y alegran el corazón;
la norma del Señor es límpida
y da luz a los ojos. R.

V. El temor del Señor es puro
y eternamente estable;
los mandamientos del Señor son verdaderos
y enteramente justos. R.

V. Más preciosos que el oro,
más que el oro fino;
más dulces que la miel
de un panal que destila. R.

 

Segunda lectura

Col 1,15-20

Todo fue creado por él y para él

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses.

CRISTO Jesús es imagen del Dios invisible,
primogénito de toda criatura;
porque en él fueron creadas todas las cosas:
celestes y terrestres,
visibles e invisibles.
Tronos y Dominaciones,
Principados y Potestades;
todo fue creado por él y para él.
Él es anterior a todo,
y todo se mantiene en él.
Él es también la cabeza del cuerpo: de la Iglesia.
Él es el principio, el primogénito de entre los muertos,
y así es el primero en todo.
Porque en él quiso Dios que residiera toda la plenitud.
Y por él y para él
quiso reconciliar todas las cosas,
las del cielo y las de la tierra,
haciendo la paz por la sangre de su cruz.

Palabra de Dios.


Aclamación

R. Aleluya, aleluya, aleluya.
V. Tus palabras, Señor, son espíritu y vida; tú tienes palabras de vida eterna. R.

 

Evangelio

Lc 10,25-37

Quién es mi prójimo

Lectura del santo Evangelio según san Lucas

EN aquel tiempo, se levantó un maestro de la ley y preguntó a Jesús para ponerlo a prueba:
«Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?».
Él le dijo:
«¿Qué está escrito en la ley? ¿Qué lees en ella?».
Él respondió:
«“Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu fuerza” y con toda tu mente. Y “a tu prójimo como a ti mismo”».
Él le dijo:
«Has respondido correctamente. Haz esto y tendrás la vida».
Pero el maestro de la ley, queriendo justificarse, dijo a Jesús:
«¿Y quién es mi prójimo?».
Respondió Jesús diciendo:
«Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó, cayó en manos de unos bandidos, que lo desnudaron, lo molieron a palos y se marcharon, dejándolo medio muerto. Por casualidad, un sacerdote bajaba por aquel camino y, al verlo, dio un rodeo y pasó de largo. Y lo mismo hizo un levita que llegó a aquel sitio: al verlo dio un rodeo y pasó de largo. Pero un samaritano que iba de viaje llegó adonde estaba él y, al verlo, se compadeció, y acercándose, le vendó las heridas, echándoles aceite y vino, y, montándolo en su propia cabalgadura, lo llevó a una posada y lo cuidó. Al día siguiente, sacando dos denarios, se los dio al posadero y le dijo: “Cuida de él, y lo que gastes de más yo te lo pagaré cuando vuelva”.
¿Cuál de estos tres te parece que ha sido prójimo del que cayó en manos de los bandidos?».
Él dijo:
«El que practicó la misericordia con él».
Jesús le dijo:
«Anda y haz tú lo mismo».

Palabra del Señor


 1

🕊“Ve y haz tú lo mismo”


Queridos hermanos y hermanas en Cristo:

El Evangelio de hoy nos regala una de las parábolas más conmovedoras y provocadoras de Jesús: la del Buen Samaritano. Una historia que no solo habla de compasión, sino que revoluciona por completo nuestra manera de entender quién es “el prójimo”.

Un doctor de la Ley, queriendo poner a prueba a Jesús, le hace una pregunta legítima, pero con intenciones dudosas: “¿Qué debo hacer para heredar la vida eterna?” Jesús, con su sabiduría pedagógica, lo lleva a responder él mismo: amar a Dios y al prójimo como a uno mismo. Pero luego viene la pregunta clave: “¿Y quién es mi prójimo?”

Aquí es donde Jesús da el giro radical. Hasta ese momento, muchos judíos entendían el amor al prójimo como el amor a su propio pueblo, a sus familiares, a quienes compartían su fe y cultura. Pero Jesús invierte la lógica: ya no se trata de ver quién merece nuestro amor, sino de hacernos nosotros mismos prójimos de quien sufre.


💔 Tres personajes, tres actitudes

El herido tirado en el camino es anónimo. No sabemos su rostro, su nombre, su historia. Solo sabemos que ha sido víctima del mal, como tantos hoy en nuestras calles, veredas, comunidades, cárceles, hospitales o barrios marginales.

Primero pasa un sacerdote… y luego un levita. Ambos religiosos, conocedores de la Ley, representantes del culto. Pero ambos eligen pasar de largo. Tal vez por temor, por impureza ritual, por prisa, o por indiferencia. Es el retrato de una religión sin compasión, de una fe vacía que ya no tiembla ante el dolor humano.

Luego aparece un samaritano, alguien considerado hereje y enemigo por los judíos. Y es él quien se detiene, cura, carga, acompaña y paga por aquel desconocido. El amor del samaritano es tan concreto que se convierte en la definición más pura de la misericordia cristiana: ver, acercarse, conmoverse y actuar.


Cristo, el verdadero Buen Samaritano

Este Año Jubilar nos invita a redescubrir que Jesús es el Buen Samaritano por excelencia. Él no pasó de largo ante nuestra humanidad herida. No fue indiferente ante nuestro pecado, nuestra violencia o nuestras soledades. Se acercó, se encarnó, tomó sobre sí nuestras llagas, y nos llevó consigo hasta devolvernos la vida.

Él no preguntó si lo merecíamos. Simplemente nos amó primero. San Pablo lo dice bellamente en la segunda lectura: “Él es la imagen del Dios invisible… y por Él quiso reconciliar todo lo que existe, haciendo la paz por la sangre de su cruz”.

Jesús no solo enseña la parábola, Él la vive. Su vida entera es una bajada hacia el herido, una mano extendida, un gesto de ternura, una promesa de eternidad.


🛤¿Cómo vivir esto hoy? En clave jubilar

1.    Hazte prójimo, no esperes que el otro venga
No basta con amar a los que nos caen bien o comparten nuestra fe. El discípulo de Jesús da el paso, cruza la calle, entra en la herida del otro. El prójimo no se define por la cercanía física o cultural, sino por el gesto de amor.

2.    Ve y haz tú lo mismo
Jesús no termina con una teoría, sino con una orden concreta. Nos dice: “Ve y haz tú lo mismo”. ¿Y qué es “lo mismo”? Detenerte, arriesgarte, compartir tus recursos, tiempo y corazón. Salir del camino trazado para vivir el Evangelio con los pies y las manos.

3.    La caridad concreta salva el mundo
En este Año Jubilar, en el que el Papa Francisco nos ha llamado “Peregrinos de la esperanza”, esta parábola se convierte en un mapa del Reino. Nos recuerda que no hay redención sin compasión. No hay cielo sin misericordia. No hay fe viva sin compromiso con el herido del camino.


🙏 Conclusión: Caminemos hacia la vida eterna... juntos

El doctor de la Ley preguntó cómo alcanzar la vida eterna. Jesús respondió no con fórmulas, sino con un camino: el camino del amor hecho servicio.
Ese camino nos lleva a Dios, porque cada vez que nos acercamos al que sufre, Dios se acerca a nosotros.

Queridos hermanos: que esta Eucaristía nos cure de nuestras indiferencias, nos abra los ojos y el corazón, y nos empuje a vivir este Año Jubilar como verdaderos samaritanos del mundo herido.

Que María, Madre de la Misericordia, nos enseñe a ver, detenernos y actuar, como lo hizo su Hijo.

Amén.

 

2

🕊La verdadera naturaleza del amor: ir y hacer lo mismo



🧭 Introducción: El camino hacia la vida eterna

Queridos hermanos y hermanas:

La pregunta del doctor de la Ley que introduce el Evangelio de hoy es, en el fondo, la pregunta fundamental de toda vida cristiana: “¿Qué debo hacer para heredar la vida eterna?” No se trata de una inquietud teórica, sino de una búsqueda vital. ¿Cómo vivir en esta tierra con los ojos puestos en el Cielo? ¿Qué dirección tomar para caminar como verdaderos peregrinos de la esperanza?

Jesús, fiel a su pedagogía, no responde directamente. Invita a volver a la Escritura, a la Ley. Y el doctor responde con una fórmula conocida por todo judío piadoso: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón… y a tu prójimo como a ti mismo”. Esta frase, tomada de Deuteronomio 6, es el corazón de la fe bíblica. Pero Jesús la empuja más allá de los límites conocidos. Porque el amor, para Él, no es un concepto, sino una acción. No es una emoción pasajera, sino un compromiso concreto.


🔥 Primera lectura: La Palabra está cerca

En la primera lectura del Deuteronomio, Moisés insiste en que los mandamientos no son difíciles ni inalcanzables: “Está muy cerca de ti la Palabra… en tu corazón y en tu boca, para que la cumplas”. Esta afirmación rompe con la tentación de pensar que amar como Dios ama es algo lejano o reservado a santos excepcionales. Tú puedes. Yo puedo. Nosotros podemos. La Palabra que nos llama al amor ya ha sido sembrada en lo profundo del corazón humano. Basta con acogerla, dejarla brotar en obras.


💔 El Salmo: Clamor del herido

El Salmo 68 es el grito del que sufre: “Respóndeme, Señor, con la bondad de tu gracia; por tu gran compasión, vuélvete hacia mí”. Es el eco del hombre apaleado y dejado medio muerto al borde del camino en la parábola del Buen Samaritano. Es también la oración de tantos heridos hoy: migrantes, enfermos, víctimas de violencia, de abandono o indiferencia. El salmo nos recuerda que la misericordia de Dios se manifiesta cuando alguien responde a ese clamor con hechos de amor concreto.


✝️ Segunda lectura: Cristo, imagen del Dios invisible

San Pablo, en la carta a los Colosenses, nos ofrece una visión cósmica de Cristo: “Él es la imagen del Dios invisible... todo fue creado por Él y para Él... y por medio de Él quiso reconciliar todas las cosas, haciendo la paz por la sangre de su cruz”. Este Cristo glorioso es el mismo que se hizo cercano a la humanidad caída, como el samaritano de la parábola. En Jesús, Dios no pasó de largo ante nuestro sufrimiento. Se acercó, se encarnó, nos curó con su sangre, y nos hospedó en su Iglesia, como en una posada segura.


🛣️ El Evangelio: El amor es acción

Jesús no responde teóricamente a la pregunta del doctor de la Ley. Le cuenta una historia. Porque las grandes verdades no solo se enseñan, se viven. La parábola del Buen Samaritano es la respuesta viva a la pregunta por la vida eterna: la vida eterna comienza cuando uno decide amar como Dios ama.

Dos figuras religiosas, un sacerdote y un levita, ven al hombre herido… pero siguen de largo. Representan una religiosidad que ya no escucha, que ya no se detiene, que ha separado el culto de la compasión.
El samaritano, en cambio, es el que se detiene, se conmueve, actúa. Él no pregunta si el herido es de su pueblo, de su religión, si lo merece o si lo conoce. Ve el sufrimiento y responde con lo que tiene: tiempo, aceite, vino, dinero, cuidado.
Esto es amor: no solo sentir compasión, sino hacer algo por el otro.

Y Jesús concluye con una frase que resume toda la fe cristiana: “Ve y haz tú lo mismo”.


El Año Jubilar y la conversión del amor

En este Año Jubilar, somos invitados a ser peregrinos de la esperanza, pero no como turistas del espíritu, sino como testigos del amor que transforma. ¿Qué sentido tiene acercarse a la Puerta Santa si seguimos pasando de largo ante el hermano tirado en el camino?

La verdadera peregrinación jubilar es la del corazón que se deja tocar por el sufrimiento ajeno y responde con obras. La Iglesia no es solo lugar de culto, sino hospital de campaña, como nos dice el Papa Francisco. Y tú y yo estamos llamados a ser médicos del alma, curadores de heridas, acompañantes del que ha caído.


🧎 Aplicación concreta: cómo “hacer lo mismo”

1.    Identifica a los “heridos del camino” en tu entorno: ancianos abandonados, jóvenes sin rumbo, migrantes, hermanos en crisis de fe. Acércate a ellos con respeto, escucha, y gestos de amor.

2.    Practica un amor que actúa: ayuda concreta, acompañamiento, oración intercesora, servicio silencioso. No esperes “sentir amor” para actuar. Actúa… y el amor nacerá.

3.    Imita a Cristo: como Él, hazte próximo del herido. Como Él, entrega lo mejor de ti. Como Él, haz de tu vida una posada de misericordia.


🙏 Conclusión: El amor que nos salva

Amar al prójimo como a uno mismo no es una opción decorativa del Evangelio: es el camino hacia la vida eterna. Porque al final de nuestra vida, no se nos preguntará cuántas cosas sabíamos… sino cuántas personas curamos con amor.

Que este Año Jubilar nos permita experimentar el amor de Cristo Buen Samaritano, y nos impulse a ir y hacer lo mismo, no mañana, sino hoy.

Que María, Virgen de la Esperanza, nos acompañe en este camino, y que cada Eucaristía nos haga más capaces de amar con todo el corazón, con todo el ser, con todas las fuerzas y con toda el alma.

Amén.

 

3

 

“La caridad no se piensa... ¡se practica!”

 


😄 Introducción: La sabiduría infantil

Un niño regresó del catecismo dominical, y su mamá le preguntó:
—¿Qué aprendiste hoy?
Y él respondió:
—Nos contaron una historia de dos curas que vieron a un hombre en una zanja... pero no lo ayudaron porque ¡ya lo habían robado!
😅

Aunque con inocencia, el niño no estaba tan lejos de la verdad. Jesús también contó una historia parecida… pero con un final muy distinto.

 

📖 La pregunta que lo cambia todo

En el Evangelio de hoy, un doctor de la Ley le pregunta a Jesús:
“¿Qué debo hacer para heredar la vida eterna?”
Y Jesús lo remite a lo esencial:
“Ama al Señor tu Dios... y a tu prójimo como a ti mismo.”

Pero el hombre no se conforma. “¿Quién es mi prójimo?” pregunta, esperando tal vez una lista... Jesús responde con una parábola revolucionaria, en la que el héroe no es un religioso, ni un líder... sino un samaritano, es decir, un "enemigo" para los judíos.


🧭 Tres filosofías de vida

1.    Los ladrones: “Lo tuyo es mío... y me lo llevo.”
Representan la cultura del robo, del abuso y del egoísmo. Hoy se manifiestan en muchas formas: corrupción, explotación, violencia.

2.    El sacerdote y el levita: “Lo mío es mío... y no lo comparto.”
Son la imagen de una fe cerrada, temerosa, que pasa de largo frente al dolor del otro. Cuántas veces usamos excusas: "No tengo tiempo", "es peligroso", "que lo ayuden otros"...

3.    El samaritano: “Lo mío es tuyo... si lo necesitas.”
Se detiene, cura, carga, paga y promete volver. El amor no es teoría ni sentimiento, sino acción comprometida. ¡Eso es caridad cristiana!


Anecdota #1 – Einstein y Emmy

Cuando Einstein llegó a vivir cerca de Princeton, una niña de 10 años llamada Emmy empezó a visitarlo porque tenía problemas con las matemáticas.
La madre, al enterarse, fue a disculparse:
—“¡Profesor, disculpe que mi hija lo moleste!”
Y Einstein respondió:
“No me molesta. Cuando un niño disfruta aprender, es mi alegría ayudarle.”

Así es Dios. No se cansa de recibirnos, enseñarnos, sanarnos. Está siempre disponible, como el Buen Samaritano, para los que claman desde la orilla del camino.


💉 Anecdota #2 – El doctor que sanó con sonrisas

En 1981, el cirujano William Magee viajó a Filipinas y vio cientos de niños con deformidades faciales. Al ver que no podía operarlos a todos, fundó Operation Smile, una organización que ya ha transformado más de 50,000 vidas.
¿Lo hizo por fama o por puntos en el cielo?
No. Lo hizo porque vio una necesidad y actuó.

Jesús nos dice hoy: “Haz tú lo mismo”.
No esperes sentir compasión para actuar. Actúa, y la compasión vendrá.


📜 Las lecturas iluminan el camino

·        Dt 30,10-14: “La Palabra está cerca de ti.” No necesitas cruzar el mar ni subir al cielo para saber qué hacer. Solo tienes que escuchar tu conciencia, tu corazón, tu fe… y responder.

·        Salmo 68: “Escúchame, Señor, por tu gran compasión.” Es el lamento del herido del camino. Y Dios responde por medio de nosotros.

·        Col 1,15-20: Cristo es la imagen del Dios invisible. Y si Él habita en nuestros hermanos, entonces cada herido, marginado o descartado es rostro de Cristo.


🧡 Anecdota #3 – El borracho que recibió lo mejor

Un hombre muy influyente apareció ebrio en plena calle. Una familia lo recogió y lo llevó a su casa. El hijo de la familia protestó:
—“Mamá, vomitará en las sábanas finas.”
Y la madre respondió:
“Cuando despierte, se sentirá solo, enfermo y avergonzado. Por eso, es importante que vea que aquí fue tratado como un huésped de honor.”

Eso es amor cristiano: dar lo mejor al que menos lo merece. Así nos trata Dios. Así nos invita a tratar al otro.


🚪 El camino de Jericó pasa por tu casa

Ese camino no es solo geográfico. Está en nuestras familias, parroquias, comunidades.
El “herido del camino” puede ser:

·        tu cónyuge herido por tus palabras,

·        tu hijo que espera un abrazo,

·        el migrante que duerme en el parque,

·        el feligrés alejado,

·        el hermano que piensa diferente…

Jesús no pregunta si lo merecen. Él se acerca, cura, acompaña y deja pagado el hospedaje. Nos entrega a la Iglesia como posada, y nos deja su Espíritu como aceite y vino para sanar.


🙏 Conclusión: Ve y haz tú lo mismo

Queridos hermanos:
No preguntes más “¿quién es mi prójimo?”, sino ¿soy yo prójimo para los demás?
Hoy Jesús nos dice:
“Amar no es esperar sentir algo... es decidirse a actuar con compasión.”
Haz tú lo mismo:

·        en tu casa,

·        en tu barrio,

·        en tu parroquia,

·        en tu comunidad.

El amor verdadero no da excusas. Da pasos.

Que este Año Jubilar nos ayude a cruzar la calle, no de largo... sino para curar.
Y que la Virgen de la Esperanza, como buena samaritana de los pueblos, nos acompañe a amar como su Hijo.

Amén.


Referencias:

https://www.prionseneglise.ca/

https://catholic-daily-reflections.com/2025/07/12/the-true-nature-of-love/

https://frtonyshomilies.com/2025/07/05/fr-tony-o-t-xv-sunday-july-13-2025/


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