15 de noviembre del 2019: viernes de la 32a semana del TO o San Alberto Magno
El santoral de la Iglesia, nos propone hoy que contemplemos la vida, obra y santidad de un hombre sabio, de un Obispo y Doctor de la Iglesia: San Alberto Magno, perteneciente a la orden dominica, fue maestro de Santo Tomás de Aquino y es llamado patrono de los científicos. Nos encomendamos hoy a su intercesión, él que supo discernir la sabiduría proveniente de Dios y que fue fiel, que él ruegue por nosotros.
Primera
lectura
Lectura del libro de la Sabiduría (13,1-9):
Eran naturalmente vanos todos los hombres que ignoraban a Dios y fueron
incapaces de conocer al que es, partiendo de las cosas buenas que están a la
vista, y no reconocieron al Artífice, fijándose en sus obras, sino que tuvieron
por dioses al fuego, al viento, al aire leve, a las órbitas astrales, al agua
impetuosa, a las lumbreras celestes, regidoras del mundo. Si, fascinados por su
hermosura, los creyeron dioses, sepan cuánto los aventaja su Dueño, pues los
creó el autor de la belleza; y si los asombró su poder y actividad, calculen
cuánto más poderoso es quien los hizo; pues, por la magnitud y belleza de las
criaturas, se descubre por analogía el que les dio el ser. Con todo, a éstos
poco se les puede echar en cara, pues tal vez andan extraviados, buscando a
Dios y queriéndolo encontrar; en efecto, dan vueltas a sus obras, las exploran,
y su apariencia los subyuga, porque es bello lo que ven. Pero ni siquiera éstos
son perdonables, porque, si lograron saber tanto que fueron capaces de
averiguar el principio del cosmos, ¿cómo no encontraron antes a su Dueño?
Palabra de Dios
Salmo
Sal 18,2-3.4-5
R/. El
cielo proclama la gloria de Dios
El cielo proclama la gloria de Dios,
el firmamento pregona la obra de sus manos
el día al día le pasa el mensaje,
la noche a la noche se lo susurra. R/.
Sin que hablen, sin que pronuncien,
sin que resuene su voz,
a toda la tierra alcanza su pregón
y hasta los limites del orbe su lenguaje. R/.
Evangelio
de hoy
Lectura del santo evangelio según san Lucas
(17,26-37):
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Como sucedió en los días de Noé,
así será también en los días del Hijo del hombre: comían, bebían y se casaban,
hasta el día que Noé entró en el arca; entonces llegó el diluvio y acabó con
todos. Lo mismo sucedió en tiempos de Lot: comían, bebían, compraban, vendían,
sembraban, construían; pero el día que Lot salió de Sodoma, llovió fuego y
azufre del cielo y acabó con todos. Así sucederá el día que se manifieste el
Hijo del hombre. Aquel día, si uno está en la azotea y tiene sus cosas en casa,
que no baje por ellas; si uno está en el campo, que no vuelva. Acordaos de la
mujer de Lot. El que pretenda guardarse su vida la perderá; y el que la pierda
la recobrará. Os digo esto: aquella noche estarán dos en una cama: a uno se lo
llevarán y al otro lo dejarán; estarán dos moliendo juntas: a una se la
llevarán y a la otra la dejarán.»
Ellos le preguntaron: «¿Dónde, Señor?»
Él contestó: «Donde se reúnen los buitres, allí está el cuerpo.»
Palabra del Señor
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Admirar las maravillas de la naturaleza, sin reconocer al
autor (Dios, Señor), ¡es ser miope! Aquellos
que toman por dioses a los astros, al fuego, al aire y al viento, están
errados.
El autor del libro de la Sabiduría designa a aquellos que,
en su época, creían en las mitologías griegas o egipcias. Todavía hoy, algunos
ponen su confianza en las predicciones de los astrólogos, en lugar de apoyarse
en el Señor.
En el Evangelio, Jesús nos
habla de la aparición del Reino de Dios, del que se afirma “él pasó por aquí”, “él
volverá a pasar por allá” …pero ¿cuándo y dónde vendrá éste reino que Jesús no
cesa de anunciar? Él está germinando y al mismo tiempo él será repentino e
imprevisible. Es en la cotidianidad que se vive la espera activa del Reino. Su
llegada sacará a la luz aquello que cada uno ha escogido como esencial en su
vida. Como Noé (Génesis 6) y Lot (Génesis 19), estemos listos, no para que el
cielo caiga sobre nosotros, sino para que cada día de nuestra vida sea un
camino hacia el Reino.
Aprendamos hoy de la sabiduría, anclada y enraizada en el Espíritu Santo que nos enseña también con su vida y obra San Alberto Magno.
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