1o de Diciembre del 2013: Primer Domingo del Adviento (A)
Entramos en un nuevo año
litúrgico, que debuta con el tiempo del Adviento. Tiempo de preparación a la
fiesta de navidad, tiempo de conversión, tiempo de despertar.
El Adviento nos recuerda que Dios ha venido en Jesucristo y que Él volverá un día para la gran conclusión de su obra.
El Adviento nos recuerda que Dios ha venido en Jesucristo y que Él volverá un día para la gran conclusión de su obra.
Que el recuerdo de su
misericordia nos devuelva la esperanza y la fuerza de vivir en el camino de la
vida.
EVANGELIO DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO SEGÚN
SAN MATEO CAPITULO 24, versículos 37 al 44
La venida del Hijo del Hombre recordará los tiempos de Noé.
Unos pocos días antes del diluvio, la gente seguía comiendo y
bebiendo, y se casaban hombres y mujeres, hasta el día en que Noé entró en el
arca.
No se dieron cuenta de nada hasta que vino el diluvio y se los
llevó a todos. Lo mismo sucederá con la venida del Hijo del Hombre:
de dos hombres que estén juntos en el campo,
uno será tomado, y el otro no;
de dos mujeres que estén juntas moliendo trigo, una será tomada, y
la otra no.
Por eso estén despiertos, porque no saben en qué día vendrá su
Señor.
Fíjense en esto: si un dueño de casa supiera a qué hora de la
noche lo va a asaltar un ladrón, seguramente permanecería despierto para
impedir el asalto a su casa.
Por eso, estén también ustedes preparados,
porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que menos esperan.
A guisa de introducción:
Vivir las realidades temporales, creyendo en Dios
Aquello que hay de bello, de
bueno, de profundamente humano, merece que se le preste la suficiente atención.
Como humanos y como cristianos, no se puede pasar por encima de tales
realidades, sin ocuparse.
Este miércoles 26 de noviembre el papa Francisco
acaba de publicar su primera exhortación apostólica llamada “Evangelii Gaudium”
(La alegría del evangelio), en resumen, además de presentar ideas innovadoras
acerca de cómo piensa debe vivirse el papado, nuestro pontífice aboga por
respetar la autonomía de las realidades temporales: la dignidad de la persona
humana, la actividad humana, la dignidad del matrimonio y de la familia, el
tesoro del anuncio del evangelio, habla de los valores innegociables como el de
la vida, y concluye que la Iglesia no puede ceder a la muerte legalizando el
aborto, su misión ante todo es abogar y defender la vida bajo todas sus formas.
Nada profundamente humano es extraño para el Reino
de los cielos. El Papa, La Iglesia como la Biblia no desprecia las realidades
temporales y humanas, y mucho menos las
rechaza, puesto que las realidades humanas tocan el mundo (según el Génesis, primer libro de la Biblia).
Noé, patriarca del Antiguo Testamento (de la Primera
Alianza), vivía con su familia, como todo el mundo. El sólo dominio o aspecto,
en el que no era como los otros, era que él creía en el Dios único, personal,
al cual oraba, en el cual depositaba su confianza y actuaba en referencia a Él
(teniendo en cuenta su palabra, su voluntad, su ley).
Es a causa de la fe
en Dos, vivida por Noé y su familia, que Jesús osa decir: “vigilen, es decir,
oren”. Es por esta razón que todas
nuestras preparaciones de fiesta no deben olvidar lo principal: festejar a
Jesucristo mismo, su nacimiento, su venida entre nosotros, en nosotros. Él es el “Emanuel”
(Dios con nosotros).
Cómo preparar su
venida, su nacimiento en lo más intimo de cada quien?
Viviendo mejor las realidades de cada día: la
bondad, la reconciliación y la oración.
“Mírenme
a mí, podría decir el Señor, escuchen mi palabra; pónganla en práctica; su vida
podrá mejorar; ustedes volverán a encontrar la paz, la luz”.
Aproximación psicológica
al texto del evangelio
Seguridad y
vigilancia:
El llamado a la vigilancia que Jesús hace en este
texto, requiere una interpretación…vigilante! En efecto, si no se pone
atención, se corre el riesgo de ver a
Dios como un ladrón que prepara su golpe y contra el cual es necesario tomar
medidas, protegerse. Con esta óptica, creemos, que el interés de Dios es “pillarnos
en falta”, y lo que ha de interesarnos, es prepararnos, tomar prevenciones ante
una mala sorpresa.
Se trata entonces de acumular mecanismos de
seguridad, y nos encontramos con una fe
donde lo que prima es la búsqueda
de seguridad, exactamente como el servidor aquel de la parábola del evangelio,
que entierra su talento (moneda) visto que teme la desaprobación de un patrón exigente
con mirada escrutadora.
Pero Jesús está muy lejos de atraernos hacia una fe
cimentada sobre seguridades dudosas: una cierta práctica sacramental, el
respeto conformista de la moral establecida, la buena conciencia, fruto del
cumplimiento de ciertas buenas obras.
Y si uno se fija más de cerca, uno percibe que entre
seguridad y vigilancia, no solamente hay una diferencia fundamental sino también que hay una neta oposición. La
seguridad es esencialmente preventiva, esta consiste en la observancia de un número
determinado de reglas precisas y reconocidas, destinadas a evitar los
accidentes (pensemos en la seguridad vial y náutica, pero también en la
seguridad psicológica: no implicarme o comprometerme en lo que digo, no dejar
que otro se acerque demasiado a mí, mantenerme lejos de aquellos que tendrían
cosas para decirme sobre mí mismo, posponer para más tarde la reflexión sobre
ciertas incoherencias personales…todo ello con el objetivo de evitar el
accidente del cuestionamiento personal y el desafío del cambio o conversión de
vida).
Si la seguridad es un conjunto de operaciones
preventivas, la vigilancia es la actitud de flexibilidad, de apertura, de aquel
que permanece en contacto con sus recursos o fuentes personales.
Cuando Jesús nos dice: “estén ustedes también preparados”, nos invita mantener el ojo
abierto ante lo que uno es y ante lo que
uno hace, ante lo que se está llegando a ser y sobre aquello que nos está
pasando o sucediendo.
Es eso lo que la gente de los tiempos de Noé había
dejado de hacer, y es eso lo que se perderá
de vista nuevamente en el futuro. Se tendrá
por adquirido (o se dará por sentado) que puesto que dos personas realizan el mismo
trabajo, ellas tienen igualmente la misma calidad de vida. Error, nos dice
Jesús: la una estaba lista, es decir, estaba abierta y en contacto, la otra no.
Desconfíen de sus seguridades y aprendan a ser
vigilantes!
REFLEXION CENTRAL
"ESTÉN ATENTOS PORQUE NO SABEN EL DÍA
CUANDO EL SEÑOR VENDRÁ"
"Estén preparados, pues será en la
hora que menos piensen que el Señor vendrá"
Cristo resume la actitud superficial que
nos invade al compararnos con la gente de los tiempos de Noé: "Antes del diluvio se
comía, se bebía, uno se casaba...La gente no creía en nada no dudaba, hasta que
llego el diluvio matándoles a todos".
Jesús no dice que la gente fuera mala o
inmoral en tiempos de Noé. Eran hombres y mujeres como nosotros que sentían la
alegría y la pasión de vivir! Ellos se ocupaban en toda normalidad de sus
asuntos presentes sin pensar nada más. Qué les reprocha el Señor?: « La gente no dudaba de nada, no la
creía hasta el día del diluvio...». Jesús
les reprocha lo superficial en su actitud. Ellos creían que su vida terrestre
era infinita y "olvidaban" o pretendían ignorar (con negligencia) la fragilidad y por tanto la finitud de la condición
humana.
Como en los tiempos de Noé, hoy la
humanidad esta como anestesiada. El progreso material tiende a adormecernos. Se
cree que el mundo donde vivimos no tendrá fin, hasta el día que llega el
despertar más brutal, cuando se era inconsciente del peligro.
Cuando llega un 11 de septiembre o una
crisis monetaria internacional, o un aumento repentino de los precios del petróleo,
una enfermedad imprevisible, una epidemia que no se puede controlar, un
accidente grave, un terremoto, un Tsunami destructor...entonces, todas nuestras
seguridades se van por tierra.
En nuestras vidas, a veces los
proyectos que nos preocupan más y que han sido construidos con mucho sacrificio
se derrumban en un instante: por ejemplo, la compañía donde trabajamos
sus oficinas son trasladadas a China u otro país, una enfermedad
repentina nos ataca en nuestra juventud, un accidente nos provoca la invalidez
y nos hace incapaces de ganarnos la vida, un ser amado desaparece sin
advertirnos. Cristo nos dice hoy: "Estén
vigilantes y estén preparados ya que no saben cuando esos sucesos pueden
producirse".
El cristiano debe permanecer despierto y
prepararse para todas las eventualidades no por miedo o por nerviosismo, sino
porque quiere utilizar el tiempo que tiene disponible para construir una
sociedad más justa, más humana y más fraternal. "La venida del Señor" será entonces una visita
esperada y recibida con alegría.
Es necesario recordar que el tiempo
de Adviento no se limita a las cuatro semanas de preparación para la navidad.
El adviento debe llegar a ser para nosotros un estilo de vida, una actitud
constante de imaginación creativa y de esperanza permanente. A pesar de todos
los problemas, todas las calamidades, todas las enfermedades, sabemos que la
vida vale la pena de ser vivida y que la muerte no es el fin de todo. El
Adviento nos da una razón para vivir, una razón para amar y para esperar
"ahora". Es una invitación a construir un mundo mejor, según el deseo
de Dios.
Que bueno reflexionar sobre este bello versículo de la primera lectura de hoy, verso rico en imágenes que expresa la paz querida y o deseada por Dios: " De sus espadas forjarán arados y de sus lanzas podaderas". Nadie levantará contra espada , ni una nación contra la otra, nadie se entrenará más para la guerra" (Isaìas 2,4). El proyecto de Dios para nosotros es un proyecto de paz y de fraternidad.
Imagínense un mundo donde los diferentes
países gastaran más sus presupuestos y recursos económicos en agricultura que
en armamento y por ende el arte de la guerra llegaría a ser inútil, donde
la tecnología militar seria puesta al servicio del desarrollo social y rural.
En lugar de hacer frente al combate, los soldados asegurarían la seguridad de
los pueblos y ciudades. Con el dinero de los armamentos, se podría dar comida a
la población. Las escuelas y hospitales surgirían un poco por todo lado...En
nuestras familias no habría ni abusos, ni violencia, ni odio. Cada uno de
nosotros "rompería sus espadas y lanzas" para volver a encontrar la
paz en la familia y alrededor de ella, he aquí el sueño de Dios para la
humanidad!
El cristiano es un creyente que se pone en
acción para mejorar su pequeño mundo y vive con intensidad el presente, pero
sin ansiedad, ya que el trabaja para que el Reino de Dios venga entre nosotros.
Cada instante puede ser el de Cristo cuando toque a la puerta. Cualquiera
que sea el día y la hora, esta visita no sorprenderá al servidor fiel y
vigilante. El abrirá la puerta con alegría para acoger el Señor que entrará en
su casa, y se sentará a la mesa preparada.
"Estén preparados y alerta, porque el
Hijo del hombre va a venir", nos dice Jesús.
Buena semana y que Dios les bendiga!
OBJETIVO DE VIDA PARA LA SEMANA
-
Hago un análisis
de cómo estoy conduciendo mi vida (Examen de conciencia), referencio los puntos
oscuros y escasos de luz donde veo tengo necesidad de cambiar (conversión).
-
Me confío a san
Juan Bautista, el precursor de Jesús, quien prepara su venida y le pido me
ayude a “hacer por la verdad”, acogiendo a Dios en la perseverancia y el coraje
de vivir.
-
En el marco de
una oración ferviente o en el momento del sacramento del perdón, presento a
Cristo mi necesidad de conversión, de cambio de comportamiento o de actitud.
ORACION-CONTEMPLACIÓN
Señor, yo quisiera prepararme para tu segunda venida,
aprovechando y disfrutando de tu presencia ahora.
porque tu vienes cada día,
a casa, a la oficina,
en mi relación de pareja,
en mis ocupaciones más ordinarias.
Si, Tú vienes, y yo no estoy siempre disponible…
Toca mi corazón, Señor. Todavía y más aún todavía!
Ven hoy, Ven en Navidad.
Ven al final de mis días.
Yo quiero hacer un esfuerzo
por mantener mi corazón despierto,
esperándote a Ti y lo Bueno y Nuevo que me reservas.
Entre lo tormentoso de mi vida, Señor,
yo no estoy siempre en actitud de oración,
mas, yo
quiero guardar mi oído cerca de tu
corazón.
Ven. Surge en mi vida, en la de mis seres queridos,
en la vida de todos los hombres, las mujeres y los
niños
que tienen sed de alegría verdadera (y no
diversión),
de paz (como la que Tú das y que el mundo no puede
dar), y
de amor (como el tuyo, a tu manera, sin condición).
Si, ven, nosotros te esperamos...!
Referencias bibliográficas:
Pequeño misal "prions en Église", edición francesa quebequense, 2010-2013
HETU, Jean-Luc. Les Options de Jésus.
Página argentina católica,
http://cursillos.ca. Traduccion
del francés de la reflexión del P. Yvon- Allard. s.d.v
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