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Mostrando entradas de octubre, 2013

Un ensayo sobre el miedo, el terror, el diablo...A tomar en serio!

Horror, miedo, terror…Así en orden alfabético las pongo. Y la primera cuestión que uno se hace es,  son vocablos sinónimos? Veamos qué nos dicen los diccionarios, tanto en español, como en francés e inglés. Horror : es un sentimiento intenso (no necesariamente miedo) causado por algo espantoso.   El horror también es una aversión profunda (que no es lo mismo que el miedo) hacia alguien o hacia algo.  El   miedo   o   temor   es una   emoción   caracterizada por una intensa sensación, habitualmente desagradable, provocada por la percepción de un   peligro , real o supuesto, presente, futuro o incluso pasado. Es una emoción primaria que se deriva de la aversión natural al   riesgo   o la amenaza, y se manifiesta en todos los   animales , por ejemplo el ser humano . Terror:   el terror es un miedo muy intenso, mientras que el horror es un sentimiento intenso (no necesariamente miedo) causado por algo espantoso. Se puede asumir que el terror sobreviene cuando el miedo ha s

3 de noviembre del 2013: 31o Domingo del Tiempo Ordinario (C)

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Dios se hace invitar a nuestra casa El Señor no tiene sino un deseo: que vivamos el amor con Él y con nuestros hermanos. Hoy, Él viene para tocar a la puerta de nuestro corazón. Acogerle, es comprometernos a vivir conformemente y de acuerdo a su proyecto  de amor. EVANGELIO DE JESUCRISTO, SEGÚN SAN LUCAS 19,1-10 En aquel tiempo, entró Jesús en Jericó y atravesaba la ciudad.  Un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de distinguir quién era Jesús, pero la gente se lo impedía, porque era bajo de estatura. Corrió más adelante y se subió a una higuera, para verlo, porque tenía que pasar por allí.  Jesús, al llegar a aquel sitio, levantó los ojos y dijo: "Zaqueo, baja en seguida, porque hoy tengo que alojarme en tu casa."  Él bajo en seguida y lo recibió muy contento.  Al ver esto, todos murmuraban, diciendo: "Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador."  Pero Zaqueo se puso en pie y dijo al Señor: &quo

LOS MISTERIOS DEL ROSARIO Y LA DEVOCIÓN EUCARÍSTICA (1)

Orar con el Rosario nos abre a la grandeza de la Eucaristía. Porque al rezar el Santo Rosario, éste nos hace entrar en el corazón de María y María nos conduce a la Eucaristía.  Dispongámonos, dejémonos conducir a este tesoro de tesoros que es la EUCARISTIA. El Santo Cura de Ars exclamaba un día:  “No hay nada tan grande  como la Eucaristía, Dios no puede resolverse a dejarnos solos sobre la Tierra. Él desciende todos los días sobre nuestros altares, donde nos espera día y noche .” De este mismo modo se lo recordó con gozo a Santa Faustina:  “mira, ama, ve al tabernáculo, yo deseo bajar a tu corazón, nada me impide el acceso, no hay ningún guardián, tu puedes acercarte a mí en cualquier momento, en cada hora del día, yo deseo tanto hablarte y prodigarte tantas gracias”. LOS MISTERIOS GOZOSOS  (Lunes y sábado) PRIMER MISTERIO GOZOSO: LA ANUNCIACIÓN DEL  ARCÁNGEL  SAN GABRIEL A LA VIRGEN  MARÍA  Y LA  ENCARNACIÓN  DEL HIJO DE DIOS El  Ángel anuncia a María el Pl

Octubre mes del Rosario y de oración con María.

Se está terminado el otro mes, que después de Mayo es plenamente consagrado a la Virgen María. Pero en octubre siempre se quiere resaltar el rezo del Rosario. Rosario que hoy a muchos que se consideran católicos no les dice nada. Les causa apatía, mismo tedio y aburrimiento. Yo también he vivido, en ciertos momentos,  esos sentimientos con respecto al rosario; pero lo que me sorprende constatar es su fuerza y presencia significativa desde mi niñez, cuando se rezaba en casa de los abuelos tanto paternos como maternos,  en los hogares campestres de los tíos de mi padre, y las primas de mi madre. Es verdad que sólo con el tiempo vamos comprendiendo la grandeza, influencia e importancia del rezo del rosario. Una oración dicha en voz alta o mentalmente, en solitario o en comunidad, dentro y fuera de la Iglesia, en tiempos de guerra y de paz, en tiempos de desespero y de alegría. Hoy más que nunca soy consciente de las bendiciones que me ha prodigado el Santo Rosario. Siento que Ma

En los 35 años de la llegada al Pontificado de Juan Pablo II, 22 de octubre del 2013

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Sábado 2 de abril, 21 : 37 hora de Roma, 20 :37 en Camerún, 14 :37 hora de Colombia …Ha muerto el Papa, Resucitó el Papa ! Se fue apagando paulatinamente la vida del gran viejo sabio. De la misma manera que vivió murió, con dignidad y paz en medio del dolor y del sufrimiento…En estos momentos no hay medio de comunicación que no hable de este acontecimiento. Algunas cadenas francesas, comienzan poco después de su muerte a repetir los documentales del 2003, cuando celebraba sus 25 años en el Pontificado. Recuerdo que tenía 9 años, aquel 26 de Octubre de 1978, cuando escuché la noticia de la elección de alguien muy importante para nuestra Iglesia. Cuatro meses atrás había “hecho la primera comunión” y mi espíritu infantil no había percibido aún la magnitud de un tal personaje dentro de mi Iglesia Católica. Solo veía que mis abuelos, mis padres y la gente mayor en casa y en mi pueblo, se preocupaba por ver la notica en televisión, escuchar la radio y leer los periódicos que lle

27 de octubre del 2013: 30o Domingo del Tiempo Ordinario (C)

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Al invitarnos a descubrir la verdadera justicia, Jesucristo nos lleva a comprender mejor nuestra relación fundamental con Dios, aquella que dirige nuestra vida y hace nacer nuestra oración. La oración es un diálogo que reposa sobre la verdad y la confianza. EVANGELIO DE JESUCRISTO SEGÚN SAN LUCAS 18,9-14 Jesús dijo esta parábola por algunos que estaban convencidos de ser justos y despreciaban a los demás. «Dos hombres subieron al Templo a orar. Uno era fariseo y el otro publicano. El fariseo, puesto de pie, oraba en su interior de esta manera: «Oh Dios, te doy gracias porque no soy como los demás hombres, que son ladrones, injustos, adúlteros, o como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y doy la décima parte de todas mis entradas.» Mientras tanto el publicano se quedaba atrás y no se atrevía a levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho diciendo: «Dios mío, ten piedad de mí, que soy un pecador.» Yo les digo que este último estaba e