Un ensayo sobre el miedo, el terror, el diablo...A tomar en serio!
Horror, miedo, terror…Así en orden alfabético las pongo. Y la primera cuestión que uno se hace es, son vocablos sinónimos? Veamos qué nos dicen los diccionarios, tanto en español, como en francés e inglés.
Horror: es
un sentimiento intenso (no necesariamente miedo) causado por algo espantoso. El horror también es una aversión
profunda (que no es lo mismo que el miedo) hacia alguien o hacia algo.
El miedo o temor es una emoción caracterizada por una intensa sensación, habitualmente desagradable, provocada por la percepción de un peligro, real o supuesto, presente, futuro o incluso pasado. Es una emoción primaria que se deriva de la aversión natural al riesgo o la amenaza, y se manifiesta en todos los animales, por ejemplo el ser humano.
Terror: el
terror es un miedo muy intenso, mientras que el horror es un sentimiento
intenso (no necesariamente miedo) causado por algo espantoso.
Se puede asumir que el terror sobreviene cuando el miedo ha
superado los controles del cerebro y
ya no puede pensarse racionalmente.
En casos graves puede llegar a inducir una parálisis completa
del cuerpo, sudoración fría o regresión a pensamientos de la infancia, y en
casos mucho peores, producirse incluso la muerte por paro cardíaco. El
autocontrol sobre los pensamientos, miedos y remordimientos es esencial para no sentir terror, que
puede desembocar en pánico. La solución más eficaz es respirar lenta y
paulatinamente, dejar la mente en blanco y no dejarse llevar por la euforia.
Como pueden ver, es una muy acertada introducción para
remarcar que EL TERROR, está en la cima de todos los sentimientos de miedo o
temor. Así podemos decir que pasamos del miedo natural y común con los
animales, al horror y finalmente al terror.
EXPERIENCIA PERSONAL
DEL MIEDO y del DIABLO
Yo puedo afirmar sin temor a equivocarme que muy pocas veces
en mi vida he experimentado el terror…Y que si me ha arribado una o dos veces
es mucho. Pues llegar a perder la razón o dejar de ser racional, mismo por un
momento, a causa del miedo…no.
Lo que sí ha sido común en mi vida es el miedo natural,
primario…Como todos he tenido miedo a la oscuridad, a quedarme solo, a lo
desconocido, a las criaturas horribles y poco estéticas (de acuerdo a nuestros
estándares o clichés) : como las serpientes y
las arañas, a la muerte misma, a los relatos, comics y películas de
terror.
Siendo un mocoso entre los 9 y los 13 años, cuando ya había
aprendido a leer y a comprender muchas cosas (pues a medida que se pierde el
niño y desaparece la inocencia, la confianza) confieso que me daban miedo las
historias de personajes de ficción como El SANTO, el enmascarado de Plata y
Juan sin Miedo…y una que otra serie de Kalimán sobre todo las concernientes al
Doctor Misterio y las criaturas mutantes.
Ahh hasta Kapax “El Tarzan colombiano” o “El héroe de la selva trajo
entre su provisoria revista de aventuras enfrentamientos con el mohan y la
madremonte, lo recuerdo”.
En TV, recuerdo fue en 1976 o 1977, entre los 7 y 8 anos,
cuando vi la primera escena que me causó
terror, y fue entre las cobijas quizás sin que mis padres lo percibieran: la
escena mostraba un hombre que decapitaba y tiraba las cabezas en una especie de
volqueta.
Nuestro abuelo paterno Tomás Antonio en varias veladas nos
entretuvo con sus relatos de leyendas populares, recuerdo especialmente las
historias de la "patasola" que me causaban verdadero horror y escalofrío…Tanto
que después se me dificultaba dormir.
Claro que les tuve miedo y mucho, y aun les tengo fobia a las
serpientes, más que a las arañas. Pero por fortuna nunca llegaron a causarme
terror, tanto que me impidieran pasar por parajes selváticos o por las orillas
de cañadas (sobre todo en tiempos de vacaciones escolares cuando iba a visitar
mis tíos y primos en el campo)…Si, las veía pero nunca me acobardaron o me
paralizaron o me hicieron enfermar sin razón.
Por ejemplo, evoco cómo durante esas temporadas de
vacaciones, a mis primos y a mí nos gustaba aventurarnos entre esos follajes y
terrenos húmedos para auscultar bajo las piedras en búsqueda de pequeños
crustáceos (cangrejos) a los que después desmembrábamos y cocinábamos para
comerlos…Nunca tuvimos miedo a encontrarnos con arañas o serpientes venenosas
durante nuestras búsquedas cangrejas.
Y es más no recordamos que alguien haya
sido picado o mordido por un artrópodo u ofidio peligroso.
Hoy con 44 años cumplidos, una convicción toma mayor fuerza
cada día: yo vi (o se me apareció el diablo) 3 veces. Precisamente en estos
días se lo relataba sin desfachatez y sin ánimo de reírme a una amiga
compatriota.
Y para los que verdaderamente estén interesados y se tomen el
tiempo de leerme, trataré de relatar estas sucintamente.
Todas las 3 visiones (no apariciones, luego les contaré la
diferencia entre unas y otras) tuvieron lugar durante mis años tiernos, entre
los 6-7 y los 12 años (o sea entre 1976 y 1981), precisamente durante mis años
de escolar.
Primera visión del
diablo: Recuerdo
un gran grupo familiar que marchaba en un paraje, entre dos fincas en la vereda
el Placer, yo hacía parte del grupo junto a mis padres, mi tío materno mayor
Eduardo y quizás mi hermana menor Alba…seguramente yo iba caminando de mala
gana, me sentía cansado y deseaba que alguien me cargara…
De un momento a otro
yo me resbalo sobre la orilla del estrecho sendero y salgo rodando por un
abismo…Voy a caer cerca otro caminito, para mi suerte nada me pasa, pero he
perdido un zapato…si lo recuerdo con claridad, aquello me enerva…minutos
después me encuentro sentado sobre una mesa (la mesa era blanca como que de
metal) al interior de una cocina. La casa es de la familia Romero Ramírez. En
la cocina hay una ventana con vista a la huerta o un solar, quizás yo gritaba y
o lloraba desconsoladamente y de pronto veo lo que parece ser una serpiente
gigante sobre una de las ramas del mandarino…No sé lo que pasó después.
Segunda visión de
Lucifer: Pudo haber sido dos o tres años
después de la primera visión. Esta vez me encontraba de pasaje por vacaciones
escolares en casa de mis abuelos paternos Tomás y Virginia. Quizás de “mala
gana” estaría allí pasando unos cuantos días con ellos, visita de deber y de
muestra de cariño paternal, obviamente, pero en donde me aburría a montones por
la falta de compañeros de juegos…Aunque sabía que en los siguientes días tenía
el permiso para ir a visitar mis primos que no vivían muy lejos.
Un atardecer cuando estaba solo con mi abuela, pues el
abuelo, tal vez, se encontraba aun en los cafetales, ésta última me envió a la
casa finca vecina, propiedad de mi padre pero administrada por alguien mismo de
la familia, justo para que le recuperara una banca o banco de madera, no muy
pesado y soportable para mi edad…La abuela me repitió varias veces la
orden, pero no obedecía, hasta que al
fin sacó un rejo con el que me atemorizó y me hizo salir corriendo hacia la
dirección que apuntaba a la casa del encargo. Recuerdo que a unos cuantos
metros de la casa y entre un área de cafetos arábigos (que ya no se ven hoy) me
detuve, quizás para seguir rumiando mi “descontento”, mi malagana y reposarme
de la carrera que me había obligado hacer mi abuela…En eso, levanto mi mirada y
veo sobre uno de los arábigos una gruesa serpiente, muy parecida a la que vi
por primera vez…lo raro es que después de eso, lo único que recuerdo es
encontrarme en casa y ante la abuela reportándole lo que me había pedido…perdí
la noción del espacio, del tiempo…lo juro, fue un instante extraño en el que
hice un viaje en el tiempo.
Tercera visión de
Satanás: A
diferencia de las primeras apariciones esta tuvo lugar en el pueblo,
precisamente en la Calle La Aldea. Atravesaba una de esas temporadas para
olvidar…de niño malcriado, desobediente, perezoso…Venía de cometer una
“fechoría”, y saliendo de mi casa y en
la otra acera andén que llaman, ahí
donde unos años más tarde construirían el Banco cafetero, veo frente a mí un
personaje de traje negro con cachos y cola rojos y en su mano un tenedor…y eso
no era todo, de la mano llevaba una niña como de mi edad, rubia (y a quien
conocía, habitaba en el pueblo, pero en otra calle, no estoy seguro de verla
por primera vez ahí , pero en todo caso la seguiría viendo años más tarde). A
veces me pregunto si a lo mejor era un día de Halloween…pero era pleno día…o
que alguien quiso hacerme una broma confabulado con mis padres…para darme un
susto y de paso una lección. Lo confieso, es la aparición de la que más
desconfío…pero no hay quien me asevere si fue verdad o mentira.
No sé por qué les cuento esto. Quizás porque hace parte de
esos momentos de miedo presentes en nuestra existencia y que nos marcan.
A las mencionadas apariciones diablescas les he dado cada vez
más crédito cuando con el paso de los años y a través de lecturas y referencias
de grandes santos, me encuentro con que algunos vieron al diablo y batallaron
con él (cfr. Santo Domingo de Guzmán, Santa Teresa de Ávila, el Santo Cura de Ars, El padre Pío, la Madre Laura…solo por citar
algunos).
Años después Baudelaire “el poeta maldito” el de las flores
del mal me corroboraría algo que ya mi abuelo paterno me había dicho siendo un joven:
“el diablo existe, lo que pasa es que ya
ha dejado de ser bobo, no se aparece ni asusta porque se ha dado cuenta que así
gana muchas más almas”. Si, el diablo hace tiempo cambió de estrategia,
desde los años 80 por ponerle una fecha.
Pero Baudelaire diría: “la gran estratagema
del diablo es hacer creer que no existe”.
No quiero extenderme más en este ensayo-testimonio sobre el
diablo, pero les contaré aun algo: en el 2001 o 2000, el frente 47 de las Farc
que operaba en el Oriente de Caldas entró a un pueblito llamado “Arboleda”,
mataron varios policías y no contentos con eso los decapitaron y jugaron fútbol
con sus cabezas. Un sacerdote muy sabio que nos daba clases de teología por
aquellos días en Medellín- yo estaba ad portas de mi ordenación- nos decía a
propósito de aquel terrible hecho: “y que
no hay diablo, qué más diablos quieren…ahí
está bien pintado!”
Es terrible que el mundo, la sociedad pareciera acostumbrarse
cada vez más al horror, al terrorismo, a la muerte …particularmente Colombia,
donde se dan asesinatos entre hinchas del fútbol, masacres de campesinos,
soldados y guerrilleros, gente que está sucumbiendo ante el suicidio y la
desesperación…pero por qué todo esto? Porque se han soltado de la mano de Dios
y se empecinan en rechazarlo, en buscarle, en acogerle a través de su Palabra,
de la Eucaristía, de los sacramentos, de la oración, de la vida que se
comparte, se da, a través del perdón, de la reconciliación, del amor…
Bien dijo alguien, quizás el Papa Francisco recientemente: “Cuando no se le reza a Dios, se vive, se trabaja por el diablo sin pensarlo”.
Se acerca Halloween, una anti-fiesta, personalmente pienso
que no hay nada para celebrar, que es una costumbre malsana, que ha de abolirse
de nuestras comunidades y familias cristianas. Disfrazar los niños, hacerles
una fiesta ese día, implicaría ante nada haberlos entrenado ya en el sentido
pleno de la navidad y la fiesta de la mañana siguiente de todos los santos, también, explicarles con sus propias palabras
que esa fiesta es “instrascendente”, que tienen antecedentes sospechosos y que, repito, es más importante el siguiente día EL DE LA CONMEMORACIÓN DE TODOS LOS SANTOS.
En un mundo al revés parece haber tomado más celebridad,
pasión y festividad una celebración de las brujas, del horror, de la muerte, de
la oscuridad que la otra que le sucede el 1o de noviembre, y es todo lo contrario, la fiesta del
amor en Dios, de sus frutos en las personas, de la vida, de la luz…
Hace 1 o dos años escribía en uno de mis blogs esta entrada
titulada: “No me gusta el Halloween”.
http://gusqui.blogspot.ca/2012/10/no-me-gusta-el-halloween.html
http://gusqui.blogspot.ca/2012/10/no-me-gusta-el-halloween.html
Con aterro, preocupación y mucha tristeza veo la pasión dañina
por todo lo que tiene que ver con zombis, vampiros, fantasmas, en la actualidad.
Pero eso es lo de menos, lo verdaderamente preocupante es ver
cuántos muertos vivientes deambulan hoy por nuestro mundo. Tantos hermanos y
hermanas que no quieren saber nada de Dios ni de su amor, del compromiso
compasivo y social, de la oración en familia y en comunidad (Iglesia), de la
vida consagrada a Dios y al servicio a los demás...Cuando no se ama a Dios no se tiene respeto tampoco por la vida y la dignidad humana.
Tantas personas alienadas por el deporte, la farándula, la tecnología, el internet, la ambición ciega y desmedida por el dinero y riqueza injusta acrecentando cada vez más la brecha entre ricos y pobres…y tantas otras adicciones que tornan distantes, aislados y ególatras a muchos.
Tantas personas alienadas por el deporte, la farándula, la tecnología, el internet, la ambición ciega y desmedida por el dinero y riqueza injusta acrecentando cada vez más la brecha entre ricos y pobres…y tantas otras adicciones que tornan distantes, aislados y ególatras a muchos.
Por eso se hace necesario invocar a nuestra Madre del Cielo
para que interceda por nosotros ante su Hijo; para que sean mucho más lo que
cada día en el mundo se dejen tocar por el Espíritu de Dios y que les regale
sus 7 dones y sus frutos….y que se despierten y pongan al mundo a girar y a
marchar hacia la sociedad alternativa (la tierra nueva y el cielo nuevos
prefigurados en el Apocalipsis).
Interesante no sabia eso de tu infancia.....y si el diablo existe yo nunca lo he visto..pero lo he sentido, y he batallado enormemente con el...
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