martes, 29 de octubre de 2013

Un ensayo sobre el miedo, el terror, el diablo...A tomar en serio!




Horror, miedo, terror…Así en orden alfabético las pongo. Y la primera cuestión que uno se hace es,  son vocablos sinónimos? Veamos qué nos dicen los diccionarios, tanto en español, como en francés e inglés.

Horror: es un sentimiento intenso (no necesariamente miedo) causado por algo espantoso. El horror también es una aversión profunda (que no es lo mismo que el miedo) hacia alguien o hacia algo.

 El miedo o temor es una emoción caracterizada por una intensa sensación, habitualmente desagradable, provocada por la percepción de un peligro, real o supuesto, presente, futuro o incluso pasado. Es una emoción primaria que se deriva de la aversión natural al riesgo o la amenaza, y se manifiesta en todos los animales, por ejemplo el ser humano.

Terror:  el terror es un miedo muy intenso, mientras que el horror es un sentimiento intenso (no necesariamente miedo) causado por algo espantoso.
Se puede asumir que el terror sobreviene cuando el miedo ha superado los controles del cerebro y ya no puede pensarse racionalmente.
En casos graves puede llegar a inducir una parálisis completa del cuerpo, sudoración fría o regresión a pensamientos de la infancia, y en casos mucho peores, producirse incluso la muerte por paro cardíaco. El autocontrol sobre los pensamientos, miedos y remordimientos es esencial para no sentir terror, que puede desembocar en pánico. La solución más eficaz es respirar lenta y paulatinamente, dejar la mente en blanco y no dejarse llevar por la euforia.

Como pueden ver, es una muy acertada introducción para remarcar que EL TERROR, está en la cima de todos los sentimientos de miedo o temor. Así podemos decir que pasamos del miedo natural y común con los animales, al horror y finalmente al terror.


EXPERIENCIA PERSONAL DEL MIEDO y del DIABLO

Yo puedo afirmar sin temor a equivocarme que muy pocas veces en mi vida he experimentado el terror…Y que si me ha arribado una o dos veces es mucho. Pues llegar a perder la razón o dejar de ser racional, mismo por un momento, a causa del miedo…no. 

Lo que sí ha sido común en mi vida es el miedo natural, primario…Como todos he tenido miedo a la oscuridad, a quedarme solo, a lo desconocido, a las criaturas horribles y poco estéticas (de acuerdo a nuestros estándares o clichés) : como las serpientes y  las arañas, a la muerte misma, a los relatos, comics y películas de terror.

Siendo un mocoso entre los 9 y los 13 años, cuando ya había aprendido a leer y a comprender muchas cosas (pues a medida que se pierde el niño y desaparece la inocencia, la confianza) confieso que me daban miedo las historias de personajes de ficción como El SANTO, el enmascarado de Plata y Juan sin Miedo…y una que otra serie de Kalimán sobre todo las concernientes al Doctor Misterio y las criaturas mutantes.  Ahh hasta Kapax “El Tarzan colombiano” o “El héroe de la selva trajo entre su provisoria revista de aventuras enfrentamientos con el mohan y la madremonte, lo recuerdo”.

En TV, recuerdo fue en 1976 o 1977, entre los 7 y 8 anos, cuando vi  la primera escena que me causó terror, y fue entre las cobijas quizás sin que mis padres lo percibieran: la escena mostraba un hombre que decapitaba y tiraba las cabezas en una especie de volqueta.

Nuestro abuelo paterno Tomás Antonio en varias veladas nos entretuvo con sus relatos de leyendas populares, recuerdo especialmente las historias de la "patasola" que me causaban verdadero horror y escalofrío…Tanto que después se me dificultaba dormir.

Claro que les tuve miedo y mucho, y aun les tengo fobia a las serpientes, más que a las arañas. Pero por fortuna nunca llegaron a causarme terror, tanto que me impidieran pasar por parajes selváticos o por las orillas de cañadas (sobre todo en tiempos de vacaciones escolares cuando iba a visitar mis tíos y primos en el campo)…Si, las veía pero nunca me acobardaron o me paralizaron o me hicieron enfermar sin razón.

Por ejemplo, evoco cómo durante esas temporadas de vacaciones, a mis primos y a mí nos gustaba aventurarnos entre esos follajes y terrenos húmedos para auscultar bajo las piedras en búsqueda de pequeños crustáceos (cangrejos) a los que después desmembrábamos y cocinábamos para comerlos…Nunca tuvimos miedo a encontrarnos con arañas o serpientes venenosas durante nuestras búsquedas cangrejas. 

Y es más no recordamos que alguien haya sido picado o mordido por un artrópodo u ofidio peligroso.

Hoy con 44 años cumplidos, una convicción toma mayor fuerza cada día: yo vi (o se me apareció el diablo) 3 veces. Precisamente en estos días se lo relataba sin desfachatez y sin ánimo de reírme a una amiga compatriota.
Y para los que verdaderamente estén interesados y se tomen el tiempo de leerme, trataré de relatar estas sucintamente.

Todas las 3 visiones (no apariciones, luego les contaré la diferencia entre unas y otras) tuvieron lugar durante mis años tiernos, entre los 6-7 y los 12 años (o sea entre 1976 y 1981), precisamente durante mis años de escolar.

Primera visión del diablo: Recuerdo un gran grupo familiar que marchaba en un paraje, entre dos fincas en la vereda el Placer, yo hacía parte del grupo junto a mis padres, mi tío materno mayor Eduardo y quizás mi hermana menor Alba…seguramente yo iba caminando de mala gana, me sentía cansado y deseaba que alguien me cargara…

De un momento a otro yo me resbalo sobre la orilla del estrecho sendero y salgo rodando por un abismo…Voy a caer cerca otro caminito, para mi suerte nada me pasa, pero he perdido un zapato…si lo recuerdo con claridad, aquello me enerva…minutos después me encuentro sentado sobre una mesa (la mesa era blanca como que de metal) al interior de una cocina. La casa es de la familia Romero Ramírez. En la cocina hay una ventana con vista a la huerta o un solar, quizás yo gritaba y o lloraba desconsoladamente y de pronto veo lo que parece ser una serpiente gigante sobre una de las ramas del mandarino…No sé lo que pasó después.

Segunda visión de Lucifer:  Pudo haber sido dos o tres años después de la primera visión. Esta vez me encontraba de pasaje por vacaciones escolares en casa de mis abuelos paternos Tomás y Virginia. Quizás de “mala gana” estaría allí pasando unos cuantos días con ellos, visita de deber y de muestra de cariño paternal, obviamente, pero en donde me aburría a montones por la falta de compañeros de juegos…Aunque sabía que en los siguientes días tenía el permiso para ir a visitar mis primos que no vivían muy lejos.

Un atardecer cuando estaba solo con mi abuela, pues el abuelo, tal vez, se encontraba aun en los cafetales, ésta última me envió a la casa finca vecina, propiedad de mi padre pero administrada por alguien mismo de la familia, justo para que le recuperara una banca o banco de madera, no muy pesado y soportable para mi edad…La abuela me repitió varias veces la orden,  pero no obedecía, hasta que al fin sacó un rejo con el que me atemorizó y me hizo salir corriendo hacia la dirección que apuntaba a la casa del encargo. Recuerdo que a unos cuantos metros de la casa y entre un área de cafetos arábigos (que ya no se ven hoy) me detuve, quizás para seguir rumiando mi “descontento”, mi malagana y reposarme de la carrera que me había obligado hacer mi abuela…En eso, levanto mi mirada y veo sobre uno de los arábigos una gruesa serpiente, muy parecida a la que vi por primera vez…lo raro es que después de eso, lo único que recuerdo es encontrarme en casa y ante la abuela reportándole lo que me había pedido…perdí la noción del espacio, del tiempo…lo juro, fue un instante extraño en el que hice un viaje en el tiempo.

Tercera visión de Satanás: A diferencia de las primeras apariciones esta tuvo lugar en el pueblo, precisamente en la Calle La Aldea. Atravesaba una de esas temporadas para olvidar…de niño malcriado, desobediente, perezoso…Venía de cometer una “fechoría”, y saliendo de mi casa y  en la otra acera  andén que llaman, ahí donde unos años más tarde construirían el Banco cafetero, veo frente a mí un personaje de traje negro con cachos y cola rojos y en su mano un tenedor…y eso no era todo, de la mano llevaba una niña como de mi edad, rubia (y a quien conocía, habitaba en el pueblo, pero en otra calle, no estoy seguro de verla por primera vez ahí , pero en todo caso la seguiría viendo años más tarde). A veces me pregunto si a lo mejor era un día de Halloween…pero era pleno día…o que alguien quiso hacerme una broma confabulado con mis padres…para darme un susto y de paso una lección. Lo confieso, es la aparición de la que más desconfío…pero no hay quien me asevere si fue verdad o mentira.

No sé por qué les cuento esto. Quizás porque hace parte de esos momentos de miedo presentes en nuestra existencia y que nos marcan.

A las mencionadas apariciones diablescas les he dado cada vez más crédito cuando con el paso de los años y a través de lecturas y referencias de grandes santos, me encuentro con que algunos vieron al diablo y batallaron con él (cfr. Santo Domingo de Guzmán,  Santa Teresa de Ávila, el Santo Cura de Ars,  El padre Pío, la Madre Laura…solo por citar algunos).

Años después Baudelaire “el poeta maldito” el de las flores del mal me corroboraría algo que ya mi abuelo paterno me había dicho siendo un joven: “el diablo existe, lo que pasa es que ya ha dejado de ser bobo, no se aparece ni asusta porque se ha dado cuenta que así gana muchas más almas”. Si, el diablo hace tiempo cambió de estrategia, desde los años 80 por ponerle una fecha.   Pero Baudelaire diría: “la gran estratagema del diablo es hacer creer que no existe”.

No quiero extenderme más en este ensayo-testimonio sobre el diablo, pero les contaré aun algo: en el 2001 o 2000, el frente 47 de las Farc que operaba en el Oriente de Caldas entró a un pueblito llamado “Arboleda”, mataron varios policías y no contentos con eso los decapitaron y jugaron fútbol con sus cabezas. Un sacerdote muy sabio que nos daba clases de teología por aquellos días en Medellín- yo estaba ad portas de mi ordenación- nos decía a propósito de aquel terrible hecho: “y que no hay diablo, qué más diablos  quieren…ahí está bien pintado!”

Es terrible que el mundo, la sociedad pareciera acostumbrarse cada vez más al horror, al terrorismo, a la muerte …particularmente Colombia, donde se dan asesinatos entre hinchas del fútbol, masacres de campesinos, soldados y guerrilleros, gente que está sucumbiendo ante el suicidio y la desesperación…pero por qué todo esto? Porque se han soltado de la mano de Dios y se empecinan en rechazarlo, en buscarle, en acogerle a través de su Palabra, de la Eucaristía, de los sacramentos, de la oración, de la vida que se comparte, se da, a través del perdón, de la reconciliación, del amor…
Bien dijo alguien, quizás el Papa Francisco recientemente: “Cuando no se le reza a Dios, se  vive, se trabaja por el diablo sin pensarlo”.

Se acerca Halloween, una anti-fiesta, personalmente pienso que no hay nada para celebrar, que es una costumbre malsana, que ha de abolirse de nuestras comunidades y familias cristianas. Disfrazar los niños, hacerles una fiesta ese día, implicaría ante nada haberlos entrenado ya en el sentido pleno de la navidad y la fiesta de la mañana siguiente de todos los santos,  también, explicarles con sus propias palabras que esa fiesta es “instrascendente”, que tienen antecedentes sospechosos y que, repito, es más importante el siguiente día EL DE LA CONMEMORACIÓN DE TODOS LOS SANTOS.

En un mundo al revés parece haber tomado más celebridad, pasión y festividad una celebración de las brujas, del horror, de la muerte, de la oscuridad que la otra que le sucede el 1o de noviembre, y es todo lo contrario, la fiesta del amor en Dios, de sus frutos en las personas, de la vida, de la luz…

Hace 1 o dos años escribía en uno de mis blogs esta entrada titulada: “No me gusta el Halloween”.
http://gusqui.blogspot.ca/2012/10/no-me-gusta-el-halloween.html

Con aterro, preocupación y mucha tristeza veo la pasión dañina por todo lo que tiene que ver con zombis, vampiros, fantasmas, en la actualidad.

Pero eso es lo de menos, lo verdaderamente preocupante es ver cuántos muertos vivientes deambulan hoy por nuestro mundo. Tantos hermanos y hermanas que no quieren saber nada de Dios ni de su amor, del compromiso compasivo y social, de la oración en familia y en comunidad (Iglesia), de la vida consagrada a Dios y al servicio a los demás...Cuando no se ama a Dios no se tiene respeto tampoco por la vida y la dignidad humana.

 Tantas personas alienadas por el deporte, la farándula, la tecnología, el internet, la ambición ciega y desmedida por el dinero y riqueza injusta acrecentando cada vez más la brecha entre ricos y pobres…y tantas otras adicciones que tornan distantes, aislados y ególatras a muchos.

Por eso se hace necesario invocar a nuestra Madre del Cielo para que interceda por nosotros ante su Hijo; para que sean mucho más lo que cada día en el mundo se dejen tocar por el Espíritu de Dios y que les regale sus 7 dones y sus frutos….y que se despierten y pongan al mundo a girar y a marchar hacia la sociedad alternativa (la tierra nueva y el cielo nuevos prefigurados en el Apocalipsis).



2 comentarios:

  1. Interesante no sabia eso de tu infancia.....y si el diablo existe yo nunca lo he visto..pero lo he sentido, y he batallado enormemente con el...

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