En los 40 años de la muerte de ROD SERLING
Serling
fue nombrado en la revista TV Guide de agosto de 2004 como el
número 1 entre las "25 leyendas más grandes de la ciencia ficción".
Yo tuve mi encuentro con la televisión
en 1974-75…Era un mocoso que apenas comenzaba a tener « uso de razón ».
Entre las primeras imágenes y diálogos que me impactaron de la denominada caja
mágica se encuentran los de “The Twilight Zone”, que fue conocida en Colombia
como “La dimensión desconocida”.
Sin duda una serie que se volvió clásica
con el paso de los años…”Una serie culto” al estilo de “Alfred Hitchcock Presents”, al menos en su similar temática de
abordaje de lo misterioso, del terror y de lo desconocido…
Una música que asustaba…una imagen
psicodélica e hipnotizadora…La voz en off de Rod Serling…Claro que a veces
aparecía en escena para introducir el capitulo. La serie fue emitida por
primera vez en USA el 2 de octubre de 1959.
El 28 de
junio de 1975, hace 40 años moría con apenas 50 años el guionista de radio, tv
y cine ROD SERLING…el creador de “Twilight Zone”.
Puede que a nuestras nuevas generaciones
no les diga nada su nombre, pero sin duda alguna su pensamiento, creatividad y
originalidad para escribir y poner en escena historias influyó no solo en la
manera de hacer tv y cine en su momento a
finales de los 50s y comienzos de los 60s y después, sino que también ejerció
una gran influencia política, moral en la conciencia americana.
Los que me leen asiduamente y visitan
regularmente mis blogs, saben que me considero un profundo y convencido
creyente cristiano y entiéndase bien católico. Soy sacerdote, está en mi
esencia preocuparme por los asuntos soteriológicos (de la salvación) según la
Biblia y el magisterio de la Iglesia dentro de la cual profeso mi fe.
Desde hace muchos días vengo pensando
que en definitiva nuestro Dios y fe
católicos, han estado y continúan brillando por el ausentismo en esta caja
mágica. No me equivoco al afirmar categóricamente que la tv también ha
“fabricado muchos agnósticos, ateos e incrédulos en las ultimas 5
décadas”.
Hoy ya siendo un adulto, frisando los 40
y tantos, cuando vuelvo atrás y rememoro esos años de televidente asiduo
(finales de los 70 y casi toda la década del 80) no veo una gran presencia
mediática del Dios y la fe “Catos” en las diferentes emisiones (series y
documentales, telefilmes) sobre todo venidos del extranjero, los llamados
“enlatados en aquella época”. Había una alusión tibia, una presencia pusilánime
y un testimonio de fe cristianos protestantes”, eso sí en series como “The
Waltons” (una de mis series preferidas) y “La familia Ingalls (Little house on the
prairie)…o un poco más tarde en la serie “Highway to heaven” (“Camino al
Cielo”).
Desde siempre hasta hoy en la mayoría de
las series de tv americanas pareciera que Dios no existiera.
El gran pionero de esta manera de
escribir guiones y realizar escenarios sobre un mundo donde Dios no tiene nada
que decir ni hacer es precisamente Rod Serling.
En la serie “Dimensión desconocida” la
ciencia-ficción está omnipresente…o sea es el ser humano que se juega su vida
solo a través de sus deseos, sus sueños, él mismo es un juego de sus
fantasías…El hombre vive a expensas de lo inesperado, lo desconocido, lo
misterioso…Si sufre, si goza, si obtiene una recompensa todo esto es fruto del
azar, de una maquinaria…(Dios o los dioses
no se expresan, Dios es tácito…)
De por sí, la religiosidad (de los
personajes) no es evidente pero hay una espiritualidad. Serling aborda
cuestiones de fe, de esperanza, de caridad y la dignidad del espíritu humano.
Marc Scott Zicree explica:
“Prácticamente todos los mejores
episodios permitían ver un sentido de la justicia cósmica, los personajes
obtenían su recompensa justa, a menudo con ironía. El elemento fantástico
estaba presente ahí en “The Twiglight Zone” , por alguna razón: si el
protagonista era un malvado, obtendría su merecido, si era un tipo decente pero
no bueno completamente, se le daría una segunda oportunidad, una ocasión mágica
para obtener su derecho o para que se le haga justicia…un código moral era
aplicado a la vida” ( The Twilight Zone Companion , 417)
Y a pesar que las historias acarreen moralejas
políticas, morales y haya cierta justicia poética, deja entrever que “el ser
humano sobre el mundo, está solo, limitado a sus solas fuerzas…No hay un
destino, una salvación…nunca se habla de un cielo e infierno definidos.”
Pero muchos me replicarán: “veamos
padre, mi amigo, se trata solamente de una serie cuyo objetivo era entretener y
no hacer pensar o cuestionar las creencias”…He aquí el problema. No nos digamos
mentiras a fuerza de tanta fantasía, odiseas humanas vacuas y romanticonas,
olvido del verdadero destino final del hombre, el pesimismo y la incredulidad
terminan por imponerse.
Quién era Rod
Serling?
Judío de nacimiento, n biógrafo, Gordon
F. Sander, cuenta que en su juventud, Rod era bastante activo en su sinagoga
local. Isidore Friedlander, el director
del Centro de la Comunidad judía local influyó en Serling haciendo de él un
dramaturgo y moralista…
También por su fecha de nacimiento,
Serling fue introducido en el mundo de la ironía: Él nace un 25 de diciembre
(de 1924). Él, un judío ha nacido en el mismo día en que la Iglesia Católica ha
escogido como el día de nacimiento del más importante judío de la historia:
Jesús de Nazaret…
Esta religiosidad disimulada refleja los
orígenes judíos de Serling como Yahvé escondido en el Velo del Templo…El Señor está
siempre ahí, pero no se ve. Por lo tanto, sus efectos son claramente visibles.
De Wikipedia:
"Fui un presente de Navidad que fue regalado
sin ningún envoltorio," diría mucho después.) Al poco tiempo, Rod y su
familia -su hermano Bob, siete años mayor, y sus padres, Samuel Lawrence
Serling y Esther Cooper Serling- se mudaron a Binghamton, un pueblito al norte
de Nueva York donde, a lo largo de toda su niñez, vio crecer su imaginación sin
límite. "Rod fue tan extrovertido como tú puedes esperar ser", dice
Bob Serling, también escritor de bestseller (The President's Plane Is Missing,
Wings). "Fue un muchacho bien parecido, y lo sabía. Muy popular, muy
estructurado, muy sincero. No era arrogante. "Nosotros fuimos bastante
compañeros de niños, y jugábamos juntos a todo, a pesar de la diferencia de
edad. Ambos acostumbrábamos leer Amazing Stories, Astounding Stories, Weird
Tales, todas revistas de pulp. Si nosotros veíamos una película juntos, íbamos
a casa y la actuábamos todos los papeles nosotros dos. Nuestras bicicletas se
convertían en aeroplanos con ametralladoras. Siempre estábamos actuando de
cowboys. Rod no era pedante de ninguna manera: él era sociable, entusiasta, amaba
ser el centro de la reunión, y cambió poco cuando entró en la segunda década de
su vida. "Él siguió ese camino durante toda el colegio, según puedo
recordar," Bob explica. "fue líder de su clase, siempre encantado por
la representación. Él trató por todos los medios, fue como alguna especie de
compulsión que nadie más tenía. Y luego fue reclutado en las tropas
paracaídistas durante la Segunda Guerra Mundial.
El día que se graduó en la
secundaria, se enlistó en la 11º División Aerotransportada. Durante el
entrenamiento básico, tomó también los guantes y fue boxeador, combatiendo como
peso pluma. Tuvo una racha de 17 combates victoriosos. En la siguiente pelea,
un boxeador profesional que le rompió la naríz en dos pedazos y lo noqueó en el
tercer round, lo convenció de abandonar para siempre el ring. Anteriormente un
periodista del regimiento lo había alabado haciendo notar que él tenía "el
ring en la sangre". Luego Serling recordó ese episodio de su vida,
diciendo que, en realidad, "¡dejé bastante de mi sangre en varios
rings!"
Habiendo finalizado su
entrenamiento básico marchó al Pacífico como parte de un comando de asalto y
demolición. En 1945, mientras Rod peleaba en las Filipinas, su padre murió de
un ataque cardíaco a la edad de 52. "Nosotros le avisamos a Rod a través
de la Cruz Roja Norteamericana", recuerda Bob, que estaba fuera del
ejército. "Él solicitó un permiso pero le fue negado." Cuando Rod
finalmente pudo regresar a Binghamton, fue a un hogar que carecía de la
seguridad y estabilidad que supo conocer cuando niño.
Si no hubiera sido por la
Segunda Guerra Mundial quien sabe si Serling se hubiera convertido en escritor.
El conflicto ensanchó su experiencia y lo ubicó bajo una presión emocional que
demandaba una catarsis. "Fui seriamente herido con los paracaídistas"
- varias metrallas de granada lesionaron su muñeca y rodilla, requiriendo
hospitalización - "y quedé muy lleno de resentimiento contra todos y todo
cuando quedé fuera del servicio. Pienso que me convertí en escritor para desahogarme."
Luego de su dada de alta del
Ejército en 1946, Rod se enroló en el Antioch College en Yellow Springs, Ohio,
"Realmente no sabía qué demonios buscaba en mi vida... me especialicé en
Educación Física porque estaba interesado en trabajar con chicos." Pero
esta actividad no cumplimentó las necesidades de auto-expresión de Rod. Pronto
cambió su especialidad al lenguaje y la literatura y buscó una salida creativa.
La radio pareció un medio propicio, así que se convirtió en encargado de la
radio del instituto, y escribió, dirigió y actuó semanalmente en producciones
radiales que fueron emitidas a través de WJEM, Springfield. Durante 1948 y 1949
los libretos fueron enteramente originales. Más adelante Rod llamaría a estas
invenciones "material bellamente deficiente", pero él se dedicaba con
invaluable disciplina y capacidad. (Sobre estos primitivos guiones Serling
dijo: "el estilo algunas veces lo desarrollamos copiando el estilo de
algún otro que escribe bien. Por un rato estamos haciendo una imitación barata.
Yo mismo fui un imitador de Hemingway. Todo lo que escribía comenzaba con
"fue cálido").
Al final de 1946 Rod conoció a
Carolyn Louise Kramer, una atractiva, intelectual y juiciosa joven de 17 años
que estudiaba parapsicología. Serling tenía 21 años. Carol dice sobre su
primera cita: "Él me impresionó con un maravilloso sentido del humor. Y
eso fue algo de lo que me fascinó. Nunca antes había conocido a nadie tan
seguro de sí mismo."
Aquí Carol Serling levantó su
historia. Ambos, aún estando en el colegio, se casaron en el verano de 1948.
Había poco dinero al principio y tenían que vivir en uno de los albergues
estudiantiles de la Universidad, que era un trailer excedente de la guerra que
no tenía agua corriente. En 1949 sin embargo, la suerte cambió: un guion que
Rod envió a un concurso auspiciado por el programa de radio del Dr. Christian
ganó un segundo premio, lo cual significaron 500 dólares y un viaje a Nueva
York para dos. "Ir de ese trailer al Savoy Plaza, fue como un sueño",
recuerda la sra. Serling. "El periódico del Colegio título la noticia como
'Serling gana el Premio Christian'. En Nueva York nosotros también conocimos a
otro de los ganadores, Earl Hamner, que más adelante trabajaría con Rod en la
Dimensión Desconocida - antes de ser el creador de la serie Los Walton.
"Pienso que esta experiencia fue una de las razones por las que Rod tuvo
la posibilidad de relacionarse tan bien con los muchachos del colegio a quienes
instruía; él supo que tan importante fue aquel primer reconocimiento." Le
tomó mucho trabajo duro, también. Pues este triunfo inicial fue seguido de
docenas de rechazos; en rigor, los Serling tapizaron su cuarto de baño con esos
papeles. Cuando Rod hizo su primer trabajo profesional que logró vender, hizo
150 dólares, estaba tan orgulloso que mantuvo el cheque durante tres meses
antes de ir a retirarlo al banco, porque necesitábamos el dinero. "Fue una
circunstancia increíble," dijo, hablando en una entrevista a Writer's
Yearbook. "Por primera vez en tú vida un escrito tuyo tenía valor, y comprobado
valor, porque alguien dio dinero por las palabras que tu escribiste. Y esto
tiene una importancia terrible. Es un regalo tremendo para el ego, para tu
sentido de la auto-estima y para tu sentimiento acerca de tu propio
talento."
Graduado en Antioch en 1950, Rod
comenzó a trabajar en una radioemisora de Cincinnati y luego para una emisora
de TV en la misma ciudad. Al mismo tiempo se empeñaba en escribir más guiones.
Hacia 1952, cuando tenía 28 años, fue capaz de dejar su trabajo y mantener a su
familia (que ya contaba con dos hijas, Jodi y Anne) dedicándose a escribir
guiones por encargo. En 1954 la familia Serling se mudó a Westport,
Connecticut, para estar más cerca de la industria televisiva. Rod comenzó a
vender guiones a cada serie de antología dramática que había en el aire: Lux
Video Theatre, Armstrong Circle Theatre, Studio One, y Ford Theatre. Y fue la
emisión de Patterns en el Kraft Television Theatre, el 12 de enero de 1955, que
le acarreó una atención general del público. Una lucha de poderes dentro del
seno de una empresa, Patterns se convirtió en el primer episodio de una serie
que se volvió a emitir a petición del público. Rod ganó el primero de sus seis
premios Emmy, por mejor guion dramático.
El éxito acarreó más éxito. Rod
tuvo solo en 1955 unos veinte dramas televisados, incluido The Rack en U.S.
Steel Hour, y el siguiente año ganó otro premio Emmy por Requiem for a
Heavyweight , lo cual asentó su reputación. Emitido por Playhouse 90, fue el
primer episodio de una serie jamás escrito para TV que duraba noventa minutos.
The Comedian (también ganador del Emmy) siguió en 1957, The Time Element (un
episodio de una hora antecesor de La Dimensión Desconocida) en 1958, y The Rank
and File en 1959 - junto con muchos otros.
"Mi padre tenía solamente
31 años cuando recibió el Emmy por Patterns," recuerda Anne Serling,
"y Requiem un año después. Aún el éxito nunca lo había empañado. Era un
hombre caritativo que realmente le importaban las cosas y que odiaba el
prejuicio y la falta de equidad. Sus historias ofrecen más que entretenimiento.
A menudo nos fuerzan a examinar el lado duro y oscuro de la vida. Sus historias
hacen que demostremos real interés. «Cuando escribía sobre temas sociales Rod
no podía creer la repercusión que ellas tenían. Time lo convirtió en "un
hombre que sirvió a la TV con algunas de las historias más estrechamente
construidas y las agudas líneas de diálogos jamás pronunciadas." Pero no
todos estaban felices. "Inicialmente el personal creativo tenía más control,
pero la televisión se convirtió en un gran negocio y las riendas fueron tomadas
por otras manos," destaca la sra. Serling. "Algunos de los guiones de
Rod fueron totalmente cambiados a causa de las presiones de los auspiciantes de
las cadenas de TV. Fue su ira y frustración contra la censura que, según ella,
lo lanzó, casi literalmente en La Dimensión Desconocida. "Como él contó en
una entrevista, 'Las cosas que no pueden ser dichas por un republicano o un
demócrata, pueden ser dichas por un marciano.' Y Rod sintió que haciendo una
serie ambientada en el espacio exterior o en algún lugar totalmente imaginario
podía tener libertad creativa.
Ciertamente, como creador de La
Dimensión Desconocida, - y por la naturaleza metafórica de la serie - Rod se
dio el gusto de tener un inusual control artístico. En él cayó la
responsabilidad de vender los episodios a toda la escéptica industria
televisiva; y fue él quien apareció como anfitrión y quien escribió el grueso
de los episodios. Esta última tarea fue realmente formidable, pero el escribir
siempre fue fácil para él. "Cuando su mirada parecía estar atormentada
sobre el proceso creativo, Rod se levantaba cada mañana diciendo, 'Déjame
contarme una historia.' Esa fue su insignia, su confianza y su llave maestra
dentro de nuestras vidas.
La Dimensión Desconocida fue
cancelada en 1964, el mismo año que el filme Seven Days in May, con guion de
Serling fue estrenado. Más guiones cinematográficos siguieron, entre ellos The
Doomsday Flight (1967) y El Planet of the Apes (El Planeta de los Simios -
1968) - conjuntamente firmado por Michael Wilson. Después los telefilmes
ocuparon su tiempo: A Storm in Summer, emitido en el espacio de Hallmark Hall
of Fame, ganó otro Emmy en 1969; Night Gallery (Galería Nocturna - 1970) un
telefilme, se convirtió en otra serie exitosa un año después, y The Man
apareció en 1972. Sus energías no limitaron sus pasatiempos; la década final de
su vida también la dedicó a la educación, alentando específicamente a jóvenes
escritores. Sus giras lo llevaron por docenas de universidades cada año, y,
entre 1968 y 1975, dio seminarios de escritura de guiones el el Ithaca College
de Nueva York. En sus guiones, en sus clases, en su influencia sobre un nuevo
medio - y desde su propia vida como ejemplo - Rod Serling inspiró a otros para
vivir superándose a sí mismos. Ese, también, fue su
legado.
Qué pueden aprender los cristianos de Rod Serling?
Rod Serling no era cristiano, pero él
comparte muchos valores en común con la FE cristiana. Después de ser testigo de
un gran número de atrocidades como veterano de la Segunda Guerra Mundial,
Serling tenía muchas cosas para decirle al mundo en el cual vivimos…sobre todo
el mal que ha visto en ello.
Escritores cristianos, ya sean
novelistas, dramaturgos, cineastas…harían bien en dedicar algunas horas ante la
tv visionando la obra maestra de
Serling: “La Dimensión Desconocida”, donde enseñó arduamente sobre la igualdad,
el racismo, y otros temas controvertidos para la tele-audiencia sin jamás escribir
un “sermón pesado” en sus libretos. Serling escribió parábolas y como al estilo
de las parábolas de Jesús, él enseñó lecciones memorables de una manera que
sorprende al auditor…
Otros enlaces en otros idiomas sobre Rod Serling :
http://uudb.org/articles/rodserling.html
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