La devoción del Sagrado Corazón de Jesús (fiesta el 12 de junio 2015)

La devoción al Sagrado Corazón de Jesús ha existido desde los primeros tiempos de la Iglesia, desde que se meditaba en el costado y el Corazón abierto de Jesús, de donde salió sangre y agua. De ese Corazón nació la Iglesia y por ese Corazón se abrieron las puertas del Cielo.

https://www.aciprensa.com/fiestas/sagradocorazon/index.html

Debo confesar que mis rezos de niño y adolescente fueron por mucho tiempo mecánicos, tediosos y por lo mismo sin sentido. Ahí es cuando uno se da cuenta de la consigna dicha por Jesús a sus apóstoles: “Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis sobrellevar “  (Juan 16,12). Si porque el descubrimiento de la gran selva de la fe, el adentrarse plenamente en la aventura y epopeya cristiana-católica toma su tiempo.

Sin lugar a dudas la primera persona sagrada que apareció en mi vida fue la Virgen María, su influencia fue remarcable a causa de las recitaciones diarias del rosario…María me llevaría a San José, a la Biblia, luego descubriría a Jesús y finalmente al Espíritu Santo y su acción en tantos santos a través de la historia…Al final uno se da cuenta que nuestra fe es producto de un testimonio y de la palabra y obra de testigos, hombres y mujeres concretos.

Antes de continuar escribiendo y hacer referencia central a lo que quiero decirles hoy, evoco al escritor irlandés Frank McCourt, autor del best-seller “Las Cenizas de Ángela”. Pues bien, leí su libro en el 2004, estando en África y una de las cosas que más me impactó de su sucinta novela, es la citación recurrente  del Sagrado Corazón de Jesús.  Lo cita 17 veces y este es un ejemplo: (bien, es justo decirlo,  los prevengo, por el contrario según dice el autor irlandés ya fallecido en 2009, el catolicismo le hizo mucho daño.)

Me pongo los zapatos y echo a correr por las calles de Limerick para calentarme en ese día helado de febrero. Se puede ver por las ventanas de la gente lo acogedoras que están las cocinas con los fuegos encendidos o las hornillas negras y calientes todo muy brillante bajo la luz eléctrica y tazas y platos en las mesas con bandejas de pan tajado, libras de mantequilla, frascos de mermelada, olor a huevos fritos con tocino saliendo por las ventanas como para que a uno se le haga agua la boca y las familias ahí sentadas clavando el tenedor todo sonrisas, la madre muy pulcra y aseada en su delantal, todos recién bañados y el Sagrado Corazón de Jesús contemplándolos desde la pared sufrido y triste pero también feliz por toda esa comida y esa luz y esos buenos católicos tomando el desayuno.

Si hay una imagen recurrente en mi memoria infantil es el gran cuadro del  Sagrado Corazón de Jesús, que estaba en nuestra casa, patrocinado, iluminado casi siempre con una veladora y expuesto en la alcoba de mis hermanas, gracias a nuestra madre y a la madre de ella María Ruby. Frente a él la abuela o la madre, al caer la noche y antes de acostarnos,  nos hacían arrodillar a quienes estaban presentes en casa para hacer el rosario, fuera en la casa urbana o en la morada rural.

Es seguro que aun en numerosas casas y hogares, sobre todo de aquellas familias y personas que perseveran en la fe católica (1200 millones), conservan sobre los muros o paredes alguna imagen del Sagrado Corazón de Jesús…o al menos la portan entre sus carteras y billeteras.

Hay varios géneros de representaciones del Sagrado Corazón, según las tradiciones locales, y cada iglesia católica contiene al menos una estatua o pintura del Sagrado Corazón.

Está la fiesta del Sagrado Corazón que este año será celebrada el próximo viernes 12 de junio (solemnidad celebrada el 3er viernes después de Pentecostés), el mes del Sagrado Corazón (junio), la novena al Sagrado Corazón (los 9 días que preceden la fiesta del Sagrado Corazón) y el rosario meditado al Sagrado Corazón.

Todo esto, gracias a una joven religiosa del Monasterio de la Visitación de Paray-le-Monial (Saône-et-Loire, Francia), Margarita-María Alacoque (1647-1690). 

A partir del 27 de diciembre de 1673, y hasta su muerte, ella recibe apariciones y revelaciones de Jesús, que le muestra en cada ocasión su corazón envuelto en llamas que no se consumen (recuerda a la zarza ardiente de Moisés), sobre el cual hay una cruz, corazón coronado de espinas (signo de un amor abrasador sin mesura), que sufre de manera atroz a causa de las espinas que le traspasan (la corona de espinas de la pasión?).

Margarita María quiere guardar en secreto estas revelaciones; ella se pregunta si éstas vienen de Dios, del diablo o bien son fruto de su imaginación! Este examen minucioso está descrito en una obra palpitante. Es Claude de la Colombière, sacerdote jesuita, quien la obliga a poner todo por escrito…Así se desarrolla la devoción al Sagrado Corazón.

Luego de estas apariciones, Jesús hace 12 promesas a la religiosa:

 Les daré todas las gracias necesarias para su estado de vida.

* Les daré paz a sus familias.

* Las consolaré en todas sus penas.

* Seré su refugio durante la vida y sobre todo a la hora de la muerte.

* Derramaré abundantes bendiciones en todas sus empresas.

* Los pecadores encontrarán en mi Corazón un océano de misericordia.

* Las almas tibias se volverán fervorosas.

* Las almas fervorosas harán rápidos progresos en la perfección.

* Bendeciré las casas donde mi imagen sea expuesta y venerada.

* Otorgaré a aquellos que se ocupan de la salvación de las almas el don de mover los corazones más endurecidos.

* Grabaré para siempre en mi Corazón los nombres de aquellos que propaguen esta devoción.

* Yo te prometo, en la excesiva misericordia de mi Corazón, que su amor omnipotente concederá a todos aquellos que comulguen nueve Primeros Viernes de mes seguidos, la gracia de la penitencia final: No morirán en desgracia mía, ni sin recibir sus Sacramentos, y mi Corazón divino será su refugio en aquél último momento.

Una de ellas, explica la razón de la propagación de la imagen del Sagrado Corazón en todos los hogares: Bendeciré las casas donde mi imagen sea expuesta y venerada.

No hacía falta más! La devoción gana en popularidad hasta tal punto que una fiesta especial es instituida por la Iglesia en 1856. En 1899, el Papa Leon XIII consagra el mundo al “Santísimo Corazón de Jesús”. En 1928, el Papa Pio XI eleva esta fiesta al rango de solemnidad y establece las formas de este culto, que debe vivirse dentro de un espíritu de expiación o de reparación por todas las ofensas del mundo entero hacia la persona de Jesús.

Aquellos que quieran obtener gracias especiales (sanación, conversión, etc) deben participar en la misa y recibir la comunión con fervor durante nueve viernes consecutivos.

La exhortación a comulgar todos los viernes (día de la conmemoración de los sufrimientos y de la muerte de Jesús por el ayuno, la oración y las devociones privadas), y de manera más solemne el primer viernes de mes, es acogido favorablemente por todos los fieles creyentes en el mundo.

Esta práctica está todavía muy expandida, y si el corazón les dice algo, la novena ha comenzado el pasado 4 de junio (día del Corpus Christi)…corramos a orar este 6º  (o 7º) día…

Las devociones…por qué hacerlas?

San Pablo repite varias veces que la FE CRISTIANA está basada en Las Escrituras Sagradas y en la tradición heredada de la Iglesia (2 Timoteo 1,13-14;  2,1-2; 2 Tesalonicenses 2,15). De esta manera, el Espíritu Santo, después de 2000 años no ha cesado de enseñar y de revelar, por toques, el misterio de la Salvación en Jesucristo. La ascesis, la mística y las devociones permiten al Espíritu Santo actuar libremente en la Iglesia, puesto que son prácticas para todos- gente humilde o grandes intelectuales-, revelando así una verdad que refleja una de las facetas de la riqueza infinita del misterio de Dios. Hasta tal punto que en la Edad Media la Iglesia introduce en su Calendario Litúrgico una nueva categoría de fiestas, centradas en una verdad de Fe o en una devoción particular, salida, justamente, de las prácticas de la ascesis, de la mística y de las devociones.

Para el cristiano, el objetivo o la meta es penetrar cada vez un poco más en esta profusión de devociones para permitirle saborear o gustar lo sobrenatural y encontrar las consolaciones necesarias en las pruebas y sufrimientos, en las alegrías e inquietudes inherentes a cada ser humano.

Las devociones no pueden entonces ser reducidas a simples reminiscencias o recuerdos del pasado; ellas están ahí para ser vividas desde el interior.

Consagración de la Familia a los Sagrados Corazones de Jesús y María

Santísimos corazones de Jesús y María,
unidos en el amor perfecto,
como nos miráis con misericordia y cariño,
consagramos nuestros corazones,
nuestras vidas, y nuestras familias a Vosotros.

Conocemos que el ejemplo bello
de Vuestro hogar en Nazaret fue un modelo
para cada una de nuestras familias.
Esperamos obtener, con Vuestra ayuda,
la unión y el amor fuerte y perdurable
que Os disteis.

Qué nuestro hogar sea lleno de gozo.
Qué el afecto sincero, la paciencia, la tolerancia,
y el respeto mutuo sean dados libremente a todos.

Qué nuestras oraciones
incluyan las necesidades de los otros,
no solamente las nuestras.

Y qué siempre estemos cerca de los sacramentos.

Bendecid a todos los presentes
y también a los ausentes,
tantos los difuntos como los vivientes;
qué la paz esté con nosotros,
y cuando seamos probados,
conceded la resignación cristiana
a la voluntad de Dios.

Mantened nuestras familias cerca
de Vuestros Corazones;
qué Vuestra protección
especial esté siempre con nosotros.

Sagrados Corazones de Jesús y María,
escuchad nuestra oración.
Amen

Referencia:

https://historiamc.files.wordpress.com/2013/02/las-cenizas-de-angela-frank-mccourt.pdf

LE VERBE. Magazine, Québec, juin 2015. Article de Brigitte Bédard