14 de febrero del 2016: PRIMER DOMINGO DE CUARESMA (C)


“Las tentaciones de Cristo son hermanas gemelas de las que todos padecemos en nuestro corazón”
(José Luis Martin descalzo)



Emprender el camino con Cristo

Al ejemplo del pueblo judío y de Jesús, Nuestro Señor, iniciamos nuestro caminar hacia Pascua y la Tierra Prometida. Encontrando nuestra fuerza en la Palabra de Dios y dejándonos conducir por el Espíritu Santo, dejaremos que el Señor guíe nuestras vidas, Él que nos posibilita ser justos.



EVANGELIO
 LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS 4, 1-13

En aquel tiempo, Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y, durante cuarenta días, el Espíritu lo fue llevando por el desierto, mientras era tentado por el diablo. Todo aquel tiempo estuvo sin comer, y al final sintió hambre.
Entonces el diablo le dijo:
-- Si eres Hijo de Dios, dile a esta piedra que se convierta en pan.
Jesús le contestó:
-- Está escrito: “No solo de pan vive el hombre”.
Después, llevándole a lo alto, el diablo le mostró en un instante todos los reinos del mundo y le dijo:
-- Te daré el poder y la gloria de todo eso, porque a mi me lo han dado, y yo lo doy a quien quiero. Si tú te arrodillas delante de mí, todo será tuyo.
Jesús le contestó:
-- Está escrito: “Al señor, tu Dios, adorarás y al solo darás culto”
Entonces lo llevó a Jerusalén y lo puso en el alero del templo y le dijo:
-- Si eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo, porque está escrito: “Encargará a los ángeles que cuiden de ti", y también: "Te sostendrán en sus manos, para que tu pie no tropiece con las piedras."
Jesús le contestó:
-- Está mandado: “No tentarás al Señor, tu Dios”.
Completadas las tentaciones, el demonio se marchó hasta otra ocasión.
Palabra del Señor



A guisa de introducción:

En nuestros combates

“AMAR ES COMBATIR”, dice el grupo mexicano Maná en una de sus más sentidas y profundas canciones. El amor implica discernir, hacer esfuerzos, renunciar (a las tendencias egoístas, a lo que puede hacer mal al otro), para hacer posibles nuestros altos ideales y sueños más profundos.

¿Y por qué negarlo? Dentro de este mundo, haciendo parte de esta sociedad, se nos hace mucho más difícil el combate. Vivimos en un ambiente que nos incita a la acumulación de experiencias de todo tipo. Vivimos en un mundo que nos incita a gastar, a comprar, a consumir, a crearnos necesidades inútiles…Estamos sobre un mundo que parece decirnos “lo más importante es la búsqueda de la gloria (éxito, felicidad) personal, no seas tonto domina, sube sin mirar las consecuencias…»

La publicidad nos incita a contar sobre nosotros mismos, a confiarnos nada más que en nuestras propias fuerzas, en nuestra propia “sabiduría” o manera de ver las cosas y así obtener lo que queremos alcanzar aquello que nos TIENTA.  Pero a pesar de todas las montañas de solicitudes que nos asaltan, tanta seducción presente entre unas y otras, la vida nos gana. ¿Cómo discernir lo que es bueno y hacer prevalecer los retos de la existencia?

Estamos de nuevo en Cuaresma, tiempo de caminada espiritual que nos conduce a Pascuas. El señor nos invita a tomar el camino del desierto. Y es esta la ocasión de intensificar el contacto con Él, de tratar de conocer mejor a Cristo que se deja llevar (impulsar) por el Espíritu. Nosotros deberíamos considerar seriamente su invitación, su llamado. Él comprende los combates a los que la existencia nos confronta y Él conoce nuestra impotencia para resistir al mal. Él sabe bien que el diablo se insinúa en nuestras hambres (o apetitos), en nuestros deseos de dominar y de ser admirados.

Tomemos la ruta junto a Jesús. Él que ha venido para hacer salir de la sumisión y la humillación al mundo, Él marcha con una seguridad firme.

Él es la verdadera certeza a la cual aspiramos, la Palabra segura, intrépida, que nos comunica la confianza y llama a nuestra fidelidad. ¡Así, en Pascua, nosotros podremos profesar (confesar, decir) nuestra fe en el Viviente que nos guía hacia su luz!
¡Coraje, ánimo…Jesucristo ha vencido el mundo!




Aproximación Psicológica al texto del Evangelio:

El rechazo del modelo prefabricado:

Antes de su entrada a la misión entre el pueblo, antes de su compromiso público, Jesús intuye que tiene cosas particulares para vivir, en relación con la expectativa mesiánica del pueblo de Israel.

En este texto, Lucas nos presenta a Jesús confrontándose con el papel del Mesías. El diablo le dice sustancialmente: “Si tú eres el Mesías, actúa como un Mesías, haz prodigios, toma el poder, asume los riesgos pues sabes que todo va terminar bien, pues Dios está de tu lado. Eso es lo que hace un Mesías”.

Jesús se encuentra así entonces ante un modelo prefabricado, ante un conjunto de roles y de imágenes frente a los cuales debe tomar posición. En un recorrido que es difícil de reconstituir pero que seguramente ha tomado más que este día en el desierto, Jesús toma una distancia crítica en referencia a este modelo de Mesías.

Él se dice: no, no es esto lo que yo siento. Hay en mi mucho más que una dimensión política, el hombre es más que el poder que él tiene, más que los esfuerzos y prodigios que realiza, el hombre es mucho más que lo que se le ve haciendo exteriormente. Y yo quiero llegar a ser ese MÁS, a pesar que yo no sea capaz todavía de saber qué es ESO: yo voy a descubrirlo progresivamente, es poco a poco como yo voy a descubrir mi vocación, es poco a poco como Dios va a levantarme.

En esto, “Jesús ha llegado a ser obediente hasta la muerte” (Filipenses 2,8), no por obediencia a una ley o a una moral, sino por su atención y docilidad a lo que el Padre le revelaba en su caminar de hombre. También en esto, Jesús vive la misma situación y los mismos desafíos que toda persona enfrenta antes de enrolarse o comprometerse socialmente.

Es raro que alguien nos lleve a lo alto de un rascacielos para proponernos lanzarnos abajo, pero es mucho más frecuente que seamos llevados a embarcarnos sin hacernos preguntas ante los modelos prefabricados (si eres diplomado, esto te hará ganar un buen salario, si tienes un buen salario, podrás comprar un gran auto: si estas en tal grupo, es necesario que pienses de esta manera…).

No sucede a menudo que alguien quiera incitarnos a hacer milagros prematuros, pero no es nada raro que tomemos decisiones prematuras, que arreglemos de una vez por todas el problema de saber quiénes somos, puesto que encontramos engorroso, muy exigente eso de palpar, de examinar, de confrontarnos a nosotros mismos, de dejar emerger (surgir) nuestras aspiraciones profundas.

Jesús toma la opción de dejarse guiar por la Palabra de Dios, que dice aproximadamente lo siguiente: “Si usted quiere descubrir lo esencial, acepte de despojarse de lo accesorio: del poder, de las capacidades o potencialidades, del prestigio, de la consumación inmediata, y déjeme conducirlo de acuerdo al hilo sucesivo de los eventos y de su evolución interior”.

Tal cual es, nos dice Lucas, el consentimiento dado a Dios por Jesús en el momento de sus “tentaciones”.



REFLEXIÓN CENTRAL:

¿El diablo existe?

Es la pregunta que me hacía una de mis amigas en la veintena hace pocos días…Después de hablar un poco sobre la realidad de las posesiones diabólicas y los exorcismos, esa fue la pregunta concluyente: ¿acaso el diablo existe?   Como dice el Padre italiano Cantalamezza en uno de sus comentarios: «…el demonio, el satanismo y otros fenómenos del mismo género son en nuestros días muy actuales e inquietan fuertemente a nuestra sociedad. Nuestro mundo tecnológico e industrializado está impregnado de ocultismo, de espiritismo y así mismo abundan los magos, los brujos, los redactores de horóscopos, los vendedores de ilusiones, de amuletos, así como también pululan verdaderas sectas satánicas. Arrojado por la puerta, el diablo ha vuelto a entrar por la ventana. En otras palabras, cazado por la fe, él ha regresado gracias a la superstición”.

El episodio de las tentaciones de Jesús en el desierto que leemos este domingo, nos ayuda a ilustrarnos un poco sobre este tema. ¿Entonces, existe el demonio? ¿Es decir, la palabra DEMONIO hace referencia a una entidad personal, dotada de inteligencia y de voluntad, o se trata simplemente de un símbolo, de una manera de indicar la suma del mal moral en el mundo, del inconsciente colectivo, de la alienación colectiva, etc.?
Muchas personas, entre ellos los intelectuales, no creen en el demonio en el primer sentido de la palabra. Pero es necesario hacer notar que grandes escritores y pensadores, como Goethe, Dostoievski, han tomado en serio la existencia de Satán. Baudelaire, que no era ciertamente un santo, dijo en alguna ocasión que “la más bella de las artimañas del diablo es de persuadirte que él no existe”.

En los evangelios no puede considerarse como la prueba principal de la existencia del demonio los muchos episodios de liberación de personas posesas o poseídas, porque las creencias antiguas sobre el origen de ciertas enfermedades pueden haber influido en la interpretación de estos hechos. La prueba, es Jesús quien ha sido tentado en el desierto por el demonio. La prueba también es los numerosos santos que han luchado en su vida contra el príncipe de las tinieblas. Ellos no son “Don Quijotes” que han luchado contra molinos de viento. Eran al contrario hombres y mujeres concretos con una psicología muy sana.

Si tantas personas encuentran o ven absurdo creer en el demonio, es porque ellas se basan en los libros, es porque ellas pasan su vida en las bibliotecas o en sus oficinas, cuando no son los libros lo que interesan al demonio sino preferentemente las personas, y, sobre todo, precisamente, los santos. ¿Qué puede saber sobre Satán aquel que nunca ha sido confrontado con la realidad de Satán sino solamente con su idea, es decir, con las tradiciones culturales, religiosas, etnológicas (de raza) sobre Satán? Éste trata en general con mucha seguridad y superioridad este sujeto, considerándolo todo como “oscurantismo medieval”. Pero esto es una falsa seguridad. Sería como aquel que alardea “no tener miedo a los leones”, dando como prueba el hecho que él ha visto muchas pinturas y fotografías de leones, y nunca ha tenido miedo. De otro lado, es desde todo punto de vista normal y coherente que aquel que no cree en Dios no cree tampoco en el diablo.

¡Seria por lo mismo trágico y triste que una persona que no cree en Dios crea en el diablo! Sin embargo, la cosa, la más importante que la fe cristiana tiene para decirnos no es que el demonio existe, sino más bien que Cristo ha vencido el demonio. Cristo y el demonio no son para los cristianos dos príncipes iguales y contrarios, como en ciertas religiones dualistas. Jesús es el único Señor; Satán no es más que una creatura “que ha jugado mal y por tanto ha arruinado su destino”. Si algún poder se le ha conferido sobre los hombres, es para que los hombres tengan la posibilidad de escoger libremente un terreno (un campo) y también para “que ellos no se enorgullezcan” (cfr. 2 Corintios 12,7), creyéndose autosuficientes y creyendo no tener necesidad de redentor.  “El viejo Satán es un loco-dice el refrán de una canción góspel-, él ha disparado para destruir mi alma, pero él ha mal apuntado y ha destruido mi pecado”.
Con Cristo no tenemos nada que temer. Nada ni nadie puede hacernos mal, si nosotros no lo queremos. Después de la venida de Cristo, Satán es como un perro amarrado: él puede ladrar con todas sus fuerzas y tirar todo lo que quiera de su cuerda (o lazo de amarre) , pero si no nos acercamos a él, él no puede mordernos.

¡En el desierto, Jesús se ha liberado de Satán para liberarnos de Satán! Es la Buena Noticia con la cual comenzamos nuestra caminada de Cuaresma hacia la Pascua.



REFLEXIÓN 2

Cristo ha vivido lo que nosotros hemos vivido

SEGÚN la percepción popular, Jesús es visto en este relato como un héroe que se sustrae (rechaza) sin pensarlo dos veces a las solicitaciones del diablo. Pero tomándolo meramente así, nos perdemos lo esencial del relato: Jesús ha vivido toda la lista de nuestras tentaciones, y entonces a lo largo de toda su vida ha estado obligado a tomar cientos de decisiones (de opciones), como yo, como nosotros. Miremos más de cerca.
Jesús acaba de vivir el choque de una experiencia religiosa al momento de su bautismo en el Jordán. Él ha descubierto que es amado de una manera única por Dios, que Él tiene una misión especial. Entonces, ahora siente necesidad de aislarse para reflexionar, hacer examen. El evangelio habla de 40 días de ayuno en el desierto. El ayuno se explica dentro del contexto de preparación a una misión, la cifra 40 expresa en la antigüedad el tiempo necesario para la maduración de la vida y el desierto hace referencia a lo que ha debido vivir el pueblo judío cuando ha dejado Egipto para ir hacia la Tierra Prometida, sus tentaciones de volver atrás, sus dudas en la fe en Moisés y en Dios. A su manera, Jesús ha vivido todo esto.

Antes que nada, la palabra “diablo” para los griegos representa ese bastón o palo que se mete entre las ruedas para frenar el carruaje. Él representa entonces los obstáculos en una misión, y es por ello que se prefiere traducir la palabra por “deseos contrarios a la misión”.

Las tres tentaciones pueden resumirse así:
Si verdaderamente eres un hombre habitado por Dios, centra tu oración en tus necesidades físicas esenciales;
Reconoce tu necesidad de ser importante y entonces cede completamente a tu deseo de controlar todo y de ser célebre;
En fin, pídele a Dios ser como Él y así escapar al sufrimiento y a la muerte.

Nosotros conocemos la respuesta del evangelio basada en el Antiguo Testamento: el ser humano necesita mucho más que pan, él tiene necesidad de amar y de ser amado, y él tiene necesidad de buscar el sentido último de la vida; Dios solo es un absoluto, y entonces el ser humano debe permanecer libre en referencia a lo restante; nosotros no podemos controlar a Dios y obligarlo a evitarnos de ser humanos, en particular a enfrentarnos a nuestra muerte.

Todas las opciones de Jesús han sido en ese sentido.

Él ha vivido lo que nosotros vivimos.

¡La Buena Noticia! La fuerza que Él ha desarrollado a través de sus múltiples opciones, Él nos la pone a disposición hoy para que el difícil trabajo de vivir de nacimiento al ser humano renovado.

¿El secreto?  Basta simplemente con abrirse al Espíritu que habla ya en el interior profundo de nosotros.



OBJETIVO-VIDA DE LA SEMANA:

1.     En los momentos de desolación, me vuelvo con confianza hacia Jesús.

2.     Reservo momentos de silencio para profundizar en la Palabra de Dios que está en mi boca y mi corazón.

3.     Pido al Espíritu Santo ayudarme a discernir, entre mis deseos, aquellos que tienen como objetivo el bien de aquello que no son más que apariencia de bien.
4.     Doy gracias al Señor por invitarme a entrar en su Pascua.

5.  Referencio una forma de tentación que me aleja de Dios y de los demás. Oro al Señor para que venga a combatirla conmigo.

6. Pienso desde ya que puedo compartir materialmente con los más pobres durante la Campana de Compartir de Cuaresma.




ORACIÓN-MEDITACIÓN:

Señor, Tu que has asumido nuestra condición humana hasta el final;
Tú sabes que las tentaciones atraviesan nuestra vida:
Tentación de existir sin Dios
y de fabricarnos la felicidad solos;
Tentación de imponernos ante los otros, de dominarlos;
Tentación de buscar las alabanzas, las falsas glorias.
Pero Tú, Tú has vivido sin jamás pecar.
Tú te comportaste como un verdadero Hijo de Dios.
Tú nunca dudaste del Padre,
Tú has confiado en Él plenamente,
sabiendo que todo viene de Él y que es Fiel.
Tú te has apoyado en su Palabra y has sido fiel en su amor.

Hemos comenzado nuestro ascenso hacia  la Pascua,
te pedimos, quédate con nosotros, Señor.
Que este tiempo de Cuaresma sea para nosotros un tiempo de desierto.
Un tiempo de agradecimiento
hacia aquel de quien recibimos la VIDA.
Un tiempo para seguirte y descubrir que tu PALABRA
es el refugio y abrigo más seguro sobre nuestro camino.
Un tiempo para estar más cerca de ti Señor,
un tiempo para que descubramos de lo que somos capaces
como Hijos e Hijas de Dios
habitados como Tú por el Espíritu Santo.
Si, te pedimos, quédate con nosotros.
Enséñanos la confianza y el abandono en el Padre.
¡Entonces, en Pascua, tendremos el corazón abierto a tu alegría!




REFERENCIAS:

Pequeño Misal “Prions en Église”, edición quebequense, 2010-2013.

HÉTU, Jean-Luc. Les Options de Jésus.

http://mystereetvie.com

Reflexión de internet del padre Cantalamezza.


http://betania.es

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