29 de abril del 2020: miércoles de la Tercera semana de Pascua o Santa Catalina de Siena
"No rechazaré a nadie que venga a mí". JUAN 6:37
Esta
pequeña línea dice mucho acerca de la Divina Misericordia de nuestro Señor. Es
una línea que se repite a menudo en el Diario de la Divina Misericordia de
Santa Faustina y es una declaración que mucha gente necesita escuchar.
¿Por
qué es importante escuchar esto? Porque, muy a menudo, podemos llevar la
carga del rechazo. Sin siquiera darse cuenta, hay muchos que han
experimentado el rechazo en su vida y, como resultado, tienen miedo de ser
vulnerables en una relación por temor a ser lastimados. Una vez que ha
resultado herido en una relación, procede con precaución. Este dolor puede
provenir de un miembro de la familia, cónyuge, amigo o cualquier persona a la
que hayamos tratado de enamorar solo para recibir daño y rechazo. Y eso
duele.
Las
palabras de Jesús son especialmente importantes porque nos ayudan a asegurarnos
de que Jesús es confiable. Es cierto que podemos acercarnos a Él, abrir
nuestros corazones a Él, volvernos completamente vulnerables a Él, y Él nos
tratará con la mayor ternura, respeto, amabilidad y cuidado. ¡Jesús nos
tratará con más cuidado de lo que nos tratamos a nosotros mismos!
Reflexiona
sobre estas palabras de Jesús hoy. Dilas una y otra vez. "No
rechazaré a nadie que venga a mí". Debes saber que Él quiere que
vengas a Él y le abras completamente tu corazón. Hacerlo te permitirá
manifestar Su amor por ti y te permitirá confiar en Él más allá de lo que
alguna vez imaginaste posible.
Señor,
quiero venir a ti en mis sufrimientos y rechazo. Sé que eres el sanador
divino y traerás consuelo a mi alma. Ayúdame a confiar en ti y poderte amar. Jesús, confío en ti.
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