23 de agosto del 2021: lunes de la vigésima primera semana del tiempo ordinario o Santa Rosa de Lima
Hoy que nuestro mundo
presenta los tintes de pobreza en muchos sentidos, no solo la económica, sino
la de justicia, la del desconocimiento del Evangelio, bien podría ser el
ejemplo de Santa Rosa de Lima, un camino que ilumine nuestra presencia en este
siglo XXI.
Dejemos que Dios sea todo en todo como en Santa Rosa.
Para qué sirve el
matrimonio?
La fiesta de Santa Rosa de Lima, nos invita hoy a través de
las lecturas propias a reflexionar sobre los estados de vida: el celibato y el
matrimonio en los que se juega algo muy importante (aunque hoy se relativice o
no se crea mucho en ella, y hasta se hagan burlas…) la virginidad. Sí porque se
le llama a Rosa de Lima con el título de virgen. En la primera lectura de la
carta de Pablo a los Corintios, podemos ver que el asunto o cuestión del
matrimonio preocupaba decididamente a esta comunidad. Las respuestas de Pablo
son complicadas. Para las primeras comunidades cristianas, el fin del tiempo y
del mundo estaban cerca, tanto que la organización de la sociedad no sería que
provisoria. Para qué entonces casarse, comprar una casa, tener dinero?
Persuadido que la venida del Señor es muy pronto, Pablo se preocupa sobre todo
de la disponibilidad de los creyentes para el Señor.
El impasse de la dureza
La Ley de Moisés autoriza el repudio de la mujer por su
marido. Para Jesús, esta disposición, consecuencia de la dureza del corazón
humano, no corresponde con el proyecto de Dios establecido desde la creación.
El vínculo conyugal no puede romperse. Jesús es consciente de la dificultad de
vivir un tal amor. En esa unión del hombre y la mujer hay una ternura y una
apertura de corazón que solamente Dios puede dar.
Hoy celebramos a Santa Rosa de Lima,
Isabel Flores de Oliva nació en Lima en 1586. Fue una de los
trece hijos que tuvieron Don Gaspar y María Oliva. Posteriormente, a iniciativa
de su madre y desde su nacimiento, toma el nombre de "Rosa", por la
belleza de su cara, al que ella añadió "de Santa María". Lo central
en ella es el encuentro con Dios y la relación especial que siempre mantuvo con
él. La historia lo narra como algo que sucede desde niña. Este enamoramiento de
Santa Rosa hacia Dios la lleva a descubrir a un Dios que es, ante todo, Amor y
Misericordia. Se deja cautivar de tal forma por Dios, que ella decide dirigir
su vida a vivir intensamente con Dios, a través de la oración, y a vivir la
misericordia con los más necesitados.
Quizá esta sea una primera aportación de Santa Rosa para
nosotros. El ejemplo que nos ofrece de su enamoramiento de Jesús-Dios,
expresado en su oración intensa y en la compasión con los que más sufren. Dos
elementos muy dominicanos…
Sigamos los pasos de esta gran mujer que dio a América la
primera flor de santidad, insigne por la fragancia de su penitencia y oración.
Que no perdamos el sentido de encontrar a Dios en oración intensa y en la
compasión a los más empobrecidos.
Hoy que nuestro mundo presenta los tintes de pobreza en
muchos sentidos, no solo la económica, sino la de justicia, la del
desconocimiento del Evangelio, bien podría ser su ejemplo, un camino que
ilumine nuestra presencia en este siglo XXI. Dejemos que Dios sea todo en todo
como en Santa Rosa.
Fuente:
http://ser.dominicos.org/antes-que-nosotros/santa-rosa-de-lima
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