(Amós 3, 1-8; 4, 11-12) Ante una injusticia flagrante, no podemos quedarnos de brazos cruzados. La omisión es una forma de injusticia. Tenemos que dar cuenta de nuestra fe denunciando el mal. Primera lectura Lectura de la profecía de Amós (3,1-8;4,11-12): Escuchad esta palabra que dice el Señor, hijos de Israel, a todas las familias que saqué de Egipto: «A vosotros solos os escogí, entre todas las familias de la tierra; por eso os tomaré cuentas por vuestros pecados. ¿Caminan juntos dos que no se conocen? ¿Ruge el león en la espesura sin tener presa? ¿Alza su voz el cachorro en la guarida sin haber cazado? ¿Cae el pájaro por tierra si no hay una trampa? ¿Salta la trampa del suelo sin haber atrapado? ¿Suena la trompeta en la ciudad sin que el pueblo se alarme? ¿Sucede una desgracia en la ciudad que no la mande el Señor? Que no hará cosa el Señor sin revelar su plan a sus siervos, los profetas. Ruge el león, ¿quién no teme? Habla el Señor, ¿qui...
Gustavo Quiceno Jaramillo, Sacerdote misionero de La Diócesis de La Dorada-Guaduas, sirviendo en el Vicariato Apostólico de San Andrés y Providencia-Colombia. "Ay de mi sino evangelizo!", dijo Pablo. Estoy aquí también en X: @gadabay,con 140 caracteres para decirle a la gente que Dios los ama inmensamente.