jueves, 16 de noviembre de 2017

17 de noviembre del 2017: viernes de la 32a semana del TO o Santa Isabel de Hungría


(Lucas 17, 26-37) Tomar el tiempo para detenerse, para meditar, para orar, permite recentrarse. Así, uno no pasa de largo sobre lo esencial de la vida: las relaciones con Dios y el prójimo.



Primera lectura
Lectura del libro de la Sabiduría (13,1-9):

Eran naturalmente vanos todos los hombres que ignoraban a Dios y fueron incapaces de conocer al que es, partiendo de las cosas buenas que están a la vista, y no reconocieron al Artífice, fijándose en sus obras, sino que tuvieron por dioses al fuego, al viento, al aire leve, a las órbitas astrales, al agua impetuosa, a las lumbreras celestes, regidoras del mundo. Si, fascinados por su hermosura, los creyeron dioses, sepan cuánto los aventaja su Dueño, pues los creó el autor de la belleza; y si los asombró su poder y actividad, calculen cuánto más poderoso es quien los hizo; pues, por la magnitud y belleza de las criaturas, se descubre por analogía el que les dio el ser. Con todo, a éstos poco se les puede echar en cara, pues tal vez andan extraviados, buscando a Dios y queriéndolo encontrar; en efecto, dan vueltas a sus obras, las exploran, y su apariencia los subyuga, porque es bello lo que ven. Pero ni siquiera éstos son perdonables, porque, si lograron saber tanto que fueron capaces de averiguar el principio del cosmos, ¿cómo no encontraron antes a su Dueño?

Palabra de Dios



Salmo
Sal 18,2-3.4-5

R/.
 El cielo proclama la gloria de Dios

El cielo proclama la gloria de Dios,
el firmamento pregona la obra de sus manos
el día al día le pasa el mensaje,
la noche a la noche se lo susurra. R/.

Sin que hablen, sin que pronuncien,
sin que resuene su voz,
a toda la tierra alcanza su pregón
y hasta los limites del orbe su lenguaje.
 R/.


Lectura del santo evangelio según san Lucas (17,26-37):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Como sucedió en los días de Noé, así será también en los días del Hijo del hombre: comían, bebían y se casaban, hasta el día que Noé entró en el arca; entonces llegó el diluvio y acabó con todos. Lo mismo sucedió en tiempos de Lot: comían, bebían, compraban, vendían, sembraban, construían; pero el día que Lot salió de Sodoma, llovió fuego y azufre del cielo y acabó con todos. Así sucederá el día que se manifieste el Hijo del hombre. Aquel día, si uno está en la azotea y tiene sus cosas en casa, que no baje por ellas; si uno está en el campo, que no vuelva. Acordaos de la mujer de Lot. El que pretenda guardarse su vida la perderá; y el que la pierda la recobrará. Os digo esto: aquella noche estarán dos en una cama: a uno se lo llevarán y al otro lo dejarán; estarán dos moliendo juntas: a una se la llevarán y a la otra la dejarán.»
Ellos le preguntaron: «¿Dónde, Señor?»
Él contestó: «Donde se reúnen los buitres, allí está el cuerpo.»


Palabra del Señor

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Dios creador o dioses creadores?

El  autor del Libro de la Sabiduría acusa a los no- judíos de ser ciegos. Ven las bellezas de la creación, pero dejan de reconocer al creador oculto detrás de ellas, hasta tal punto que comienzan a adorar cosas creadas.
Admirar las maravillas de la naturaleza sin reconocer a su autor, Dios, es ser miope! Aquellos que toman por dioses a los astros, al fuego, al aire, o al viento, están errados. El autor del libro de la Sabiduría designa o señala a aquellos que en su época, creían en las mitologías griegas o egipcias-recordemos que el libro fue escrito en el año 150 A.C, en Alejandría, puerto de Egipto, centro de la cultura griega- 
Hoy todavía, algunos ponen su confianza en las predicciones de los astrólogos y por ejemplo, le ponen demasiado interés a los horóscopos, en lugar de apoyarse en el Señor.


Estar preparados!

En el Evangelio, Jesús reprende  a los que dejan de ver los signos de su venida como en un juicio. Su venida no es un acontecimientos excepcional, ya que Jesús culpa a la gente por su falta negligente de vigilancia en la vida diaria. Él sigue viniendo, y por eso la gente tiene que estar siempre dispuesta y preparada.
Y como Jesús  nos sugería desde ayer, la llegada  o venida del Reino, iluminará o hará la luz sobre lo que cada uno ha optado o ha decido que es esencial en su vida. Como Noé y Lot, estemos listos, preparados, no para que el cielo nos caiga sobre la cabeza, sino para que cada jornada sea un camino hacia el Reino.


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