1o de julio del 2020: miércoles de la decimotercera semana del Tiempo Ordinario
( Mateo 8,
28-34) Yo no entiendo muy bien
la historia de este grupo de cerdos que
se arroja al mar, pero al menos entiendo que la fe cristiana libera del miedo a
los poderes demoníacos. Pierden su control sobre todo aquel o aquella se apega
a Cristo.
Primera
lectura
Lectura de la profecía de Amós (5,14-15.21-24):
Buscad el bien y no el mal, y viviréis, y así estará con vosotros el Señor Dios de los ejércitos, como deseáis. Odiad el mal, amad el bien, defended la justicia en el tribunal. Quizá se apiade el Señor, Dios de los ejércitos, del resto de José. «Detesto y rehúso vuestras fiestas –oráculo del Señor–, no quiero oler vuestras ofrendas. Aunque me ofrezcáis holocaustos y dones, no me agradarán; no aceptaré los terneros cebados que sacrificáis en acción de gracias. Retirad de mi presencia el estruendo del canto, no quiero escuchar el son de la cítara; fluya como el agua el juicio, la justicia como arroyo perenne.»
Palabra de Dios
Buscad el bien y no el mal, y viviréis, y así estará con vosotros el Señor Dios de los ejércitos, como deseáis. Odiad el mal, amad el bien, defended la justicia en el tribunal. Quizá se apiade el Señor, Dios de los ejércitos, del resto de José. «Detesto y rehúso vuestras fiestas –oráculo del Señor–, no quiero oler vuestras ofrendas. Aunque me ofrezcáis holocaustos y dones, no me agradarán; no aceptaré los terneros cebados que sacrificáis en acción de gracias. Retirad de mi presencia el estruendo del canto, no quiero escuchar el son de la cítara; fluya como el agua el juicio, la justicia como arroyo perenne.»
Palabra de Dios
Salmo
Sal 49
R/. Al que sigue buen camino le haré ver la salvación de Dios
«Escucha, pueblo mío, que voy a hablarte;
Israel, voy a dar testimonio contra ti;
"yo, Dios, tu Dios".» R/.
«No te reprocho tus sacrificios,
pues siempre están tus holocaustos ante mí.
Pero no aceptaré un becerro de tu casa,
ni un cabrito de tus rebaños.» R/.
«Pues las fieras de la selva son mías,
y hay miles de bestias en mis montes;
conozco todos los pájaros del cielo,
tengo a mano cuanto se agita en los campos.» R/.
«Si tuviera hambre, no te lo diría:
pues el orbe y cuanto lo llena es mío.
¿Comeré yo carne de toros,
beberé sangre de cabritos?» R/.
«¿Por qué recitas mis preceptos
y tienes siempre en la boca mi alianza,
tú que detestas mi enseñanza
y te echas a la espalda mis mandatos?» R/.
R/. Al que sigue buen camino le haré ver la salvación de Dios
«Escucha, pueblo mío, que voy a hablarte;
Israel, voy a dar testimonio contra ti;
"yo, Dios, tu Dios".» R/.
«No te reprocho tus sacrificios,
pues siempre están tus holocaustos ante mí.
Pero no aceptaré un becerro de tu casa,
ni un cabrito de tus rebaños.» R/.
«Pues las fieras de la selva son mías,
y hay miles de bestias en mis montes;
conozco todos los pájaros del cielo,
tengo a mano cuanto se agita en los campos.» R/.
«Si tuviera hambre, no te lo diría:
pues el orbe y cuanto lo llena es mío.
¿Comeré yo carne de toros,
beberé sangre de cabritos?» R/.
«¿Por qué recitas mis preceptos
y tienes siempre en la boca mi alianza,
tú que detestas mi enseñanza
y te echas a la espalda mis mandatos?» R/.
Lectura del santo evangelio según san Mateo
(8,28-34):
En aquel tiempo, llegó Jesús a la otra orilla, a la región de los gerasenos. Desde el cementerio, dos endemoniados salieron a su encuentro; eran tan furiosos que nadie se atrevía a transitar por aquel camino.
Y le dijeron a gritos: «¿Qué quieres de nosotros, Hijo de Dios? ¿Has venido a atormentarnos antes de tiempo?»
Una gran piara de cerdos a distancia estaba hozando. Los demonios le rogaron: «Si nos echas, mándanos a la piara.»
Jesús les dijo: «Id.»
Salieron y se metieron en los cerdos. Y la piara entera se abalanzó acantilado abajo y se ahogó en el agua. Los porquerizos huyeron al pueblo y lo contaron todo, incluyendo lo de los endemoniados. Entonces el pueblo entero salió a donde estaba Jesús y, al verlo, le rogaron que se marchara de su país.
Palabra de Dios
En aquel tiempo, llegó Jesús a la otra orilla, a la región de los gerasenos. Desde el cementerio, dos endemoniados salieron a su encuentro; eran tan furiosos que nadie se atrevía a transitar por aquel camino.
Y le dijeron a gritos: «¿Qué quieres de nosotros, Hijo de Dios? ¿Has venido a atormentarnos antes de tiempo?»
Una gran piara de cerdos a distancia estaba hozando. Los demonios le rogaron: «Si nos echas, mándanos a la piara.»
Jesús les dijo: «Id.»
Salieron y se metieron en los cerdos. Y la piara entera se abalanzó acantilado abajo y se ahogó en el agua. Los porquerizos huyeron al pueblo y lo contaron todo, incluyendo lo de los endemoniados. Entonces el pueblo entero salió a donde estaba Jesús y, al verlo, le rogaron que se marchara de su país.
Palabra de Dios
1
En el Evangelio
vemos dos hombres invadidos por el mal, excluidos, marginados de toda vida
social. Ellos no son más dueños de sí mismos, no dominan sus pensamientos ni
sentimientos. Jesús les libera en campo abierto y arroja, echa los demonios que
había en ellos. Vemos pues que a todos los que Jesús encuentra se les concede
ser liberados…Con Jesús siempre el bien vence sobre el mal.
2
Líbranos del mal…
“ En
aquel tiempo, llegó Jesús a la otra orilla, a la región de los gerasenos. Desde
el cementerio, dos endemoniados salieron a su encuentro; eran tan furiosos que
nadie se atrevía a transitar por aquel camino.
Y le dijeron a gritos: «¿Qué quieres de nosotros, Hijo de Dios? ¿Has venido a atormentarnos antes de tiempo?»
Y le dijeron a gritos: «¿Qué quieres de nosotros, Hijo de Dios? ¿Has venido a atormentarnos antes de tiempo?»
Este pasaje de las Escrituras
revela dos cosas: 1) los demonios son feroces; 2) Jesús tiene poder
completo sobre ellos.
En primer lugar, debemos notar que los dos
endemoniados "eran tan salvajes que
nadie podía viajar por ese camino". Esa es una declaración muy
significativa. Está claro que los demonios que poseían a estos dos hombres
eran viciosos y llenaban de miedo a los habitantes de la ciudad. Tanto es
así que nadie se acercaría a ellos. Este no es un pensamiento muy
agradable, pero es una realidad y vale la pena entenderlo. Es cierto que
es posible que no encontremos el mal de una manera tan directa muy a menudo,
pero a veces lo enfrentamos. El maligno está vivo y bien y se esfuerza
constantemente por construir su reino demoníaco aquí en la Tierra.
Piense en los momentos en que el mal parecía
ser manifiesto, opresivo, malicioso, calculado, etc. Hay momentos en la
historia en los que el malvado parecía triunfar de manera poderosa. Y hay
formas en que su actividad todavía se manifiesta en nuestro mundo de hoy.
Eso nos lleva a la segunda lección de esta
historia. Jesús tiene autoridad completa sobre los demonios. Curiosamente,
los arroja a la manada de cerdos y luego los cerdos corren colina abajo y
mueren. Extraño. La gente del pueblo está tan abrumada que luego le
piden a Jesús que se vaya del pueblo. ¿Por qué harían eso? En parte,
la razón parece ser el hecho de que el exorcismo de Jesús sobre estos dos
hombres causa una gran conmoción. Esto se debe a que el mal manifiesto no
se va en silencio.
Esta es una lección importante para recordar
en nuestros días. Es importante porque el maligno parece estar dando a
conocer su presencia en menor y mayor
grado hoy. Y ciertamente tiene planes de hacer que su presencia sea aún
más conocida en los próximos años. Vemos esto en la caída moral de
nuestras sociedades, la aceptación pública de la inmoralidad, la secularización
de las diversas culturas del mundo, el aumento del terrorismo, etc. Hay
innumerables formas en que el maligno parece estar ganando la batalla.
Jesús es todopoderoso y ganará al final. Pero
la parte difícil es que su victoria probablemente causará una gran escena y
hará que muchos se sientan incómodos. Así como le dijeron que se fuera de
su ciudad después de que liberó a los demoníacos, también hay muchos cristianos
hoy que están demasiado dispuestos a ignorar el surgimiento del reino del
maligno para evitar cualquier disputa.
Reflexiona, hoy, si estás dispuesto a
enfrentar las "consecuencias", por así decirlo, de confrontar el
reino del maligno con el Reino de Dios. ¿Estás dispuesto a hacer lo que
sea necesario para mantenerte fuerte en una cultura que se deteriora
continuamente? ¿Estás dispuesto a permanecer firme ante el ruido del
maligno? Decir "Sí" a esto no será fácil, pero será una
imitación gloriosa de nuestro Señor mismo.
Señor, ayúdame a permanecer fuerte frente al
maligno y su reino de oscuridad. Ayúdame a confrontar ese reino con
confianza, amor y verdad para que aparezca Tu Reino en su lugar. Jesús,
confío en ti.
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