4 de agosto del 2020: martes de la decimo octava semana del tiempo ordinario- San Juan María Vianey (Santo Cura de Ars)
(Mateo15,
1-2.10-14) La verdadera purificación brota del corazón: pensamiento recto,
amor, misericordia, justicia, deseo de paz, de reconciliación…Pidamos al Espíritu
santo que habite en nuestros corazones y que así podamos perseverar en este
trabajo de santificación.
Primera
lectura
Lectura del libro de Jeremías (30,1-2.12-15.18-22):
Palabra que Jeremías recibió del Señor: «Así dice el Señor, Dios de Israel: "Escribe en un libro todas las palabras que he dicho. Porque así dice el Señor: "Tu fractura es incurable, tu herida está enconada; no hay remedio para tu llaga, no hay medicinas que te cierren la herida. Tus amigos te olvidaron, ya no te buscan, porque te alcanzó el golpe enemigo, un cruel escarmiento, por el número de tus crímenes, por la muchedumbre de tus pecados. ¿Por qué gritas por tu herida? Tu llaga es incurable; por el número de tus crímenes, por la muchedumbre de tus pecados, te he tratado así." Así dice el Señor: "Yo cambiaré la suerte de las tiendas de Jacob, me compadeceré de sus moradas; sobre sus ruinas será reconstruida la ciudad, su palacio se asentará en su puesto. De ella saldrán alabanzas y gritos de alegría. Los multiplicaré, y no disminuirán; los honraré, y no serán despreciados. Serán sus hijos como en otro tiempo, la asamblea será estable en mi presencia. Castigaré a sus opresores. Saldrá de ella un príncipe, su señor saldrá de en medio de ella; me lo acercaré y se llegará a mí, pues, ¿quién, si no, se atrevería a acercarse a mí? –oráculo del Señor–. Vosotros seréis mi pueblo, y yo seré vuestro Dios."»
Palabra de Dios
Palabra que Jeremías recibió del Señor: «Así dice el Señor, Dios de Israel: "Escribe en un libro todas las palabras que he dicho. Porque así dice el Señor: "Tu fractura es incurable, tu herida está enconada; no hay remedio para tu llaga, no hay medicinas que te cierren la herida. Tus amigos te olvidaron, ya no te buscan, porque te alcanzó el golpe enemigo, un cruel escarmiento, por el número de tus crímenes, por la muchedumbre de tus pecados. ¿Por qué gritas por tu herida? Tu llaga es incurable; por el número de tus crímenes, por la muchedumbre de tus pecados, te he tratado así." Así dice el Señor: "Yo cambiaré la suerte de las tiendas de Jacob, me compadeceré de sus moradas; sobre sus ruinas será reconstruida la ciudad, su palacio se asentará en su puesto. De ella saldrán alabanzas y gritos de alegría. Los multiplicaré, y no disminuirán; los honraré, y no serán despreciados. Serán sus hijos como en otro tiempo, la asamblea será estable en mi presencia. Castigaré a sus opresores. Saldrá de ella un príncipe, su señor saldrá de en medio de ella; me lo acercaré y se llegará a mí, pues, ¿quién, si no, se atrevería a acercarse a mí? –oráculo del Señor–. Vosotros seréis mi pueblo, y yo seré vuestro Dios."»
Palabra de Dios
Salmo
Sal 101,16-18.19-21.29 y 22-23
R/. El Señor reconstruyó Sión, y apareció en su gloria
Los gentiles temerán tu nombre,
los reyes del mundo, tu gloria.
Cuando el Señor reconstruya Sión,
y aparezca su gloria,
y se vuelva a las súplicas de los indefensos,
y no desprecie sus peticiones. R/.
Quede esto escrito para la generación futura,
y el pueblo que será creado alabará al Señor.
Que el Señor ha mirado desde su excelso santuario,
desde el cielo se ha fijado en la tierra,
para escuchar los gemidos de los cautivos
y librar a los condenados a muerte. R/.
Los hijos de tus siervos vivirán seguros,
su linaje durará en tu presencia,
para anunciar en Sión el nombre del Señor,
y su alabanza en Jerusalén,
cuando se reúnan unánimes los pueblos
y los reyes para dar culto al Señor. R/.
R/. El Señor reconstruyó Sión, y apareció en su gloria
Los gentiles temerán tu nombre,
los reyes del mundo, tu gloria.
Cuando el Señor reconstruya Sión,
y aparezca su gloria,
y se vuelva a las súplicas de los indefensos,
y no desprecie sus peticiones. R/.
Quede esto escrito para la generación futura,
y el pueblo que será creado alabará al Señor.
Que el Señor ha mirado desde su excelso santuario,
desde el cielo se ha fijado en la tierra,
para escuchar los gemidos de los cautivos
y librar a los condenados a muerte. R/.
Los hijos de tus siervos vivirán seguros,
su linaje durará en tu presencia,
para anunciar en Sión el nombre del Señor,
y su alabanza en Jerusalén,
cuando se reúnan unánimes los pueblos
y los reyes para dar culto al Señor. R/.
Lectura del santo evangelio según san Mateo (15, 1-2. 13-14)
En aquel tiempo, se acercaron a Jesús unos
fariseos y escribas de Jerusalén y le preguntaron:
«¿Por qué tus discípulos quebrantan la tradición de nuestros mayores y no se lavan las manos antes de comer?».
Y, llamando a la gente, les dijo:
«Escuchad y entended: no mancha al hombre lo que entra por la boca, sino lo que sale de la boca, eso es lo que mancha al hombre».
Se acercaron los discípulos y le dijeron:
«¿Sabes que los fariseos se han escandalizado al oírte?».
Respondió él:
«La planta que no haya plantado mi Padre celestial, será arrancada de raíz. Dejadlos, son ciegos, guías de ciegos. Y si un ciego guía a otro ciego, los dos caerán en el hoyo».
«¿Por qué tus discípulos quebrantan la tradición de nuestros mayores y no se lavan las manos antes de comer?».
Y, llamando a la gente, les dijo:
«Escuchad y entended: no mancha al hombre lo que entra por la boca, sino lo que sale de la boca, eso es lo que mancha al hombre».
Se acercaron los discípulos y le dijeron:
«¿Sabes que los fariseos se han escandalizado al oírte?».
Respondió él:
«La planta que no haya plantado mi Padre celestial, será arrancada de raíz. Dejadlos, son ciegos, guías de ciegos. Y si un ciego guía a otro ciego, los dos caerán en el hoyo».
Palabra del Señor
1
En la primera lectura el profeta Jeremías anuncia una muy
buena noticia por parte de Dios para aquellos que están lejos de su casa,
prisioneros en Babilonia. Un día, en fin, ellos podrán regresar a sus casas.
Qué gran consuelo para el pueblo escuchar al fin palabras que donan esperanza,
inclusive, en medio de la tristeza.
En segundo lugar, el profeta interpreta la situación
difícil de su pueblo. A causa de sus traiciones y sus idolatrías, Dios la
agobió con diversos desastres: las derrotas, el exilio son como heridas. Esto
no quiere decir que todo está perdido para siempre. El Señor no retira su amor.
Él hace una promesa: un día el pueblo será sanado, él regresará a su país, para
reconstruirlo y para volver a encontrar su prosperidad y su dignidad.
En el Evangelio se nos dice que lavarse las manos antes de
comer no es solamente un gesto de pureza y o limpieza, sino también un gesto
ritual, acompañado de una oración. ¡Buen pretexto para atacar a Jesús! Pero
Jesús devuelve la acusación a los fariseos insistiendo sobre los mandamientos más
importantes de la Ley de Moisés. En todas las religiones, ciertas tradiciones
pueden llegar a ser pesadas, y o abrumadoras, hasta el punto de alejarlas de lo
que es esencial.
A veces nos sucede que nos preocupamos en demasía por lo
exterior y aparente, y, por tanto, son nuestros pensamientos y nuestros deseos
interiores que nos llevan a hacerle mal a otros.
2
Valentía, caridad y verdad
Se
acercaron los discípulos y le dijeron:
«¿Sabes que los fariseos se han escandalizado al oírte?».
Respondió él:
«La planta que no haya plantado mi Padre celestial, será arrancada de raíz. Dejadlos, son ciegos, guías de ciegos. Y si un ciego guía a otro ciego, los dos caerán en el hoyo».
«¿Sabes que los fariseos se han escandalizado al oírte?».
Respondió él:
«La planta que no haya plantado mi Padre celestial, será arrancada de raíz. Dejadlos, son ciegos, guías de ciegos. Y si un ciego guía a otro ciego, los dos caerán en el hoyo».
Mateo 15: 12-14
¿Por qué
se ofendieron los fariseos? En parte porque Jesús acaba de criticarlos. Pero
fue más que por eso. También se ofendieron porque Jesús ni siquiera
responde a su pregunta.
Estos
fariseos y escribas vinieron hasta Jesús, para preguntarle algo que, para sus mentes
tradicionalistas, era muy importante. Querían saber por qué sus discípulos
no siguieron la tradición de los antiguos al no lavarse las manos antes de
comer. Pero Jesús hace algo interesante. En lugar de responder a su
pregunta, reúne a una multitud y dice: «Escuchad
y entended: no mancha al hombre lo que entra por la boca, sino lo que sale de
la boca, eso es lo que mancha al hombre».Mt. 15: 10b-11). Entonces se sintieron ofendidos por
Jesús tanto por lo que dijo como porque ni siquiera se los dijo de manera
directa, sino que se lo dijo la multitud.
Lo que es
interesante notar es que a veces lo más caritativo que uno puede hacer es no
ofender a otros. No debemos ofender imprudentemente. Pero parece que
una de las tendencias culturales de nuestros días es evitar ofender a la gente
a toda costa. Como resultado, rebajamos la moralidad, ignoramos las claras
enseñanzas de fe y hacemos que "llevarse bien" sea una de las
"virtudes" más importantes por las que luchamos.
En el
pasaje anterior, está claro que los discípulos de Jesús están preocupados por
el hecho de que los fariseos se sintieron ofendidos por Jesús. Se
preocupan y parecen querer que Jesús arregle esta situación tensa. Pero
Jesús aclara su posición. “Déjenlos en paz; son guías ciegos de otros
ciegos. Si un ciego guía a un ciego, ambos caerán en un hoyo ”(Mt. 15:14).
La
caridad requiere la verdad. Y a veces la verdad punzará a una persona en
el corazón. Claramente, esto es exactamente lo que los fariseos necesitan
a pesar de que no cambian, lo cual es evidente por el hecho que finalmente
mataron a Jesús. Pero, sin embargo, estas verdades dichas por nuestro
Señor fueron actos de caridad y fueron la verdad que estos escribas y fariseos
necesitaban escuchar.
Reflexiona
hoy, sobre cuán dispuesto estás a decir la dura verdad con amor cuando una
situación lo requiere. ¿Tienes el coraje que necesitas para decir
caritativamente una verdad "ofensiva" que necesita ser pronunciada? ¿O
tiendes a encogerte y prefieres permitir que las personas permanezcan en su
error para que no se agiten? El coraje, la caridad y la verdad deben estar
profundamente entrelazados en nuestras vidas. Haz de esta tu oración y
misión para que puedas imitar mejor a nuestro divino Señor.
Señor,
por favor, dame coraje, verdad, sabiduría y caridad para que pueda ser un mejor
instrumento de tu amor y misericordia para el mundo. Que nunca permita que
el miedo me controle. Elimina cualquier ceguera de mi corazón para que
pueda ver claramente las muchas formas en que deseas utilizarme para guiar a
otros hacia ti. Jesús, confío en ti.
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