23 de septiembre del 2017 sábado de la 24a semana del TO o San Pío de Pietrelcina
(1 Timoteo 6, 13-16) Es desde
su prisión que Pablo proclama las alabanzas del Señor. La alabanza es un
bálsamo. Como todas las palabras de amor, ella procura una alegría profunda…Por
qué entonces privarnos de ella?
Primera lectura
Lectura de la primera carta del
apóstol san Pablo a Timoteo (6,13-16):
En presencia de Dios, que da la vida al universo, y de Cristo Jesús, que dio testimonio ante Poncio Pilato con tan noble profesión: te insisto en que guardes el mandamiento sin mancha ni reproche, hasta la manifestación de nuestro Señor Jesucristo, que en tiempo oportuno mostrará el bienaventurado y único Soberano, Rey de los reyes y Señor de los señores, el único poseedor de la inmortalidad, que habita en una luz inaccesible, a quien ningún hombre ha visto ni puede ver. A él honor e imperio eterno. Amén.
Palabra de Dios
En presencia de Dios, que da la vida al universo, y de Cristo Jesús, que dio testimonio ante Poncio Pilato con tan noble profesión: te insisto en que guardes el mandamiento sin mancha ni reproche, hasta la manifestación de nuestro Señor Jesucristo, que en tiempo oportuno mostrará el bienaventurado y único Soberano, Rey de los reyes y Señor de los señores, el único poseedor de la inmortalidad, que habita en una luz inaccesible, a quien ningún hombre ha visto ni puede ver. A él honor e imperio eterno. Amén.
Palabra de Dios
Salmo
Sal 99
R/. Entrad en la presencia del Señor con vítores
Aclama al Señor, tierra entera,
servid al Señor con alegría,
entrad en su presencia con vítores. R/.
Sabed que el Señor es Dios:
que él nos hizo y somos suyos,
su pueblo y ovejas de su rebaño. R/.
Entrad por sus puertas con acción de gracias,
por sus atrios con himnos,
dándole gracias y bendiciendo su nombre. R/.
«El Señor es bueno,
su misericordia es eterna,
su fidelidad por todas las edades.» R/.
R/. Entrad en la presencia del Señor con vítores
Aclama al Señor, tierra entera,
servid al Señor con alegría,
entrad en su presencia con vítores. R/.
Sabed que el Señor es Dios:
que él nos hizo y somos suyos,
su pueblo y ovejas de su rebaño. R/.
Entrad por sus puertas con acción de gracias,
por sus atrios con himnos,
dándole gracias y bendiciendo su nombre. R/.
«El Señor es bueno,
su misericordia es eterna,
su fidelidad por todas las edades.» R/.
Lectura del santo
evangelio según san Lucas (8,4-15):
En aquel tiempo, se le
juntaba a Jesús mucha gente y, al pasar por los pueblos, otros se iban
añadiendo. Entonces les dijo esta parábola: «Salió el sembrador a sembrar su
semilla. Al sembrarla, algo cayó al borde del camino, lo pisaron, y los pájaros
se lo comieron. Otro poco cayó en terreno pedregoso y, al crecer, se secó por
falta de humedad. Otro poco cayó entre zarzas, y las zarzas, creciendo al mismo
tiempo, lo ahogaron. El resto cayó en tierra buena y, al crecer, dio fruto al
ciento por uno.»
Dicho esto, exclamó: «El que tenga oídos para oír, que oiga.»
Entonces le preguntaron los discípulos: «¿Qué significa esa parábola?»
Él les respondió: «A vosotros se os ha concedido conocer los secretos del reino de Dios; a los demás, sólo en parábolas, para que viendo no vean y oyendo no entiendan. El sentido de la parábola es éste: La semilla es la palabra de Dios. Los del borde del camino son los que escuchan, pero luego viene el diablo y se lleva la palabra de sus corazones, para que no crean y se salven. Los del terreno pedregoso son los que, al escucharla, reciben la palabra con alegría, pero no tienen raíz; son los que por algún tiempo creen, pero en el momento de la prueba fallan. Lo que cayó entre zarzas son los que escuchan, pero, con los afanes y riquezas y placeres de la vida, se van ahogando y no maduran. Los de la tierra buena son los que con un corazón noble y generoso escuchan la palabra, la guardan y dan fruto perseverando.»
Palabra del Señor
Dicho esto, exclamó: «El que tenga oídos para oír, que oiga.»
Entonces le preguntaron los discípulos: «¿Qué significa esa parábola?»
Él les respondió: «A vosotros se os ha concedido conocer los secretos del reino de Dios; a los demás, sólo en parábolas, para que viendo no vean y oyendo no entiendan. El sentido de la parábola es éste: La semilla es la palabra de Dios. Los del borde del camino son los que escuchan, pero luego viene el diablo y se lleva la palabra de sus corazones, para que no crean y se salven. Los del terreno pedregoso son los que, al escucharla, reciben la palabra con alegría, pero no tienen raíz; son los que por algún tiempo creen, pero en el momento de la prueba fallan. Lo que cayó entre zarzas son los que escuchan, pero, con los afanes y riquezas y placeres de la vida, se van ahogando y no maduran. Los de la tierra buena son los que con un corazón noble y generoso escuchan la palabra, la guardan y dan fruto perseverando.»
Palabra del Señor
//////
Mensaje bien recibido!
Para hacerse comprender, nada más necesario que utilizar un
lenguaje simple y rico en imágenes. Con las parábolas, Jesús propone cortas
historias que ayudan a comprender su mensaje. La Palabra de Dios es sembrada en cada uno. Toda vida es un terreno propicio para hacer germinar esta Palabra
para que ella done fruto. Jesús lo sabe bien, la vida cotidiana, a veces, árida
y repleta de preocupaciones, ahoga la Palabra. Pero para Jesús, ella, la Palabra,
sabrá bien encontrar en cada quien el camino. Ella podrá iluminar nuestra vida,
y ayudarnos a vivir al 100%.
¿Cómo crece
y da fruto en nosotros la palabra de Dios?
Oración
Señor Dios nuestro:
Te damos gracias por hablarnos
la palabra de tu Hijo Jesucristo
y por sembrar en nuestras mentes y corazones
las semillas de la fe.
Abre nuestros oídos, día a día,
a la semilla de su palabra,
para que vaya creciendo en nosotros
con mezcla de dolor, esfuerzo y alegría.
Que la palabra arraigue cada vez más profundamente
en nuestros corazones
y dé frutos de justicia y amor,
hasta la segunda venida de Jesucristo,
Hijo tuyo y Señor nuestro,
por los siglos de los siglos.
Comentarios
Publicar un comentario
Gracias por visitar mi blog, Deje sus comentarios que si son hechos con respeto y seriedad, contestaré con mucho gusto. Gracias. Bendiciones