Viviendo extraordinariamente el tiempo ordinario: 1o de septiembre del 2017 viernes de la 21a semana del TO
(1 Tesalonicenses 4, 1-8) Estamos invitados a vivir en total santidad;
es decir, a reflejar el amor de Dios en nuestras diversas relaciones: conyugales,
fraternales, profesionales…Y , para lograrlo, Dios nos da su Espíritu. Abrámosle
largamente nuestro corazón, démosle un lugar prioritario en nuestra vida y Él
nos hará santos.
Primera lectura
Lectura de la primera carta del
apóstol san Pablo a los Tesalonicenses (4,1-8):
Por Cristo Jesús os rogamos y exhortamos: Habéis aprendido de nosotros cómo proceder para agradar a Dios; pues proceded así y seguid adelante. Ya conocéis las instrucciones que os dimos, en nombre del Señor Jesús. Esto quiere Dios de vosotros: una vida sagrada, que os apartéis del desenfreno, que sepa cada cual controlar su propio cuerpo santa y respetuosamente, sin dejarse arrastrar por la pasión, como hacen los gentiles que no conocen a Dios. Y que en este asunto nadie ofenda a su hermano ni se aproveche con engaño, porque el Señor venga todo esto, como ya os dijimos y aseguramos. Dios no nos ha llamado a una vida impura, sino sagrada. Por consiguiente, el que desprecia este mandato no desprecia a un hombre, sino a Dios, que os ha dado su Espíritu Santo.
Palabra de Dios
Por Cristo Jesús os rogamos y exhortamos: Habéis aprendido de nosotros cómo proceder para agradar a Dios; pues proceded así y seguid adelante. Ya conocéis las instrucciones que os dimos, en nombre del Señor Jesús. Esto quiere Dios de vosotros: una vida sagrada, que os apartéis del desenfreno, que sepa cada cual controlar su propio cuerpo santa y respetuosamente, sin dejarse arrastrar por la pasión, como hacen los gentiles que no conocen a Dios. Y que en este asunto nadie ofenda a su hermano ni se aproveche con engaño, porque el Señor venga todo esto, como ya os dijimos y aseguramos. Dios no nos ha llamado a una vida impura, sino sagrada. Por consiguiente, el que desprecia este mandato no desprecia a un hombre, sino a Dios, que os ha dado su Espíritu Santo.
Palabra de Dios
Salmo
Sal 96,1.2b.5-6.10.11-12
R/. Alegraos, justos, con el Señor
El Señor reina, la tierra goza,
se alegran las islas innumerables.
Justicia y derecho sostienen su trono. R/.
Los montes se derriten como cera
ante el dueño de toda la tierra;
los cielos pregonan su justicia,
y todos los pueblos contemplan su gloria. R/.
El Señor ama al que aborrece el mal,
protege la vida de sus fieles
y los libra de los malvados. R/.
Amanece la luz para el justo,
y la alegría para los rectos de corazón.
Alegraos, justos, con el Señor,
celebrad su santo nombre. R/.
R/. Alegraos, justos, con el Señor
El Señor reina, la tierra goza,
se alegran las islas innumerables.
Justicia y derecho sostienen su trono. R/.
Los montes se derriten como cera
ante el dueño de toda la tierra;
los cielos pregonan su justicia,
y todos los pueblos contemplan su gloria. R/.
El Señor ama al que aborrece el mal,
protege la vida de sus fieles
y los libra de los malvados. R/.
Amanece la luz para el justo,
y la alegría para los rectos de corazón.
Alegraos, justos, con el Señor,
celebrad su santo nombre. R/.
Lectura del santo evangelio según san
Mateo (25,1-13):
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: «Se parecerá el reino de los cielos a diez doncellas que tomaron sus lámparas y salieron a esperar al esposo. Cinco de ellas eran necias y cinco eran sensatas. Las necias, al tomar las lámparas, se dejaron el aceite; en cambio, las sensatas se llevaron alcuzas de aceite con las lámparas. El esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron. A medianoche se oyó una voz: "¡Que llega el esposo, salid a recibirlo!" Entonces se despertaron todas aquellas doncellas y se pusieron a preparar sus lámparas. Y las necias dijeron a las sensatas: "Dadnos un poco de vuestro aceite, que se nos apagan las lámparas." Pero las sensatas contestaron: "Por si acaso no hay bastante para vosotras y nosotras, mejor es que vayáis a la tienda y os lo compréis." Mientras iban a comprarlo, llegó el esposo, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de bodas, y se cerró la puerta. Más tarde llegaron también las otras doncellas, diciendo: "Señor, señor, ábrenos." Pero él respondió: "Os lo aseguro: no os conozco." Por tanto, velad, porque no sabéis el día ni la hora.»
Palabra del Señor
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: «Se parecerá el reino de los cielos a diez doncellas que tomaron sus lámparas y salieron a esperar al esposo. Cinco de ellas eran necias y cinco eran sensatas. Las necias, al tomar las lámparas, se dejaron el aceite; en cambio, las sensatas se llevaron alcuzas de aceite con las lámparas. El esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron. A medianoche se oyó una voz: "¡Que llega el esposo, salid a recibirlo!" Entonces se despertaron todas aquellas doncellas y se pusieron a preparar sus lámparas. Y las necias dijeron a las sensatas: "Dadnos un poco de vuestro aceite, que se nos apagan las lámparas." Pero las sensatas contestaron: "Por si acaso no hay bastante para vosotras y nosotras, mejor es que vayáis a la tienda y os lo compréis." Mientras iban a comprarlo, llegó el esposo, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de bodas, y se cerró la puerta. Más tarde llegaron también las otras doncellas, diciendo: "Señor, señor, ábrenos." Pero él respondió: "Os lo aseguro: no os conozco." Por tanto, velad, porque no sabéis el día ni la hora.»
Palabra del Señor
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Cada vez mejores
Pablo y sus
compañeros reconocen las cualidades
de los cristianos de Tesalónica, y los invitan a ir más lejos. Trabajo,
independencia, relaciones pacíficas, fraternidad…La carta evoca también la
sexualidad, ella invita a entrar en una relación de pareja pleno de respeto
mutuo. En todos estos campos, los creyentes deben provocar la admiración, dar
buen ejemplo.
Mantener encendida la llama
En el
Evangelio, a través de la parábola de las 10 jóvenes vírgenes, Jesús ilustra lo
que entiende por estar preparado (para su venida imprevista) . Una fe que no se
alimenta se puede apagar antes que el Señor llegue. La fe no es solamente el
entusiasmo de un momento. La espera puede ser larga.
Señor Dios nuestro, fuente de toda
sabiduría:
Tú nos invitas a ser sabios y previsores
y a encontrar a tu Hijo
con lámparas encendidas en nuestras manos.
Ayúdanos a prepararnos para encontrarle
en los acontecimientos de la vida diaria
y en la gente que nos rodea,
para que podamos entrar con él
en tu fiesta celestial, que es eterna,
y se prolongará por los siglos de los siglos.
Tú nos invitas a ser sabios y previsores
y a encontrar a tu Hijo
con lámparas encendidas en nuestras manos.
Ayúdanos a prepararnos para encontrarle
en los acontecimientos de la vida diaria
y en la gente que nos rodea,
para que podamos entrar con él
en tu fiesta celestial, que es eterna,
y se prolongará por los siglos de los siglos.
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