2 de mayo de 2020: Sábado de la tercera semana de Pascua
A partir de entonces muchos de sus discípulos
dejaron de seguirlo, y ya no andaban con él. Entonces, Jesús dijo a los doce:
«¿También ustedes quieren irse?
La enseñanza
profunda sobre la Sagrada Eucaristía
Qué
respuesta tan perfecta la de Pedro. El contexto de esta historia es
bastante fascinante y revelador. Jesús acababa de completar su hermoso y
profundo discurso sobre la Sagrada Eucaristía declarando claramente que su
carne es alimento real y su sangre es bebida real y que, a menos que comas la
carne del Hijo del Hombre y bebas su sangre, no tienes vida en ti.
Como
resultado de su enseñanza sobre la Eucaristía, hubo muchos que "volvieron a su antigua forma de vida y
ya no caminaban con Él". En otras palabras, la enseñanza de Jesús
sobre la Eucaristía fue difícil de aceptar y creer para muchos.
Curiosamente,
después de que Jesús revela esta profunda enseñanza sobre la Eucaristía, y
después de que muchos lo dejan, en consecuencia, Jesús no retrocede ni cambia
lo que dijo. En cambio, les pregunta a sus apóstoles si desean irse
también.
Es
importante entender esta pregunta de Jesús a los apóstoles. Al pedirles de
manera muy directa, Jesús les está dando total libertad para elegir. No
los presiona para creer lo que acaba de enseñar. Esto es significativo
porque el nivel de desapego que ofrece Jesús es una forma de invitar a una
aceptación completamente libre, por parte de los Apóstoles, de Su gloriosa
enseñanza sobre la Eucaristía. Son verdaderamente libres de aceptarlo o
rechazarlo. Es esta libertad la que les permite profundizar radicalmente
su fe en Jesús.
Pedro
habla y da una respuesta maravillosa. "Maestro,
¿a quién iremos?" Estas palabras de Pedro revelan claramente dos
cosas. Primero, esta era una situación difícil en la que la gente se
alejaba de Jesús. Pero, en segundo lugar, Pedro y los otros apóstoles
sabían que debían creer a pesar de la dificultad. El hecho de que muchos
dejaron a Jesús y se negaron a aceptar Sus palabras no fue motivo para que los
Apóstoles lo dejaran también. De hecho, podemos escuchar en las palabras
de Pedro una manifestación de fe que muestra que han llegado a creer en Jesús
tan completamente que abandonarlo sería una locura. ¿A dónde
irían? ¿Por qué se iban? Pedro reafirma su fe en Jesús, aunque
seguirlo en ese momento no era lo "popular".
Reflexiona
hoy sobre tu propio nivel de compromiso con Jesús. Debes saber que eres
completamente libre de seguirlo o dejarlo. Pero si eliges seguirlo, no lo
hagas a la mitad. Ten en cuenta que las palabras de Jesús son poderosas,
desafiantes y exigentes. Él quiere que creas en Él y lo sigas con todo tu
corazón y con un profundo compromiso. Solo Jesús tiene las palabras de
vida eterna y debemos aceptar y creer esas palabras con todas nuestras fuerzas.
Señor,
¿a quién más iré si no te sigo? Tú eres el único en quien decido creer y te
sigo. Ayúdame a aceptar todo lo que me has enseñado y ayúdame a elegirte
libremente todos los días de mi vida. Jesús, confío en ti.
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