HORA SANTA JUBILAR
Memoria de San Maximiliano Kolbe
Por la obra evangelizadora de la Iglesia y las vocaciones
1. Oración de alabanza
introductoria (15 minutos)
Canto
Bendito, alabado, adorado…
Padre Nuestro…
Oración de Alabanza Introductoria
Señor Jesús, aquí estamos, reunidos en este jueves
jubilar, postrados ante tu presencia real en la Eucaristía. Hoy tu Palabra nos
ha mostrado el paso milagroso del Jordán, signo de que Tú, Señor, caminas
siempre delante de tu pueblo para abrir caminos y llevarnos a la tierra prometida.
También nos has hablado en el Evangelio de un perdón sin límites, un perdón que
es el alma misma de la misión evangelizadora.
En este día en que la Iglesia recuerda a San
Maximiliano María Kolbe, sacerdote y mártir de la caridad, queremos alabarte por
la vida de quienes, como él, lo han dado todo por amor: sin medir el costo, sin
poner condiciones, entregándose plenamente por el Evangelio y por sus hermanos.
Te bendecimos, Señor, porque nos llamas a ser peregrinos
de la esperanza en un mundo marcado por la violencia, la división y la
desesperanza. En este Año Jubilar, te alabamos porque nos invitas a reavivar el
fuego de la misión, a renovar nuestra vocación, y a convertirnos en
instrumentos vivos de tu misericordia.
Que, así como el arca de la alianza abrió el camino
a Israel, así tu presencia en la Eucaristía abra nuestros corazones a la
gracia, a la reconciliación y a la entrega misionera. Haznos valientes para
cruzar nuestros “ríos imposibles”, confiados en que Tú nos sostienes.
¡Gloria a Ti, Señor! Tú eres el principio y fin de
toda vocación, el motor de toda misión, y la fuente de todo perdón. Amén.
Momento de silencio
Canto
2. Oración penitencial (10
minutos)
Bendito,
alabado…
Padre Nuestro…
Señor Jesús, hoy nos llamas a perdonar “setenta
veces siete”. Reconocemos que muchas veces nos hemos dejado dominar por el
resentimiento, la dureza de corazón y la indiferencia. Perdónanos por las veces
en que hemos obstaculizado la misión con nuestras divisiones, críticas y falta
de amor.
Perdona, Señor, cuando nuestra vida no ha sido un
testimonio coherente del Evangelio. Cuando hemos olvidado que la evangelización
comienza con gestos de misericordia, acogida y ternura.
Perdónanos, Señor, por nuestra falta de celo
misionero, por callar tu Nombre cuando debíamos anunciarlo, por desanimarnos en
lugar de perseverar. Perdona las veces que no hemos apoyado las vocaciones
sacerdotales y misioneras con oración ferviente y con nuestro compromiso
concreto.
Señor, ten misericordia de tu Iglesia cuando se
deja atrapar por intereses humanos y pierde el ardor evangelizador. Renuévanos
para que podamos anunciar tu Reino con alegría y credibilidad.
En este Año Jubilar, danos un corazón nuevo, capaz
de perdonar como Tú perdonas, y de entregarse como San Maximiliano Kolbe, que
no dudó en dar la vida por un hermano.
Momento
de silencio…
Oraciones espontáneas de perdón
Canto
3. Oración de petición, preces e
intercesiones (15 minutos)
Bendito,
alabado…
Padre Nuestro…
Señor Jesús, ante tu presencia viva, venimos con
humildad a presentarte nuestras súplicas:
- Por
la Iglesia:
Para que sea siempre fiel a su misión evangelizadora, guiada por tu
Espíritu y firme en la caridad.
Te lo pedimos, Señor. - Por
el Papa León XIV, los obispos, sacerdotes, diáconos, consagrados y
misioneros:
Que sean pastores según tu corazón, dispuestos a gastar la vida por las
almas.
Te lo pedimos, Señor. - Por
las vocaciones sacerdotales, religiosas y misioneras: Que muchos jóvenes
escuchen tu voz y respondan con generosidad, inspirados por el ejemplo de
San Maximiliano Kolbe.
Te lo pedimos, Señor. - Por
la obra evangelizadora en las periferias: Que tu Palabra llegue a todos los rincones
de la tierra y que ningún corazón quede sin escuchar tu Nombre.
Te lo pedimos, Señor. - Por
la reconciliación en nuestras comunidades: Que el perdón, fruto de tu
gracia, sane heridas y abra caminos de fraternidad.
Te lo pedimos, Señor. - Por
las familias cristianas: Para que sean semilleros de fe y lugares
donde surjan vocaciones al servicio de tu Reino.
Te lo pedimos, Señor. - Por
los que sufren en el cuerpo y en el alma: Que encuentren en la Iglesia un hogar donde
ser acogidos y consolados.
Te lo pedimos, Señor.
Gracias, Señor, por escucharnos. Haznos tus manos,
tus pies y tu voz para anunciar tu amor hasta los confines del mundo.
Oraciones
espontáneas…
Canto
4. Oración de acción de gracias
(10 minutos)
Bendito,
alabado…
Padre Nuestro…
Señor Jesús, gracias por esta Hora Santa en la que
hemos contemplado tu rostro y hemos escuchado tu Palabra. Gracias por el
ejemplo luminoso de San Maximiliano Kolbe, que nos enseña que el amor es más
fuerte que la muerte y que la entrega total es posible cuando se vive en Ti.
Te damos gracias por la misión que nos confías, por
cada vocación que florece en tu Iglesia, por cada corazón que se abre a la fe.
Gracias por la Eucaristía, que nos fortalece para ser peregrinos de esperanza.
Gracias, Señor, por los misioneros y
evangelizadores que, como el arca en el Jordán, van delante abriendo caminos
para que tu pueblo avance. Gracias por perdonarnos sin medida y por confiarnos
el ministerio de la reconciliación.
Hoy queremos ofrecerte nuestra vida, para que sea
gastada en el anuncio del Evangelio y en el servicio a nuestros hermanos.
Amén.
Oraciones
espontáneas…
Canto
5. Bendición final
Oración por las vocaciones y por los sacerdotes
Señor Jesús, Pastor eterno, cuida y protege a tus sacerdotes y suscita
nuevos obreros para tu mies. Haz que tu Iglesia nunca falte de manos y
corazones dispuestos a servir con alegría y fidelidad. Amén.
Tantum
Ergo…
Letanías…
Bendición con el Santísimo
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