miércoles, 9 de octubre de 2019

9 de octubre del 2019 miércoles de la 27a semana del TO o San Luis Bertrán

(Lucas 11, 1-4) La pregunta del discípulo que le pide a Jesús cómo orar es siempre actual. Con frecuencia, buscamos guías o maestros en la materia. Antes de saber orar por nosotros mismos, debemos observar antes a  nuestros semejantes entregarse  a esta actividad. 
Tenemos necesidad entonces los unos de los otros para crecer en la oración.


Primera lectura

Lectura de la profecía de Jonás (4,1-11):.

Jonás sintió un disgusto enorme y estaba irritado. Oró al Señor en estos términos: «Señor, ¿no es esto lo que me temía yo en mi tierra? Por eso me adelanté a huir a Tarsis, porque sé que eres compasivo y misericordioso, lento a la cólera y rico en piedad, que te arrepientes de las amenazas. Ahora, Señor, quítame la vida; más vale morir que vivir.»
Respondióle el Señor: «¿Y tienes tú derecho a irritarte?» 
Jonás había salido de la ciudad, y estaba sentado al oriente. Allí se había hecho una choza y se sentaba a la sombra, esperando el destino de la ciudad. Entonces hizo crecer el Señor un ricino, alzándose por encima de Jonás para darle sombra y resguardarle del ardor del sol. Jonás se alegró mucho de aquel ricino. Pero el Señor envió un gusano, cuando el sol salía al día siguiente, el cual dañó al ricino, que se secó. Y, cuando el sol apretaba, envió el Señor un viento solano bochornoso; el sol hería la cabeza de Jonás, haciéndole desfallecer. 
Deseó Jonás morir, y dijo: «Más me vale morir que vivir.» 
Respondió el Señor a Jonás: «¿Crees que tienes derecho a irritarte por el ricino?» 
Contestó él: «Con razón siento un disgusto mortal.»
Respondióle el Señor: «Tú te lamentas por el ricino, que no cultivaste con tu trabajo, y que brota una noche y perece la otra. Y yo, ¿no voy a sentir la suerte de Nínive, la gran ciudad, que habitan más de ciento veinte mil hombres, que no distinguen la derecha de la izquierda, y gran cantidad de ganado?»

Palabra de Dios




Salmo

Sal 85,3-4.5-6.9-10

R/.
 Tú, Señor, eres lento a la cólera, rico en piedad

Tú eres mi Dios, piedad de mí, Señor, 
que a ti te estoy llamando todo el día; 
alegra el alma de tu siervo, 
pues levanto mi alma hacia ti. R/.

Porque tú, Señor, eres bueno y clemente, 
rico en misericordia con los que te invocan. 
Señor, escucha mi oración, 
atiende a la voz de mi súplica. R/.

Todos los pueblos vendrán a postrarse en tu presencia, Señor; 
bendecirán tu nombre: 
«Grande eres tú, y haces maravillas; 
tú eres el único Dios.» 
R/.



Lectura del santo evangelio según san Lucas (11,1-4):

Una vez que estaba Jesús orando en cierto lugar, cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: «Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos.» 
Él les dijo: «Cuando oréis decid: "Padre, santificado sea tu nombre, venga tu reino, danos cada día nuestro pan del mañana, perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todo el que nos debe algo, y no nos dejes caer en la tentación."»


Palabra del Señor




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En tu lugar, mira lo que haría!

Jonás es un profeta particular, su historia tiene matices de humor…Hoy lo vemos furioso como si Dios fuera de su propiedad, una propiedad privada. Jonás no puede aceptar que Dios sea bueno con las personas que no hacen parte de su pueblo…

Además estos ninivitas no tenían tanto para complacer! Si Nínive no desaparece, Jonás se siente inútil. Él prefiere morir. No comprende que el Señor que condena el mal, ha hecho todo lo posible para que los ninivitas renuncien a la maldad y sean perdonados.

La aventura del profeta con la planta gigante, al estilo de una parábola, hace comprender a Jonás aquello que no había comprendido. Jonás se preocupa por una simple plata, porque le es útil. Con más veras, Dios se preocupa por todos los seres humanos, sin importar quienes sean o lo que hagan…Todos tienen valor a sus ojos. Es por eso que Él quiere lo mejor para ellos.

En el Evangelio, vemos que orar no es fácil. Qué decirle a Dios? y cómo orarle? como los hijos que se dirigen a su padre con confianza. Las peticiones que Jesús nos invita a expresar pueden parecer alejadas de nuestros deseos inmediatos. Dios sabe lo que nos hace falta para ser felices y el Espíritu Santo está ahí para ayudarnos a crecer.


Oración


Oh Dios:
Tú eres tierno y compasivo,
tardo para la ira, rico en bondad y benevolencia,
y poco dispuesto al castigo.
Tú quieres que todos los hombres participen de tu amor.
Oh Dios, haz nuestro amor tan universal como el tuyo.
Haznos agradecidos por todo lo que tú nos has dado
por medio de tu Hijo Jesucristo,
para que el celo de una Iglesia misionera
ojalá pueda reunir a todos  en tu Reino,
y todos te llamen Padre,
por los siglos de los siglos.

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