8 de octubre del 2019 Martes de la 27a semana del TO
(Lucas 10, 38-42) La mejor parte se nos
ofrece gratuitamente. Por amor, al igual que María yo puedo en el momento de un
encuentro íntimo, dar todo el lugar a Cristo, dejar de lado las
obligaciones corrientes para acogerlo y disponerme a escucharlo.
Primera lectura
Lectura del libro de profeta Jonás (3,1-10):
En aquellos días, el Señor volvió a hablar a Jonás y le dijo: «Levántate y vete a Nínive, la gran capital, para anunciar allí el mensaje que te voy a indicar».
Se levantó Jonás y se fue a Nínive, como le había mandado el Señor. Nínive era una ciudad enorme: hacían falta tres días para recorrerla.
Jonás caminó por la ciudad durante un día, pregonando: «Dentro de cuarenta días Nínive será destruida».
Los ninivitas creyeron en Dios: ordenaron un ayuno y se vistieron de sayal, grandes y pequeños. Llegó la noticia al rey de Nínive, que se levantó del trono, se quitó el manto, se vistió de sayal, se sentó sobre ceniza y en nombre suyo y de sus ministros mandó proclamar en Nínive el siguiente decreto: «Que hombres y animales, vacas y ovejas, no prueben bocado, que no pasten ni beban. Que todos se vistan de sayal e invoquen con fervor a Dios, y que cada uno se arrepienta de su mala vida y deje de cometer injusticias. Quizá Dios se arrepienta y nos perdone, aplaque el incendio de su ira y así no moriremos».
Cuando Dios vio sus obras y cómo se convertían de su mala vida, cambió de parecer y no les mandó el castigo que había determinado imponerles.
Palabra de Dios
En aquellos días, el Señor volvió a hablar a Jonás y le dijo: «Levántate y vete a Nínive, la gran capital, para anunciar allí el mensaje que te voy a indicar».
Se levantó Jonás y se fue a Nínive, como le había mandado el Señor. Nínive era una ciudad enorme: hacían falta tres días para recorrerla.
Jonás caminó por la ciudad durante un día, pregonando: «Dentro de cuarenta días Nínive será destruida».
Los ninivitas creyeron en Dios: ordenaron un ayuno y se vistieron de sayal, grandes y pequeños. Llegó la noticia al rey de Nínive, que se levantó del trono, se quitó el manto, se vistió de sayal, se sentó sobre ceniza y en nombre suyo y de sus ministros mandó proclamar en Nínive el siguiente decreto: «Que hombres y animales, vacas y ovejas, no prueben bocado, que no pasten ni beban. Que todos se vistan de sayal e invoquen con fervor a Dios, y que cada uno se arrepienta de su mala vida y deje de cometer injusticias. Quizá Dios se arrepienta y nos perdone, aplaque el incendio de su ira y así no moriremos».
Cuando Dios vio sus obras y cómo se convertían de su mala vida, cambió de parecer y no les mandó el castigo que había determinado imponerles.
Palabra de Dios
Salmo
Sal 129
R/. Si llevas cuentas de los dleitos, Señor,
¿quién podrá resistir?
Desde el lo hondo a ti grito, Señor;
Señor, escucha mi voz;
estén tus oídos atentos
a la voz de mi súplica. R/.
Si llevas cuentas de los doleitos, Señor,
¿quién podrá resistir?
Pero de ti procede el perdón,
y así infundes respeto. R/.
Porque del Señor viene la misericordia,
la redención copiosa;
y él redimirá a Israel
de todos sus delitos. R/.
R/. Si llevas cuentas de los dleitos, Señor,
¿quién podrá resistir?
Desde el lo hondo a ti grito, Señor;
Señor, escucha mi voz;
estén tus oídos atentos
a la voz de mi súplica. R/.
Si llevas cuentas de los doleitos, Señor,
¿quién podrá resistir?
Pero de ti procede el perdón,
y así infundes respeto. R/.
Porque del Señor viene la misericordia,
la redención copiosa;
y él redimirá a Israel
de todos sus delitos. R/.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas
(10,38-42):
En aquel tiempo, entró Jesús en una aldea, y una mujer llamada Marta lo recibió en su casa. Esta tenía una hermana llamada María que, sentada a los pies del Señor, escuchaba su palabra.
Y Marta, se multiplicaba para dar abasto con el servicio; hasta que se paró y dijo: «Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sola con el servicio? Dile que me eche una mano».
Pero el Señor le contestó: «Marta, Marta, andas inquieta y nerviosa con tantas cosas; sólo una es necesaria. María ha escogido la parte mejor y no se la quitarán.»
Palabra del Señor
En aquel tiempo, entró Jesús en una aldea, y una mujer llamada Marta lo recibió en su casa. Esta tenía una hermana llamada María que, sentada a los pies del Señor, escuchaba su palabra.
Y Marta, se multiplicaba para dar abasto con el servicio; hasta que se paró y dijo: «Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sola con el servicio? Dile que me eche una mano».
Pero el Señor le contestó: «Marta, Marta, andas inquieta y nerviosa con tantas cosas; sólo una es necesaria. María ha escogido la parte mejor y no se la quitarán.»
Palabra del Señor
////////
Un portavoz eficaz
Ante una
metrópolis (gran ciudad, como Nínive), lo que pueda decir o hacer Jonás parece
insignificante y por lo tanto los habitantes de la ciudad, desde el más pequeño
hasta el más grande va a reconocer que es Dios quien les habla a través de
Jonás. Cuando se toma en serio lo que Dios dice, no queda más de otra que cambiar
de vida.
En el
Evangelio, es erróneo decir que una
actitud vale más que otra. No podemos poder en el pedestal a María (atenta a la
escucha del Señor, contemplativa) y minusvalorar la actitud de Marta (quien le
sirve, y que es activa)…pero en todo caso, valga aclarar que Marta ha hecho bien en preparar
la comida, pero al compararse con su hermana se siente infeliz y
reivindicativa. María ha sabido hacerse disponible para una relación de
calidad.
Oración
Oh Dios y Padre bondadoso:
Nos has invitado a estar contigo,
a escuchar el mensaje de Jesús, tu Hijo,
y a aceptar de él tu paz y tu amor. .
Que sepamos acogerle de corazón
y que aprendamos de él
a acogerle también en los hermanos que nos suplican
cuando nos piden perdón,
y un poquito de calor humano,
de paciencia, esperanza y alegría.
Que tus siervos no pasen de largo ante ellos.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Nos has invitado a estar contigo,
a escuchar el mensaje de Jesús, tu Hijo,
y a aceptar de él tu paz y tu amor. .
Que sepamos acogerle de corazón
y que aprendamos de él
a acogerle también en los hermanos que nos suplican
cuando nos piden perdón,
y un poquito de calor humano,
de paciencia, esperanza y alegría.
Que tus siervos no pasen de largo ante ellos.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Comentarios
Publicar un comentario
Gracias por visitar mi blog, Deje sus comentarios que si son hechos con respeto y seriedad, contestaré con mucho gusto. Gracias. Bendiciones