25 de octubre del 2019: viernes de la 29a semana del TO
(Lucas 12, 54-59) Con frecuencia, uno se contenta
con solo ser consciente de los signos y realidades materiales, olvidando que otro
mundo existe. La realidad divina y espiritual es importante. Ser negligente
ante ella, es privarnos de toda una parte o lote de nuestra vida, es ser en
parte ciego.
Primera lectura
Lectura
de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (7,18-25a):
Sé muy bien que no es bueno eso que habita en mí, es decir, en mi carne; porque el querer lo bueno lo tengo a mano, pero el hacerlo, no. El bien que quiero hacer no lo hago; el mal que no quiero hacer, eso es lo que hago. Entonces, si hago precisamente lo que no quiero, señal que no soy yo el que actúa, sino el pecado que habita en mí. Cuando quiero hacer lo bueno, me encuentro inevitablemente con lo malo en las manos. En mi interior me complazco en la ley de Dios, pero percibo en mi cuerpo un principio diferente que guerrea contra la ley que aprueba mi razón, y me hace prisionero de la ley del pecado que está en mi cuerpo. ¡Desgraciado de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo presa de la muerte? Dios, por medio de nuestro Señor Jesucristo, y le doy gracias.
Palabra de Dios
Sé muy bien que no es bueno eso que habita en mí, es decir, en mi carne; porque el querer lo bueno lo tengo a mano, pero el hacerlo, no. El bien que quiero hacer no lo hago; el mal que no quiero hacer, eso es lo que hago. Entonces, si hago precisamente lo que no quiero, señal que no soy yo el que actúa, sino el pecado que habita en mí. Cuando quiero hacer lo bueno, me encuentro inevitablemente con lo malo en las manos. En mi interior me complazco en la ley de Dios, pero percibo en mi cuerpo un principio diferente que guerrea contra la ley que aprueba mi razón, y me hace prisionero de la ley del pecado que está en mi cuerpo. ¡Desgraciado de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo presa de la muerte? Dios, por medio de nuestro Señor Jesucristo, y le doy gracias.
Palabra de Dios
Salmo
Sal
118,66.68.76.77.93.94
R/. Instrúyeme, Señor, en tus leyes
Enséñame a gustar y a comprender,
porque me fío de tus mandatos. R/.
Tú eres bueno y haces el bien;
instrúyeme en tus leyes. R/.
Que tu bondad me consuele,
según la promesa hecha a tu siervo. R/.
Cuando me alcance tu compasión, viviré,
y mis delicias serán tu voluntad. R/.
Jamás olvidaré tus decretos,
pues con ellos me diste vida.R/.
Soy tuyo, sálvame,
que yo consulto tus leyes. R/.
R/. Instrúyeme, Señor, en tus leyes
Enséñame a gustar y a comprender,
porque me fío de tus mandatos. R/.
Tú eres bueno y haces el bien;
instrúyeme en tus leyes. R/.
Que tu bondad me consuele,
según la promesa hecha a tu siervo. R/.
Cuando me alcance tu compasión, viviré,
y mis delicias serán tu voluntad. R/.
Jamás olvidaré tus decretos,
pues con ellos me diste vida.R/.
Soy tuyo, sálvame,
que yo consulto tus leyes. R/.
Lectura
del santo evangelio según san Lucas (12,54-59):
En aquel tiempo, decía Jesús a la gente: «Cuando veis subir una nube por el poniente, decís en seguida: "Chaparrón tenemos", y así sucede. Cuando sopla el sur, decís: "Va a hacer bochorno", y lo hace. Hipócritas: si sabéis interpretar el aspecto de la tierra y del cielo, ¿cómo no sabéis interpretar el tiempo presente? ¿Cómo no sabéis juzgar vosotros mismos lo que se debe hacer? Cuando te diriges al tribunal con el que te pone pleito, haz lo posible por llegar a un acuerdo con él, mientras vais de camino; no sea que te arrastre ante el juez, y el juez te entregue al guardia, y el guardia te meta en la cárcel. Te digo que no saldrás de allí hasta que no pagues el último céntimo.»
Palabra del Señor
En aquel tiempo, decía Jesús a la gente: «Cuando veis subir una nube por el poniente, decís en seguida: "Chaparrón tenemos", y así sucede. Cuando sopla el sur, decís: "Va a hacer bochorno", y lo hace. Hipócritas: si sabéis interpretar el aspecto de la tierra y del cielo, ¿cómo no sabéis interpretar el tiempo presente? ¿Cómo no sabéis juzgar vosotros mismos lo que se debe hacer? Cuando te diriges al tribunal con el que te pone pleito, haz lo posible por llegar a un acuerdo con él, mientras vais de camino; no sea que te arrastre ante el juez, y el juez te entregue al guardia, y el guardia te meta en la cárcel. Te digo que no saldrás de allí hasta que no pagues el último céntimo.»
Palabra del Señor
//////////
En el
nombre de la Ley
Pablo nos confiesa que en su interior hay una
lucha entre la Ley Mosaica y el querer vivir al modo del Evangelio de Cristo. Y
nos hace preguntarnos aun hoy es que la Ley sirve para algo finalmente? Pablo
dice "La ley es buena". El pecado no viene de la Ley, sale del hombre
a pesar suyo. La Ley es como una barrera, uno puede saltar por encima de ella,
o bien no tomarla en serio o apoyarse en ella. Un cerco puede encerrar o
proteger, pasa lo mismo con la Ley. Ahora, quién no ha sentido nunca esta
división interior de la cual habla Pablo? La Ley me permite saber o conocer
dónde está el bien. Ella no me permite realizarlo. Y yo permanezco dividido.
Oración
Señor Dios nuestro:
Mientras el mundo de hoy tiene hambre
de justicia, de verdad y de valores espirituales,
quizá disfrazados o distorsionados
en una forma difícil de reconocerlos,
abre nuestros ojos, y danos
tu espíritu de sabiduría y discernimiento.
Así aprenderemos a comprender este mismo mundo,
a sentirnos como en casa con él
y a descubrir las sendas y los pasadizos
que nos pudieran llevar
a todos nosotros hacia ti,
por Jesucristo nuestro Señor.
Mientras el mundo de hoy tiene hambre
de justicia, de verdad y de valores espirituales,
quizá disfrazados o distorsionados
en una forma difícil de reconocerlos,
abre nuestros ojos, y danos
tu espíritu de sabiduría y discernimiento.
Así aprenderemos a comprender este mismo mundo,
a sentirnos como en casa con él
y a descubrir las sendas y los pasadizos
que nos pudieran llevar
a todos nosotros hacia ti,
por Jesucristo nuestro Señor.
Comentarios
Publicar un comentario
Gracias por visitar mi blog, Deje sus comentarios que si son hechos con respeto y seriedad, contestaré con mucho gusto. Gracias. Bendiciones