31 de julio del 2020: san Ignacio de Loyola- viernes de la decimoséptima semana del tiempo ordinario
(Salmo 68) ¿Quién, como el salmista, alguna vez no se ha encontrado en la situación, con la impresión de estar dentro del agua hasta el cuello? Un duelo, una pérdida de empleo, una relación de amor o amistad rota… Pero Dios nos tiende la mano en su Hijo que ha resucitado después de haber atravesado las aguas de la muerte. ¿Sabremos nosotros dejar que Él nos tome, nos abrace, para que así nos comunique su esperanza? Primera lectura Lectura de la profecía de Jeremías (26,1-9): Al comienzo del reinado de Joaquín, hijo de Josías, rey de Judá, vino esta palabra del Señor a Jeremías: «Así dice el Señor: Ponte en el atrio del templo y di a todos los ciudadanos de Judá que entran en el templo para adorar, las palabras que yo te mande decirles; no dejes ni una sola. A ver si escuchan y se convierte cada cual de su mala conducta, y me arrepiento del mal que medito hacerles a causa de sus malas acciones. Les dirás: Así dice el Señor: Si no me obedecéis, cumpliendo la le