sábado, 31 de diciembre de 2022

31 de diciembre: séptimo día de la Octava de Navidad- San Silvestre, papa


Testigo de la fe

San Silvestre. 

 


Primer papa de la «paz constantiniana», constructor de iglesias.

Este Santo Padre ejerció su pontificado en la época en la que Constantino decretó la libertad para los cristianos, dando alto a las persecuciones. El emperador Constantino le regaló a San Silvestre el palacio de Letrán en Roma, y desde entonces estuvo allí la residencia de los Pontífices.

También tuvo este Pontífice la suerte de poder construir la antigua Basílica de San Pedro en el Vaticano, y la primera Basílica de Letrán. Durante su Pontificado se reunió en el Concilio de Nicea (año 325), en el cual los obispos de todo el mundo declararon que quien no crea que Jesucristo es Dios, no es católico. Compusieron allí el Credo de Nicea. Dicen que a San Silvestre le correspondió el honor de bautizar a Constantino, el primer emperador cristiano.

El Pontificado de San Silvestre duró 20 años. Murió el 31 de diciembre del año 335.

 

(Juan 1, 1-18) ¿El Verbo se hizo carne? ¿Por qué? ¿Por qué no lo hemos reconocido? ¿Por qué todavía y siempre tanta injusticia, odio y violencia en este mundo? ¡Quiera Dios que nunca me desanime de dar testimonio de la vida que está por venir y que resplandece sobre toda la humanidad!


Primera lectura

Lectura de la primera carta del apóstol san Juan (2,18-21):

Hijos míos, es el momento final. Habéis oído que iba a venir un Anticristo; pues bien, muchos anticristos han aparecido, por lo cual nos damos cuenta de que es el momento final. Salieron de entre nosotros, pero no eran de los nuestros. Si hubiesen sido de los nuestros, habrían permanecido con nosotros. Pero sucedió así para poner de manifiesto que no todos son de los nuestros. En cuanto a vosotros, estáis ungidos por el Santo, y todos vosotros lo conocéis. Os he escrito, no porque desconozcáis la verdad, sino porque la conocéis, y porque ninguna mentira viene de la verdad.

Palabra de Dios

 

 

Salmo

Sal 95, 1-2. 11-12. 13-14

R/.
 Alégrese el cielo, goce la tierra

Cantad al Señor un cántico nuevo,
cantad al Señor, toda la tierra;
cantad al Señor, bendecid su nombre,
proclamad día tras día su victoria. R/.

Alégrese el cielo, goce la tierra,
retumbe el mar y cuanto lo llena;
vitoreen los campos y cuanto hay en ellos,
aclamen los árboles del bosque. R/.

Delante del Señor, que ya llega,
ya llega a regir la tierra:
regirá el orbe con justicia
y los pueblos con fidelidad. R/.

 

Comienzo del santo evangelio según san Juan (1,1-18):

En el principio ya existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios. La Palabra en el principio estaba junto a Dios. Por medio de la Palabra se hizo todo, y sin ella no se hizo nada de lo que se ha hecho. En la Palabra había vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no la recibió. Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que por él todos vinieran a la fe. No era él la luz, sino testigo de la luz. La Palabra era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre. Al mundo vino, y en el mundo estaba; el mundo se hizo por medio de ella, y el mundo no la conoció. Vino a su casa, y los suyos no la recibieron. Pero a cuantos la recibieron, les da poder para ser hijos de Dios, si creen en su nombre. Éstos no han nacido de sangre, ni de amor carnal, ni de amor humano, sino de Dios. Y la Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros, y hemos contemplado su gloria: gloria propia del Hijo único del Padre, lleno de gracia y de verdad. Juan da testimonio de él y grita diciendo: «Éste es de quien dije: "El que viene detrás de mí pasa delante de mí, porque existía antes que yo."» Pues de su plenitud todos hemos recibido, gracia tras gracia. Porque la Ley se dio por medio de Moisés, la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo. A Dios nadie lo ha visto jamás: el Hijo único, que está en el seno del Padre, es quien lo ha contado.

Palabra del Señor

 

 

1

La luz disipa la oscuridad

 

(1 Juan 2, 18-21) El tiempo que me queda es el tiempo de reconocer que el Espíritu está en mí y dejar que me instruya. Me muestra a Cristo para amar en cada uno de mis encuentros con los demás, especialmente con mis hermanos y hermanas más vulnerables.

 

 

En la Palabra había vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no la recibió.

Juan 1:3–5

 

Qué gran imagen para la meditación: “…la luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no la recibió”.  Otra versión dice: “La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella."

 

Esta línea completa el enfoque único tomado por el Evangelio de Juan para presentar a Jesús, la “Palabra” Eterna que existió desde el principio y por quien todas las cosas llegaron a ser.

Aunque hay mucho para meditar en las primeras cinco líneas del Evangelio de Juan, consideremos la última línea sobre la luz y la oscuridad. 

Dentro del mundo material, hay mucho que podemos aprender acerca de nuestro Divino Señor, por ejemplo, del fenómeno físico de la luz y la oscuridad. 

Si consideramos brevemente la luz y la oscuridad desde la perspectiva de la física, sabemos que no son dos fuerzas opuestas que luchan entre sí. Más bien, la oscuridad es simplemente la ausencia de luz. Donde no hay luz, hay oscuridad. Del mismo modo, el calor y el frío son de la misma manera. El frío no es otra cosa que la ausencia de calor. Introduce calor y el frío desaparece.

Estas leyes básicas del mundo físico también nos enseñan sobre el mundo espiritual.

La oscuridad, o el mal, no es una fuerza poderosa que lucha contra Dios; más bien, es la ausencia de Dios. Satanás y sus demonios no pretenden imponernos un oscuro poder del mal; más bien, buscan extinguir la presencia de Dios en nuestras vidas al hacer que rechacemos a Dios a través de nuestras elecciones, dejándonos así en la oscuridad espiritual.

Esta es una verdad espiritual muy significativa de entender, porque donde hay Luz espiritual, la Luz de la gracia de Dios, se disipan las tinieblas del mal. Esto se ve claramente en la línea “las tinieblas no prevalecieron contra ella." Vencer al maligno es tan fácil como invitar a la Luz de Cristo a nuestra vida y no permitir que el miedo o el pecado nos aparten de la Luz.

Reflexiona hoy sobre la batalla espiritual muy real que tiene lugar todos los días dentro de tu alma. Pero reflexiona sobre ello en la verdad de este pasaje evangélico. La batalla se gana fácilmente. Invita a Cristo la Luz, y Su Presencia Divina reemplazará rápida y fácilmente cualquier oscuridad interior.

 

Señor, Jesús, Tú eres la Luz que disipa toda oscuridad. Eres la Palabra Eterna que responde a todas las preguntas de la vida. Te invito a mi vida este día para que Tu Divina Presencia me llene, me consuma y me guíe por el camino hacia los gozos eternos. Jesús, en Ti confío.

 

2

En el principio ya existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios. La Palabra en el principio estaba junto a Dios. Por medio de la Palabra se hizo todo, y sin ella no se hizo nada de lo que se ha hecho. En la Palabra había vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no la recibió.

 

Juan 1: 1–5

 

En este, el séptimo día de la Octava de Navidad, se nos da un misterio. El misterio de la "Palabra". Es un lenguaje velado y al mismo tiempo revelador. Nos presenta a Jesús como el "Verbo". Él es el Verbo que se encarna y es eterno, desde "el principio con Dios". El pasaje continúa diciendo que el Verbo era Dios y que el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros.

 

El término "Palabra", que se le dio a Jesús en este pasaje, es una traducción de la palabra griega "Logos". Logos significa "plan", "razón", "lógica". También puede entenderse como la palabra hablada. En este pasaje, nos revela especialmente que Dios "habló" desde la eternidad Su plan perfecto de salvación y esta sabiduría hablada es una Persona. La Persona es el Divino Hijo de Dios. Así, cuando el Hijo "habla" y cuando el Padre "habla", todas las cosas llegan a ser.


Quizás eso sea bastante confuso. De hecho, este es en parte el punto. El punto es que este comienzo del Evangelio de Juan nos revela que la acción de Dios creando todas las cosas y finalmente cumpliendo Su sabiduría a través de la Encarnación, el Hijo hecho carne, es un plan misterioso mucho más allá de lo que jamás podríamos comprender o sondear. 

 

Deberíamos ver este lenguaje misterioso como una declaración en sí misma. La declaración es esta: Trate de comprender el misterio, pero sepa que el misterio de la Navidad y la Creación está más allá de usted. Pero, no obstante. Trate de comprender y asimilar,

 

La Navidad debe ser una época de gran alegría y celebración. Debe ser un tiempo en el que reflexionemos sobre la natividad de Cristo el Señor. Debemos leer la historia, escuchar música navideña y no dejar todo eso a un lado hasta que termine nuestra temporada navideña. Pero mientras hacemos todo eso, siempre debemos recordar el hecho de que la Navidad es un gran misterio de fe.

 

Reflexione hoy sobre este lenguaje de San Juan. “En el principio era el Verbo…” “El Verbo era Dios…” “El Verbo se hizo carne…” Déjese saber, este día, que usted no conoce completamente este misterio y al enfrentar esta realidad, permita que el Verbo Eterno lo atraiga a un paso más profundo mientras continuamos celebrando la gloriosa octava del día de Navidad.


 

Señor, Jesús, Palabra eterna del Padre, te doy gracias por venir entre nosotros y por hacernos presente Tu morada eterna. Gracias por el gran misterio de la Navidad. Ayúdame a celebrar siempre esta temporada con gran alegría y gratitud, y también con un sentido de misterio. Que siempre me dé cuenta de que el misterio de la Navidad nunca se comprenderá por completo. Que este misterio me acerque cada día más para enamorarme más profundamente de Ti, mi Dios eterno. Jesús, en Ti confío.



3


El Verbo en la eternidad - Juan 1:1-5

(Jn 1:1-5) "En el principio era el Verbo, y el Verbo con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin el nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella."

Introducción

Deberíamos comenzar el estudio de este pasaje quitando el calzado de nuestros pies porque vamos a pisar "tierra santa" (Ex 3:5).
Juan comienza su evangelio con un prólogo en el que nos adelanta y resume muchos de los grandes temas que después desarrollará en el resto del libro.
El punto central del evangelio y al que Juan dirige nuestra mirada desde el comienzo mismo, es el Señor Jesucristo, quien es presentado como el eterno Dios.
Su eternidad: "En el principio..."
Su comunión con el Padre: "era con Dios"
Su divinidad: "el Verbo era Dios"
Su atributo divino de Creador de todo: "Todas las cosas por él fueron hechas"
Sus atributos divinos como Vida y Luz: "En Él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres"
Su triunfo sobre las tinieblas: "La luz en las tinieblas resplandece y las tinieblas no prevalecieron contra ella"

"En el principio"

La Biblia empieza con las palabras: "En el principio creó Dios los cielos y la tierra" (Gn 1:1). Pero el prólogo de Juan lleva nuestros pensamientos aún más allá de la creación, para trasladarnos a la eternidad de Dios.
El Señor Jesucristo se refirió a ese momento cuando dijo: (Jn 17:5) "Ahora, pues, Padre glorifícame tú para contigo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese".

"Era el Verbo"

Juan utiliza el término griego "Logos" (que es traducido como "Verbo" o "Palabra") para referirse al Señor Jesucristo.
Este término era muy utilizado en la filosofía griega de la época. Con él se referían tanto a la palabra hablada o escrita, como a aquella que no se ha pronunciado y permanece en la mente. Podía equipararse a la idea de razón. Para muchos de ellos el "Logos" apuntaba hacia el principio de racionalidad en el universo, a la inteligencia detrás del orden y la uniformidad que se observaba en el cosmos, aunque carente de personalidad.
Juan se refiere al Señor Jesucristo con este término de la filosofía griega tal vez con el fin de captar la atención de algunos de sus lectores, aunque más probablemente su deseo era el de corregir sus conceptos equivocados acerca del Verbo.
Para comenzar, el evangelista nos va a explicar que quien ha creado el universo y lo rige es una Persona Divina, el Señor Jesucristo.
Además, va a utilizar el término para enseñarnos que de la misma forma que la palabra o el discurso de un hombre nos da a conocer sus pensamientos, de la misma manera, el Verbo nos declara la mente de Dios. Sólo Cristo podía declararnos con toda precisión, exactitud y profundidad la mente de Dios, porque como él mismo dijo (Mt 11:27) "Nadie conoce al Padre sino el Hijo, y aquel a quien él lo quiera revelar".
En este sentido, el autor de Hebreos nos dice que Cristo es la revelación definitiva de Dios (He 1:1-2) "Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo".

"En el principio era el Verbo"

Otro detalle importante que Juan nos hace notar es que el Verbo "era", no que "llegó a ser".
Cuando más adelante (Jn 1:14) nos habla de su encarnación, utiliza un término muy diferente: "Aquel Verbo fue hecho carne".
Podemos resumir diciendo que Cristo era Dios por toda la eternidad, pero que llegó a ser un hombre en un momento concreto de nuestra historia.
Por esta razón el Señor Jesucristo pudo afirmar ante la incredulidad de los judíos: (Jn 8:58) "De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy"".

"Y el Verbo era con Dios"

La expresión "era con" nos da a entender que aun siendo igual en esencia con el Padre, había una distinción de Personas que permitía la comunión y el amor mutuo dentro de la Trinidad.
La Biblia nos enseña que Dios es amor. Para él son importantes las relaciones donde puede expresar su amor. Pero si Dios fuera una sola Persona, dependería de su propia creación para poder manifestar su amor. Esto quiere decir que no podría haberse manifestado como Dios de amor antes de haber creado el mundo, pero tal Dios dependiente no sería el Dios de la Biblia.
Dios no creó a los hombres por ninguna necesidad en él, sino sólo por el gozo de amar a su creación personal.
Cuando pensamos en la gloria divina que disfrutaba el Hijo durante toda la eternidad en la comunión dentro de la Trinidad y que Juan nos presenta aquí al comienzo de su Evangelio, y lo contrastamos con el final de su libro en el que encontramos al Señor Jesucristo muriendo en una cruz como un criminal, es entonces cuando quedamos asombrados de la inmensidad del amor de Dios para con el hombre.

"Y el Verbo era Dios"

Con esta breve declaración, el evangelista declara la absoluta divinidad de Cristo. Al mismo tiempo, pone en evidencia la falsedad de muchas de las posturas que los hombres tienen frente a Dios: ateos, agnósticos, panteístas, politeístas, idólatras...
Tal vez sea interesante en este punto hacer notar cómo traducen los "Testigos de Jehová" este versículo: "En [el] principio la Palabra era, y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era un dios". Resulta muy evidente cómo su teología condiciona su "traducción". Ellos no creen en la divinidad de Cristo, así que cuando llega el momento de traducir un versículo que afirma de manera absoluta su deidad, ellos lo cambian sin el más mínimo rubor.

"Este era en el principio con Dios"

Nunca el Padre estuvo solo. Desde el principio el Hijo estuvo con él.
¿Qué podemos hacer cuando pensamos en la preexistencia del Verbo sino adorarle?
(Jud 1:25) "Al único y sabio Dios, nuestro Salvador, sea gloria y majestad, imperio y potencia, ahora y por todos los siglos. Amén."

"Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho"

Cuando dice "todas las cosas", esto abarca la totalidad de la materia y de la existencia.
(Col 1:16) "Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades, todo fue creado por medio de él y para él"
Fue por mandato de Cristo que llegaron a existir los mares y las montañas, el sol y la luna, los ángeles y los querubines... La conclusión evidente es que la materia no es eterna, ni tampoco se ha organizado en su forma actual por casualidad.
Cuando dice "por él fueron hechas" quiere decir literalmente "mediante él llegaron a ser". No en independencia, sino actuando como ejecutor de la voluntad del Padre. El Padre obraba mediante el Verbo, pero no como el obrero que corta con su hacha, sino como el cuerpo que ve con el ojo.
A lo largo de su evangelio, Juan nos va a demostrar que Jesús tenía realmente este poder creador. Por ejemplo, en las bodas de Caná de Galilea, el Señor creó vino a partir de agua (Jn 2:1-12) y en el desierto dio de comer a cinco mil varones panes y peces habiéndolos creado previamente (Jn 6:1-15).

"Y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho"

La frase anterior se vuelve a repetir en modo inverso con el fin de que sea imposible hacer ninguna excepción. Desde el ángel más elevado, hasta el gusano más vil, todo fue hecho por él.
Podemos decir por lo tanto, que el autor y fundador del cristianismo, es también el autor y fundador del mundo.

"En él estaba la vida"

No es sencillamente que está vivo en contraste con los ídolos muertos, sino que es la fuente de toda vida. No se trata de "bios" (forma de vida), sino del principio mismo o esencia de la vida.
La muerte, tanto a nivel físico como espiritual, es la separación de la vida. Adán y Evan murieron porque decidieron rebelarse contra Dios. Pero por medio de la fe en Cristo, el hombre puede ser reconciliado nuevamente con Dios y volver a disfrutar de la vida. Jesús dijo:
(Jn 3:36) "El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él."
Podemos decir que la vida es la necesidad fundamental de todo hombre y por lo tanto, todo hombre necesita a Cristo que es la Vida.
El evangelio ilustra esta verdad recordándonos el momento en que Cristo resucitó a Lázaro de entre los muertos. Antes de ese momento, Jesús se presentó de la siguiente manera:
(Jn 11:25) "Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá."

"Y la vida era la luz de los hombres"

Del contexto se desprende claramente que los términos "vida" y "luz" pertenecen a la esfera espiritual. En este sentido, el Verbo es la luz que ilumina a los hombres en cuanto a los asuntos espirituales de la salvación.
Y nuevamente encontramos en el Evangelio que Cristo mismo afirma estas verdades que encontramos en el prólogo.
(Jn 8:12) "Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida."
El hombre necesita la luz de Cristo, ya que por sí mismo, por sus esfuerzos y conocimientos, nunca podrá llegar a conocer a Dios. Y como ya hemos dicho, Cristo es la revelación suprema de Dios.
El uso que Juan hace de la luz para designar al Verbo es sin duda muy apropiado.
La luz es necesaria para ver y conocer.
La luz es pura y además no se puede contaminar.
La luz lo penetra todo y nada se le puede esconder.

"La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella"

Las "tinieblas" aquí son morales, producidas por el pecado y se traducen en odio e incredulidad contra Jesús.
Ya hemos visto que estar en la luz significa conocer a Cristo y andar en sus caminos, por tanto, estar en las tinieblas tiene que ver con la rebeldía del hombre pecador que no quiere aceptar la voluntad de Dios. Incluye a la humanidad contemplada como poder hostil que resiste activamente la luz y rehúsa aceptarla.
Un hombre puede estar en tinieblas por dos razones; bien por falta de luz, o de vista. Como veremos más adelante a través del evangelio, los judíos rechazaron los caminos de Dios, pero no por falta de luz, pues la misma Luz estaba entre ellos, sino por falta de vista, por estar ciegos a las verdades de Dios a causa de la dureza de sus corazones.
Hay una incompatibilidad manifiesta entre la luz y las tinieblas, entre el reino de Dios y el del mundo, entre Cristo y las fuerzas del maligno. Juan nos va a mostrar a lo largo de todo su evangelio esta continua resistencia de las tinieblas a la luz, y su incapacidad para apagarla definitivamente. Y la historia es testigo de que esto ha seguido siendo así. Su iglesia ha sido perseguida, Cristo ha sido blasfemado, sus discípulos muertos y el evangelio despreciado.
Pero el pasaje nos enseña también que Satanás nunca podrá apagar la Luz y que ésta seguirá brillando hasta la venida en gloria de Cristo.
El capitulo nueve de Juan sirve para ilustrar perfectamente la lucha entre las tinieblas y la luz, sin que éstas puedan prevalecer contra ella. En este caso el Señor se presenta como la "luz del mundo" (Jn 9:5) y después lo demuestra dando vista a un hombre que desde su nacimiento había sido ciego. Pero el milagro fue mucho más allá de proporcionar la vista física al ciego, y así, cuando llegamos al final del capítulo, el ciego declaró: "Creo, Señor; y le adoró", a lo que Jesús contestó: "para juicio he venido yo a este mundo; para que los que no ven, vean, y los que ven, sean cegados" (Jn 9:38-39).

Preguntas

1. Busque otras citas en donde se afirma claramente la divinidad del Señor Jesucristo.
2. Busque en el Evangelio de Juan dónde se desarrollan los siguientes temas que han aparecido la lección: La eternidad de Cristo, su poder creador, que en él está la vida, que es luz y vida y la oposición entre las tinieblas y la luz.
3. ¿Por qué cree que Juan se refiere a Cristo como el Verbo?
4. ¿Cómo contestaría a alguien que afirme que el mundo salió de una explosión?
5. A la luz de este pasaje, ¿cómo definiría la muerte tanto en su sentido físico como en el espiritual? ¿Por qué dice que Cristo es la vida y la luz de los hombres?


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viernes, 30 de diciembre de 2022

30 de diciembre de 2022: La Sagrada Familia de Jesús, María y José (Ciclo A)

 La Sagrada Familia de Jesús, María y José

 

Después de celebrar el nacimiento de Jesús en Navidad, la liturgia de hoy nos invita a verlo crecer en su familia. Como todos nosotros, necesitaba una familia para crecer como ser humano. En este día es oportuno agradecer a Dios por los lugares de amor y solidaridad que la familia teje en lo más profundo de nuestro ser.

 

(Mateo 2, 13-15.19-23) Después de haber aceptado salir en plena noche con María y Jesús para escapar de la ira de Herodes, José acepta volver a ponerse en camino, para volver a su país como el ´ Ángel se lo ha pedido. Así, Jesús podrá crecer entre los suyos y prepararse para su misión. ¿Qué hubiera pasado si José se hubiera negado a obedecer?



Primera lectura

Lectura del libro del Eclesiástico (3,2-6.12-14):

Dios hace al padre más respetable que a los hijos y afirma la autoridad de la madre sobre su prole. El que honra a su padre expía sus pecados, el que respeta a su madre acumula tesoros; el que honra a su padre se alegrará de sus hijos y, cuando rece, será escuchado; el que respeta a su padre tendrá larga vida, al que honra a su madre el Señor lo escucha. Hijo mío, sé constante en honrar a tu padre, no lo abandones mientras vivas; aunque chochee, ten indulgencia, no lo abochornes mientras vivas. La limosna del padre no se olvidará, será tenida en cuenta para pagar tus pecados.

Palabra de Dios

 

 

Salmo

Sal 127,1-2.3.4-5

R/. Dichosos los que temen al Señor
y siguen sus caminos

Dichoso el que teme al Señor
y sigue sus caminos.
Comerás del fruto de tu trabajo,
serás dichoso, te irá bien. R/.

Tu mujer, como parra fecunda,
en medio de tu casa;
tus hijos, como renuevos de olivo,
alrededor de tu mesa. R/.

Ésta es la bendición del hombre que teme al Señor.
Que el Señor te bendiga desde Sión,
que veas la prosperidad de Jerusalén
todos los días de tu vida. R/.

 

 

Segunda lectura

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses (3,12-21):

Como elegidos de Dios, santos y amados, vestíos de la misericordia entrañable, bondad, humildad, dulzura, comprensión. Sobrellevaos mutuamente y perdonaos, cuando alguno tenga quejas contra otro. El Señor os ha perdonado: haced vosotros lo mismo. Y por encima de todo esto, el amor, que es el ceñidor de la unidad consumada. Que la paz de Cristo actúe de árbitro en vuestro corazón; a ella habéis sido convocados, en un solo cuerpo. Y sed agradecidos. La palabra de Cristo habite entre vosotros en toda su riqueza; enseñaos unos a otros con toda sabiduría; corregíos mutuamente. Cantad a Dios, dadle gracias de corazón, con salmos, himnos y cánticos inspirados. Y, todo lo que de palabra o de obra realicéis, sea todo en nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él. Mujeres, vivid bajo la autoridad de vuestros maridos, como conviene en el Señor. Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas. Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, que eso le gusta al Señor. Padres, no exasperéis a vuestros hijos, no sea que pierdan los ánimos.

Palabra de Dios

 

 

Lectura del santo evangelio según san Mateo (2,13-15.19-23):

Cuando se marcharon los magos, el ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, coge al niño y a su madre y huye a Egipto; quédate allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo.»
José se levantó, cogió al niño y a su madre, de noche, se fue a Egipto y se quedó hasta la muerte de Herodes. Así se cumplió lo que dijo el Señor por el profeta: «Llamé a mi hijo, para que saliera de Egipto.»
Cuando murió Herodes, el ángel del Señor se apareció de nuevo en sueños a José en Egipto y le dijo: «Levántate, coge al niño y a su madre y vuélvete a Israel; ya han muerto los que atentaban contra la vida del niño.»
Se levantó, cogió al niño y a su madre y volvió a Israel. Pero, al enterarse de que Arquelao reinaba en Judea como sucesor de su padre Herodes, tuvo miedo de ir allá. Y, avisado en sueños, se retiró a Galilea y se estableció en un pueblo llamado Nazaret. Así se cumplió lo que dijeron los profetas, que se llamaría Nazareno.

Palabra del Señor

 

 

Ser Sagrada Familia


Lee:

El Libro del Eclesiástico ofrece ideas sobre cómo ser una "familia santa" en la que reinan el respeto, el amor, la bondad y el cuidado. Según Pablo, cuando la palabra de Dios habita en el centro de nuestras vidas, las virtudes mencionadas se despliegan en nosotros. Mateo narra la huida de la Sagrada Familia a Egipto.


Reflexiona:

Convertirse en una familia santa es un trabajo duro. La familia de José, María y Jesús lo atestigua. El hecho de que José y María dijeran "sí" a la voluntad de Dios no hizo su vida más fácil por arte de magia. Tuvieron que vivir la pobreza, la falta de hogar, el exilio, la casi pérdida del niño, la viudez y la muerte por crucifixión.... ¿No se parece esta familia a algunas que hemos conocido por ahí? ¿O quizás incluso a nuestras propias familias? Este pensamiento debería consolarnos y darnos esperanza. Si la Sagrada Familia pasó por esas luchas, las nuestras no son excepcionales. Y si ellos las sobrevivieron confiando en las palabras de Dios, nosotros también podemos hacerlo, haciendo que la palabra de Dios sea el centro de nuestra vida. También debe impulsarnos a ser palabra de Dios para las familias de nuestro entorno.


Ora:

Reza por una familia que sepas que está pasando por momentos difíciles.


Actúa:

Acércate a esa familia con una ayuda práctica que puedas pagar.

 

Paulson Veliyannoor, CMF

 

Otra reflexión aquí:

https://padregusqui.blogspot.com/2016/12/30-de-diciembre-del-2016-fiesta-de-la.html

29 de Diciembre del 2019: Fiesta de la Sagrada Familia


Después de haber nacido en Belén, Jesús ha vivido al lado de María y de José durante varios años. Él ha conocido las alegrías, las dificultades, las penas, los dramas que viven desde siempre todas las familias del mundo. La familia de Jesús se nos presenta como ejemplo o modelo para todas las familias cristianas.







EVANGELIO DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO SEGÚN SAN MAGTEO, CAPITULO 2, VERSICULOS 13-15. 19-23

Después de marchar los Magos, el Ángel del Señor se le apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, toma al niño y a su madre y huye a Egipto. Quédate allí hasta que yo te avise, porque Herodes buscará al niño para matarlo.»
14. José se levantó; aquella misma noche tomó al niño y a su madre, y partió hacia Egipto,
15. permaneciendo allí hasta la muerte de Herodes. Así se cumplió lo que había anunciado el Señor por boca del profeta: Llamé de Egipto a mi hijo.
Después de la muerte de Herodes, el Ángel del Señor se apareció en sueños a José en Egipto y le dijo:
20.«Levántate, toma contigo al niño y a su madre y regresa a la tierra de Israel, porque ya han muerto los que querían matar al niño.»
21.José se levantó, tomó al niño y a su madre, y volvieron a la tierra de Israel.
22.Pero al enterarse de que Arquelao gobernaba en Judea en lugar de su padre Herodes, tuvo miedo de ir allá. Conforme a un aviso que recibió en sueños, se dirigió a la provincia de Galilea
23.y se fue a vivir a un pueblo llamado Nazaret. Así había de cumplirse lo que dijeron los profetas: Lo llamarán ''Nazoreo''.



A guisa de introducción:

Dónde reside el valor de esta familia para ser un modelo?


Se celebra este día en la Iglesia la FIESTA DE LA SAGRADA FAMILIA DE JESÚS, JOSÉ Y MARÍA.

Fue una fiesta instituida con fines pastorales precisos: sostener la estructura familiar y reforzar los vínculos entre la familia y la pastoral eclesial, hacer de la familia el primer círculo y o etapa de la transmisión de la FE.

La fiesta primero fue celebrada como una fiesta votiva a partir del siglo XVII y fue instituida en 1921 como fiesta universal por el Papa Benedicto XV. Eran los días que siguieron a la Primera Guerra Mundial. La desorganización de la sociedad, y aquello que se podía llamar ya en ese momento la degradación de la familia, inquietaba gravemente a las autoridades.

Hacer de la familia de Jesús, José y María, una familia tan particular, un modelo de referencia para la familia cristiana si era evidente y válido para aquella época, hoy no lo es tanto. Y solo basta nombrar el surgimiento y aumento cada día más real de diferentes modos o tipos de familia. Es decir, ya no solo se puede hablar de familia nuclear o normal, pues también tenemos solo por nombrar algunos: la familia monoparental, la familia de los hijos míos, los tuyos y los nuestros, la familia donde los padres son del mismo sexo y se les ha permitido adoptar…Un psicólogo familiar habla en su sitio web de 25 tipos de familias actuales: http://www.elpsicoasesor.com/2010/12/los-25-tipos-de-familia-y-sus.html

Cuando Mateo escribió su evangelio, seguramente no pensaba presentarnos la Santa Familia como la Iglesia nos la presenta hoy.

Su intención al contarnos la escena de la huida en Egipto, tenía probablemente otra motivación diferente a la de querer resaltar la familia de Jesús para que ella sea imitable o un modelo para nuestras familias humanas.

“Modelo” sería una palabra fuerte, cuando sabemos que Jesús si bien es hijo de María, y por adopción igualmente hijo de José, es sin embargo, antes que nada, auténtico Hijo del Padre que el Espíritu ha concebido en el seno de María aun virgen.

Imitar una tal familia, en la cual hay un único hijo, sería un poco difícil de proponer como modelo a imitar.

Por lo tanto no es imposible mirar un poco más de cerca el texto de Mateo para tratar de descubrir el secreto de esta familia calificada de “santa” por la Iglesia.

Su secreto:

  Por qué es santa? Acaso porque Jesús es santo y José y María, al entrar en contacto con Él se vuelven santos? No.

La santidad se adquiere  no simplemente por privilegio o por pertenencia sino comprometiendo su ser …José y María nos demuestran en los evangelios su aceptación libre del plan de Dios…Ellos se adhieren a la voluntad de Dios, así pues no hay otro camino para ser santo.

Cuál es el secreto sorprendente de esta familia? El secreto reside en el hecho de vivir su existencia humana, su responsabilidad vinculadas con aquello que el Padre espera y de lo que Jesús es el único habilitado para verdaderamente manifestar.

Ahora podemos comprender entonces que la santidad a la cual son llamadas nuestras familias humanas pueda tomar como ejemplo a aquella de Belén, de Nazaret. Pero es preciso agregar, algo que es verdaderamente importante, que al imitar a José y María en su preocupación y cuidado por el Hijo, se trata de SEGUIR A CRISTO.

Es Él quien conducirá padres e hijos a abrirse a todos aquellos que le confiesen como Hijo de Dios y a formar juntos la gran familia de Dios que escucha la palabra y la pone en práctica.

La familia atraviesa una crisis cultural profunda, como todas las comunidades y vínculos sociales. En el caso de la familia, la fragilidad de los vínculos se vuelve especialmente grave porque se trata de la célula básica de la sociedad, el lugar donde se aprende a convivir en la diferencia y a pertenecer a otros y donde los padres transmiten la fe a sus hijos. El matrimonio tiende a ser visto como una mera forma de gratificación afectiva que puede constituirse de cualquier manera y modificarse de acuerdo con la sensibilidad de cada uno. Pero el aporte indispensable del matrimonio a la sociedad supera el nivel de la emotividad y el de las necesidades circunstanciales de la pareja. Como enseñan los Obispos franceses, no procede «del sentimiento amoroso, efímero por definición, sino de la profundidad del compromiso asumido por los esposos que aceptan entrar en una unión de vida total».

(Papa Francisco, Evangeli Gaudium, No 66).



Aproximación psicológica al texto del Evangelio:


Un hijo para hacer crecer (engrandecer)

Los Evangelios de la infancia (propios de Mateo y Lucas) aparecen como un prefacio del relato que sigue. Los autores aprovechan para situar al personaje principal del relato, para dejar entrever el sentido de lo que éste vivirá.

La especie de puesta en escena que se presenta en este pasaje del evangelio para la fiesta, se articula alrededor de un dato central: Llamé de Egipto a mi hijo (v.15). Esta citación proviene del profeta Oseas y ella hace referencia específicamente a la salida de Egipto vivida por los Hebreos y gracias a la iniciativa de Dios.

Pero el Éxodo fue más que una aventura política. Este fue el debut de un camino espiritual que debía ir purificándose  e interiorizándose, hasta descubrir la ternura de aquel que estaba en el origen y en el centro de este proyecto de liberación.  El contexto dentro del cual el profeta Oseas evoca el Éxodo, es en efecto, aquel de una historia de amor entre un padre y su hijo: “Cuando Israel era niño, yo lo amaba, y de Egipto llamé a mi hijo” (Oseas 11,2-3).

Antes de comenzar su evangelio, Mateo nos dice que Dios ha vivido con Jesús aquello que no había logrado vivir con su pueblo. Así como los Hebreos se desarraigan, se arrancan, y salen de Egipto por el llamado de Dios, así también Jesús tomará sus distancias en referencia a un ambiente alienado por los valores del poder, del prestigio, de la seguridad y del dinero. Jesús se dejará liberar por Dios, “comprenderá”  que Dios es un Padre que “le cuidará” (cfr. Oseas 11,3) pagando  el precio de duras tentaciones, Él no “se alejará” de Dios que lo llama (cfr. Oseas 11,2).

A lo largo de todo su crecimiento humano y espiritual, Jesús se dejará amar por Dios, Él descubrirá en Él un Padre,  aquel que se complace en liberar y en hacer crecer, así se descubrirá Él mismo Hijo en esta aventura, y en su fidelidad él llegará a ser  “El primogénito de una multitud de hermanos” (Romanos 8,29).

He aquí entonces el misterio de este niño evocado de manera discreta, no a partir de la percepción  inmediata de sus contemporáneos, sino a partir de la mirada de un creyente que arraiga su fe en el evento del éxodo vivido como punto de partida de una liberación social y de una marcha interior.



REFLEXION CENTRAL

La familia, el trampolín de la vida!


Acaso no es muy triste y lamentable que hoy sea tan difícil hablar de la familia sin ser calificado de retrógrado o moralista?

Por lo tanto, la evidencia es clara: la familia es una célula esencial, a partir de la cual el ser humano se construye y aprende a tomar su lugar en la sociedad.

No se trata acá de culpabilizar las familias que no son perfectas (nucleares, tradicionales, digamos normales?) …Y mismo dentro de aquellas que uno calificaría a simple vista de “normales” o “perfectas”, sabemos, no son en el fondo tan perfectas. La experiencia nos enseña simplemente que toda persona tiene necesidad de una base, de un sostén, de una estructura- de relaciones sanas y de modelos de familia íntegros-para enseguida, afirmarse, encontrar su libertad y emprender su propio vuelo.

La familia, como sea, es un trampolín de vida a partir del cual el futuro llega a ser posible.

Compartir y confianza

La experiencia de la Santa Familia, que es relatada en el evangelio de hoy, nos muestra bien hasta qué punto la presencia bien vigilante y protectora de María y de José ha sido crucial en la vida de Jesús. En primer lugar, el hecho de que José sea llamado en un sueño por un ángel- que le indica lo que debe hacer para proteger a Jesús y a María (Mateo 2, 13-15)-señala la importancia del papel del padre, encargado acá de velar por la seguridad de los suyos.

Este episodio también ayuda a comprender que no es posible una vida de familia sin el cuidado de los otros y el don de sí mismo. Todo padre, toda madre debe a veces hacer opciones exigentes por el bienestar de sus seres queridos.

Así como José ha sido llamado a partir varias veces (dejar su domicilio) y a renunciaciones para proteger a Jesús y María, todo padre de familia debe en ciertos momentos consentir a dejar de lado sus deseos personales por el bienestar de su familia.

Ser padre o madre, es estar llamado a sacrificios y renuncias para facilitar la felicidad de los otros. Y aquí la FE hace, marca toda la diferencia!

El hecho de saberse inscrito en un proyecto más grande que nuestro pequeño confort le da sentido a nuestro don. La obediencia y el coraje exigidos a José, por ejemplo, no habrían sido posibles sin la fe de aquel que sabe que obedece a un llamado divino.

Escucha y sumisión

En la Carta a los Colosenses, Pablo de alguna manera hace un vínculo entre  la Santa Familia de los evangelios y la nuestra. Él ofrece consejos a los padres y a los hijos que quieren entrar en el proyecto de Dios. Si la exhortación a la sumisión (Colosenses 3,18) que él dirige a las mujeres puede parecernos superada (cosa del pasado), la invitación a la humildad, a la ternura-dulzura y la paciencia (v.12) – dirigida a todos- es certera, y acaso no digna, válida  de tener en cuenta?

De hecho, los miembros de la Santa Familia han podido responder plenamente al llamado que les había sido hecho, gracias a la certeza que les habitaba, de haber sido escogidos por Dios para una misión única y santa. Tenemos nosotros esta misma conciencia?

Nos tomamos nosotros el tiempo de detenernos para ponernos en la escucha profunda del llamado de Dios en nuestras vidas?
Por lo tanto, Dios espera que en cada familia nazca el amor y el sostén mutuo que harán de ella un lugar de paz.

Al final de cuentas, lo que caracteriza a la familia cristiana, es la conciencia que tienen los que la componen de estar llamados a la santidad por la edificación del Reino.
Deseemos que la fiesta de hoy nos motive a tomar por modelos a los miembros de la Santa Familia, en la generosidad de su adhesión al gran proyecto de Dios.


Proyecto de vida para estos días:

1.     Entro en contacto con un miembro de mi familia a quien yo podría aportarle un poco de alegría, un servicio (confort).

2.     Acojo con alegría las personas que son fuente de bendición en mi vida.

3.     Me comprometo en mi comunidad para que muchas más personas sean expuestas ante la Buena Nueva de Salvación en Jesucristo.



ORACIÓN-MEDITACIÓN

Señor, que reine en nuestras familias
un espíritu de alegría y de paz.
Al ejemplo de José y María
que han obtenido la fuerza
en la certitud de tu amor,
inspíranos la escucha profunda
y la obediencia a tus llamados.

Que lleguemos a ser tiernos, humildes
y generosos al perdonar.
Que cultivemos la buena vigilancia, el bien velar,
el apoyo mutuo y el respeto.

Que nuestras mesas de familia
sean lugares de compartir y de acogida,
donde circula con libertad la palabra
y donde sabemos dar gracias
por la diversidad de nuestros talentos.

Señor, queremos que nuestras familias
prefiguren la armonía de tu Reino.

Ayúdanos a eliminar de nuestros corazones
todo orgullo y egoísmo.

Que nuestra más bella oración
sea el signo de la calidad de nuestra vida en común!
Amén!



REFERENCIAS:

-         Pequeño Misal “Prions en Église”, edición quebequense,  2010-2013.

-         Biblia Latinoamericana.

-         BLANC, Christian. Au fil des Évangiles ( cycles A,B,C). Québec. Novalis, 2009.

-         HÉTU, Jean-Luc. Les Options de Jésus.

-         PAPA FRANCISCO. Evangeli Gaudium.


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