jueves, 29 de diciembre de 2022

29 de Diciembre del 2019: Fiesta de la Sagrada Familia


Después de haber nacido en Belén, Jesús ha vivido al lado de María y de José durante varios años. Él ha conocido las alegrías, las dificultades, las penas, los dramas que viven desde siempre todas las familias del mundo. La familia de Jesús se nos presenta como ejemplo o modelo para todas las familias cristianas.







EVANGELIO DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO SEGÚN SAN MAGTEO, CAPITULO 2, VERSICULOS 13-15. 19-23

Después de marchar los Magos, el Ángel del Señor se le apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, toma al niño y a su madre y huye a Egipto. Quédate allí hasta que yo te avise, porque Herodes buscará al niño para matarlo.»
14. José se levantó; aquella misma noche tomó al niño y a su madre, y partió hacia Egipto,
15. permaneciendo allí hasta la muerte de Herodes. Así se cumplió lo que había anunciado el Señor por boca del profeta: Llamé de Egipto a mi hijo.
Después de la muerte de Herodes, el Ángel del Señor se apareció en sueños a José en Egipto y le dijo:
20.«Levántate, toma contigo al niño y a su madre y regresa a la tierra de Israel, porque ya han muerto los que querían matar al niño.»
21.José se levantó, tomó al niño y a su madre, y volvieron a la tierra de Israel.
22.Pero al enterarse de que Arquelao gobernaba en Judea en lugar de su padre Herodes, tuvo miedo de ir allá. Conforme a un aviso que recibió en sueños, se dirigió a la provincia de Galilea
23.y se fue a vivir a un pueblo llamado Nazaret. Así había de cumplirse lo que dijeron los profetas: Lo llamarán ''Nazoreo''.



A guisa de introducción:

Dónde reside el valor de esta familia para ser un modelo?


Se celebra este día en la Iglesia la FIESTA DE LA SAGRADA FAMILIA DE JESÚS, JOSÉ Y MARÍA.

Fue una fiesta instituida con fines pastorales precisos: sostener la estructura familiar y reforzar los vínculos entre la familia y la pastoral eclesial, hacer de la familia el primer círculo y o etapa de la transmisión de la FE.

La fiesta primero fue celebrada como una fiesta votiva a partir del siglo XVII y fue instituida en 1921 como fiesta universal por el Papa Benedicto XV. Eran los días que siguieron a la Primera Guerra Mundial. La desorganización de la sociedad, y aquello que se podía llamar ya en ese momento la degradación de la familia, inquietaba gravemente a las autoridades.

Hacer de la familia de Jesús, José y María, una familia tan particular, un modelo de referencia para la familia cristiana si era evidente y válido para aquella época, hoy no lo es tanto. Y solo basta nombrar el surgimiento y aumento cada día más real de diferentes modos o tipos de familia. Es decir, ya no solo se puede hablar de familia nuclear o normal, pues también tenemos solo por nombrar algunos: la familia monoparental, la familia de los hijos míos, los tuyos y los nuestros, la familia donde los padres son del mismo sexo y se les ha permitido adoptar…Un psicólogo familiar habla en su sitio web de 25 tipos de familias actuales: http://www.elpsicoasesor.com/2010/12/los-25-tipos-de-familia-y-sus.html

Cuando Mateo escribió su evangelio, seguramente no pensaba presentarnos la Santa Familia como la Iglesia nos la presenta hoy.

Su intención al contarnos la escena de la huida en Egipto, tenía probablemente otra motivación diferente a la de querer resaltar la familia de Jesús para que ella sea imitable o un modelo para nuestras familias humanas.

“Modelo” sería una palabra fuerte, cuando sabemos que Jesús si bien es hijo de María, y por adopción igualmente hijo de José, es sin embargo, antes que nada, auténtico Hijo del Padre que el Espíritu ha concebido en el seno de María aun virgen.

Imitar una tal familia, en la cual hay un único hijo, sería un poco difícil de proponer como modelo a imitar.

Por lo tanto no es imposible mirar un poco más de cerca el texto de Mateo para tratar de descubrir el secreto de esta familia calificada de “santa” por la Iglesia.

Su secreto:

  Por qué es santa? Acaso porque Jesús es santo y José y María, al entrar en contacto con Él se vuelven santos? No.

La santidad se adquiere  no simplemente por privilegio o por pertenencia sino comprometiendo su ser …José y María nos demuestran en los evangelios su aceptación libre del plan de Dios…Ellos se adhieren a la voluntad de Dios, así pues no hay otro camino para ser santo.

Cuál es el secreto sorprendente de esta familia? El secreto reside en el hecho de vivir su existencia humana, su responsabilidad vinculadas con aquello que el Padre espera y de lo que Jesús es el único habilitado para verdaderamente manifestar.

Ahora podemos comprender entonces que la santidad a la cual son llamadas nuestras familias humanas pueda tomar como ejemplo a aquella de Belén, de Nazaret. Pero es preciso agregar, algo que es verdaderamente importante, que al imitar a José y María en su preocupación y cuidado por el Hijo, se trata de SEGUIR A CRISTO.

Es Él quien conducirá padres e hijos a abrirse a todos aquellos que le confiesen como Hijo de Dios y a formar juntos la gran familia de Dios que escucha la palabra y la pone en práctica.

La familia atraviesa una crisis cultural profunda, como todas las comunidades y vínculos sociales. En el caso de la familia, la fragilidad de los vínculos se vuelve especialmente grave porque se trata de la célula básica de la sociedad, el lugar donde se aprende a convivir en la diferencia y a pertenecer a otros y donde los padres transmiten la fe a sus hijos. El matrimonio tiende a ser visto como una mera forma de gratificación afectiva que puede constituirse de cualquier manera y modificarse de acuerdo con la sensibilidad de cada uno. Pero el aporte indispensable del matrimonio a la sociedad supera el nivel de la emotividad y el de las necesidades circunstanciales de la pareja. Como enseñan los Obispos franceses, no procede «del sentimiento amoroso, efímero por definición, sino de la profundidad del compromiso asumido por los esposos que aceptan entrar en una unión de vida total».

(Papa Francisco, Evangeli Gaudium, No 66).



Aproximación psicológica al texto del Evangelio:


Un hijo para hacer crecer (engrandecer)

Los Evangelios de la infancia (propios de Mateo y Lucas) aparecen como un prefacio del relato que sigue. Los autores aprovechan para situar al personaje principal del relato, para dejar entrever el sentido de lo que éste vivirá.

La especie de puesta en escena que se presenta en este pasaje del evangelio para la fiesta, se articula alrededor de un dato central: Llamé de Egipto a mi hijo (v.15). Esta citación proviene del profeta Oseas y ella hace referencia específicamente a la salida de Egipto vivida por los Hebreos y gracias a la iniciativa de Dios.

Pero el Éxodo fue más que una aventura política. Este fue el debut de un camino espiritual que debía ir purificándose  e interiorizándose, hasta descubrir la ternura de aquel que estaba en el origen y en el centro de este proyecto de liberación.  El contexto dentro del cual el profeta Oseas evoca el Éxodo, es en efecto, aquel de una historia de amor entre un padre y su hijo: “Cuando Israel era niño, yo lo amaba, y de Egipto llamé a mi hijo” (Oseas 11,2-3).

Antes de comenzar su evangelio, Mateo nos dice que Dios ha vivido con Jesús aquello que no había logrado vivir con su pueblo. Así como los Hebreos se desarraigan, se arrancan, y salen de Egipto por el llamado de Dios, así también Jesús tomará sus distancias en referencia a un ambiente alienado por los valores del poder, del prestigio, de la seguridad y del dinero. Jesús se dejará liberar por Dios, “comprenderá”  que Dios es un Padre que “le cuidará” (cfr. Oseas 11,3) pagando  el precio de duras tentaciones, Él no “se alejará” de Dios que lo llama (cfr. Oseas 11,2).

A lo largo de todo su crecimiento humano y espiritual, Jesús se dejará amar por Dios, Él descubrirá en Él un Padre,  aquel que se complace en liberar y en hacer crecer, así se descubrirá Él mismo Hijo en esta aventura, y en su fidelidad él llegará a ser  “El primogénito de una multitud de hermanos” (Romanos 8,29).

He aquí entonces el misterio de este niño evocado de manera discreta, no a partir de la percepción  inmediata de sus contemporáneos, sino a partir de la mirada de un creyente que arraiga su fe en el evento del éxodo vivido como punto de partida de una liberación social y de una marcha interior.



REFLEXION CENTRAL

La familia, el trampolín de la vida!


Acaso no es muy triste y lamentable que hoy sea tan difícil hablar de la familia sin ser calificado de retrógrado o moralista?

Por lo tanto, la evidencia es clara: la familia es una célula esencial, a partir de la cual el ser humano se construye y aprende a tomar su lugar en la sociedad.

No se trata acá de culpabilizar las familias que no son perfectas (nucleares, tradicionales, digamos normales?) …Y mismo dentro de aquellas que uno calificaría a simple vista de “normales” o “perfectas”, sabemos, no son en el fondo tan perfectas. La experiencia nos enseña simplemente que toda persona tiene necesidad de una base, de un sostén, de una estructura- de relaciones sanas y de modelos de familia íntegros-para enseguida, afirmarse, encontrar su libertad y emprender su propio vuelo.

La familia, como sea, es un trampolín de vida a partir del cual el futuro llega a ser posible.

Compartir y confianza

La experiencia de la Santa Familia, que es relatada en el evangelio de hoy, nos muestra bien hasta qué punto la presencia bien vigilante y protectora de María y de José ha sido crucial en la vida de Jesús. En primer lugar, el hecho de que José sea llamado en un sueño por un ángel- que le indica lo que debe hacer para proteger a Jesús y a María (Mateo 2, 13-15)-señala la importancia del papel del padre, encargado acá de velar por la seguridad de los suyos.

Este episodio también ayuda a comprender que no es posible una vida de familia sin el cuidado de los otros y el don de sí mismo. Todo padre, toda madre debe a veces hacer opciones exigentes por el bienestar de sus seres queridos.

Así como José ha sido llamado a partir varias veces (dejar su domicilio) y a renunciaciones para proteger a Jesús y María, todo padre de familia debe en ciertos momentos consentir a dejar de lado sus deseos personales por el bienestar de su familia.

Ser padre o madre, es estar llamado a sacrificios y renuncias para facilitar la felicidad de los otros. Y aquí la FE hace, marca toda la diferencia!

El hecho de saberse inscrito en un proyecto más grande que nuestro pequeño confort le da sentido a nuestro don. La obediencia y el coraje exigidos a José, por ejemplo, no habrían sido posibles sin la fe de aquel que sabe que obedece a un llamado divino.

Escucha y sumisión

En la Carta a los Colosenses, Pablo de alguna manera hace un vínculo entre  la Santa Familia de los evangelios y la nuestra. Él ofrece consejos a los padres y a los hijos que quieren entrar en el proyecto de Dios. Si la exhortación a la sumisión (Colosenses 3,18) que él dirige a las mujeres puede parecernos superada (cosa del pasado), la invitación a la humildad, a la ternura-dulzura y la paciencia (v.12) – dirigida a todos- es certera, y acaso no digna, válida  de tener en cuenta?

De hecho, los miembros de la Santa Familia han podido responder plenamente al llamado que les había sido hecho, gracias a la certeza que les habitaba, de haber sido escogidos por Dios para una misión única y santa. Tenemos nosotros esta misma conciencia?

Nos tomamos nosotros el tiempo de detenernos para ponernos en la escucha profunda del llamado de Dios en nuestras vidas?
Por lo tanto, Dios espera que en cada familia nazca el amor y el sostén mutuo que harán de ella un lugar de paz.

Al final de cuentas, lo que caracteriza a la familia cristiana, es la conciencia que tienen los que la componen de estar llamados a la santidad por la edificación del Reino.
Deseemos que la fiesta de hoy nos motive a tomar por modelos a los miembros de la Santa Familia, en la generosidad de su adhesión al gran proyecto de Dios.


Proyecto de vida para estos días:

1.     Entro en contacto con un miembro de mi familia a quien yo podría aportarle un poco de alegría, un servicio (confort).

2.     Acojo con alegría las personas que son fuente de bendición en mi vida.

3.     Me comprometo en mi comunidad para que muchas más personas sean expuestas ante la Buena Nueva de Salvación en Jesucristo.



ORACIÓN-MEDITACIÓN

Señor, que reine en nuestras familias
un espíritu de alegría y de paz.
Al ejemplo de José y María
que han obtenido la fuerza
en la certitud de tu amor,
inspíranos la escucha profunda
y la obediencia a tus llamados.

Que lleguemos a ser tiernos, humildes
y generosos al perdonar.
Que cultivemos la buena vigilancia, el bien velar,
el apoyo mutuo y el respeto.

Que nuestras mesas de familia
sean lugares de compartir y de acogida,
donde circula con libertad la palabra
y donde sabemos dar gracias
por la diversidad de nuestros talentos.

Señor, queremos que nuestras familias
prefiguren la armonía de tu Reino.

Ayúdanos a eliminar de nuestros corazones
todo orgullo y egoísmo.

Que nuestra más bella oración
sea el signo de la calidad de nuestra vida en común!
Amén!



REFERENCIAS:

-         Pequeño Misal “Prions en Église”, edición quebequense,  2010-2013.

-         Biblia Latinoamericana.

-         BLANC, Christian. Au fil des Évangiles ( cycles A,B,C). Québec. Novalis, 2009.

-         HÉTU, Jean-Luc. Les Options de Jésus.

-         PAPA FRANCISCO. Evangeli Gaudium.


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