Ir al contenido principal

1o de abril del 2024: lunes de la Octava de Pascua

 

Mensajeros de esperanza

(Mateo 28, 8-15) Mujeres “llenas de temor y de gran alegría”, porque son conscientes de haber sido visitadas por Dios, se encuentran con el Resucitado que las hace mensajeras de la Buena Nueva. En un mundo donde dominan informaciones que pueden crear pesimismo o algo peor, sepamos también nosotros ser portadores de la esperanza que abre la Resurrección. Expresemos aquello que cambia en nuestras vidas, aquello que nos deja vislumbrar el potencial de bondad que reside en nuestros semejantes. 

Emmanuelle Billoteau, ermitaña



(Hechos 2, 14.22b-33) No era posible que las tinieblas de la muerte retuvieran a Jesús en su poder. Porque Dios es el Viviente, en quien la vida es indestructible. Esta certeza transfigura nuestras propias heridas.



Primera lectura

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (2,14.22-33):

EL día de Pentecostés, Pedro, poniéndose en pie junto con los Once, levantó su voz y con toda solemnidad declaró:

«Judíos y vecinos todos de Jerusalén, enteraos bien y escuchad atentamente mis palabras. Israelitas, escuchad estas palabras: a Jesús el Nazareno, varón acreditado por Dios ante vosotros con milagros, prodigios y signos que Dios realizó por medio de él, como vosotros sabéis, a este, entregado conforme el plan que Dios tenía establecido y provisto, lo matasteis, clavándolo a una cruz por manos de hombres inicuos. Pero Dios lo resucitó, librándolo de los dolores de la muerte, por cuanto no era posible que esta lo retuviera bajo su dominio, pues David dice, refiriéndose a el:
“Veía siempre al Señor delante de mí,
pues está a mi derecha para que no vacile.
Por eso se me alegró el corazón,
exultó mi lengua,
y hasta mi carne descansará esperanzada.
Porque no me abandonarás en el lugar de los muertos,
ni dejarás que tu Santo experimente corrupción.
Me has enseñado senderos de vida,
me saciarás de gozo con tu rostro”.
Hermanos, permitidme hablaros con franqueza: el patriarca David murió y lo enterraron, y su sepulcro está entre nosotros hasta el día de hoy. Pero como era profeta y sabía que Dios “le había jurado con juramento sentar en su trono a un descendiente suyo, previéndolo, habló de la resurrección del Mesías cuando dijo que “no lo abandonará en el lugar de los muertos” y que “su carne no experimentará corrupción”.
A este Jesús lo resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos. Exaltado, pues, por la diestra de Dios y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, lo he derramado. Esto es lo que estáis viendo y oyendo».

Palabra de Dios

 

Salmo

Sal 15,1b-2a y 5.7-8 9-10.11


R/.
 Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti

Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti.
Yo digo al Señor: «Tú eres mi Dios».
El Señor es el lote de mi heredad y mi copa,
mi suerte está en tu mano. R/.

Bendeciré al Señor que me aconseja,
hasta de noche me instruye internamente.
Tengo siempre presente al Señor,
con él a mi derecha no vacilaré. R/.

Por eso se me alegra el corazón,
se gozan mis entrañas,
y mi carne descansa esperanzada.
Porque no me abandonarás en la región de los muertos
ni dejarás a tu fiel ver la corrupción. R/.

Me enseñarás el sendero de la vida,
me saciarás de gozo en tu presencia,
de alegría perpetua a tu derecha. R/.


Lectura del santo evangelio según san Mateo (28,8-15):

EN aquel tiempo, las mujeres se marcharon a toda prisa del sepulcro; llenas de miedo y de alegría corrieron a anunciarlo a los discípulos.
De pronto, Jesús salió al encuentro y les dijo:
«Alegraos».
Ellas se acercaron, le abrazaron los pies y se postraron ante él.
Jesús les dijo:
«No temáis: id a comunicar a mis hermanos que vayan a Galilea; allí me verán».
Mientras las mujeres iban de camino, algunos de la guardia fueron a la ciudad y comunicaron a los sumos sacerdotes todo lo ocurrido. Ellos, reunidos con los ancianos, llegaron a un acuerdo y dieron a los soldados una fuerte suma, encargándoles:
«Decid que sus discípulos fueron de noche y robaron el cuerpo mientras vosotros dormíais. Y si esto llega a oídos del gobernador, nosotros nos lo ganaremos y os sacaremos de apuros».
Ellos tomaron el dinero y obraron conforme a las instrucciones. Y esta historia se ha ido difundiendo entre los judíos hasta hoy.

Palabra del Señor



*************


EN aquel tiempo, las mujeres se marcharon a toda prisa del sepulcro; llenas de miedo y de alegría corrieron a anunciarlo a los discípulos.
De pronto, Jesús salió al encuentro y les dijo:
«Alegraos».

 

Mateo 28:8–9

 

 

Se marcharon “llenas de miedo”” pero también “llenas de alegría”. 

 

¡Qué fascinante combinación! Estas dos experiencias al principio no parecen ir de la mano. ¿Cómo es que uno está temeroso mientras también está lleno de alegría? ¿No socavaría el miedo el gozo? ¿Y no parecería que la alegría echa fuera el miedo? Todo esto depende de qué tipo de "miedo" estaban experimentando estas santas mujeres.  

 

Parece que el miedo que estas mujeres estaban experimentando era uno de los Siete Dones del Espíritu Santo, el don del temor santo. Esto no es un miedo en el sentido normal de tener miedo. Más bien, es un miedo que se define mejor como una profunda reverencia, asombro y estupefacción. 

 

Es un regalo que permitió a estas mujeres reconocer la profundidad de lo que estaban experimentando en ese momento. Estaban asombradas, conmocionadas, admiradas y llenas de alegría, todo al mismo tiempo. De repente habrían experimentado la sorprendente comprensión y la esperanza de que Jesús había vencido a la misma muerte. Probablemente estaban confundidas, pero también llenas de una fe que las dejó con la convicción de que algo extraordinario acababa de suceder.  

 

Esta es la experiencia que debemos tener hoy. Hoy es el segundo día de la Octava de Pascua. Eso significa que hoy es el día de Pascua una vez más. 

 

Celebramos el Día de Pascua durante ocho días seguidos que culminan con el Domingo de la Divina Misericordia. Entonces, estos próximos ocho días son días en los que debemos pasar más tiempo tratando de penetrar y experimentar la misma experiencia que tuvieron estas santas mujeres cuando descubrieron por primera vez que Jesús ya no estaba en la tumba. Debemos dejarnos comprometer por el misterio de la Resurrección. Debemos verlo por lo que es. Debemos esforzarnos por comprender este don y el hecho asombroso de que, en Su Resurrección, Jesús destruye los efectos del pecado. Él destruye la muerte misma. ¡Verdaderamente asombroso!

 

¿Entiendes la Resurrección de Cristo? Quizás no lo suficientemente bien. Es solo la humilde verdad que cada uno de nosotros admita que necesitamos entender más la Resurrección. No solo debemos permitir que la verdad de la Resurrección se asiente, sino que también debemos permitir que los efectos de la Resurrección nos cambien. Debemos dejar que la Resurrección de Cristo entre en nuestras almas y nos invite a compartir hoy esta vida nueva.

 

Cuando estas santas mujeres salieron de la tumba, la Escritura nos dice que se encontraron con Cristo Resucitado en su camino. Y nos dice que cuando vieron a Jesús, “se acercaron, le abrazaron los pies y se postraron ante él”. Este no es un pequeño acto de adoración y amor. Este acto de culto y adoración de Jesús muestra que no solo creyeron, sino que también actuaron adorándolo. Debemos hacer lo mismo.

 

Reflexiona, hoy, sobre el evento asombroso de la Resurrección y dedica tiempo esta semana a esta humilde adoración. Trata literalmente de inclinarte hasta el suelo en homenaje ante Cristo Resucitado. Trata de hacer esto literalmente. Tal vez en el silencio de tu habitación, o en una iglesia, o cualquier lugar donde puedas expresar cómodamente este acto literal y físico de culto y adoración. Mientras haces esto, ponte cara a cara con el Señor Resucitado. ¡Y deja que Él comience a transformar más profundamente tu vida!

 

Señor, yo creo. Creo que te levantaste victorioso sobre el pecado y la muerte. Permíteme, especialmente durante esta Octava de Pascua, entrar en el gran misterio de Tu Resurrección. Ayúdame a comprender y experimentar esta gloria abrumadora en mi vida. Te adoro con un amor profundo, amado Señor. Ayúdame a adorarte con todas mis fuerzas. Jesús, en Ti confío.

Comentarios

Entradas populares de este blog

En los 100 años del nacimiento de Dabbs Greer, el reverendo Alden de "La Familia Ingalls"

La "rara" mayoría que amamos la setentera-ochentera serie de tv "The little house on the prairie" ("La familia Ingalls" en Latinoamerica, "La petite maison dans la prairie" en Francia y Quebec), no podríamos dejar pasar esta fecha 2 de abril para evocar al actor Dabbs Greer (cuyo nombre completo era Robert William Greer), quien en 77 capítulos de las 9 temporadas que duró el show caracterizó al querido pero adusto Reverendo Alden. En efecto el actor nació hace 100 años, un día como hoy el 2 de abril de 1917 en Fairview estado de Missouri, pero se crió en Anderson, villa del mismo Estado. Era el único hijo de un padre farmacéutico y una madre terapeuta del lenguaje. Su primera experiencia como actor en el escenario la tuvo a los 8 años en una producción teatral infantil. Asistió al Drury College en Springfield, Missouri, donde obtuvo una Licenciatura y de 1940 a 1943, dirigió el departamento de drama y pequeño teatro en Mounta...

Subsidio para Hora Santa del Jueves 6 de febrero del 2025

  GUION HORA SANTA PARA EL JUEVES 6 DE FEBRERO DEL 2024  (A la luz de la liturgia del jueves de la cuarta semana del tiempo ordinario-año I) 1.     1.  Oración de alabanza introductoria (15 minutos)   Canto Bendito, alabado, adorado… Padre Nuestro… Oración de Alabanza Introductoria ante el Santísimo Sacramento Señor Jesucristo, presencia viva y amorosa en este Sacramento de la Eucaristía, nos postramos ante Ti con corazones llenos de gratitud y alabanza. Hoy, en este jueves de la cuarta semana del tiempo ordinario, queremos meditar a la luz de las lecturas que nos has ofrecido, que nos hablan de tu cercanía, tu vocación a la santidad, y tu llamado a ser instrumentos de tu amor y salvación en el mundo. Hoy, al escuchar tus palabras en el Evangelio, recordamos que nos has llamado a ser sal de la tierra y luz del mundo. Señor, queremos ser fieles a esa misión que Tú nos confías, dispuestos a dejar que tu luz brille en nosotros para iluminar a...

PARA VIVIR LA SEMANA SANTA: 10 de abril del 2017 Lunes santo

La violencia verbal o física no tiene lugar en el servicio del anuncio de la Buena Noticia. No se salva al otro, humilándolo ni despreciándolo. El Espíritu es masedumbre, ternura, por lo tanto uno no puede maltratarlo, pisotearlo. Primera lectura Lectura del libro de Isaías (42,1-7): Así dice el Señor: «Mirad a mi siervo, a quien sostengo; mi elegido, en quien me complazco. He puesto mi espíritu sobre él, manifestará la justicia a las naciones. No gritará, no clamará, no voceará por las calles. La caña cascada no la quebrará, la mecha vacilante no la apagará. Manifestará la justicia con verdad. No vacilará ni se quebrará, hasta implantar la justicia en el país. En su ley esperan las islas. Esto dice el Señor, Dios, que crea y despliega los cielos, consolidó la tierra con su vegetación, da el respiro al pueblo que la habita y el aliento a quienes caminan por ella: «Yo, el Señor, te he llamado en mi justicia, te cogí de la mano, te he formé e hice de ti alianza de ...