15 de marzo del 2023: miércoles de la tercera semana de Cuaresma
(Deuteronomio
4, 1.5-9) La palabra ley en hebreo proviene de la raíz "trh" para
torá, que significa: "señalar, apuntar hacia". Es el don de la
sabiduría, de un camino a seguir para alcanzar la verdadera felicidad. Para
nosotros, la Torá es mucho más que una serie de prescripciones, es una persona:
Cristo.
(Mateo 5:17-19) La vida se enriquece cuando dejamos de
preocuparnos por tal o cual detalle de la Ley y nos enfocamos en su propósito:
guiarnos a una vida de verdad, justicia y amor.
Primera lectura
Lectura del libro del Deuteronomio (4,1.5-9):
MOISÉS habló al pueblo, diciendo:
«Ahora, Israel, escucha los mandatos y decretos que yo os enseño para que, cumpliéndolos,
viváis y entréis a tomar posesión de la tierra que el Señor, Dios de vuestros
padres, os va a dar.
Mirad: yo os enseño los mandatos y decretos, como me mandó el Señor, mi Dios,
para que los cumpláis en la tierra donde vais a entrar para tomar posesión de
ella.
Observadlos y cumplidlos, pues esa es vuestra sabiduría y vuestra inteligencia
a los ojos de los pueblos, los cuales, cuando tengan noticia de todos estos
mandatos, dirán:
“Ciertamente es un pueblo sabio e inteligente esta gran nación”.
Porque ¿dónde hay una nación tan grande que tenga unos dioses tan cercanos como
el Señor, nuestro Dios, siempre que lo invocamos?
Y ¿dónde hay otra nación tan grande que tenga unos mandatos y decretos tan
justos como toda esta ley que yo os propongo hoy?
Pero, ten cuidado y guárdate bien de olvidar las cosas que han visto tus ojos y
que no se aparten de tu corazón mientras vivas; cuéntaselas a tus hijos y a tus
nietos».
Palabra de Dios
Salmo
Sal 147,12-13.15-16.19-20
R/. Glorifica
al Señor, Jerusalén
V/. Glorifica al Señor, Jerusalén;
alaba a tu Dios, Sión.
Que ha reforzado los cerrojos de tus puertas,
y ha bendecido a tus hijos dentro de ti. R/.
V/. Él envía su mensaje a la tierra,
y su palabra corre veloz;
manda la nieve como lana,
esparce la escarcha como ceniza. R/.
V/. Anuncia su palabra a Jacob,
sus decretos y mandatos a Israel;
con ninguna nación obró así,
ni les dio a conocer sus mandatos. R/.
Lectura del santo evangelio según san Mateo
(5,17-19):
EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«No creáis que he venido a abolir la Ley y los Profetas: no he venido a abolir,
sino a dar plenitud.
En verdad os digo que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse
hasta la última letra o tilde de la ley.
El que se salte uno solo de los preceptos menos importantes y se lo enseñe así
a los hombres será el menos importante en el reino de los cielos.
Pero quien los cumpla y enseñe será grande en el reino de los cielos».
Palabra del Señor
**********
«No creáis que he venido a abolir la Ley y los Profetas: no he
venido a abolir, sino a dar plenitud.
En verdad os digo que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse
hasta la última letra o tilde de la ley.
La Ley Antigua, la ley del Antiguo Testamento,
prescribía varios preceptos morales, así como preceptos ceremoniales para el
culto. Jesús deja en claro que no está aboliendo todo lo que Dios enseñó a
través de Moisés y los profetas. Esto se debe a que el Nuevo Testamento es
la culminación y finalización del Antiguo Testamento. Así, nada de lo
antiguo fue abolido; sólo que se cumplió y se completó.
Los preceptos morales del Antiguo Testamento
eran leyes que fluían principalmente de la razón humana. Tenía sentido que
uno no debería matar, robar, cometer adulterio, mentir, etc. También tenía
sentido que Dios debería ser honrado y respetado. Los Diez Mandamientos y
las demás leyes morales todavía se mantienen en la actualidad. Pero Jesús
nos lleva mucho más lejos. No solo nos llamó a profundizar mucho más en la
observancia de estos mandamientos, sino que también prometió el don de la
gracia para que pudieran cumplirse. Así, “No matarás” se profundiza en la
exigencia del perdón total y pleno de quienes nos persiguen.
Es interesante notar que la nueva profundidad
de la ley moral que da Jesús en realidad va más allá de la razón humana. “No
matarás” tiene sentido para casi todo el mundo, pero “ama a tus enemigos y reza
por los que te persiguen” es una nueva ley moral que sólo tiene sentido con la
ayuda de la gracia. Pero sin la gracia, la mente humana natural por sí
sola no puede llegar a este nuevo mandamiento.
Esto es extremadamente útil de entender,
porque muchas veces pasamos por la vida confiando únicamente en nuestra razón
humana cuando se trata de tomar decisiones morales. Y aunque nuestra razón
humana siempre nos alejará de las fallas morales más obvias, será insuficiente
por sí sola para guiarnos a las alturas de la perfección moral. La gracia
es necesaria para que este elevado llamamiento tenga sentido. Solo por la
gracia podemos comprender y cumplir el llamado a tomar nuestras cruces y seguir
a Cristo.
Reflexione hoy sobre su propio llamado a la
perfección. ¿Si no tiene sentido para usted cómo Dios puede esperar su
perfección?, entonces haga una pausa y reflexione sobre el hecho de que tiene
razón: ¡no tiene sentido solo para la razón humana! Ore para que su razón
humana sea inundada con la luz de la gracia para que no solo pueda comprender
su elevado llamado a la perfección, sino que también se le dé la gracia que
necesita para lograrlo.
Altísimo Jesús mío, nos has llamado a un nuevo
nivel de santidad. Nos has llamado a la perfección. Ilumina mi mente,
querido Señor, para que pueda comprender este elevado llamamiento y derramar Tu
gracia, para que pueda abrazar mi deber moral al máximo. Jesús, en ti
confío
Comentarios
Publicar un comentario
Gracias por visitar mi blog, Deje sus comentarios que si son hechos con respeto y seriedad, contestaré con mucho gusto. Gracias. Bendiciones