21 de noviembre del 2021: Solemnidad de Cristo, Rey del Universo
Tenemos un rey!
Hoy celebramos a Cristo
como el Rey del Universo.
Si, tenemos un rey. Pero
este rey es también un servidor. Su realeza no es de este mundo, sin embargo
ella está en el corazón del mundo. Ella reposa sobre el poder de su amor por
nosotros y se despliega contra las fuerzas del mal y de la muerte.
Al celebrar esta fiesta
tomemos conciencia de la necesidad que tiene Jesucristo de nuestra colaboración
para que su Reino de amor, de paz y de justicia se extienda por el mundo.
PRIMERA LECTURA
LECTURA DEL LIBRO DE DANIEL 7, 13-14
Mientras miraba, en la visión nocturna vi venir en las nubes del cielo como
un hijo de hombre, que se acercó al anciano y se presentó ante él. Le dieron
poder real y dominio; todos los pueblos, naciones y lenguas lo respetarán. Su
dominio es eterno y no pasa, su reino no tendrá fin.
Palabra del Señor
SALMO RESPONSORIAL
SALMO 92
R.- EL SEÑOR REINA, VESTIDO DE MAJESTAD.
El Señor reina, vestido de majestad,
el Señor, vestido y ceñido de poder. R.-
Así está firme el orbe y no vacila.
Tu trono esta firme desde siempre,
y tú eres eterno. R.-
Tus mandatos son fieles y seguros,
la santidad es el adorno de tu casa,
Señor, por días sin término. R.-
SEGUNDA LECTURA
LECTURA DEL LIBRO DEL APOCALIPSIS 1, 5-8
A Jesucristo, el Testigo fiel, el Primogénito de entre los muertos, el
Príncipe de los reyes de la tierra. A aquel que nos amó, nos ha liberado de
nuestros pecados por su sangre, nos ha convertido en un reino y hecho
sacerdotes de Dios, su Padre, a El, la gloria y el poder por los siglos de los
siglos. Amén.
¡Mirad! Él viene en las nubes. Todo ojo lo verá; también los que le
atravesaron. Todos los pueblos de la tierra se lamentarán por su causa. Sí
Amén.
Dice Dios:
--Yo soy el Alfa y el Omega, el que es, el que era y el que viene, el
Todopoderoso.
Palabra del Señor
ALELUYA Mc 11, 10
Bendito el que viene en nombre del Señor: Bendito el Reino que llega, el de
nuestro padre David
EVANGELIO
LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN
SAN JUAN 18, 33b– 37
En aquel tiempo, preguntó Pilatos a Jesús:
-- ¿Eres tú el rey de los judíos?
Jesús le contestó:
-- ¿Dices eso por tu cuenta o te lo han dicho otros de mí?
Pilatos replicó:
-- ¿Acaso yo soy judío? Tu gente y los sumos sacerdotes te han entregado a
mí ¿Qué has hecho?
Jesús le contestó:
-- Mi reino no es de este mundo. Si me reino fuera de este mundo, mi
guardia habría luchado para que no cayera en manos de los judíos. Pero mi reino
no es de aquí.
Pilatos le dijo:
-- Conque, ¿tú eres rey?
Jesús le contestó:
-- Tú lo dices: Soy Rey. Yo para esto he nacido y por eso he venido al
mundo; para ser testigo de la verdad. Todo el que es de la verdad, escucha mi
voz.
Palabra del Señor
A guisa de introducción:
La realeza de Jesús
Cuando era niño y adolescente recuerdo mi participación en las procesiones
de semana santa de mi pueblo, antecedidas por grandes estatuas (que llamábamos
imágenes) y el sacerdote acompañado de sus servidores o monaguillos…El domingo
de ramos con que se abría la semana mayor y que festeja la entrada de Jesús a
Jerusalén, era representado por el mismo sacerdote que hacía de Jesús y montaba
sobre un burro…y todo mundo entonaba casi todo el tiempo aquella legendaria
canción:
TU REINARAS, ESTE ES EL GRITO
QUE ARDIENTE EXHALA NUESTRA FE,
TU REINARAS OH REY BENDITO, PUES TU DIJISTE REINARE…
REINE JESÚS POR SIEMPRE,
REINE SU CORAZÓN,
EN NUESTRA PATRIA Y EN NUESTRO SUELO
QUE ES DE MARIA LA NACION…
TU REINARAS, DICHOSA ERA,
DICHOSO PUEBLO CON TAL REY,
SERA TU CRUZ NUESTRA BANDERA
TU AMOR SERA YA NUESTRA LEY …
Pero lo cierto es que aquel canto popular escuchado con mucha atención
tiene en resumen el mensaje del evangelio de este domingo: “la soberanía de Jesús, es el deseo ardiente de los cristianos, de su
fe…Que Jesús reine es la esperanza de la llegada de un mundo mejor; su reino
será el comienzo de una nueva época, de una sociedad nueva, de un mundo más
fraternal y justo."
En este domingo, como Iglesia Católica celebramos a Cristo Rey, fiesta que
fue instaurada por el Papa Pio XI en 1925. La fiesta fue una respuesta de la
Iglesia a la subida al poder del fascismo con Mussolini en Italia. Era una
protesta contra la exclusión de Dios de la sociedad. Esta exclusión es de
actualidad aun.
Jesús, Dios, hoy continúa compareciendo ante los tribunales humanos. Se
acomoda o se ubica a Dios en el dominio de las conciencias, en la vida privada,
pero es prohibido o se impide que se le haga aparecer en público. Pero la
fiesta de este día va más allá de las cuestiones políticas y de las
prioridades.
En el mundo antiguo, el rey, el reino, la ciudad, el estado, además de ser
ideas políticas, eran también símbolos religiosos cargados de esperanza.
La celebración de Cristo, Rey del Universo, no es una reflexión sobre el
gobierno de los hombres, pues nos encontramos en otro orden de ideas. Este
evangelio dice que Jesús ha venido al mundo para dar testimonio de la verdad.
Jesús es la luz que nos hace ver los hombres y las cosas tal como son.
Jesús hace aparecer la verdad, Él le proporciona un sentido a nuestra vida y a
nuestra muerte. La fiesta de Cristo, rey del universo, propone una respuesta al
sentido mismo del mundo, ella le da significación al universo.
Cuando Cristo dice a Pilato que su Reino no es de este mundo, no quiere
decir que su reino no puede existir ahora. El afirma preferiblemente que su
Reino no está basado sobre el modelo que nos ofrece el mundo que conocemos. No
es una soberanía de poder, de riquezas y de privilegios, pero si es una
soberanía de servicio y de fraternidad. Y aquello que muestra lo mejor y la más
grande diferencia entre el reinado del emperador Tiberio César (anclado en el
poder de Roma en el momento) y el de Cristo, es el perdón que JESÚS
ofrece a quienes le han condenado a muerte: "Padre, perdónales
porque no saben lo que hacen" (Lc 23,34).
Estamos invitados a luchar contra la idolatría de todas las cosas que
intentan ocupar el lugar de Dios en el mundo y en nuestra vida.
Proclamar que Cristo es rey del universo, significa aceptar que Él reina
concretamente en nuestra vida, sobre nuestra pequeña vida o existencia, tan
llena de cuidados y preocupaciones. Su reinado transfigura toda nuestra
existencia.
Lo que Jesús anuncia no es una revolución. Él ha siempre ha hablado de su
reinado de manera imaginada. Y lo ha comparado con la higuera de la cual brotan
sus yemas y anuncia en el otoño el verano. Para Él, este reino no podía estar
constituido que por lo pobres, los pacíficos, los humildes y los
misericordiosos. La violencia no puede abrir las puertas de este reino. El
reino, tantas veces anunciado por Jesús, es un cambio en la condición humana.
Jesús quiere impregnar todo con su Espíritu, de verdad y de su
vida : el dominio privado como el dominio público, el mundo de la familia
como el mundo del trabajo y del ocio (o los placeres o hobbies). Es imposible
trazar una frontera visible entre el reino de Dios y el reino del mundo; las
dos realidades están estrechamente mezcladas, tanto en la Iglesia como en la
Sociedad y en el Estado.
Jesús había confiado su mensaje a Nicodemo (Jn 3,1 ss). Una noche, Él le
había confiado el secreto: “nadie al menos que nazca de lo alto, no
puede entrar en el reino de Dios…el viento sopla donde quiere, tu escuchas su
voz pero no sabes ni de dónde viene ni a dónde va”.
Jesús ante Pilato ha dado testimonio de una verdad que supera las
« verdades » de los políticos, de los historiadores, de los
científicos y de todos los sociólogos. Pilato había preguntado a Jesús :
Eres Tu el rey de los judíos? Para cada uno de nosotros la
pregunta es la siguiente: Eres Tu quien reina en mi corazón y en mi
espíritu?
Aproximación psicológica al texto del evangelio :
El hombre frente a mí
La necesidad de seguridad nos lleva a querer precisar si el hombre que
tenemos al frente es un amigo o un enemigo. Si es un amigo, el problema está
arreglado puesto que él quiere mi bien, o por lo menos su interés coincide
(está en sintonía) con el mío. En el caso contrario, es decir, si lo logro
identificar como enemigo, me siento igualmente reconfortado, tranquilo, porque
el peligro está netamente localizado, y yo puedo clarificar mis estrategias y
movilizar mis fuerzas.
Mas, la persona que está frente a mi puede negarse a ser tanto mi amigo
como mi enemigo, y es ahí cuando mi ansiedad aumenta. Porque en ese momento,
estoy obligado a permanecer en lo que veo y o vivo, yo me veo a la merced de lo
que va a revelarme de él mismo, yo me veo continuamente amenazado a tener que
modificar mi visión de las cosas y a reorganizar mis actitudes y mis practicas.
No sería esto el doble rechazo de Jesús ante Pilato?
Para hacer disminuir mi ansiedad, para simplificarme las cosas, yo invento,
al lado de la alternativa amigo-enemigo, una etiqueta, una salida
titulada: “no aplica”. Porque si yo puedo decidir que el hombre frente a mi no
tiene nada que ver conmigo, que sus asuntos no interfieren en los míos,
esto arregla por lo tanto mi problema de seguridad.
Esta tercera vía es la que asume Pilato, en un plano personal. El hombre
que está frente a él no le parece que sea decididamente un enemigo. Pero
tampoco él está dispuesto a ver como amigo, ni a dejar entrar en su vida a este
hombre y su misterio. El escoge la etiqueta “no aplica o no corresponde” (o la
de las encuestas, no sabe/no responde) : no hay entonces ningún lazo
o relación de afinidad ni de oposición, entre las preocupaciones de este hombre
y las mías. “Qué es la VERDAD?” “Qué es la realeza?” Qué y o
cuál es ese valor que viene de otra parte pero que acá está manifestado?
Con esta tercera vía, la del levantamiento de hombros (como la de quien
dice “Eso no me incumbe”, “ eso a mí que me importa”), Pilato cree salir
indemne, sano al no haber optado por la vía de la amistad o por la vía de la
oposición.
Pensándolo bien, la reacción de Pilato es la misma de una multitud de
cristianos. Todos aquellos que en la práctica creen que el Reino de Jesús es un
Reino celeste y no un reino “en el mundo” (o del mundo) (v.37) utilizan (u
optan por) la tercera vía, que es una vía de evasión (evitar, escapar).
Todos aquellos que creen que Jesús viene a salvar nuestra alma y que la
salvación consiste en creer en Dios, marcan, “chulean” la casilla de la
categoría (etiqueta) “No aplica” a todas las pretensiones de Jesús en materia
social.
Jesús dice: “Mi reino no es de aquí”. Yo no he aprendido mis valores aquí,
yo veo competiciones, luchas por el poder, ambición de riquezas, explotación
del hombre por el hombre, acrobacias mentales por mantener la religión (las
creencias, la fe) alejada, o fuera de la vida concreta. Y los valores de los
cuales yo vengo a testimoniar aquí son: el compartir, el hambre y la sed
de justicia, la asistencia o ayuda, la opción por los que tienen hambre y son
incomprendidos, el decir no al materialismo y consumismo e incentivar el
redescubrimiento de lo humano…
Ante tales “pretensiones”, Pilato no es el único que levanta los hombros
como diciendo “ a mí eso que me importa! ”.
Reflexión CENTRAL
La fiesta de Cristo Rey del Universo, coincide con el último domingo del
año litúrgico, el último domingo del tiempo ordinario…Este año B (del evangelio
de Marcos, leemos prestado el pasaje del evangelio de San Juan, cuando Jesús
comparece ante Pilato para ser juzgado antes de ser llevado a la cruz (Jn 18).
Jesús es rey, ya que Dios es creador y salvador. En calidad de Hijo Único
de Dios, se dice que Jesús es creador y salvador del mundo entero. La Biblia
expresa esta idea en términos de nobleza, de poder y de Gloria cuando se lee: “Él es el soberano de los reyes de la
tierra…” o todavía cuando leemos: “A
Él la Gloria y el poder por los siglos de los siglos…” Y así sucesivamente.
Sin embargo, es necesario que pongamos atención a las imágenes y símbolos
bíblicos y no tomarlos tan al pie de la letra. Jesús no es un rey como los
reyes del mundo o los presidentes de nuestros países y nuestras sociedades.
Jesús no es rey al estilo o manera humanos. La profundidad de Dios permanece en
el misterio, y está más allá de todas nuestras experiencias y
percepciones.
Jesús es rey porque ha vivido una vida humana configurada por la Verdad. Él
ha sido un ser humano sin falsedad, sin desviación o perversión (torcidos). Es
así como ha llegado a ser para nosotros sus discípulos, el REY DE LA VERDAD, el
rey DEL SER HUMANO, EL MODELO SUPREMO DE LA INTEGRIDAD HUMANA.
ES JESÚS quien nos muestra cómo vivir y amar, cómo ser un verdadero ser humano. Jesús ha vivido
en intimidad con Dios Padre. Él ha sido fiel ante Dios. Él ha optado por ser
servidor de la humanidad, lavarle los pies sin cesar por amor, hasta subir a la
cruz.
El reino de Dios no es un territorio, es una manera de ser, una manera de
vivir, una presencia en el corazón del mundo. Su carta fundamental (o
constitución) está inspirada en las bienaventuranzas y viviendo de
acuerdo a esta carta, seguimos el camino trazado por Jesús, el camino de la
santidad. Cuando Jesús declara: “Mi Reino no es de este mundo, si mi
reino fuera de este mundo, tendría guardias que habrían peleado y me hubieran
defendido para que no fuera entregado a los judíos”. Jesús es un rey
cuya única corona será la corona de espinas, pero en definitiva será Él quien
tendrá la última palabra cuando atraviese el tiempo…
Jesús vendrá al fin de los tiempos, pero a la vez Él está siempre presente. De la misma manera, nosotros podemos igualmente encontrárnoslo sin por lo tanto verlo, sobre todo en los más pequeños, los que sufren, los marginados. El rostro de Dios se descubre en el rostro de nuestro prójimo, y en muchos lugares donde le busquemos con sinceridad.
Jesús ha elegido vivir en la verdadera libertad. La fiesta de Cristo Rey
del Universo, nos invita a reconsiderar, a volver a mirar donde vamos a
buscar la verdad para nuestras vidas, a examinar nuestra visión de las cosas, a
examinar la rectitud de nuestros comportamientos.
Es muy fácil convencerse de tener la verdad o de andar en la verdad. Es
suficiente con rodearnos de gente como nosotros, con personas que se nos
parecen y que nos reflejan o devuelven la imagen como un espejo. Un buen
servidor del Reino debe por tanto rodearse de colaboradores lo suficientemente
diferentes y que le den una visión del mundo de manera complementaria. Sin ser
necesario escoger personas que sean negativas, es suficiente con que ellas seas
flexibles o adaptables. Todo es cuestión de alcanzar el difícil equilibrio. Sin
embargo, como es de fácil sostener un punto de vista estrecho sobre lo
que presentamos entonces como la gran verdad. Cuántas personas pretenden poseer
la verdad y se encierran en sus certezas? Cuántas instituciones se erigen con
orgullo sobre una base pretenciosa de verdad?
Todos hemos de funcionar con aquello que percibimos de la VERDAD.
Dios es la única verdad. Dar un paso atrás en lo referente a nuestra propia
creencia puede hacer verdaderos nuestros propósitos, separando a los dogmas de
la fe, de igual modo si todos ellos están en relación con la fe. La práctica
religiosa no se resume en conceptos y fenómenos culturales. Esto, no es conocer
a Dios…Nuestra vida en Iglesia debe estar impregnada de la humildad de los
buscadores de Dios.
Jesús viene a nuestro encuentro. Es suficiente con abrirle realmente la
puerta de nuestros corazones y de nuestra vida para descubrir la VERDAD, para
poder hacer de Él nuestro REY.
Comentario de la Biblia Latinoamericana
Mi realeza no procede de este mundo. Conviene recordar lo dicho en Lc 8,10:
con una misma palabra, en el Evangelio, se designa el reino, o sea, el país que
gobierna el rey; el reinado, o sea, el gobierno del rey; la realeza, o sea, la
dignidad y el poder del rey. En este encuentro de Jesús con Pilato debemos
hablar, no de reino, sino más bien de realeza. Aquí, al usar el Evangelio tres
veces la misma palabra, pusimos la primera vez: realeza; la segunda: si fuera
rey como; y la tercera: mi reinado. En todo caso, sería un error interpretar las
palabras de Jesús así: «Mi reino no es de este mundo, o sea, que no me
interesan los problemas sociales y políticos de este mundo y me conformo con
dar una salvación espiritual, en forma individual, a las almas creyentes.»
Asimismo sería un error entender la frase: no tendrías ningún poder sobre mí si
no lo hubieras recibido de lo Alto, como la afirmación de que las autoridades
tienen su poder directamente de Dios y no tenemos el derecho de remplazarlas
por otras menos corrompidas, o más capaces. Ver el comentario de Rom
13,1.Jesús, atado de manos, actúa como rey frente al gobernador Pilato,
prisionero de su cargo y de sus propias ambiciones. Jesús no es rey como los de
este mundo, porque no tiene el poder que somete a los hombres. Jesús, rey de
los judíos, no ha venido a resucitar el reino y la nación independiente de los
judíos, sino a introducirlos en el Reino de la verdad, patria sin fronteras y
familia espiritual que Dios les había prometido desde siglos. Pues bien, la
verdad no progresa con las armas, sino gracias al testimonio de quienes la han
reconocido; puede ocurrir que los testigos de la verdad sean perseguidos: no
son ellos los que persiguen. Mi realeza no procede de este mundo. Jesús recalca
que su autoridad la debe solamente al padre que lo envió. En esto difiere de
las otras autoridades que se han establecido por la fuerza o ganándose el
sufragio de sus compatriotas. A Pilato lo había nombrado el emperador de Roma,
y debía su carrera a varias protecciones. ¿Cómo un hombre así tendría poder sobre
el Hijo de Dios y lo crucificaría por miedo al pueblo, si no fuera para cumplir
un decreto de lo Alto? Pues ni siquiera un pájaro cae a tierra sin que lo
permita el Padre. Dios no acepta que el destino de sus hijos sea destruido por
criaturas humanas, por temibles que éstas sean. Él cuida de cada uno de
nosotros en forma tal que aun la injusticia que se comete en contra nuestra
sirve para sus planes, para bien nuestro. Y porque nuestra suerte depende a la
vez del Padre y de las autoridades humanas, debemos creer que él las guía en
muchas oportunidades, aun cuando su poder sea de este mundo, es decir, de una
legitimidad muy discutible.
OBJETIVO –VIDA DE LA SEMANA:
1. Medito en
esta palabra del Señor: «Todo el que está del lado de la verdad
escucha mi voz.» (Jn 18,37).
2. Pienso y
o soy consciente de los sucesos felices y difíciles de mi vida cotidiana.
3. Iluminado
por la Palabra de Jesús, busco como ser más sincero o estar en “sintonía
con la VERDAD” viviendo estas situaciones.
ORACIÓN
En este día, te damos gracias Señor Jesús,
por haber sido uno de los nuestros, cercano de los pequeños y de los pobres
y lleno de compasión por las multitudes abandonadas y hambrientas,
Nosotros te damos gracias señor Jesús,
por haber sabido rodearte de discípulos y no de cortesanos,
de hombres y mujeres de corazón simple y generoso
y no de los grandes de este mundo sedientos de poder.
Tu sola Gloria ha sido HACER la voluntad del Padre
y de servir a los más pequeños, los más frágiles, los abandonados.
Tu sola alegría ha sido la de dar a cada uno
su dignidad de hijo de Dios
Y ofrecer tu Reino, prometido a los humildes,
a los infelices y a los excluidos,
rompes todas las fronteras e inventas un mundo nuevo
Con los colores de una humanidad al fin reconciliada.
Bendice, Señor Jesús, los esfuerzos de todos esos hombres y esas mujeres,
quienes con humildad y paciencia, trabajan por ese Reino nuevo
luchando contra la pobreza, la injusticia, la violencia y el odio.
Abre, Señor Jesús, el corazón de los poderosos y de los ricos
para que se dejen tocar por la tristeza e infelicidad
de tantos hermanos en humanidad.
Que la alegría de tu Resurrección
anime cada uno de nuestros gestos, cada una de nuestras acciones.
Que Venga Señor Jesús, el día de tu regreso (retorno).
Venga, señor Jesús, tu Reino de Justicia, de amor y de paz.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS:
http://betania.es (para las lecturas)
Pequeño Misal "Prions en Église",
edicion quebequense 2009, 2012.
HÉTU, Jean-Luc.
Les Options de Jésus
Reflexiones de Serge Lefebvre en francés
y otras diversas fuentes ...
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