18 de octubre del 2024: Fiesta de San Lucas, Evangelista

Testigo de la fe:

San Lucas, evangelista

Siglo I

Originario de Siria, Lucas era médico y hombre de letras. Convertido a Cristo, se convirtió en el compañero de Pablo en sus viajes misioneros. En Jerusalén, según la tradición, habría conocido a los Apóstoles y a la Virgen María, quienes habrían inspirado su texto del tercer Evangelio. También es el autor de los Hechos de los Apóstoles, que narra los inicios de la Iglesia.

¡Vamos!

(Lucas 10, 1-9) ¿Somos parte de estos pocos trabajadores? Pregunta inútil.

Comencemos escuchando las palabras de Jesús con oídos y corazón de discípulo; comencemos a orar como él nos invita a hacerlo.

Al pedirle al maestro que envíe trabajadores, escucharemos su voz que nos dice: “¡Vayan! Yo los envío.»

Hoy, cuando entremos en una casa, le diremos “Paz”. Y recibiremos una cosecha abundante de este Reino cercano.

Nicolás Tarralle, sacerdote asuncionista

Primera lectura

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo (4,9-17a):

Dimas me ha dejado, enamorado de este mundo presente, y se ha marchado a Tesalónica; Crescente se ha ido a Galacia; Tito, a Dalmacia; sólo Lucas está conmigo. Coge a Marcos y tráetelo contigo, ayuda bien en la tarea. A Tíquico lo he mandado a Éfeso. El abrigo que me dejé en Troas, en casa de Carpo, tráetelo al venir, y los libros también, sobre todo los de pergamino. Alejandro, el metalúrgico, se ha portado muy mal conmigo; el Señor le pagará lo que ha hecho. Ten cuidado con él también tú, porque se opuso violentamente a mis palabras. La primera vez que me defendí, todos me abandonaron, y nadie me asistió. Que Dios los perdone. Pero el Señor me ayudó y me dio salud para anunciar íntegro el mensaje, de modo que lo oyeran los gentiles.

Palabra de Dios

 

Salmo

Sal 144,10-11.12-13ab.17-18

R/. Que tus fieles, Señor, proclamen la gloria de tu reinado

Que todas tus criaturas te den gracias, Señor,
que te bendigan tus fieles;
que proclamen la gloria de tu reinado,
que hablen de tus hazañas. R/.

Explicando tus hazañas a los hombres,
la gloria y majestad de tu reinado.
Tu reinado es un reinado perpetuo,
tu gobierno va de edad en edad. R/.

El Señor es justo en todos sus caminos,
es bondadoso en todas sus acciones;
cerca está el Señor de los que lo invocan,
de los que lo invocan sinceramente. R/.

 

Lectura del santo evangelio según san Lucas (10,1-9):

En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él.
Y les decía: «La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su mies. ¡Poneos en camino! Mirad que os mando como corderos en medio de lobos. No llevéis talega, ni alforja, ni sandalias; y no os detengáis a saludar a nadie por el camino. Cuando entréis en una casa, decid primero: "Paz a esta casa." Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros. Quedaos en la misma casa, comed y bebed de lo que tengan, porque el obrero merece su salario. No andéis cambiando de casa. Si entráis en un pueblo y os reciben bien, comed lo que os pongan, curad a los enfermos que haya, y decid: "Está cerca de vosotros el reino de Dios."»

Palabra del Señor

 

 

Evangelizando el mundo

En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él.
Y les decía: «La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su mies.

 

Lucas 10: 1–2

 

 

San Lucas, a quien honramos hoy, fue un verdadero evangelista. Como evangelista, siguió la inspiración de nuestro Señor y fue utilizado para llevar el mensaje salvador de Dios hasta los confines de la tierra. Y hay pocas dudas de que su ministerio seguirá teniendo un efecto transformador en la vida de muchos hasta el fin del mundo. La tradición dice que San Lucas se convirtió en mártir, siendo colgado de un olivo. En el Nuevo Testamento se le identifica como médico y discípulo de san Pablo. Se le atribuyen tanto el Evangelio de Lucas como los Hechos de los Apóstoles.

 

Se dice a menudo que San Lucas es el evangelista de los gentiles. Su Evangelio fue escrito de tal manera que no presumía una comprensión completa de la fe y las costumbres judías. Por lo tanto, se cree que fue escrito principalmente para aquellos que no son de origen judío. Por lo tanto, la vida y misión de San Lucas debe recordarnos que el Evangelio debe ser compartido con todas las personas, especialmente con aquellos que no tienen una relación profunda y sostenida con Dios.

 

En el Evangelio de San Lucas de hoy, leemos que Jesús envió a setenta y dos discípulos “a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él”.

Solo Lucas menciona el envío a mayor escala de setenta y dos discípulos. Los otros evangelios solo mencionan el envío de los Doce. Aunque muchos de estos setenta y dos discípulos habrían ido a territorio judío, algunos sin duda habrían ido a territorio no judío. La misión de estos setenta y dos era preparar a todos los que encontraran para la predicación de Jesús y para el establecimiento del Reino de Dios.

 

Al honrar a San Lucas hoy y leer este pasaje de su Evangelio, recordamos que todos somos enviados por nuestro Señor. Somos enviados a aquellos que comparten nuestra fe, como familiares, amigos y feligreses. Somos enviados a amarlos y hacer todo lo posible para ayudarlos a profundizar su fe y amor por Dios. Pero también estamos llamados a compartir el Evangelio con aquellos que aún no conocen a Jesús como su Salvador. Hay tantas personas con las que nos encontramos todos los días que nunca han conocido verdaderamente a nuestro Señor. ¿Hay personas en tu vida a las que Dios te está llamando para que te acerques? ¿A quién conoces que Dios te esté llamando a compartir el Evangelio?

 

Reflexiona hoy sobre el hecho de que el Evangelio es para todos. Habla con nuestro Señor y dile que estás listo y dispuesto a ser usado por Él para llevar Su mensaje salvador a otros. Mientras lo haces, espera en el Señor, escucha su inspiración y responde cuando te llame. Si te viene a la mente algunos por quienes sientes que Dios te está llamando a evangelizar, comienza a orar por esas personas. Ora por ellas todos los días y ojalá estés atento a cualquier inspiración que Dios te dé para compartir su amor y mensaje de salvación con ellas. No temas ser evangelista como San Lucas. Hacerlo podría marcar una diferencia eterna en la vida de alguien.

 

Señor mío salvador, enviaste a tus discípulos en una misión para compartir tu mensaje salvador con todos. Hoy te agradezco especialmente por la vida y el ministerio de San Lucas. Úsame, querido Señor, para imitar su maravilloso ejemplo y compartir Tu gloriosa vida con los demás. Por favor, guíame e inspírame para llegar especialmente a aquellos a quienes has puesto en mi vida. Jesús, en Ti confío.

 

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18 de octubre: San Lucas Evangelista—Fiesta

Primer siglo, murió a los 84 años aproximadamente,

 Santo Patrón de artistas, solteros, encuadernadores, cerveceros, carniceros, vidrieros, orfebres, encajeros, notarios, médicos y cirujanos 

En el siglo I, la ciudad de Antioquía era la capital de la provincia romana de Siria y una de las ciudades más importantes del Mediterráneo oriental.

Durante siglos, sus restos antiguos se podían encontrar en Antakya, Turquía, hasta que un terremoto de febrero de 2023 destruyó muchos sitios religiosos valiosos.

En el siglo I, Antioquía era una ruta comercial central en el Imperio Romano, una ciudad culturalmente diversa, mayoritariamente de habla griega, y un centro intelectual con una enorme biblioteca. Antioquía fue también una de las primeras comunidades cristianas, inicialmente evangelizada por los santos Pablo y Bernabé, y cuyo primer obispo fue San Pedro, “y fue en Antioquía donde los discípulos fueron llamados cristianos por primera vez” ( Hechos 11:26 ). El santo excepcionalmente importante de la actualidad, San Lucas el Evangelista, probablemente nació, creció y descubrió la fe en esta ciudad.

A Lucas se le atribuye la redacción del Evangelio de San Lucas y de los Hechos de los Apóstoles. Según el historiador del siglo IV, Eusebio, Lucas “era de ascendencia antioquena y médico de profesión, y… era especialmente íntimo de Pablo y conocía bien al resto de los apóstoles” (3.4). San Pablo identifica a Lucas en varias de sus epístolas como su compañero íntimo y como médico (véase Colosenses 4:14 ; Filemón 1:24 ; 2 Timoteo 4:11 ).

El hecho de que Lucas fuera un fiel compañero de San Pablo también se revela en los Hechos de los Apóstoles cuando la narración de los viajes de San Pablo pasa a la primera persona del plural, a “nosotros”, lo que implica que Lucas es parte de la actividad misionera que describe. Los pasajes del “nosotros” comienzan en Hechos 16:10-17 cuando San Pablo recibe una visión para ir a Macedonia mientras estaba en Tróade. Parece que, a partir de este viaje, Lucas acompañó a San Pablo. Los viajes incluyeron Macedonia y Grecia, Antioquía, Galacia, Frigia, Éfeso, de regreso a través de Macedonia y Grecia, y a Jerusalén, donde San Pablo fue arrestado y enviado a Roma, pasando dos años allí antes de ser ejecutado. Parece de los escritos de San Pablo que San Lucas permaneció con él hasta el final: “Procura unirte a mí pronto, porque Demas, enamorado de este mundo, me abandonó y se fue a Tesalónica, Crescente a Galacia y Tito a Dalmacia. Lucas es el único que está conmigo. Toma a Marcos y tráelo contigo, porque me es útil en el ministerio” ( 2 Timoteo 4:9-11 ).

La segunda carta a Timoteo probablemente fue escrita justo antes de que San Pablo fuera ejecutado.

Según el prólogo de su propio Evangelio, Lucas no fue testigo ocular del ministerio de Jesús desde el principio; más bien, investigó todo de nuevo con precisión y escribió sus hallazgos en una secuencia ordenada (véase Lucas 1:1-4 ). San Pablo menciona a Marcos, el autor del primer Evangelio, junto a Lucas en sus epístolas, lo que indica claramente que Marcos y Lucas se conocían bien. El Evangelio de Lucas fue escrito después del de Marcos, lo que sugiere que Lucas utilizó el Evangelio de Marcos como fuente.

La mayoría de los eruditos creen que Lucas era un gentil converso.

Esta convicción se basa en gran medida en Colosenses 4:10-14 , donde San Pablo no incluye a Lucas en sus saludos de los “que son de la circuncisión”, es decir, los judíos. Él incluye a Lucas después de eso en el grupo de los gentiles. Además, el Evangelio de Lucas y los Hechos prestan especial atención a los gentiles conversos, colocándolos en una posición importante. Por lo tanto, Lucas fue muy probablemente el único de los cuatro escritores de los Evangelios que no era de origen judío. Esto se evidencia además por el hecho de que el Evangelio de Lucas parece haber sido escrito en griego. Su gramática y estructura griegas son excelentes, lo que sugiere que es alguien bien versado en lengua, literatura y cultura griegas.

El Evangelio de Lucas y los Hechos de los Apóstoles forman una sola obra de dos volúmenes. Ambos están escritos para un hombre llamado “Teófilo”.

En el prólogo del Evangelio leemos: “Yo también he decidido, después de haber investigado todo con exactitud de nuevo, escribírtelo ordenadamente, excelentísimo Teófilo…” ( Lucas 1:4 ). En el prólogo de los Hechos leemos: “En el primer libro, Teófilo, hablé de todo lo que Jesús hizo y enseñó hasta el día en que ascendió a los cielos”… ( Hechos 1:1-2 ).

Los eruditos tienen opiniones diversas sobre quién es Teófilo. Podría ser el abogado de San Pablo, y los escritos de Lucas podrían haber sido creados para la defensa de San Pablo ante las autoridades romanas. Teófilo también podría ser un benefactor rico que encargó y pagó por los relatos escritos de Lucas. Sin embargo, muchos han sugerido una interpretación espiritual en lugar de una literal. El nombre “Teófilo” puede significar “Amigo de Dios”. Por lo tanto, Lucas podría estar escribiendo ampliamente a todo aquel que es amigo de Dios.

El Evangelio según Lucas, el más largo de los cuatro evangelios, es sofisticado en su forma literaria y ofrece una profundidad de enseñanza moral. Lucas incluye una serie de parábolas y eventos que no están incluidos en los otros Evangelios. Los eventos incluyen: Anunciación a Zacarías ( Lucas 1: 5-25 ); Anunciación a la Santísima Virgen María ( Lucas 1: 26-38 ); Visitación de María a Isabel y el Magníficat ( Lucas 1: 39-56 ); Nacimiento de Juan el Bautista con el cántico de Zacarías ( Lucas 1: 57-80 ); Presentación de Jesús en el Templo ( Lucas 2: 22-38 ); Jesús a la edad de doce años en el Templo ( Lucas 2: 41-52 ); Rechazo de Jesús en Nazaret ( Lucas 4: 16-30 ); La viuda de Naín ( Lucas 7: 11-17 ); Una mujer pecadora perdonada ( Lucas 7: 36-50 ); Jesús envía a setenta y dos discípulos ( Lucas 10:1–24 ); Jesús visita la casa de Marta y María ( Lucas 10:38–42 ); y Zaqueo, el recaudador de impuestos, sube a un árbol ( Lucas 19:1–10 ).

Además, hay varias parábolas que sólo se encuentran en Lucas: El buen samaritano ( Lucas 10:25-37 ); El amigo a medianoche ( Lucas 11:5-13 ); El rico insensato ( Lucas 12:13-21 ); La higuera estéril ( Lucas 13:6-9 ); La oveja perdida ( Lucas 15:3-7 ); La moneda perdida ( Lucas 15:8-10 ); El hijo pródigo ( Lucas 15:11-32 ); El mayordomo injusto ( Lucas 16:1-13 ); El rico y Lázaro ( Lucas 16:19-31 ); El juez injusto ( Lucas 18:1-8 ); El fariseo y el publicano ( Lucas 18:9-14 ); y Las diez monedas y los siervos ( Lucas 19:11-27 ).

Cabe señalar que sólo Lucas incluye detalles de la vida de nuestra Santísima Madre. Su Magníficat, su experiencia en la Anunciación y su Presentación en el Templo sugieren que o bien tenía un conocimiento íntimo de estos acontecimientos directamente de la Santísima Madre o bien tuvo el privilegio de recibir un relato fiable y detallado de ellos de otra fuente. También existe una antigua tradición que sostiene que San Lucas fue el artista que pintó el primer icono de la Santísima Virgen María con el Niño Jesús.

Según la tradición más antigua, san Lucas murió a los ochenta y cuatro años en Beocia (Grecia). También se cree desde la antigüedad que murió como mártir, aunque los registros no son fiables. Sin embargo, sus escritos sí lo son. Juntos, el Evangelio de san Lucas y los Hechos de los Apóstoles constituyen una parte importante del Nuevo Testamento. Es evidente que Dios utilizó a este hombre inteligente y culto cuando el Espíritu Santo inspiró a Lucas para que escribiera un relato minucioso, definitivo y ordenado de las acciones salvadoras de Dios en la Persona de Jesucristo y en la Iglesia primitiva. San Lucas escribió, pero el Espíritu Santo guio la pluma, utilizando como instrumento la experiencia y el talento humanos de san Lucas.

Al honrar a este gran evangelista, reflexionemos sobre el hecho de que, si bien escribió este relato ordenado de la vida de Cristo y de la Iglesia primitiva, Lucas no sabía que sus escritos estarían entre los de mayor distribución en la historia del mundo y serían uno de los instrumentos principales de la salvación de innumerables almas.

 

San Lucas, tú fuiste un fiel servidor de San Pablo y un devoto adorador de Jesús, tu Señor. Pusiste ante Dios todos tus dones naturales, tu educación, tiempo y energía para que Él pudiera utilizarte para el cumplimiento de su santa voluntad y la proclamación del Evangelio. Por favor, ruega por mí, para que siempre me dedique sin vacilación al cumplimiento de la voluntad de Dios, para que Dios pueda utilizarme como Él quiera para atraer a muchos a Cristo. San Lucas, ruega por mí. Jesús, en Ti confío.