3 de octubre del 2024: jueves de la vigésima sexta semana del tiempo ordinario- año II- Beato Jesús Emilio Jaramillo, Obispo y mártir

 

Testigo de la fe:

Beato Jesús Emilio Jaramillo. mxy, obispo y mártir

En el día (de 1989) que fue encontrado el cuerpo sin vida de Monseñor Jesús Emilio Jaramillo, la Congregación para el Culto Divino ha autorizado recordar litúrgicamente al nuevo beato (beatificado el 8 de septiembre de 2017 por su S.S Papa Francisco en Villavicencio).

Después de 7 años es un hecho histórico que hoy se celebre la Eucaristía pidiendo la intercesión de un hermano colombiano, miembro de los Misioneros Javerianos de Yarumal...Para nosotros, memoria obligatoria...
Beato Jesús Emilio, ruega por nosotros!


Entre los pobres

(Job 19, 21-27; Lucas 10, 1-12) La miseria de Job le lleva a quejarse: pide la muerte.

¡Los discípulos enviados por Jesús, privados incluso de sandalias, también están marcados por la miseria! Esto se debe a que su misión se basa en su capacidad de construir relaciones, todas ellas orientadas al intercambio de dones que es el Reino.

Ciertamente, la carencia puede hacernos maldecir la vida. Pero a veces también puede ser un vector de hermosas relaciones. 

Jean-Marc Liautaud, Fondacio


(Job 19, 21-27) Job demuestra una confianza inquebrantable en Dios, a pesar que todo parezca contradecirlo. Mientras que todos sus amigos se encarnizan en desmoralizarlo, él repite: “Yo se que mi liberador está vivo”. En nuestros duelos, nuestros desconsuelos, nuestros reveses de fortuna, ¿la fe de Job no es acaso inspiradora?

 


Primera lectura

 Lectura del libro de Job (19,21-27):


Job dijo: «¡Piedad, piedad de mí, amigos míos, que me ha herido la mano de Dios! Por qué me perseguís como Dios y no os hartáis de escarnecerme? ¡Ojalá se escribieran mis palabras, ojalá se grabaran en cobre; con cincel de hierro y en plomo se escribieran para siempre en la roca! Yo sé que está vivo mi Vengador y que al final se alzará sobre el polvo: después que me arranquen la piel, ya sin carne, veré a Dios; yo mismo lo veré y no otro, mis propios ojos lo verán. ¡Desfallezco de ansias en mi pecho!»

Palabra de Dios

 


Salmo

Sal 27,7-9,13-14

R/.
 Espero gozar de la dicha del Señor en el país de la vida

Escúchame, Señor, que te llamo,
ten piedad, respóndeme.
Oigo en mi corazón: «Buscad mi rostro.» R/.

Tu rostro buscaré, Señor,
ne me escondas tu rostro.
No rechaces con ira a tu siervo,
que tú eres mi auxilio;
no me deseches. R/.

Espero gozar de la dicha del Señor
en el país de la vida.
Espera en el Señor, sé valiente,
ten ánimo, espera en el Señor
R/.

 

 

Lectura del santo evangelio según san Lucas (10, 1-12):

En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él.
Y les decía: «La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su mies. ¡Poneos en camino! Mirad que os mando como corderos en medio de lobos. No llevéis talega, ni alforja, ni sandalias; y no os detengáis a saludar a nadie por el camino. Cuando entréis en una casa, decid primero: "Paz a esta casa." Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros. Quedaos en la misma casa, comed y bebed de lo que tengan, porque el obrero merece su salario. No andéis cambiando de casa. Si entráis en un pueblo y os reciben bien, comed lo que os pongan, curad a los enfermos que haya, y decid: "Está cerca de vosotros el reino de Dios." Cuando entréis en un pueblo y no os reciban, salid a la plaza y decid: "Hasta el polvo de vuestro pueblo, que se nos ha pegado a los pies, nos lo sacudimos sobre vosotros. De todos modos, sabed que está cerca el reino de Dios." Os digo que aquel día será más llevadero para Sodoma que para ese pueblo.»

Palabra del Señor

  

1

La fe a toda prueba

Continuamos leyendo o escuchando el libro de Job. Pruebas y dudas, Job atraviesa todo esto. Sin embargo, hay todavía dentro de él un lugar para una confianza absoluta en Dios. Job ha tocado fondo y sus desgracias parecen no tener ninguna solución. Por lo tanto, él lanza un increíble grito de esperanza. En medio de su desespero, Job está seguro, Dios está vivo y Él va a intervenir para liberarlo.

Sembrar la paz

 


En el Evangelio, Jesús al enviar en misión a los 72, nos dice que la misión tiene una dimensión universal. Se trata de anunciar la paz de Dios a todos los pueblos. Más allá del círculo de los 12, el número 72 simboliza el conjunto de las naciones. Pero el llamado hecho a todos no significa forzosamente que todos respondan positivamente. Anunciar a Cristo no puede sino hacerse a la manera de Cristo: llevando la paz, curando, tomando tiempo para el encuentro, y sobre todo sin incomodar la gente. Pero atención, rechazar, o decirle no a la paz del Reino de Dios priva de sus beneficios.

 

2

La memoria del Beato Monseñor Jesús Emilio Jaramillo, obispo y mártir, nos invita a reflexionar sobre el testimonio de aquellos que han entregado su vida por la fe y la justicia. En el contexto de la homilía para el jueves de la XXVI semana del tiempo ordinario (año II), las lecturas nos proporcionan una ocasión perfecta para conectar el sacrificio de Monseñor Jaramillo con el mensaje del Evangelio.

Lecturas del día:

  • Job 19, 21-27: Job, en medio de su sufrimiento, sigue confiando en Dios y afirma su fe en la resurrección.
  • Salmo 26 (27): "Espero gozar de la dicha del Señor en el país de la vida".
  • Lucas 10, 1-12: Jesús envía a los setenta y dos discípulos a anunciar el Reino de Dios, exhortándolos a confiar en la providencia divina y a vivir una misión de paz.

Reflexión:

Monseñor Jesús Emilio Jaramillo fue un hombre de paz en tiempos de violencia, un pastor que, como los discípulos enviados por Jesús en el Evangelio de Lucas, llevó el mensaje del Reino a lugares llenos de dificultades. En su vida y misión, él vivió el llamado de Cristo a ser constructor de la paz, incluso cuando sabía que su vida corría peligro. En un contexto de persecución y conflicto, su testimonio es un recordatorio de que la fe verdadera nos lleva a actuar con valentía, confiando en que Dios es nuestra fortaleza.

El Evangelio de hoy nos presenta la misión de los discípulos, que son enviados de dos en dos a los pueblos, sin más seguridad que su confianza en la providencia divina. Jesús les advierte que pueden ser rechazados, pero les anima a seguir adelante, asegurándoles que su paz será con ellos. Monseñor Jaramillo, con su testimonio, nos muestra cómo vivir esta misión en la práctica, enfrentando el rechazo y el sufrimiento con una fe inquebrantable en el Señor.

Al igual que Job, Monseñor Jaramillo vivió el sufrimiento, pero su fe lo sostuvo. Job expresa su esperanza en la resurrección, confiando en que Dios lo redimirá al final. Del mismo modo, Monseñor Jaramillo vivió con la esperanza de que, aunque pudiera perder su vida terrenal, Cristo lo recibiría en la vida eterna.

Aplicación práctica:

La vida del Beato Jesús Emilio Jaramillo nos desafía a preguntarnos: ¿cómo llevamos el mensaje de paz y esperanza de Cristo a nuestro entorno, especialmente en situaciones de conflicto o dificultad? Su martirio nos invita a no tener miedo de ser testigos del Evangelio, incluso cuando hacerlo implique sufrimiento o rechazo. El cristiano no busca la confrontación, pero tampoco huye de la verdad, sabiendo que su seguridad está en Dios, no en las circunstancias.

Al reflexionar sobre las palabras de Jesús, "la mies es abundante, pero los trabajadores son pocos", recordemos que somos llamados a ser esos trabajadores del Reino, dispuestos a seguir adelante con confianza, dejando que Dios guíe nuestros pasos y sostenga nuestra misión.

Oración:

Pidamos al Señor, por intercesión del Beato Jesús Emilio Jaramillo, la gracia de vivir nuestra fe con valentía, siendo instrumentos de paz y testigos del Evangelio en un mundo que necesita tanto de la presencia de Dios. Que su ejemplo nos inspire a entregarnos plenamente al servicio de los demás, siempre confiando en la providencia divina. Amén.


3

Enviados por delante

 

En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él.
Y les decía: «La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su mies.

 

Lucas 10: 1-2

 

El mundo tiene una gran necesidad del amor y la misericordia de Cristo. Es como una tierra seca y estéril que espera absorber la suave lluvia. Tú eres esa lluvia y nuestro Señor quiere enviarte para traer Su gracia al mundo.

Es importante que todos los cristianos comprendan que de hecho el Señor los envía a otros. Este pasaje del Evangelio de hoy, revela que el mundo es como un campo de abundante fruto esperando ser recogido. Con demasiada frecuencia se queda allí, marchitándose en las vides, sin nadie para cosecharlo. Ahí es donde entras tú.

¿Qué tan listo y dispuesto estás para ser instrumento de Dios para Su misión y propósito? A menudo puedes sentir que el trabajo de evangelizar y cosechar buenos frutos para el Reino de Dios es el trabajo de otra persona. Es tan fácil pensar: "¿Qué puedo hacer?"

La respuesta es bastante sencilla. Puedes volver tu atención al Señor y dejar que Él te envíe. Solo Él conoce la misión que ha elegido para ti y solo Él sabe lo que quiere que coseches. Tu responsabilidad es estar atento. Escucha, estés abierto, estés listo y estar dispuesto. Cuando sientas que Él te llama y te envía, no lo dudes. Di "Sí" a Sus suaves indicaciones.

Esto se logra ante todo mediante la oración. Este pasaje dice “rogad, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su mies. ". En otras palabras, ora para que el Señor envíe muchas almas celosas, incluido tú mismo, al mundo para atender a los muchos corazones que están necesitados.

Reflexiona hoy sobre tu disposición de ser enviado por Cristo. Entrégate a Su servicio y espera a que te envíen. Cuando te hable y te envíe en tu camino, ve sin prisa y déjate sorprender por todo lo que Dios quiere hacer a través de ti.

Señor, me entrego a Tu servicio. Pongo mi vida a tus pies y me comprometo con la misión que tienes reservada para mí. Te doy gracias, Señor, por amarme lo suficiente para que pueda ser usado por Ti. Empléame como quieras, querido Señor. Jesús, en Ti confío.

 


Beato Jesús Emilio Jaramillo Monsalve

Beato Jesús Emilio Jaramillo MonsalveMemorial

Perfil

Hijo de Alberto Jaramillo, artesano , y Cecilia Monsalve, ama de casa , Jesús fue bautizado a la edad de un día. En el seminario menor , se unió a los Misioneros Javerianos de Yarumal . Ordenado sacerdote el de septiembre de 1940. Se desempeñó como párroco en Sabanalarga, Colombia , y como capellán y asesor espiritual en una cárcel de mujeres . Director espiritual de seminaristas y maestro de novicios de los Misioneros en 1945. Enseñó teología dogmática , Sagrada Escritura, hebreo y griego en el seminario . Rector de seminaristas de 1951 a 1959. Superior general de los Misioneros de 1959 a 1966. Nombrado Vicario Apostólico de Arauca, Colombia Obispo titular de Strumnitza por el Papa Pablo VI el 11 de noviembre de 1970 . Elegido obispo de Arauca , Colombia por el Papa Juan Pablo II el 19 de julio de 1984. El padre Jesús se pronunció contra las enseñanzas y atrocidades del grupo rebelde comunista ELN, lo que llevó a que fuera secuestrado el 2 de octubre de 1989 mientras realizaba visitas pastorales, torturado y maltratado durante un día o dos, y luego asesinado . Mártir .

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