11 de diciembre del 2023: lunes de la segunda semana de Adviento
Del perdón a la curación
(Lucas 5, 17-26) “Tus pecados están perdonados […] Levántate y anda. » El camino de curación que Jesús propone a sus interlocutores puede parecer ingenuo. Este camino vital pasa por el perdón, que permite al paralítico, sostenido por la fe de los demás, convertirse en beneficiario de una curación completa: recupera sus fuerzas y restablece su vínculo de amor con Dios. Celebrar el Adviento es dejarse tocar por esta Palabra que va más allá de toda razón y de todo juicio. ■
Jean-Paul Musangania, sacerdote
asuncionista
(Isaías
35, 1-10 y Lucas 5, 17-26) Doy gracias a Dios por haberme librado de tantas
ataduras dolorosas e insalubres durante mi vida. Gracias a él, permanezco
en la esperanza: un día, amaré como respiro.
Primera lectura
Lectura del libro de Isaías (35,1-10):
EL desierto y el yermo se regocijarán,
se alegrará la estepa y florecerá,
germinará y florecerá como flor de narciso,
festejará con gozo y cantos de júbilo.
Le ha sido dada la gloria del Líbano,
el esplendor del Carmelo y del Sarón.
Contemplarán la gloria del Señor,
la majestad de nuestro Dios.
Fortaleced las manos débiles,
afianzad las rodillas vacilantes;
decid a los inquietos:
«Sed fuertes, no temáis.
¡He aquí vuestro Dios! Llega el desquite,
la retribución de Dios.
Viene en persona y os salvará.»
Entonces se despegarán los ojos de los ciegos,
los oídos de los sordos se abrirán;
entonces saltará el cojo como un ciervo,
y cantará la lengua del mudo,
porque han brotado aguas en el desierto
y corrientes en la estepa.
El páramo se convertirá en estanque,
el suelo sediento en manantial.
En el lugar donde se echan los chacales
habrá hierbas, cañas y juncos.
Habrá un camino recto.
Lo llamarán «Vía sacra».
Los impuros no pasarán por él.
Él mismo abre el camino
para que no se extravíen los inexpertos.
No hay por allí leones,
ni se acercarán las bestias feroces.
Los liberados caminan por ella
y por ella retornan los rescatados del Señor.
Llegarán a Sión con cantos de júbilo:
alegría sin límite en sus rostros.
Los dominan el gozo y la alegría.
Quedan atrás la pena y la aflicción.
Palabra de Dios
Salmo
Sal 84,9ab-10.11-12.13-14
R/. He
aquí nuestro Dios; viene en persona y nos salvará.
V/. Voy a escuchar lo que dice el Señor:
«Dios anuncia la paz
a su pueblo y a sus amigos».
La salvación está cerca de los que lo temen,
y la gloria habitará en nuestra tierra. R/.
V/. La misericordia y la fidelidad se encuentran,
la justicia y la paz se besan;
la fidelidad brota de la tierra,
y la justicia mira desde el cielo. R/.
V/. El Señor nos dará la lluvia,
y nuestra tierra dará su fruto.
La justicia marchará ante él,
Y sus pasos señalarán el camino. R/.
Lectura del santo evangelio según san Lucas
(5,17-26):
UN día, estaba Jesús enseñando, y estaban sentados unos fariseos y maestros
de la ley, venidos de todas las aldeas de Galilea, Judea y Jerusalén. Y el
poder del Señor estaba con él para realizar curaciones.
En esto, llegaron unos hombres que traían en una camilla a un hombre paralítico
y trataban de introducirlo y colocarlo delante de él. No encontrando por donde
introducirlo a causa del gentío, subieron a la azotea, lo descolgaron con la
camilla a través de las tejas, y lo pusieron en medio, delante de Jesús. Él,
viendo la fe de ellos, dijo:
«Hombre, tus pecados están perdonados».
Entonces se pusieron a pensar los escribas y los fariseos:
«¿Quién es éste que dice blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados sino sólo
Dios?».
Pero Jesús, conociendo sus pensamientos, respondió y les dijo:
«¿Qué estáis pensando en vuestros corazones? ¿Qué es más fácil, decir: “Tus
pecados te son perdonados”, o decir: “Levántate y echa a andar”? Pues, para que
veáis que el Hijo del hombre tiene poder en la tierra para perdonar pecados
—dijo al paralítico—: “A ti te lo digo, ponte en pie, toma tu camilla y vete a
tu casa”».
Y, al punto, levantándose a la vista de ellos, tomó la camilla donde había estado
tendido y se marchó a su casa dando gloria a Dios
El asombro se apoderó de todos y daban gloria a Dios. Y, llenos de temor,
decían:
«Hoy hemos visto maravillas».
Palabra del Señor
Asombro
por la misericordia de Dios
El asombro se apoderó de todos y daban gloria a Dios. Y, llenos de
temor, decían:
«Hoy hemos visto maravillas».
Se quedaron “asombrados” porque Jesús curó al
paralítico después de que lo bajaran por el techo de una casa en la que Jesús
estaba enseñando. Jesús lo curó y quedaron absortos.
Pero esto no fue lo que más asombró a la
gente.
Lo más asombroso fue que Jesús también le dijo al paralítico: “Tus pecados te son perdonados”, ( Lucas 5:20 ). Jesús luego confirmó que tenía el
poder de perdonar pecados al realizar este milagro físico.
Es cierto que la mayoría de la gente se fue a
casa ese día hablando primero sobre la curación física. Pero podemos estar
seguro de que, al reflexionar sobre esta experiencia, el perdón de los pecados
los conmovió aún más profundamente. Quizás no entendieron completamente lo
que significaba todo esto. Sin embargo, las palabras de perdón del maestro
fueron muy poderosas y transformadoras.
Reflexione hoy sobre su deseo de recibir el
perdón de Dios en su vida. ¿Anhela oír estas palabras? ¿Anhela
experimentar la misericordia y el perdón de Jesús en su vida?
La razón por la que vino del cielo a la tierra fue para
ofrecerle a usted el perdón de sus pecados. Los milagros al final no
importan. Lo que importa es la misericordia y el perdón. Cuando
reciba este regalo de Su misericordia, también glorificará a Dios con un gozo y
santo asombro al ver este increíble regalo desplegarse en su vida.
Señor, deseo tu misericordia y tu perdón en mi
vida. Ayúdame a rebajarme ante Ti para escucharte decir: "Tus pecados
son perdonados". Jesús, en Ti confío.
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