viernes, 4 de octubre de 2024

6 de octubre del 2024: 27o domingo del tiempo ordinario, ciclo B

 Dios no nos creó para estar solos, sino para crecer juntos cada vez más hacia la estatura de Cristo Resucitado, nuestro hermano en la humanidad y nuestro Salvador. Dispongamos nuestro corazón para acoger su palabra y el don de nuestra unidad en él.





Primera lectura

Lectura del libro del Génesis (2,18-24):

El Señor Dios se dijo: «No está bien que el hombre esté solo; voy a hacerle alguien como él que le ayude.»
Entonces el Señor Dios modeló de arcilla todas las bestias del campo y todos los pájaros del cielo y se los presentó al hombre, para ver qué nombre les ponía. Y cada ser vivo llevaría el nombre que el hombre le pusiera. Así, el hombre puso nombre a todos los animales domésticos, a los pájaros del cielo y a las bestias del campo; pero no encontraba ninguno como él que lo ayudase. Entonces el Señor Dios dejó caer sobre el hombre un letargo, y el hombre se durmió. Le sacó una costilla y le cerró el sitio con carne. Y el Señor Dios trabajó la costilla que le había sacado al hombre, haciendo una mujer, y se la presentó al hombre.
El hombre dijo: «Ésta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne! Su nombre será Mujer, porque ha salido del hombre. Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne.»

Palabra de Dios

 

 

Salmo

Sal 127,1-2.3.4-5.6

R/. Que el Señor nos bendiga todos los días de nuestra vida

Dichoso el que teme al Señor
y sigue sus caminos.
Comerás del fruto de tu trabajo,
serás dichoso, te irá bien. R/.

Tu mujer, como parra fecunda,
en medio de tu casa;
tus hijos, como renuevos de olivo,
alrededor de tu mesa. R/.

Ésta es la bendición del hombre que teme al Señor.
Que el Señor te bendiga desde Sión,
que veas la prosperidad de Jerusalén
todos los días de tu vida. R/.

Que veas a los hijos de tus hijos.
¡Paz a Israel! R/.

 

 

Segunda lectura

Lectura de la carta a los Hebreos (2,9-11):

Al que Dios había hecho un poco inferior a los ángeles, a Jesús, lo vemos ahora coronado de gloria y honor por su pasión y muerte. Así, por la gracia de Dios, ha padecido la muerte para bien de todos. Dios, para quien y por quien existe todo, juzgó conveniente, para llevar a una multitud de hijos a la gloria, perfeccionar y consagrar con sufrimientos al gula de su salvación. El santificador y los santificados proceden todos del mismo. Por eso no se avengüenza de llamarlos hermanos.

Palabra de Dios



EVANGELIO

Lectura del santo Evangelio según San Marcos. 10, 2-13

En aquel tiempo, se acercaron unos fariseos y le preguntaron a Jesús, para ponerlo a prueba: «¿Le es lícito a un hombre divorciarse de su mujer?»
Él les replicó: «¿Qué os ha mandado Moisés?» Contestaron: «Moisés Permitió divorciarse, dándole a la mujer un acta de repudio.»
Jesús les dijo: «Por vuestra terquedad dejó escrito Moisés este precepto. Al principio de la creación Dios "los creó hombre y mujer. Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne." De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre.»
En casa, los discípulos volvieron a preguntarle sobre lo mismo. Él les dijo: «Si uno se divorcia de su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra la primera. Y si ella se divorcia de su marido y se casa con otro, comete adulterio.»
Le acercaban niños para que los tocara, pero los discípulos les regañaban. Al verlo, Jesús se enfadó y les dijo: «Dejad que los niños se acerquen a mí: no se lo impidáis; de los que son como ellos es el reino de Dios. Os aseguro que el que no acepte el reino de Dios como un niño, no entrará en él.»
Y los abrazaba y los bendecía imponiéndoles las manos.

Palabra del Señor





1

Los creó hombre y mujer

 

El Evangelio de este domingo nos muestra dos maneras de comportarse en nuestra calidad de cristianos,

Por un lado, encontramos la manera de conducirse, de comportarse de los niños pequeños; y Jesús los pone como ejemplo por su manera de acoger el Reino de Dios. Un Reino que es ofrecido a todos. Para acogerlo, basta con dejarse amar por Dios como sólo los niños pequeños saben hacerlo…

Miren, queridos hermanos, toda la vida nos han enseñado y hemos creído que lo más importante es amar a Dios…y de hecho el primer mandamiento de la Ley de Dios nos lo recuerda: AMAR A DIOS SOBRE TODAS LAS COSAS…pero es verdad que pocas veces o nunca se nos recuerda que es importante también dejarnos amar por Dios…Los niños en esto nos ganan, son campeones.

Bueno, de cara a los niños pequeños y su ejemplo maravilloso, tenemos una segunda manera de comportarnos como cristianos y entonces podemos ser como los fariseos del evangelio de hoy, que no buscan sino ponerle trampas a Jesús…ellos no dudan en utilizar el engaño, la mentira para enredar a Jesús y buscar hundirlo…

Estas dos actitudes,

Primero, la de los niños pequeños y la de los fariseos nos interpelan, nos cuestionan y nos hace preguntarnos hermanos, ¿cómo acogemos la Palabra de Dios? ¿Con derecho, sinceridad y generosidad? ¿O con indiferencia y rechazo?

Esta diferencia en la manera de acoger la Palabra de Dios está ilustrada por la pregunta que le hacen los fariseos a Jesús: “Es legal, es lícito para un hombre divorciarse, ¿separarse de su mujer’? Y Jesús los remite a la Ley de Moisés que ellos conocían de memoria. Ellos saben que esa Ley permitía separarse de la mujer con la condición de establecer una acta de repudio. Jesús les responde que si Moisés dejó escrito este precepto fue a causa de su terquedad, de cabeza y corazón duros…Vemos pues cómo La Biblia lleva a las personas a tomar conciencia de dónde están y las lleva gradualmente a la Revelación en Cristo Jesús.

En su respuesta, Jesús toma partido por Dios, se inclina por su deseo original, y por ellos los remite al libro del Génesis, a la primera lectura que hemos escuchado hoy: Al principio de la creación Dios "los creó hombre y mujer. Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne." De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Y Jesús agrega “Lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre”.

Hermanos, esta enseñanza de Cristo es muy fuerte porque defiende la dignidad del matrimonio.

 El hombre y la mujer que se casan están llamados a formar una comunidad de vida, de compartir y de amor. A través de su manera de amar y la manera de amar a sus hijos, ellos manifiestan, muestran algo del amor apasionado que tiene Dios. Entonces, es precisamente esto lo que ha sido querido por Dios después del origen del mundo. Él ha querido que el amor del hombre y la mujer en el matrimonio sea un reflejo, un eco del amor que está en Él.

Es cierto que todo esto no está libre de dificultades…Llevar un matrimonio de la mejor manera es difícil, basta con ver todas esas parejas que no cesan de romper su relación de amor y terminan por separarse. 

Vemos también las vidas de tantas familias que nos decepcionan, y que son tristes, desconcertantes: algunas se contentan con ser familias “Hotel restaurante” o “familias dormitorio”. Esas familias son una simple yuxtaposición de personas donde no hay verdadero diálogo acerca de las cosas importantes, de lo esencial de la vida…

 Hermanos, un día, Jesús dijo esta frase que está en el evangelio de San Juan, capítulo 10, versículo 10: “He venido para que todos los hombres tengan vida y vida en abundancia”. Y esto también es válido para las parejas. Por el sacramento del matrimonio Cristo quiere ayudarles a no ser más que una sola carne en el amor, a ser UNO en el amor.

Hoy nosotros le oramos pidiendo que abra el corazón de todos los esposos a su proyecto de amor.

 Amar es una aventura que se apoya en la fidelidad de Dios. La unión del hombre y de la mujer nos dice algo de la alianza entre Dios y los hombres. Viviendo en el amor, el respeto y la fidelidad, la pareja testimonia a su manera un Dios que ama, que perdona y que se da.

 Es verdad que todo esto no es fácil de vivir. Pero hoy, Jesús nos anuncia una Buena Noticia: lo que es imposible para los hombres es posible para Dios. Dios solamente puede darnos un corazón nuevo.

 El problema de cada uno no es la conversión de los demás sino la nuestra propia, la de cada uno, transformar nuestro propio corazón. Solo Dios puede enseñarnos a amar como Él nos ama. Él es fiel, a pesar de nuestra traición. Él siempre es absolutamente tierno …entonces, seamos perfectos como nuestro Padre del Cielo. Mismo sino es algo evidente, su voluntad va de la mano siempre con nuestra felicidad.

Hoy recibimos este Evangelio como un llamado incansable a defender la familia. En su momento, el Santo Papa Juan Pablo II nos recordaba que el futuro de la humanidad pasa por la familia. Es allí donde nosotros aprendemos el sentido del compartir, el sentido de donarse, de darse y del respeto al otro. Es allí al interior de la familia, donde nosotros también aprendemos a abrirnos a la riqueza del perdón y de la escucha, al respeto de las diferencias, a la paciencia que hace crecer.

La Carta a los Hebreos, el texto de la segunda lectura de hoy, no habla especialmente del matrimonio, pero nos revela este amor apasionado de Jesús por toda la humanidad, Es un amor que permanece fiel y se dio hasta el sacrificio de su vida. Por su pasión, muerte y resurrección, Jesús nos ha abierto el camino de la verdadera vida.

Lo que espera Cristo también de nosotros es que vengamos a Él como los niños pequeños de quienes nos habla el Evangelio. Es alrededor de Él que debe construirse la unidad de las familias y de las comunidades cristianas.

En este domingo, todos juntos volvemos nuestro ser y todos nuestros sentidos a Dios quien es la fuente de todo amor, La Eucaristía es Dios que se entrega por nosotros para hacernos vivir de su amor al interior de nuestras familias y de nuestros diversos lugares de vida. Dios nos ama a todos de manera incondicional cualquiera sea nuestra situación y cualesquiera sean nuestros errores y fallas. Él viene a buscarnos allí donde estemos para invitarnos a dar un paso más en el camino de la vida,

Que este Evangelio, o sea esta Buena Noticia alimente nuestra esperanza y nuestra oración… Que así sea…

 

 

2


Al principio de la creación Dios "los creó hombre y mujer. Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne." De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre.»

Marcos 10: 6–9

  

Estas dos palabras, "Al principio", son palabras clave para nuestra época. Es importante que las personas de fe reconozcamos no solo los dones sobrenaturales que Dios nos ha dado, sino también los dones naturales. 

Los dones sobrenaturales son todos aquellos dones que nos da la Cruz de Cristo. Su vida, muerte y resurrección derramaron sobre nosotros la gracia del cielo e hicieron posible la santidad, la salvación y la vida eterna. Pero hay un orden completamente diferente de "dones" que Dios nos dio y que a menudo damos por sentado. Ese es el regalo de la naturaleza.

La creación misma, el orden del Universo, nuestra humanidad y el diseño natural de Dios son todos dones. La ciencia puede hacer mucho para descubrir los secretos y misterios del mundo natural, pero en última instancia, una comprensión completa incluso del mundo natural es misteriosa, profunda e inspiradora.

Un aspecto del mundo natural que Dios nos dio es nuestra sexualidad. “Hombre y mujer los hizo Dios…” Este diseño natural es parte de la gloriosa sabiduría del Creador y debe ser entendido, amado y respetado plenamente. Ser "hombre y mujer" es algo bastante obvio y que se comprende naturalmente. Dentro de cada persona hay ciertos atributos, deseos, tendencias, etc., que van de la mano con ser hombre o mujer.  

De muchas maneras, la singularidad y la complementariedad de los sexos han sido cuestionadas e incluso ignoradas en ocasiones, especialmente en nuestros días. Pero en el fondo todos entendemos que ser hombre o mujer es parte de lo que somos. Constituye nuestra propia identidad como persona y trae consigo muchas bendiciones. La feminidad y la masculinidad, a veces, también pueden distorsionarse y confundirse. Pero, en esencia, estos atributos de nuestra personalidad no se pueden descartar ni negar. De hecho, aceptar quiénes somos en nuestra naturaleza no es más que ser honestos y nos permite continuar por el camino de la verdadera integridad natural.

Reflexione hoy sobre las muchas formas en que ser “hombre y mujer” son bendiciones naturales de Dios. Reflexione, también, sobre las formas en que estos dones naturales son desafiados y socavados en nuestro mundo de hoy. Acepte usted quién es, acepte que Dios lo hizo para ser y deje que ese regalo natural de Dios florezca en su vida.


Señor, te agradezco por tus innumerables dones. Gracias por el don de la gracia ganado por Tu Cruz, y gracias también por el don de la naturaleza y por la forma en que me hiciste. Ayúdame a abrazar mi identidad plena de acuerdo con Tu diseño y, en ese abrazo, ayúdame a seguir descubriendo mi dignidad. Jesús, en Ti confío.



Meditemos:

· ¿No sólo hay divorcio en el matrimonio, también hay separaciones en nuestras relaciones: ¿Qué vínculos rompemos en nuestra vida? ¿Por qué?

· ¿En qué ocasiones traicionamos a quienes confían en nosotros? ¿Cuáles son nuestras infidelidades del corazón? ¿Qué nos lleva a ser infieles?



ORACIÓN:

Gracias Señor, por el hombre y la mujer,
por esos seres en el espejo que se aman y se causan miedo mutuamente,
que se buscan y se atraen,
que se pelean y se separan.
Su relación estrecha es siempre una guerra
y su guerra sirve a menudo como pretexto de reconciliación.
Bendito seas por el amor que les une,
el amor imposible
y que  recomienza siempre.
Bendito seas por el amor del cuerpo y del corazón,
por la carne que se eleva,
por la carne que se gasta y se cansa,
por el corazón que renueva la carne.
Gracias Señor, por lo infinito del amor,
por la fidelidad que permanece con el paso de los días,
por el regreso luego de las jornadas errantes,
por la esperanza de los reinicios.
Tú que eres fiel.
Tú que perdonas,
dale a nuestros amores un sabor de eternidad.
Amén!


 @gadabay




REFERENCIAS Bibliográficas:





BEAUCHAMP, André. Comprendre la Parole, Année B. Novalis, 2007

4 de octubre del 2024: viernes de la vigésima sexta semana del tiempo ordinario-año II- San Francisco de Asís

 Testigo de la fe: 

San Francisco de Asís

Francisco llevaba una vida ligera y despreocupada a los 25 años, cuando conoció a Cristo, pobre, libre y alegre. Rompió con su rica familia y pronto se encontró inspirando a innumerables seguidores.  Su espíritu dio origen a varios institutos de religiosos y religiosas, así como a la Orden Franciscana Seglar. Murió en 1226.


Hoy hablamos mucho de pobreza o de retornar a los verdaderos valores del evangelio. 
Lo que San Francisco de Asís emprendió en el siglo XIII nos podría inspirar muy bien a nosotros, hombres de nuestro tiempo. 
La sociedad de hoy amenaza con destruirse a sí misma en muchas partes del mundo por su misma ideología y prosperidad; incluso en países en desarrollo se imponen necesidades artificiales sobre el pueblo, con pérdida de los más profundos valores de Dios y del mismo pueblo. 
Lo que necesitamos es no solamente hablar sobre pobreza y sobre vida evangélica, sino vivir responsablemente nuestra vida cristiana conforme a los valores del evangelio.


Un desafío vertiginoso

(Job 38, 1.12-21; 40, 3-5; Lucas 10, 13-16) Hoy leemos dos textos vertiginosos. Job, colocado por Dios (como Francisco de Asís) ante el esplendor de una Creación que no gira en torno a él, accede a la gratificación. Su denuncia cesa.

Las localidades de Galilea no saben, por su parte, que están jugando su entrada en la vida real y definitiva con la bienvenida que darán a los discípulos, estos pobres portadores de las riquezas del Reino.

Jean-Marc Liautaud, Fondacio

 


Primera lectura

Lectura del libro de Job (38,1.12-21;40,3-5):

El Señor habló a Job desde la tormenta: «¿Has mandado en tu vida a la mañana o has señalado su puesto a la aurora, para que agarre la tierra por los bordes y sacuda de ella a los malvados, para que la transforme como arcilla bajo el sello y la tiña como la ropa; para que les niegue la luz a los malvados y se quiebre el brazo sublevado? ¿Has entrado por los hontanares del mar o paseado por la hondura del océano? ¿Te han enseñado las puertas de la muerte o has visto los portales de las sombras? ¿Has examinado la anchura de la tierra? Cuéntamelo, si lo sabes todo. ¿Por dónde se va a la casa de la luz y dónde viven las tinieblas? ¿Podrías conducirlas a su país o enseñarles el camino de casa? Lo sabrás, pues ya habías nacido entonces y has cumplido tantísimos años.»
Job respondió al Señor: «Me siento pequeño, ¿qué replicaré? Me taparé la boca con la mano; he hablado una vez, y no insistiré, dos veces, y no añadiré nada.»

Palabra de Dios

 

 

Salmo

Sal 138

R/. Guíame, Señor, por el camino eterno

Señor, tú me sondeas y me conoces;
me conoces cuando me siento o me levanto,
de lejos penetras mis pensamientos;
distingues mi camino y mi descanso,
todas mis sendas te son familiares. R/.

¿Adónde iré lejos de tu aliento,
adónde escaparé de tu mirada?
Si escalo el cielo, allí estás tú;
si me acuesto en el abismo, allí te encuentro. R/.

Si vuelo hasta el margen de la aurora,
si emigro hasta el confín del mar,
allí me alcanzará tu izquierda,
me agarrará tu derecha. R/.

Tú has creado mis entrañas,
me has tejido en el seno materno.
Te doy gracias, porque me has escogido portentosamente,
porque son admirables tus obras. R/.

 

 

Lectura del santo evangelio según san Lucas (10,13-16):

En aquel tiempo, dijo Jesús: «¡Ay de ti, Corozaín; ay de ti, Betsaida! Si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que en vosotras, hace tiempo que se habrían convertido, vestidas de sayal y sentadas en la ceniza. Por eso el juicio les será más llevadero a Tiro y a Sidón que a vosotras. Y tú, Cafarnaún, ¿piensas escalar el cielo? Bajarás al infierno. Quien a vosotros os escucha a mí me escucha; quien a vosotros os rechaza a mí me rechaza; y quien me rechaza a mí rechaza al que me ha enviado.»

Palabra del Señor


1

Homilía - Viernes de la XXVI Semana del Tiempo Ordinario (Año II) - Memoria Obligatoria de San Francisco de Asís

Lecturas:
- Job 38, 1. 12-21; 40, 3-5
- Salmo 138
- Lucas 10, 13-16

Queridos hermanos y hermanas,

Hoy celebramos la memoria de San Francisco de Asís, una figura única y trascendental en la historia de la Iglesia. Francisco vivió con una profunda sencillez y radicalidad en su seguimiento de Cristo. Su vida nos invita a reflexionar en torno a temas tan esenciales como la humildad, la confianza en Dios y la fraternidad con toda la creación.

Primera Lectura: La humildad frente al Misterio de Dios (Job 38, 1. 12-21; 40, 3-5)
El pasaje del libro de Job nos muestra a Dios respondiendo a Job desde el torbellino, llevándolo a reconocer su pequeñez ante la grandeza del Creador. Job, tras experimentar la dureza del sufrimiento y cuestionar a Dios, se encuentra cara a cara con el Misterio, y su única respuesta posible es el silencio y la humildad: "Me tapo la boca con la mano".

San Francisco entendió esta actitud profundamente. Su vida fue un continuo despojo de sí mismo, una rendición a la voluntad divina. El joven Francisco, antes lleno de aspiraciones mundanas, experimenta una transformación radical al descubrir la grandeza y el amor de Dios en la pobreza, en la simplicidad y en todas las criaturas. Como Job, Francisco se "tapó la boca", es decir, dejó de lado sus quejas y demandas, y optó por abrazar la voluntad de Dios, por incomprensible que pareciera.

Evangelio: Escuchar y acoger la voz de Dios (Lucas 10, 13-16)
El Evangelio de hoy es un llamado a escuchar la voz de Dios que resuena en nuestros corazones. Jesús reprende a Corozaín y Betsaida por su falta de arrepentimiento, a pesar de haber presenciado sus milagros. Es un recordatorio de que no basta con ver y oír, sino que necesitamos acoger el mensaje de Dios con un corazón dispuesto a la conversión.

Francisco de Asís fue un hombre que escuchó esa voz de Dios y la acogió con una generosidad total. Recordemos su encuentro con el Cristo de San Damián, donde oyó la voz que le decía: "Francisco, repara mi Iglesia". A partir de ese momento, su vida cambió radicalmente. Abandonó todas sus seguridades para dedicarse por completo a reconstruir la Iglesia no solo materialmente, sino también espiritualmente, con una vida de pobreza, fraternidad y amor.

Reflexión: La importancia de la conversión y la humildad
El ejemplo de San Francisco de Asís nos invita a la humildad, a la conversión continua y a escuchar la voz de Dios en nuestra vida. A veces, como Job o como los habitantes de Corozaín y Betsaida, podemos ser tentados a centrarnos en nuestras dificultades, olvidando la grandeza y misericordia de Dios. Sin embargo, Francisco nos recuerda que la verdadera alegría y libertad se encuentran cuando nos vaciamos de nosotros mismos para dejar espacio a Dios en nuestra vida.

Francisco vivió en una profunda comunión con toda la creación, porque veía en todo lo creado la huella de su Creador. Amaba a los pobres, a los enfermos, a la naturaleza, y su vida se convirtió en una alabanza constante a Dios. En un mundo donde tantas veces reina el egoísmo, el consumismo y la indiferencia, su ejemplo sigue siendo una llamada urgente a vivir la sencillez, la solidaridad y el amor fraterno.

Conclusión: Seguimiento radical de Cristo
Que la memoria de San Francisco de Asís nos impulse a abrir nuestro corazón a la conversión, a escuchar y acoger la voz de Dios en nuestra vida. Como él, estamos llamados a una vida de humildad y servicio, reconociendo nuestra pequeñez ante la grandeza de Dios y buscando siempre su voluntad.

Que San Francisco interceda por nosotros y nos ayude a vivir con el mismo ardor y amor con el que él siguió a Cristo. Así sea.



Instrumentos  de Dios

 

“…Quien a vosotros os escucha a mí me escucha; quien a vosotros os rechaza a mí me rechaza; y quien me rechaza a mí rechaza al que me ha enviado.»


Lucas 10:16

 

Jesús hace una triple conexión en este pasaje. Él te conecta con Él y Él mismo con el Padre. Por lo tanto, cuando estás actuando como un verdadero instrumento del Señor, y otro escucha o rechaza lo que les traes, entonces te están escuchando o rechazando no solo a ti, sino también a nuestro Señor y al Padre Celestial.

Una cosa que esto revela es la gran responsabilidad que todos tenemos de llevar el amor y la misericordia del Padre Celestial a aquellos con quienes nos encontramos todos los días. ¿Somos capaces de ser verdaderos instrumentos de Dios? Al hacer una conexión tan fuerte entre nosotros, Él mismo y el Padre celestial, Jesús está elevando nuestra dignidad humana a un nivel increíble.

Este pasaje también revela el hecho de que otros actuarán como instrumentos de Dios para nosotros. Esto es importante de entender porque Jesús es muy claro. Si alguien viene a nosotros, actúa en el nombre de Cristo y rechazamos a esa persona, entonces en realidad estamos rechazando al Padre Celestial. Esto debería llevarnos a hacer una pausa y estar seriamente atentos a la forma en que tratamos a los demás. Debemos ser especialmente conscientes del hecho de que otros tienen un gran potencial para ser instrumentos de Dios para nosotros. El Señor habla a través de ellos de muchas maneras.

Reflexiona, hoy, sobre estas revelaciones. Reflexiona sobre el gran don que consiste en actuar como instrumento del Padre del Cielo. Este es un deber sagrado y un profundo privilegio que no debemos tomar a la ligera. Busca también las formas en que el Padre te habla a través de los demás. Cuando Él hable, préstale toda tu atención y muéstrate agradecido por aquellos que actúan como valiosos instrumentos del amor de Dios.

 

Señor, te agradezco por el honor y el privilegio de servir como instrumento de tu santa voz. Que siempre busque abrazar este llamado con fe y sinceridad. Que yo también esté abierto a todas las formas en que Tú me hablas a través de otros. Dame la humildad que necesito para escuchar Tu voz a través de ellos. Jesús, en Ti confío.

 

 


Memoria de San Francisco de Asís

El hijo de un comerciante de sensibilidades excéntricas se vuelve radical

 

Aunque originalmente fue bautizado por su madre como Giovanni (Juan) en honor a San Juan Bautista, el santo de hoy fue rebautizado como Francesco, o "Frenchy", por su padre Pietro de Bernardone después de que Pietro regresara a casa después de comerciar en Francia. 

Pietro amaba Francia, y el espíritu romántico y trovador de su hijo probablemente fluía de esa misma fuente cultural. 

Francisco creció en un hogar de clase media que se dedicaba a la venta de telas finas. Francisco era un hábil comerciante en el negocio familiar, pero disfrutaba más gastando dinero que ganándolo. 

Era un hombre de la ciudad, un líder entre sus amigos y muy querido por su preocupación por los demás. También fue un caballero fracasado. 

Cuando tenía veinte años, Francisco se unió a una milicia cívica de Asís en una batalla contra una ciudad vecina. Cuando la milicia fue derrotada, Francisco se salvó de la muerte y, en cambio, pidió un rescate debido a su excelente librea. Estuvo prisionero en una mazmorra durante un año antes de que se pagara el rescate. Regresó a Asís como un hombre más reflexivo. El servicio militar posterior para los Estados Pontificios terminó abruptamente cuando Francisco escuchó una voz que le decía: "Sigue al maestro en lugar del hombre". Vendió su costosa armadura y su caballo, regresó a casa y comenzó a pasar horas en oración.

Poco después de este punto de inflexión, Francisco se encontró con un leproso en las afueras de Asís. Inicialmente retrocedió, pero luego desmontó, le dio al hombre algo de dinero y le besó la mano podrida. Este fue el comienzo de sus frecuentes visitas a leprosos y hospitales. Cuando Francisco escuchó una voz desde la cruz que le decía: “Francisco, ve y repara mi iglesia, que como puedes ver está en ruinas”, vendió una gran cantidad de tela y el caballo de su padre en una ciudad comercial vecina. Al regresar a Asís, donó las ganancias a un sacerdote en la iglesia de San Damián en las afueras de Asís. El padre de Francisco estaba furioso. Su hijo había vendido telas de la tienda familiar y un caballo, y luego había regalado dinero que no era suyo. Esto era un robo y Francisco fue encarcelado. Luego se desarrolla una escena dramática entre Francisco y su padre en la plaza de una iglesia, en presencia del obispo Guido de Asís y su corte. Pietro exige la devolución de su dinero. El obispo lo apoya y dice que la Iglesia no puede aceptar dinero robado. Francisco devuelve las monedas. Pero luego Francisco va más allá. Prenda a prenda, se quita la ropa hasta quedar desnudo ante los ojos de todos. Luego dice: “De ahora en adelante no diré 'Padre mío, Pietro Bernardone', sino 'Padre nuestro, que estás en los cielos'”. No hay una sola referencia en ningún documento franciscano contemporáneo a Pietro después de este dramático incidente. Francisco ahora estaba aislado, desheredado y solo.

Francisco finalmente comienza a usar una bata áspera que ata alrededor de su cintura con un cordón. Vive solo en la pobreza absoluta, reza, ayuda a los enfermos, reconstruye capillas en ruinas cercanas y predica y mendiga en Asís. Los hombres comienzan a seguir su ejemplo y se enciende el primer fuego de la orden franciscana mundial. Los “Hermanos Menores de Asís” son reconocidos por el Papa, Francisco es ordenado diácono y el crecimiento explosivo de la Orden sólo puede calificarse de milagroso. San Francisco es el primer gran fundador de una orden religiosa desde San Benito en los años 500. Por puro encanto de personalidad, santidad y visión, no intelecto o habilidad organizativa, impartió un carisma misteriosamente poderoso a sus seguidores. Él era ardiente en su amor por la Sagrada Eucaristía e insistió en que las iglesias estuvieran bien conservadas en honor a la presencia física del Señor. Francisco murió a los cuarenta y cuatro años y fue canonizado solo dos años después, en 1228.

Puede que San Francisco sea la persona más conocida del segundo milenio. Una medida de su impacto masivo se puede medir observando que no es raro que San Francisco sea visto como el ideal de la virtud y la pobreza cristianas, incluso por encima del mismísimo fundador de la religión.

 

San Francisco de Asís, sostuviste la Sagrada Eucaristía con tanta reverencia que no te atreviste a ser ordenado sacerdote. Tu amor por la Palabra de Dios complementa tu amor por Su creación. Ayuda a todos los cristianos a tener el mismo equilibrio de amor por Dios, los sacramentos y toda la creación de Dios


jueves, 3 de octubre de 2024

3 de octubre del 2024: jueves de la vigésima sexta semana del tiempo ordinario- año II- Beato Jesús Emilio Jaramillo, Obispo y mártir

 

Testigo de la fe:

Beato Jesús Emilio Jaramillo. mxy, obispo y mártir

En el día (de 1989) que fue encontrado el cuerpo sin vida de Monseñor Jesús Emilio Jaramillo, la Congregación para el Culto Divino ha autorizado recordar litúrgicamente al nuevo beato (beatificado el 8 de septiembre de 2017 por su S.S Papa Francisco en Villavicencio).

Después de 7 años es un hecho histórico que hoy se celebre la Eucaristía pidiendo la intercesión de un hermano colombiano, miembro de los Misioneros Javerianos de Yarumal...Para nosotros, memoria obligatoria...
Beato Jesús Emilio, ruega por nosotros!


Entre los pobres

(Job 19, 21-27; Lucas 10, 1-12) La miseria de Job le lleva a quejarse: pide la muerte.

¡Los discípulos enviados por Jesús, privados incluso de sandalias, también están marcados por la miseria! Esto se debe a que su misión se basa en su capacidad de construir relaciones, todas ellas orientadas al intercambio de dones que es el Reino.

Ciertamente, la carencia puede hacernos maldecir la vida. Pero a veces también puede ser un vector de hermosas relaciones. 

Jean-Marc Liautaud, Fondacio


(Job 19, 21-27) Job demuestra una confianza inquebrantable en Dios, a pesar que todo parezca contradecirlo. Mientras que todos sus amigos se encarnizan en desmoralizarlo, él repite: “Yo se que mi liberador está vivo”. En nuestros duelos, nuestros desconsuelos, nuestros reveses de fortuna, ¿la fe de Job no es acaso inspiradora?

 


Primera lectura

 Lectura del libro de Job (19,21-27):


Job dijo: «¡Piedad, piedad de mí, amigos míos, que me ha herido la mano de Dios! Por qué me perseguís como Dios y no os hartáis de escarnecerme? ¡Ojalá se escribieran mis palabras, ojalá se grabaran en cobre; con cincel de hierro y en plomo se escribieran para siempre en la roca! Yo sé que está vivo mi Vengador y que al final se alzará sobre el polvo: después que me arranquen la piel, ya sin carne, veré a Dios; yo mismo lo veré y no otro, mis propios ojos lo verán. ¡Desfallezco de ansias en mi pecho!»

Palabra de Dios

 


Salmo

Sal 27,7-9,13-14

R/.
 Espero gozar de la dicha del Señor en el país de la vida

Escúchame, Señor, que te llamo,
ten piedad, respóndeme.
Oigo en mi corazón: «Buscad mi rostro.» R/.

Tu rostro buscaré, Señor,
ne me escondas tu rostro.
No rechaces con ira a tu siervo,
que tú eres mi auxilio;
no me deseches. R/.

Espero gozar de la dicha del Señor
en el país de la vida.
Espera en el Señor, sé valiente,
ten ánimo, espera en el Señor
R/.

 

 

Lectura del santo evangelio según san Lucas (10, 1-12):

En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él.
Y les decía: «La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su mies. ¡Poneos en camino! Mirad que os mando como corderos en medio de lobos. No llevéis talega, ni alforja, ni sandalias; y no os detengáis a saludar a nadie por el camino. Cuando entréis en una casa, decid primero: "Paz a esta casa." Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros. Quedaos en la misma casa, comed y bebed de lo que tengan, porque el obrero merece su salario. No andéis cambiando de casa. Si entráis en un pueblo y os reciben bien, comed lo que os pongan, curad a los enfermos que haya, y decid: "Está cerca de vosotros el reino de Dios." Cuando entréis en un pueblo y no os reciban, salid a la plaza y decid: "Hasta el polvo de vuestro pueblo, que se nos ha pegado a los pies, nos lo sacudimos sobre vosotros. De todos modos, sabed que está cerca el reino de Dios." Os digo que aquel día será más llevadero para Sodoma que para ese pueblo.»

Palabra del Señor

  

1

La fe a toda prueba

Continuamos leyendo o escuchando el libro de Job. Pruebas y dudas, Job atraviesa todo esto. Sin embargo, hay todavía dentro de él un lugar para una confianza absoluta en Dios. Job ha tocado fondo y sus desgracias parecen no tener ninguna solución. Por lo tanto, él lanza un increíble grito de esperanza. En medio de su desespero, Job está seguro, Dios está vivo y Él va a intervenir para liberarlo.

Sembrar la paz

 


En el Evangelio, Jesús al enviar en misión a los 72, nos dice que la misión tiene una dimensión universal. Se trata de anunciar la paz de Dios a todos los pueblos. Más allá del círculo de los 12, el número 72 simboliza el conjunto de las naciones. Pero el llamado hecho a todos no significa forzosamente que todos respondan positivamente. Anunciar a Cristo no puede sino hacerse a la manera de Cristo: llevando la paz, curando, tomando tiempo para el encuentro, y sobre todo sin incomodar la gente. Pero atención, rechazar, o decirle no a la paz del Reino de Dios priva de sus beneficios.

 

2

La memoria del Beato Monseñor Jesús Emilio Jaramillo, obispo y mártir, nos invita a reflexionar sobre el testimonio de aquellos que han entregado su vida por la fe y la justicia. En el contexto de la homilía para el jueves de la XXVI semana del tiempo ordinario (año II), las lecturas nos proporcionan una ocasión perfecta para conectar el sacrificio de Monseñor Jaramillo con el mensaje del Evangelio.

Lecturas del día:

  • Job 19, 21-27: Job, en medio de su sufrimiento, sigue confiando en Dios y afirma su fe en la resurrección.
  • Salmo 26 (27): "Espero gozar de la dicha del Señor en el país de la vida".
  • Lucas 10, 1-12: Jesús envía a los setenta y dos discípulos a anunciar el Reino de Dios, exhortándolos a confiar en la providencia divina y a vivir una misión de paz.

Reflexión:

Monseñor Jesús Emilio Jaramillo fue un hombre de paz en tiempos de violencia, un pastor que, como los discípulos enviados por Jesús en el Evangelio de Lucas, llevó el mensaje del Reino a lugares llenos de dificultades. En su vida y misión, él vivió el llamado de Cristo a ser constructor de la paz, incluso cuando sabía que su vida corría peligro. En un contexto de persecución y conflicto, su testimonio es un recordatorio de que la fe verdadera nos lleva a actuar con valentía, confiando en que Dios es nuestra fortaleza.

El Evangelio de hoy nos presenta la misión de los discípulos, que son enviados de dos en dos a los pueblos, sin más seguridad que su confianza en la providencia divina. Jesús les advierte que pueden ser rechazados, pero les anima a seguir adelante, asegurándoles que su paz será con ellos. Monseñor Jaramillo, con su testimonio, nos muestra cómo vivir esta misión en la práctica, enfrentando el rechazo y el sufrimiento con una fe inquebrantable en el Señor.

Al igual que Job, Monseñor Jaramillo vivió el sufrimiento, pero su fe lo sostuvo. Job expresa su esperanza en la resurrección, confiando en que Dios lo redimirá al final. Del mismo modo, Monseñor Jaramillo vivió con la esperanza de que, aunque pudiera perder su vida terrenal, Cristo lo recibiría en la vida eterna.

Aplicación práctica:

La vida del Beato Jesús Emilio Jaramillo nos desafía a preguntarnos: ¿cómo llevamos el mensaje de paz y esperanza de Cristo a nuestro entorno, especialmente en situaciones de conflicto o dificultad? Su martirio nos invita a no tener miedo de ser testigos del Evangelio, incluso cuando hacerlo implique sufrimiento o rechazo. El cristiano no busca la confrontación, pero tampoco huye de la verdad, sabiendo que su seguridad está en Dios, no en las circunstancias.

Al reflexionar sobre las palabras de Jesús, "la mies es abundante, pero los trabajadores son pocos", recordemos que somos llamados a ser esos trabajadores del Reino, dispuestos a seguir adelante con confianza, dejando que Dios guíe nuestros pasos y sostenga nuestra misión.

Oración:

Pidamos al Señor, por intercesión del Beato Jesús Emilio Jaramillo, la gracia de vivir nuestra fe con valentía, siendo instrumentos de paz y testigos del Evangelio en un mundo que necesita tanto de la presencia de Dios. Que su ejemplo nos inspire a entregarnos plenamente al servicio de los demás, siempre confiando en la providencia divina. Amén.


3

Enviados por delante

 

En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él.
Y les decía: «La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su mies.

 

Lucas 10: 1-2

 

El mundo tiene una gran necesidad del amor y la misericordia de Cristo. Es como una tierra seca y estéril que espera absorber la suave lluvia. Tú eres esa lluvia y nuestro Señor quiere enviarte para traer Su gracia al mundo.

Es importante que todos los cristianos comprendan que de hecho el Señor los envía a otros. Este pasaje del Evangelio de hoy, revela que el mundo es como un campo de abundante fruto esperando ser recogido. Con demasiada frecuencia se queda allí, marchitándose en las vides, sin nadie para cosecharlo. Ahí es donde entras tú.

¿Qué tan listo y dispuesto estás para ser instrumento de Dios para Su misión y propósito? A menudo puedes sentir que el trabajo de evangelizar y cosechar buenos frutos para el Reino de Dios es el trabajo de otra persona. Es tan fácil pensar: "¿Qué puedo hacer?"

La respuesta es bastante sencilla. Puedes volver tu atención al Señor y dejar que Él te envíe. Solo Él conoce la misión que ha elegido para ti y solo Él sabe lo que quiere que coseches. Tu responsabilidad es estar atento. Escucha, estés abierto, estés listo y estar dispuesto. Cuando sientas que Él te llama y te envía, no lo dudes. Di "Sí" a Sus suaves indicaciones.

Esto se logra ante todo mediante la oración. Este pasaje dice “rogad, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su mies. ". En otras palabras, ora para que el Señor envíe muchas almas celosas, incluido tú mismo, al mundo para atender a los muchos corazones que están necesitados.

Reflexiona hoy sobre tu disposición de ser enviado por Cristo. Entrégate a Su servicio y espera a que te envíen. Cuando te hable y te envíe en tu camino, ve sin prisa y déjate sorprender por todo lo que Dios quiere hacer a través de ti.

Señor, me entrego a Tu servicio. Pongo mi vida a tus pies y me comprometo con la misión que tienes reservada para mí. Te doy gracias, Señor, por amarme lo suficiente para que pueda ser usado por Ti. Empléame como quieras, querido Señor. Jesús, en Ti confío.

 


Beato Jesús Emilio Jaramillo Monsalve

Beato Jesús Emilio Jaramillo MonsalveMemorial

Perfil

Hijo de Alberto Jaramillo, artesano , y Cecilia Monsalve, ama de casa , Jesús fue bautizado a la edad de un día. En el seminario menor , se unió a los Misioneros Javerianos de Yarumal . Ordenado sacerdote el de septiembre de 1940. Se desempeñó como párroco en Sabanalarga, Colombia , y como capellán y asesor espiritual en una cárcel de mujeres . Director espiritual de seminaristas y maestro de novicios de los Misioneros en 1945. Enseñó teología dogmática , Sagrada Escritura, hebreo y griego en el seminario . Rector de seminaristas de 1951 a 1959. Superior general de los Misioneros de 1959 a 1966. Nombrado Vicario Apostólico de Arauca, Colombia Obispo titular de Strumnitza por el Papa Pablo VI el 11 de noviembre de 1970 . Elegido obispo de Arauca , Colombia por el Papa Juan Pablo II el 19 de julio de 1984. El padre Jesús se pronunció contra las enseñanzas y atrocidades del grupo rebelde comunista ELN, lo que llevó a que fuera secuestrado el 2 de octubre de 1989 mientras realizaba visitas pastorales, torturado y maltratado durante un día o dos, y luego asesinado . Mártir .

martes, 1 de octubre de 2024

2 de octubre del 2024: miércoles de la vigésima sexta semana del tiempo ordinario- año II- Santos Ángeles Guardianes

 

Santos Ángeles Guardianes


La Iglesia recuerda hoy a los santos ángeles custodios, a quienes Dios ha confiado la misión de asegurar una presencia fraterna entre los hombres. Sin embargo, la misión principal de los ángeles es adorar y alabar a Dios en un eterno acto de contemplación.

 

Debemos vivir esa ingenuidad infantil con Jesús para creer y vivir todo lo que nos dice… que siempre será algo que nos lleve a la vida y vida en plenitud.

Fray Manuel Santos Sánchez O.P.



(Lucas 9, 57-62) Tres cortos diálogos nos interpelan en lo referente a nuestro propio compromiso en el seguimiento de Cristo. ¿Qué es aquello que nos impide poner la mano en el arado para transformar la tierra para que el Reino de Dios germine en abundancia?


Primera lectura

Lectura del libro de Job (9,1-12.14-16):

Respondió Job a sus amigos: «Sé muy bien que es así: que el hombre no es justo frente a Dios. Si Dios se digna pleitear con él, él no podrá rebatirle de mil razones una. ¿Quién, fuerte o sabio, le resiste y queda ileso? Él desplaza las montañas sin que se advierta y las vuelca con su cólera; estremece la tierra en sus cimientos, y sus columnas retiemblan; manda al sol que no brille y guarda bajo sello las estrellas; él solo despliega los cielos y camina sobre la espalda del mar; creó la Osa y Orión, las Pléyades y las Cámaras del Sur; hace prodigios insondables, maravillas sin cuento. Si cruza junto a mí, no puedo verlo, pasa rozándome, y no lo siento; si coge una presa, ¿quién se la quitará?; ¿quién le reclamará: "Qué estás haciendo"? Cuánto menos podré yo replicarle o escoger argumentos contra él. Aunque tuviera razón, no recibiría respuesta, tendría que suplicar a mi adversario; aunque lo citara y me respondiera, no creo que me hiciera caso.»

Palabra de Dios

 

Salmo

Salmo 87

R/.
 Llegue hasta ti mi súplica, Señor

Llegue hasta ti mi súplica, Señor.
Todo el día te estoy invocando,
tendiendo las manos hacia ti.
¿Harás tú maravillas por los muertos?
¿Se alzarán las sombras para darte gracias? R/.

¿Se anuncia en el sepulcro tu misericordia,
o tu fidelidad en el reino de la muerte?
¿Se conocen tus maravillas en la tiniebla,
o tu justicia en el país del olvido? R/.

Pero yo te pido auxilio,
por la mañana irá a tu encuentro mi súplica.
¿Por qué, Señor, me rechazas
y me escondes tu rostro? 
R/.

 

 

Lectura del santo evangelio según san Lucas (9,57-62):

En aquel tiempo, mientras iban de camino Jesús y sus discípulos, le dijo uno: «Te seguiré adonde vayas.»
Jesús le respondió: «Las zorras tienen madriguera, y los pájaros nido, pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza.»
A otro le dijo: «Sígueme.»
Él respondió: «Déjame primero ir a enterrar a mi padre.»
Le contestó: «Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú vete a anunciar el reino de Dios.»
Otro le dijo: «Te seguiré, Señor. Pero déjame primero despedirme de mi familia.»
Jesús le contestó: «El que echa mano al arado y sigue mirando atrás no vale para el reino de Dios.»

Palabra del Señor

 


Vacilación

 

Otro le dijo: «Te seguiré, Señor. Pero déjame primero despedirme de mi familia.»
Jesús le contestó: «El que echa mano al arado y sigue mirando atrás no vale para el reino de Dios.»

Lucas 9: 61-62


 

La llamada de Jesús es absoluta. Cuando Él nos llama, debemos responder con completa sumisión de nuestra voluntad y con abundante generosidad. 

 

En el Evangelio de hoy, Dios quiso que esta persona siguiera a Jesús de inmediato y por completo. Pero la persona duda al decir que quiere ir y primero despedirse de su familia. Suena como una solicitud razonable. Pero Jesús deja claro que se está llamado a seguirlo de inmediato y sin dudarlo.

 

Ciertamente no es que haya algo malo en querer despedirse de su familia. La familia probablemente esperaría tal cosa. Pero Jesús aprovecha esta oportunidad para mostrarnos que nuestra prioridad número uno debe ser responder a Su llamado, cuándo Él llama, cómo Él llama y porque Él llama. En el maravilloso e incluso misterioso llamado a seguir a Cristo, debemos estar listos para responder sin dudarlo.

 

Imagínese si una de las personas de esta historia fuera diferente. Imagínese si uno de ellos viniera a Jesús y le dijera: "Señor, te seguiré y estoy listo y dispuesto a seguirte ahora mismo sin ningún requisito". Ese es el ideal. Y sí, la idea es bastante radical.

 

En nuestras propias vidas, lo más probable es que no recibamos el llamado radical de dejar literalmente todo atrás de inmediato y servir a Cristo en alguna nueva forma de vida. ¡Pero la clave es nuestra voluntad! ¿Estás dispuesto?

 

Si estás dispuesto, comenzarás a descubrir que Jesús te llama diariamente a cumplir tu misión. Y si estás dispuesto, verás diariamente que Su misión es gloriosa y fructífera sin medida. Simplemente se reduce a que tú digas "Sí" sin dudarlo y sin demora.

 

Reflexiona hoy sobre tu voluntad de seguir a Jesús. Métete en esta Escritura y reflexiona sobre cómo responderías a Jesús. Lo más probable es que veas dudas. Y si ves vacilación en tu corazón, trata de entregar eso para que estés listo para todo lo que nuestro Señor tiene en mente para ti.

 

Señor, te amo y quiero seguirte. Ayúdame a superar todas y cada una de las dudas de mi vida al decir "Sí" a Tu santa voluntad. Ayúdame a discernir tu voz y aceptar todo lo que dices todos los días. Jesús, en Ti confío.




Evangelio propio de la memoria


Cuidado con despreciar a uno de estos pequeños, porque os digo que sus ángeles están viendo siempre en el cielo el rostro de mi Padre celestial.

Mateo 18:10

 

 

La realidad de los ángeles es fascinante para la mayoría de las personas, especialmente para los niños. Los ángeles de la guarda, en particular, a menudo se representan en el arte sagrado como caminando de la mano de los niños. Y aunque esto es cierto, también caminan de la mano de cada uno de nosotros a lo largo de nuestra vida. Este es el deber sagrado que Dios les ha encomendado. Al citar a San Basilio, el Catecismo de la Iglesia Católica explica la existencia de los ángeles guardianes diciendo: “Desde su inicio hasta la muerte, la vida humana está rodeada de su cuidado e intercesión vigilantes. 'Al lado de cada creyente está un ángel como protector y pastor que lo lleva a la vida’”(# 336).

 

Imagine, en un sentido terrenal, que usted tuviera un guardaespaldas personal que cuidara de usted día y noche a lo largo de su vida. Quizás esto suscita dos sentimientos diferentes. Primero, lo más seguro es que lo consuele cuando haya un peligro inminente a su alrededor. Sabría que no está solo y que se mantendrá a salvo de daños físicos. Otro sentimiento que puede suscitar es el de una pérdida de privacidad personal. Si alguien le estuviera cuidando, día y noche, siempre estaría atento a su ojo vigilante. Todo lo que diga y haga usted sería notado. Para algunos, esto puede no ser siempre bienvenido. ¿Por qué? Porque esto significa que ven todo lo que usted hace, incluido su pecado. El miedo al juicio, la pérdida de la privacidad personal y cosas por el estilo pueden ser difíciles de aceptar.

 

Pero ahora imagine que este “guardaespaldas” es alguien que no juzga, actúa con perfecto amor por usted, mantiene la confidencialidad con perfección y se preocupa solo por su bienestar. Aunque puede ser difícil imaginar que tal persona pueda existir, esa persona existe en la persona de su ángel de la guarda.

 

Su ángel de la guarda es real, tiene un intelecto agudo y poderoso, tiene una voluntad perfectamente unida a la voluntad de Dios y fue creado con el único propósito de protegerle y guiarle hacia el cumplimiento de la voluntad de Dios. Cuando usted peca y se extravía, la única preocupación de su ángel de la guarda es guiarle de regreso a Dios. Cuando tiene miedo o está en problemas, el único cuidado de su ángel de la guarda es protegerlo y llenarlo con la paz y el valor de Dios. Y aunque Dios podría haberle proporcionado todas estas gracias directamente, sin la mediación de un ángel, eligió hacerlo a través de la mediación de su ángel de la guarda personal. Solo en el cielo comprenderemos completamente la profundidad inefable del amor, la protección y el cuidado que nos brindan estos seres angelicales.

 

Reflexione hoy sobre el conocimiento íntimo que su ángel de la guarda tiene de usted. Mientras reflexiona sobre esta realidad, regocíjese de que alguien le conozca tan bien y le ame con un amor perfecto. Este ángel suyo no solo le ama perfectamente, sino que también se le ha confiado un gran poder de Dios para protegerle y guiarle hacia el cumplimiento de la misión de su vida. Reconozca con oración el gran regalo que su ángel de la guarda es para usted y confíe más plenamente en esta mediación angelical.

 

 

Ángel de Dios, mi querido guardián, a quien el amor de Dios me encomienda que siempre estés aquí, día a día a mi lado, para alumbrar y custodiar, para gobernar y guiar. Amén. Ángel de la guarda, reza por mí. Jesús, en Ti confío.



2


 

Ángeles guardianes

Un guardaespaldas espiritual personal vigila tu espalda

 


La intuición es una forma de pensar completamente formada. Es más que una corazonada ocasional o una percepción sutil. 

El instinto nativo, o "intuición", se utiliza para calcular, discernir y decidir sobre asuntos grandes y pequeños a lo largo de la vida diaria. Creemos que somos secamente lógicos acerca de la decisión de confiar en un contable y no en otro, frecuentar esta tienda y no aquella, o confiar en este nuevo amigo en lugar del viejo. Pero en realidad puede ser solo una pequeña mancha de mostaza en el cuello de la camisa del contable lo que nos convence de que no es el hombre adecuado para el trabajo. Ojos saltones, un apretón de manos débil, una risa o simplemente la forma en que alguien abre la puerta o toma un sorbo de café. Prestamos mucha atención a los más mínimos matices de los gestos faciales, el lenguaje corporal y el tono de voz para sacar conclusiones inmediatas sobre las personas. No somos tan fríamente racionales como nos gusta pensar. Entonces, cuando un ateo, por ejemplo, camina solo por un camino rural remoto en la oscuridad de la noche y escucha una voz perdida hace mucho tiempo en el viento silbante, o ve las ramas de los árboles retorcerse en un dedo huesudo, se asusta. Si sintiera la presencia entrecortada de alguien flotando sobre su hombro en ese mismo momento, la sobria racionalidad del ateo no valdría nada. Su aceleración de sentimientos e intuición estaría completamente abierta, los poros de su mente absorberían cada gramo de extraña realidad, y un escalofrío de miedo recorrería su columna vertebral como una descarga eléctrica. Estaría en pleno contacto con una realidad tan difícil de describir, pero tan normal de experimentar, como la intuición misma.

Los santos ángeles de la guarda son espíritus creados, mientras que Dios es un espíritu increado. Sin embargo, un hombre es más que un espíritu. Es un alma encarnada procreada por padres que participan en el acto creativo de Dios. Aunque somos parte espíritu y parte materia, no obstante, podemos imaginar cómo sería ser un espíritu puro, como un ángel. Cerramos los ojos y nos imaginamos parados en el pináculo de la Torre Eiffel en París y de repente estamos allí, contemplando la Ciudad de las Luces. La mente viaja, la imaginación vuela, el alma refleja. Es nuestro cuerpo el que mantiene nuestros pies plantados en un lugar y en un momento. Pero si la mente, el alma y la imaginación no estuvieran tan atadas, entonces daríamos la vuelta al universo como un ángel, un espíritu desatado, retenido por nada. Dios creó a los ángeles como nos creó a nosotros, de la nada. La voluntad de Dios es creativa en el sentido estricto de esa palabra. “Hágase la luz”, dijo, y hubo luz. Su voluntad trae mundos a la creación y los mantiene allí. Dios quiso que los ángeles en la creación comunicaran sus mensajes, protegieran a la humanidad y participaran en la batalla espiritual con los ángeles demonios caídos.

La antigua tradición de la Iglesia nos dice que todo cristiano, y quizás todo ser humano, tiene un ángel guardián que lo protege de los daños físicos y espirituales. 

El Catecismo de la Iglesia Católica señala que los ángeles pertenecen a Cristo. “Son sus ángeles” (CIC # 331). Cristo advierte “Cuidado con despreciar a uno de estos pequeños, porque os digo que sus ángeles están viendo siempre en el cielo el rostro de mi Padre celestial. ”( Mt 18,10 ). Un ángel estaba al lado de Cristo en el Huerto de Getsemaní, y un ángel liberó a San Pedro de la prisión. Los Padres de la Iglesia primitiva escribieron prolíficamente sobre el denso reino del espíritu habitado por ángeles.                                 

 Los cita también San Basilio, “Al lado de cada creyente se encuentra un ángel como protector y pastor que lo lleva a la vida” (CIC # 336).

Intuimos que el mundo fue hecho para algo más que para nosotros, ya sea que esos "otros" estén iluminados con santidad u oscurecidos por las tinieblas. Algunas personas escanean los cielos en busca de naves alienígenas en órbita terrestre baja. Otros escuchan patrones extraños de habla transmitidos como señales de radio a través del cosmos. ¿Hay vida en Marte? ¿Hay colonias detrás del sol? No hay necesidad de buscar hasta ahora, de buscar vida en la fría oscuridad del espacio. Hay espíritus a nuestro alrededor. Algunos necesitan caminar por un camino rural oscuro para finalmente tocar el reino del espíritu. Otros son más afortunados y saben desde la infancia que nuestros ángeles de la guarda están presentes y dispuestos, de pie justo sobre nuestro hombro, bajo el constante mandato de Dios de servir y proteger. 


Santos Ángeles Guardianes, imploramos su continua vigilancia sobre nuestras vidas. Guárdennos del daño físico y espiritual, aumenten nuestra confianza en su presencia y recuérdennos que debemos acudir a ustedes cuando nuestro bienestar se vea amenazado de alguna manera.



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