28 de febrero del 2025: viernes de la séptima semana del tiempo ordinario-año I

 

Autenticidad

(Marcos 10, 1-12) Para Jesús, la Ley no se limita a ser un simple instrumento que castiga la debilidad humana. Constituye en primer lugar un camino hacia una experiencia tanto moral como espiritual.

Las relaciones auténticas, ya sean amistosas o matrimoniales, requieren una apertura genuina hacia los demás.

Al permanecer fieles a nuestras promesas y honrar la dignidad de cada individuo, crecemos en humanidad.

Jean-Paul Musangania, sacerdote asuncionista

 


 

Primera lectura

Sir 6,5-17

​Un amigo fiel no tiene precio

Lectura del libro del Eclesiástico.

UNA palabra amable multiplica los amigos y aleja a los enemigos​,​ y la lengua afable multiplica los saludos. Sean muchos los que estén en paz contigo, pero tus confidentes, solo uno entre mil. Si haces un amigo, ponlo a prueba, y no tengas prisa en confiarte a él. Porque hay amigos de ocasión, que no resisten en el día de la desgracia. Hay amigos que se convierten en enemigo, y te avergüenzan descubriendo tus litigios. Hay amigos que comparten tu mesa y no resisten en el día de la desgracia.
Cuando las cosas van bien, es como otro tú, e incluso habla libremente con tus familiares. Pero si eres humillado, se pone contra ti y se esconde de tu presencia. Apártate de tus enemigos y sé cauto incluso con tus amigos. Un amigo fiel es un refugio seguro, y quien lo encuentra ha encontrado un tesoro. Un amigo fiel no tiene precio y su valor es incalculable. Un amigo fiel es medicina de vida, y los que temen al Señor lo encontrarán. El que teme al Señor afianza su amistad porque, según sea él, así será su amigo.


Palabra de Dios.


Salmo

Sal 119(118),12.16.18.27.34.35 (R. 35a)

​R. ​Guíame, Señor, por la senda de tus mandatos.

V. Bendito eres, Señor​,​
enséñame tus decretos. 
R​.

V. Tus decretos son mi delicia,
no olvidaré tus palabras. 
R​.​

V. Ábreme los ojos, y contemplaré
las maravillas de tu ley.
 R​.

V. Instrúyeme en el camino de tus mandatos,
y meditaré tus maravillas. 
R​.

V. Enséñame a cumplir tu ley
y a guardarla de todo corazón. 
​R.

V. Guíame por la senda de tus mandatos,
porque ella es mi gozo.​ 
R.​


Aclamación

R. ​ Aleluya, aleluya, aleluya.
V. ​Tu palabra, Señor, es verdad;​ santifícanos en la verdad. R.


Evangelio

Mc 10,1-12

​L​o que Dios ha unido, que no lo separe el hombre

Lectura del santo Evangelio según san Marcos.

EN aquel tiempo, Jesús se marchó a Judea y a Transjordania; otra vez se le fue reuniendo gente por el​ ​camino y según su costumbre les enseñaba. Acercándose unos fariseos, le preguntaban para ponerlo a prueba: «¿Le es lícito al hombre repudiar a su mujer?». Él les replicó: «¿Qué les ha mandado Moisés?». Contestaron: «Moisés permitió escribir el acta de divorcio y repudiarla»​.​ Jesús les dijo: «Por la dureza de su corazón dejó escrito Moisés este precepto. Pero al principio de la creación Dios los creó hombre y mujer. Por eso dejará el hombre a su padre y a su​ madre, se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne.
De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Pues lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre». En casa, los discípulos volvieron a preguntarle sobre lo mismo. Él les dijo: «​Si uno repudia a su mujer y se casa con otra, comete
adulterio contra la primera. Y si ella repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio»​.


Palabra del Señor.

 

1

Comentario de los textos:

1.    Lectura de Sirácides (Sir 6,5-17):


En este pasaje, el libro de Sirácides nos ofrece una reflexión sobre la amistad verdadera, caracterizada por la lealtad, la sabiduría y la confianza. Es un texto que resalta la importancia de elegir bien a nuestros amigos, aquellos que nos acompañarán en los momentos de prueba y alegría. La verdadera amistad no es solo un lazo de afecto, sino también de sabiduría y apoyo mutuo, especialmente cuando se atraviesan dificultades.

2.    Salmo 119(118):

El Salmo de hoy contiene hermosos versículos que nos invitan a meditar sobre la palabra de Dios, su luz y su guía en medio de las dificultades. Se nos exhorta a anhelar su sabiduría y a seguir sus mandamientos con corazón sincero. La oración de este salmo es una súplica por entendimiento y por la capacidad de vivir conforme a la voluntad de Dios. "Enséñame, Señor, tus leyes", es la petición que resuena en cada uno de sus versículos, recordándonos que solo en la obediencia a la palabra de Dios encontramos consuelo y dirección.

3.    Evangelio según San Marcos (Mc 10,1-12):


En este pasaje, Jesús aborda el tema del matrimonio y el divorcio, recordándonos la profundidad del plan de Dios para la unión conyugal. Él nos lleva más allá de la letra de la ley y nos recuerda que el matrimonio es un compromiso sagrado, una unión indisoluble en la que se refleja la fidelidad y el amor de Dios por su pueblo. Jesús resalta la dureza de los corazones humanos, que a veces buscan soluciones fáciles o convenientes, pero nos llama a vivir en la plenitud de la reconciliación y el perdón, elementos fundamentales de cualquier relación.

Homilía:

Queridos hermanos y hermanas, en este día nos encontramos con un mensaje profundo de sabiduría, amor y compromiso, que nos desafía a mirar más allá de lo superficial y a ahondar en lo que realmente importa: nuestras relaciones y nuestra relación con Dios.

En el libro de Sirácides, se nos invita a buscar una amistad sincera, aquella que nos ayuda a crecer en la fe y en el amor. Como cristianos, estamos llamados a ser amigos de Dios, pero también a ser verdaderos amigos de nuestros hermanos, apoyándonos mutuamente en los momentos de dificultad y alegrándonos juntos en las bendiciones que recibimos.

El Salmo 119 nos recuerda la importancia de la palabra de Dios en nuestra vida. Solo a través de su sabiduría podemos encontrar la fuerza para superar las adversidades y para tomar decisiones que nos acerquen más a Él. La palabra de Dios es nuestra luz y nuestro camino, y hoy, más que nunca, debemos anhelarla con todo nuestro ser.

En el Evangelio, Jesús nos habla sobre el matrimonio, esa unión sagrada que refleja el amor incondicional de Dios. En un mundo donde las relaciones a menudo se rompen fácilmente, Jesús nos llama a ser fieles, a no buscar atajos, sino a vivir el amor en su totalidad. El matrimonio es un compromiso que va más allá de las emociones y los sentimientos; es un acto de voluntad, una entrega que refleja el amor sacrificial de Cristo por su Iglesia.

Hoy, en nuestra intención de oración, pedimos por aquellos que sufren, especialmente aquellos que atraviesan dificultades en sus relaciones familiares. Pedimos por los que están viviendo situaciones de dolor o separación, para que experimenten la sanación de Dios y el don del perdón. También, oramos por nosotros mismos, para que podamos vivir nuestras relaciones con más amor, paciencia y sabiduría, buscando siempre la voluntad de Dios en todo lo que hacemos.

Intención de oración penitencial:

Hermanos, antes de continuar con la celebración de la Eucaristía, reconozcamos nuestras faltas y pidamos perdón por nuestros pecados, especialmente por aquellos momentos en que no hemos sido fieles en nuestras relaciones, por la dureza de nuestros corazones o por haber buscado soluciones fáciles. Que el Señor, en su infinita misericordia, nos conceda el perdón y la gracia de comenzar de nuevo.

Oración: Señor, que tu palabra sea la luz que ilumine nuestras relaciones, que tu sabiduría guíe nuestras decisiones y que tu amor nos impulse a vivir en paz y unidad. Te pedimos por aquellos que sufren, por los que enfrentan la prueba en sus matrimonios y en sus familias, para que encuentren en ti consuelo y fortaleza. Ayúdanos a vivir como verdaderos amigos y discípulos tuyos, fieles y generosos en nuestro amor. Amén.

Que Dios les bendiga y les dé paz en este día.

 

 

2

 

Resolución de conflictos

 

Jesús se marchó a Judea y a Transjordania; otra vez se le fue reuniendo gente por el​ ​camino y según su costumbre les enseñaba. Acercándose unos fariseos, le preguntaban para ponerlo a prueba: «¿Le es lícito al hombre repudiar a su mujer?».

Marcos 10:1-2

 

Observe el contraste anterior. Las multitudes se reunieron alrededor de Jesús para escucharlo. Claramente, estaban llegando a la fe. Pero los fariseos vinieron a Jesús para probarlo. No vinieron con fe; vinieron con celos y envidia y ya estaban tratando de atraparlo. La pregunta que propusieron era una pregunta capciosa, no un intento honesto de comunicarse con nuestro Señor. Supusieron que, independientemente de cómo respondiera Jesús a la pregunta, algunas personas se sentirían ofendidas. Los fariseos estaban listos para agitar las cosas, ya que muchos estaban acudiendo a Jesús. Además, los fariseos querían encontrar fallas en la respuesta de Jesús para demostrar que se oponía a la Ley de Moisés. Pero la respuesta de Jesús fue perfecta.

Mucho se podría decir sobre el contenido de la respuesta de Jesús. Él claramente apoya la indisolubilidad del matrimonio. Afirma que “lo que Dios ha unido, ningún ser humano debe separarlo”. Y añade: “El que se divorcia de su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra ella; y si ella se divorcia de su marido y se casa con otro, comete adulterio”. Para quienes han sufrido un divorcio, es importante reflexionar en oración sobre esta enseñanza de nuestro Señor. También es importante trabajar con el Tribunal de la Iglesia para examinar el matrimonio a la luz de la verdad, de modo que se pueda determinar la validez o invalidez del vínculo matrimonial. Dicho esto, la actitud que adoptaron tanto las multitudes como los fariseos hacia Jesús también nos enseña una lección importante sobre la comunicación, no sólo con Dios, sino también entre nosotros. Esta es una lección que es especialmente importante que aprendan las parejas casadas.

Piense en su propia manera de comunicarse. Cuando usted tiene un conflicto con otra persona, ¿cómo lo resuelve? ¿Cómo le plantea sus preguntas e inquietudes a su cónyuge?

Las multitudes acudían a Jesús para escuchar y comprender. La recompensa fue el don de la fe, ya que recibieron un conocimiento más profundo de quién era Jesús. Los fariseos, sin embargo, acudieron a Jesús con la intención de encontrarle defectos. Y aunque es obviamente una tontería adoptar esta actitud con nuestro Señor, también es una tontería hacerlo con otra persona, especialmente con un cónyuge.

Utilice los planteamientos de las multitudes y los fariseos que hemos mencionado anteriormente para pensar en cómo se dirige usted  a los demás con sus preguntas y preocupaciones. Cuando hay algún conflicto o malentendido, ¿se dirige usted con una mente y un corazón abiertos, buscando comprender y resolver la cuestión? ¿O se dirige usted con una pregunta tendenciosa para atrapar y encontrar defectos en el otro? Muchos conflictos en la vida con los demás, especialmente entre cónyuges, podrían resolverse si el objetivo de cualquier conversación fuera simplemente comprender a la otra persona, no atraparla ni encontrar defectos en ella. Esto es difícil de hacer para muchas personas y requiere mucha humildad y apertura.

Reflexione hoy sobre cualquier relación con la que usted esté teniendo problemas en este momento. Reflexione, en especial, sobre si su forma de comunicarse con esa persona se parece más a la de las multitudes o a la de los fariseos. Comprométase a buscar una comunicación abierta y honesta y descubrirá que este compromiso trae verdadera resolución, paz y unidad.

 

Señor de toda verdad, Tú deseas que siempre me acerque a Ti con sinceridad, honestidad y humildad, buscando la solución a cada pregunta y conflicto interno que enfrento. Tú me llamas a acercarme a los demás con esta misma profundidad de comunicación. Dame la gracia de buscar siempre la unidad y la verdad que resultan en paz de mente y corazón. Jesús, confío en Ti.

 

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