21 de febrero del 2021: Primer Domingo de Cuaresma (B)
Entremos en el Nuevo Mundo
Después de algunos días, nos
hemos puesto en camino hacia la Pascua. En este primer domingo de Cuaresma,
Dios nos reitera su proyecto de hacer alianza con toda la humanidad. Para
entrar en este itinerario, seamos fieles al llamado de Jesús: “Conviértanse y
crean en el Evangelio. Aprovechemos entonces la Cuaresma para despojarnos de
todo aquello que nos estorba y renovemos los compromisos de nuestro bautismo.
- mejor alimentación
- ejercicios físicos
- relaciones humanas más realizadas
- vida espiritual más profunda
Dios nos llama a vivir y a tener el gusto de vivir.
Dios nos llama a ser libres, a realizarnos, a ser felices.
Que estemos llenos de iniciativas para mejorar nuestro medio o ambiente social en calidad humana y en vida de grupo.
Vivir la experiencia del desierto con Jesús (2)
Lectura del libro del Génesis
(9, 8-15)
Te alabamos, Señor.
Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro (3, 18-22)
40 días de desierto (3)
…el Espíritu impulsó a Jesús a retirarse al
desierto, donde permaneció cuarenta días y fue tentado por Satanás. Vivió allí
entre animales salvajes, y los ángeles le servían
Marcos 1: 12-13
El evangelio de Marcos hoy nos presenta una
versión corta de la tentación de Jesús en el desierto. Mateo y Lucas dan
muchos más detalles, como la triple tentación de Satanás por parte de Jesús. Pero
Marcos simplemente declara el hecho de que Jesús fue conducido al desierto
durante cuarenta días y fue tentado.
Lo interesante de notar es que fue “El
Espíritu” quien condujo a Jesús al desierto. Jesús no fue allí contra Su
voluntad; Fue allí libremente de acuerdo con la voluntad del Padre y bajo
la dirección del Espíritu Santo. ¿Por qué el Espíritu llevaría a Jesús al
desierto para este tiempo de ayuno, oración y tentación?
En primer lugar, este tiempo de tentación tuvo
lugar inmediatamente después de que Juan bautizara a Jesús. Y aunque Jesús
mismo no necesitó espiritualmente ese bautismo, estas dos series de eventos nos
enseñan mucho. La verdad es que cuando elegimos seguir a Cristo y vivir
nuestro bautismo, recibimos una nueva fuerza para luchar contra el mal. La
gracia está ahí. Como nueva creación en Cristo, tienes toda la gracia que
necesitas para vencer al maligno, el pecado y la tentación. Jesús, por
tanto, nos dio el ejemplo para enseñarnos esta verdad. Fue bautizado y
luego fue conducido al desierto para enfrentar al maligno y decirnos que
también podemos vencerlo a él y a sus malas mentiras.
Mientras Jesús estaba en el desierto
soportando estas tentaciones, "los ángeles le servían". Lo
mismo ocurre con nosotros. Nuestro Señor no nos deja solos en medio de
nuestras tentaciones diarias. Más bien, Él siempre nos envía Sus ángeles
para proveernos y ayudarnos a derrotar a este vil enemigo.
¿Cuál es tu mayor tentación en la vida? Quizás
luchas con un hábito de pecado que fallas una y otra vez. Tal vez sea una
tentación de la carne o una lucha contra la ira, la justicia propia, la
deshonestidad o algo más. Sea cual sea tu tentación, debes saber que
tienes todo lo que necesitas para vencerla gracias a la gracia que te ha dado
tu Bautismo, fortalecida por tu Confirmación y alimentada regularmente por tu
participación en la Santísima Eucaristía.
Reflexiona hoy sobre cualesquiera que sean sus
tentaciones. Mira a la Persona de Cristo enfrentando esas tentaciones contigo
y dentro de ti. Debes saber que Su fuerza te le da si confías en Él con
una confianza inquebrantable.
Mi Señor tentado, te permitiste soportar la
humillación de ser tentado por el mismo satanás. Lo hiciste para mostrarme
a mí y a todos Tus hijos que podemos vencer nuestras propias tentaciones a
través de Ti y con Tu fuerza. Ayúdame, querido Señor, a acudir diariamente
a Ti con mis luchas para que Tú vengas en mí. Jesús, en Ti confío.
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